¿Comprar una casa ha pasado de moda? , mi participación en Bankademia.
El concepto vivienda ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Como todo. La tecnología no ha sido más que un estímulo para que esa mutación de algunos conceptos fuese más profunda, intensa y rápida. El modelo social que esperaba el momento idóneo para comprarse una casa donde vivir ha dado paso a otro menos evidente que representa un nuevo escenario. La propiedad no es más que una opción, que si antes era inevitable, ahora supone una nueva perspectiva. Desde el punto de vista económico estamos pasando de la acumulación de productos a la utilización de servicios. Eso, en el sentido inmobiliario se ha evidenciado de manera notable. Esa modificación conceptual tiene una generación que la ha dinamizado como nadie. Se trata de los millennial.
El concepto vivienda ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Como todo. La tecnología no ha sido más que un estímulo para que esa mutación de algunos conceptos fuese más profunda, intensa y rápida. El modelo social que esperaba el momento idóneo para comprarse una casa donde vivir ha dado paso a otro menos evidente que representa un nuevo escenario. La propiedad no es más que una opción, que si antes era inevitable, ahora supone una nueva perspectiva. Desde el punto de vista económico estamos pasando de la acumulación de productos a la utilización de servicios. Eso, en el sentido inmobiliario se ha evidenciado de manera notable. Esa modificación conceptual tiene una generación que la ha dinamizado como nadie. Se trata de los millennial.
Para hablar de esa nueva visión del papel de la vivienda, las hipotecas o de como la transformación digital ha supuesto una disrupción en todo ello, en el modo de comprar, o en el de alquilar, el de acercarse al reto patrimonial o, sencillamente, de como hoy en día se utiliza un espacio vital como puede ser ‘tu casa’, Bankia me invitó a ofrecer una master class en el marco de su plataforma Bankademia. Un extraordinario espacio para adentrarse en conceptos económicos básicos pero desde una visualización panorámica que permita entender los nuevos tiempos y sus afectaciones sociales.
Desde un lugar precioso, el ático de un centro deportivo en el centro de Madrid, planteé a una audiencia de diversas edades e intereses varias preguntas sobre el propio término que supone hoy en día una vivienda: ¿el sueño de la casa propia es herencia cultural?, ¿seguiremos debatiendo entre comprar o alquilar?, ¿qué papel juega la tecnología?, ¿existe una hipoteca para los millennial? Si la empresa de hostelería más importante del mundo no tiene una sola habitación en propiedad y la empresa de movilidad de mayor valor no posee ni un sólo vehículo, ¿cómo puede ser que sigamos manteniendo los patrones patrimoniales de siempre?
La cuestión es ¿cómo será la vivienda del futuro? ¿cómo se comprará? ¿cómo se combinará una cultura nómada con la propiedad? ¿qué significa realmente el mercado inmobiliario para la generación que será mayoría en la toma de decisiones de compra en cinco años? Ahora los millennial no son los compradores de vivienda, la media de comprador es de 39 años en España. Hablamos de un mercado de 580.000 compradores que ahora tienen dificultades para comprar por tener pocos ingresos, poca estabilidad laboral y pocos ahorros.
Sin embargo, el debate no será ‘propiedad o alquiler’ lo que será mayoritariamente definitorio será el modelo de vivienda, el para qué es ese espacio. Hablamos pues de espacios compartidos del tipo ‘co-living’, viviendas conectadas e inteligentes, casas pasivas y autosuficientes o de probablemente casas impresas o prefabricadas. Sin embargo, comprar siempre será una opción y si deciden comprar, ¿cómo serán esas nuevas hipotecas para una generación protagonista de la era digital? Deberán poder solicitarse desde el móvil, sabiendo la autorización inmediatamente, que no exijan vínculos, que tengan tipos muy bajos y que sean flexibles.
