Soluciones para la transformación digital en la Pyme. El caso de facturación electrónica de KeyandCloud.
Cuando hablamos de los elementos de transformación digital decisivos para un negocio solemos pensar en la automatización de procesos, en la comunicación corporativa en redes e, incluso, en modular el acceso a tecnologías disruptivas en el día a día de la empresa. Sin embargo una de las claves está en algo que ya utilizamos en gran medida pero que se limita a espacios realmente muy menores. Hablo del ‘cloud computing’.
Cuando hablamos de los elementos de transformación digital decisivos para un negocio solemos pensar en la automatización de procesos, en la comunicación corporativa en redes e, incluso, en modular el acceso a tecnologías disruptivas en el día a día de la empresa. Sin embargo una de las claves está en algo que ya utilizamos en gran medida pero que se limita a espacios realmente muy menores. Hablo del ‘cloud computing’.
Las soluciones de negocio en la nube para empresas y profesionales facilitan el trabajo en cualquier negocio sin tener que preocuparse de infraestructuras costosas o de cuestiones técnicas. Una de las funciones que mejor se adaptan a esta idea de evolución imprescindible son las soluciones de facturación electrónica y, entre ellas, las que son capaces de afrontar el reto de hacerlo sin licencias, contratos o dificultades de cualquier tipo.
Me gusta recomendar proyectos que previamente ha probado mi equipo o yo mismo. Hoy quiero recomendar uno que aprovecha completamente las ventajas del ‘cloud’ y que, cómo debe ser, utiliza la experiencia anterior de sus fundadores en grandes compañías para reformular una solución mejor adaptada a los tiempos que vivimos. Hablo de la solución de facturación electrónica KeyandCloud.
Una buena solución para quienes necesitan un paquete en la nube de facturación con muchas características operativas que ayudan a gestionar la economía de un negocio sin complicaciones. KeyandCloud es intuitivo, práctico y, por lo que he podido vivir yo mismo, sus actualizaciones son constantes. Genera facturas, albaranes y presupuestos, los enlaza, relaciona y todo desde la nube, lo que es especialmente significativo pues es accesible desde cualquier dispositivo.
Me gusta recomendar proyectos emprendedores que desde la dificultad que supone enfrentarse a los grandes players de su sector se lanzan a buscar como mejorarlas en su propio campo de juego. La ventaja de la solución que hoy recomiendo parte de la ventaja que han tenido al poder testear cada avance o ‘feature’ en un banco de pruebas muy especial: el Principado de Andorra. De hecho Hugo Miranda me confesó que al haber nacido en un país tan pequeño pudieron ir probando cada fase de innovación sin tener que arriesgar en mercados grandes. El resultado demuestra que han aprovechado esa ventaja.
Y es que KeyandCloud es un programa dirigido a cualquier tipo de empresa, ya sea cliente final o gestoría. Una plataforma de gestión colaborativa que nace de un equipo con más de 30 años de experiencia en programas de gestión de grandes compañías como SAGE que quería solucionar el problema de las funcionalidades innecesarias y que fuera operativo sin licencias, contratos o cualquier complejidad que tuviera fricción digital.
Te invito a que lo pruebes sea cual sea la dimensión de tu empresa. Te van a proporcionar una gestión simplificada de facturación, con control de gastos y compras, emisión multidivisa a través de la adecuación automática del valor del tipo de cambio y una muy buena capacidad para vincular presupuestos, datos de clientes y acción comercial no muy habitual en software de uso simple.
Una de las opciones que más precisan simplificarse en otras soluciones es la de adaptación automática a la legislación de cualquier país donde facturamos. KeyAndCloud lo logra con una simplicidad extraordinaria sin abandonar lo robusto del sistema. La vinculación de stock con existencias, previsiones, presupuestos y la propia facturación, la exportación de cualquier conjunto de datos de clientes, facturación, proveedores, artículos o gastos se puede hacer sin ningún problema a Sage Contaplus, Sage Murano o el mismísimo A3 Software.
Además, desde el punto de vista emprendedor, me parece que el plan de desarrollo del negocio de esta startup está cumpliéndose de manera excelente. Ya tienen sede en Barcelona, Andorra, Portugal y, desde hace poco tiempo, en Latinoamérica.
En tiempos que la modernización de la economía, y de la vinculación de la tecnología en el nuevo modelo de crecimiento de un país, es importante identificar herramientas que ayuden a ese paso. No es fácil, pero empezar a trabajar en la nube es uno de los primeros e imprescindibles.
