Empieza el #TueddyTrip
Más de quinientos candidatos se presentaron a la oferta de Tueddy en lo que nos gustó llamar “el mejor trabajo del mundo“. El 92% de ellos fueron chicas por cierto. Las exigencias eran la voluntad recorrer el mundo, hablar tres o más idiomas, tener un absoluto dominio de la tecnología móvil, ser capaz de moverse con una maleta ligera y ponerle mucha pasión y conocimiento sobre el mundo de la moda y de las redes. La selección se filtró por diferentes factores pero el principal fue el de diseñar el antianuncio laboral. No dimos casi pistas de lo que queríamos, ni demasiadas indicaciones, sólo insinuamos que y donde pero no como. Eso nos daría y así fue perfiles definitivos de personas capaces de ser proactivas, capaces de resolver creativamente y sobretodo de tener mucha iniciativa. La verdad es que no ha sido nada sencillo descartar tanto talento, pero ya tenemos a nuestras TueddyTrippers para Latam y Europa.
Esta primera fase comienza la semana que viene con la salida desde Barcelona y Lisboa de Ona Vinyamata y de Sara Coimbra respectivamente. La primera pasará por Italia, Inglaterra, Irlanda, Belgica, Holanda, Francia y Alemania. Nuestra tueddytripper para América Latina lo hará en Portugal, Chile, Argentina, Colombia, Mexico y Brasil. Ambas se encontrarán con el resto del equipo Tueddy en Berlin durante el Bread & Butter en enero, donde esta empresa participada por IDODI se presentará ante la sociedad de la moda global. En la siguiente fase, en enero, otra selección de tueddytripers irá a USA, Canadá y Asia Pacífico.
La plataforma o aplicación, es difícil definirla, está lista para abrirse al público en general. Eso sucederá este mismo mes pero todavía estamos ultimando la entrada de marcas muy importantes de casi todo el planeta. Tuvimos una aceptación muy superior a lo previsto cuando presentamos el proyecto y se nos fue la mano cuando “garantizamos” que a los primeros diseñadores y marcas les “haríamos el trabajo de subir su material nosotros mismos como regalo de bienvenida”. Estamos encantados, pero ha sido duro. La aplicación está siendo muy bien vista en eventos y encuentros internacionales donde estamos presentándola y la ronda de financiación para la captación del capital sin haber empezado está casi cubierta.
Desead suerte a nuestras chicas, ellas son personas que no soportan quedarse en el sofá. Podréis seguir sus andanzas por el mundo a tiempo real en el blog TueddyTrip y en sus canales sociales, donde subiran fotos, experiencias, videos, entrevistas, reflexiones y todo lo que les preguntéis os lo responderán.
Hipersociedad en la moda
Mañana daré un conferencia sobre como la inteligencia global, la experiencia compartida y otros elementos derivados del uso transversal y focalizado en las tecnologías del conocimiento en tiempos de hipersociedad han transformado modelos de negocio, de organización y de dirección empresarial. En concreto lo haré durante las Jornadas de Inmersión del Sector de la Moda que se han inaugurado hoy mismo. Tengo claro que Tueddy, una de nuestras últimas propuestas y que a mediados de octubre será una realidad en abierto, es parte sustancial de este nuevo concepto. Hablar de economía digital hoy en día es hablar de mucho más que ecommerce o de modelos verticales de venta online. Hablamos de aplicaciones inteligentes capaz de conceder factores de localización de gustos, afinidades y acciones de respuesta sofisticada. No es tanto decir que algo te gustará porque tus amigos, cuando seleccionan algo parecido suelen elegir otra cosa determinada. Hablamos de mucho más, hablamos de 81 factores diferenciados que intervienen en múltiples variables hasta otorgar un margen de fiabilidad absoluto. Tueddy ya ha seleccionado a las ganadoras (son todas chicas) que recorreran el mundo en búsca de diseñadores y marcas escondidas o muy analógicas. Como si una especie de Google View se tratara, nuestras TueddyTrippers van, si eres un diseñador o marca de moda, a localizarte estés donde estés.
El mejor trabajo del mundo
Buscamos 4 jóvenes apasionados por la moda, la tecnología y las redes sociales y que quieran vivir una experiencia irrepetible durante 4 meses recorriendo el planeta.
