JPMORGAN SEX
JPMorgan Chase, el mayor banco americano por capitalización bursátil, le metió al tercer trimestre del año un beneficio que creció un 31,8% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Este gigante que vale en bolsa 179.000 millones de dólares, es el primero de los grandes bancos que publica sus resultados. Entre mañana y el martes lo harán Bank of America, Citigroup y Goldman Sachs. La mayoría darán unos resultados muy buenos al compararlos con los del año pasado. Sin embargo todos ocultan que sus activos tienen unos riesgos de mora que representan el doble de la que tenían hace un año.
Ahora bien, lo peor no es eso por muy grave que parezca. Lo duro es el tipo de acción que todos ellos están activando a fin de resucitar balances y proporcionar liquidez añadida para beneficio a largo. Por ejemplo, mientras hoy Goldman anuncie sus resultados, un total de 23 billones de dólares en bonus estarán siendo diseminados por el sistema. Algo que sería lógico si ciertamente hubieran ganado más dinero que nunca. Claro que eso no es así. Han metido en bolsa todo el líquido que obtuvieron de los rescates, es decir, han invertido en productos cotizables el rédito facilitado por los contribuyentes americanos. Por eso no queda otra que denunciar algunos usos que cuando se describen desde la prensa económica española, por ejemplo, se explican como brillantes, pero que en realidad no dejan de ser una retorcida hipérbole financiera.
Por ejemplo, tras el informe de resultados trimestrales de JP Morgan, alguien debería de explicar que ese banco es un gigantesco hedge fund subvencionado por la administración Obama. Los resultados de JP han sido mejores en la misma proporción en la que se ha ido depreciando la divisa norteamericana. Es como una orgía de despropósitos. Lo peor es que algunos asesores de inversión o gestores patrimoniales están aconsejando que la banca privada siga comprando material sensible de tipo bancario.
Entre los resultados publicados por parte de muchos bancos y una película porno no existen demasiadas diferencias. En el cine X todo es simulado, el placer mostrado sólo se lo creen los espectadores y, aun siendo prácticamente iguales todas, las vemos como si fueran distintas. Las cuentas de resultados de los bancos rescatados son pura pose, simulan que todo está bien, que da gusto y, además, lo hacen todos de un modo similar.