Economía, Politica, Sociedad Marc Vidal Economía, Politica, Sociedad Marc Vidal

Tras lo de Grecia, seguiremos trotando.

Lo de Grecia ya pasó. Y pasó como pasan las tormentas tropicales. Todo el mundo avisado de que hay que cerrar las ventanas, no salir a la calle y esperar a que amaine. Cuando sales el destrozo es mayúsculo. De eso iba todo esto. De ver como Europa, como nos la han explicado no existe. Y no existe porque quienes están ‘dibujándola’ no saben dibujar

Lo de Grecia ya pasó. Y pasó como pasan las tormentas tropicales. Todo el mundo avisado de que hay que cerrar las ventanas, no salir a la calle y esperar a que amaine. Cuando sales el destrozo es mayúsculo. De eso iba todo esto. De ver como Europa, como nos la han explicado no existe. Y no existe porque quienes están ‘dibujándola’ no saben dibujar. De hecho están en clase de artes plásticas con una calculadora. Así no sale. La verdad es que cuanto más lo pienso más claro tengo que reacciones sociales que se creían contenidas van a ir eclosionando por todas partes. Y no porque las cosas estén mal montadas, no, sino porque los que deberían estar trabajando por el futuro mantienen todos los gestos y protocolos del pasado.

Europa se configuró en una época que no existía Internet, teléfonos móviles ni redes sociales. Europa es una entelequia que se pensó para enfrentarse a un mundo emergente que poco a poco va emergiendo. No se trata de rescatar bancos, que también, ni de reestructurar deudas, que podría ser, sino de cómo un continente viejo y lento, sobre dimensionado, repleto de normas y estructuras, se adapta a un nuevo mundo.

Miremos con objetividad ¿Quiénes son? ¿A que se dedican? ¿Cómo estructuran la sociedad del futuro? Apenas saben nada ni se dejan asesorar. Todo parece en manos de bancos salvando cuentas de resultados con ecuaciones que no se aguantan por ningún sitio, deudas soberanas que aparecieron de la noche a la mañana y de un enorme y gigantesco sofá social que nos acomoda a todos.

Europa debería ser otra cosa. La cuna de un nuevo modelo económico que diera espacio a un futuro que se acerca a toda velocidad. Metafóricamente la imagen es descriptiva. Europa corre al trote por una vía paralela por la que se acerca un tren de alta velocidad. En menos de un minuto el tren pasará de largo y nosotros seguiremos corriendo al trote pensando que el vientecillo tibio que ha quedado tras el adelantamiento no es más que una brisa veraniega. Nada grave. Sigamos trotando.

Pero no era una ráfaga, era el futuro. Mientras pensamos en como dar de comer a millones de personas que se van quedando sin trabajo, mientras los gobiernos piensan desordenadamente como enfrentarse a las encuestas, el empleo desaparece en términos generales. Podemos darle valor y relevancia a las cifras puntuales que nos dicen que se crea empleo y que parece sostenido, pero es engañarse. No llegaremos al pleno empleo nunca más. Y es normal pues no hacemos falta en la mayoría de esos puestos de trabajo.

Improvisar es un verbo que se les da muy bien a los políticos. No nos engañemos, no es estrategia, es táctica. Si les sale bien dirán que lo tenían pensado y que es gracias a una buena estrategia. Si sale mal lo borran de sus discursos y crean otra táctica. Si tuvieran estrategia y luces largas, si realmente estuvieran trabajando para el futuro de todos estarían analizando como será Europa sin empleo. Como vamos a fabricar un mundo donde el ser humano requiere trabajar en lo que lo hace humano. Su creatividad.

Estuve el jueves en Londres. En un foro muy interesante sobre la permanencia de Reino Unido en Europa que tenía como punto de inicio el informe conjunto de Deloitte y la Universidad de Oxford publicado a finales de 2014 y que aportaba alguna revisión significativa. El tema central derivó hacía que más de diez millones de empleos británicos serán asumidos por la tecnología desplazando irremediablemente a las personas que ahora los ocupan. Es decir, uno de cada tres en apenas veinte años.

Allí no se hablaba de Grecia, ni de Alemania. No se mencionó Europa, sólo se habló del futuro de occidente y del papel que la clase política, empresarial y bancaria juega en este reto de cambio y de cómo, para evitar un conflicto social inmenso, se debe trabajar a medio plazo. Se dijo que si el plazo es relativamente cómodo, empezar a construir amortiguadores es urgente.

Podemos discutir de lo que queramos. A veces parece que vivimos en planetas distintos unos y otros. Que se convoquen elecciones y se hable de ‘lo de siempre’ preocupa. Pocos, ninguno, de los que dicen que nos gobernaran bien, nombra el futuro real que nos espera. Siguen con sus discursos manidos, de distintos colores, con la misma verborrea inútil de siempre, pero ninguno habla de que el empleo se va por la alcantarilla y de que el modelo social futuro exigirá de una nueva perspectiva.

Dan miedo. Terror. Los escuchas y siguen con lo de siempre. Recuperación, cambio, críticas al de enfrente, siempre igual. Ninguno de ellos, nadie, habla de que los empleos que se están planteando ‘crear’ en sus programas serán empleos muy mal pagados, en posiciones repetitivas y propensos a desaparecer. Las personas que ganen menos de 30.000 Euros al año tienen cinco veces más posibilidades de perder su empleo que los que ganen más de 100.000. Eso es de lo que deben preocuparse ‘sus señorías’ de las narices.

Los avances tecnológicos van a provocar un cambio importante en el mercado de trabajo en las próximas décadas. A menos que se hayan comprendido y anticipen estos cambios, habrá un riesgo de desempleo general y subempleo crónico que acrecentará las diferencias sociales de manera drástica. De eso no iba la modernidad, de eso no va ‘el futuro tecnológico’. En Reino Unido, y otros, están trabajando para sentar las bases políticas de esos cambios. Coches automáticos, debates sobre como se podrá sustentar energéticamente todo esto, etc.

A menos que se trabaje en base a estos cambios inminentes, hay un riesgo de brecha cada vez mayor entre los que tendrán tecnología y los que no y una gravísima derivada sobre la ocupación laboral que se tiene que prever. Es inadmisible que de esto no se hable, debata y legisle. La generación de políticos más egoístas, mediocres y mal informados de la historia se está cargando la historia.

Los autores del informe que os comentaba hablaba de sectores que consideran de mayor riesgo. Los que trabajan en la administración, las ventas, el transporte, la construcción, la minería en una década verán como un montón de autómatas se los llevarán por delante.

Fijaos. En Londres, nos informaron, algunos empleos han empezado a desaparecer de manera masiva y silenciosa. Desde el año 2001 el 65% de los bibliotecarios han desaparecido y la mitad de secretarias o asistentes de administración también. En los supermercados apenas trabajan ya el 30% de los que lo hacían hace una década. No es un tema de robots, ni de androides, eso ya vendrá más tarde, hablamos de ‘bits’ haciendo tareas hasta ahora humanas. Es menos evidente, menos ‘glamouroso’, pero tremendamente eficiente.

Ya lo hemos dicho, el 47% de empleos actuales ya son susceptibles de ser sustituidos. Es un tema de presupuesto y amortización. A medida que las empresas puedan ‘comprar’ ese mecanismo que le evita tener un número de empleados para obtener más beneficios, lo hará. No lo podemos evitar, es pura lógica empresarial. También pasará en la administración pública. Pasará y hay que prepararse legislativamente y socialmente. Esperar a que llegue sólo hará que nos explote en la cara otra burbuja más.

Durante la revolución industrial, se fue labrando la clase media a través de la disponibilidad de puestos de trabajo en el sector manufacturero como medio de distribución de la riqueza en nuestra sociedad. ¿Cómo vamos a manejar esto ahora con la última revolución tecnológica? Los robots no sólo están haciendo el trabajo que son arriesgados o difíciles, ahora hacen cualquier trabajo que suponga una reducción de costes. No es futuro, es presente.

Lo de Grecia es Disney comparado con lo que se le viene encima a una Europa embarrada, lenta y lejos de la realidad. Las declaraciones de quienes nos ‘gobiernan’ sobre como afrontar el futuro son de aurora boreal. No se enteran o no quieren enterarse. Mucha gente va a sufrir, ya lo están haciendo y la explicación de que estamos saliendo de una crisis no se aguanta. No se trata de las cosas de antes, no se trata de un modelo económico tradicional. Hablamos de la Cuarta Revolución y muchos, los que deberían trabajar en ello, lo ignoran.

Entre hoy, mañana y pasado, escucharemos mil troikas y mil discursos. Todos acojonados con lo que vendrá tras el ‘no’ de Grecia. Pero seguirán ocupados en su partida de damas particular. No abordarán la verdadera reestructuración que nos importa. La de cómo modelamos un nuevo modelo económico y social que está sembrando ya la semillas que se traducirá en trastornos sociales a gran escala. ¿Piensan proporcionar alguna solución antes de que el problema se nos derrame por todas partes?

Como decía antes, 'Europa corre al trote por una vía paralela por la que se acerca un tren de alta velocidad. En menos de un minuto el tren pasará de largo y nosotros seguiremos corriendo al trote pensando que el vientecillo tibio que ha quedado tras el adelantamiento no es más que una brisa veraniega. Nada grave. Sigamos trotando'.

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A Europa ya sólo le queda Eurovisión

Se comentaba hoy en Bloomberg que ‘the greek drama won’t end with vote as polls show a tight race’, algo así como que por mucho que se vote el calvario griego no terminará para nadie viendo lo que las encuestas muestran sobre el referéndum del próximo domingo.

Se comentaba hoy en Bloomberg que ‘the greek drama won’t end with vote as polls show a tight race’, algo así como que por mucho que se vote el calvario griego no terminará para nadie viendo lo que las encuestas muestran sobre el referéndum del próximo domingo. Básicamente por que cualquier programa de rescate que pudiera renovarse se enfrentará a obstáculos insalvables en el parlamento germano, el mayor acreedor de los griegos. Es incluso posible que cualquier gobierno griego, aun votando ‘sí’ el pueblo griego, lo tiene crudo pues las negociaciones con Alemania no está claro que puedan llevarse a cabo. No se fían y menos cuando ponen la calculadora en marcha y les salen otros 36.000 millones de euros a soltar en tres años.

Esto ya no va de si Alemania quiere o puede, de si Europa está o no se le espera. Esto va de que los paquetes de rescate que se deben ofrecer y que el parlamento alemán tiene que autorizar puedan ser aportados. El sistema utilizado hasta ahora, el European Stability Mechanism, está plagado de inconvenientes llegados a estas alturas. En Alemania se considera que un voto afirmativo de los helenos a seguir con el plan de austeridad que los lleve a la pobreza extrema a cambio de no presentar un ‘default’ integral llevará a Grecia a un punto muerto de varios meses. Tras la renuncia de Tsipras y Varoufakis vendrían elecciones que hasta septiembre no se podrían ejercer. En esos términos todo lo que la ley exige que se debe hacer para acceder a los fondos no se podría desarrollar. Punto y final.

Ni el sí ni el no tienen la solución. De hecho se ha llegado a tal punto que lo que tenemos ante nosotros no es más que el final con consecuencias que los mercado aun no han querido medir ni los que lo intuyen se atreven a comentar. Mientras tanto vamos escuchando en tertulias de bar televisadas y en artículos de opinión interesados doscientas teorías sobre todo ello la mayoría de los casos con escasos fundamentos.

Los ciudadanos alemanes, que no nos olvidemos también votan y lo hacen a sus políticos alemanes que dependen de ello para seguir mandando en su propio país, ya no quieren mayoritariamente que Grecia siga en el euro. Del 51% que lo querían en febrero ya sólo son un 44%. Incluso ya hay opiniones muy destacadas que aseguran que lo mejor es sacar a patadas de Europa a los griegos. Lo dice un tal Hans-Peter Friedrich, ex ministro de Interior y diputado en representación de la CSU de Merkel. Disfrazando de ‘lo mejor para Grecia’ venia a decir que en el euro ya no hay sitio para los griegos cueste lo que cueste y que los votos del próximo domingo deberían de importar poco. Deben irse.

Grecia está en ‘default’ técnico como decíamos ayer. El tiempo irá disipando algunas responsabilidades como la que no se puede abstraer el FMI. Como no logren pactar un acuerdo de financiación con los que quieren su pasta, a la institución que se saltó todas sus propias normas prestando 35.000 millones sin tener evidencia de que se lo iban a reembolsar se la van a llevar por delante. Y no sólo por gestionar con el culo, sino también por hacerlo en base a intereses que cada vez son de mayor incoherencia con el peso de las economías del mundo.

El FMI está al servicio de Europa. De una parte de Europa. Las economías más grandes y emergentes del planeta se oponen a esa dinámica interesada hacia salvaguardar una economía, la europea, que cada vez pinta menos en el concierto global. Si quitas Alemania, que eso es otra Europa, y descartas al Reino Unido, que eso ya no se sabe que es, nos queda cero coma cero. Los grandes, Francia, Italia y España son lo que son y están como están. El resto, son postales de Navidad, bonitas estampas que quedan bien pero ocupan espacios sin trascendencia y sólo por temporadas.

Si el FMI piensa que puede obviar el desastre europeo va muy equivocado. Estados Unidos ya amenaza con dejar de participar en el fondo para ajustar cuotas que son imprescindibles para apoyar nuevas economías que emergen. De facto eso sería una estocada mortal a la institución de la Sra. Lagarde. De hecho la administración de Obama exige que se anule la deuda griega.

¿Que hizo mal el FMI? Un montón de cosas. Pero la más evidente fue tratar el problema griego en 2011 como si fuera una partida del monopoly. El diseño del plan de recuperación del rescate contemplaba una caida del PIB del 5% y una recuperación a toda leche devaluando internamente. Pero eso no fue así. Grecia ya lleva acumulada una caída del 25% de su PIB y de momento no se ha detenido.

La pobreza apareció por todas partes. Si pasas por Atenas lo notas, pero como te vayas a Salonika lo flipas. Ahí está la ‘otra’ Europa, la que nadie quiere ver, una que se parece al desaparecido Chipre. Resulta que la austeridad se lleva por delante la economía de un país y se considera que más austeridad lo va a arreglar todo. Se van a ventilar lo poco que queda.

El camino se termina. El FMI no puede ayudar a Grecia. Europa no puede ayudar a Grecia. Hay otra parte de Europa que podría estar tan jodida como Grecia si empezamos a ponernos detallistas con lo que somos unos y otros y analizamos que es eso de ‘la recuperación’ o que significa realmente ‘estamos creando empleo veraniego’. A Grecia no le van a dejar un duro a menos que ‘reestructure’ su deuda. Pongo entre comillas lo de la reestructuración porque en realidad quiere decir que les van a hacer ‘un griego’ mucho más intenso.

Seamos justos. A Grecia no la quiere rescatar nadie. En realidad de lo que se trata toda esta función es de rescatar acreedores. El plan de ‘2020 salvemos Grecia’, el programa que se presentó como un rescate a Grecia no era más que un plan de recuperación de la pasta de los prestamistas privados. De hecho fue el método por el cual los bancos franceses y alemanes que estaban más pillados pudieran escapar de la refriega. Todo eso lo saben brasileños, americanos, rusos, chinos y esquimales. Por eso, los planes del FMI y de cualquiera que toque un duro de los paises emergentes lo tiene complicado de ahora en adelante.

De Grecia nos quedará la ‘Tragedia’, de Europa el ‘drama’. Que mal lo han hecho todos. Todo cuanto pasa estos días no es más que el reflejo de una Europa que pudo ser pero no será. No nos sentimos europeos aunque suene más ‘cool’ que decir otra cosa. Reino Unido se va, Grecia no está, Chipre ya no hay quien lo encuentre en el mapa, Italia parece una caricatura, Francia es una bomba de relojería, Alemania ya no tiene claro si quiere o no quiere. Bruselas es un barrizal, Estrasburgo un gasto.

Mientras tanto, el planeta sigue su curso. El mundo, ese otro, sigue modernizando sus sistemas, automatizándolo todo, gestionando datos y cambiando la cadena de valor de todo lo que se produce. Y todo sucede cada vez más lejos. En Europa hay gente brillante, proyectos increíbles. Pero no hay agilidad. El tiempo pasa como pasa todo. La generación de políticos más inútiles de la historia se está ventilando la oportunidad de todos, se están repartiendo un pastel que era de nuestros hijos. Lo hacen porque no tienen claro si podrán comerse otro. Solo nos queda Eurovisión. Cabrones.