Precisamos alguien que hable como mínimo inglés y francés para recorrer Europa, que hable portugués y español para recorrer Latinoamérica, que hable chino e inglés para recorrer Asia e inglés y español para recorrer Norteamérica.
Deberán recorrer capitales y poblaciones que ellos mismos asignarán coordinados con el “campo base” de Tueddy. Además del contrato laboral vigente con sueldo asignado, dispondrán de un presupuesto para establecer su viaje, estancias y logística como consideren más operativo. Deberán localizar y ayudar a ser “tueddyers” un mínimo de marcas y diseñadores diarios y reportarlos con un dispositivo móvil que les proporcionaremos a los seleccionados. Cada día, a modo de diario de bitácora, deberán hacer un post en inglés describiendo las experiencias vividas y compartiendo con las redes ese maravilloso “tueddytrip”. Por supuesto el video y la fotografía serán esenciales e imprescindibles para complementarlo.
A lo largo de 4 meses serás protagonista en múltiples canales y escenarios gracias a la exposición de tu viaje y tus experiencias y lograrás que el talento de la moda que ahora está escondido en alguna esquina de algún lugar aparezca gracias a tu perspicacia y tenacidad. Si además, una vez finalizan esos 4 meses, la experiencia ha sido satisfactoria para todos continuarás siendo parte del equipo de Tueddy.
Si crees que eres la candidata o candidato y quieres tener el mejor trabajo del mundo, envíanos un solo enlace con una presentación original en cualquier plataforma que decidas donde debe haber como mínimo un post de 100 palabras describiendo lo que te venga en ganas, un video que lo complemente y una galería fotográfica utilizando cualquier aplicación disponible en IOS o ANDROID.
Tienes quince días para que sepamos que te interesa, en septiembre tendrás que hacer las maletas.
Let’s go!
Entrevista en Libre Mercado
La pasada semana Beatriz García me hizo una entrevista con ocasión del lanzamiento de Tueddy en la que también tratamos otros temas. Os la replico aquí. Al final estuvimos comentado aspectos que considero elementales para emprender. Se hace dificil no hablar de todo lo que está pasando en España, de como se está esquilmando la democracia a golpe de imposición europea y como la famosa “ley del emprendedor” se ha convertido en una broma de mal gusto. Como describe perfectamente mi buen amigo Remo hoy mismo las nuevas medidas ofertadas por Rajoy han convertido en una quimera eso de emprender. Como dije hace algún tiempo, estoy convencido que el emprendedor es una especie perseguida y lo es por lo incómodo de su esencia y su dinamismo crítico.
Ya sabemos que el profesional autónomo financiará a las Arcas Públicas en primer lugar. Los profesionales liberales o autónomos cederán gustosos un 21% de sus ingresos tal y como lleguen a Hacienda. Cuando pasen 18 meses, ya hacemos cuentas con el IRPF pero tú eres ahora el nuevo banco que presta el dinero al Estado. ¿Recordáis aquella frase de los autónomos pagarán el IVA cuando cobren la factura? Pues no, era una broma. Ahora toca adelantar más IVA con la subida al 21% sin cobrarlo siquiera. Una financiera con otras palabras.Si vas a contratar trabajadores, no olvides buscarte un buen abogado laboralista, porque la simplificación administrativa en la contratación se ha resuelto con un nuevo contrato de trabajo más y con una reforma laboral que nadie sabe muy bien cuál es el alcance. Pero si ya tienes trabajadores, no olvides que tus costes de Seguridad Social han aumentado a golpe de Decreto Ley, al igual que también tus trabajadores van a pagar más impuestos en concepto de Seguridad Social. Es lo que tiene eso de emprender.
Si por algún motivo, tienes problemas de tesorería y necesitas aplazar el pago de autónomos un mes, no te preocupes porque la Seguridad Social no te va a dejar si la deuda es inferior a 1.000 euros. Eso sí, cuando llegue el día siguiente a su vencimiento y no lo hayas pagado, el recargo por impago será del 20% olvidando el 3% anterior que existía.
Sin embargo, las medidas de “apoyo al emprendedor” no creo que se limite sólo a estas. Estoy convencido que “aun hay más”. Tengamos en cuenta que la mayoría de las decisiones tomadas la semana pasada eran de ciencia ficción hace unos meses y la Iliada hace unos años. Considero que vendrán más medidas y de igual o peor categoría. Se precisan casi 160.000 millones de ahorro en estas primeras rondas de recortes y medidas recaudatorias por lo que si no se logra la única bala que queda es la reiteración.
