YA SOLO CABE REZAR
El gobierno central decidió rebajar la previsión de crecimiento económico para 2008 en dos décimas. El ejecutivo considera que la economía española cuenta con bases sólidas para afrontar las turbulencias. ¿Bases sólidas?, ¿qué bases sólidas son esas?, la economía española ha crecido al abrigo del endeudamiento de las familias, que gastan mucho más de lo que pueden, un incremento del consumo que proviene de un dinero barato y una mano ancha en la concesión de crédito, un crecimiento amparado en las 875.000 viviendas construidas en 2005 y las 920.000 en el 2006.
¿Qué bases sólidas son esas? ¿La incapacidad manifiesta de los españoles a continuar endeudándose? ¿El millón de trabajadores que no serán necesarios para construir las apenas 400.000 viviendas necesarias para 2008? ¿Exportaremos más, ahora que Alemania, Francia y la eurozona han revisado sus crecimientos a la baja?, ¿Esos cimientos de nuestra económica son las ventas al exterior cuando nuestra exportación ha perdido cota de mercado en la economía internacional durante los últimos diez años a marchas forzadas?
El gobierno y los analistas cercanos esperan que las exportaciones y el gasto en bienes de equipo permitan contrarrestar el ajuste evidente de la economía española. Ni lo primero ni lo segundo. El modelo especulativo de la economía española no permite que la inversión se formule en bases sin garantías por muy de equipo que estas sean. Las estimaciones del Ministro de Economía han dejado de ser realistas porque Solbes ya es un candidato en plena campaña. Las últimas previsiones responden a un clamor financiero. Tocaba retocar las previsiones a la baja pero sin llegar a alarmar.
La suerte de la que disfruta Zapatero parte de su contrincante. Rajoy es el factor político menos desestabilizante desde Hernández Mancha. El líder del PP actual no está capitalizando para nada una sensación evidente de tormenta en el horizonte y a cambio lanza estupideces como bajar impuestos cuando la recaudación pública está cayendo en picado, a la vez que pretende subir las pensiones a todo el mundo indiscriminadamente. Brillante.
No hay modelo económico que garantice el empleo. El milagro español, equivalente al de cualquier país que consume desmesuradamente, se aguanta en la creación de ocupación y este en el consumo sostenido, sin consumo no hay crecimiento, sin consumo no hay empleo, sin empleo no hay crecimiento ni consumo. Lo peor de todo es que nuestro paquete productivo parte de sectores en retroceso. Nos podemos poner muy modernos y pretender convertirnos en la capital de la biotecnología, la aeronáutica y ser los fabricantes de satélites marcianos pero este país es lo que es y para crear empleo deberá potenciar sus motores económicos. En Arabia Saudita el empleo lo aporta el petróleo, en Alemania el automóvil y en España el turismo y la construcción. Modelemos de un modo adecuado, ordenado, alejado de la especulación y la corrupción nuestro modelo económico a partir de la creación de empleo y de su transformación paulatina para incorporarlos a sectores industriales a medida que la vaca ladrillera deje de dar leche.
Hace un año, cuando unos cuantos anunciábamos que, a finales de este, empezaríamos a verle las orejas al lobo en materia económica pocos nos creían. Los nuncabajistas, aquellos que defendían que en España no podían bajar el precio de la vivienda, han pasado a ser los pocobajistas, y admiten que los pisos bajarán, pero poquito.
Me han llamado pesimista, que en este país es como se denominan a los que somos realistas. Pero los que no nos tragamos las tonadillas que hablan de ajuste moderado, aterrizaje suave, los que vemos a vendedores de pisos desesperados desde hace meses, los que detectamos como se multiplican los carteles de “se vende” en los balcones de media España, somos tan víctimas como los que se sorprenderán muy pronto. Nadie se preocupa por nada, el mundo gira y la gente gasta. Pocos se paran a pensar que en pocos meses su ocupación principal será permanecer en la cola del paro para sellar su cupón. Albañiles, carpinteros, vendedores de pisos, directivos de promotoras, electricistas, interioristas, yeseros, vendedores de coches, tasadores, arquitectos, estructuristas, gestores, administradores de fincas, mecánicos, pintores, cristaleros, fabricantes de materiales de construcción, vendedoras de retretes, agentes comerciales de telefonía,… todos unidos por la misma cara de tonto. En 1993 el paro en España se acercó al 25%, y pocos lo asumían meses antes con la borrachera olímpica y la expo sevillana. Nadie hace nada para dar la vuelta a una situación económica que es claramente alarmante, que se avecina sin pausa, que acelera desde agosto y que cuando llegué, y será en 2008, las cifras empezarán a chorrear un rojo lesivo que difícilmente podremos obviar, por muy socialista que uno sea. Entonces se pretenderán adoptar medidas y lo único que se podrá hacer, por entonces, será rezar.