EMPRENDEDORES COMO REMEDIO

La diferencia entre un emprendedor y un empresario, a mi modo de ver, radica en que el primero pone en marcha sin demasiado respaldo un proyecto del que puede llegar a ser empresario. El empresario no necesariamente debe haber sido siempre un emprendedor. No obstante, en una sociedad que se adelgaza en términos de autogestión, en una sociedad civil anestesiada y sin criterio y en una clase media acomodada y en retroceso, los Estados están apoderándose de las hectáreas de libertad que nos quedaban todavía vírgenes. A medida que esta crisis nos amordaza los Estados aparecen como salvaguarda y poco a poco vamos perdiendo el poder de nuestro propio destino. Está en juego mucho más que un modelo económico, está en juego un escenario social. De esto hablo hoy en mi columna de El Confidencial. 

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