Cinco claves que vi en Apple
Ayer estuve en Apple. Concretamente en la sede europea que la compañía tiene en la ciudad irlandesa de Cork. Allí están desde 1980 y allí estuvo como muestra el video (joya histórica) de abajo Steve Jobs aquel año. Durante las horas que duraron mis reuniones vi como miles de trabajadores de diferentes nacionalidades se mezclaban en un modelo corporativo muy similar al que vi en Google hace unos meses pero que no voy a proceder a diferenciar. Sin embargo voy a enumerar lo que para mí continua siendo la clave de una compañía que ha heredado lo que su fundador dejó impreso. Los más de cuatro mil empleados que conviven en Irlanda no se diferencian en sus procesos modos y mensajes a los que tienen en Cupertino. Esas claves son las que de un modo u otro pueden ayudar a convertir una idea emprendedora, y guardando las diferencias, en un éxito notable.
En primer lugar el perfeccionismo debe llegar a ser irritante, obsesivo incluso. Hacer cosas excelentes no puede ser una opción, debe ser el mecanismo. Incluso cuando replicas algo o te inspiras en lo que sea debes buscar que el resultado sea inmejorable. No sirve excusarse en equipos poco preparados o en ese futuro desconocido en el que esperamos mejorar nuestros proyectos con más dinero o más personal. Desde el minuto uno debemos ser capaces de buscar la perfección.
En segundo lugar es fundamental focalizar. Mientras otras empresas sacaban decenas de productos Apple se centró en cuatro. Jobs regresó a la compañía y focalizó en cuatro productos y dijo que serían excelentes. Mientras todo el mundo buscaba dar variedades a sus productos él definía los límites. Otros querían mil colores, él solo blanco y negro.
En tercer lugar los productos no sólo deben ser pocos y claros, que funcionen bien y sean excelentes, sino que deben ser de una estética fascinante. Centrarse en el diseño como elemento estructural debería marcar cualquier proyecto emprendedor. Tomar el diseño como factor distintivo no es más que la búsqueda de la experiencia de usuario como motor de la producción y la venta.
Pero si hay un punto clave en el trabajo y el legado de Steve Jobs y que en mi visita de ayer pude experimentar es ese manejo del espacio que permite entender la colaboración y el trabajo en común. Los edificios Apple están diseñados para que la gente tenga que reunirse.
En Apple no te lo cuentan, pero saber que Steve Jobs no tuvo una carrera profesional lineal, que pasó del éxito al fracaso y regresó de él, generó una manera de comprender el propio error y la equivocación. Repetir muchas veces inclusive cuando los fallos se suceden es una cualidad de los obsesivos, perfeccionistas y, sobretodo, de los que confían en sus propias cualidades y en el espíritu de sacrificio que incorporan a su día a día.
Estas son las cinco claves que, sin ser exhaustivos, pueden conducir el proceso emprendedor en el que te encuentres o, si ya estás en marcha, un buen modelo de innovación puede basarse en esos cinco elementos: busca la excelencia, focaliza el proyecto, exagera el gusto por lo formal, mejora el trabajo colaborativo y busca las lecciones de cada error. ¿Cuales son tus claves?