Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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Equilibrar inversiones tecnológicas y tradicionales

Hace un par de meses que lanzamos nuestro fondo de inversión especializado en Venture Capital donde pequeños inversores tenían cabida en la primera fase y donde ya hemos cerrado nuestras tres primeras inversiones que publicaremos antes de agosto. Han sido muchos los interesados que en su deseo de analizar las posibilidades de entrar o no, nos preguntaban por lo ideal de combinar este tipo de apuesta con otras más tradicionales. Las inversiones de cualquier tipo son en realidad una renuncia al consumo cotidiano de capital basado en obtener un rendimiento en el futuro. Para ello hay versiones más arriesgadas y otras de menor peligro. Cuanto mayor es la posibilidad de beneficios mayor es también el riesgo que tiene. Muchas veces la inversión es algo que se ve a muy largo plazo pero también las hay en términos más cortos. La inversión en si misma es sólo un instrumento por el que una persona o estructura coloca su capital con el objetivo de rendir sin hacer ninguna actividad concreta, lo que se llama ingresos pasivos.

Algunos de los participantes en cualquiera de los dos fondos en los que tengo participación, Idodi Venture Capital o en Sitka Capital, son inversores de tipología mixta, es decir, apuestan parte de su capital en dos o tres fórmulas que combinan riesgo y tiempo. Por un lado participan de fondos arriesgados de alto potencial y riesgo y por otro en fondos tradicionales con mayor protección y menores expectativas. Es una forma de sacar partido de los ahorros. Hay una amplia y variada oferta de fondos de inversión, desde modelos unitarios hasta combinaciones que se adapten a diferentes necesidades.

Recordemos que invertir en un fondo especializado en startups se hace esperando desinversiones o ‘exits’ de esas empresas tecnológicas de alto potencial de crecimiento. Combinar este tipo de inversión más sofisticada con otras más tradicionales puede ser una muy buena idea. Durante los años que me dediqué a la inversión profesional tradicional conocí diversos productos financieros y cada uno tiene su potencial y valor en un modelo combinado.

Hoy en día, el modelo mixto basado en términos tradicionales se les denomina de muchos modos, a mi me gusta especialmente como se definen los Fondos Perfilados que lidera Banco de Sabadell por ejemplo, y que se gestionan activamente con el objetivo de maximizar la rentabilidad, manteniendo constante el perfil de riesgo de cada uno de ellos y permitiendo atacar diferentes oportunidades en mercados internacionales. Un fondo perfilado permite un amplio margen para adaptar una selección de activos con las perspectivas diversificando geográfica y sectorialmente, lo que reduce riesgos y es un buen complemento a otras inversiones más difíciles.

Otros modelos de inversión que la mayoría de nuestros socios combinan con el capital riesgo de un fondo especializado en Startups suele ser Inversiones de Propiedad para los que se propongan objetivos a largo plazo. Un modelo que volverá a imperar desgraciadamente en los próximos años en países que parecen no haber aprendido la lección.

Otra es el depósito a corto o largo plazo que suelen tener una garantía total y con una rentabilidad concreta. Es un buen camino equilibrar una inversión de riesgo con esta. Los retornos son muy escasos pero permiten estar en un punto de balance medio si hay varias apuestas más complejas también.

Otra combinación que estamos viendo en nuestros productos de capital riesgo son las acciones, fondos medios o ETFs que se sirven del modelo a cuota de derecho y participan en empresas con recorrido en el mercado de valores. Digamos que también combinan bien pues por un lado tienes una startup (o grupo de ellas mejor) con cuentas de resultados escasas y con muchas expectativas y por el otro compañías que se pueden seguir con retorno de dividendos a plazos más cortos.

En el modelo tradicional combinable también aparecen los bonos. Un dinero que el inversor pone durante un tiempo concreto a un interés concreto. Es factible de retirarse el capital y tiene un propósito comercial para negocios normalmente. Digamos que si quieres invertir a corto plazo, ese es el ideal.

En definitiva, combinar inversión arriesgada con otras que lo sean menos es una buena decisión. Recomiendo entrar en el mundo de las startups, hacerlo en fondos especializados para poder diversificar y no apostar todo en una sola. Son muy pocas las que logran ser exitosas por lo que cuantas más estén bien elegidas en un fondo de este tipo más posibilidades hay de recibir compensación por ello. A la vez recomiendo que este tipo de participación se equilibre con otras de menor riesgo. He comentado algunas y valoro especialmente, como he dicho los fondos perfilados por su punto de equilibrio entre riesgo y rentabilidad que ofrecen.

Hay muchísimas más opciones desde materias primas hasta divisas. De todo, pero hoy quería hablar de como se pueden relacionar algunos de ellos con el modelo startup. Los países más prósperos son los que más invierten. La tradición inversora de sus ciudadanos, sus empresas y su estructuras económicas transfieren directamente un modelo de participación en la economía que hace un lugar más emprendedor o menos. Para emprender hace falta capital, y el capital se fabrica invirtiendo con él. La rueda es básica.