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Grecia es la anécdota de una Europa estancada

Podemos darle mil vueltas al asunto griego. Vueltas y vueltas. Podemos poner encima de la mesa consideraciones políticas, de orgullo patrio o de imposición germánica. Podemos darle al ventilador. Podemos, incluso, creernos todo lo que nos cuentan. Podemos.

Podemos darle mil vueltas al asunto griego. Vueltas y vueltas. Podemos poner encima de la mesa consideraciones políticas, de orgullo patrio o de imposición germánica. Podemos darle al ventilador. Podemos, incluso, creernos todo lo que nos cuentan. Podemos. El asunto no obstante tiene una arista más técnica. Grecia debe mucho dinero. Debe pagar plazos y ya se ha saltado alguno de ellos. El BCE ya le ha dicho que eso está mal. Y lo está no tanto por lo que significa dejar de pagar una cuota sino por lo que se esperaba obtener de todo ello. Es más feo hablar de intereses que de cuotas.

Grecia necesita aportar unos mil millones de euros sólo en términos de intereses sobre el dinero prestado. Son la amortización e intereses que se hacen pagaderos el 18, 19 y 20 de este mismo mes. Son los bonos en tenencia del propio banco europeo. Ese es el punto de inflexión y del que poco se habla.

Una vez que Grecia no pague, que no pagará, como ya hizo con los 1600 que vencieron de cuota, todos van a mirar al resto de acreedores para saber si se mantienen las vías de urgencia. No está claro que tras el Referendum el grifo se cierre, pero puede ser. Si los griegos votan ajustarse un agujero más el cinturón el conflicto entre la política y la realidad se encarecerá para los ciudadanos de ese país y el riesgo de tener parte del tercer mundo a una hora y media de avión y en plena Europa será muy probable.

Un tercer mundo revestido de ‘rescate’ pero tercer mundo al fin y al cabo. Una economía basada en nada, un plan de crecimiento imposible de ejercer y una sociedad que considera que ya ha pagado suficiente sus pecados y no piensa redimirse de ninguno de ellos. La corrupción socializada es parte del problema pero se acusa a quienes la ampararon como responsables de su distribución. Ahora nadie quiere asumir sus culpas.

Si el pueblo heleno dice no al plan europeo el asunto entra en pura niebla. No es fácil divisar donde está el acantilado. No se ve. Probablemente en ese 18 de julio. Con un no, el gobierno griego debe sentarse de nuevo a negociar ‘imponiendo’ sus condiciones, las condiciones del pueblo. Con eso sobre la mesa el tiempo correrá en contra de Grecia pues los requerimientos de pago llegarán y las soluciones o acuerdos seguirán lejos, más lejos aún.

El famoso ‘Grexit’ es más que probable bajo un prisma ‘técnico’. Veamos. Si votan no, teniendo en cuenta que Bruselas ya ha calificado ese referéndum como una especie de ‘si o no’ a Europa, un ‘no’ será como admitir que se repetirán los impagos. De esa manera Grecia se verá sumida en una espiral complicada pues al no pagar no recibirá liquidez de urgencia para pagar pensiones, funcionarios o proveedores por lo que la única manera de no parar la maquinaria del Estado será hacerlo con unos pagarés ‘oficiales’ que de algún modo serán, técnicamente, una nueva moneda: el ‘dracmapagaré’.

De todo esto, que no ha hecho más que empezar, podemos aprender varias cosas. De hecho está bien, como antes ya hemos hecho, mirarlo con mayor cercanía de la que dirigentes iluminados nos advierten. Vivimos en una especie de inopia por desconocimiento forzado. Unas veces por incapacidad de los que lo explican y otras por mala fe de quienes saben lo que pasa realmente. La cuestión es que no se cuentan las cosas como son.

Ahora sabemos que, por mucho que Bruselas se esfuerce en pintar de esfuerzo todo lo que hacen, de llegar a acuerdos de madrugada para que parezca que se lo curran mucho y que la sangre nunca llega al río, resulta que estas cosas pueden pasar. La suspensión de pagos, las quitas desproporcionadas, los corralitos, la vuelta a monedas anteriores al euro y vete tú a saber.

El gobierno español, italiano y portugués se esfuerzan en decirnos que Grecia está muy lejos. Y no lo está. En 2011 quedó claro, estaba a tiro de piedra. La incertidumbre va a ir dando alas al precio de la deuda. Estos días la prima de riesgo se está portando bien, pero eso es simplemente porque la prima, a veces, descuenta las cosas en diferido. La deuda se va a encarecer, su pago y amortización también. ¿Saben cual es el país más endeudado con el exterior de todo el planeta? Si, has acertado. Estados Unidos el primero y España va segunda por cierto. La deuda externa española es la medalla de plata.

Seguir leyendo sólo prensa tradicional y sus análisis es suicida. Lo fue hace años cuando absolutamente nadie decía la que se nos venía encima. Que tiempos aquellos en los que era evidente que todo se derrumbaría y que si lo escribías o te demandaban o te llamaban catastrofista. Ahora sabemos que todo aquello aun no ha terminado por mucho que se esfuercen en envolverlo en papel celofán. Los datos comparativos son muy jodidos. Cuando estás muy abajo, comparar con lo inmediato siempre te da positivo, pero sigues estando en el culo del vaso.

Sabemos que lo de Grecia es financiero pero tiene una deriva genérica mayor. Modelos productivos, tecnología y desarrollo de una nueva sociedad que debe adaptarse al futuro sin empleo que se avecina. Si no nos preparamos poco a poco Europa se irá convirtiendo en una postal del pasado. Se lo están currando quienes ahora mandan. Encima, mientras todo pasa, se pasa por encima de la gente que, aun teniendo alguna culpa, la mayor de ellas es haber votado (o no) a quienes desordenan el puzzle de todo esto.

Lo preocupante es que, al igual que en 2011, todo este asunto afectará de manera importante a las empresas, motor de todo. Hace años que el problema es crear empleo. Por desgracia se está creando en los mismos sectores donde no se produce ningún cambio de modelo productivo que pueda hacernos pensar que vamos en el tren del futuro. Ahora se acumula un nuevo problema de dimensiones difíciles de analizar. Lo único que sabemos, es que nadie ha actuado estratégicamente.

El futuro llega. Su tono es absolutamente distinto al que tiene este presente. Para muchos llegará y ni lo notarán. Otros, los que ya trabajan en él, van a definir la sociedad del futuro. La diferencia entre países que conquistarán su propio destino y otros que vivirán el que les quede, radicará en lo que se haga en estos momentos. Europa, cada vez que intenta solucionar algo se enreda en un barrizal legalista, inservible y viejuno. Europa se está quedando mientras el mundo sigue girando. Lo de Grecia es una anécdota más.

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La súper fábrica de Tesla y la política. Agítalo, a ver que sale.

Me pedía ayer una radio irlandesa que hiciera un análisis sobre las elecciones municipales y autonómicas en España. Creo que no les fui de gran ayuda. De hecho me agota la palabrería y la tertulia de café, estadística y escenarios, conversaciones de partido y de intereses que sólo interesan a unos interesados. Están con aquello de sumar ‘mayorías’ o del quítate tu que me pongo yo o viceversa. Nada nutritivo. El debate tiene escaso valor en el ‘quien’. Lo realmente destacado sería el ‘que’. Seguimos peripuestos en el andén y el tren sigue pasando. Y se va.

Me pedía ayer una radio irlandesa que hiciera un análisis sobre las elecciones municipales y autonómicas en España. Creo que no les fui de gran ayuda. De hecho me agota la palabrería y la tertulia de café, estadística y escenarios, conversaciones de partido y de intereses que sólo interesan a unos interesados. Están con aquello de sumar ‘mayorías’ o del quítate tu que me pongo yo o viceversa. Nada nutritivo. El debate tiene escaso valor en el ‘quien’. Lo realmente destacado sería el ‘que’. Seguimos peripuestos en el andén y el tren sigue pasando. Y se va.

Por poner un ejemplo sencillo de cómo se es permeable a los cambios y a la adaptación del futuro inminente. Si miramos el mapa europeo de dónde se puede y dónde no atender a un modelo Tesla, un coche diseñado y fabricado por la empresa que lidera Elon Musk, veremos el agujero histórico en el que nos encontramos. Cierto que el jefe de la marca aseguró que a finales de 2015 en España habría 12 estaciones de ‘súper carga’, pero de momento lo que es, es lo que ves.

Mapa Tesla Charge Stations

Mapa Tesla Charge Stations

Tesla es una compañía que ha logrado comercializar de manera importante su vehículo eléctrico. Puedes reservar el vehículo ‘aspiracional’, de lujo pero eléctrico, Modelo X pagando 5 mil dólares por anticipado y asegurarte su entrega en un buen tiempo.

Sería algo así como una nueva versión de Apple según algunos. Su historia es la historia de una guerra contra el poder de un sector, el de los coches, que sigue lejos de entender la que se le viene encima. De hecho, durante un tiempo, Tesla tuvo prohibida la venta en algunos estados americanos. Ahora, una vez su rentabilidad es pública y su plan definitivo acerca del uso de baterías que revolucionarán el sistema energético mundial, la vuelta atrás es imposible.

Las empresas lideran la innovación, eso es una evidencia. Nuestras vidas dependen en gran medida de que las compañías disruptivas ejecuten sus proyectos. Vivimos en un día a día muy distinto al de nuestros padres debido a la irrupción de diferentes artilugios, sistemas, inventos, productos o redes que surgieron en alguna empresa. Los cambios en términos energéticos no sólo son una opción económica, de gustos o de capacidad, es una innegable obligación sostenible. Tesla es una de esas empresas que se han lanzado a una conquista transversal a partir de un proyecto inicial. Del coche eléctrico se ha pasado a la batería cotidiana.

Y ciertamente ahí está la clave del asunto. Lo del coche tiene su cosa pero ya sabéis que en mi manera de ver la movilidad futura aparece más destacado el coche automático y, a medida que las leyes se adapten, un modelo de uso socializado del automóvil será la tónica en las grandes ciudades.

Por eso, cualquier noticia al respecto de lo que está preparando Tesla acerca de las que se salten a todo un modelo energético establecido es algo interesante de analizar. En España ya sabemos que no hay intención de apostar por un modelo que penalizaría a las grandes compañías y que, para eso está, la política piensa trabajar duro a fin de asegurar sus modelos actuales. Y así nos va. Así veremos alejarse ese tren que en otros lugares abrazan con entusiasmo.

Y la cosa avanza rápido. Con medio millón de metros cuadrados y un costo de inversión de 5 mil millones de dólares, Tesla construye la fábrica de baterías más grande del mundo en Nevada. A pesar de que hay un video que muestra la gigantesca construcción, en ese video parece ser que sólo aparece una cuarta parte de lo que acabará siendo. De hecho con ese tamaño no sólo será la factoría de baterías más grande del planeta, probablemente será una de las tres más grandes en términos generales que se puedan ver en el mundo. Su nombre ha empezado a ser el de ‘Gigafábrica’.

Si bien los planes de Tesla es empezar la producción de baterías en 2017, parece ser que la creación completa del paquete de estas baterías estará a principios de 2016. Momento para empezar a pensar en serio en ello pues los pedidos que ya tienen hace pequeña la propia intención inicial.

Los números son impresionantes. En los primeros días de reservas desde que se anunció la batería, Tesla recibió órdenes de compra por valor de unos 800 millones de dólares según Bloomberg Businesss.

Todo aquel al que le entusiasme la idea de un futuro de energía solar barata puede hacer una reserva online, con años de anticipación, sin pagar un adelanto. Es increíble pensar que desde ya mismo no hay modo de que Tesla pueda hacer frente al nivel de demanda que reflejan las primeras reservas. La gigantesca planta originalmente iba a destinar unos dos tercios de su producción a las baterías para vehículos eléctricos y ya están pensando que igual se les ha quedado pequeña antes de empezar.

Como decía, mientras tanto, en el Reino, se sigue pensando más en que nadie toque el chiringuito de algunos que en proponer opciones energéticas disruptivas y que a buen seguro liderarán los cambios inminentes.

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Tu papel en este reto histórico

Hace tiempo leí en The Economist que si nos hacemos la pregunta ‘¿qué es un emprendedor? sólo tendremos dos posibles respuestas o puntos de vista. El primero es el más popular y asegura que los empresarios son personas que dirigen sus propias empresas. La segunda opinión es la que defiende Joseph Schumpeter quien asegura que los empresarios son los innovadores de la economía y de la sociedad. Asegura que las personas tienen ideas, que quienes las convierten en empresas aportan valor social que se traduce en bienestar tarde o temprano. Ha pasado antes y seguirá pasando.

Hace tiempo leí en The Economist que si nos hacemos la pregunta ‘¿qué es un emprendedor? sólo tendremos dos posibles respuestas o puntos de vista. El primero es el más popular y asegura que los empresarios son personas que dirigen sus propias empresas. La segunda opinión es la que defiende Joseph Schumpeter quien asegura que los empresarios son los innovadores de la economía y de la sociedad. Asegura que las personas tienen ideas, que quienes las convierten en empresas aportan valor social que se traduce en bienestar tarde o temprano. Ha pasado antes y seguirá pasando.

Pero la diferencia es que, aunque ahora menos, los emprendedores son los nuevos héroes. Se acercan elecciones en España y volverá la recurrencia al efecto. Volverán a llenarse la boca del término muchos de los que no tienen ni la más mínima impresión de que significa serlo, lo que necesitan o lo que se espera que no hagan por ellos. Los políticos desearían tener un molde para fabricar emprendedores a su gusto. Volverán los programas de televisión, los artículos por todas partes defendiendo sus ayudas y se nos mostrará un nuevo ejército de personas encabezadas siempre por nombres destacados y de éxito, al calor de los cuales, otros se lanzarán a la glamourosa aventura de emprender. Pues de glamour tiene poco o mucho, depende, pero no de lo que crees o te parece. Hay de todo. Lo importante es de que tipo se crean. En mi opinión deben crearse emprendedores tecnológicos pero con capacidad de salir fuera, de conquistar el mundo, de explorar mercados que parecen inaccesibles. Hay que trabajar en construir un mundo mejor cuando precisamente todo va peor. No vale hacerlo cuando es fácil, no suele ser duradero ni real. ¿No saben que cuando la cometa vuela es porque el viento sopla en su contra?

Si un país no es capaz de generar el escenario idóneo para crear empresas no tan solo perderá masa laboral, ciudadana, cohesión y otros factores que desestabilizan a una sociedad, sino que se alejará del talento, de la innovación, del progreso tecnológico y, por derivación siniestra, del bienestar y modernidad socioeconómica requerida. Así ha estado pasando estos años y mucho hay que trabajar para que esa masa gris que se escapa regrese por algún motivo que no sea visitar a sus familiares por vacaciones.

Tengo la sensación que los empresarios o emprendedores que alteramos y desorganizamos continuamente la manera de hacer las cosas jugamos nuestro papel. Somos incómodos para los que eso les supone un colapso mental. Es obvio, pues sino no se entendería que, tras llenarse la boca y farfullar frases hechas sobre el apoyo al emprendedor y a la creación de empresas, te pegan el palo que te pegan con dificultades y meriendas similares a fin de que montar un negocio sea como subir el Everest sin oxígeno.

Un emprendedor es un agente incómodo para lo organizado porque requiere un fuerte compromiso con la innovación. De ella depende para competir con empresas que estaban antes que él, ser emprendedor obliga a ser optimista, pues sin ese valor casi irreflexivo a veces no se conquistan nuevos territorios. Pero ser emprendedor exige ser crítico con tu entorno para facilitar la creación de riqueza y de supervivencia de un negocio a fin de crear empleo. No es lo mismo acudir al trabajo a las 9 y salir a las 5 que no tener hora de entrada ni salida pues el proyecto que llevas entre manos requiere de concentración constante. Esa exigencia superior aborta cualquier imposición irreflexiva y te pone en alerta de la ineficiencia pública por ejemplo muchas veces.

Por todo el mundo hay gobiernos que no saben medir los tiempos o los tiempos ya los han medido a ellos. La mayoría de estos tipos que dicen ir a sus ministerios a mejorar la sociedad y a ayudar a ‘sacarnos de la crisis’ no tienen la más mínima idea de a lo que se enfrentan. Siguen considerando que para saber que tan emprendedora es una sociedad se trata de medir el número bruto de empresas o personas que trabajan por cuenta propia por ejemplo. No introducen el baremo más importante, el que realmente define el verdadero valor emprendedor (por innovador) de una sociedad que debería acelerar e ir de cabeza hacia la automatización y la tecnología.