La decisión sobre dónde vivir ha sido, y será, una de las grandes decisiones humanas. Si es en propiedad o en alquiler será una de esas variables. Sabemos que en gran medida la tecnología marcará esa decisión ya sea como comprador, arrendador, gestor hipotecario o analista, pero lo que realmente es imprescindible es comprender el papel que tiene en nuestra vida todo ello. Una casa es el recipiente que contiene nuestros sueños, anhelos y deseos. Es el rincón donde descansar y recargar nuestras aspiraciones. La haces tuya aunque no lo sea, la conviertes en tu cuartel sea de propiedad o no. Por mucho que la tecnología va a estructurar un montón de aspectos, finalmente, la decisión será emocional y estará en manos de las personas que determinen cómo y dónde vivir. La pregunta no será mayoritariamente comprar o alquilar, ni tan siquiera con que tecnología puedes mejorar la experiencia de vivir en ella, lo relevante siempre será que en tu casa lo que depositas entre las paredes es siempre tu corazón y tu proyecto de vida, sea puntual o duradero.
Te invito a ver el video completo de esta charla o acceder a la plataforma donde seguro encontrarás temas de tu interés. Hablamos de nuevos modos de entender la vivienda como el coliving, de como serán las viviendas del futuro, de que debe ofrecer un banco a una generación totalmente digital y muchos otros temas que estoy seguro te van a interesar, seas o no millennial.
De 0 a 100 en un instante: Porsche y Conector lanzan un programa para acelerar startups.
Ya son varios los dispositivos a la venta que permiten reconvertir un coche en mucho más que un artefacto para moverse. Complementándolo con un smartphone, un vehículo se convierte en un sofisticado receptor de datos que permiten mejorar la experiencia de la conducción y, a la vez, en un emisor incasable de información acerca de cómo nos movemos. Los coches conectaos formarán parte, en un futuro inminente, de nuestra vida cotidiana. En el 2020, a la vuelta de la esquina, uno de cada cuatro vehículos que circulen por España estarán conectados de forma continua.
Ya son varios los dispositivos a la venta que permiten reconvertir un coche en mucho más que un artefacto para moverse. Complementándolo con un smartphone, un vehículo se convierte en un sofisticado receptor de datos que permiten mejorar la experiencia de la conducción y, a la vez, en un emisor incasable de información acerca de cómo nos movemos. Los coches conectados formarán parte, en un futuro inminente, de nuestra vida cotidiana. En el 2020, a la vuelta de la esquina, uno de cada cuatro vehículos que circulen por España estarán conectados de forma continua.
El coche conectado está en el mismo punto que estaba la telefonía móvil antes de su explosión comercial a mediados de los noventa del siglo pasado. Es más que probable que, este hecho, sea un paso previo, un puente entre la conducción tradicional y la autónoma. Iremos viendo que conducir un coche, a medida que avance la próxima década, se irá inundando por automatizaciones relativas. Primero será un tipo de autorización por la conducción automática en zonas no urbanas, después en zonas de aparcamiento, más tarde en algunos distritos habitados como pasa en algunos países ya y, finalmente, con la legislación que lo permita en todos los espacios. De ahí a convertir el coche de propiedad en un servicio de movilidad será cuestión de tiempo.
En los próximos diez años vamos a vivir una transformación completa de lo que conocemos por movilidad. El desafío es enorme. Del aumento de prestaciones y potencia pasaremos a la sostenibilidad energética con coches eléctricos, inteligentes y conectados. De ahí a una progresiva autonomía y, al final, un cambio de sentido en el paradigma producto y servicio vinculado al hecho de tener un coche de propiedad o no.
En el debate sobre el futuro de la movilidad se encuentran todas las marcas de automóviles. Un ejercicio que cada una de ellas lo afronta de un modo u otro. Hoy quiero hacer referencia a la decisión que ha tomado una de las insignias más prestigiosas del sector y que me afecta especialmente. Se trata del acuerdo al que hemos llegado con Porsche Ibérica y Conector Startup Spain. Un hecho relevante que desde nuestra aceleradora asumimos como un reto excepcional.
Porsche Ibérica y la aceleradora Conector lanzamos un programa para buscar e impulsar el desarrollo de startups en el ámbito de la movilidad inteligente (Smart Mobility), el estilo de vida, la experiencia de cliente y la Internet de las Cosas. El programa Porsche Accelerator by Conector arrancó esta misma semana con una fase previa de inscripción y preselección y, después de elegir a un total de entre cinco y ocho startups, se desarrollará a lo largo de cinco meses de intensa actividad, que deberán servir para que las startups seleccionadas consoliden su modelo de negocio y se abran camino en un mercado cada vez más competitivo.
