Comparaciones
Es un ejercicio muy nutritivo revisar que se decía hace algunos meses sobre lo que acontecería en las cifras macro de nuestra economía. Las comparaciones con lo sucedido son escandalosas. Por ejemplo, cuando el gobierno elaboraba los presupuestos del año pasado contaba con un déficit del 1,5% (pag. 14) y un crecimiento del PIB del 1% (pag. 4). El resultado final ha sido que el déficit fiscal ha sido de un 11,4% y el producto interior bruto decreció un -4,2%.
La clave de la historia está en saber si Solbes era tan nulo que no supo interpretar la situación en la que estábamos realmente y que en 2009 desembocaría en cifras inéditas o bien que la sustitución por la ministra Salgado se impulsó para derrochar a lo bruto hasta el extremo que las cifras reflejan. Puede ser lo uno y lo otro pero me temo que, por un lado nunca contemplaron realmente la que se nos venía encima y que cuando se dieron cuenta, el ministro saliente se negó a abocar este país a un fondo del que nos constará salir. Nada exhaustivo, pero muy sintomático. Aquí mucho antes de la redacción de esos presupuestos ya comentábamos que creceríamos en negativo, incluso 3 años antes se dieron cifras que anunciaban en números concretos que el PIB crecería en negativo. No es exhaustivo, pero algo sintomático.
HACE ALGUN TIEMPO (I)
Hace dos años, las noticias que hacían referencia a la economía española, adulaban nuestro sistema económico. Sucedía mientras que aquí hablábamos del final de un ciclo y de un saqueo sin precedentes. El año pasado Solbes aseguraba que el gobierno debía hacer más viviendas, mientras que en este blog se advertía que estábamos ante una hemorragia inmobiliaria. Incluso la LEAP enlazó ese post en su informe y abrió las puertas a mi colaboración. De meteduras de pata todos tenemos alguna sonada pero hoy vamos a recordar aquella de Pedro Solbes el 31 de julio de 2007 que sentenciaba “que el sector de la construcción continuará adelante y que no hay motivos para temer un pinchazo brusco de la llamada burbuja inmobiliaria”.
Hace dos años, las noticias que hacían referencia a la economía española, adulaban nuestro sistema económico. Sucedía mientras que aquí hablábamos del final de un ciclo y de un saqueo sin precedentes. El año pasado Solbes aseguraba que el gobierno debía hacer más viviendas, mientras que en este blog se advertía que estábamos ante una hemorragia inmobiliaria. Incluso la LEAP enlazó ese post en su informe y abrió las puertas a mi colaboración. De meteduras de pata todos tenemos alguna sonada pero hoy vamos a recordar aquella de Pedro Solbes el 31 de julio de 2007 que sentenciaba “que el sector de la construcción continuará adelante y que no hay motivos para temer un pinchazo brusco de la llamada burbuja inmobiliaria”.
APUNTE PARA UNA MINISTRA
Apunte rápido para señalar algunos aspectos de la que, aparentemente, será la nueva ministra de Economía de este país: Elena Salgado es otra funcionaria de alta cualificación, que como Solbes ya vivió, en épocas de Gonzalez, el tono marengo de la crisis. Es una mujer con escasa solvencia en lo económico, empresarial y de gestión financiera. ,Dudo que ese sea el perfil de quien deba enfrentarse al terremoto que supondrá alcanzar casi cinco millones de parados, el deterioro de todos los elementos de nuestra economía y la urgencia por agilizar los procesos de gestión crediticia de los bancos. ¿No hay nadie con mayor prestigio o un más alto conocimiento económico? Zapatero va a lograr que parezcan genios sus actuales ministros gracias a los nuevos nombramientos. Por si fuera poco, Elena Salgado es la impulsora e ideóloga del dichoso plan E, ese que está simulando ocupar alabañiles durante tres o cuatro meses, que está ampliando el agujero fiscal y que hipoteca definitivamente la voluntad de acometer reformas de calado. El presidente del gobierno es un personaje que, por mucha foto con Obama que se haga, está dañando irremediablemente nuestro sistema económico. Lo vamos a pagar carísimo.
Apunte rápido para señalar algunos aspectos de la que, aparentemente, será la nueva ministra de Economía de este país: Elena Salgado es otra funcionaria de alta cualificación, que como Solbes ya vivió, en épocas de Gonzalez, el tono marengo de la crisis. Es una mujer con escasa solvencia en lo económico, en lo empresarial y en la gestión financiera. Dudo que ese sea el perfil de quien deba enfrentarse al terremoto que supondrá alcanzar casi cinco millones de parados, el deterioro de todos los elementos de nuestra economía y la urgencia por agilizar los procesos de gestión crediticia de los bancos. ¿No hay nadie con mayor prestigio o un más alto conocimiento económico?