La visión distorsionada que tenemos de ‘por donde hay que recuperar la economía’ se debe a que mayoritariamente la sociedad ve el mundo por el prisma de la prensa tradicional que a su vez transcribe los mensajes oficiales e interesados que a su vez componen con una absoluta indiferencia hacia la realidad que les rodea de lejos. Una visión que habla de ‘recuperación’ de no sabemos qué, de volver al crecimiento y creación de empleo de manera táctica y no estratégica y de un mundo de colores pastel que no te puedes creer si has viajado un poco. Esto no va de inventarse un titular y esperar a ver que pasa. Esto no va de esperar y que por ciencia infusa se ‘arregle’ todo pues no hay nada que arreglar. Esto no va de generar empleo inmediato porque no se va a crear. Esto va de diseñar, estimular y generar un mundo nuevo vinculado a la tecnología, la economía digitalizada y digital, al conocimiento y al valor añadido de aquello que ya tenemos en marcha como el turismo y otros.

Los retos históricos se pierden por desinterés, por ineficiencia o por voluntad. No se cual es el caso, pero o se toma un giro determinante o, no sólo España, Europa en general los va a perder. Se puede perder el tren por no ser capaz de correr hacia el andén si ves que se está escapando, porque no encuentras el andén o por que, viendo el andén y el tren parado, decides ir al bar. ¿Cuál es el caso que nos ocupa?

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Marc Vidal Marc Vidal

Si ellos no hacen nada, ¿tú que puedes hacer?

Sigue el discurso de que ‘la crisis ya pasó‘.  Fue el villancico oficial las pasadas navidades y amenaza con ser la canción del verano. Como si por repetirlo pudiera convertirse una situación determinada en otra. Es como una especie de soez lista de datos macroeconómicos que no se creen ni ellos y que suelen estar en boca de quienes seguramente no se han leído ni uno sólo de esos informes que aseguran que, lo de ahora, es la antesala de la abundancia.
Y digo que no se los han leído porque es lo que parece. O peor aún, ni saben de su existencia y apoyan su cantinela en los argumentarios de partido que reciben cada mañana en sus endogámicos correos. Viven en un engaño que nos va a lastimar a todos. Es similar a cuando Zapatero definió el inicio de la peor etapa económica de este país como una simple desaceleración. El daño fue catastrófico pues si no aceptas lo que vives, difícilmente le pondrás remedio. Datos sobre el empleo, sobre la deuda, sobre las pensiones o el déficit son pura plastelina para esta manada.

Y es que ahora vivimos algo único y retorcidamente especial. El tránsito entre dos océanos. Entre el que representa un mundo anterior y analógico y el que se llena de datos y es digital. De un mundo industrial atado a los convenios del pasado y el futuro automático y automatizado. Mantener por más tiempo este flujo inservible e inércico hacia la nada, esperando que las cifras de los organismos oficiales otorguen menos paro, más crecimiento, mayor competitividad y lo que se nos ocurra, es tóxico y peligroso. Y más cuando todo eso se sujeta en ‘el regreso’ de sectores económicos que nos llevaron al barro antes en lugar de que sea por manos de otros con todo el futuro por delante.

Y, tienen razón, es verdad que no estamos en crisis. Y ese es el problema. Los que gobiernan consideran que la crisis es el estado natural del desmontaje de un modelo productivo nacional empujado por la ‘otra’ gran crisis mundial que se nos vino encima. Que se le llame crisis o no es lo de menos ciertamente. Esto es lo que es y da igual como se defina. En el lodazal estábamos todos. Países europeos, emergentes, asiáticos, americanos del Norte y del Sur, pero cada uno con su ficha y su dado numerado. Llega el momento de entender que ese fango no es más que la consecuencia de la metamorfosis que vive el mundo y unos deciden asumir que estamos ante algo diferente y otros mantienen el discurso de la ‘salida de la crisis’.

Un discurso que consiste en alimentar a una sociedad mantenida en una ilusión como sucedió antes. Un discurso que  los alejaba de la crítica social y el valor de tomar las riendas de su propia existencia. Es absurdo, cuando no una actitud de ignorante, pensar que la clase gobernante establecerá mecanismos de información que permitan a los gobernados detectar claramente la estafa y humillación a la que se les somete a diario. Por lo tanto no tiene sentido seguir pendientes de las decisiones políticas, de los medios de comunicación o de sus derivados, no vamos a ver nada más que píldoras que se evaporan rápido. El tiempo se agota. Como sociedad no tendremos muchas más oportunidades de aprovechar un punto como este. Es hora de despertar, nadie nos va a llamar temprano para que lleguemos pronto a algun lugar. No hay lugar, sólo hay camino, el tiempo que cada uno le dedique es cuestión particular.

Visto lo visto, y viendo lo que vamos viendo, poco o nada puedes esperar de los que ‘deciden’. Los que están permanecen en la inopia y desconocimiento de haber dejado pasar la oportunidad de haber cambiado este país e incluso otros. Si me apuras hablamos de Europa. Se les recordará por eso. Saldrán en los libros de historia como la generación política que permitió que el tren del futuro pasara por delante de todos y ni se enteraron. No saben que está pasando en el mundo, no tienen idea de que va todo esto y encima parece que creen que nos convencen de sus estúpidas frases hechas. Los que están en la oposición también saldrán en esos libros. Igual al final, pero saldrán y por lo mismo. No se les entiende. Hablan de cosas que ya no pasan, que no pasarán y que parecen más cercanas a un mundo en decadencia que a un universo moderno y actual. La clase política española (y europea) es de museo (de cera).

No todos son iguales. Hay políticas activas destinadas a poner de vuelta al revés la realidad económica de un país. Sus maquinarias anticuadas y sus modelos de crecimiento vinculadas a otro tiempo se fracturan con decisiones valientes y acertadas que les conducen directamente al futuro. Cierto es que, con cada decisión que acerca esos países al futuro, la clase política pierde poder y lo traspasa a eso que se llama ‘empoderamiento‘ de la gente. Tal vez, esa, sea la causa de que otros no estén por la labor. Ya lo hizo lo hicieron las clases dominantes en otros tiempos complicando cuando no prohibiendo el acceso al conocimiento de los administrados pues eso los hacía poderosos.

Mientrastanto, ¿que puedes hacer?. En el tiempo que todo esto se vaya disipando, que la niebla que cubre a los que no ven se desvanezca. Haz lo que te apasiona tío. Eso habrás ganado. Esto va muy rápido y deberás dedicarle a tu vida el tiempo que se merece. Déjate de echarle la culpa a estos ineptos o a nadie y traspasa la tela de araña que han tejido con tanta destreza. ¿Estás haciendo lo que te apasiona en este preciso momento? El despertador está sonando. Descubre tu propósito en esta vida (o uno de ellos) y conviértelo en tu realidad. Descubre, explora, viaja, vive en otro lugar y luego, si te apetece, emprende. No te recomiendo hacerlo en el sentido contrario by the way.

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Cuando 2+2-5 son 4

Normalmente a los datos económicos oficiales les suelo dar la credibilidad exacta tras una revisión lógica. Aquellos que representan aritmética de primer grado los digiero sin contemplaciones, pero cuando son resultado de una triangulación de operaciones o de interpretaciones del anunciante los pongo en cuarentena. Lo he hecho siempre y eso me ha permitido en muchas ocasiones descifrar y leer entre líneas para luego tomar decisiones. Incluso le llaman ‘método’.
En época electoral mi confianza es incluso menor. Aquí ya no cabe nadie con cordura. Los informes, titulares y fuegos artificiales se mezclan en una orgía infecta de declaraciones que sólo buscan puñados de votos tras cada frase. Es un insulto a la inteligencia publicar que según la EPAel paro ha bajado en 2.300 personas durante el primer trimestre de 2014, registrando así su primer descenso en un primer trimestre desde hace diez años’. Sino fuera por lo serio del asunto, y de que estamos en cifras de que 1 de cada 4 españoles en edad y condición de trabajar no lo hace, un titular como ese, debería de ser penalizado por tóxico y falto de la más mínima ética. Las cifras reales son las que son y deben de ‘triangular’ de manera objetiva y no tomando la parte que interesa. Tienes 2, te dan 2 más y te olvidas que debes 5. Resultado según el método ‘ibérico’, te quedan 4.

La realidad pesa como el plomo y la verdad es que en el primer trimestre de este año se destruyeron 184.600 empleos, 51.000 de los cuales eran indefinidos. Además, para maquillar en la medida de lo posible en fechas tan ‘señaladas’ los empleos destruidos entre enero y marzo pertenecían al sector privado, pues el público ni se toca aunque no haya manera de pagarlo y el déficit siga disparado. Es más grave aun, resulta que para que esas cifras sean menos dramáticas en cuanto a destrucción de empleo

Hemos dicho muchas veces que ante nosotros se presenta una oportunidad histórica y trascendental. Convertir nuestro entorno inmediato en un enclave tecnológico, emprendedor y de cambio intenso. Sin embargo seguimos en manos de quienes consideran más importante inventar discursos anestésicos que en ponerse el arriesgado trabajo de cambiar la sociedad y su modelo de crecimiento anticuado.

Sin embargo no sólo es culpa de los que dirigen. Hay para todos. Empiezan a notarse los primeros síntomas de ‘recuperación’ en las ganas de comprar vivienda, invertir en suelo o de tocar ladrillo. Si, lees bien. Resulta que las ‘clases propietarias’ tienen la confianza recuperada, la que perdieron con el pinchazo de la burbuja, que les dice que si no aprovechan ahora el momento ‘low cost’ del tocho estarán perdiendo ‘la gran oportunidad’.

Triste panorama si volvemos a eso. Por suerte el mundo se mueve en paralelo a estos genios. La empresa, muy castigada por años de desinversión, se ha adaptado y empieza a dar frutos en la vertiente de la innovación, de la internacionalización y en la consecución de retos. Lo hizo por su cuenta, lo sigue haciendo. Los emprendedores y empresarios que no leen periódicos sino libros electrónicos están dando la vuelta a la situación con un esfuerzo que los políticos no pueden ni siquiera imaginar.

Mientras unos organizan ‘foros de debate’, desayunos coloquio y meriendas distinguidas para hablar, hablar y hablar sobre lo de siempre y sobre ‘nuevas tecnologías y emprendedores’ donde solo van políticos y funcionarios, otros, los que deben pagar nóminas, impuestos y poner en juego todo, siguen pensando como innovar, competir en el exterior y sumar para generar riqueza y empleo del de verdad.

La austeridad se llevó por delante a millones de personas, la crisis financiera a miles de empresas y los discursos que manipulan se ventilaran el ímpetu de muchos que creyéndoselos podrían perderlo todo. Hay que dar herramientas concretas y reales a los que pretenden apostar todo su patrimonio por un sueño que podría ser motor de cambio social y estímulo para una mejora de la economía a medio plazo.

¿No han aprendido nada? De aquella hostia monumental que llamaron ‘desaceleración’ al insulto a la inteligencia de los ‘brotes verdes’, no hay mucha diferencia a decir que ‘la recuperación ha llegado’

Yo no quiero recuperación, no hay nada que recuperar. Si lo que vamos a estimular es el deseo de comprar vivienda para especular, de generar valor sobre la nada y a dar sentido a todo cuanto se convirtió en barro, habremos perdido la gran oportunidad como generación.

Vivimos tiempos de cambio, un cambio de época, hay países que lo han entendido, se han puesto manos a la obra. Vivo en uno de ellos. Ya nada será igual y mantenerse en frases hechas, discursos biensonantes e interesados, electoralistas o cobardes, alejados de la alta política que exige sacrificios de los dirigentes, inversiones en talento, tecnología y redes, que obligará a terminar con oligopolios industriales y de comunicación, donde las cosas que son normales en otros países (ahora ya más avanzados) también lo sean en el nuestro y donde, a medida que lleguen, los avances tecnológicos se asuman con entusiasmo y no con preocupación.

Hay países donde las leyes permiten el avance de la tecnología, son el futuro. Hay otros que mantienen normas o imponen nuevas para inmovilizar esa llegada implacable de lo irremediable. Solo lograran retrasarlo, pero en ese esfuerzo, el daño que harán es enorme.

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¿Que somos, leopardos o gacelas?

La diferencia entre un leopardo y una gacela es que el primero puede equivocarse una y otra vez, la segunda no. Por ejemplo, durante siglos la banca se ha equivocado en innumerables ocasiones, pero sin embargo no ha permitido que sus fieles lo hicieran. Unos son gacelas y otros leopardos en esta vida. Durante decenios el sagrado sistema financiero ha permitido sin que le temblara el pulso que miles de personas fueran embargadas por cometer un error en el mejor de los casos. En el peor, por no cometerlo.
¿Y si la relación que muestra la metáfora estuviera cambiando también? Acabo de llegar a USA. Este es un país donde el uso de la moneda de plástico es masivo y donde la deuda se genera para superponerse a un déficit personal anterior. Los ricos a crédito no son exclusivos de América, están por todas partes, especialmente florecieron en la España enladrillada. Muchos de estos individuos que estructuran su vida en base al pago a crédito, para abonar todo su consumo cotidiano en términios que ya se han convertido en un “retainer” a perpetuidad, son “expertos” financieros que consideran estar amortiguando sus gastos gracias al mal llamado “cómodos” plazos. Esos son las gacelas. Poco o nada pueden hacer con su destino. Lo deben.

¿Quienes están pues en condiciones de cometer errores? Los soñadores, los que apuestan a sabiendas que sin arriesgar no se innova. Yo reclamo el valor y derecho a ser un #dreamer y exijo mi derecho a equivocarme cada vez mejor. En definitiva los leopardos de la Nueva Economía deberían ser los emprendedores, especialmente, los que desarrollan proyectos digitales por su especial materia y menor fricción.

En definitiva, un emprendedor es un soñador, alguien que se pregunta todo y que se muestra crítico con aquello que le molesta, estorba o despista, pues se juega el patrimonio, la vida y el futuro. Es muy distinto ver lo que va mal cuando te afecta de verdad a cuando le afecta a otros.

Por eso, cuando se impone el terror al fracaso lo que realmente se logra es asfixiar la vitalidad  económica. La gestión del fracaso en España y en Europa en general es contraria al estímulo empresarial. No se valora como factor de aprendizaje sino todo lo contrario, no se entiende que tras un error hay un aprendizaje. Nuestra sociedad está acomplejada, mínima, incapaz de enfrentarse a ese miedo a fracasar, la cantidad de gente que emprende es menor que en otros países y en gran medida está provocado por ese siniestro círculo cerrado. Cuanto menos intentos menos éxitos, cuanto menos éxitos menos innovación, cuanto menos innovación menos competitividad. Es una regla que asusta de lo simple que es y que conduce a la parálisis.

Hay millones de personas que no ven los goles de la vida porque tienen miedo o por mantenerse seguros en la “zona de confort”. Pero oyen el rugido del público e interpretan que ha habido un gol. El modelo social en el que vivimos intenta con todas sus fuerzas a que vivamos de espaldas a lo que sucede y muchos se resignan y se toman su tazón de cloroformo matinal para no sentirse mal. Es gente que en muchas ocasiones saben mucho, leen mucho, escuchan mucho y seguramente conocen tantas cosas que podrían llamarse “sabios”. Se puede ser sabio pero a la vez se puede no estar viviendo.

Ya no sólo es cuestión de cambiar modelos de crecimiento, de impulsar políticas activas, de renovar acciones complementarias, de estimular la emprendeduría, de mejorar las tasas tributarias o de impulsar la exportación y la internacionalización, ni siquiera es tema de tecnología sólo o de entender los tiempos que corren. Lo que realmente toca es un cambio de actitud, un gesto global y entendible, la composición de un sueño colectivo que sea capaz de disolver en la nada tanta pesadumbre y tristeza. Es la hora de los soñadores, de los valientes, de los que ven en cada dificultad una aventura y en cada ruina una lección.

Es la hora de los que saben que no son gacelas, que como los leopardos pueden cometer errores y volverlo a intentar. Si vas a intentarlo y temes equivocarte, no te preocupes, hay muchas opciones de que así sea. Luego te queda el resto de tu vida para poner en práctica todo lo que hayas aprendido.