El programa está dirigido a startups que dispongan ya de un producto con las primeras métricas en el mercado y que sea escalable. Además, deben tener un equipo formado y un líder claro. Estas startups pueden inscribirse para participar en el programa hasta el 25 de enero de 2018, aquí.
Durante el proceso de selección, los 10 proyectos más atractivos que se inscriban hasta el próximo 18 de diciembre, serán presentados ante los responsables de Porsche y Conector el 20 de diciembre 2017. Una vez concluido el plazo de inscripción, un comité formado por directivos y expertos de Porsche Ibérica, junto a los socios de Conector seleccionaremos entre 10 y 15 de esas startups, que pasarán al denominado Startup Day, que tendrá lugar a principios de febrero de 2018.
Las startups seleccionadas en el Startup Day se beneficiarán de un espacio de trabajo, de las ayudas de las empresas colaboradoras de la aceleradora (por un valor de más de 400.000 euros), del acceso a la red de networking tanto de Porsche como de Conector, de un extensivo plan de formación, un atractivo calendario de eventos y tendrán su propio Board de mentores conformado por mentores de la aceleradora y directivos de las divisiones de Porsche.
Porsche Accelerator by Conector finalizará con un Demo Day, donde los emprendedores presentarán sus proyectos ante las empresas de capital riesgo (VCs), inversores y business angels, para conseguir su objetivo de inversión. Porsche también aprovechará el conocimiento adquirido durante ese tiempo de aceleración sobre dichas startups y, lo más relevante, podrá llegar a acuerdos de cooperación con aquellas que estén desarrollando negocios de interés para el fabricante de vehículos deportivos.
Esta aceleración corporativa en el sector automovilístico se suma a las que desde Conector ya tenemos en marcha para SEAT, Bankia y Abanca.
Los bancos, la venta predictiva, la Inteligencia Artificial y el Big Data. El ejemplo del Ulster Bank.
Ayer supimos que el principal banco español, el Santander, planea un ajuste de más de dos millares de trabajadores. Es la enésima dieta que se le aplica a la plantilla. Es cierto que con más de dos cientos mil empleados, lo que el Santander está haciendo es estructurar su enorme organización de manera ordenada y no traumática. Sin embargo, no es más que una tendencia que se acentuará en esta y el resto de entidades de toda Europa. Le pongan la excusa que le pongan, el problema tiene un estímulo desde hace ya media década. Se llama Fintech.
Ayer supimos que el principal banco español, el Santander, planea un ajuste de más de dos millares de trabajadores. Es la enésima dieta que se le aplica a la plantilla. Es cierto que con más de dos cientos mil empleados, lo que el Santander está haciendo es estructurar su enorme organización de manera ordenada y no traumática. Sin embargo, no es más que una tendencia que se acentuará en esta y el resto de entidades de toda Europa. Le pongan la excusa que le pongan, el problema tiene un estímulo desde hace ya media década. Se llama Fintech.
El término FinTech es perturbador para los sistemas financieros existentes y establecidos. Hablamos de que para financiar un proyecto, miles de personas acceden al ‘crowdfunding’ o a los préstamos ‘peer-to-peer’, para gestionar transacciones utilizan el móvil o para intercambiar divisas lo mismo. El FinTech lo hace todo, todo lo que desde un banco u otros gestores financieros ya hacían, y lo hacen más barato, más fácil y más rápido. No obstante la banca ya no se lo mira atónita. Algunas han empezado a tomar medidas. Unos con aceleradoras de startups, otras desarrollando conjuntamente con empresas soluciones digitales e, incluso, las menos, abrazando toda la dimensión tecnológica para transformar totalmente la entidad.
En la tercera opción me gustaría destacar uno de los bancos con los que tengo relación, el Ulster Bank irlandés. Esta entidad ha estado preparando todo un modelo de transformación en la gestión de datos y el uso de la Inteligencia Artificial que les permite conocer con antelación cuándo un cliente va a realizar una transferencia, amortizar anticipadamente parte de su hipoteca, qué tipología de aseguradora va a demandar o qué tipo de crédito necesitará en un futuro inmediato.
