Davos 2024: oficializar la censura.
Hoy ha empezado en Davos la edición de 2024 del Foro Económico Mundial. Y como cada año, allí se reúnen la flor y nata de la economía y política mundial. Un tinglado, fundado en 1971 por el peculiar Klaus Schwab, que comenzó como el Foro Europeo de Gestión, y que tras el colapso sistémico de Bretton Woods y la guerra árabe-israelí de 1973, se modificó para siempre su enfoque hasta que en 1987, adoptó su nombre actual.
A mi me han invitado a ir tres veces en mi vida y si os soy sincero siempre me sorprendieron dos cosas; por un lado que en las sesiones, una vez inaugurado el circo, nunca se llenan las salas y, por otro, que uno de los hilos conductores del evento sea ‘como reducir la huella de carbono’, a la vez que la cantidad de aviones privados que había en el pequeño aeropuerto de St. Gallen Altenrheim, fuera impresionante.
De hecho, una de las actividades que se programaban de manera alternativa por parte de algunos participantes menos ‘seguidistas’ como yo mismo, era ir a ese aeropuerto que está a 79 kms y echarle un vistazo a los impresionantes modelos de mini-aviones que allí descansan.
Y, si bien la trascendencia de lo que allí se habla es muy relativa hacía fuera, pues lo que se decide o se determina se establece en las meriendas y fiestas paralelas entre gente que no da conferencias ni se les ve en todo el evento, siempre es interesante atender a los temas que se tratan, básicamente porque nos indican por donde van a ir las políticas económicas en el futuro inmediato.
Por eso, te voy a explicar de que va el Davos de este año y cuales son las claves que hay que tener en cuenta. Mucho de lo que se va a decir allí, serán las instrucciones para muchos y, por derivación, serán nuestros castigos a medio plazo. Recuerda que fue aquí donde el Sr. Klaus Schwab dijo aquello de ‘en el futuro, no tendrás nada, pero serás feliz’. Y fíjate, cada vez tenemos menos, y cada vez hay más gente a la que le da igual.
El Foro de Davos de 2024, que se desarrolla durante esta semana de enero, se centra en el lema "Reconstruir la confianza" y reunirá a más de 2.800 líderes mundiales, incluyendo jefes de estado y empresarios, de más de 100 países. Este año, el foro se desarrolla en un contexto geopolítico y económico especialmente complejo, abordando temas críticos como la seguridad global, el crecimiento económico, la inteligencia artificial, y el cambio climático.
Entre los líderes políticos presentes destacan el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; el presidente de Argentina, Javier Milei; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; y el primer ministro del Consejo de Estado chino, Li Qiang y Sam Altman de OpenAI, además de los habituales como Bill Gates, Al Gore, Volodímir Zelenski, Ursula von der Leyen, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN; Christine Lagarde, o Kristalina Georgieva, presidenta del Fondo Monetario Internacional.
Aunque el foro sirve como un importante punto de encuentro para el diálogo y la toma de contacto entre líderes mundiales, es menos probable que resulte en acuerdos significativos como los de paz. Esto se debe, en parte, a que el Foro de Davos abarca una amplia gama de temas y puede carecer del enfoque específico y la profundidad que caracterizan a otras cumbres más especializadas, como las relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente. Además que una cosa son los acuerdos que pudieran ser públicos, otros los que son realmente acuerdos y que se formalizan en privado y finalmente, lo que busca este foro; ‘crear una idea de pensamiento global que facilite cualquiera de los planes de algunas empresas y dirigentes mundiales’. Aquí se habló por primera vez de las ecotasas, de la soga verde, de las políticas de desaparición de la propiedad, etc.
¿Y como lo hacen? Pues con una cosa llamada “Informe de Riesgos Globales”. En la edición de 2024 del Foro Económico Mundial destacan los principales riesgos que el mundo enfrentará en los próximos años según ellos. Si bien el año pasado hablaron del concepto ‘’policrisis’, el nuevo ‘claim’ es "reconstruir la confianza” y para ello se han organizado cuatro puntos de análisis; lograr la cooperación en un mundo fracturado, crear crecimiento y empleo en esta nueva era, alcanzar un mundo neutro en carbono y, lo que me preocupa más, la inteligencia artificial como motor de la economía y la sociedad.
Este último es la clave. Es la novedad. Los otros son más o menos lo mismo de siempre. Según este elenco de lumbreras para el corto plazo, es decir, los próximos dos años, el informe identifica la desinformación y la información falsa como el riesgo más grave. Esto se debe a su potencial para amplificar las divisiones sociales y políticas, especialmente en un año con numerosas elecciones en todo el mundo. La tecnología avanzada, como la inteligencia artificial generativa, ha aumentado la cantidad y la eficacia de la información falsa, lo que podría socavar la legitimidad percibida y real de los gobiernos recién elegidos.