Me temo que el impuesto de sociedades llegará al 35% para aumentar unos 20.000 millones más la recaudación en el mejor de los casos, un nuevo aumento del IVA al 23% y la unificación de todo el impuesto eliminando poco a poco los reducidos y superreducidos. Veremos implementar las jubilaciones a los 67 años en menos de 18 meses y no en 2027 como aprobó Zapatero y a los 69 o 70 a continuación de manera opcional para aquellos que lo precisen. El balance negativo de la Seguridad Social no deja muchas opciones ante la caída exhaustiva de ingresos y contribuciones. Obviamente esto se irá viendo pero tengo claro que es cuestión de tiempo que nos sigan crujiendo, como ya dije, a impuestos y ser irá evidenciando que la mayoría se “derechos fundamentales” no eran más que servicios. Servicios que ya no se podrán ofrecer.
Os dejo también con la entrevista que antes señalaba y que en su parte final refleja mis consejos para emprendedores que se sientan, a pesar de todo, con ganas de girarle la cara a la realidad y optan por construir su propio futuro.
Uno de los inversores más reconocidos de España, experto en Nueva Economía, emprendedor consagrado, visionario, el autor de Contra la cultura del subsidio, una de las 10 personas más influyentes de Internet en el país… Cualquier categoría se queda corta para describir a Marc Vidal.
Con un número incontable de empresas a sus espaldas, en los últimos cinco años ha fundado cinco negocios y en una entrevista a Libre Mercado presenta su último proyecto,Tueddy, el Spotify de la moda. “Comparto esta definición porque pone a una misma altura a los diseñadores más importantes del panorama actual y a una pequeña tiendade cualquier parte del mundo, como hace Spotify con la música”, asegura Vidal.
“Otra descripción de Tueddy que se ajusta muy bien al proyecto la dieron un grupo de expertos la semana pasada en Dublín. Si Facebook es lo que piensas, Twitter lo que haces y Spotify lo que escuchas, Tueddy sería lo que vistes“, añade.
Tueddy, es un armario virtual que, además de permitir al usuario comprar en todos los rincones del planeta, le creará su propio perfil donde, únicamente, le mostrará aquellas prendas que son afines a él, le permitirá compartir su estilo con los demás e incluso descubrir las últimas adquisiciones de sus ídolos. Hay que decir que es una plataforma gratuitatanto para los diseñadores como para los usuarios finales.
Preguntado sobre las diferencias entre este portal y el resto de las webs de moda, Marc asegura que “no tienen nada que ver. Tueddy es un nuevo modelo de búsqueda, no es un portal de descuentos, ni de rebajas, aquí ninguna marca te ofrece el stock que no haya podido colocar. Aquí, el cliente se vestirá de manera eficiente porque tendrá exclusivamente lo que le gusta; más barato, porque no tenemos intermediarios; y de forma más atractiva porque le llegan las últimas tendencias”, explica.
Tras más de un año de trabajo y una primera ronda de inversión que ha alcanzado el medio millón de euros, el equipo de Tueddy ya tiene todo lo necesario para poner en marcha la plataforma. “Ahora estamos en el proceso de captación de los diseñadores y los interesados ya pueden inscribirse en nuestra web. Para facilitarles el trabajo, durante un mes nos encargaremos de subirles el material, después serán ellos los encargados de añadir sus productos, sus fotos, sus precios etc…”.
Marc explica que no es necesario ser un experto en la materia para llevar a cabo un negocio de este tipo. “La moda no es mi especialidad, pero mi habilidad fundamental es encontrar gente con talento y aquí trabajo con personas que saben de moda y de emprender. Yo he puesto la parte financiera porque creo en el éxito de este proyecto”.
El miedo a que te quiten lo que tienes “evita que des el salto”
Respecto a las actitudes de los españoles a la hora enfrentarse a la crisis, Marc asegura que “en España se desayuna cloroformo con el croissant y esto tiene que cambiar. El mundo ha mejorado gracias a los soñadores, a esos que intentaron cambiar las cosas por sí mismos y esos ‘locos’ son los que solucionarán los problemas”.
