CRISIS PARA TODOS
El próximo 23 de enero, o incluso antes, Microsoft anunciará un plan de reestructuración a nivel mundial que contempla el despido de entre 15.000 y 16.000 empleados de los 94.000 que dispone. Un día antes la compañía presentará los resultados y no serán tan malos. El asunto de la reestructuración plantea otra realidad, prepararse para cuando la cosa se ponga fea de verdad. Dudo que el despido sea el remedio, aunque una compañía de esta envergadura se basa en patrones de coste bruto más que por la de implicación corporativa.
La crisis está apretando y Microsoft ha empezado su plan estratégico para sobrevolarla. El ajuste económico está barriendo empleos por todas partes y en todos los sectores, ahora empieza la limpieza en el tecnológico. Lo de Microsoft parece la punta del iceberg de algo mucho más complejo y siniestro. HP, Yahoo, Sun y otros ya lo están advirtiendo. T-System ha anunciado el despido de su filial ibérica de 239 personas, Google, que ya dejó de renovar contratos en su momento, ahora anuncia el despido de cien trabajadores de las áreas de contratación y recursos humanos obviamente, Lenovo despedirá a 2.500 trabajadores, el 11% de su plantilla, IBM hará público un plan de reestructuración que contempla el despido de 16.000 empleados, Dell eliminará 1.900 empleos de su gigantesca fábrica de Limerick (Irlanda) cuando hace menos de un año que ya suprimió 8.000 puestos de trabajo y, entre otras, Oracle despedirá en breve 500 empleados en EUA y está estudiando hacer lo mismo en el resto del mundo.
Aunque en el campo de las quiebras la lista pronto empezará a engordar, el tema más preocupante es como afecta esta deriva a emprendedores, negocios tecnológicos y voluntades que pensaban estar fuera de peligro eternamente. Aquí ya lo dijimos hace meses y ahora lo ratifica IESE. Casi la mitad de las firmas de capital riesgo desaparecerán en los próximos dos años. Por eso recomiendo que todos esos que viven gracias a las “rondas de financiación sucesivas” empiecen a ponerse en manos de expertos que sepan gestionar la viabilidad de esas compañías sin tener que recurrir a ese grifo de capital que va a secarse en breve.
El shock del sector del capital riesgo es inminente. Mi recomendación para estas últimas es que se centren en mejoras operativas de las compañías en cartera y busquen también oportunidades para tomar participaciones en empresas con planes de modernización fiable, viabilidad financiera estudiada y que dispongan de equipos poliédricos capaces de modificar modelos de negocio ineficientes. Una vez más advierto que no se va a salvar nadie por que esté en un sector u otro. Se salvarán aquellos que comprendan que una empresa es un elemento vivo que se estructura sobre varios pilares y estos deben combinarse. No aceptar que se tiene que vivir en un ecosistema que englobe planes híbridos a nivel económico y gerencial será un error que a muchos los llevará al cierre. Por ejemplo, se deben diseñar estrategias financieras sobre lo comercial, orgánicas sobre lo tributario y fiscales sobre lo técnico. Ha sido un placer ayudar.