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'Empleo para el futuro' en ABC

Mi artículo de esta semana en ABC se titula “Crear empleo para el futuro”, y trata de ilustrar la que considero mala digestión, que de este momento histórico, está viviendo la mayoría de países de nuestro entorno. Intento definirla como un escenario que está lejos de ser una crisis de tipo financiera o monetaria y que para la creación de empleo de calidad y con garantías de futuro hay que trabajar de manera seria en ello. Hablo de que es mejor dejar las simulaciones que nos hacen ver “burros voladores por donde no sopla ni el viento“ o “simulacros de inversión o de mejora donde lo que hay es parálisis y tarifa plana“. En el artículo defino en parte la “hoja de ruta” que interpreto deberíamos de asumir todos, inclusive los que se miran todo desde la barrera.

A continuación, os dejo el texto completo del artículo:

Crear empleo para el futuro

La tripulación dice que mires hacia la derecha. Por mi escotilla se puede divisar el Montblanc. Imponentes sus casi cinco kilómetros de altura te dejan pensativo. Se asoma entre la Europa decadente y la que dice estar saliendo de la crisis. Mirarlo en un día claro es ver la mancha que divide esas dos ‘Europas’ que no dejan de ser una misma pero mal interpretada. La mala digestión de este momento histórico por parte de la mayoría de países de nuestro entorno está lejos de ser una crisis de tipo financiera o monetaria. A parte nos quedan las simulaciones que nos hacen ver burros voladores por donde no sopla ni el viento. Simulacros de inversión o de mejora donde lo que hay es parálisis y tarifa plana. En lugar de vanagloriarse de que alguna personalidad tecnológica destacada decida invertir en constructoras con balances complejos, lo que se debería de hacer es localizar el problema real y no continuar con el engaño siniestro que nos podría hundir por mayor tiempo y desaprovechar la oportunidad que tenemos frente a nuestras narices y que, quienes deberían, no ven.

Siguen habiendo dudas sobre la capacidad de retornar inversiones en países como Grecia, Italia, Portugal o España por ejemplo. Se preguntan si estamos en condiciones de ser competitivos en un mundo global y por ello de ser atractivos a dicha inversión en el futuro. En España, por ejemplo, siempre habrá negocio, eso es evidente pues cincuenta millones de individuos lo generan por combustión espontánea. Pero ¿será atractivo siempre? El inversor medio busca rentabilidad y en ese punto localiza destinos atractivos.

Llegan noticias de que se trabaja para devolvernos a la ficha de salida. Eso es algo terrible. Inversiones millonarias en promociones inmobiliarias que nos conducen de nuevo a una vida anterior como si no hubiéramos aprendido nada del desastre monumental que hemos vivido. Se pretende convertir otra vez a este país en un polo de atracción por la vía de la construcción y el turismo. Dos sectores focalizados en la mano de obra (cada vez más barata) y no en el conocimiento o el valor añadido. Las cifras del paro en los próximos meses demostrarán que esta estrategia solo conduce al trabajo temporal y mal remunerado.

La solución para salir de este círculo vicioso pasa por la creación de empresas que aporten empleo de calidad. La austeridad a la que está siendo sometida la sociedad española (y europea) no tiene sentido si con esa política no se desarrollan planes de futuro y que impulsen modelos de crecimiento distintos. No vale de nada endurecerlo todo para luego volver a potenciar al sector que nos llevó al abismo o a la generación de empleo que nos encierra en una especie de microburguesía low cost que asusta. La mitad de los jóvenes en España está en paro. No tiene sentido mantener los modelos formativos que los empuja a las listas de desocupados y pretender que todos sean lo que no pueden ser. La huida es masiva. Aquí lo que hace falta son políticas concertadas que conduzcan nuestro modelo productivo a una economía del conocimiento, tecnológico y de alto valor que pueda complementarse de manera equilibrada con cuanto teníamos y que podemos recuperar ordenadamente.

La revolución que vive el mundo, mucho más que una crisis, responde al posicionamiento de las piezas de un puzzlesocioeconómico y vital entre hombres, tecnología y política. Una economía en funcionamiento que se ajuste a la nueva realidad precisa de compradores y de vendedores y si queremos vender conocimiento español deberemos de activar todos los mecanismos para que así sea. La empresa privada, la banca, los sindicatos, la política, la prensa y la sociedad deberán poner de su parte. Todos están en condiciones de entenderlo pero no todos están dispuestos a hacerlo.

La empresa privada está a contrarreloj y las prisas suelen ser malas consejeras. La banca mantiene el discurso del saneamiento que no se cree ni el famoso Tato pues con un banco malo no se deja de ser el ‘ídem’. Los sindicatos a sus cosas (y nunca mejor dicho), la política valiéndose de su posición aristocrática para no meterse en el barro, la prensa dudando de cual es el discurso correcto y luchando contra un cambio de tiempo (que les pilló a destiempo) y la sociedad descubriendo que es eso de dejar de ser clase media. Con este panorama cuesta aprovechar el momento y darle la vuelta a la colcha.

Cuando en el siglo XIX entró una máquina de vapor a una fábrica de 400 trabajadores para que la llevaran sólo dos, hubo 398 personas que creyeron estar en una crisis absoluta y no sabían qué hacer. La sociedad nombró “crisis Industrial” a lo que siglos más tarde hemos llamado “Revolución Industrial”. Aquella sociedad aprendió a colocar a todas esas personas en diferentes sectores y a mejorar la vida de todos. Nosotros estamos aprendiendo a modificar nuestros ritmos vitales, económicos, sociales, políticos para que la gente se incorpore en esta revolución tan absoluta. Las culpas están repartidas en diferentes medidas y estamentos. Está claro que hay gobiernos que han hecho menos que otros, hay sociedades que abusaron del crédito y de la especulación absoluta, o que España no aprovechó las bonanzas para impulsar un cambio de modelo de crecimiento. Aún así, la respuesta al momento actual no está en recuperar nada, ni en hablar de crisis, sino en intervenir teniendo en cuenta que estamos viviendo una revolución en todos los sentido

Para poder vender hay que seguir con la austeridad y ajustar costes en todos los ámbitos. Esto no es solo un tema de ajuste salarial, también tiene que ver con reducción fiscal y así pelear contra la miserable curva de Laffer en la que tanta presión tributaria no consigue recaudar más dinero sino todo lo contrario por pura estrangulación.

Si queremos convertir a España en una verdadera potencia económica, esta vez no basada en la especulación y en acumular ladrillos en cualquier solar recalificado o si lo que deseamos es ver los modelos productivos vinculados al conocimiento y la tecnología, nos conviene a todos irnos dando cuenta de que esto no es una crisis y que no hay nada que recuperar, que lo que nos toca ahora es aceptar el nuevo momento, aprovechar la oportunidad, apoyar a los que peor lo están pasando y ajustar el gasto y conducirlo a donde realmente puede aportar valor.

Asusta pensar que esa hoja de ruta que nos debe conducir de un entorno en quiebra a otro de alto valor económico esté en manos de la clase política actual. Una casta que no son capaces de conectar las luces largas de la alta estrategia y se limitan a mirar el futuro en fragmentos cuatrianuales. Ahora más que nunca toca hablar de lo que importa, diseñar el modelo y actuar. La fiesta está apunto de empezar. El cambio de modelo es inminente y los ciudadanos pasaremos lista, quien no esté ahora se lo va a perder y además lo recordaremos.

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Inminente final de época

Que los seres humanos utilizamos un porcentaje muy bajo de la capacidad de nuestro cerebro es una teoría científica que goza de un enorme consenso. La verdad es que cuando analizamos el barrizal en el que nos han conducido banqueros, hipotecófagos, pisitofilos y políticos no queda otra. Tómenlo como quieran pero estoy convencido que una buena parte de esa tontuna general en la que hemos vivido en los últimos años no es más que la evidencia de ese defecto de fábrica.
Estamos rodeados de inservibles. Pobres personas capaces de vender a su madre por un escaño por falta de ímpetu en hacer algo de provecho. Estar en una lista una vez te ayuda a verte distinto al resto, te da tranquilidad, chapa y acceso libre al puente aéreo. Dos legislaturas ya te elevan del suelo, sientes que el menú debe costar la mitad que al resto de los mortales y que todos deben genuflexionarse a tu paso. Tres legislaturas ya te acercan a la aurora boreal. En casos crónicos como los de cuatro o cinco legislaturas, la total lejanía a las críticas y enfado social es evidente. La empatía desaparece y se convierte en una especie de indignación aristocrática similar a la que algún futbolista que llora por no recibir aplausos fogosos los todos los domingos. Que gravedad.

No son todos, pero son muchos. Se sorprenden de que la gente salga a la calle, que se atreven a retorcerse de indignación por lo que consideran un allanamiento a su intocable estatus de personas ilustres. Algunos llevan tanto tiempo retozando en lo público que no tienen ni idea de lo que está pasando ahí fuera. No voy a entrar en las razones, las he descrito durante años, ni la dirección que tomará todo, ya lo dije también y además no es interesante esperar que otros determinen, pero lo que si voy a señalar un aspecto que si me parece importante.

Ya poco importa si unos son violentos (intolerable) o si la policia ha tomado una actitud chulesca y agresiva (intolerable), lo que realmente es determinante es que ya no hay vuelta atrás. El modelo ha cambiado, o mejor dicho, está cambiando. Esto son los efectos residuales del gran cataclismo. Esto son fuegos artificiales de un nuevo escenario. No ha hecho más que empezar, todo lo que se avecina es hierro y en barra.

La metáfora con la que suelo explicar lo que ha pasado y estamos viviendo la refiero a un volcán. Imaginemos un cráter calentando motores, apenas quedan días para la enorme explosión que nos espera. Normalmente esa erupción no suele venir acompañada de grandes indicios pero si de algún pequeño terremoto que indica que algo va a pasar. De repente, como de improviso, una lengua de fuego y lava es expulsada con una enorme fuerza hacia el exterior sin miramientos. Así fue el principio de la crisis. Así lo hemos vivido: una tremenda explosión de luz y fuego que apenas pudimos interpretar previamente. Sin embargo luego viene lo importante. La masa que proviene del interior de esa montaña viva se esparce por todas partes, se desplaza y procura un cambio en la fisonomía de toda la ladera. Podemos compararlo con el tiempo actual.

La crisis ya pasó, hace mucho, nada de lo que cegó nuestros ojos era importante si lo cotejamos con lo que supone un cambio de sistema. A medida que el magma se solidifique y termine por conformar una nueva superficie debemos saber como gestionar este cambio gigantesco. La crisis se fue pero ahora toca entender como queda todo, cual será el nuevo modelo económico, social, cultural y de participación política. Este nuevo paisaje se basará en una sociedad hiperconectada donde las relaciones ya no son son lineales sino transversales y donde la suma de las individualidades dentro del colectivo conformarán como una especie de gran cerebro digital.

La nueva economía implica una serie de cambios disruptivos a todos los niveles. Desde cambios en la cadena de valor, ya que las ideas son las que tienen importancia y no el soporte como en muchos de los modelos tradicionales, hasta cambios en los procesos y en la gestión de las organizaciones. Aceptar que este nuevo modelo implica nuevas condiciones y sólo aquellos capaces de inventarse un nuevo entorno laboral vinculado al nuevo modelo, te acerca al éxito.

Tenemos un problema, uno más. En concreto la falta de políticas dirigidas a la innovación empresarial y al estímulo que en al cambio de modelo de crecimiento eso supondría. Ninguna empresa española aparece entre las 100 más innovadoras del mundo, según Thombosn Reuters por ejemplo.

Y si queremos acpetar que el fin de una etapa está próximo y que ese nuevo punto es mejor, mucho más eficiente y vinculado a la modernidad, la innovación debe ser omnipresente. Este nuevo modelo, esta nueva etapa, implica apostar por la innovación, siendo ambiciosos y pensando en global (tanto para ofrecer el producto a cualquier pais del mundo como para ser capaces de conceptualizar un producto global para ofrecerlo a nivel local),  siendo capaces de trabajar en equipos y en organizaciones complejas, dinámicas, atemporales y aterritoriales y entender la empresa como un gran ser vivo. Todo es una cuestión de actitud, tenemos que estar en “beta” constante para afrontar los nuevos tiempos y no tener miedo al cambio y al fracaso.

En España en concreto el tiempo se detuvo hace años. El PIB per cápita en 2012 de los españoles se situaron en el mismo nivel que en 2004. Es como si el reloj se hubiera detenido, o peor aún, como si trabajara marcha atrás. La economía española parece una goma de la que se ha estirado demasiado y, una vez llegó al máximo de elasticidad, no ha hecho más que recular. Ahora sabemos que, tras este tránsito complejo por una hipotética crisis que nos llegó de “improviso” y que era “mundial” el destino no es mejor que el punto de partida.

Muchos siguen lejos de la realidad, continúan asegurando que “la crisis pasará” ignorando lo sustancial de estos tiempos que nos toca vivir. El festival especulativo y ridículo que se vivió durante años, sin apoyar la iniciativa emprendedora de alto valor, sin estimular el cambio del modelo de crecimiento hacía el conocimiento y la dinamización de la producción industrial para hacerla competitiva, nos ha llevado a la casilla de salida, como si la historia quisiera darnos otra oportunidad.

Esperar que un político u otro ponga en marcha políticas de generación de empleo o de innovación es un error que debería de estar penalizado. Recuerdo que a mis alumnos les digo que “inventen su puesto laboral”, que no lo esperen, en el futuro inmediato, el nuevo paradigma creará pocos de los tradicionales. La oportunidad está en la creatividad y en la capacidad de pensar todos en común adaptando las ganas de impulsar negocios a los deseos de estimular la sociedad, una nueva sociedad mucho mejor que la actual, mucho más independiente y con mayor voz a pesar de los esfuerzos contrarios. Si deja de soplar el viento, ¡rema!

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¿y si nos dejáis trabajar?

La economía no es una ciencia exacta. De hecho es la demostración más evidente de que el mundo deja de ser calculable cada cierto tiempo. Ahora mismo estamos en uno de esos momentos. Los problemas nos están superando como sociedad. En todos los ámbitos vivimos fuera de las medidas lógicas que regían el orden durante siglos. Los malos y los buenos mezclados como un puré infecto. Lo que pasa es que esa fusión no se produce ahora sin efectos y, en una sociedad hiperconectada y contagiosa, los que se esfuerzan en mantenerla en compartimentos separados y estancos se sorprenden de sus pobres resultados.
El mundo económico empresarial ya lo ha notado en su epidermis. En el ámbito político cuesta más pero al final también llega. Un cuerpo social epidémico y viral se afianza sin reparo y no afrontarlo es un error de magnitudes gigantescas. Ya nada volverá a ser igual y apartarse de los caminos lógicos en el ámbito de la política económica o de la gestión de empresa es suicida.

La política no es una ciencia exacta. El error de la clase política ha sido querer gestionar la crisis en lugar de combatirla. Fue durante el inicio de ese proceso que hubo una oportunidad de establecer los criterios con los que afrontar el cambio de época en el que estamos y estaremos décadas y no se identificó. Aquella explosión que se pudo denominar crisis ya no lo es, ahora es un estado de cambio y transformación inédito y único que no se puede gestionar, ni tan siquiera combatir. Sólo se puede disfrutar y procurar hacer como los surfistas cuando llega una ola gigante: subirte en ella y dejarte empujar. Si no lo haces puede que acabes en un remolino dramático.

Vivimos un tiempo en el que la política ya no lidera los procesos, sólo los sobre vuela. No es capaz de tomar decisiones pues hace mucho que descubren que sus errores se encadenan uno detrás de otro. No ven como salir del círculo vicioso y perviven en sus ideas viejas y lejanas. En la poca acción creen que está la supervivencia y en eso siguen.

Al desaparecer esa capacidad de accionar resortes, la política y la gestión económica de la misma, no pueden tener ya las herramientas que nos conduzcan de manera equilibrada hacia un mejor escenario, hacia ese punto de no retorno que representa un mundo digital, conectado, distribuido, rápido, conocedor y consumidor de información como nunca.

Consideramos que si un tipo “ha llegado a comisario europeo es porque debe saber mucho” o que “si ha llegado a ministro o diputado es porque es muy bueno en lo suyo”. Pues una amplia mayoría de los primeros lo son por que los han desterrado dulcemente por escasa capacidad y los segundos suelen tener amplias carreras y correrías entre plantas de las sedes de partido. Poco más. Claro está que no son los más indicados para liderar este tránsito. Hay casos de estudio que demostrarían que en la calle, en la empresa privada, más de uno, viviría en la indigencia.

