Desinformación privilegiada
Al parecer no sólo fue Zapatero uno de los grandes mandatarios del mundo que, a pesar de tener información privilegiada y de primera mano de la realidad económica, perdió una buena cantidad de dinero tras una operación inmobiliaria. Henry Paulson, el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, vendió su hogar de tres dormitorios en Washington la semana pasada por cerca de US$1 millón menos de lo que pagó por él cerca del apogeodel mercado de la vivienda hace cuatro años.
Tal y como cuenta Bloomberg, la propiedad se vendió por US$3,25 millones tras habérsela puesto en venta originalmente por US$4,6 millones, según la página de Internet del corredor, Washington Fine Properties LLC. El precio de tanteo se bajó más tarde a US$4,15 millones. Paulson, quien dirigió el Tesoro durante la crisis crediticia precipitada por el colapso del mercado de la vivienda, pagó US$4,3 millones por la casa en agosto del 2006, según el registro de la propiedad de la ciudad. Los precios de los hogares en el área de Washington bajaron un 25 por ciento de la fecha de la compra al mes de octubre de este año, según el índice de precios de hogares S&P/Case- Shiller de la región.
Fue Reuters quien informó de la venta ayer. La casa estuvo en venta por ocho meses antes de venderse el 21 de diciembre, según la casa de corretaje inmobiliario en línea Redfin. La propiedad estilo villa se construyó en 1940 y se reformó en el 2001. Tiene una sala de estar con un hogar de piedra y pisos de madera, y un baño principal con una bañera de hierro fundido y una ducha de piedra con puerta de cristal, según el prospecto. Paulson no respondió de inmediato a un mensaje telefónico que se le dejó con un ayudante.
El tal Paulson, de 64 años, fue secretario del Tesoro del 2006 a enero del 2009, y antes de eso fue presidente y jefe ejecutivo de la casa de bolsa neoyorquina Goldman Sachs Group Inc., lo que al parecer no le sirvió de nada en lo patrimonial. Atendiendo a la que tenemos liada en medio mundo y a la difícil gestión que le espera al aparato Obama, tampoco es que fuera un gestor demasiado eficiente. Que seas bueno o no, depende de algo más de que te digan que lo eres. ¿Se acuerdan de Solbes?
La burbuja de las reservas federales
La semana pasada pudimos leer que el Tesoro colocó 3.000 millones de euros en bonos a quince años con un cupón del 5,14%, frente al 4,44% de la subasta inmediatamente anterior. Es decir, un 15% más. Sobre una demanda que superó los 7.000 millones, el Estado captó todo lo que precisaba aunque el precio empieza a ser preocupante. Pero lo que debe inquietarnos es quién compra esta montaña de papel. China, el mayor adquiriente de bonos internacionales y propietaria de una especie de burbuja de deuda soberana imponente. Resulta que ahora se han decidido por la compra indiscriminada de bono español, portugués y griego en una carrera por aumentar la rentabilidad por riesgo.
La semana pasada pudimos leer que el Tesoro colocó 3.000 millones de euros en bonos a quince años con un cupón del 5,14%, frente al 4,44% de la subasta inmediatamente anterior. Es decir, un 15% más. Sobre una demanda que superó los 7.000 millones, el Estado captó todo lo que precisaba aunque el precio empieza a ser preocupante. Pero lo que debe inquietarnos es quién compra esta montaña de papel. China, el mayor adquiriente de bonos internacionales y propietaria de una especie de burbuja de deuda soberana imponente. Resulta que ahora se han decidido por la compra indiscriminada de bono español, portugués y griego en una carrera por aumentar la rentabilidad por riesgo.
Está claro que es compra privada, como dije hace unos días, pero con un claro tufo a inversor oriental de alto voltaje. Algo de lo que me felicité hace unos días ya que el hecho que la deuda española coloque sus obligaciones es bueno en principio, pero también cabe destacar que, de las 250 órdenes por valor de 14.500 millones de euros que la pasada semana supusieron la refinanciación de unos 6.000 millones, casi un tercio era de origen oriental y otro de tipo institucional. El tercio restante, casi 90 órdenes por valor de 5.000 millones eran solicitudes de origen desconocido, por lo que podemos pensar que también eran de ámbito público.
Como decía, los chinos son los grandes compradores, pero no los únicos. También los bancos centrales van por ese derrotero. Son otros entes que van injiriendo el veneno paulatinamente. Las entidades públicas de la eurozona aumentaron recientemente las compras de títulos gubernamentales griegos, portugueses, irlandeses y españoles, de manera que se evidencian los esfuerzos para apoyar el mercado de bonos de toda la región a medida que se evidencia la crisis de deuda soberana. Hemos pasado de la burbuja tecnológica a la burbuja inmobiliaria en medio mundo, para inocular el ácido de la burbuja financiera inmediatamente. De esta última se ha pasado a la burbuja de la deuda soberana y ahora vamos engordando la burbuja de las reservas federales o nacionales. Una maravilla diseñada por expertos en burbujas que pasarán a la historia por sus burbujiles y burbujeantes burbujeras.
Pero si atendemos a la burbuja que se está fabricando en el entorno de los bancos estatales, cabe destacar que las compras se centran, hace semanas, en vencimientos de cinco años y de menos mayoritariamente. Sólo el bono griego de mayor plazo se salva de la quema a largo destino. Se confía poco en la capacidad helena de rentabilizar durante este decenio.