El conocimiento predictivo va a permitir al Ulster mejorar las relaciones con sus usuarios, optimizar su eficiencia comercial y aumentar los ingresos por las ventas. El Ulster Bank ha desarrollado una plataforma inédita en el sector que combina la Inteligencia Artificial y el Big Data con la que genera conversaciones con los casi dos millones de clientes que tiene actualmente. El objetivo es colocar al cliente en el centro de la cadena de valor, conocerlo mejor y generar productos predictivos que se ajusten a un ratio de éxito muy superior al actual.
La plataforma integra y analiza todos los datos e información resultantes de la relación entre los clientes y el banco por digitalmente, por teléfono o analógicamente. Aunque las entidades irlandesas están tremendamente automatizadas, existe un modelo de relación personal muy alto para algunos temas. Con esta captación de datos se busca extraer patrones de conducta. La idea central es que la tarea comercial se genere desde un punto de vista analítico y automatizado con un rango de éxito muy superior al actual. Las primeras pruebas así lo demuestran.
Cuando hoy en día un banco se acerca a un consultor, lo primero que le dice no es que ha perdido facturación. Eso no ha pasado. El asunto es que ha caído la rentabilidad debido a diversos aspectos estructurales y monetarios. Los bajos tipos de interés, el coste tecnológico, el personal no digitalizado y el tamaño estructural suelen ser los motivos. De ahí que no sea un problema de facturación, sino de eficiencia y eficacia. Ahí la Inteligencia Artificial y el Big Data se mueven muy bien. El tiempo medio necesario para el despliegue de una plataforma de este tipo puede llegar a tardar un año. La implementación en el Ulster Bank se produjo en seis meses.
En tiempos en que según el estudio “EY Fintech Adoption Index 2017”, el 37% de los usuarios de Internet en España, utiliza servicios Fintech para gestionar sus finanzas como plataformas de pagos y transferencias, bancos sin oficinas, aplicaciones móviles, seguros on-line, plataformas de crowdlending, los bancos tienen que, no sólo implementar este tipo de soluciones, sino lo que tienen que hacer realmente es aprovechar la tecnología que se les puede asociar. No es lo mismo tener un banca móvil digital de gran calidad y usabilidad a tener un banco virtual accesible desde cualquier dispositivo que a través de un chatbot estudia conductas de cada usuario/cliente. No es lo mismo.
Según ese estudio, atentos, los servicios más usados por los encuestados agrupados por categorías son las plataformas de pagos y transferencias, utilizadas por el 50%, empresas relacionadas con los seguros (Insurtech), por el 24%, inversión mediante crowdlending o servicios online de asesoramiento y gestión financiera, el 20%, solicitud de préstamos en plataformas de crowdlending o en empresas de créditos rápidos, 10%; servicios y aplicaciones móviles de control y planificación financiera, 10%.
Un estudio similar en 2015 aseguraba que uno de cada siete consumidores digitalmente activos eran usuarios de Fintech, mientras que en 2017 son uno de cada tres. Las intenciones futuras de los usuarios se espera que aumenten en un promedio del 52% en dos años. En el caso de los servicios de préstamos online se estima que su utilización pueda doblarse.
Los consumidores se sienten atraídos por los servicios Fintech ‘porque sus propuestas son más simples, más prácticas, más transparentes y más fácilmente personalizadas’. En esa dirección deberían disparar los bancos, a la simplicidad, la usabilidad, la transparencia y la personalización. A partir de esa primera estructura deberá de generarse un espacio de lectura de datos masivos e interpretación por Inteligencia Artificial y, finalmente, la banca empezará a entender que significará la disrupción más grande a la que se han enfrentado desde su creación: la desintermediación del dinero, el Blockchain. Proximamente…
La banca del futuro será más humana o no será. Hay vida entre despidos y las fintech.
Si mi hijo de 11 años me dijera que de mayor quiere ser banquero no tendría más remedio que decirle que no va a poder ser. Por lo menos no bajo el plano actual. Algo que seguramente va a suceder con la mayoría de empleos, en el de la banca va a ser tremendamente rápido y disruptivo. Ya lo está siendo. De hecho el interés por trabajar en el sector financiero no ha hecho más que decrecer en los últimos años por diversos factores. Desde la mala reputación hasta la propia duda sobre la viabilidad del negocio a medio plazo.
