RECORD EUROPEO DE PARO
Mañana los teletipos van a dar miedo. Cuando el gobierno haga públicos los datos de paro del mes de agosto empezaremos a ver el color de nuestra economía para el último tramo del año. Ya nadie recuerda aquello del “pleno empleo” y gaitas parecidas. Ahora las apuestas rondan los tres millones de parados durante 2009. Los que crean que el número bruto de desocupados se quedará en esas cifras son unos ilusos. El desempleo crece en casi todos los sectores de la economía española. La industria no es la alternativa que pretendía el consejo de ministros, incluso el comercio entra por primera vez en cifras negativas. Los analistas “oficiales” prevén tasas de paro de hasta el 15% pero en estos momentos nadie se atreve a certificar un tope a la escalada de paro pendiente.
No hay ningún sector económico que dé tregua al aumento del desempleo. El descenso del consumo afecta ya directamente a la contratación en el comercio minorista, que cae por primera desde que se analiza oficialmente. De manera que, por si alguien tenía dudas de la globalidad de nuestra crisis, el comercio se une a la construcción, la agricultura, el turismo y la industria. Este último sector en ningún caso ha respondido a las expectativas como alternativa al desplome en la contratación que ha traído consigo la crisis de la especulación inmobiliaria.
Tengo el convencimiento de que el número de desempleados puede dispararse hasta cotas récord en España, igualando los datos de 1994. En términos absolutos está claro que si puesto que, si la población activa actual es de 22.806.700, un índice de paro del 15%, éste afectaría a 3,42 millones de personas, cifra inédita en España en la última década. Si contamos el aumento previsible de la población activa podemos encontrarnos con datos escalofriantes.
El grado del ajuste económico es de tal calibre que la tasa de paro superará el 15% a mediados de 2009, lo que ocurra después es una incógnita terrorífica. Además, es especialmente preocupante la evolución del empleo en la industria, donde ya se genera más paro incluso que en la construcción.
Si bien la previsión del Ministerio de Economía era la de llegar el año próximo a tasas de paro de 12,5%, hay previsiones presentadas por diferentes instituciones como por ejemplo del BBVA que hablaba del 15%. Teniendo en cuenta lo “moderadas” de las estimaciones de estos servicios de estudios que han ido revisando sus “previsiones” a medida que la economía daba sustos, podemos establecer que a finales de este año tendremos nuevas aportaciones que rondarán el 16 o el 17%, puesto que todos reconocen que las previsiones están en “continua revisión”, al tiempo que señalan que la desaceleración “se extiende” por todos los sectores.
A esperas de esos datos de mañana, lo que si está claro es que la caída de empleo en el pequeño comercio no ha hecho más que empezar. A lo largo de 2008 se puede producir el cierre de unas del 10% del total de las tiendas de este país por culpa de la caída del consumo privado.
Pero lo malo no acaba aquí. La última vez que España registró más de tres millones de parados, la estructura social era muy distinta. Las familias tuvieron un papel protagonista como sustento de las personas que perdían el empleo. En la actualidad, con casi cinco millones de trabajadores extranjeros, el panorama es muy diferente. El aumento del paro generará muchas más tensiones sociales que en épocas anteriores. Está claro que fue precisamente el papel familiar el que impidió que con tasas de paro del 23% no hubiera tiros en la calle. Hoy no podemos decir lo mismo. Tasas del 17 o 18% entre capas sociales sin arraigo social pueden ser bombas de relojería, que se agrava por el hecho de que la población activa sigue creciendo a ritmos anteriores a la crisis.
España lidera el paro general, el juvenil, el femenino y el masculino de los países de la Unión Europea y en agosto España aumentará el dudoso honor.
Mañana con los datos frescos intentaré aportar alguna idea en positivo, si puedo.