¿Por qué Amazon compra Whole Foods? ¿Que modelo de negocio está en juego realmente?
Todo lo que pasa con Amazon nos toca de cerca. Ahora más que nunca. Su apuesta en Barcelona, por ejemplo, es importante. Nuevos centros logísticos y nuevas oficinas para centralizar su operativa en el sur de Europa. Por eso, sus decisiones estratégicas nos importan y mucho. Amazon lleva intentando irrumpir en el negocio de la entrega de alimentos desde hace más de una década. Ahora lo va a intentar con, probablemente, la decisión definitiva. Comprar una cadena de supermercados. Comprando Whole Foods. Es su mayor adquisición hasta la fecha. Amazon ha acordado comprar la cadena de supermercados Whole Foods por 13.700 millones de dólares.
Todo lo que pasa con Amazon nos toca de cerca. Ahora más que nunca. Su apuesta en Barcelona, por ejemplo, es importante. Nuevos centros logísticos y nuevas oficinas para centralizar su operativa en el sur de Europa. Por eso, sus decisiones estratégicas nos importan y mucho. Amazon lleva intentando irrumpir en el negocio de la entrega de alimentos desde hace más de una década. Ahora lo va a intentar con, probablemente, la decisión definitiva. Comprar una cadena de supermercados. Comprando Whole Foods. Es su mayor adquisición hasta la fecha. Amazon ha acordado comprar la cadena de supermercados Whole Foods por 13.700 millones de dólares.
Aunque el acuerdo sorprendió a mucha gente, el gigante del comercio electrónico lleva mucho tiempo intentando entrar en el campo de los comestibles. Ya en agosto de 2007 dio a conocer Amazon Fresh pero tras diez años no se ha llegado donde la compañía esperaba. No obstante este es un mercado que mueve una ingente cantidad de dinero y Amazon no se iba a dar por vencida. Los comestibles frescos son la categoría más grande del gasto del consumidor en la venta al por menor que, por cierto, todavía no ha sido atravesada de manera radical por la implacable disrupción digital. Un informe reciente del Instituto de Comercialización de Alimentos y Nielsen encontró que el sector de comestibles de Estados Unidos podría crecer cinco veces en la próxima década, con los consumidores gastando más de 100 mil millones de dólares en 2025.
Amazon vio el potencial aquí desde el principio aunque Amazon Fresh todavía no ha penetrado socialmente de manera significativa. La venta de alimentos frescos requiere una experiencia más práctica que la entrega del paquete que Amazon hace. Muchas de las cosas que compras en una tienda de comestibles se estropean fácilmente, lo que significa que tienes que llevarlas a casa rápidamente. Además, alguien tiene que estar allí para recibir las mercancías. Eso puede ser complicado, dado que a Amazon le gusta optimizar rutas de entrega y paquetes de artículos para maximizar la eficiencia logística. Su gran baza y eso no se puede hacer con la leche o los huevos.
Eso explica que Amazon haya decidido apostar por los supermercados físicos. ¿De que se trata? ¿De Amazon analógico? ¿Un híbrido? Aun es pronto para saberlo. De momento sabemos que, en mayo, Amazon abrió dos tiendas en Seattle. Ahora expandirá el modelo a los 431 mercados de Whole Foods en Estados Unidos. La idea parece que pasará por un ‘pide desde una aplicación y pasa a buscarlo por uno de esos centros ‘logísticos’ de productos perecederos. Tal vez los 431 supermercados dejen de tener producto expuesto tal y como lo conocemos ahora. Amazon solo busca acercarse al consumidor, no tenerlo dentro.