Si mi hijo de 11 años me dijera que de mayor quiere ser banquero no tendría más remedio que decirle que no va a poder ser. Por lo menos no bajo el plano actual. Algo que seguramente va a suceder con la mayoría de empleos, en el de la banca va a ser tremendamente rápido y disruptivo. Ya lo está siendo. De hecho el interés por trabajar en el sector financiero no ha hecho más que decrecer en los últimos años por diversos factores. Desde la mala reputación hasta la propia duda sobre la viabilidad del negocio a medio plazo.
La encrucijada del sector bancario se sitúa entre una falta de rentabilidad provocada por los escasos márgenes en los tipos de interés y una demanda cada vez más tecnológica que exige de estas entidades una respuesta moderna, ajustada al coste real de las operaciones y transparente. A pesar de esos tipos de interés tan bajos los efectos que la banca esperaba no se ha producido. La economía no ha mejorado tanto, no se han producido beneficios por recuperación de provisiones de manera general, ni se ha flexibilizado el flujo de crédito pues, técnicamente, la deuda es monumental la mires por donde la mires.
Por si fuera poco la esperada reducción de la morosidad probablemente se verá muy mermada por la implantación de la nueva International Financial Reporting Standard 9. Esto se suma a una práctica que esta complicando la vida de manera importante a los bancos. La demanda de crédito empresarial, el negocio natural de los bancos, tiende a emitir deuda corporativa desde hace unos años. Además, en apenas tres años las fintech han capturado casi un tercio del negocio tradicional de la banca dejando a la cadena de valor entre el cliente y el producto financiero en la mínima expresión.
La banca está optando por soluciones de todo tipo. Reducción de oficinas y personal, utilización de algoritmos blockchain para reducir costes de transacción que no necesitan intermediarios, créditos P2P basados en el uso de inteligencia artificial o Big data, compra de startups Fintech o la creación de aceleradoras propias que intuyan negocios disruptivos desde dentro de estos, hasta ahora, dinosaurios.
Pero incluso las fintech tampoco se librarán de su propio escenario de crisis. A medio plazo se tendrán que ver sujetas a una severa regulación y su comportamiento tenderá a ser un complemento de la banca tradicional reconvertida en una banca de vanguardia. La cuestión es que a medio plazo parece que la banca lo tiene crudo, pero sería interesante atender que, al igual que en otros negocios, el valor añadido actual podría venir de la mano de los propios seres humanos que ahora se desechan al reestructurar las plantillas para hacerlas más baratas.
Podría ser que la robotización, la automatización y los sistemas algorítmicos proporcionen mayor eficiencia y menores costes, pero no deberían de sustituir el contacto entre seres humanos que tan mal visto ha estado en muchos casos. La única banca posible en el futuro será aquella que comprenda que los servicios bancarios de valor serán los que se individualicen. La tecnología permitirá reducir tramos de gestión en aspectos que un humano no es preciso, pero en otros será insuficiente o mejorable a través de la gestión humana.
El ajuste del sector es una evidencia notable. El camino a seguir no parece ser unitario y en gran medida la mayoría aun no lo tienen claro. El asunto es reducir plantillas, costes, comprar o crear ‘fintechs’ y automatizar procesos. Así, sin más. La realidad es más confusa y pesará como el plomo. La banca del futuro será más humana o no será. Servicios individualizados a clientes de todo tipo incluidos los de menor capacidad económica, personalizando la respuesta. El valor añadido, será humano. También en la banca.
Innovación del sector automovilístico y las startups. SEAT y Conector lanzan una aceleradora corporativa.
La industria vinculada al sector automovilístico siempre ha sido tremendamente innovador. La competencia y la búsqueda de la eficiencia han marcado su evolución desde que Henry Ford ideara la optimización a partir de la cadena de producción. Pero el mundo de los coches ha derivado en múltiples variantes de consumo, sociales, culturales e incluso políticas. Durante más de un siglo la evolución de este sector no ha parado de evolucionar. En los últimos tiempos, además, se detecta un inminente giro copernicano.
La industria vinculada al sector automovilístico siempre ha sido tremendamente innovador. La competencia y la búsqueda de la eficiencia han marcado su evolución desde que Henry Ford ideara la optimización a partir de la cadena de producción. Pero el mundo de los coches ha derivado en múltiples variantes de consumo, sociales, culturales e incluso políticas. Durante más de un siglo la evolución de este sector no ha parado de evolucionar. En los últimos tiempos, además, se detecta un inminente giro copernicano.
