Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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Sobre 'digitoburbujas'

La empresa que estos días acapara titulares en el mundillo de las startups y de la emprendeduría digital en Sillicon Valley es Tumblr como ya lo fuera en su día Instagram cuando fue adquirida por Facebook por 1000 MM US$. Concretamente Yahoo lanzó una oferta de compra por 1,1 MM US$ que fue aceptada ayer por el CEO de Tumblr David Karp. Tuve el gusto de conocer a este figura hace un par de años. Tenía las ideas claras y demostraba ser constante y estas dos características, a mi modo de ver, fundamentan el éxito de una empresa que deriva su futuro a formatos de negocio todavía por definir o que no parecen evidentes. Cuando te metes en esto de desarrollar software que deberá explotarse en el futuro y que durante un tiempo sólo exige gasto y compromiso y aporta muy poca facturación, tener claro el objetivo y ser persistente en el plan es fundamental para lograr el éxito. Esta es una de las características de la llamada “digitoburbuja” actual. Por ejemplo, se dice que Pinterest no tiene modelo de negocio claro, que Twitter no es rentable o que Facebook está lejos de ser un gran negocio. Decir eso quiere decir que se está analizando el asunto desde la perspectiva contraria a la que exige la Nueva Economía y el momento actual donde las cosas no son como creemos que son.
Quiero centrarme en eso. Cualquiera de las nombradas ingresa mucho más dinero que decenas de miles de “grandes” empresas que van por ahí presumiendo de rentables. Sin ir muy lejos hay ejemplos de compañías que siguen pendientes que alguien las compre o que les cierren rondas millonarias a pesar de facturar 400 o más millones de euros al año y así poder sobrevivir. Siguen en pérdidas años y años después. Eso si es preocupante. Pero hay otras que, estando en un mundo complejo y sofisticado y pudiendo perfectamente fracasar, no pueden englobarse sen una supuesta burbuja de cotización. Facebook maneja datos de más de mil millones de personas, sus gustos, condiciones, relaciones y ocupaciones. Twitter es capaz de ofrecer información a tiempo real y, en breve, a conceder predicciones inverosímiles en breve. Pinterest y la misma Tumblr pueden gestionar mucho más que publicidad, pueden establecer knowledge acerca de infinitos elementos. Tengo claro que en cinco años se hablará de Facebook como se hace ahora de la Yahoo de hace una década, de Twitter de cómo se hablaba de Myspace y así con muchas otras. Esa es la esencia y esa es la maravillosa realidad. Nadie está en manos del monopolio de los usuarios aunque lo parezca, sin embargo el valor de todas ellas está en la inmensa gestión que hacen y podrán seguir haciendo aunque varíen sus modelos de negocio y experiencia de uso, de toda esa montaña de conocimiento adquirido a tiempo real.

Si estás desarrollando algo, sigue pensando en el ‘como’, no en el ‘que’ y olvídate de la alucinante visión ‘hollywoodiense’ que suponen esas noticias sobre casi adolescentes que alcanzan riquezas insultantes por haber ‘pensado’ algo que parecía simple. Nada lo es y, por supuesto, cuando alguien vende por 1000 millones es porque hay muchos que les interesa que así sea. Esa es otra historia.

¿Que nos enseñará esta aparente burbuja digital si explota? Que valorar las empresas y cotizarlas por expectativas de facturación fue un error, que otorgar valoraciones mil millonarias cuando apenas tienen ingresos (Tumblr solo factura 13 millones de dólares en estos momentos) conducía irremediablemente a la quiebra para enriquecer a especuladores. Pero, ¿y si no explota? ¿qué aprenderíamos? Tal vez, que todo ha cambiado y mucho. Que el balance no se mide como si estas empresas fueran una cadena de venta de electrodomésticos o una petrolera, ni tan siquiera como un medio de comunicación o un gestor de contenidos. Tal vez nos demos cuenta que en plena nueva era, en los albores de un cambio de sistema inédito, estas no dejan de ser otra muestra del nuevo escenario. Un lugar donde lo que se piensa tiene valor y lo que se hace deriva de ello, un espacio comercial donde se maneja información combinada y no sólo emitida, un cuadrante social donde se gestiona el coste de la interpretación colectiva de las ventas que la contabilidad resultante.

Vamos irremediablemente a la programación colectiva, a la utilización compartida de productos que fabrican otros, al desarrollo en beta constante de una plataforma sin límites ni fronteras que no podrá venderse de unos a otros, que no será capaz de saber donde empieza Facebook o donde termina Twitter, vamos a un sistema operativo global que mutará de estas (hoy llamadas) compañías.