I-CITIES I LA WEB 1.5
El próximo 9, 10 y 11 de mayo estaré en Tenerife, concretamente en Villa de Candelaria, donde se celebrarán las I Jornadas sobre la blogosfera, Icities. Durante esos días se hablará sobre blogs, e-government y participación digital. Están organizadas por el Ayuntamiento de la Villa de la Candelaria y la asociación Las Ideas, con el apoyo de Red.es. El cartel es de lujo y entre los más de cuarenta ponentes dejadme destacar a Nacho Escolar, Alana Moceri, Roc Fages, César Calderón, Fernando Jáuregui, Genís Roca y Antoni Gutierrez-Rubi.
El objetivo de las jornadas es analizar el impacto social de la blogosfera desde diversos puntos de vista y, en concreto, examinar como afecta en el ámbito de lo público. La mesa redonda donde me toca participar responde al título “Los límites del 2.0”. Sin duda el debate acerca de hasta donde puede llegar la web 2.0 es ciertamente apasionante. El hecho de compartir espacio otra vez con Antonio Fumero garantiza la diversión y el rigor. Hacerlo con Juan Zafra y Goyo Tovar un honor y un privilegio.
Adelanto que mi aportación girará más alrededor de la web 1.5 que de la manoseada 2.0, pues considero que estamos en plena transición, por mucho que se insista en lo contrario, entre la realidad unidireccional y la interactiva. Ahora bien, cada vez tengo más asumido que el término web 2.0 responde a un giro social con tintes revolucionarios que poco tiene que ver con los cambios tecnológicos. ¿Podría existir la sociedad 2.0 sin la web 2.0?
La transparencia y la innovación, conceptos tan ligados a la nueva web, no son más que precisiones que la sociedad reclama y lo hace a partir de las herramientas con las que puede trabajar. Los gobiernos y las empresas se enfrentan a un deseo social, a un cambio del paradigma, a una vocación por saber, que no ha sido impulsada por ningún elemento digital, sino que ese proceso electrónico ha llegado en el lugar exacto y el momento justo.
Los límites de la web 2.0 son los que la tecnología aporta, pero los límites de una sociedad 2.0 no existen. Las relaciones sociales que conforman la web actual no dependen tanto de los canales o herramientas con las que se puede hacer uso de ellas, sino del hecho de que existan individuos que participen de un modo convencido y honesto del proceso. El cambio social 2.0 se me antoja independiente de los cambios tecnológicos o digitales.
Me temo que lo importante no ha sido el ajax, lo fundamental ha sido que, a través de esta técnica de desarrollo web, todo tipo de organizaciones privadas o públicas se han abierto obligatoriamente o no. Ahora el camino que recorren unos pocos está afectando a muchos. Millones de personas desconocen ni tan siquiera el término web 2.0, pero ya son protagonistas y se benefician de las repercusiones de ésta. Más en el archipiélago canario.