La energía eléctrica propulsando autos potentes, eficaces y asequibles ya no es una quimera. La conducción automática ha empezado tímidamente a instalarse en sistemas de aparcamiento computerizado. La inteligencia artificial espera que las leyes se ajusten y la producción de contenidos que se consumirán en coches que no precisen de la intervención humana empiezan a mostrarse. Por si fuera poco, ahora mismo un coche ya no es un elemento unitario sino que en base a su relación con otros se está convirtiendo en un módulo de una amalgama compleja de interacciones que permitirán muy pronto ordenar ciudades, circulaciones, desplazamientos y consumos.
Pero aun hay más. La propiedad de un vehículo está también en franco retroceso. Las generaciones integradas en el espacio Millenial y posterior no quieren tener cosas, sólo quieren usarlas. Un mundo dónde la propiedad y el producto dejan de tener sentido o pierden vigencia es un mundo dónde lo que se ‘compra’ es el servicio cuando lo precisas. Luego lo deshechas. Los jóvenes ya no priorizan su primer salario en pagar las cuotas de un coche. Esto lo saben la mayoría de productores de coches. En ello están trabajando. Siguen siendo un estímulo innegable a la economía en todas partes y muy especialmente en España, pero el tema es muy distinto a tan solo hace una década.
En ese punto se sitúa el análisis que algunas de ellas hacen del universo de innovación vinculado al automóvil. Cómo ha sucedido en todos los sectores de la economía hay nuevos competidores, nuevos actores que van por libre y que tienen una percepción de la innovación que choca de frente con las grandes corporaciones.
Existe, cómo decía, un nuevo consumidor con nuevas maneras de ver la economía, la relación con las marcas y con sus productos. Quienes mejor están interpretando esa novedad son las startups. No hace falta ir muy lejos y ver como la llegada de algunas de ellas han desembocado en terremotos gigantescos para algunas de las industrias mejor posicionadas hasta hace muy poco tiempo. La industria musical, la hotelera, la del transporte, la de los viajes, el bancario, el retail y en definitiva casi todas, han visto como plataformas, desarrollos, aplicaciones, se ventilaban en pocos años lo construido por ellos durante décadas.
El sector automovilístico tradicional ya no tiene en exclusiva las decisiones relevantes en cualquier campo que les afecta. Las iniciativas más interesantes en materia de seguridad, emisiones, conectividad, automatización o relación con los clientes, provienen de startups relativamente nuevas que se atreven a saltarse barreras que las grandes corporaciones no pueden por diferentes razones.
Hay de muchos tipos. Navdy busca evitar distracciones en la conducción, Lyxt evita colisiones y reduce el consumo de combustible, Cambridge Mobile Telematics nos enseña cómo conducir mejor a partir de nuestros errores durante la conducción, TowerSec busca como convertir nuestro coche en algo ‘ciberseguro’ ante el inminente modelo de conducción dependiente a un sistema interconectado con la nube, una especie de ‘antivirus’ para el coche. La lista es enorme.
En esa carrera por ser relevante en el sector, han aparecido plataformas que lo han revolucionado todo como Lyft u otros, pero también se han presentado en el escenario actores que no se esperaban y que tienen mucha gasolina para gastar. Empresas como Google o Apple no son secundarios. La entrada en el capital de Lyft por ejemplo por parte de General Motors indica que el partido ya ha empezado y tomar bien las posiciones serán claves para el futuro de todo el sector.
Las grandes corporaciones mundiales han encontrado un método tremendamente nutritivo para llevar a cabo un modelo de innovación que les repercuta positivamente. Se trata de la estimulación de Aceleradoras Corporativas que buscan tener acceso a tecnologías o servicios innovadores en una etapa temprana del desarrollo y así poder incorporarlos a sus productos a la vez que para una startup puede desarrollarse bajo la protección de una gran marca.