Amazon nos explica como va a ser el centro físico del futuro. Como van a ser las tiendas, los supermercados, la relación entre cliente y vendedor. Nos abren una ventana al futuro inmediato. En diciembre, Amazon lanzó Amazon Go, un supermercado sin cajeros. De alguna manera Amazon intenta relacionar todos sus productos y puntos de contacto con el cliente. Está procurando que la compra la realice tu propio sistema de 'inteligencia artificial' doméstico, Amazon Echo, y si es preciso interactúe con su asistente de voz Alexa. Al fin y al cabo es para que en menos de una hora puedas pasar con tu vehículo por un centro Amazon de Whole Foods y que alguien te ponga tu compra en tu coche. Sin pagos, sin esperas, sin listas. Si me apuras, esa entrega parece más viable que nunca con uno de los drones que ya están funcionando actualmente en modo de pruebas en California.
Amazon ha comprado caro. Ha pagado a 42 dólares la acción, una saludable prima del 27% sobre el precio de cierre del día anterior. Eso demuestra que todo lo que se esconde detrás del ‘delivery’ perecedero es estratégico. Sin embargo aquí parece que todo el mundo gana. Todos menos la competencia. Phil Lempert, uno de los analistas de mercados en Wall Street más veteranos dijo que ‘cada comerciante recordará este día como el comienzo de una nueva era, y muchos deberían están asustados'. De momento nadie tiene que preocuparse laboralmente.
El ganador más obvio en el acuerdo es Amazon, que por 13.700 millones de dólares compra una plaza importante en un mercado Bezos ha considerado desde hace tiempo estratégico. Amazon fue disruptiva en la industria editorial y el comercio minorista en general, pero en el mundo de los alimentos y su entrega no lo ha logrado aún. Ahora sí. Locales físicos y una engrasada estructura de entregas. También ganan los accionistas. Si sucede lo mismo que pasó con la compra que hizo Bezos del The Washington Post, pueden estar contentos. Los consumidores también ganan, sobretodo los subscriptores de Amazon Prime que disfrutan del envío gratuito. Probablemente también se van a beneficiar la industria de los drones. Una cosa es la entrega ocasional de libros y otra es pasar a una entrega continua de productos perecederos.
Pero los grandes perdedores son Kroger, Walmart, y cualquier otra persona que venda alimentos. Si eso suena alarmista, considera el estado de las industria de los libros minoristas y editoriales, que durante algún tiempo ignoraron a Amazon como una seria amenaza. El anuncio de la adquisición de Amazon-Whole Foods es reciente pero tengo mucho interés en ver como afecta a Instacart. He invertido en su versión española, Deliverry y me interesa mucho ver como evoluciona el plan de expansión de la empresa norteamericana. ¿Estamos ante un cambio irreversible del modo de consumo de los productos perecederos? ¿Instacart va a empezar a comprar startups en otros países para adelantarse a la expansión de Amazon Fresh?
Lo único que sabemos a ciencia cierta es que la guerra acaba de empezar y que no hay sector ni categoría empresarial que no pueda sufrir de la noche a la mañana la disrupción que te haga irrelevante sino estás atento.
Empleo del futuro: Amazon busca conductores de 'drones'
Prime Air es el programa con el que Amazon advierte que ofrecerá entregas de pedidos en pocos minutos utilizando ‘drones’. Si crees que esto es algo más cercano a la ciencia ficción que a la realidad inminente deberías de saber que la cosa va tomando cuerpo y puede que esté más cerca de lo que piensas. De hecho el gigante americano, que incluso, como anunció Google, estaría en condiciones de ser la mayor amenaza del ‘buscador’, ya solicitó permiso a la FAA americana para poder iniciar pruebas vinculantes de sus drones ‘repartidores’ en sus instalaciones.
El uso de drones seguirá sufriendo de dificultades legales. Eso es evidente. De hecho en el primer número de la futura revista Westinghouse, en diciembre, habrá un brillante artículo que analiza el motivo ‘real’ por el que el uso de drones puede estar viviendo su particular freno legal. Me reservo los detalles de dicho artículo, pero será uno de esos imperdibles del mes.
Sin embargo la transformación de todos los procesos sigue su curso implacable. Continúa ejerciendo su lógica temporal donde la eficiencia, la economía y la automatización arrasarán con todo y contra lo único que podremos hacer es adaptarnos, entenderlo y disfrutarlo. Negando la evidencia sólo se retrasará lo inevitable.
