YAHOO Y LOS DESPROPOSITOS

YahooNo pocos adjetivos definirían el conjunto de dislates que se han sucedido en la aventura corporativa entre Yahoo y Miscrosoft. Desatino, necedad, exceso, burrada, absurdo, extravagancia, insensatez, desvarío o contrasentido. Y es que el icono de la Web 1.0, Yahoo ha convertido en una carrera de despropósitos toda esa merienda sobre su venta nominal. Gente como David Weidner, columnista de MarketWatch ha llegado a declarar que “lo increíble es que estos tipos hayan sido capaces de ganar dinero alguna vez". Una evidencia de todo esto y la mala gestión de esta crisis, es que la capitalización bursátil de Yahoo se ha reducido en casi 4.088
millones de dólares por la caída de las
acciones de la empresa, un 11%. El valor de la compañía de internet
se ha reducido en cerca de 15.000 millones de dólares con respecto a
los 47.000 millones ofrecidos por la compañía de Bill Gates en la ronda
final de contactos antes del anuncio de la retirada de la opa a
principios de año.

El primer premio a la incoherencia se lo lleva Steve Ballmer, CEO de Microsoft. Ha sido incapaz de mostrar fortaleza en sus opciones y ha cambio ha demostrado una tremenda debilidad, lo que ha permitido a Yahoo negociar al mismo tiempo con AOL y Google. Uno de los casos prácticos que se deberían incluir en los libros de formación básica en la gestión corporate es por ejemplo es lo que pasó en abril. Microsoft lanzó un ultimátum a Yahoo para que aceptara su oferta, Yahoo lo rechazó, entonces anunció un principio de acuerdo con Google, se rumoreó que hablaba con AOL y Microsoft terminó buscando una alianza con el News Corp. De Rupert Murdoch. Entonces Microsoft retira su oferta, luego se arrepiente, Icahn inicia una revolución en Yahoo, para suplantar la actual dirección por medio de poder en acciones, las conversaciones se reinician, Yang y Ballmer juegan al golf, al día siguiente no se ponen de acuerdo sobre de qué hablaron en hoyo 14, entonces Yahoo firma un acuerdo publicitario con Google y, en resumen, ni Cristo nuestro Señor sabe ya en que situación real se encuentra el asunto.

La gestión corporativa de la operación ha sido tan mala que, en el caso de formalizarse la operación entre Yahoo y Microsoft, debería de ser capaz de compensar los 232 millones de dólares en comisiones bancarias para financiar la operación. Desproporcionado y absurdo se mire por donde se mire, incluido si se mira de culo. Ahora bien, lo más desconcertante de todo es que por esta fiesta tambien se pasaron gente de enorme peso en Wall Street como los capos de Morgan Stanley, los inversores de referencia de Blackstone y gestores plus de Bear Stearn que se han caído con el hundimiento de sus propio banco.

Todo esto recuerda la triste operación ambientada en plena burbuja puntocom americana cuando AOL y Time Warner llegaron al que se consideré el acuerdo de fusión más imporatante de la historia de las finanzas de tecnología y ocio. Realmente, el resultado final fue que los comisionistas de aquella operación viven en mansiones de lujo y viajan en jet privado y los consejeros delegados de las dos compañías ya no están en ellas por el fiasco que resultó al final.

Los responsables de Microsoft podrían usar Google para revisar su caché con lo que se dijo por entonces de aquella fusión penosa, y los de Yahoo podrían hacer algo parecido.

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