SEIS MESES DE CINK
En menos de una hora intervengo en el Encuentro de Dinamizadores de la red Guadalinfo. Lo haré frente a casi un millar de personas que se integrarán a partir de hoy en la “red social dinamizada” más importante de Europa. Cink es fundamental en este proceso. La responsabilidad de agitar y acompañar en la creación de esa red social tan ambiciosa es algo que me motiva de un modo excepcional. A la misma hora, mi socio Sergio Cortés estará en camino de una intervención muy importante ante los agentes de cambio en el ámbito de las redes sociales de la Unión Europea. Su ponencia versa sobre la dinamización territorial de esas redes.
Estoy muy orgulloso de lo que hemos logrado ya. El desgaste personal está siendo alto pero la ilusión nos permite afrontar este reto con garantías. Cink, en menos de seis meses, ha alcanzado una repercusión notable. Hemos puesto en marcha cursos y seminarios que ya han llegado a las 5000 personas y más de 300 empresas están confiando en nuestra gestión de acompañamiento en la creación de contenidos en las redes sociales. Hemos visitado la mayoría de aeropuertos del país y actualmente somos los agentes de implementación en diversos proyectos de dinamización local y regional en España.
En breve, nuestra tarea de Project Leader para redes ciudadanas dará la luz y demostraremos la capacidad de trasladar el concepto 2.0 al mundo real. Estoy contento y satisfecho por el trabajo realizado, por la capacidad de mi equipo y la voluntad de arriesgar de todos en un proyecto tan innovador y de futuro incierto. El riesgo asumido sigue siendo alto pero cada día las cosas pintan mejor. Lejos quedan las críticas de los que nos acusaron de absurdos comportamientos en contra de la esencia de la red social. Deberían estar hoy aquí y comprobarían que fue un error no esperar e iniciar una campaña de desprestigio fundamentalista y apoyada en conjeturas.
Sin vivir los 100 días de gracia que todo proyecto merece debí, como Director General, gestionar eso que se llama emprender sin capital riesgo, contratar personal, tratar con los bancos, vivir la angustia de poner en marcha tu modelo de negocio cuando sólo tú crees en él y, además, surfear sobre una ola de hostias que nos venían por todas partes. Asumí mis errores y los intento subsanar cada día, pero, muchos de los que nos criticaron, nunca se pusieron en contacto conmigo para advertirme de que consideraban malo mi proyecto empresarial. Hoy ya facturamos y tenemos en nómina un buen número de personas que pasan el día asesorando, garantizando la creación de contenido y acompañando a diversas organizaciones y empresas en eso de “estar en las redes sociales” y de “mostrar el modo de participar en la conversación”, y lo hacemos con absoluta honestidad.
Soy un firme defensor del talento global, de la inteligencia colectiva, de la economía social y en ello me puse cuando, junto a un grupo de osados emprendedores pusimos en marcha, hoy hace medio año, este proyecto. Es muy duro emprender y más en épocas como esta. La crisis afecta a todos, lo sé bien porque hablo de ella desde mucho antes que esos que nos criticaron supieran ni que se acercaba, pero afectará menos a los que la tuvimos en cuenta. No sirve el discurso blando de “la crisis es buena porque eliminará los negocios ineficientes” o “la crisis es un buen territorio para innovar”. No digo que no, pero la crisis que viene nada tiene que ver con las vividas. Lo importante en esta deflación pendiente y depresión consecuente, es haberla previsto amigos míos, tanto financiera como estratégicamente.