Harakiri
Hace algo más de un año me invitaron a dar una conferencia en Extremadura. Recuerdo que me sorprendió la grandilocuencia del evento y el gigantismo que lo rodeaba. Se trataba de unas hipotéticas jornadas sobre la emprendeduría. La inauguración estuvo a cargo del presidente local de entonces, Guillermo Fernández Vara. Lo hizo frente a un auditorio con cerca de 2.000 emprendedores durante un martes a las 10 de la mañana. Les dijo que “estaba orgulloso del cambio social y económico que había impulsado en su comunidad, que era el momento de todos ellos: los emprendedores”.
Cuando me tocó, y era el ponente económico inicial con una conferencia que versaba sobre la “oportunidad que nos tocaba asumir“, pensé en ejecutar mi propio suicidio público. Comenté, mirando la cara desencajada de aquel político, de su vicepresidenta y de varios consejeros, a la vez que señalaba a todo el auditorio, que “lo peor no era mentir, lo realmente terrible era creerse las propias mentiras y que si ya era duro escuchar a un político simulando que estaba hablando a emprendedores, era mucho más dramático observar las caras de satisfacción y los aplausos de todos ellos, cuando no eran más que funcionarios descontando tiempo de asuntos propios”.
Tras aquel harakiri, un silencio, un minuto y finalmente un aplauso. No dije nada que la mayoría no supiera. Había emprendedores, pero el auditorio estaba plagado de una amalgama de trabajadores públicos. Emprender es mucho más que asistir a congresos y charlas. Así les ha ido. El error de poner al mando de proyectos de estímulo de la emprendeduría a quienes jamás emprendieron nada al final sale caro.
Suicidio fiscal
La prensa española vive una especie de viaje lisérgico dependiente de los teletipos y el análisis de segunda. Han pasado unos días desde que el ejecutivo de Zapatero anunciara las nuevas medidas en materia fiscal para 2009 y al contrario de lo que se ha publicado al calor de las notas de prensa del gobierno, éstas supondrán que los contribuyentes paguen más.
La prensa española vive una especie de viaje lisérgico dependiente de los teletipos y el análisis de segunda. Han pasado unos días desde que el ejecutivo de Zapatero anunciara las nuevas medidas en materia fiscal para 2009 y al contrario de lo que se ha publicado al calor de las notas de prensa del gobierno, éstas supondrán que los contribuyentes paguen más. Hay trampa y la piensan hacer en el peor de los momentos, justo cuando medio planeta civilizado piensa bajar los impuestos a fin de incrementar la capacidad adquisitiva de las familias y empresas.
Es gravísimo que nadie se haya inmutado, me sorprende que vivamos en esta especie de anestesia mediática que cada vez es más nociva. Las noticias sensacionalistas ya invaden los noticiarios: colas en los auspicios, gente preparada en paro busca alimentos y caridad, familias sin ninguna cobertura, etc. Sin embargo, un análisis serio sobre que está haciendo el grupo de inútiles que se reúne los viernes por la mañana en el consejo de ministros para sacarnos del atolladero, nada de nada. Alguna tertulia politizada y algún medio interesado por que el PP obtenga ventaja de este drama, entran sin control en la crítica, pero sin ningún estudio serio o fiable para entenderla.
Aquí si lo hacemos. Supongamos que es cierto eso de que ya se ha solucionado el problema financiero planetario gracias al rescate bancario. Si fuera verdad ahora tocaría rescatar la economía real. Para ello el mundo civilizado ha decidido bajar impuestos de forma directa o indirecta. Francia lo hace a partir del plan de apoyo pymes, Alemania con el plan de reformas fiscales 2010, Reino Unido con el plan de apoyo fiscal 2009 y los EUA con el incremento del gasto federal para reducir la presión fiscal a las empresas y a los ciudadanos. Pero en España, al contrario de lo que dice el gobierno, los impuestos van a subir y bastante. La prensa se ha tragado el cuento pero un estudio detallado de esas reformas demuestra que, unos mienten deliberadamente y otros no hacen su trabajo correctamente. A partir de enero en este país se va a saber lo que es bajar impuestos al estilo socialista. Oficialmente se ha dicho que en 2009 no habrá subida de ningún tipo de impuesto. Por ejemplo, el IRPF será mucho más caro. El equipo económico del gobierno no piensa descontar la inflación prevista en ningún sitio, ni en la tarifa ni en ningún tramo del impuesto, de manera que si una renta que vale un 3,8% menos por efecto de la inflación, por ejemplo, no es descontada y el contribuyente acaba pagando esa diferencia. Para el que crea que eso no se suele hacer que sepa que Solbes lleva deflactando parcialmente el efecto de la inflación desde hace cuatro años.
El triste espectáculo del jefe del área económica, Solbes, no acaba ahí. Resulta que en contra de lo prometido, los impuestos indirectos también van a subir pues van a gravar unos precios más caros porque, aunque éstos no asciendan, el dinero con el que se paga es más barato, vale menos. Si no se descuenta la inflación de los porcentajes que cada tributo especial aplica en los productos que gravan, el resultado final es que se termina pagando el aumento del IPC en cada compra.
En el Impuesto de Sociedades, Solbes nos tiene un truco mucho más sofisticado. Aquí se ha dedicado a eliminar deducciones, por lo que la rebaja de tipos no afecta en muchos casos. En tres años, según la ley que nadie ha sido capaz de descifrar, esas deducciones desaparecerán definitivamente. Por poner algún ejemplo siniestro, la deducción por reinversión de beneficios extraordinarios o plusvalías que disfrutan las actividades de I+D+i o las bonificaciones por exportación desaparecen en un momento en el que es clave ir reinvirtiendo el escaso beneficio en modelos de crecimiento diferentes y de valor añadido.
Aunque las rebajas de tipos nominales es un titular muy jugoso, el resultante es muy distinto. La pérdida de deducciones deja en muy mal lugar a nuestras empresas con respecto a las europeas que si van a beneficiarse de una rebaja real de los impuestos en general.
Otras reformas fiscales que representan lo contrario de lo prometido son: que el Estado va a aumentar la carga fiscal por heredar a través de un tipo mínimo para todas las autonomías, incluso las que bonifican al 95% el impuesto de sucesiones. Los trucos no se acaban ahí pero el resto se lo dejo a esos expertos tertulianos que seguro tienen claro en que consiste el gran engaño fiscal del 2009 pero que están esperando a enero para hablar de ello. Pues eso, siento haberme adelantado, ¡vagos!