AL RESCATE DE LAS CAJAS
Parece ser que el fuerte y robusto sistema bancario español ni es tan fuerte ni es tan robusto. Ahora sabemos que el Gobierno prepara un Decreto Ley para constituir el fondo de rescate del sector financiero, que contará con unos recursos superiores a los 90.000 millones de euros. El 75% de esa capacitación la realizaría el Tesoro y la otra cuarta parte serán el marrón de los tres fondos de garantía que tiene nuestro sistema financiero: el de depósitos, el de los bancos y cajas de ahorros y el de cooperativas.
Al parecer, ZP pretende establecer un nuevo mecanismo, adaptado a las circunstancias actuales, para que el Banco de España pueda actuar sin trabas legales ni dilaciones porque ven que la cosa se pone fea, pero fea de verdad. Hay un buen número de entidades en serias dificultades de solvencia y un par en riesgo de quiebra. El gobierno lo sabe y por eso se desdice de lo dicho y “donde dije digo ahora dicen Diego”. Sin embargo no lo aceptan a las claras y nos pretenden maquillar el asunto diciendo que ese monumental rescate sólo será ejecutable cuando el Plan de Negocio de la entidad en riesgo sea factible o que una hipotética fusión fuera necesaria. Si en esos dos casos los varemos no sirvieran, quedará un tercer recurso llamado Fondo de Reordenación Bancaria, que es como han bautizado a este plan desesperado. Un nombre mucho más aséptico y que genere menos pánico. Prefiero FRB que FRD, con R de rescate y D de desesperado.
El Estado está en parada técnica, su capacidad para maniobrar es nula y a medida que pase el tiempo las cosas se irán evidenciando aún más. En principio, deberían caer un par de entidades que serán rescatadas la noche antes para evitar las fugas de depósitos. Sin embargo, es posible que los nuevos criterios de solvencia eviten que se intervengan otras a corto plazo.
El Banco de España avisaba hace años de que esto pasaría (la explosión de la burbuja, el paro, la crisis,…) y al gobierno se la trajo al pairo. Ahora advierte que la Seguridad Social y las pensiones corren peligro y un ejército de pesebristas sindicales se atreven a decirle a su gobernador que no sea alarmista y que no mienta. ¿Quién debe saber más de cómo están los asuntos económicos de este país? ¿El Banco de España? No, quien sabe bien como está todo es el secretario general de CCOO, de UGT o el nuevo presidente de la CEOE. Para llorar.
De todos modos que nadie me malinterprete, la medida es necesaria y me quejo de que se nos ha tachado de “agoreros” a los que la pedimos en su día. También creo que es una medida que debe ser complementada con un trabajo serio y contundente de Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Es imprescindible que solicite junto a otros gobernadores que el BCE preste a más largo plazo como hace la Reserva Federal por ejemplo, puesto que a seis meses como hace ahora, es un plazo insuficiente dado el esguince crediticio que vivimos.
Pero las cosas están como están y no como algunos quieren hacernos ver que están. Cuando sea intervenida la próxima caja durante este año o principios del siguiente, aunque el gobierno intente evitarlo, el Banco de España optará por la venta de carteras industriales y por la adjudicación de sus activos a otras entidades, pues estará a las órdenes del BCE, lo que claro está repercutiría en la desaparición definitiva de la entidad financiera intervenida en concreto.
Resulta que nuestro sistema era de Champions League y era tarea de “antipatriotas” haber anunciado que se precisarían rescates millonarios para nuestra banca. Pues eso, que los 90.000 millones certifican que jugamos en la misma división que el resto de países, pero con claras opciones de descender por culpa de alimentar desmesuradamente a nuestro déficit público.