Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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Google Y La Nueva Economia

En la sede de Google, en Mountain View, un proyector muestra a tiempo real los 3.000 millones de búsquedas que se realizan a través de su motor. De hecho, cerca de 700 millones de personas lo utilizan para buscar información en la red. Sin embargo, desde hace unos meses algunos elementos socioeconómicos pueden estar afectando el futuro próximo del gigante californiano que dejan el “asuntillo” chino en un tema menor.

Aunque Google tiene la mayor cuota del mercado de búsquedas online tanto en Estados Unidos como en Europa occidental, Facebook ya le ha aventajado como el website más popular en el mercado interno norteamericano y parece que la tendencia es global. Todo se junta. A medida que Google se enfrenta a las regulaciones que intentan evitar monopolios, algunos de sus proyectos naufragan. Bien podría ser que Google se haya “microsofticiado generando enormes ingresos al estar muy consolidados en lo corporativo, pero que no logra conquistar nuevos mercados. Google ha pasado de duplicar sus ventas en 2005 a crecer un 8% en 2009. Además su cuota como herramienta de búsqueda ha caído por primera vez desde su nacimiento.

Google ya no enamora como antes. Ahora lo hacen Twitter, Facebook y otros “buscadores” sociales. Aunque sean redes sociales, estos sites ofrecen un valor espontáneo que supera las posibilidades del buscador de referencia. Twitter ofrece enlaces sobre hechos y noticias a través de su propio motor de búsqueda que Google no referencia hasta horas después y gracias a la compra de éstos. Incluso en el mejor de los casos, cuando el link se formaliza a tiempo real, éste te conduce a Twitter como intermediario del contenido final. Esta red social, por llamarla de algún modo, ingresa más por permitir el acceso a sus sistemas a Google que por cualquier otro concepto. Ese es su modelo de negocio en gran medida.

El otro, Facebook, superó en marzo a Google como la página web más visitada en los EUA al tener más visitas semanales que Google.com. El efecto inmediato a este hecho es que grandes compañías que volcaban todo su presupuesto en marketing al factor de búsquedas en Google lo están derivando o compartimentando paulatinamente a diferentes estrategias en Facebook. Del banner lateral a la estrategia basada en la socialmedia,  del resultado sectorial por búsqueda se ha pasado a la acción de net estrategy.

A los efectos de actualizarse en el campo de los medios sociales, Google incorporó a su correo electrónico Gmail un cachivache llamado Buzz. Pretendían permitir a los usuarios intercambiar todo tipo de material, pero las críticas en relación con la privacidad llevó a Google a limitar algunas funciones de Buzz. También han asistido a ver como se reduce su pulso poco a poco. A diferencia de esos fracasos, otras start-ups como Foursquare muestran como pueden crecer las buenas ideas si estas se adaptan a la voluntad social o a la necesidad objetiva del público. Era evidente que la geolocalización en redes sociales era un uso esperado.

Google ya no es el referente de búsqueda para mucha gente. Ahora Twitter o Delicious permiten utilizar un modelo distinto y mucho más efectivo en la mayoría de los casos. No depende tanto de un algoritmo, como de la inteligencia colectiva que aporta valor. Los casi 80 millones de usuarios de Twitter o los 500 de Facebook dibujan el escenario actual donde ya no se busca para ver o leer sino para comunicar. Al fin y al cabo Google es ahora mismo una colección de páginas, mientras que Internet es una colección de aplicaciones. A medida que la web evolucione, nada hace presagiar que la búsqueda como la entendemos ahora vaya a ser el núcleo de su funcionamiento. Si no se actualizan adecuadamente al tren de lo cotidiano, pueden vivir la historia de otros. Aquellos que perdieron liderazgos indiscutibles: AOL, Lycos o Yahoo cayeron al perder el sentido de su propio tiempo. Twitter o Factbook son los intermediarios de las estrategias en la red ahora y es en su modelo de gestión donde aparece el verdadero valor para el usuario, que al fin y al cabo son la materia del que vive cualquier modelo digital.

Hay datos que muestran por donde van los tiros. El New York Times admite que una cuarta parte del tráfico derivado a su página proviene de enlaces mostrados en Twitter. A mi modo de ver Twitter se evidenciará como la herramienta ganadora en este complejo catálogo digital de la nueva economía. Ya tiene modelo de negocio, las búsquedas; modelo de gestión, la comunidad; y propuesta de valor, la inmediatez. Facebook acabará siendo un site social cuya utilidad será más que discutible. Twitter evolucionará poco, pero se convertirá en un espacio de extrema utilidad que no dependerá tanto de la gente que te sigue o sigues como la capacidad de formalizar un “search” efectivo. Twitter dejará de ser una red social y pasará a ser una herramienta social. Facebook dejará de ser un mecanismo social para ser un web de relaciones sociales.

Pero hay datos favorables sobre el negocio social de Google, empresa que tiene casi 25.000 millones de dólares en efectivo y en valores negociables. Recientemente compró Aardvark por ejemplo, una página que permite a los usuarios hacer preguntas y recibir respuestas online de un modo social. Por otra parte, su red social Orkut ha conquistado gran cantidad de seguidores en India y Brasil anulando a Facebook del mapa. A pesar de la creciente competencia de las redes sociales, Google saldrá beneficiada más que nadie del desplazamiento publicitario hacia Internet que aun se producirá en los próximos dos o tres años. 

Pero, ¿está ganando Google con sus últimos proyectos? Parece que algo empieza a cocinarse. Google gastó un total de 4.900 millones de dólares en YouTube y DoubleClick hace un par de años a fin de poder aumentar la venta de publicidad en videos. Ese modelo generará unos 3.000 millones este año como máximo. Sin embargo el hecho de que Google haya acumulado tanta liquidez en valores negociables proporciona margen para lograr esa rentabilidad en 2011 o 2012. En 2009 su capacidad efectiva se dobló hasta llegar a los 24.500 millones de dólares para su uso inversor.

Por cierto, y esto no es una anécdota, el gasto en investigación y desarrollo de la compañía alcanzó los 2.800 millones de dólares en 2009, algo más de la mitad de todo lo que tiene destinado el gobierno español en los Presupuestos Generales del Estado para 2010.