En este caso, Amazon, ha vuelto a dar síntomas que tiene claro hacia donde va. Ahora mismo busca empleados, expertos futuros que puedan ‘conducir’ sus drones Amazon Prime Air. Las ofertas de trabajo al respecto han sido publicadas para puestos laborales del futuro en Cambridge (Reino Unido) y Seatle (EEUU). Yendo al detalle veremos que Amazon busca gente con cinco años de experiencia en la dirección de pruebas de vuelos, así como algunos adicionales en puestos de menor responsabilidad.
De momento, estas personas deberán tener, como requisito indispensable, una carrera en ingeniería aeronáutica, aunque Amazon ya ha dicho que admitirán otros ingenieros si cuentan con la experiencia requerida para las distintas posiciones. Todo evidencia que Amazon ha puesto la directa. Tiene el drone desarrollado, el software de control listo y ahora ya se ha dispuesto a la localización de este nuevo puesto laboral.
Como hemos dicho muchas veces, la mitad de los empleos del mundo sobrarán en breve. Deberemos asumir este problema técnico. Probablemente de esa grieta brotará un escenario nuevo. Para ello hay que creerselo y trabajar para ello. Los países que estimulen esos cambios, llegarán antes a un punto de competencia inédito hasta la fecha.
Esto no va sólo de pensar los puestos laborales, los empleos u oficios inminentes, va de crear el ecosistema para que se nutran unos a otros. Por ejemplo, está muy bien interpretar que el próximo lustro una generación de conductores de drones llenarán las delegaciones de Amazon y de otros logísticos. Pero lo que hay que interpretar es que el puesto relevante será el de aquellos que ‘concedan’ la licencia. Una especie de ‘autoescuelas’ de conductores de drones. El futuro es casi ya presente, vivirlo, disfrutarlo y tomar ventaja es únicamente un tema político, empresarial y, no lo olvidemos, de presión social. Mientras mantengamos el debate de todo un país en la atmosfera irrespirable que vive por ejemplo España y muchos países del entorno, los ciudadanos vivirán ajenos a las oportunidades que el futuro y la tecnología nos ofrece, y que, de hecho, otros países ya están disfrutando para conquistarlo.
En otros momentos de la historia, en cada revolución tecnológica que hemos vivido, unos fueron espectadores y otros protagonistas. Ahora va de lo mismo, de elegir, de exigir a quienes marcan las dinámicas socioeconómicas que se dejen de ‘recuperaciones’ y se pongan a liderar ‘conquistas’. Conquistar el futuro es más simple de lo que parece, sólo hay que interpretar el momento actual y ofrecer respuestas que lo conviertan en una oportunidad y no en una ruina.
Las amenazas al negocio de Google
En principio, Amazon y Google no tienen mucho que ver. Por lo menos es lo que aparentaban hasta hace bien poco. Pero esa percepción está cambiando y lo hace de manera rápida. Si como empresas tienen estructuras de negocio bien distintas, hay elementos de las mismas que convergen. En concreto Amazon Prime y Google Express podrían solaparse en algunos aspectos. No son el mismo servicio, cierto, pero sus similitudes aumentan y sus diferencias se reducen.
Es evidente que en esto de los negocios tecnológicos, la competencia es algo líquido, para nada estático y que, a pesar de que tu teórico competidor no hace nada que te afecte, en realidad si lo hace. No es diáfano el campo de batalla, es complejo, sofisticado y tremendamente permeable. Es la nueva economía y sus duras reglas.
Cuando pensamos en los competidores de Amazon nos viene a la cabeza un tipo de empresa donde no suele aparecer el gigante de Mountain View. Al pensar en Google, aparecen gigantes tecnológicos más vinculados tecnológicamente a desarrollos que a otra cosa. Google y Amazon no son rivales en esencia. Google está en el negocio de la venta de anuncios, Amazon en el negocio de la entrega de bienes.
