Santafixie lanza su propia marca. El regalo de Navidad ideal.
Santafixie es una de las últimas incorporaciones al portfolio de nuestro vehículo de inversión Idodi Venture Capital. Cumple perfectamente todas las premisas que desde el inicio planteamos como necesarias para ello. Un modelo de negocio totalmente validado, una vocación internacional clara y un estado de inversión cercana a una Series A. Y es que Santafixie es un ecommerce especializado en bicicletas, componentes y accesorios para el ciclismo urbano tanto para adultos y niños que ya es líder en Europa. La noticia es que acaba de lanzar su propia marca de bicicletas. No es algo menor. Dar el salto de marketplace a lanzar un producto propio es un salto cualitativo sólo al alcance de quienes han hecho muy bien el trabajo.
Santafixie es una de las últimas incorporaciones al portfolio de nuestro vehículo de inversión Idodi Venture Capital. Cumple perfectamente todas las premisas que desde el inicio planteamos como necesarias para ello. Un modelo de negocio totalmente validado, una vocación internacional clara y un estado de inversión cercana a una Series A. Y es que Santafixie es un ecommerce especializado en bicicletas, componentes y accesorios para el ciclismo urbano tanto para adultos y niños que ya es líder en Europa. La noticia es que acaba de lanzar su propia marca de bicicletas. No es algo menor. Dar el salto de marketplace a lanzar un producto propio es un salto cualitativo sólo al alcance de quienes han hecho muy bien el trabajo.
La compañía, que opera en España, Francia, Italia, Holanda y el Reino Unido comercializa desde hoy mismo sus propios modelos. Santafixie pasó por uno de los primeros programas de aceleración de Conector Startup Spain, prevé distribuir su nueva marca por toda Europa, mercado en el que cuenta con amplia implantación, y a medio plazo también en otros territorios. El objetivo es que la nueva marca Santafixie se convierta progresivamente en un elemento clave en la actividad y facturación global de la compañía más allá de vender otras marcas.
La nueva marca Santafixie destaca por su diseño urbano, ideado para desplazamientos en la ciudad. Se trata de bicicletas rápidas y ágiles con materiales y acabados de alta calidad. Todas las propuestas son personalizables, ya que el usuario puede elegir entre tres tipos de manillares, varios tipos de ruedas y tres tipos de transmisión. Tienen un centro logístico de más de 1.100 metros cuadrados en Barcelona desde el que se envía todo a cualquier parte del mundo en tiempo récord.
Un equipo excepcional liderado por Xavi Claveria y Juan Pablo Alberca que vende a más de 25 países del mundo y que incorpora, ahora, a su consejo a Christian Rodriguez, el exitoso emprendedor fundador de ByHours, y actual miembro de Hawkers. Entre los inversores que cuenta la empresa destaca Axon Partners Group que lideró la última ronda de inversión. Su facturación alcanzará este año los 3 millones de euros, creciendo desde los 2,5 millones del año anterior, de los cuales, el 70% fueron ventas fuera de España.
Si aun no tienes decididos los regalos de Navidad para la familia, Santafixie es una muy buena opción. Sostenibilidad, deporte, diseño y concepto innovador.
¿Quieres una bicicleta social?
En plena gamificación de la vida cotidiana, cuando la relación entre las cosas y su conectividad empiezan a ser cada vez más habitual, una compañía norteamericana ha presentado la bicicleta social que combinan tecnología inalámbrica con una plataforma social de intercambio de bicis. Plataformas, usuarios sin intermediarios, modelos de compartir todo y cesión temporal de objetos van derramándose por la sociedad del nuevo modelo socioeconómico.
Sin salir de ese extraordinario mundo de la economía colaborativa y de las relaciones distribuidas, el nuevo ciudadano hipersocial va ocupando espacios que, aunque parezcan de escasa relevancia, conquistan el futuro. Por ejemplo, con esta bicicleta social. En lugar de mantener las bicicletas encerradas en almacenes, una compañía propone dotarlas de seguridad y geoposicionamiento para que se utilicen de forma compartida. Su uso es parecido al sistema público que utilizan muchas ciudades del mundo pero va un poco más allá permitiendo que éstas dispongan de todo tipo de elementos para un uso más sofisticado y enriquecedor.
Os hablo de SoBi, como podria hacerlo de Zagster. El sistema es fácil y funciona con números PIN temporales y una aplicación de soporte, pero el avance que interpreto es la universalidad que busca. Es decir, cualquiera puede proponer este uso y asignarse a la plataforma, solicitar bicicletas para su ciudad y empezar el proceso. Algo parecido a lo que comentabamos con los hoteles del futuro.
Ya nadie se librará del cambio, ni los que pensaron que poniendo bicicletas en una esquina de una gran ciudad entraban por la puerta grande del futuro. Resulta, que esa puerta solo conduce a la antesala de todo cuanto queda por ver.
Innovar pedaleando
De vez en cuando aparecen ejemplos de como una innovación relativa puede convertirse en un espacio de negocio. Este es el caso de Helios. Soy aficionado a las bicicletas, concretamente me apasionan las fixies, y me agrada buscar y descubrir que hay por ahí. Así llegué a este curioso elemento que me sirve como muestra de que cuando hablamos de innovación nos referimos a puntos de enlace con el consumidor. Dar respuesta a una necesidad es importante pero atender el uso que se hace de ella para que se convierta en un objeto comercialmente rentable es otro. En este caso parece que la máxima “es innovación si el mercado la acepta” está garantizada. A través del modelo de inversión que nos propusieron hemos invertido en su desarrollo y comercialización.
Este proyecto es la iluminación integrada en una bici y que responde al comportamiento del ciclista. Plantea una conectividad inteligente que registra datos y estadísticas, una función de navegación, y un seguimiento preciso de la ubicación de la bicicletas. El hecho de integrar en el manillar un led frontal e intermitentes posteriores también me pareció muy interesante pues permite iluminación de proximidad permitiendo que la bici detecte la presencia de su dueño y active automáticamente el faro cuando estás cerca. La iluminación posteriores son pura seguridad. Me encantó el velocímetro emocional pues permite que por colores del propio led saber que velocidad estás logrando y si es la ideal para la zona que según el GPS está concedida. Puedes darle colores a las calles, zonas, horas del día o lo que quieras pues el dispositivo (tú smartphone) lo puede dirigir.
¡A pedalear!