Marc Vidal Marc Vidal

La burbuja de las reservas federales

La semana pasada pudimos leer que el Tesoro colocó 3.000 millones de euros en bonos a quince años con un cupón del 5,14%, frente al 4,44% de la subasta inmediatamente anterior. Es decir, un 15% más. Sobre una demanda que superó los 7.000 millones, el Estado captó todo lo que precisaba aunque el precio empieza a ser preocupante. Pero lo que debe inquietarnos es quién compra esta montaña de papel. China, el mayor adquiriente de bonos internacionales y propietaria de una especie de burbuja de deuda soberana imponente. Resulta que ahora se han decidido por la compra indiscriminada de bono español, portugués y griego en una carrera por aumentar la rentabilidad por riesgo.

La semana pasada pudimos leer que el Tesoro colocó 3.000 millones de euros en bonos a quince años con un cupón del 5,14%, frente al 4,44% de la subasta inmediatamente anterior. Es decir, un 15% más. Sobre una demanda que superó los 7.000 millones, el Estado captó todo lo que precisaba aunque el precio empieza a ser preocupante. Pero lo que debe inquietarnos es quién compra esta montaña de papel. China, el mayor adquiriente de bonos internacionales y propietaria de una especie de burbuja de deuda soberana imponente. Resulta que ahora se han decidido por la compra indiscriminada de bono español, portugués y griego en una carrera por aumentar la rentabilidad por riesgo.

Está claro que es compra privada, como dije hace unos días, pero con un claro tufo a inversor oriental de alto voltaje. Algo de lo que me felicité hace unos días ya que el hecho que la deuda española coloque sus obligaciones es bueno en principio, pero también cabe destacar que, de las 250 órdenes por valor de 14.500 millones de euros que la pasada semana supusieron la refinanciación de unos 6.000 millones, casi un tercio era de origen oriental y otro de tipo institucional. El tercio restante, casi 90 órdenes por valor de 5.000 millones eran solicitudes de origen desconocido, por lo que podemos pensar que también eran de ámbito público.

Como decía, los chinos son los grandes compradores, pero no los únicos. También los bancos centrales van por ese derrotero. Son otros entes que van injiriendo el veneno paulatinamente. Las entidades públicas de la eurozona aumentaron recientemente las compras de títulos gubernamentales griegos, portugueses, irlandeses y españoles, de manera que se evidencian los esfuerzos para apoyar el mercado de bonos de toda la región a medida que se evidencia la crisis de deuda soberana. Hemos pasado de la burbuja tecnológica a la burbuja inmobiliaria en medio mundo, para inocular el ácido de la burbuja financiera inmediatamente. De esta última se ha pasado a la burbuja de la deuda soberana y ahora vamos engordando la burbuja de las reservas federales o nacionales. Una maravilla diseñada por expertos en burbujas que pasarán a la historia por sus burbujiles y burbujeantes burbujeras.

Pero si atendemos a la burbuja que se está fabricando en el entorno de los bancos estatales, cabe destacar que las compras se centran, hace semanas, en vencimientos de cinco años y de menos mayoritariamente. Sólo el bono griego de mayor plazo se salva de la quema a largo destino. Se confía poco en la capacidad helena de rentabilizar durante este decenio.

Para evitar suspicacias, diré que, como las transacciones son confidenciales, la mayoría de estas apreciaciones son meras especulaciones que se pueden identificar en movimientos paralelos o resultantes en otros mercados, al estilo del que mira las sombras reflejadas, te pasas el día buscando importes similares y tiempos consecutivos. No es exacto, pero puede aproximarse. También es cierto que China publica sus compras y algunos bancos no niegan lo que “algunos” operadores “nos cuentan”.

Como el rendimiento extraordinario o diferencial que los inversores exigen para tener en sus carteras títulos de esos países en lugar de deuda alemana se ha reducido en los últimos días, el Banco Central Europeo tomó la inédita decisión de comprar bonos para ayudar a la Unión Europea a contener la crisis de la deuda griega en principio y de la del resto de PIGS a continuación. Esto ha pasado hace apenas 7 días, en plena euforia mundialera y apoplejía social enrojecida.

Es público que el BCE admitió haber comprado bonos por valor superior a 4.000 millones la semana pasada, con lo que su adquisición total ya es de más de 50.000 millones. Algo no va bien y mucho me temo que seguir alimentando a la bestia no nos va a ayudar a medio plazo. Está calmada, pero está enfureciéndose. La deuda griega tiene un diferencial a niveles similares a cuando el rescate de la UE en mayo. La rentabilidad del bono griego está en niveles que todo el mundo sabe que no se pagará. Es invertir en un caballo cojo. Al 10,19% está la rentabilidad griega, muy similar a lo que deben estar los bonos que emite la constructora de mi vecino del tercero.

El futuro sigue su curso, apretando los bordes, estrechando el camino, pero con opciones para los que entiendan que las opciones estarán en la diversificación y en la atomización de recursos. Esperar que desde el propio estado se dinamice la economía es una ilusión que puede llevar a la ruina a muchos. Primero porque a medida que la burbuja de los bancos centrales se evidencie, esta retrocederá como un boomerang: primero atacará a los propios fondos soberanos, luego al sector financiero, privado y finalmente el inmediatamente local.

