El futuro de la conducción será autónoma, pero antes será 100% eléctrica.
En 1895, si querías conducir un vehículo a motor en Londres, debías contratar a un 'red flager’. Su cometido era marcar la velocidad máxima a la que podía circular un vehículo a motor poniéndose delante del mismo. Algo que, por cierto, anuló la innovación en el mundo del automóvil durante media década. Por aquel entonces la gente se mostraba muy preocupada porque la retirada de los caballos de los carruajes otorgaba el control de la conducción a los conductores humanos, algo que podía ser un desastre según ellos.
En 1895, si querías conducir un vehículo a motor en Londres, debías contratar a un 'red flager’. Su cometido era marcar la velocidad máxima a la que podía circular un vehículo a motor poniéndose delante del mismo. Algo que, por cierto, anuló la innovación en el mundo del automóvil durante media década. Por aquel entonces la gente se mostraba muy preocupada porque la retirada de los caballos de los carruajes otorgaba el control de la conducción a los conductores humanos, algo que podía ser un desastre según ellos.
Ahora la innovación en el sector automovilístico tiene mucho que ver con la conducción autónoma, pero también con el desarrollo de coches 100% eléctricos. Si por aquel entonces se temía dejar el control de un carro con motor a un ser humano, ahora la conducción autónoma también recibe una precaución similar. Se considera que dejar en manos de un cerebro sintético el control de la conducción es algo, que de momento, se tiene que regular y controlar. No obstante, el caso de la conducción de coches eléctricos vive en un escenario distinto pero con condicionantes que ha ido complicando su despliegue.
Ahora bien, algunos muros se van derribando. En un informe, el banco de inversiones UBS asegura que la fabricación de coches eléctricos costará lo mismo que los modelos dotados con motor de combustión interna en el cercano 2024. Algo que el estudio indica podría acelerar la transición de muchas marcas a la vista de que el futuro está mucho más cerca de lo estimado hasta ahora.
Según ese informe, el coste adicional de fabricar coches eléctricos a batería frente a sus equivalentes con motor diésel o gasolina se reducirá a solo 1.600 euros en menos de dos años. A partir de ahí, los costes de producción bajarán de tal forma que en 2024 esta diferencia habrá desaparecido por completo. Un hito clave que permitirá acelerar todavía más la transición hacia los sistemas eléctricos. Sin embargo, esa diferencia empieza a ser algo residual en muchos modelos desde ya mismo.
Esto es imparable y además se está acelerando. La denominada ‘sociedad contactless’, derivada de la actual situación sanitaria que vivimos, no ha hecho más que acelerar la transición hacia el coche eléctrico, puesto que el sector de la automoción está inmerso en tres grandes disrupciones impulsadas por la sostenibilidad: el cambio al motor eléctrico, el vehículo compartido y la digitalización. Es cierto que queda mucho por hacer en el terreno de las infraestructuras para nuestros desplazamientos más largos pero eso es algo que también está mejorando rápidamente.
Termino hablando de mi propia experiencia. Conduzco un coche 100% eléctrico, en concreto un Mercedes Benz EQC400. Una maravilla de vehículo que se comporta como un deportivo aun siendo un SUV. Es puro confort y mantiene un rango de autonomía ligeramente superior a los 400Km con una carga completa. Se trata de un ‘cero emisiones’ que precisa de apenas 40 minutos en un cargador ultra rápido o un par de horas en los cargadores rápidos para ponerte en marcha. Otro día hablaremos de la diferencia entre la red de cargadores alemana o francesa y la española. Otro día…
Permíteme una reflexión final. La definición de ‘coger el coche’ y lanzarse a hacer kilómetros, es una experiencia distinta. Con un coche eléctrico eso se hace con algo de previsión que tiene sus ventajas. Por ejemplo, si vas de Madrid a Barcelona, tienes la extraordinaria opción de parar en Zaragoza y disfrutar de la ciudad durante un par de horas, estirar las piernas, comerte unas migas en y retomar la ruta dos horas después con tu coche repleto de ‘combustible cero emisiones’, descansado y sin posibilidad de contaminar el medio ambiente.