La constante de cambio de época supera claramente a la variable de época de cambios. Toda esa gestión ridícula de “la crisis” con orgías de liquidez primero y de recortes después, de keynesianismo que atragantaba antes y de austeridad suicida ahora, no es más que la demostración de la falta de hoja de ruta o de percepción de lo que pasa.

Y en ese espacio están los emprendedores (y casi molesta el uso del término por lo manoseado) que esperan salir adelante con sus propias manos. Ocurre en un momento de cambio cultural, social y tecnológico imparable. No confíes, si eres empresario, emprendedor o simplemente tienes ganas de ponerte en marcha, en los que dicen ser tus aliados. No lo son. No por mala fe, sólo por incapacidad. No tienen tiempo para ti, fíjate lo ocupados que están debatiendo lo insustancial en lugar de ver la realidad que les explotará en la cara.

La política ha dejado de servir para algo. De verdad lo creo. He perdido la esperanza de que un cambio en ella se pueda producir. Está totalmente paralizada y pendiente de las formas y no del fondo. Te pasas el día recorriendo oficinas, encargando procesos burocráticos, pagando impuestos y tasas que no existían hace un minuto, te ruegan que aguantes, esperas que sirva para algo tanta estructura, te aseguran que están haciendo todo lo posible, te dicen, dicen, dicen…, y te molestan, te interrumpen, se invitan a colocar a uno de sus primos o sobrinos, te apoyan de boquilla y luego te quitan lo que no te dieron, se montan leyes de cartón que estorban, montan seminarios, eventos y se refugian en ellos como si de ahí surgirá algo. Dicen estar detrás de crear un sillicon valley en no se que valle de mierda o que ya tienen un montón de smarts cities en no se que plan de futuro. Estan a lo suyo, pero ruego me dejen en paz, que yo quiero estar en lo mio. Que tengo poco tiempo, mucha gente que quiere prosperar junto a mis sueños y pocas ganas de escuchar discursos de plástico.

A esos que dicen procurar por mí, por vosotros les diría: ¿no os importaría dejar subir los impuestos para tapar la incapacidad aritmética de vuestros modelos? ¿no podríais dejar de inventar problemas para sazonar los telediarios y así maquillar esta cloaca?, ¿porque no dejáis de joder en general con un robo aquí o un robo allí y os ponéis a un lado?, y así, al final, nos dejáis trabajar a los demás. Gracias.

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Entrevista en Exportnews

Hace unos días, Marc Codolà me hizo una entrevista para ExportNews.Cat, el diario de la empresa catalana para la exportación. En ella hacemos un repaso a diferentes elementos sobre la internacionalización y sobre el hecho comprobable que muchas de las pequeñas empresas que se lanzan al exterior aumentan en un buen porcentaje sus ventas a medio plazo. La verdad es que aunque la entrevista se centra en el ámbito catalán bien sirve para toda la economía española. Recordemos que en la “Radiografía de la Pyme 2013” que publicó Sage hace unas semanas ya se explica claramente algunos de los aspectos que se tratan en la entrevista. Aunque el título elegido trata de la internacionalización, para mí las últimas dos frases sobre las divisas también son muy significativas. Aquí os dejo la traducción de la misma.

Marc Vidal: “Las pequeñas empresas que se lanzan a la exportación, presentan un crecimiento de un 20%”

Marc Vidal es hoy uno de los referentes en el análisis de la realidad económica. Especialista en Nueva Economía y considerado uno de los mayores conocedores en este ámbito es también una voz respetada en el ámbito de la internacionalización de empresas, como lo demuestra uno de sus proyectos, Idodi.eu, que acompaña las empresas en el proceso de buscar los mercados más eficientes. En declaraciones a ExportNews.cat, Vidal explica qué puede aportar el exportación al conjunto de las empresas catalanas y a la economía en general.

1. ¿Cuáles son los puntos fuertes de la economía catalana para vender fuera de la Península Ibérica?

La calidad de la industria y la mano de obra que la crea, su ubicación geográfica y las relaciones externas.

2. – Porque es necesario que las empresas catalanas exporten?

Las empresas deben apostar por la internacionalización ya que supone una inclusión en nuevos mercados y una expansión de su negocio a nivel global, la cual aporta un buen posicionamiento de la marca y el aumento de beneficios. A nivel de país, estas internacionalizaciones suponen un balance comercial positivo, multiplican el producto y los ingresos de la economía en general y de sus exportadores, permiten diversificar riesgos ante mercados internos inestables y producen un equilibrio respecto la entrada de nuevos competidores en el mercado interno.

3. – ¿Qué supone que las empresas vean necesario salir a vender al exterior?

Una expansión de la propia empresa, un fortalecimiento de sus relaciones y un balance positivo en cuanto a sus cuentas y su producción. Las pequeñas empresas que se lanzan a la exportación, presentan un crecimiento de un 20% y las probabilidades de fracaso se reducen un 9% comparado con las empresas que no dan el salto. A nivel de país, estas internacionalizaciones producen un equilibrio respecto a la entrada de nuevos competidores en el mercado interno.

4. – Un dirigente de ACC1Ó ha explicado recientemente en ExportNews.cat que si una empresa decide salir a vender fuera sólo porque el mercado interno no funciona, empieza mal. ¿Está de acuerdo?

Si el mercado interno no funciona, la búsqueda del mercado exterior es una de las soluciones para fortalecer el negocio propio. Pero previamente han de estudiar y analizar todos los mercados en los que puede competir.

5. – ¿Todo el mundo puede exportar?

Sí. Con la aparición del e-commerce la apertura de los mercados, estar al alcance del cliente final se ha simplificado y ha permitido que cualquier empresa pueda vender a mercados externos. La infraestructura necesaria y sobre todo los costes, se han reducido con la evolución de la tecnología y el desarrollo de recursos que facilitan los procesos llevados a cabo día tras día. Desde IDODI.EU hemos desarrollado Openshopen , una plataforma de gestión de tiendas online en las que cualquier empresa (independientemente de su tamaño) y cualquier persona, sea experto o no haya vivido ninguna experiencia con el comercio electrónico, se puede abrir su propia tienda online e intentar externalizar. Aunque no es lo mismo que internacionalizar, habría que matizar, es un inicio. La evolución de los mercados y su forma de acceder facilita la exportación incluso de aquellos que nunca hubieran pensado que una parte de sus clientes potenciales están en la otra punta del mundo. No estamos viviendo una época de cambios, sino un cambio de época.

6. – La Cámara de Comercio ha presentado unas cifras que dicen que el PIB catalán crecerá un 0,2% en 2014 gracias a las exportaciones. ¿Lo ve posible?

No. Aunque las exportaciones crezcan, no hay cambio de modelo y sin cambio de modelo de tipo tecnológico es imposible ser competitivos en el exterior. El consumo ha caído y mantenía el flujo de caja para que las industrias pudieran aguantar, pero la política ha perdido el rumbo y con ella el liderazgo necesario no existe. Por ahora, nada hace pensar que el cambio puede estar cerca.

7. – ¿Como se explica que las empresas catalanas ya vendan más fuera de España que dentro? ¿Tiene que ver la tensión en el contexto político?

Fuera de España hay buenas oportunidades para adentrarse en mercados emergentes, y mercados fuertes con nichos para cubrir y descubrir. La situación política en más de una ocasión se ha interpuesto en medio de una negociación y ha supuesto la rotura de relaciones cliente-proveedor por cuestiones geográficas, comportamientos que determinadas empresas han aprovechado para fortalecer su mercado global.

8. – ¿Le preocupa una guerra de divisas?

No, ya estamos en ella y parece que somos capaces de navegarla. El mundo está controlado por máquinas que a través del high frequency market y se evitan grandes fricciones. Parece que debería ser al revés, que un mundo financiero bajo el imperio tecnológico es terriblemente inestable, pero los hechos demuestran lo contrario. Aunque el high frequency market no afecta directamente al cambio de moneda y el valor entre ellas, tengo claro que hay un juego perverso que les afecta y las mantiene en un control necesario. Creo que es más probable que una forma alternativa de gestionar el valor económico de las transacciones genere una mutación en este ámbito. Ya vivimos el tema de “Bitcoin” pero vendrán otros momentos similares y al final, un modelo nuevo, ganará la partida. Cuando la humanidad vea que no hay fricción ni necesidad de intermediarios en este punto, ya hablaremos.

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Artificio, peligroso y miope.

Ayer se celebró en España que más de un centenar de miles de personas se hartaron de ir a firmar a las oficinas del INEM y ya no aparecen en las listas del “paro”. Algunos encontraron alguna ocupación, no lo dudo, pero es insultante que en la presentación de los datos nadie le preguntara al presidente del gobierno que marca de calmante toma. Hay que tenerlos cuadrados para mantenerse en el discurso de que estamos mejor que hace no se cuanto. 127.000 personas dejan de estar en las listas del paro, pero solo 36.000 son contratos. Se puede dar incluso la situación que algunos de estos no estuvieran antes ni en la lista en cuestión. De hecho hay una cifra jodida: en junio de 2013 se han firmado 109.000 contratos menos que en el mismo “gran” mes del año pasado. Como mínimo es curioso si lo confrontamos con los fuegos artificiales de ayer.
La vida es como es y tiene ciclos, incluso en España. Todo no puede ser cuesta abajo y las comparativas deberían ser algo más objetivas. Por supuesto que saldremos de la recesión técnica, eso es casi hasta imposible de que no suceda, más por un factor comparativo en el fondo del pozo que por la lógica de un crecimiento real. Incluso tienen el rostro pétreo de decir que este último año ha sido un año de grandes avances. Que se dejen de simular y gesticular y se pongan a trabajar. Si gastaran en hacer el mismo tiempo que ocupan en decir lo que harán, harían mucho más y no tendríamos que, encima, aguantarlos.

¿Alguien puede creerse que se está haciendo algo, o algo está sucediendo para que esa anunciada recuperación se produzca? De España se han ido jóvenes preparados, emprendedores, emigrantes, familias. La huida es generalizada y eso no lo explican. Hay gente que cuando dice la verdad se sonroja. ¿Han visto alguno de estos ruborizarse? En realidad esperan que el tiempo pase y por ciencia infusa algo cambie. Y cambiará, pero se espera algo más de los que deberían liderar. El liderazgo al final dependerá de cada uno de nosotros.

Por mucho que se esfuercen la realidad es plomiza y lo que dijimos que llegaría llego. La impresión general de las personas ya no depende de que un tipo se atreva a dar ruedas de prensa sujetando un “buen” dato macro y se esconda meses cuando no lo logra encontrar. Es patético ver a que nivel estamos y como, a medida que avanzamos, perdemos la gran oportunidad que la historia nos ha concedido. Vivimos un cambio de época que debería ser liderado por quienes lo han comprendido.

Tras casi enviar a un millón de personas fuera de España, de tener cuatro millones de parados más y de perder posiciones en todos los ranking de competitividad y modernización existentes, resulta que la paliza aun no ha terminado. Decir que ya estamos en fase de recuperación o que a final de año saldremos de la recesión es como decirle a un enfermo incapaz de andar que a finales de año podrá levantarse de la cama, pero nadie le asegura que no volverá a ella.

Lo que va a pasar en España en los próximos dos o tres años no es nada de lo que dicen. Lo primero es que no hay nada que recuperar, para nada vienen tiempos en los que algo del pasado se pueda tener de nuevo. Eso no va a pasar pues no se puede y además es imposible. Vamos a sufrir aumentos impositivos, más recortes, menos pensiones y más reformas en lo laboral.

Para empezar, tras tanta filosofía del recorte y tanto puñetazo al estómago, el segundo round va directo al hígado. Como si no tuvieran bastante lo que seguirá aumentando seguro es la presión fiscal. Esta vez será por la vía de limitar las deducciones en el IRPF o Sociedades y retirar las condonaciones por IVA reducido en algunos productos. La tributación indirecta en temas como el turismo, la energía y otros no harán más que aumentar. No hay dinero y estos, curiosamente, sólo saben atender las “órdenes” de Europa que exige más recaudación.

Luego viviremos por derivación una reducción de la capacidad asistencial y de servicios del propio estado. Se acabó lo que se daba (gratis) y se impondrá un modelo mucho más profundo que el actual en temas de copago. Los mismos que abogan por subir impuestos, lo hacen en menos servicios. La ruina del sector público no ha hecho más que empezar.

El asunto de las pensiones deberá atenderse tarde o temprano y cuando eso llegue vamos a llorar todos. Primero atacarán con lo de “aumentar la edad de jubilación a medida que aumenta la esperanza de vida” a fin de que se pierda la “esperanza en la vida si te jubilas”. Al final de este túnel está lo que muchos comentan a baja voz y pocos quieren replicar. Quién no ha escuchado eso de “yo no tendré jubilación, eso lo tengo claro”. Pues eso, en los próximos años se definirá que y quienes llegarán a ese punto y como.

La reforma laboral que se avecina dejará en ley de juguete la actual. Las políticas activas de empleo pasarán a segundo término a fina de salvaguardar el sistema generando un paro inminente y sostenido en el sector público. No puedes acometer la reforma de las administraciones que se ha anunciado y no esperar las consecuencias más que evidentes.

El FROB todavía contempla un coste para liquidar la banca rescatada de aproximadamente 128.500 millones de euros y todavía nos quieren hacer creer que el rescate indiscriminado de la banca española ha salido más barato que dejar caer alguna entidad. De los 76.600 aportados hasta el momento sólo se han recuperado 1925 y lo que te rondaré morena.

El robo organizado de las preferentes se mantiene y estimula. Mientras Bankia asegura a sus clientes que lo tienen jodido, su filial de banca privada llega a beneficios récord. Millones de españoles atrapados en una laguna legal y en un vacío de jurisprudencia. Al parecer, que hayan sido tantos los estafados lo complica todo aun más. No hay forma de restituir todo lo que se ha trincado sin arriesgar el sistema.

El sector financiero y, por derivación, el sector público empiezan a sufrir aumentos considerables en el coste de su propia deuda, de manera que siguen limitándose las fórmulas tradicionales de financiación de las grandes corporaciones. Es más, por mucho que nos hagan creer que esto ya ha empezado a corregirse, la merienda no ha terminado y el hecho que la Reserva Federal decidiera retirar estímulos en la economía, por estar ya fuera de la estratosfera, podría suponer que la volatilidad de los CDS o seguros contra el impago se acreciente.

Mientras no se acepte el papel de los emprendedores como algo más que un bonito título en los folletos de campaña o como alerta repetitiva en los noticiarios cuando no hay nada de que hablar, no llegaremos a ningún puerto. Es imprescindible abordar globalmente revitalizar la empresa y no sólo porque quede bien, sino porque sino se estimula a partir de la competitividad es imposible crear empleo y la sangría continuará. Lo hará más despacio y con altibajos, pero seguirá y además creando cada vez empleo menos eficiente y más, en algunos casos, humillante.

Seguramente todos tendremos que empezar a ver que las cosas en la vida valen un esfuerzo, un sacrificio. Tener un coche de precio insultante en la puerta del adosado, dos apartamentos y vacaciones de un mes con la familia en otro país con playitas de postal requiere mucho más que revender una y otra vez pisos. Rozar sueldos de millón de pesetas al mes no puede premiar trabajos que no requieren gran preparación previa. Estamos en manos de suicidas que siguen diciendo que eso era producto de su buena gestión en otros gobiernos anteriores. Espero que la historia los premie con un análisis acertado y objetivo y que los ciudadanos les exijan no regresar a ese “paraíso” que deberán pagar nuestros hijos y nietos.

Para poner la marcha directa y afrontar el plan de competitividad que Europa necesita y que en el caso de España es urgente se deberá ir hacia unidades de mercado, ayudas fiscales, financiación real y liberalización de sectores. La reducción de impuestos o exenciones fiscales a sectores vinculados a la Nueva Economía debería de ser prioritario. Lo que se critica en países que afrontaron ese reto de pasarse años recaudando menos para poder atraer empresas tecnológicas no es ninguna tontería.

Considero que es imprescindible asumir la realidad, no engañar y atender los tiempos que nos tocaron vivir. Las propuestas para afrontar una reforma integral a fin de ofrecer empleo y dar ocupación real y en un nuevo modelo de crecimiento serían muchas. Algunas tienen que ver con la reducción de impuestos, las reformas fiscales en temas de sociedades, irpf marginal, reducir la tributación directa tal vez aumentando la indirecta, no penalizar el endeudamiento corporativo e ir ajustando nuestra economía tecnológicamente y competitivamente para afrontar la próxima década en posiciones de salida adecuadas.

