GANÓ SOLBES
Con aire de profesor que ya está de vuelta de todo, Pedro Solbes destrozó en los dos primeros bloques del debate de ayer a su oponente, Manuel Pizarro y le ganó ligeramente en el tercero. El certificado que daba por ganador a Solbes lo emitió a media noche la propia Antena 3 a través de una encuesta profesional, no de esas que algunas webs dispusieron para que los afines votaran y revotarán adecuadamente. Fue un sondeo a partir del sistema demoscópico de una empresa solvente como TNS Demoscopic. Todo queda dicho en cuanto a la victoria inapelable del ministro, pero los motivos de la derrota del candidato popular son los siguientes:
- Solbes ganó por que los españoles buscan un punto de referencia y un discurso tranquilizador ante el terremoto que anuncian todos los sismógrafos. Ganó porque Pizarro no parece preparado para evitar la catástrofe.
- Solbes demostró que sabe de economía, es lo suyo y que, incluso con el párpado izquierdo inutilizado, aparece como elemento de sosiego.
- Pizarro nos ayudó saber que por muy seguro que estés de ti mismo, por mucha telegenia y por mucho cursillo, el arte de la política no se aprende en un mes.
- Cuando la cámara lo mostraba escuchando las lecciones de Solbes, era un poema. Dureza impenetrable e incapacidad para desgranar un programa alternativo.
- Solbes logró parar la inercia tomada por un hombre proveniente de la empresa privada y que parecía llamado a cambiar los gestos y el vocabulario de la política actual plagada de retórica por otra mucho más moderna y eficaz como es la del mundo de los negocios.
- El error del PP descansa en la voluntad de convertir a Pizarro en una especie de Berlusconi ibérico. Es cierto que el número 2 de Rajoy es un empresario de éxito, pero que es un abogado del Estado, un alto funcionario que ha hecho carrera empresarial al amparo del poder político, uno de los barones creados por Aznar con la privatización de las empresas públicas, entre ellas Endesa.
- Solbes logró trasladar confianza, lo que será fundamental para que ganen las elecciones. El PSOE va contrarreloj puesto que la crisis acecha y un debate como el de ayer, permite escapar sin heridas al ministro y mantener un clima de tranquilidad en el sistema que será imprescindible durante la campaña.
- Después de vivir una legislatura donde hemos podido ver todas las máscaras negras de la política, ahora toca sobrevivir a la tormenta que se avecina y que Solbes logró mantener alejada del debate. A Pizarro se le escapó vivo Solbes. Fue incapaz de aportar ni un solo dato mirando a la cámara, y no dio credibilidad a sus hipótesis poco estructuradas.
- La crisis es cierta y Pizarro no parece el mejor gestor para sacarnos de ella. El PP quedó en evidencia. No podrá hablar de crisis durante la campaña.
- Solbes ofreció confianza y serenidad que le permitirá ganar las elecciones, pero tampoco aportó ninguna medida o propuesta evidente para sacarnos del hoyo puesto que el agujero fue obviado durante todo el debate como lo será durante la campaña.
- Pizarro no supo definir la crisis científicamente. Jugó al término fácil y no aportó ciencia, sólo demagogia.
- Zaplana estuvo presente desde el principio por el resbalón del día anterior en el que acusó a la banca española de estar intervenida por el Banco de España. Al no aportar pruebas, salvo recortes. No supo responder al interrogatorio sobre el ex ministro valenciano y la salud financiera de España. Apeló a un Mariano Rubio que el 40% de los que estaban viendo el debate ni se acuerdan de quien es.
- Solbes demostró aparentemente que España está mejor que hace cuatro años, comparando acertadamente con Europa aunque ha sido hábil no desarrollando porque si lo hubiera hecho se podrían haber visto algunas fisuras en ese mensaje. Pizarro ni las vio venir.
- Solbes reconoció la desaceleración y así le restó importancia.
- Cuando Solbes comparó coyunturas volvió a ganar. El tema petróleo y empleo en 2004 eran similares o peores a la actual. Los millones de puestos de trabajo aun son un elemento destacado frente al paro creciente.
- Pizarro volvió a fallar porque en lugar de anunciar que el paro crece en sectores ajenos a la crisis inmobiliaria, o sea que es un paro estructural, se lió con el bono alemán y sus diferenciales, algo que el 90% de los espectadores no sabia que era y que tardé diez minutos en explicar a mi mujer.
- Cuando Pizarro arremetió con el tema de las hipotecas pudo haber dado la vuelta al debate, pero no supo mantenerse en ese escenario. Era el dato, la vida en directo y la muestra de que algo no va bien y que media España entendería fácilmente, pero falló estrepitosamente cuando Solbes recondujo el segundo bloque hacía las propuestas inasumibles en materia fiscal del PP.
- La demagogia y el discurso fácil de Pizarro certificaban su derrota. Bermejo, terroristas y la supresión del ministerio de la Vivienda. En este punto los expertos en economía del PP debían estar helados. ¿Para esto tanto bombo? Solbes se quitó de un plumazo ese recorte populista hablando de pensiones y recuperó la iniciativa.
- Al final Solbes se relajó y saboreó su victoria. Se mostró condescendiente con el aprendiz y entró en el territorio de la autocrítica valiente. "Hay españoles que no tienen dinero" anuncia.
- Pizarro siguió mezclando sin convicción. El fracaso de infraestructuras en Catalunya lo compara con Madrid, la energía con El Gornal y el I+D+i.
- Solbes recoge ese último dato del I+D+i y reconoce que estamos lejos de cuanto él cree oportuno invertir en investigación. Pizarro ríe y piensa que puede estar ante un desliz del ministro, pero Solbes recuerda que ahora esa aportación presupuestaria es el doble que con el PP. Otro jarro de agua fría para ya un helado Pizarro.
- Hay partidos de fútbol que deberían acabar 20 minutos antes de lo previsto para que no te metan más goles y la impresión sea de derrota total. Ayer pasó algo parecido. A Pizarro le sobraron algunos minutos al final. La pregunta "¿apoyan ustedes la familia?" permitió que toda España detectara la incapacidad para hablar de economía con un cierto equilibrio.
Solbes ganó el debate y seguramente ha tranquilizado a muchos españoles, pero la tormenta sigue avanzando y nadie, ni los que vimos el cara a cara de ayer, sabemos que piensa hacer para evitar que nos destroce la siembra. Zapatero tiene un papel difícil el lunes que viene: estar a la altura de Solbes. Con esto no contaban.