Zapatero va a lograr que parezcan genios sus actuales ministros gracias a los nuevos nombramientos. Por si fuera poco, Elena Salgado es la impulsora e ideóloga del dichoso plan E, ese que está simulando ocupar alabañiles durante tres o cuatro meses, que está ampliando el agujero fiscal y que hipoteca definitivamente la voluntad de acometer reformas de calado. El presidente del gobierno es un personaje que, por mucha foto con Obama que se haga, está dañando irremediablemente nuestro sistema económico. Del resto de nombramientos me niego a hablar. Que Pepe Blanco acabe siendo ministro de cualquier cosa es un insulto a la inteligencia y a la bondad de los españoles.El presidente no se da cuenta de la encrucijada en la que se encuentra España y sigue asumiendo retos mediáticos como si esto fuera un concurso de telegenia. Lo vamos a pagar carísimo
Suicidio fiscal
La prensa española vive una especie de viaje lisérgico dependiente de los teletipos y el análisis de segunda. Han pasado unos días desde que el ejecutivo de Zapatero anunciara las nuevas medidas en materia fiscal para 2009 y al contrario de lo que se ha publicado al calor de las notas de prensa del gobierno, éstas supondrán que los contribuyentes paguen más.
La prensa española vive una especie de viaje lisérgico dependiente de los teletipos y el análisis de segunda. Han pasado unos días desde que el ejecutivo de Zapatero anunciara las nuevas medidas en materia fiscal para 2009 y al contrario de lo que se ha publicado al calor de las notas de prensa del gobierno, éstas supondrán que los contribuyentes paguen más. Hay trampa y la piensan hacer en el peor de los momentos, justo cuando medio planeta civilizado piensa bajar los impuestos a fin de incrementar la capacidad adquisitiva de las familias y empresas.
Es gravísimo que nadie se haya inmutado, me sorprende que vivamos en esta especie de anestesia mediática que cada vez es más nociva. Las noticias sensacionalistas ya invaden los noticiarios: colas en los auspicios, gente preparada en paro busca alimentos y caridad, familias sin ninguna cobertura, etc. Sin embargo, un análisis serio sobre que está haciendo el grupo de inútiles que se reúne los viernes por la mañana en el consejo de ministros para sacarnos del atolladero, nada de nada. Alguna tertulia politizada y algún medio interesado por que el PP obtenga ventaja de este drama, entran sin control en la crítica, pero sin ningún estudio serio o fiable para entenderla.
Aquí si lo hacemos. Supongamos que es cierto eso de que ya se ha solucionado el problema financiero planetario gracias al rescate bancario. Si fuera verdad ahora tocaría rescatar la economía real. Para ello el mundo civilizado ha decidido bajar impuestos de forma directa o indirecta. Francia lo hace a partir del plan de apoyo pymes, Alemania con el plan de reformas fiscales 2010, Reino Unido con el plan de apoyo fiscal 2009 y los EUA con el incremento del gasto federal para reducir la presión fiscal a las empresas y a los ciudadanos. Pero en España, al contrario de lo que dice el gobierno, los impuestos van a subir y bastante. La prensa se ha tragado el cuento pero un estudio detallado de esas reformas demuestra que, unos mienten deliberadamente y otros no hacen su trabajo correctamente. A partir de enero en este país se va a saber lo que es bajar impuestos al estilo socialista. Oficialmente se ha dicho que en 2009 no habrá subida de ningún tipo de impuesto. Por ejemplo, el IRPF será mucho más caro. El equipo económico del gobierno no piensa descontar la inflación prevista en ningún sitio, ni en la tarifa ni en ningún tramo del impuesto, de manera que si una renta que vale un 3,8% menos por efecto de la inflación, por ejemplo, no es descontada y el contribuyente acaba pagando esa diferencia. Para el que crea que eso no se suele hacer que sepa que Solbes lleva deflactando parcialmente el efecto de la inflación desde hace cuatro años.
El triste espectáculo del jefe del área económica, Solbes, no acaba ahí. Resulta que en contra de lo prometido, los impuestos indirectos también van a subir pues van a gravar unos precios más caros porque, aunque éstos no asciendan, el dinero con el que se paga es más barato, vale menos. Si no se descuenta la inflación de los porcentajes que cada tributo especial aplica en los productos que gravan, el resultado final es que se termina pagando el aumento del IPC en cada compra.
En el Impuesto de Sociedades, Solbes nos tiene un truco mucho más sofisticado. Aquí se ha dedicado a eliminar deducciones, por lo que la rebaja de tipos no afecta en muchos casos. En tres años, según la ley que nadie ha sido capaz de descifrar, esas deducciones desaparecerán definitivamente. Por poner algún ejemplo siniestro, la deducción por reinversión de beneficios extraordinarios o plusvalías que disfrutan las actividades de I+D+i o las bonificaciones por exportación desaparecen en un momento en el que es clave ir reinvirtiendo el escaso beneficio en modelos de crecimiento diferentes y de valor añadido.
Aunque las rebajas de tipos nominales es un titular muy jugoso, el resultante es muy distinto. La pérdida de deducciones deja en muy mal lugar a nuestras empresas con respecto a las europeas que si van a beneficiarse de una rebaja real de los impuestos en general.
Otras reformas fiscales que representan lo contrario de lo prometido son: que el Estado va a aumentar la carga fiscal por heredar a través de un tipo mínimo para todas las autonomías, incluso las que bonifican al 95% el impuesto de sucesiones. Los trucos no se acaban ahí pero el resto se lo dejo a esos expertos tertulianos que seguro tienen claro en que consiste el gran engaño fiscal del 2009 pero que están esperando a enero para hablar de ello. Pues eso, siento haberme adelantado, ¡vagos!