LA CUESTA DE 2009
Será la Navidad que nos vuelve a todos una especie de mansos inércicos o que los medios que deberían de explicarlo merodean por otra galaxia, pero el día 22 de diciembre el que será vicepresidente de los Estados Unidos de América hizo un anuncio que allí causó estupor, en Europa miedo y en España nada. Aquí se obviaron las declaraciones de Joe Biden advirtiendo el peligro que corría su país de “quebrar completamente”. ¿Se imaginan lo que significaría que se cumplieran las previsiones de la LEAP por las que el 31% del PIB mundial entrara en parada técnica? El futuro número dos de Obama aseguró que iban a necesitar otra remesa de 700.000 millones de dólares para amortiguar una crisis que aun no había mostrado ni la puntita.
Eso es hablar claro, no como otros. Pero si no había suficiente sinceridad en el ambiente norteamericano, como complemento a la sacudida de Biden, ayer Lawrence Summers, quien será director del Consejo Económico Nacional de los EUA, indicó que la situación económica de Estados Unidos se deteriorará aún más y que el desempleo pasará del 10 por ciento. De hecho ha dicho que la primera economía mundial está un billón de dólares por debajo de su capacidad plena. El mundo es unos tres trillones de dólares más pobre de lo que se pensaba y aun hay quien cree que esto ser arreglará solo, con el tiempo y sin que nadie sufra.
Si la crisis americana se dirige a la fabricación en serie de parados, algo inédito en ese país, el consumo se verá afectado de un modo brutal. Recordemos que allí el gasto de los consumidores representa alrededor del 67% de la actividad económica total. Por eso, y haciendo gala de esa visión estratégica que tenía Bush, en febrero el presidente saliente propuso una devolución de impuestos por 150.000 millones de dólares a unos 130 millones de contribuyentes con la esperanza de estimular su gasto. Lo que no esperaba era que la mayor parte de los beneficiarios de ese reembolso utilizase el dinero para pagar deudas pendientes. La consecuencia fue que en el tercer trimestre la economía de los EUA tuvo una contracción del 0,5 por ciento, algo que no pasaba desde la recesión de 2001.
Queda demostrado que los intentos de tapar parches no sirve cuando hablamos de una crisis inédita, sistémica e irreversible. Ahora ya no sirven esos vientos, tenemos la tempestad. Engañar al respetable aprovechando que estamos empachados y que nos sale el turrón por las orejas no es justo ni prudente. Navidad pasará y con ella las ilusiones. Vendrá una cuesta de enero, de febrero, de marzo, de 2009 y varios puertos de montaña de primera categoría. De poco habrá servido la cara de tabique de Rodriguez Zapatero anunciando que vienen unos meses malos pero que todo pasará a final del año que viene. Este tipo es el mismo que dijo que no había crisis sino desaceleración, que nos sopló la mayor estafa política que ha vivido este país en siglos y que, si te lo miras fijamente, descubres que es un iluso, lo que en mi pueblo llaman un tonto peligroso. En eso sólo lo supera su partenaire en este baile, un tal Mariano Rajoy. Menuda pandilla de indigentes intelectuales que nos han tocado.
Como siempre seguirán saliendo aquellos que consideran la deflación como algo bueno, otros que dirán que no es para tanto, que el consumo navideño no ha caído tanto, que los restaurantes siguen llenos, que las pistas de esquí, que las putas no paran de trabajar. Cada uno que se engañe como quiera, este, dicen, es un país libre, pero aquí hemos aportado datos y pruebas durante los últimos años que garantizaban lo que ahora ya se percibe claramente cuando nadie era capaz de asumirlo, cuando nos tachaban de pesimistas agoreros, de fomentar la crisis y la desconfianza y cosas peores. Mirando los comentarios de esos posts se puede uno reír mucho hoy. Quien quiera que siga pensando que sus negocios no sucumbirán a la crisis, que su empresa tiene el mercado seguro y cosas parecidas. No trazar planes estratégicos más allá de los coyunturales llevará a la ruina a muchos buenos empresarios y la culpa seguirá siendo de quien debía de informar ciertamente y no lo hizo. Estamos ante una situación de deterioro económico incomparable a nada conocido, Sólo es eso.
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