¿ATERRIZAJE SUAVE?
Les aseguro que no entiendo las caras de sorpresa que ponen la mayoría de analistas, financieros, políticos y periodistas con la publicación encadenada de datos negativos acerca de nuestra economía y concretamente sobre el segmento productivo que hasta hace unos minutos era el motor de este país. Las presentaciones de concursos voluntarios de acreedores en el sector inmobiliario ya no permiten disfrazar con la aritmética parvularia de los últimos tiempos el frenazo brusco del sector. ¿No habíamos quedado, según todos los expertos consultados, Administración incluida, que notaríamos un aterrizaje suave? ¿A quien vamos a pedir responsabilidades cuando se descubra que el retraso en poner soluciones ha sido uno de los amplificadores de esta crisis inminente? ¿Por qué no se intervino en el momento preciso?
Ser ministro no concede ningún don especial, de hecho los hay que son unos verdaderos indocumentados en sus carteras. Este no parece el caso de Solbes, sin embargo el vicepresidente económico ha sido un incauto que ha empeorado el problema por no prever un cataclismo sectorial del sentido e índole del que vivimos en estos momentos, que se contagia al consumo y que fabrica parados como churros. Es culpable por anunciar previsiones de crecimientos cada vez más bajas a medida que pasaba el tiempo y de no haber adoptado un mensaje claro y sistemático hace dos años a fin de que las constructoras e inmobiliarias de este país diversificaran algunos planteamientos empresariales. No vale culpar a la crisis financiera y crediticia porque hace años, mucho antes del colapso subprime, algunos que no seremos nunca ministros ya veníamos denunciando la sobreoferta, a los especulópatas, a los hipotecofílicos y al agotamiento dramático del sistema de crecimiento.
En el mismo plano de responsabilidad está la oposición. Menudo papelón han hecho los primos populares. La teoría dice que en la derecha están los que se han dedicado al mundo de los negocios, de la empresa y que son ellos los que más saben de situaciones difíciles. ¿De que leches hablan? Los dirigentes del PP son tan tecnócratas como los socialistas que hace décadas no se bajan del coche oficial. Además, en plena campaña electoral se dieron cuenta del problema y nadie los creyó capaces de solucionarlo. ¿Dónde estaban hace 2 años, o uno o tan sólo hace seis meses? Hablando de ETA y de Estatuts, mientras este vestido de papel cebolla se iba quemando.
La crisis está llegando y viene para quedarse un tiempo. Lo hace a una velocidad espantosa. Algunos visionarios, como los de la última empresa en plena suspensión de pagos, Cosmani, intentaron diversificar hace dos años sus negocios. Particularmente, éstos intentaron sortear una crisis previsible con su entrada en BBVA, Banco Popular, virando hacia el negocio patrimonialista y con el desarrollo de proyectos industriales, pero no llegaron a tiempo. La lista de los Llanera, Ereaga, Jale y Seop sigue alargándose como la sombra de los cipreses.