Y aquí está la clave. Van a procurar que se vea ‘la desinformación’ como un riesgo, una amenaza a la tranquilidad y seguridad de la humanidad. Para remediarlo estará el control de la información. Estamos a las puertas del mayor ejercicio de censura oficial y legal que jamás hayamos visto desde la Edad Media. Una censura que se teñirá de control por nuestro bien.
En el informe previo que se entrega a los asistentes, denominado ‘Riesgos Globales 2024’, aparece la desinformación como el mayor peligro para la humanidad. Por encima de las guerras, la polarización social, las crisis o el cambio climático. Aseguran que, si no se limita la Inteligencia Artificial, los malos podrían apoderarse del mundo desinformando. Da la sensación que entre ellos se ha colado un guionista de Marvel.
Quieren influir en la creación de organismos de control de la información como ya hay en California, Reino Unido, Irlanda y el que se prepara en Europa. Luego nos dicen que si China, o donde sea… Curioso. Allí por lo menos está claro quien decide lo que es cierto o no, y queda claro como lo decide. En el caso del Occidente de la libertad de expresión, donde ya hay leyes que penalizan la calumnia o el acoso, no queda claro quien decidirá que será cierto y que no. Supongo que quienes ellos quieran, esa es la idea.
Pero volvamos a los temas que les preocupa a esta gente. Luego volveré a la Era de la censura que oficialmente quedará inaugurada por este Davos 2024. En una perspectiva a más largo plazo, es decir, para la próxima década, los riesgos ambientales son los más destacados. El informe señala que los cuatro riesgos más severos son los eventos climáticos extremos, el cambio crítico en los sistemas de la Tierra, la pérdida de biodiversidad y el colapso del ecosistema, y la escasez de recursos naturales. La contaminación también figura entre los diez riesgos más graves. Estos riesgos ambientales pueden agotar los recursos económicos disponibles para mitigar y adaptarse al cambio climático, aumentando las vulnerabilidades y exponiendo a las sociedades y economías completas a diversos peligros.
De ahí que el foro se estructurará en torno a cuatro temas principales:
1. Seguridad y cooperación en un mundo fracturado: enfocado en abordar la creciente polarización y los conflictos geopolíticos, buscando formas de mejorar la cooperación internacional y la confianza entre las naciones.
2. Crear crecimiento y trabajos en la nueva era: este tema se centra en cómo fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo en un contexto de cambios tecnológicos rápidos y desafíos económicos globales.
3. Inteligencia artificial como fuerza que dirigirá a la economía y a la sociedad: aquí se analizarán las oportunidades y desafíos que presenta la IA, considerando su impacto en diversas industrias y aspectos de la vida cotidiana.
4. Estrategia a largo plazo para el clima, la naturaleza y la energía: este tema se enfoca en el desarrollo de estrategias sostenibles y de largo plazo para abordar el cambio climático y la conservación de la naturaleza, incluyendo la transición hacia fuentes de energía renovables.
Además, los participantes del foro discutirán las tendencias en política monetaria. En esto habrá que estar atentos porque en los documentos que han repartido las tasas de interés ocupan el 90% del texto y las CBDC sólo un 5%. Está claro que de lo que van a tratar realmente es de esto último pero no quieren que lo sepas. El diseño está hecho. Identificación monetaria, personal y sanitaria. Con eso y un control de la IA y del mensaje que ellos llaman desinformación, tu vida y la mía serán un cuento de Disney para ellos.
Y como os decía, el Foro de Davos 2024 está poniendo de relieve un tema central, la inteligencia artificial (IA) y sus rápidos avances en los últimos años están generando aún más discusión. Como sabéis llevo tiempo denunciando que esta pasión por controlarla, por regularla no es por nuestro bien, es porque han perdido el control de esta tecnología y no quieren que esté en manos de todos. Pasó con Internet, cuando se dieron cuenta que era una herramienta de libertad, empezaron a acotarla. Se pasó de la web1 a las 2, siendo la 2 lo que tenemos ahora. Un espacio de control absoluto donde regalamos nuestra privacidad a cambio de una hipotética seguridad. La web3, de la que te he hablado en algún texto eo anterior debería reparar esto. La IA, de la que te ha hablado en el sentido contrario de lo que dice esta gente, y lo he hecho varias veces, es parte de nuestra opción de libertad, no de lo que ellos dicen. Pues veamos. La IA, con su capacidad para transformar tanto la economía como la sociedad, se ha convertido en un tema de especial interés y preocupación debido a su impacto potencial en el futuro del trabajo, la privacidad, la seguridad y la ética.