Os dejo con más propuestas que muchos emprendedores consideramos de requerimiento forzado para impulsar la creación de empresas y, por derivación, de empleo. Son 40 ideas más.

MEDIDAS GENERALES
1. Hacer de España un polo tecnológico: situar el tipo del impuesto de sociedades en un 10% para empresas tecnológicas que nazcan o vengan a nuestro país. En Irlanda, el tipo impositivo al 12,5% supuso una llegada importante de nuevas compañías y sedes corporativas de entidades en expansión hacia Europa: Google, Microsoft, Intel o eBay son algunas de las que han aterrizado en suelo irlandés. Recientemente, LinkedIn, Facebook y Zynga han decidido llevar su sede corporativa europea a Irlanda. España puede posicionarse como un hub tecnológico para las empresas de países emergentes que están llegando a Europa (Baidu, Alibaba, Tencent). Además, podemos ser sede corporativa para las firmas europeas que se expanden haca América Latina (Spotify, Ventee Privée, etcétera).
2. Creación del Chief Innovation Officer con rango de secretario de Estado y comunicación directa con Presidencia del Gobierno. Esta figura existe en otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Israel.
3. Buscar activamente las mejoras que permiten mejorar en las comparativas internacionales (Informe Doing Business del Banco Mundial, principalmente). En el último año España ha mejorado su posición en el informe del puesto 45 al 44. Sin embargo, ocupa el 133 en el apartado Starting a Business, lo que puede ser un freno para la llegada de emprendedores a nuestro país. Puede establecerse como meta gubernamental la mejora en 50 puestos en este apartado para los próximos tres años (el último año hubo una mejora de 15 posiciones). Y se puede pensar como objetivo a medio plazo la entrada en el top 10 de este ránking.
4. Potenciar la marca España como imagen de creación, innovación y emprendimiento. Fortalecer la imagen externa e interna de los emprendedores. Realizar campañas de publicidad que muestren este cambio en el posicionamiento de España. Mejorar la imagen del emprendedor en los medios de comunicación: fomentar la creación de un programa televisivo donde se valore su figura y se den oportunidades reales de financiación.
5. Considerar Internet como la palanca de crecimiento de la economía y cejar en los ataques. La Ley Sinde agiliza los procedimientos para cerrar páginas web. Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) actúa como juez y parte porque se financia con las multas que ella misma impone (más del doble que todas las demás agencias europeas semejantes juntas).

MEDIDAS FISCALES
6. Fijar el mínimo de la cotización de la Seguridad Social de autónomos en 20 euros. En el Reino Unido el mínimo es de 10 libras al mes, que equivale a 12 euros. En España es de más de 200 euros mensuales, lo que supone una barrera a la entrada y un coste fijo no necesario para los emprendedores y autónomos. Bajando el importe mínimo se fomenta el desarrollo de un ecosistema de proveedores autónomos que puedan prestar sus servicios a las start up.
7. Devolución mensual del IVA a las start up. Una empresa recién nacida, con apenas recursos y sin clientes, tiene que dedicar el 18% de su escaso capital a financiar al Estado adelantando este pago que, con suerte, se devuelve un año después.
8. Facilitar la creación de planes de opciones con una tributación más favorable para el trabajador, que permita atraer el talento. Con nuestra legislación, un inversor paga el 21% de su plusvalía en un negocio, pero el empleado que gana dinero con un plan de opciones tiene que pagar el 47% de su beneficio.
9. Permitir que se detine en la Declaración de la Renta un porcentaje a emprendimiento. Crear una nueva casilla del 0,7% ayudaría a financiar las medidas planteadas y a promover un gran proyecto de emprendimiento público-privado.
10. Favorecer la fiscalidad de la financiación de business angels. Que se tribute como inversor personal en start up igual que los fondos de inversión, pudiendo descontar las inversiones fallidas de las plusvalías en las desinversiones con éxito, y una exención del pago de plusvalías cuando los beneficios de una venta se reinviertan en menos de doce meses en otras start up.

MEDIDAS LABORALES
11. Establecer un tope en la indemnización por despido. Fijar un número máximo de meses. Se puede establecer un número de días por año trabajado hasta los dos años y un tope de un número de meses de indemnización.
12. Considerar la previa contratación de desempleados cuando se valoren los costes del despido. En relación con la medida anterior, se puede bonificar a los emprendedores que hayan contratado a personas en paro.
13. Facilitar los trámites de contratación de talento extranjero. Start Up Chile se ha propuesto la entrada de 1.000 emprendedores desde 2010 hasta 2014. Tras una selección de los proyectos, se les facilita un visado de un año para trabajar y reciben una subvención de 40.000 dólares. El coste total del proyecto es de 40 millones de dólares en cuatro años. Start Up Spain podría llevar a cabo un plan similar, con 50 millones de euros de presupuesto. Se podrían atraer 500 start up con subvenciones de 100.000 euros por proyecto. Se podría anular la fiscalidad de estas empresas durante los dos primeros años desde su creación, así como dar facilidades para que estos emprendedores obtengan sus correspondientes visados.

OTRAS MEDIDAS
14. Mayor agilidad en la concesión de licencias para la apertura de locales. Una tramitación más sencilla, que agilice su concesión eliminaría la inseguridad jurídica que se genera con retrasos que pueden ser superiores a los quince meses.
15. Evitar la duplicación de esfuerzos entre las comunidades autónomas. Resulta imprescindible coordinar las acciones de modo unificado, de manera que no se dupliquen los recursos destinados a la generación y atracción de start up. En este sentido, la creación de una agencia al estilo de Start Up Chilefacilitaría la reducción de esfuerzos.
16. Potenciar una auténtica responsabilidad limitada de las sociedades. Las sociedades de responsabilidad limitada en España no existen salvo por el nombre. Hoy fracasar es el fin de la carrera profesional. Si va mal un negocio, no se puede montar otro. Las deudas con la Seguridad Social van contra todos los ingresos presentes y futuros.
17. Eliminar los requisitos de antigüedad a los proveedores de las administraciones públicas. Permitir que las administraciones puedan tener como proveedores a empresas de reciente creación, de modo que se sólo se tenga en cuenta la competitividad del producto.
18. Fijar como práctica de buen gobierno corporativo las compras a empresas nuevas (el 2% puede ser el umbral). Mostrar esta información como parte del Informe sobre Responsabilidad Social Corporativapodría incentivar a las compañías a llevar a cabo esta política de compras. Las del Ibex 35 podrían incluirla en sus informes anuales.
19. Permitir que los socios de una compañía sean autónomos con el 1% del capital de la entidad, en lugar del 25% actual. Hacer posible que la relación entre socios se regule libremente, como un contrato comercial, en lugar de mediante un contrato de empleo.

MEDIDAS A MEDIO PLAZO
20. Promover la continuidad de la gestión de las nuevas empresas antes de su venta, para erradicar la cultura del pelotazo.
21. Potenciar la llegada de venture capital a nuestro país y también dentro de él. Los datos en torno a esta realidad son claros: el volumen de venture capital per cápita en nuestro país es inferior a un dólar. En Israel es 142 dólares; en Estados Unidos, de 70 dólares; en Suecia, de 45 dólares; y en Noruega, de 42 dólares. Para lograrlo, se podría potenciar el programa Invierte Economía Sostenible en el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), tomando como modelos los programas Yozma de Israel.
22. Fortalecer la seguridad jurídica ante los impagos. España ocupa la posición número 54 en relación a la facilidad para hacer cumplir los contratos. Como media, se dedican 515 días a resolver estas cuestiones, con 39 procesos distintos. Mejorar estas circunstancias implica reducir el riesgo que supone la actividad empresarial y, por tanto, emprendedora.
23. Facilitar la salida a bolsa de start up tecnológicas. La Administración Obama ha anunciado recientemente la limitación de los costes inherentes a la salida a bolsa de una compañía. La mayor parte del empleo de las empresas cotizadas se crea tras su entrada en este mercado.
24. Acercamiento de la universidad al mercado laboral. Una buena idea es el fomento de prácticas en empresas durante las vacaciones de verano en los estudios universitarios. Además, resulta necesaria la formación del profesorado en emprendimiento. También lo sería la combinación de pedagogía y contenido, mediante interacciones con emprendedores locales.
25. Emprender, también dentro de la empresa, es la base de la innovación. Es un buen lugar de pruebas para la innovación. Su fomento facilita la generación de potencial emprendedor y la difusión de una cultura en la que no se castiguen los errores. Los equipos multidisciplinares y los procesos de información transversales facilitan el desarrollo de emprendedores internos.
26. Desregular: por cada norma nueva, eliminar dos. Los emprendedores no quieren subvenciones ni oficinas gratis, saben que muchas veces son una pérdida de tiempo. Quieren que les dejen trabajar. No necesitan que la Administración haga más cosas, sino menos. Que se quite de en medio y no ahogue con impuestos a start up que acaban de echarse a andar y ni siquiera facturan aún.
27. Asociar fondos públicos y privados que acerquen la gestión del capital a los emprendedores. El plan Start Up America, que combina la participación público-privada, ha elevado recientemente el umbral que para la simplificación de trámites de recepción de inversiones desde los 5 millones de dólares hasta los 50 millones, manteniendo la protección del inversor.

OPORTUNIDADES
28. El emprendimiento es la única vía para salir de la crisis y el paro. Desde 1977 hasta 2005 en Estados las empresas con más de 12 meses de actividad sólo crearon empleo neto en siete años, mientras que las de nueva creación generaron tres millones netos de puestos de trabajo anuales.
29. España cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo, lo que supone la llegada de mucho talento extranjero al país. De acuerdo con el ranking Financial Times 2011, el IESE es la primera escuela del mundo en programas abiertos de executive education, Esade es la quinta en formación a medida y el IE es la segunda escuela en másteres de finanzas (sin experiencia previa). Tanto IE como IESE están en el top 10 del Global MBA.
30. Necesidad de cambio de modelo de crecimiento económico. El basado en el sector inmobiliario está agotado. La competencia en el sector turístico cada vez es más importante. El emprendimiento se sitúa como una actividad sobre la que construir el nuevo modelo económico, para generar empleo y buscar nuevas alternativas.
31. Oportunidad: precio del suelo, oficinas vacías. En la actualidad, un exceso de inmuebles desocupados, unido a la caída en el precio inmobiliario, puede suponer una ayuda para el establecimiento de nuevas compañías en nuestro país. Según un estudio de BNP Paribas Real Estate, Valencia es la ciudad europea con más locales comerciales desocupados, Barcelona está en la novena posición y Madrid se sitúa en la undécima.
32. España tiene un vínculo grande con Latinoamérica que amplía las posibilidades del mercado. El vínculo cultural y lingüístico también es económico. Desde la década de 1990, grandes instituciones financieras y no financieras han llevado esta relación económica a cifras récord: el Santander obtiene el 44% de su beneficio en Latinoamérica, Telefónica algo más del 46%.
33. Aprovechar el tamaño de nuestro país para atraer emprendedores de otros países de Europa con mercados más pequeños. España es el quinto país más poblado de Europa, con más de 46 millones de habitantes. Es el segundo más extenso, por detrás de Francia, con 505.000 kilómetros cuadrados.
34. Hay una gran oportunidad para emprendedores extranjeros por el desfase español en innovación.Muchos proyectos e ideas nacen o llegan con años de antelación a Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Ejemplos como el márketing de afiliación, las herramientas de eCRM o la publicidad en Internet por vídeo demuestran que España es un buen mercado en el que importar ideas exitosas de otros lugares.

SOCIEDAD
35. Mejorar la percepción del emprendedor en la sociedad. Un 48% de los ciudadanos tiene una imagen favorable de los emprendedores. En cambio, sólo el 38% de los jóvenes cree que la sociedad tiene una imagen favorable de aquellos. Las empresas tienen mala imagen, que nos lleva a hablar de emprendedores en lugar de empresarios.
36. Potenciar la cultura del esfuerzo. Se observa una tendencia en nuestra sociedad hacia la recuperación de la cultura del esfuerzo. El eslogan más popular, establecido por el presidente de Mercadona, Juan Roig, habla de pasar de la cultura del maná a la del esfuerzo. Otros empresarios han expresado esta misma idea de formas distintas.
37. La difusión del emprendimiento en los medios de comunicación. En España, un 41% de la población cree que los medios de comunicación difunden noticias de manera frecuente sobre emprendimiento exitoso. Tan solo superamos en esta categoría a Vanuatu (Pacífico Sur), Grecia e Italia, ocupando el puesto 55 de las 58 economías sobre las que hay información disponible.
38. Educación en innovación desde la enseñanza Primaria. Potenciar las aulas digitales e incluir asignaturas ligadas a la innovación en los planes de estudio. El cien por cien de los expertos consultados coincide en afirmar que la enseñanza Primaria y Secundaria no fomentan actitudes emprendedoras, y sólo el 14% cree que la universidad proporciona una adecuada formación para la iniciativa emprendedora.
39. La aversión al riesgo en nuestro país es un lastre para el emprendimiento. Sólo el 19% de los jóvenes españoles considera que la formación que han recibido les lleva a interesarse por asumir riesgos. Apenas un 12% se considera una persona que toma riesgos. Sólo el 25% de los jóvenes se ve en el futuro dirigiendo su propio negocio, son más los que se ven trabajando para una compañía.
40. El miedo al fracaso paraliza el emprendimiento. En España, sólo 3 de cada 10 jóvenes dicen no tener miedo a ser rechazados por sus opiniones. Sólo 2,5 de cada 10 son optimistas respecto al futuro. El miedo al fracaso es el principal obstáculo de la iniciativa emprendedora para un 66% de los jóvenes.

Déjame terminar este post diciendo que no olvides que tomar las riendas de tu vida es algo opcional. Yo recomiendo hacerlo y hacerlo emprendiendo pero eso es asunto de cada uno. Lo que si debería de ser obligatorio es no aceptar lo oficial como cierto por el mero hecho de que así nos interese. Salir del agujero dependerá de que aceptemos que estamos en uno. Estos tiempos duros de parto a un nuevo paradigma se llevará por delante a muchos, y es obligación de todos procurar por ellos, pero también es obligación de todos aprovechar este momento histórico para fabricar el futuro de un mundo que necesariamente deberá ser mejor.

Aquellos que vivieron la Revolución Industrial, que veían como unas máquinas a vapor eliminaban miles de puestos de trabajo de cuajo, llamaron a aquella época “crisis industrial”. El hombre mientras vive una revolución suele llamarla “crisis”. Quienes viven del teletipo, de la encuesta inmediata y de la rueda de prensa interesada no pueden saber que significa esto. No te dejes arrastrar, vive.

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Ponte el despertador

Y llegó el infierno. Pero solo la puntita. Aun dolerá más sino hacemos algo. Todo sigue su impoluto camino hacia la parálisis. Depende de nosotros cambiar ese destino, de nadie más. Si alguien piensa que alguno de los que dicen liderar el asunto va a tomar alguna decisión acertada va muy equivocado. No están pensados para eso. Su tarea es mantenerlo todo como está aunque sea algo terrible. Estamos en manos de la generación política mejor preparada de la historia moderna para ese cometido: asegurarse que los cambios no les retiren privilegios. Partidos de siempre con los de siempre. Los que nos trajeron y nos acomodaron en el estiercol. Los mismos que ahora sin apenas sonrojarse se anuncian sabedores de la solución. Los “nuevos” que dicen ser diferentes pero que sus líderes ya estaban en política cuando yo estaba haciendo la comunión. Deben pensar que no tenemos memoria y tal vez no la tengamos. Atendiendo al desfile infecto de tertulianos y asalariados de la opinión genérica parece que así sea. Se han olvidado incluso de lo que ellos mismos decían no saber, no ver o, lo que es peor, de las acusaciones que vertieron sobre otros.
Me dicen mis amigos griegos, (ex directivos de empresas muy importantes) que fuera de Grecia no nos llega nada de lo que se está viviendo. Al parecer nos quedamos con la anécdota a trozos. La pobreza, la miseria y la indigencia se han apoderado de las calles y los conflictos de seguridad e higiene aumentan por día. El desastre es de tal calibre que la huida es absoluta. Me cuentan que las calles de Atenas están inundadas de vagabundos, drogadictos de una nueva sustancia que por dos euros la dosis te lleva directamente al otro barrio en seis meses y de humanos en venta. Me describen algo terrible que no vemos en otros países. Y me cuentan mis amigos griegos, que en Chipre, están peor aunque parece que la isla se la tragara el mar pues ya nadie habla.