Pero esto está cambiando últimamente. Ambas empresas se han tocado en la curva. Resulta que Google se está metiendo en el mercado de los bienes a la carta. De hecho puso en marcha un modelo de entrega que garantiza que un cliente de su Google Shopping Express pueda recibir su compra durante el mismo día en que la hizo. Esto sucede en el área de Manhattan y en el oeste de Los Ángeles. Además, Google ya garantizó que a estas áreas se sumarían en breve Chicago, Boston, y Washington. El naming elegido para este proyecto a partir de ahora ya es oficialmente Google Express.
A la vez que Google explora el mercado de la logística, Amazon, como vimos ayer, aprieta el acelerador en los beneficios del servicio tecnológico donde sólo había productos. Amazon Premium ya incluye música ilimitada y streaming de vídeo a partir de colecciones de Amazon Kindle.
Lo más interesante a mi modo de ver es como van a definir los espacios de competencia cada uno de ellos sin repetir al contrario. Es decir, si estamos hablando de dos de las empresas más destacadas del planeta en esta revolución sin precedentes, probablemente será apasionante ver como se adaptan, generan un mercado y solucionan expectativas.
Por ejemplo, Google no va a tener sus propios almacenes masivos como si tiene Amazon, pero en cambio trabaja ya con los comerciantes locales de un modo directo para recoger y entregar mercancías a los clientes. Ha convertido los comercios vinculados a Google Express en ‘hubs’ logísticos descentralizados gracias a una gestión tecnológica masiva. Recordemos que Amazon se está esforzando en crear una red de entrega y recogida similar. El propio Eric Schmidt dijo que ‘mucha gente piensa que nuestra principal competencia es Bing o Yahoo, pero en realidad, nuestro mayor competidor de búsqueda es Amazon’.
Es habitual pensar que Amazon no es un buscador, de hecho no lo es, pero si estás buscando algo ‘para comprar’ el flujo racional y tecnológicamente cada vez más habitual es irte a Amazon directamente. Es una búsqueda sin ruido y mucho más centrada en lo que deseas. Es como buscar en Twitter el impacto a tiempo real de una noticia que Google News aun no puede entregar. No hay imperios eternos que decía el emperador.
La vertiente comercial del algoritmo de Amazon lo convierte en si mismo en un buscador, pero, realmente eso lo hacen en algo muchísimo más peligroso para Google. Es un incalculable depósito de datos sobre gustos y búsquedas comerciales. Además, para Google, el problema picha especialmente en su ‘core business’. Cada vez que alguien busca un producto en Amazon en lugar de Google, el gigante de las búsquedas pierde la oportunidad de servir anuncios junto a los resultados de búsqueda. Algo que cada vez más pasa en otros escenarios. Te vas directamente a Kayak, para reservas de líneas aéreas, a Airbnb para alquileres a corto plazo, y a Yelp para obtener información de un restaurante. Cada una de estas búsquedas es un usuario, un cliente, menos que Google puede utilizar para servirle anuncios focalizados.
Google podría convertirse a medio plazo en el intermediario de todo o de nada. Una investigación realizada por el grupo Forrester explicaba que el año pasado casi un tercio de las personas que buscan comprar algo buscaron directamente en Amazon sin pasar por Google y esa cantidad era el doble que en el año anterior. Parece evidente que estamos en la antesala de una batalla muy interesante. Tal vez, el negocio de Amazon aun no ha sido detectado en su complejidad.
Amazon es el mayor competidor de búsqueda de Google, por lo tanto es su mayor competidor como decía Schmidt, puesto que Google vive de las búsquedas y estas se están traspasando al gigante del comercio electrónico. Un enorme desafío en el firmamento de la economía digital que va a trastocarlo todo. Si ademas a esto, Google, le suma que Facebook es sin duda su mayor competidor en términos de publicidad móvil, la cosa se va a poner muy interesante en eso de ganar dinero a base de clics.