Añade que el miedo al fracaso es la principal barrera que impide que la cultura del emprendimiento se desarrolle en España. “Aquí, el miedo a que te quiten lo poco que tienes evita que puedas dar el salto, que te atrevas a creas tu propio negocio. En España el fracaso no se contempla como una forma de aprendizaje. Hay países como EEUU donde es todo lo contrario y solamente por el número de personas que lo intentan al final triunfan muchísimas empresas. De hecho, cuando las cosas van mal es cuanto más se esfuerzan por salir adelante”.
Vidal ofrece cuatro consejos a los futuros emprendedores:
- Lo primero que tienen que analizar es si esa empresa es capaz de generar rentabilidad. Hay que preguntarse de dónde va a obtener los ingresos.
- Los sueños empresariales no tiene por qué ser empresas por sí mismas, también pueden formar parte de otras.
- Que salten al vacío. Puede ser que fracasen, el propio Vidal asegura que se ha arruinado varias veces, pero se levantarán y aprenderán de sus errores.
- Para sacar adelante un proyecto no hay que sentarse a esperar a que venga la financiación externa. Si tienes una idea, el primero que debe apostar por ella eres tú mismo.
Saltando al vacío
Estos días, entre un ir y venir por aeropuertos algo más intenso de lo normal y que ando enfrascado en el nuevo libro, me está costando postear. En principio mañana volveré a la periodicidad diaria con un post sobre otro nuevo proyecto que lanzamos a nivel mundial y que estoy seguro os va a encantar. De momento os dejo con este artículo que ayer publiqué en ABC y que define en gran medida lo que me pasa el día antes de presentar otro “salto” emprendedor.
Aterrizar en Lisboa es un placer. Ese recorrido previo sobrevolando la ciudad mientras el comandante busca enfocar el acercamiento a pista permite ver una amalgama imperfecta de edificios decadentemente bellos. Es una ciudad compuesta por plazas cortadas como infinitos acantilados de piedra que invitan a saltar. La capital de Portugal vive un momento muy duro y se evidencia una miseria estructural y una extraña resignación. Estos últimos días he visitado Irlanda, Italia, España y Portugal. Sólo queda Grecia para completar el famoso grupo de los PIIGS. La verdad es que cada uno afronta el reto de salir de su propio círculo vicioso de diferente modo. He visto personas distintas con actitudes parecidas. En todos esos países hay quien emprende y quien desiste antes de intentarlo. Ahora que parece haber más técnicos de apoyo a la emprendeduría que emprendedores, o más buscadores de financiación que locos persiguiendo sueños, la actitud colectiva es clave. En Portugal o donde sea lo que cuenta de verdad es creer que en la ilusión por intentarlo está el valor. Sino quieres emprender, no lo hagas, no pasa nada, pero no traslades tu desidia o pánico a quien decide volcar su rabia personal contra lo que le rodea y lo enfoca en un proyecto vital y profesional.Vivimos en la sociedad del “no lo intentes sino vas a lograrlo”. Se dice que el aprendizaje que se logra en el salto no es válido, que sólo cuenta caer bien. En una sociedad acomplejada e incapaz de enfrentarse al fracaso, la cantidad de gente que emprende suele ser menor que en otra que valore ese factor. Lo crudo es que esto es determinante: cuanto menos intentos menos éxitos, cuanto menos éxitos menor competitividad, a menor competitividad menor crecimiento y por ello mayor déficit, deuda, prima de riesgo y derivados idóneos para titulares periodísticos sin interés práctico. Al final intentarlo, con sus fracasos, genera riqueza. Por eso es interesante aceptar que los emprendedores siempre están en crisis. Aceptan esa condición como un elemento básico. Un tipo que se pone en marcha con un proyecto que aun no está consolidado, que se enfrenta a mil obstáculos y que además está obligado a superar sus miedos y los estereotipos de una sociedad drogodependiente, es alguien que acepta la crisis como su estado de ánimo y su ecosistema natural. De ella saca el combustible al contrario que el resto de mortales. Cuanto mayor sea el riesgo más apasionante es el reto. Que hay dos maneras de vivir: sentado frente al abismo o saltando. No sabemos que hay ahí abajo, a veces ni importa, lo que si tenemos claro, los que saltamos, es que el de la silla frente al vacío no se va a enterar de lo fascinante que es volar unos segundos.