Obviamente, en España cerraremos las televisiones y radios públicas, autonómicas y estatales, eso es cuestión de unos pocos años. Las reducciones de plantilla y los EREs que ahora protestan muchos son inevitables. Seguramente muchos siguen pensando que los medios públicos, como otras cosas, son derechos y no servicios. Posiblemente, tanto tiempo dando anestesia a terceros hizo que alguna dosis se la acabaran tomando ellos. Si yo fuera un trabajador de TVE o de TV3, en lugar de pasarme la mañana frente a las instalaciones de éstos gritando en defensa de un puesto de trabajo amenazado, me iba ordenando cajas, vaciando cajones y ganando tiempo sobre lo inevitable.

Y es que vivimos desnutridos culturalmente. Nos dan comida basura. Sino como se entiende que nadie se sienta “un poco mal” al emitir anuncios en sus medios (aunque sean privados) de parte de los que han masacrado las vidas de mucha gente. ¿Como se puede mantener una tertulia de radio teóricamente libre veinte segundos despúes de que se emitiera un anuncio de una entidad bancaria que ha robado miles de millones de euros a ancianos y familias sin cultura financiera?

El engaño consistió en mantener a una sociedad mantenida en una ilusión que los alejaba de la crítica social y el valor de tomar las riendas de tu propia existencia. Es absurdo, cuando no una actitud de pardillo, pensar que la clase gobernante establecerá mecanismos de información que permitan a los gobernados detectar claramente la estafa y humillación a la que se les somete a diario. Por lo tanto, no tiene sentido seguir pendientes de las decisiones políticas, de los medios de comunicación o de sus derivados, no vamos a ver nada más que píldoras que se evaporan rápido. Todo pasa pues nada permanece.

El tiempo se agota. Como sociedad no tendremos muchas más oportunidades de aprovechar un punto como este. Es hora de despertar, nadie nos va a llamar temprano para que lleguemos pronto a algun lugar. No hay lugar, sólo hay camino, el tiempo que cada uno le dedique es cuestión particular. Unos lo hacemos emprendiendo y persiguiendo sueños.

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Cristalización de sueños

Rocio Castro me hizo esta entrevista titulada ‘Los proyectos deben ser la cristalización de sueños’ para la publicación Emprendia, una publicación del Programa Uniemprende del Creación de Empresas de la Universidad de Santiago de Compostela donde desde hace unos meses tenemos implicación directa. Hablamos de porque pasé de directivo a emprendedor, de cual es el punto exacto en el que una persona decide dar ese salto, hablamos de tendencias, oportunidades de negocio, consejos, burbujas, futuro y del planteamiento adecuado para que España adopte el reto actual. Nada nuevo, un poco de lo que siempre digo pero en formato preguntas y respuestas. Importante para mí la parte en la que explico que, cómo y cuanto hace IDODI por los proyectos emprendedores que se nos acercan. Os dejo la transcripción de la entrevista.

Marc Vidal es un gurú del emprendimiento. Un ‘dreamer’ que solo entiende las empresas como sueños, como retos y como forma de vida. Muy crítico con el sistema de subvenciones europeo y, sobre todo, español, Vidal dejó su carrera profesional en grandes empresas para convertirse en un emprendedor en serie. Ha fundado cinco empresas en los últimos cinco años, que dan ocupación a más de un centenar de trabajadores en América y Europa. Su proyecto principal ahora es IDODI (Only different Ideas: soluciones de “internacionalización de autor” con Idodi Internacional, gestión en innovación empresarial con Idodi Corporate y la creación de un fondo para la incubación de proyectos de base tecnológica llamado Idodi Labs.)

- ¿Por qué se decide a pasar de ser directivo de grandes empresas a crear startups? Cuénteme el proceso. 

- La experiencia como directivo de grandes empresas me ayudó a formarme, a coger experiencia y a ver el comportamiento de distintos equipos, mercados y productos, pero lo más importante que me enseñó es que aquel sentimiento de parir ideas desde cero, maquinarlas en mi cabeza y verlas hechas realidad, era real.
El hecho de crear empresas surgidas de ideas que constantemente revolotean por mi cabeza y vivir todo el proceso de muy cerca es lo que realmente me satisface. Soñar, contarlo, desarrollarlo y vivirlo es el proceso completo que se siente al ser emprendedor, sumándole el rodearme de todo el equipo humano necesario para poder hacerlo realidad. La inteligencia colectiva es de los principales factores que potencia los proyectos y el compartir los distintos puntos de vista permite volar junto a otras personas con objetivos comunes o ayudar a levantar su propio vuelo.

- Ha creado diversas empresas en los últimos años en Europa y América Latina. Su objetivo en 2013 es entrar en EEUU y Asia, ¿no? 

- He fundado empresas y participo en otras. En todas ellas mi voluntad es siempre perseguir un formato global y escalable que permita no considerar los mercados como algo local sino absoluto y genérico. Allí donde la tecnología llegue, es un potencial cliente. La internacionalización es un proceso constantemente presente en los proyectos. De hecho todo mi impulso emprendedor se concentra ahora en un solo proyecto que lo engloba todo. Con Idodi ya estamos presentes en las zonas que comentas, y trabajando para aumentar los puntos del mapa. Es enriquecedor ampliar los puntos de vista, la forma de trabajar y los conocimientos a diferentes países ya que ayuda a reforzar los proyectos a nivel humano y profesional, una visión planetaria que se convierte en un “win‐win” por parte de todas las partes implicadas. En USA ya estuve hace unos años y aprendí muchísimo del ecosistema de Boston y de Sillicon Valley. Ahora pretendemos centrarnos en Miami y en Los Angeles, lugares donde el modelo de negocio que representan nuestros productos tienen más viabilidad.

- IDODI Labs es un grupo de inversión para startups (seed capital). ¿Qué características ha de tener un proyecto para que sea apoyado por IDODI? 

- Es cierto que a nivel personal he invertido e invertiré en proyectos analógicos, pero cuando hablamos de nuestro ‘pool’ de inversión únicamente apostamos por los proyectos de base tecnológica, por aquellos que pueden facilitar procesos a los usuarios y así poder mejorar el día a día automatizando acciones que nos permiten actuar más rápido y convirtiéndonos en seres más eficaces. El elemento innovador del proyecto es uno de los que determina las expectativas que se le pueden atribuir a la vida del producto y establecer los objetivos a conseguir, así como tener claro qué se pretende con él y a quien va dirigido ayuda a apuntalar el proyecto hacia la realidad. Los proyectos que adoptamos en alguno de los campos de apoyo deben ser la cristalización de sueños, de voluntades personales e íntimas de un individuo o de un colectivo, pero deben ser deseos de crecer y sentirse conectados con el conocimiento. Finalmente nuestro campo principal de acción es el comercio electrónico en todas sus variables pero sin apartarnos de diferentes elementos que consideramos esenciales. Dispositivos móviles, ocio y gaming, big‐data, etc…

- ¿Hasta dónde llega el papel de IDODI en las empresas en las que invierte? 

- El papel de IDODI se define dependiendo de la naturaleza, las características y las necesidades de cada uno de los proyectos. Nosotros aportamos mentoring y dirección, aportación y localización de capital para inversión, ubicación en sedes y ecosistemas alrededor del mundo de tipología digital emprendedora, localización de equipos complementarios, apoyo tecnológico y de desarrollo, internacionalización organizada y profesional y, finalmente, la opción de sentirse parte de nuestra familia si fuera el caso. Hay proyectos emprendedores que son poco viables solos, pero que cuando los complementas con otros de los que tenemos en el laboratorio puede salir algo muy potente. Les explicamos cómo lograrlo y les guiamos.

- Hay emprendedores españoles que afirman que aquí no hay inversores preparados para las TIC, dicen que los que hay son muy conservadores… ¿qué opina? 

- Obviamente no estamos en la división de honor que viven otros países con mayor experiencia en este tipo de procesos, pero el crecimiento ha sido exponencial y el conocimiento ha aumentado mucho en los últimos años. En España están algunos de los Business Angels más inteligentes y de mayor visión del mundo, pero el asunto está en los proyectos que deben calificar. Cuando finalmente localizan alguno de ellos, el talento del emprendedor se multiplica con el talento del inversor. Eso en España pasa. El factor de riesgo es subjetivo. Yo no diría que no se apuesta y se arriesga o que los BA son conservadores. Yo diría que hay poco por lo que arriesgar todavía. Estoy convencido que esta mal llamada “crisis” traerá la pieza que falta para que se deje de decir que los emprendedores no localizan inversores arriesgados o los inversores no encuentran emprendedores excepcionales. Creo que en breve, de manera inminente, la pieza clave aparecerá y se llamará “pragmatismo”.

- ¿Cuáles diría que son los principales problemas del emprendedor medio español? 

- Uno de los principales problemas al emprender es a nivel personal y es el miedo al fracaso. Fracasar en todos los ámbitos de la vida siempre da respeto y nosotros mismos nos convertimos en la principal barrera. Decidirse y luchar por los propios sueños es la receta definitiva que un emprendedor debe aplicarse y convertir ese miedo al fracaso en oportunidad, vivimos un proceso continuo de aprendizaje y no podemos olvidar que de las cosas que salen mal es de las que, a veces, más se aprende. El panorama económico actual que vive España se está convirtiendo en oportunidad para todos aquellos que ven como única salida trabajar por cuenta propia y conseguir ese sueño que siempre había tenido en mente, incluso desterrar el carácter emprendedor que muchos aún no habían descubierto que poseían.

- ¿Cree que se está creando una nueva burbuja en Internet?

- Internet hace muchos años que estalló y hasta el momento se está consolidando como principal base de muchos de nuestros comportamientos y proyectos. Hemos sido capaces de desarrollar nuevas formas de comportamiento, de comunicación y de relación que giran entorno a éste. Constantemente buscamos nuevas formas de explotar esta herramienta y cómo a través de ella somos capaces de simplificar y facilitarnos el día a día. Una vez descubierto esto, como sociedad vamos perfeccionando y buscando nuevas fórmulas para sacarle el máximo rendimiento. No hay burbuja en Internet como no puede haber burbuja en la vida. Internet es la naturaleza digital, la atmósfera y eso no permite adulterarla. Otra cosa son los elementos que viven dentro de ella. Esos si pueden estar inflamándose.

- ¿Qué opina del boom de aceleradoras de startups en España?

- Al igual que muchas personas han visto la oportunidad de lanzarse con su propio negocio y poder tirar así hacia delante, muchos han visto la oportunidad de subir un nivel más e intentar facilitar el camino a éstos. El principal problema actual que se vive en España es que en muchas ocasiones las personas que están al frente de estas aceleradoras no han vivido los problemas de raíz y en primera persona. Solo sabes las dificultades y barreras que se encuentra un emprendedor cuando lo eres, cuando lo has sido, cuando vives en la propia piel el ineficaz sistema a través del cual debemos constituir nuestra empresa, cuál es el grado de veracidad de las ayudas de las que tanto se llenan la boca y los dificultosos pasos que entorpecen procesos que podrían simplificarse tan solo dándole una vuelta de más. Me preocupa que un “mentor” sin facturación explique a un “emprendedor” cómo facturar. Sólo lo puede hacer desde la “teoría”.

- Usted fue uno de los pocos que alertó de esta crisis antes de que llegara… Ahora afirma que estamos asistiendo a un parto de un nuevo modelo económico. ¿Cómo será ese recién nacido? ¿Cuándo nacerá? 

- La cara, el peso y las propiedades del recién nacido es el que vemos ya actualmente. El sistema económico evoluciona día tras día, ya sea para bien o para mal, y es al que nos debemos adaptar como sociedad. No vivimos en una crisis que en unos años habremos superado y nos podremos olvidar de ella sino que cada día se va perfilando el sistema actual económico, un sistema que requiere ponerse las pilas a los que mueven los hilos para tirarlo hacia delante, buscar las mejores formas de actuación de forma colectiva y no individual, pasar de las promesas a los hechos y la mentalización y adaptación de los ciudadanos que, curiosamente son los primeros a adaptarse por las situaciones en las que se encuentran y viven en su propia piel. El desastre social, financiero, político y ético que vivimos no es más que una fractura que se ha empezado a producir justo encima de nuestras cabezas. Es cierto que dañará a muchos inocentes, pero sobre todo a los que estén pendientes de si se les cae el techo. Yo recomiendo seguir disfrutando de este momento histórico que nos tocó vivir. No es una época de cambios, es un cambio de época como nunca antes hemos vivido. Tal vez no hay momento en la historia que se pueda equiparar por su trascendencia a los treinta o cuarenta años que nos están pasando por encima.

- ¿Qué posibilidades tiene España/Europa en todo esto? Si no somos países emergentes… ¿somos países sumergidos? 

- Somos países en manos de la peor generación de dirigentes de la historia. Lo han hecho mal. Muy mal. Lo han hecho con un sistema bancario quebrado por su mala cabeza, lo han hecho con el modelo de fusiones que busca salvaguardar oficinas y estructuras analógicas en una banca cada vez menos presencial y más digital, lo han hecho con el modelo de gestión pública que sigue dependiendo de antiguas fórmulas vinculadas a la democracia participativa en lugar de la democracia deliberativa, lo han hecho con sus enquistadas orgías de debates inservibles en los que una oligarquía sigue decidiendo, lo han hecho manteniendo a base de subvenciones insultantes a mastodontes industriales que fabrican cosas ineficientes como automóviles que no se venden, lo han hecho con los recortes en innovación, lo han hecho con todo. Me temo que los que debieran liderar un proceso determinado siguen presidiendo la pasividad, la incomprensión de la oportunidad que supone la nueva hipersociedad y sus retos, en un cambio de modelo que dejó de ser crisis hace mucho a pesar de que ellos siguen actuando, parcheando y gobernando como si lo que vivimos fuera algo puntual y no estructural. Así nos va, que lo gratis y lo libre se confunden como se confunden la deuda y el déficit, sin embargo, el cambio se está produciendo ante sus narices, lenta y inexorablemente, con paso firme y todo lo digital y sus derivados socioeconómicos han llegado para quedarse. Todo va a cambiar absolutamente. La mutación está siendo ya muy dolorosa y estimulante a la vez. Es un tránsito tremendamente contradictorio como todos los puntos de inflexión de la historia de la humanidad. Es momento, ya que no podemos retroceder en el tiempo, de impulsar e inspirar a los más jóvenes, a través de la educación, a soñar, a crear, a hacerles ver que sin creación no hay innovación, y que sin innovación no hay empresa.

- ¿Cuáles son sus recetas para superar la crisis? 

- No hay ninguna crisis que superar.

- Cuéntenos de su próximo libro… 
Defendiendo siempre que pensar juntos es una cosa y hacerlo en común es otra, mis experiencias personales, mi punto de vista hacia la situación actual de la sociedad y del mundo emprendedor se englobarán bajo el título “Una hormiga en París” y que publicará Grupo Planeta, un título nacido de entre las miles de propuestas que recibí por parte de los lectores de mi blog y en las redes sociales. El libro combinará una recopilación de experiencias personales que sufrí, disfruté y aprendí a los 17 años en París. Todo ello junto a ideas nuevas, frescas y sobretodo positivas para animar a los más desanimados y a soñar a los más soñadores. Aun siendo hormigas en París, nunca estaremos solos.

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Startups Marc Vidal Startups Marc Vidal

Andalucía emprendedora

520914Este jueves estaré en Granada ofreciendo una conferencia invitado por la estupenda gente de Spiral Startups. El título será “Las claves de la economía digital”. Volver a Andalucía me ilusiona especialmente pues si hay una zona castigada por el desempleo en España y que precisa de toda la ayuda posible, es esa extraordinaria tierra. Los valientes que se lanzan por el estimulante acantilado de emprender tendrán siempre todo el apoyo que esté en mis manos. En estos días duros y complejos, lo daré hasta la extenuación. Siempre que puedo y la ocasión lo merece allí voy.
El ultimo informe de Analistas Económicos de Andalucía escupe unas cifras que deberían poner en la cola del paro a toda la clase política responsable, que se colocaran cogiditos de la mano y en fila de a dos, chupándose el dedo los unos a los otros, que debe ser como piensan vivimos los ciudadanos. La caída de la economía andaluza, según éstos expertos, será del 1,6% (teniendo en cuenta que es un comparativo contra el año anterior, no contra el inicio de este desajuste hace cuatro años) y el paro rozará el 37%. Podemos hablar de economía sumergida, de paro estructural, de recepción de ayudas, subsidios o meriendas variadas, pero la verdad es que fuera del circuito productivo oficial, el año que viene, en Andalucía, uno (casi y medio) de cada tres ciudadanos en disposición de trabajar no lo hará.