Para evitar suspicacias, diré que, como las transacciones son confidenciales, la mayoría de estas apreciaciones son meras especulaciones que se pueden identificar en movimientos paralelos o resultantes en otros mercados, al estilo del que mira las sombras reflejadas, te pasas el día buscando importes similares y tiempos consecutivos. No es exacto, pero puede aproximarse. También es cierto que China publica sus compras y algunos bancos no niegan lo que “algunos” operadores “nos cuentan”.
Como el rendimiento extraordinario o diferencial que los inversores exigen para tener en sus carteras títulos de esos países en lugar de deuda alemana se ha reducido en los últimos días, el Banco Central Europeo tomó la inédita decisión de comprar bonos para ayudar a la Unión Europea a contener la crisis de la deuda griega en principio y de la del resto de PIGS a continuación. Esto ha pasado hace apenas 7 días, en plena euforia mundialera y apoplejía social enrojecida.
Es público que el BCE admitió haber comprado bonos por valor superior a 4.000 millones la semana pasada, con lo que su adquisición total ya es de más de 50.000 millones. Algo no va bien y mucho me temo que seguir alimentando a la bestia no nos va a ayudar a medio plazo. Está calmada, pero está enfureciéndose. La deuda griega tiene un diferencial a niveles similares a cuando el rescate de la UE en mayo. La rentabilidad del bono griego está en niveles que todo el mundo sabe que no se pagará. Es invertir en un caballo cojo. Al 10,19% está la rentabilidad griega, muy similar a lo que deben estar los bonos que emite la constructora de mi vecino del tercero.
El futuro sigue su curso, apretando los bordes, estrechando el camino, pero con opciones para los que entiendan que las opciones estarán en la diversificación y en la atomización de recursos. Esperar que desde el propio estado se dinamice la economía es una ilusión que puede llevar a la ruina a muchos. Primero porque a medida que la burbuja de los bancos centrales se evidencie, esta retrocederá como un boomerang: primero atacará a los propios fondos soberanos, luego al sector financiero, privado y finalmente el inmediatamente local.
Si nadie detiene la enloquecida carrera por maquillar la crisis de deuda soberana asumiendo que los bancos centrales no deben desvestir al muerto, al final esto va a ser peor de lo que ye debía haber sido. Una crisis contundente se debe de pasar con todas sus consecuencias, pero seguir incorporando cartón piedra es un error que tarde o temprano, por culpa de un buen número de insensatos que quieren no perder su sillón de alcántara y su visa oro sin límite, pagaremos todos. Cabe una solución, todavía es factible, y es dejar caer a quien deba caer.
La reconstrucción del sistema sólo se formalizará adecuadamente si éste se modela desde sus cimientos. Poco a poco, pero con decisión, con política inteligente y políticos honestos. Ya se qué estáis pensando…
Esta es la columna en Cotizalia del pasado viernes.
Sorpresas Te Da La Vida
Hoy se ha publicado que algunos elementos sobre los precios en EUA pueden estar indicando nuevos problemas no previstos. Según se puede comprobar en el grafico que adjunto al final del post de hoy, los consumidores de Estados Unidos están pagando empezando a sufrir síntomas inflacionistas en un grupo de artículos. Si esto se confirma pillará por sorpresa a la Reserva Federa y por derivación a medio sistema de control financiero y monetario del planeta. Este establishment considera improbable que se generen tensiones inflacionistas puesto que la “recuperación” económica está en un momento todavía poco sólida.
Vosotros mismos podéis ver como la diferencia entre los precios de alimentos y la de la energía cada vez es más evidente. Una de las mayores preocupaciones para los que gestionan los designios económicos del motor de este planeta es que cuando el patrón inmobiliario, vinculado a los alquileres, se acentúe a la alza también puede arrastrar todo el sistema a una inflación demenciable que no podrá atenuar ni el bajo consumo ni la falta de liquidez. Aunque eso parece improbable, la verdad es que está sucediendo y de modo totalmente fuera de manual. Esta crisis se rige por diferentes elementos no convencionales e inéditos que nos traen a todos de cabeza.
Muchos son los que le piden a la Reserva Federal que suba los tipos lo antes posible puesto que las cosas pintan que se puede complicar en el entorno de los precios de las cosas. Creen que tanto estímulo ha elevado el peso específico de la masa monetaria y eso puede estar ya empezando a generar fisuras en el mantenimiento del precio de las cosas.
Aquí os traigo en consideración el famoso teorema de estructura económica sintetizada en la curva de Phillips. Según esta teoría se dice que hay una relación histórica entre el desempleo y los precios: mientras más alto el índice de desempleo, lo que viene a significar debilidad económica, más baja la tasa de inflación y viceversa.
Sin embargo, como decimos, los manuales y las ecuaciones con respuesta segura juegan en otro escenario, ahora estamos en un momento de incertidumbre brutal y loa libros de texto no dan respuestas fiables. Ninguna teoría predictiva sobre lo que nos espera puede abordarse desde el punto de vista analítico en exclusiva sino que también debe afrontarse desde el mundo de las percepciones sin llegar por ellos a leer en el cuerpo celeste las líneas económicas futuras.
La temible deflación española o la hipotética inflación afectada cuando se suban los impuestos sobre el valor de las cosas podría afectar en el sentido de lo que pasa en EUA. En una reducción del consumo y un encarecimiento del origen de algunos productos podría estar atenuado por la caída de otros valores que ahora no se registran.