Abandonar el sofá social
Ayer durante una conferencia expliqué algo que ya escribí y que comparaba el hundimiento del Titanic con la situación económica actual. Dije que alguien me comentó que vivíamos aquel preciso instante del choque del buque con el iceberg, que la tripulación informaba a los de primera que el barco en dos horas se iría al fondo del océano y que muy pocos de tercera se salvarían. Les expliqué que para mi no era así, que en realidad no había habido un golpe y una grieta. El barco se hundía pero por viejo y que eso hacía mucho más lento el hundimiento. Concretamente un lustro. Vivimos ese momento. Lo trascendental realmente es entender el valor de ese colapso. Para mí, este terrible instante de la mal llamada crisis no es una oportunidad, es la opción. Entiendo que hay que pensar mucho, más que nunca, escudriñar como hacer mejor este mundo y lograrlo. Entre todo ello destaca la obligatoriedad de saltar del barco (del sofá social) y nadar (emprender). Rechazad las ayudas, aceptad los consejos. Ignorad las subvenciones, gestionad el capital inteligente.
A pesar de la que está cayendo, en lo que llevamos de año mi equipo ha puesto en marcha cuatro startups, impulsado otra docena y apoyado la creación de un buen número más. Nada de todo ello tendría valor sino fueran proyectos de los que aprendemos cada día. En julio saldrán al mercado y a nível mundial cuatro proyectos más: Tueddy, OpenShop, Emailfy y Ebnto. Todas ellas son sueños convertidos en código binario y una carrera por ofrecer puestos de trabajo en seis países diferentes en un principio. Todo para luchar contra una pobreza que se está extendiendo por todos los rincones y esquinas. Una nueva pobreza se está inoculando en el sistema. Una nueva clase social subvencionada y soportada por herramientas privadas o religiosas que suman lo necesario para que en este país nadie se muera de hambre. Un nuevo estigma socioeconómico compuesto por familias jóvenes monoparentales, con el paro vencido, niños pequeños y con deudas de todo tipo incluyendo tarjetas y créditos al consumo que han ido inflándose con los impagos. Una sociedad que se está empobreciendo y que, en su miseria, esconde la ineficacia de los estímulos ofertados por la administración. El círculo se va cerrando y toda la metodología que planteaba recuperar un modelo consumista se muestra operativa a corto pero terrible a medio plazo. Es como recoger la mierda con la mano. Nadie reacciona.
Seguimos combustionando cuatro tipos de pobrezas. Por un lado una primera que proviene del desempleo medio. Una segunda compuesta de pobreza incipiente y que constituyen jóvenes trabajadores e inmigrantes sin contratos cuyo sueldo es tan bajo que sería un insulto llamarlos mileuristas. No alcanzan las necesidades básicas y son atendidos también en la beneficiencia. Un tercer grupo de pobres es el de la pobreza estructural formada por ancianos y viudas con pensiones ridículas. Finalmente, la cuarta tipología de pobres proviene de una capa que se compone de gente muy joven que en estos momentos ni siquiera tiene idea de lo miserables que son. Bajo el amparo de sus padres y de la sociedad del consumo en rebajas constante, sus vidas transcurren en una especia de paraíso capitalista maquillado. Son los que ya hemos definido como microburguesía low cost.
El panorama no invita a la tranquilidad. Todo lo contrario pero si a la reacción. El Estado, cobardemente, esconde la tasa de pobreza real, pero esos números van suministrando el veneno necesario para que, por mucho que se estimule la economía, cada vez haya menos masa real para que las medidas sean eficientes. A medida que pasa el tiempo hay un mayor número de personas que dependen del servicio público y cada vez menos del estímulo público. Con lo primero sobrevives, con lo segundo emprendes. En mucho de estos casos de pobreza incipiente se esconde una perversa reacción en cadena. Un ciudadano que se ve expulsado de su modelo de vida por culpa de una crisis imperceptible aparentemente, un intento de lograr ser de nuevo asalariado y un rechazo persistente del sistema por diversos motivos. El camino se tuerce y cada vez está más lejos la salida. En el caso de que considere que lo mejor es emprender, es tomar las riendas de su vida y sus proyectos, se encuentra con mil obstáculos como hemos ido viendo. Desde los legales, los culturales y los intelectuales. Incluso uno mismo no se ve capaz de saltar, pues todos los resortes y herramientas de una sociedad apalancada caen sobre ti cada vez que piensas en el modo de salir del agujero.