Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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RICOS A CREDITO

Asdf¿Les he hablado alguna vez de los ricos a crédito? Creo que si pero hoy me acordé de esta curiosa especie a medio camino entre el idiota biológico y el miserable arrogante. Paseando anoche por algunas calles de mi nuevo barrio, hice una lista de negocios cerrados, panaderías en traspaso, heladerías heladas y comercios sin comercio. Todo en liquidación, con el tono gris cemento de la carne cuando se muere.

Es la crisis obviamente pero refleja otra cosa mucho más triste. Es el
tortazo en la cara de aquellos que aprovechando el caudal de nuevos
ricos y ricos a crédito se liaron la manta a la cabeza y decidieron ser
un rico más, aunque para ello precisaran de vivir arropados por una
póliza de crédito que no pensaban dejar de renovar nunca. Eso no pudo
ser y la póliza se murió, y con ella, también se murió la buena vida, y
los viajes y ese coche tan grande y ese colegio tan caro y esas cenas
repletas de anécdotas de crucero y maquillaje francés. A la mierda
todo, a la mierda con sus mentiras y sus tarjetas de crédito sofocadas,
a la mierda cada una de las idioteces que hemos tenido que aguantar de
aquellos que iban de triunfadores por la Diagonal descapotados, a la
mierda con los que en el Daps aseguraban que su última promoción les
estaba reportando un beneficio que insultaba a la inteligencia, a la
mierda con todo lo dicho y lo escuchado, a la mierda con las niñas
guapas que solo gastaban en marcas sin sentido ni orden, a la mierda
con los que pensaron que un master es algo inservible pues no te ayuda
a enriquecerte rápido, a la mierda con todo y con todos, a la mierda
con los que pensaron que sus negocios no requerían esfuerzo, valor y
compromiso, a la mierda por los que tuvieron en sus manos la opción de
mejorar su entorno y sólo mejoraron su trono, a la mierda con todos y
con todo. Y que no piensen ninguno de ellos que esto está acabando
porque no, porque esto no ha hecho más que empezar, que se preparen
esos charlatanes de mesita de bar, esos patéticos singulares y bovinos
intelectuales de cafetín porque ahora es cuando empieza lo bueno.
Bienvenidos a la mayor montaña de estiércol que sus señorías, nuevos
ricos, ricos paletos y ricos de visa oro colapsada, hayan visto jamás.
Felicidades porque van a ser ustedes los primeros, los primeros en oler
a mil diablos. No duerman tranquilos, no lo hagan, se acabó, a partir
de ahora sus acomodadas vidas se convertirán en un infierno. Pasará por
sus malas cabezas, por la imprevisión y por la codicia del estúpido,
del que cree que podía triunfar en la vida con poco esfuerzo y a costa
de la bondad de los demás. Se les llenaba la boca de palabrería de
enjuague bucal y ahora no saben identificar de donde vienen las
hostias. Lo siento, pero ahora es tiempo de ideas, de talento, de
reconversión del conocimiento y en ese escenario no hay sitio para los
patanes.