En España ya podemos decir que existe la primera aceleradora corporativa del sector automovilístico. De la mano de la aceleradora Conector Startup Spain, SEAT lanza una aceleradora de startups especializada en automoción y movilidad. Serán cinco las startups que formarán parte de este primer programa de aceleración. Los emprendedores seleccionados trabajarán en las oficinas de la marca en Martorell y seguirán nuestro programa Conector. La convocatoria para aplicar empezó el pasado 19 de julio y se cerrará el 19 de septiembre.
Es un honor contar con la confianza de SEAT para que nuestra aceleradora sea el hilo conductor de todo el proceso. Al igual que hacemos en otros sectores como el bancario con Bankia, en este caso la marca tiene el claro objetivo de apoyar a los emprendedores que aporten nuevas soluciones a su sector, apostando constantemente por la innovación en la industria automovilística en este caso. Por su lado, nuestra aceleradora de startups Conector consolida una apuesta por las alianzas con grandes compañías y el impulso de las aceleradoras corporativas que está siendo tremendamente nutritiva.
El presidente de SEAT, Luca de Meo confirma que “las alianzas como la que hemos alcanzado con Conector están alineadas con nuestra visión de futuro para impulsar un ecosistema de movilidad. La nueva economía solo se entiende cooperando con partners e integrando plataformas. La aceleración de startups nos va a permitir intercambiar conocimiento y poder acceder al mejor talento. Estamos impulsando la transformación digital de SEAT”.
En España no había aceleradoras corporativas en este sector vinculadas a una marca de tanto peso. Algo que en el resto del mundo si es así. Por eso, para nosotros, es un estímulo innegable ser parte de un proyecto que sitúa a nuestro país en el punto exacto que se necesita para innovar, competir y crecer en un escenario de Nueva Economía que cada vez requiere más disrupción.
En el mundo destacan aceleradoras corporativas del sector automovilístico como BMW iVentures en Nueva York, BMW Startup Garage en Munich, Honda Xcelerator en Mountain View, Hyundai Venture Plaza en Korea, Inifiniti Accelerator en Hong Kong y Ford Automotive Incubation Centre en Silverton, Jaguar / Land Rover en Portland, Tata Incub@TE en Bangalore. Algunas marcas también se han enlazado a fondos que entran en startups. Los mas destacados son Audi Electronic Venture , Bill Ford’s Fontinalis Partners, GM Ventures, Honda Strategic Venturing o Hyundai Ventures Investment.
Es evidente que los constructores de automóviles son conscientes de que el modelo startup es un motor de innovación más potente que sus departamentos de I+D que suelen estar demasiado integrados en el sistema corporativo vigente. Se han dado cuenta que apoyando estas Startups sectoriales pueden estar comprando futuro. Desde Conector estamos tremendamente agradecidos e ilusionados con el hecho de que SEAT haya elegido nuestro sistema y modelo para impulsar y coordinar su Aceleradora Corporativa.
La aceleración corporativa como modelo y el gran acuerdo entre Bankia y Conector.
Hace 12 años Paul Graham fundó la que se considera la primera aceleradora tal y como hoy en día las conocemos. Se trataba de YCombinator, que entró de un modo disruptivo en el mercado del capital riesgo creando un nuevo modelo de inversión empresas tecnológicas en fase inicial, acompañándolas en un punto concreto de su crecimiento. En los últimos años, ese concepto está afectando también a grandes corporaciones en todo tipo de industrias. Empresas de todo tipo y de gran tamaño han empezado a adoptar el modelo de aceleración para mantenerse en constante innovación de un modo ágil y rápido en un mercado que no para de cambiar
Hace 12 años Paul Graham fundó la que se considera la primera aceleradora tal y como hoy en día las conocemos. Se trataba de YCombinator, que entró de un modo disruptivo en el mercado del capital riesgo creando un nuevo modelo de inversión en empresas tecnológicas en fase inicial, acompañándolas en un punto concreto de su crecimiento. En los últimos años, ese concepto está afectando también a grandes corporaciones en todo tipo de industrias. Empresas de todo tipo y de gran tamaño han empezado a adoptar el modelo de aceleración para mantenerse en constante innovación de un modo ágil y rápido en un mercado que no para de cambiar.
Las razones son muchas, desde la atracción de talento hasta la localización de oportunidades de negocio desconocidas, pasando por el hecho de estimular procesos que reviertan en el territorio y tejido empresarial que de un modo u otro les afecta y desean dinamizar. La creación de ecosistemas de startups que se vinculan a programas de aceleración corporativa empieza a ser un modelo de éxito.