Sin consumo (casi un 3% menos), con el gasto público (motor efectivo económico de la comunidad hasta hace poco) y un descenso de la inversión superior al 7%, parece imposible dar la vuelta a esta situación. Por lo menos no con la disposición tradicional y con la visión de que lo que vivimos es una crisis.

¿Estamos drogados o que? ¿quién puede pensar que un paro de casi un 40% es motivado por una crisis coyuntural? ¿cómo se puede creer que el retroceso continuo de casi un lustro en la industria, los servicios en quiebra, el PIB en encefalograma plano, la banca insolvente y la capacidad productiva desactivada, se debe en exclusiva y de manera eterna por la explosión de una burbuja inmobiliaria cualquiera?

Si pensamos que la construcción y sus deshechos nos han traído aquí, lo mejor será que pongamos punto y final.  A partir de ahí, no hay siguiente capítulo. Sin embargo, si entendemos que esta “crisis” no es más que una modulación dramática de una nueva sociedad tal vez tengamos esperanza. No vivimos una época de cambios, vivimos un cambio de época.

El drama andaluz no es más que una fotografía de la situación global, retorcida y exagerada, con un aumento del contraste que obliga a verlo todo en mayor dimensión, pero que, por eso, precisa que se cambie de un modo más radical. Mientras los que dirigen o lideran procesos para modificar el camino emprendido sean los mismos, con las mismas manías, intereses y miedos, poco se podrá contar con lo público. Toca cambiar de ideas, algo que normalmente va asociado a un cerebro, y éste a una cabeza y ésta a un cuerpo, y normalmente, cerebro y cuerpo son una persona. Toca cambiar personas también. Pero sobre todo actitudes. Hay que impulsar soñar, sacrificar y arriesgar. Toca regenerar esta sociedad adormecida. Con emprendedores, con tecnología y con empoderamiento.

Mientras el riesgo de quedar en la cola del paro de los políticos y protopolíticos (asesores) sea cada vez más importante y factible, menos podremos esperar de todos ellos. El miedo paraliza y es inversamente proporcional al riesgo. La firmeza que debe tener un gestor público en estos tiempos es absoluta y sus decisiones deberían de ser independientes a su reelección. Vivimos tiempos de políticos suicidas, no hay más. O se la juegan responsablemente por todos o esto no tomará velocidad. En otros países lo están haciendo y nos adelantan sin poner el intermitente.

Espero que este jueves pueda inspirar a unos cuantos futuros emprendedores a tomar las riendas de su vida con mayores garantías, a los que ya lo son a tener herramientas que puedan mejorar sus proyectos actuales, a inversores a dar soporte firme, a instituciones a que se dejen de palabrería vacía y arriesguen y a los políticos (que siempre suele haber) que, por lo menos, se den por aludidos.

No somos héroes, no queremos golpecitos en la espalda, queremos ponernos en marcha y que eso no sea un problema repetitivo y humillante en ocasiones. Si estás por Andalucía y te va bien venir, te espero.

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Marc Vidal Marc Vidal

en el '#tincunaidea' de TVE

El pasado diciembre la encantadora gente del programa de TVE en Catalunya ‘Tinc una idea’ pasaron por la sede de IDODI en Barcelona. Durante la sesión se hicieron dos tipos de filmación. Una primera en la que hablamos en general de emprender y de mi experiencia como inversor y emprendedor y una segunda, la que hoy podemos ver aquí, que ellos llaman ‘master class’ y que son una serie de preguntas económicas y basadas en la ocupación. Cuando tenga la traducción la insertaré en los subtítulos desde el mismo youtube, pero de momento lo cuelgo así. Se entiende fácil y hay una de ‘esas’ respuestas sobre políticos y responsables que, aunque no es exagerada, si tiene punta.

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Marc Vidal Marc Vidal

Cómo pasa el tiempo

Hace unos días, en el tradicional regreso a casa que por fechas navideñas hacemos los expatriados, me encontré en un tren con un lector de este blog y seguidor (como él se definió) de mis proyectos. Son de esas cosas que cuando te pasan primero te dejan un poco sorprendido pues no te lo esperas y a continuación sientes una mezcla entre vergüenza por que normalmente ese “¿eres Marc Vidal?” provoca las miradas del resto que deben pensar “¿quien será este?“ y miedo por no ser exactamente como el interesado esperaba. También se unen una sensación de no tener claro que se debe decir en esos momentos con el respeto que me merecen todos y cada uno de los miles de amigos que cada día leéis este espacio desde hace tanto tiempo. En concreto este amigo me comentó que hacía muchos años que me leía aunque no comentaba en el blog. Unas horas más tarde, el mismo lector, me saludaba en Twitter y me enlazaba un video por el que, según él, me consideraba alguien a quien tener en cuenta. Era un video de un debate en TVE hacía más de dos años y en el que me tocó lidiar con quien, esa misma tarde, nombraron Conseller de Treball de la Generalitat de Catalunya. Recuerdo que mi padre me dijo “menudo ojo tienes, le das hasta en el cielo de la boca a un tipo que dos horas más tarde lo nombran casi Ministro, ¡eres un crack!“. Así fue, y hoy os dejo con el vídeo que lo relata. Le he dado un toque sepia y “vintage“ para que sepamos que todo lo que allí se dice sucedió hace dos años (una eternidad).
Quedará para la posteridad cuando el Sr. Mena (que horas después fue nombrado el responsable de Trabajo en la Generalitat) aseguraba que España crecería en 2012 y quedará para mis nietos cuando yo le digo “que nos van a crujir a impuestos“. Fue divertido, por eso lo repongo. Durante todo el programa intento hablar de responsables (como siempre he hecho), de afrontar el nuevo tiempo (aportando ideas, escenarios y protagonistas) y de localizar la masa crítica del cambio en los emprendedores.

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Marc Vidal Marc Vidal

Ideas, ideas e ideas

Este domingo estrené columna en ABC. Para mi primer “up in the cloud“ utilicé la espina dorsal de algo que ya comentamos aquí en su día y en el que recetaba mi más íntima fórmula para salir de la crisis: sublevarse, rebelarse. He participado en bastantes medios durante los últimos años. Una de esas colaboraciones fue durante varios meses en una radio catalana del Grupo Godó. Un día, recién llegado de algún vuelo participé en mi sección sobre economía digital y emprendedores en RAC1. Tras una media hora de entrevista me animaron a quedarme a la tertulia posterior, lo que hice gustosamente. Durante toda la segunda parte del programa compartí mesa con las típicas opiniones que se suelen enfrentar en este tipo de conversaciones. Los que ahora han descubierto lo mal que está todo, los que aseguran que aun estando mal, saldremos en breve, los que observan el asunto desde las alturas y los que nos acusan de “catastrofistas que no aportan nada” a los que seguimos descifrando la realidad económica minuciosamente todos los días. A todos ellos los respeto, pero con ninguno comparto nada. Especialmente me resultan empalagosos los que aseguran que la situación actual es el resultado de la fase final de la crisis, que era inevitable y que no pudo preverse. Nos acusan de reduccionistas al acusar a los gobernantes y de no presentar medidas que puedan paliar la situación.
Mi vida gira en torno de la estimulación de negocios, viabilizar proyectos y arrancar aventuras empresariales. Lo hago aquí o donde sea, no me paro, no pienso detenerme frente a un enorme castillo de naipes que se desmorona, sea el que sea y tenga la intensidad que tenga. Conozco decenas de personas con ideas suficientes para cambiar el mundo, sólo es cuestión de darles paso y oportunidad.

Sin embargo no debemos dejar de lado que ha llegado el momento de denunciar a los que han arruinado el futuro de mi hijo y el de vosotros, los que ganaron premios suecos asegurando que ese era el mecanismo para evitar la recesión, los que se han dedicado a decir que “lo peor ya ha pasado”, los que se las han dado de “genios” creando modelos de crecimiento basados en fabricar viviendas que nadie necesitaba.

Que se cierren fronteras y se elimine la libre circulación en España debido a la cumbre del BCE es un insulto a la inteligencia a parte de la última de las humillaciones que nos tenían reservada esta panda de alejados de la realidad. En el mejor de los casos fueron partícipes sin saberlo, en el peor absolutos instigadores del desastre que vivimos. Mientras era preciso bajar tipos, los subieron, cuando era tarde y se debían subir, los bajaron. Cuando todo parece indicar que permitir la caída de algún banco se montan un tinglado de mil pares de narices con lo de los rescates derivados. Ahora que tienen prohibido comprar deuda soberana la compran a granel. Son lo peor y encima tenemos que cerrar calles y bares, pues sus señores vienen a pensar, decidir y pegarse la fiesta padre. ¿Cuanto cuesta esta merienda? Que empiecen por ahí, no por subirnos los impuestos a todos los que con ese dinero seguramente haríamos algo de mayor provecho.

Ahora toca despacharlos y dejarlos en evidencia. A los que no han tenido narices para evitar esto, gestionarlo adecuadamente o informar a la gente para que tomaran las riendas de su destino, no podemos ofrecerles el beneplácito ahora de comandar la salida de este laberinto. Emprender también tiene que ver con el compromiso social y con la exposición de una actitud crítica hacía los que viven del momio público que pagamos todos y que a cambio ejecutan políticas nocivas, tóxicas y contraproducentes que luego todos tenemos que volver a pagar.

Tengo mil ideas, algunas son mías, pero la mayoría me las han contado o, si me las dejan, las compartiré con sus creadores. Hay personas con ideas brillantes. Ideas, ideas e ideas. Ideas que nos deben llevar a pelear contra todo este despropósito y esa parálisis, a buscar la oportunidad, a buscar valor, a diseñar modelos de negocio inexistentes, a versionar los que tenemos, a darle la vuelta a la caja y dejar que caiga lo ineficiente, a pactar con los socios, trabajadores, amigos, competencia, proveedores, universidades, administraciones, agentes, con quien sea para sobrevivir en este puñetero barrizal en el que se está convirtiendo emprender en España.

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Marc Vidal Marc Vidal

La crisis acaba hoy

En el primer mes de 2012, 30.458 trabajadores autónomos españoles se han dado de baja en los registros de la Seguridad Social, un dato idéntico a la pérdida en todo el completo del año pasado. Todavía hay quien considera que esto es el proceso natural de una crisis que se está alargando mucho. Es triste interpretar que los medios y derivados ahora se dediquen a darle un “margen de confianza” al nuevo ejecutivo o a utilizar “buenismos“ porque el gobierno recién estrenado utiliza términos como “emprendedores”, reformas en todas direcciones y anestesia variada.
Los “nuevossaben que tienen poco tiempo y por eso van rápido. Saben que, o acometen todas esas reformas rápido o todo se les vendrá encima. De momento el discurso “nos hemos encontrado esto hecho un solar“ funciona, pero no lo hará demasiado tiempo. Lo inevitable es imposible de evitar por propia definición.

Tengo la impresión que lo sucedido en Grecia pasará aquí. Un gobierno se montó un tinglado que no hubo manera de soportar, la derrota electoral masiva de la oposición constante llevó a otros al gobierno, las alabanzas de Europa hacia las reformas del nuevo gobierno heleno fueron unánimes pero a medida que las exigencias caían sobre las espaldas de los ciudadanos el ejecutivo se fue arrugando hasta que Europa decidió “eliminarlo” y sustituirlo por otro mucho más tecnócrata y sumiso. Una vez cayó ese segundo gobierno, las reformas entran como supositorios y cada vez es más ancho el espacio por el que a los pobres griegos les hacen un “idem“.

La desaparición indiscriminada de autónomos no es más que la evidencia de que el mercado está seco, que la máquina se para. No hay mucho más. Hoy estoy entre Miami y el Pacífico latinoamericano atendiendo proyectos en este nuevo escenario económico vibrante, escuchando como casi medio millón de españolitos ya han emigrado en lo que llevamos de vía crucis, que la mayoría son gente formada que ha decidido trabajar de lo que sea y donde sea con la esperanza que algún día en esos países puedan trabajar de “lo suyo”.

Médicos sirviendo cafés cerca de mi casa en Covent Garden y reconociendo que esperan poder entrar al coste que sea en algún hospital londinense, arquitectos poniendo gasolina en surtidores israelíes con el firme deseo de que en alguna nueva promoción sean precisados sus servicios, periodistas haciendo tortitas en algún restaurante de Miami rezando por un contrato en Globovisión. Leo que en Noruega los españoles que se fueron están atrapados, sin opciones y sin dinero. Lejos de todo y sin nada. Sé que en Centroamérica muchos han perdido lo que les quedaba y en Estados Unidos la sangría no es menor.

No voy yo a negar que lo que hay que hacer es lanzarse al abismo, pero sin embargo no está de mas calibrar y entender quienes somos, algo que ya no tiene mucho que ver con quienes éramos. En América cada vez se oye más eso de: “¿eres español?, ¿y tú que dices que sabes hacer mejor que nosotros?“. Por desgracia no nos enteramos de que las lecciones ya no las dan los de antes, nos toca ahora atender y hacerlo en serio.

En los próximos meses nos empacharemos de la “Ley de Emprendedores” y de la “asignatura sobre emprendeduría” que nos van a tirar contra la cara desde muchas administraciones educativas. No hagan caso, el problema no se arregla con envoltorios. Esperemos que esa ley se convierta en un instrumento de fomento y desarrollo de las nuevas iniciativas empresariales, que impulse las dinámicas que cambien el modelo de crecimiento de este país, pero me cuesta creer en la bondad del discurso bien empaquetado en papel celofán de color naranja y azul.

Me cuesta por tres razones:

Mientras se habla de impulsar la economía emprendedora se sigue derrochando a paladas los recursos públicos a través de subidas impositivas directas e indirectas para financiar a un sistema bancario que quebró hace años.

Mientras se llenan la boca de “medidas que nos lleven a la senda del crecimiento económico” se siguen liquidando todos los elementos que podrían poder hacer eso precisamente. Está como aceptado que los recortes masivos e indiscriminados es lo único que se puede o debe hacer (Merkel no permite muchos juegos alternativos) y por ello se hacen. Lo acepto, pero lo que no puedo asumir es que eso sea, ni por asomo, el motivo de la recuperación económica. Que hablen claro y digan que los ajustes presupuestarios son para que el tinglado no se venga abajo cuando Europa nos hostie a dos bandas como hizo con los griegos y que eso no estimula ni a la burra de Dorotea. Aquí no hay nada que estimular, sólo nos queda esperar.

Mientras los españoles huyen como liebres en todas direcciones buscándose la vida en este país siguen habiendo tipos con jubilaciones a los 53 años, retiros millonarios y pactos de salón que ponen a unos en casillas de salida privilegiadas a ocho meses de la debacle.

En definitiva, que la innovación, el mercado, el crecimiento y las reformas no van juntas. De momento no. Por desgracia tampoco va nada de ello asociado a hablar claro, asumir la realidad e informar a los españolitos que lo que deben poner a buen recaudo, sobretodo, es su dinero. Los que no lo hagan deberían de atender a como montar un negocio que asuma como indispensable sus opciones de vender en el exterior.

Para que las ideas fluyan y no nos tilden de pesimistas, a partir del lunes y de forma no lineal os iré contando en que consisten, como funcionan y que hacen las últimas empresas en las que estoy invirtiendo o he fundado directamente en estos dos años últimos y otras que, aun no estando directamente ligado, he podido asesorar o mentorizar y que ahora son compañías internacionales. Lo haré con el firme deseo de acercar modelos que están funcionando y en el modo en el que hemos dado la vuelta a formas de trabajar o vender para adaptarnos a los nuevos tiempos, duros pero apasionantes.

Para los que crean que esto de viajar es todo delightful me gustaría compartir un rato amargo. Escribo mirando el Océano Pacífico, pensando lo lejos que queda todo, incluido mi hijo de seis años y pensando en lo último que me ha dicho por Viber hace un buen puñado de horas: “papá, ¿cuándo terminará la crisis mundial?”. Le he respondido: “hoy”. Creo firmemente que todo esto termina cuando a cada uno de nosotros se nos meta el gusano obsceno de la rabia, de la revolución personal y de las ganas de tomar las riendas de tu propia vida. Me da igual lo que digan que harán por mí, yo sé lo que yo voy a hacer. Eso es lo único real, lo otro son quimeras.

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