Subirse al tren o morir
Ayer estuvo en Andorra Ban Ki-moon, el Secretario General de la ONU. Fue a celebrar el aniversario de la entrada en su organización del pequeño estado pirenaico. Lara es andorrana y me comentó detalles de cuando eso sucedió y de como lo vivieron sus habitantes. Me explicó, también, cosas curiosas como que el parlamento de Andorra es uno de los dos que en el mundo con un cincuenta por ciento de mujeres. Y es que Andorra es un lugar extraordinario, que en muy pocos kilómetros cuadrados posee unos atractivos naturales y turísticos totalmente indescriptibles. Pero lamentablemente sirve como ejemplo de algo que viene sucediendo en muchos otros lugares. La modernidad y la empresa, a pesar de que se procure, no siempre van asociadas de manera simple.
Hace un par de meses la mitad de los hoteles de Andorra decidieron participar en una promoción del operador turístico Atrápalo. La campaña se llamaba “La Gran Escapada” y permitía a los usuarios reservar plazas a precios muy asequibles. Rondaba los 100 euros un fin de semana largo. El coste efecto resultaba unos 30 euros noche y persona. Algo nunca visto en hoteles de cuatro estrellas en un país acostumbrado a controlar la oferta y la demanda en vereda gracias a las prácticas de lobby y gremio muy bien instauradas hace décadas.
Cabe decir que Andorra no está pasando tampoco por un buen momento económico a pesar de que nadie allí lo reconozca. Obviamente el consumo, fuente principal incluso por encima del turístico, ha caído significativamente pues sus clientes principales, españoles y franceses no están para muchas meriendas. En ese contexto de reducción de expectativas siempre hay dos alternativas: reducir precios para atraer mayor público o subirlos para, con menos clientes, ganar igual. Es una necedad absoluta pensar que sin ofrecer más podrás aumentar los costes al cliente, pero sin embargo hay quien lo piensa así. Como si no hubiera competencia capaz de desmontarte todo el tinglado con una buena campaña de marketing.
Resulta que tras esa campaña surgieron voces críticas desde las patronales hoteleras. Una asociación curiosamente llamada “Auténticos Hoteles de Andorra”, que ya tiene tela el nombre, aseguró que lo que hizo Atrápalo era “una vergüenza” y que “destruiría el sector hostelero del país”. No tuvieron bastante y su presidente, en un alarde de modernidad e inteligencia emprendedora, le pidió al “govern” que ejerciera un control sobre los precios y activara sanciones.
Es evidente que no habían entendido hacia donde van los tiempos, que tren se acerca, ni que se vende más en la zona ‘e-‘ que en la zona ‘a’, que la economía digital no entiende de fricción y que la nueva economía requiere de líderes (patronales, sindicales, políticos,…) que se sientan cómodos en esta transición gigantesca que el ser humano está viviendo. En Andorra una buena parte de los hoteles se negaron a participar en tal promoción, en España casi 150 lo hacían. Los que, desde el Principado, se sumaron alcanzaron cotas de reservas muy superiores a las que esperaban y, atendiendo a mil maneras de reversionar y conceptualizar los ingresos, buscaron la manera de convertir unos presupuestos low cost en algo rentable.
La economía digital busca el long tail, el low cost, lo escalable, lo global y lo glocal, la entrada directa en los circuitos de relación social entre marcas y usuarios. Negarse a todo ello es morir poco a poco.
Elegí este ejemplo que me pareció sintético pero obviamente hay muchos. La transición entre un modelo empresarial obsoleto o rígido y los inminentes de la era digital, aumentada e hipersocial, requiere de estudio, análisis y asesoramiento en muchos casos. Al contrario de lo que en Andorra un grupo de hoteleros pensaron, lo digital, lo social y lo flexible repercuten de manera crítica en el cambio de la cadena de valor y ataca directamente a un nuevo modo de entender la producción y los servicios. Lo he comentado otras veces pero se encadenan plataformas, proyectos, productos, clientes, profesionales, desarrolladores, gestión de marca, publicidad asociada, habilidades digitales, planes de negocio abiertos, gestión de comunidades y aportación de contenidos sin censura.
Si estás construyendo tu propio negocio o intentando adaptarte a los nuevos tiempos puedes contactar conmigo en www.idodi.eu y mi equipo lo revisará con entusiasmo. Somos digitales y nos gusta lo digital. Amamos Internet y lo que nos ha proporcionado como especie, nos concede como sociedad y nos aportará como ciudadanos. Además sabemos que parte de las opciones de seguir adelante nacen del conocimiento y de que las empresas se acerquen estratégicamente.