Transformación Digital para edificios inteligentes de la mano de Kone.
Entre las cuatro claves esenciales de la Transformación Digital no se puede distinguir a ninguna de ellas por encima del resto. Se antoja tan relevante el conocimiento del cliente para colocarlo en el centro de la cadena de valor, la automatización de procesos para hacer eficiente e inteligente cada fase de un producto o servicio, la generación de nuevos modelos de negocio como, finalmente, la gestión del cambio en cualquier organización. La combinación de todas ellas supone el éxito final y permanente cuando se aborda el desafío de transformarse. En este sentido, la semana pasada ofrecí la conferencia ‘un futuro tecnológicamente más humano’ durante la convención corporativa de la empresa líder mundial en movilidad urbana Kone. La verdad es que mi charla abordó en general todo lo que tiene que ver con esas claves imprescindibles para afrontar los retos y desafíos de nuestro tiempo a nivel digital, pero también focalicé en el papel relevante que las personas van a jugar en ese escenario tan tecnológico.
Entre las cuatro claves esenciales de la Transformación Digital no se puede distinguir a ninguna de ellas por encima del resto. Se antoja tan relevante el conocimiento del cliente para colocarlo en el centro de la cadena de valor, la automatización de procesos para hacer eficiente e inteligente cada fase de un producto o servicio, la generación de nuevos modelos de negocio como, finalmente, la gestión del cambio en cualquier organización. La combinación de todas ellas supone el éxito final y permanente cuando se aborda el desafío de transformarse. En este sentido, la semana pasada ofrecí la conferencia ‘un futuro tecnológicamente más humano’ durante la convención corporativa de la empresa líder mundial en movilidad urbana Kone. La verdad es que mi charla abordó en general todo lo que tiene que ver con esas claves imprescindibles para afrontar los retos y desafíos de nuestro tiempo a nivel digital, pero también focalicé en el papel relevante que las personas van a jugar en ese escenario tan tecnológico.
La excusa no podía ser mejor. Kone presentó 'Kone DX', la primera serie de ascensores del mundo con conectividad digital incorporada que revoluciona el papel del ascensor en los edificios inteligentes. Un ejemplo de como colocar al cliente en el centro y hacerlo con tecnología sin abandonar el precepto relevante de la experiencia y la automatización de procesos. Para esta empresa, el ascensor ya no es solo una forma de trasladarse entre pisos, sino una plataforma integral e integrada que ofrece experiencias intuitivas, ambientales y conectadas que se extienden desde el lobby a lo largo del edificio.
El nuevo ascensor 'Kone DX' permite a los clientes adaptar y conectar software y servicios adicionales en los ascensores durante toda la vida útil de un edificio. Mediante el uso de interfaces de programación de aplicaciones (API) abiertas, el enfoque de Kone facilita la administración e integración de diferentes dispositivos, aplicaciones y servicios con sistemas nuevos y los ya existentes. Sin duda, un modo excepcional de entender lo que significa la Transformación Digital.
Lo que me parece más interesante es el modo en el que se adaptan al estado de transformación de sus propios clientes para que la tecnología no sea una agresión sino un elemento de desarrollo para ambos. De hecho, están fusionando las tecnologías del mañana cambiando su negocio profundamente hacia un negocio de plataforma. Mi trabajo como consultor, me permite aportar valor tras una sesión de este tipo y, en este caso, es muy interesante poder aportar en el proceso de transformación de una empresa como Kone. Es evidente que el desarrollo urbano seguirá siendo uno de los factores más importantes para el mundo en las próximas décadas, lo que genera nuevas necesidades de edificios, infraestructuras y sociedades ecoeficientes y sostenibles. A medida que las ciudades evolucionan, los edificios requieren soluciones digitales más avanzadas y es ahí donde la digitalización y las mejoras para las personas, se convierten en el eje básico de un modelo de transformación digital corporativo.