Si nadie detiene la enloquecida carrera por maquillar la crisis de deuda soberana asumiendo que los bancos centrales no deben desvestir al muerto, al final esto va a ser peor de lo que ye debía haber sido. Una crisis contundente se debe de pasar con todas sus consecuencias, pero seguir incorporando cartón piedra es un error que tarde o temprano, por culpa de un buen número de insensatos que quieren no perder su sillón de alcántara y su visa oro sin límite, pagaremos todos. Cabe una solución, todavía es factible, y es dejar caer a quien deba caer.

La reconstrucción del sistema sólo se formalizará adecuadamente si éste se modela desde sus cimientos. Poco a poco, pero con decisión, con política inteligente y políticos honestos. Ya se qué estáis pensando…

Esta es la columna en Cotizalia del pasado viernes.

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Marc Vidal Marc Vidal

TRICHET SUMA Y SIGUE

Nassim Nicholas Taleb, investigador financiero estadounidense y miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, dijo ayer en Singapur que “este es el periodo más difícil en términos económicos de la historia para la humanidad, porque los gobiernos no tienen el control de la situación”. Taleb considera que nos acercamos a una “gran deflación” aunque tiene claro que la sucederá una hiperinflación desconocida hasta la fecha en occidente por culpa de la impresión generalizada de dinero de los gobiernos. Y eso es pecisamente lo que ha decidido hacer Trichet.

CEBRA-TEL Nassim Nicholas Taleb, investigador financiero estadounidense y miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, dijo ayer en Singapur que “este es el periodo más difícil en términos económicos de la historia para la humanidad, porque los gobiernos no tienen el control de la situación". Taleb considera que nos acercamos a una “gran deflación” aunque tiene claro que la sucederá una hiperinflación desconocida hasta la fecha en occidente por culpa de la impresión generalizada de dinero de los gobiernos. Y eso es pecisamente lo que ha decidido hacer Trichet.

Resulta que una vez ha asumido Trichet que se está quedando sin munición y que los tipos de interés no se pueden bajar mucho más, va a atender a medidas extraordinarias para combatir una crisis que él también obvió irresponsablemente. Su método de poner en marcha las impresoras de billetes será comprando deuda y títulos hipotecarios a entidades, curiosamente alemanas la gran mayoría, y ampliando los plazos de financiación a los bancos hasta los doce meses. Su voluntad es relativamente razonable, lo que no tengo claro es si hacerlo tan tarde va a servir de algo. El amigo Jean Claude intenta activar la economía para que no pase como en Japón donde las inyecciones no sirvieron de nada y, como sabemos que este hombre está obsesionado con la inflación, ha estado retrasando estas acciones lo máximo posible para que no se le descontrole en forma de hiperinflación. La historia demuestra que este hombre se equivoca más que habla y las consecuencias suelen ser desastrosas. Hace un año se negaba a rebajar tipos, al contrario los subía y no atendía a las voces de alarma que reflejaban una desaceleración de la zona euro y a una evidencia de que era el precio del crudo el que mantenía la inflación tan alta.

En Europa dicen que el crecimiento del PIB será un 4 por ciento negativo. Probablemente será bastante más, un 6 o 6,5 con toda seguridad. En el Banco Central lo saben, como saben alguna cosa más. La banca está muy dañada y por mucho que baje los tipos ésta no traslada esas reducciones a la economía real.

¿Por qué Trichet ha admitido al final comprar deuda defectuosa? Intenta desbloquear el mercado hipotecario, por lo menos el de titulaciones, a fin de que los bancos empaqueten sus prestamos, los vendan en cédulas y puedan seguir operando. Es el único mecanismo que permite hoy en día que el mercado crediticio funcione. Él espera que esa liquidez real en el sistema tras las compras de deuda ayude a reducir el euribor aun más y que se traslade realmente a las familias y empresas. El problema, sin embargo, es que los gobiernos no actúan, no acometen reformas estructurales en la banca. Si no reforman los sistemas bancarios no se logrará dejar el sector en posición adecuada para poder recapitalizar y en consecuencia prestar.

Trichet ha decidido no atender a la historia y adentrarse en lo desconocido, llegando a tasas inéditas en el precio del dinero por un lado y en la adopción de medidas extraordinarias por el otro. El error vuelve a ser manual. La deuda presiona el sistema y tiene que ser reemplazada por renta variable, ya que los bonos, aunque parecen estables, tienen muchos riesgos escondidos. Por el contrario la renta variable es inestable, pero evidencia lo que tienes. Mientras las cortinas de humo se suceden las unas a las otras, mientras nos adentramos en el enfangado universo paralelo de las encuestas electorales, el mundo sigue su curso. A la vez que aquí vivimos en playback (unos hacen como que cantan/gobiernan y otros hacemos como que nos lo creemos), la verdad será que en el mundo financiero global, los derivados de crédito y las divisas causarán miles de millones de euros de pérdidas más. Van a producirse grandes roturas aun, va a haber más pérdidas para las compañías que tienen derivados de crédito. Esto, que ahora parece algo que se aleja, regresará a finales de año y con una virulencia aun mayor.

Pd. Recomiendo toda la obra de Taleb, alguien que en su obra expone la tendencia humana a sobrevalorar la causalidad y a creer que el mundo es más explicable de lo que realmente es, buscando explicaciones incluso cuando no las hay.

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