Vamos un momento hacía atrás para entender que es lo que pretenden ahora. Cuando asistí la primera vez me dijeron que la asistencia al Foro no solo representa una oportunidad para participar en conversaciones significativas sobre temas críticos, sino que también confiere un cierto estatus a sus asistentes, especialmente a los que estábamos en cargos de responsabilidad en alguna empresa. Ten en cuenta que los socios organizadores del evento privado pueden pagar hasta medio millón de euros por su membresía, mientras que la asistencia como miembro puede costar entre 20.000 y 50.000 euros. Ir invitado por alguna entidad no es fácil a menos que estés en algún panel menor.
El Foro de Davos tiene sus raíces en la Guerra Fría, fundado en 1971 por Klaus Schwab. Schwab concibió el foro como un medio para promover una versión del capitalismo que fuera responsable y atenta a las cuestiones sociales. La elección de Davos, una localidad alpina en Suiza, no fue casual; se buscaba un lugar que ofreciera un retiro de lo cotidiano y que estuviera imbuido de significado cultural, como se refleja en la novela "La montaña mágica".
El Foro de Davos ha jugado un papel importante en momentos históricos clave, como contribuir a la prevención de un conflicto entre Grecia y Turquía, y facilitar un encuentro significativo que marcó el fin del apartheid. Estos ejemplos destacan cómo el Foro ha trascendido su rol como un simple evento de networking, involucrándose en la alta política y teniendo un impacto tangible en algunos asuntos globales. O lo que es lo mismo, un punto desde el que se influye a gobiernos y empresas sobre lo que hay que hacer y como.
La relevancia del Foro en la actualidad es relativa en lo público y determinante en lo secreto. Por ejemplo, en lo público, se invitó en 2020 a los directores ejecutivos de Coca-Cola y PepsiCo para que discutieran sobre la reducción de residuos plásticos en los océanos, pero posteriormente ambas compañías aumentaron significativamente su uso de envases de plástico. Sin embargo, se pactaron modos de reparto global y logístico que sí atendieron especialmente cuando se produjo el encierro mundial a partir de marzo de aquel año.
Sin embargo, algunos ven el Foro como un escenario de "postureo" o de diplomacia simbólica, esos no ven o no entienden lo que pasa por detrás. La actividad en Davos no se limita a los recintos oficiales de la conferencia. Más allá de estos espacios, en hoteles y locales transformados a lo largo del sinuoso Paseo de la ciudad, hay siempre una efervescente programación paralela. Los visitantes se encuentran en una insólita tienda gigante llamada Carpa ODS, con eventos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. También es habitual que Bill Gates se de una vuelta por el Microsoft Café o, si lo quieres aún más exótico y si eres mujer puedes asistir a los tres días de paneles en el Equality Lounge® (Salón de Igualdad) que es como un Davos paralelo donde solo hay mujeres hablando a mujeres.
Allí pasan cosas tremendas que demuestran como esta gente se ríe de todo. En una edición anterior, la cúpula de una empresa multinacional muy importante montó una fiesta tremenda. Allí se comunicó que la empresa despediría a 10.000 trabajadores. Desde allí se dio la orden de enviar un email a cada uno de ellos. Esa noche lo recibieron todos. Mientras todo eso pasaba, en esa fiesta actuaba Sting, el cual cantó ‘a message in the bottle’, un mensaje en la botella.
Pero permíteme para terminar que te reitere lo que considero que es la clave este año. Como te decía el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial ha identificado la desinformación y la difusión de contenidos falsos como el mayor riesgo global en el corto plazo. Según el informe, la creciente preocupación por la desinformación está en gran parte relacionada con el potencial de la inteligencia artificial para ser utilizada por agentes malintencionados, quienes podrían inundar los sistemas de información mundiales con falsas narrativas. Se prevé que en los próximos años, tanto actores extranjeros como nacionales explotarán la desinformación para intensificar las divisiones sociales y políticas, especialmente en el contexto de un gran número de elecciones próximas.
La preocupación de que el enfoque en la inteligencia artificial y la lucha contra la desinformación pueda conducir a la censura y un mayor control es un tema a tener en cuenta y que nos debe poner en alerta. Hace tiempo que no se esconden. Es más, Davos ejemplifica que lo que buscan ahora es extender la idea de que sin control de la información el mundo está en peligro. Siempre se llamó censura, ahora le llamarán, ‘lucha contra la desinformación’. El antídoto, sin embargo, siempre será el mismo: informarse más y mejor.