Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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Soluciones para pymes

bp8asrasteEn el futuro se estudiarán estos años como una etapa de crisis extremadamente virulenta, una recesión que quebró el sistema y una depresión profunda y de dimensiones desconocidas anteriormente. Sin embargo, en el peor de los escenarios también es posible sobrevivir, mantener espacios de oportunidad y soportar las amenazas. Asumir con toda su intensidad el peso de este momento económico puede ser determinante para la evolución positiva de cualquier negocio y en especial de las pymes. Si sabemos cual es el peligro real y en que territorio exacto, repleto de dificultades, vamos a tener que desarrollar nuestra actividad, con toda seguridad estaremos en condiciones de traspasar esa aduana compleja y siniestra. Ha llegado el momento de tomarse la pastilla roja. Estamos ante un momento excepcional como indican algunos datos como que por primera vez en la historia del FMI, este indique que el mundo estará en recesión técnica.
Pinta duro, pero aquellos que no sean capaces de evolucionar en crisis y utilizando ese patrón difícil como combustible, morirán por inanición. Admito que hay días que paseando por las ciudades de medio mundo observo como la gente actúa, ríe, conversa, compra, come, consume, vende y vive como si nada de lo que se derrumba a sus pies fuera con ellos, me siento como el protagonista de Matrix. Tengo una extraña y angustiosa sensación, observándolos, de ser el único que se da cuenta de lo que está pasando. Se acerca un momento muy penoso y para ese momento es posible prepararse. No es el fin del mundo, no tiene nada que ver con escenarios esotéricos o extramundanos, no, tiene que ver con el cambio de patrones financieros, económicos y de cultura del negocio, tiene que ver con otro paradigma de la producción. A medida que eso llega, las empresas deben prepararse para ese circo. Habrá pymes que desaparecerán, ya lo hacen muchas cada días, pero otras podrán salvarse de la quema. ¿Cómo? Aquí van algunas ideas pues despedir no es la solución.

DESPIDOS IMPROCEDENTES

En primer lugar las pequeñas y medianas empresas deberán asegurar una implicación real de sus trabajadores. Ha llegado el momento de implicar al personal más valioso en el devenir de la pyme. Adecuar plantillas reduciendo por sistema a fin de equilibrar los balances es un error pues descapitaliza conceptualmente la empresa. Esa no es la primera medida a tomar, en todo caso, debe ser una propuesta derivada. Renunciar al talento que en toda empresa es posible descubrir la hipoteca para siempre y dificulta la salida doméstica de esa situación de crisis. Implicar a los propios trabajadores en modelos de gestión puede ser posible con retribuciones e incentivos no dinerarios y, tal vez, excepcionalmente menos tradicionales.

DISPOSICION ESTRATEGICA

Lograr circulante no es fácil, eso lo sabemos, sin embargo ha llegado el momento de establecer canales de financiacion global y progresiva. Las pólizas de crédito serán elementos financieros complejos pero asequibles si se solicitan de un modo compartido. Generar sinergias con otras compañías afines puede ser una fórmula de ingreso a medio plazo, convocar agentes fiscales y gubernamentales a fin de estudiar pagos fraccionados, aun pudiendo atenderlos en un solo pago, es imprescindible para acumular liquidez. Mantener fondos de corto recorrido y gestionar los cobros con visión patrimonial puede ser un valor al final. Los intereses devenidos en el pago retrasado de obligaciones se compensaría con el cobro incentivado y aplicado a la gestión de valor parecido al inmovilizado corriente.

IMPLICACION CREATIVA

En España las pymes innovan muy poco. No gastan en investigación y desarrollo. Fundamentalmente porque bastante tienen con la gestión comercial y financiera como para establecer líneas de desarrollo por innovación. Sin embargo, y siendo cierto que desde las instituciones no se premia correctamente esa opción de modernización, ha llegado el momento de crear cubículos de conocimiento y que ese valor, ese talento, llegue a las pequeñas empresas. No estoy hablando de maquinaria, tecnología o esfuerzos que pudieran ser suicidas, no, estoy hablando de creatividad. Recuerdo como proponer a un restaurante que incluyera un monitor que cuidara los niños de los comensales los domingos repercutió en un aumento del 40% de la demanda. A veces no hace falta un grupo de investigadores en la empresa, eso es inviable, sino que se puede incorporar a ese modelo de modernización creativa a todo el personal.

PRESENCIA EN REDES

El uso de las redes sociales y los nuevos escenarios de desarrollo comercial. Espacios donde es muy económico estar, relacionarse y generar comunidades entorno a la marca o producto que quieran exponer. Ese nuevo territorio es preciso que sea ocupado definitivamente por nuestras pymes y lo hagan de un modo adecuado, profesional y respetuoso con los modelos de uso de las propias redes. Ser competitivo requerirá entrar en todos los mercados, en internacionalizar productos que aparentemente no parecían exportables, disponer de especialidades que sea difícil encontrar en otros mercados y ofrecer la venta por vía telemática, proponer grupos de opinión y uso de los elementos que definen cualquier empresa asegurará flujos comerciales que ahora parecen inasumibles. Las empresas que tengan opciones de externalizar sus procesos deberán asumir ese nuevo esquema pues evitará consumos recurrentes y proporcionará valor a otras compañías. Ante un despido masivo, recuerdo como una empresa propuso a sus trabajadores montar una empresa a subcontratar, aplicando sobre sus hombros el valor de gestionar ese nuevo valor comercial. El resultado fue que, de un despido inminente de 20 personas y el cierre asegurado de esa empresa, se pasó a una contratación recurrente del producto que esos 20 hacían con una nueva cooperativa montada por ellos, un aumento de sueldo real y la salvación de la antigua compañía y de los 30 empleados que se quedaron.

SUMAR ENERGIAS

Uno de los temas tabú para un pequeño empresario es el de fusionar su empresa con otras. Una pyme o incluso una micropyme no es un elemento extraño que no pueda sumar. Existen muchas empresas compatibles que sumando serían más fuertes. Produciendo lo mismo o complementando un paquete de productos. El valor fundamental será el de gestionar gastos a la baja. Un solo espacio de producción, gestión, un personal mucho más específico y una gestión seguramente mucho más ejecutiva de ese valor humano, reducir directivos y acentuar la presencia en publicidad. Los empresarios de pymes de este país deberán abandonar esa sensación de que fusionando se pierde esencia. El problema es que muchas sólo podrán adoptar esa medida como solución. Sumar dos empresas en crisis no da una gran empresa en crisis sino una compañía fuerte que ha reducido costes y que es mucho más efectiva en busca de clientes. Es importante que la gestión de esas fusiones sean dirigidas por un externo experto en ese uso. Recuerdo alguna de las fusiones erróneas que tuve que reconducir en su día y a veces es mucho peor el remedio que la enfermedad.