En ese punto de visión se centra el acuerdo que esta semana hemos firmado en Conector Startup Spain con Bankia creando Bankia Accelerator by Conector. Se trata de un programa de aceleración corporativo con el objetivo de impulsar startups innovadoras y con gran impacto social a fin de apoyar el ecosistema emprendedor español. De hecho, en los tres programas de aceleración que se llevarán a cabo durante dos años se seleccionarán 20 startups serán aceleradas en las instalaciones de Bankia en Madrid que se ha preparado para este proyecto. Además recibirán una inversión de 15.000 euros cada una en forma de préstamo convertible y seguirán el exitoso programa de Conector por el que ya han pasado más de 70 startups, entre las que destacan Viuing, Glovo, Adictik, Ursulitas, ScanLoteria, SantaFixie, RadarPrice, PopPlaces, Offemily, Meller, Kompyte, Conductr, etc.
Carlos Blanco: ‘el mundo corporate y las startups tienen mucho que aprender el uno del otro’.
Bankia Accelerator busca startups innovadoras, escalables y con gran potencial de crecimiento. Emprendedores que pretendan mejorar los sectores tradicionales con soluciones digitales y un equipo comprometido en ello. Deben ser proyectos con empresa constituida y con un líder claro. Startups que ya tengan el producto o servicio en el mercado y que puedan presentar sus primeras métricas. Durante los cuatro meses que durará el programa de aceleración, los emprendedores trabajarán con sus mentores para validar su modelo de negocio, ratificar su estrategia y mejorar en todas las áreas que necesiten, culminando el proceso en un Demo Day, evento donde los emprendedores presentarán su startup ante los inversores, VC y business angels más importantes del país, incluida la propia Bankia.
Cómo sabéis pienso que estimular el escenario de startups es una de las claves para modificar el modelo de crecimiento de un país. Lo veo en Irlanda dónde en apenas 10 años se ha pasado de crear 8 de cada 10 empleos para el sector de la construcción a que ahora, 2 de cada 3 sean en el sector tecnológico gracias a las 147 startups que se crean cada día en el país. Por eso proyectos como Conector y programas corporativos como Bankia Acelerator son clave. Concector crece y lo hace sostenidamente en captación de capital para sus aceleradas, en programas cada vez de mayor calidad y en el plan de expansión previsto del modelo que nos llevará a Valencia, Sevilla, Dublín, Bogotá y Mexico DF.
Conector es uno de los proyectos que me hacen sentir parte de algo importante. Cómo socio fundador es un lujo estar junto a Carlos Blanco, Gerard Olivé, Marc Ros, Risto Mejide, Miguel Vicente, Xavier Verdaguer, Elisabeth Martínez y el gran equipo que gestiona el día a día. Cómo mentor es una experiencia muy nutritiva además. Aprender de cada startup, de cada emprendedor y del resto de los 150 mentores que hay en el programa es un regalo diario. Además, estar en contacto con quienes están trabajando en mejorar el mundo a partir de ideas y proyectos de gran calidad, no tiene precio. Así lo sentimos todos los que pusimos en marcha esta locura en un ‘mercado’ de aceleradoras dónde nuestra apuesta no era sencilla.
Si estás interesado en entrar en Bankia Accelerator by Conector puedes aplicar hasta el 20 de junio aquí.
Salvaguardar depósitos
El número de consultas acerca de como salvaguardar los depósitos ante una posible “quiebra“ del sistema financiero español no dejan de llegar. Me preguntan por email, en persona, a través de los comentarios del blog, tras cualquier evento, en los aeropuertos cuando alguien me reconoce, me consultan familiares, amigos, socios, periodistas y, aunque parezca sorprendente, trabajadores bancarios. Al respecto he ido hablando con otros blogueros económicos, asesores de patrimonio y directivos financieros en los que confío y todos coinciden en algo que parece haber cambiado sustancialmente en los últimos días: la gente ya pregunta abiertamente sobre la posibilidad de un corralito en España y como pueden evitarlo. Hace unos años, la palabra corralito suponía la expulsión del género humano. Hoy parece que, los que nos definían como incendiarios inconscientes, son los mismos que se apresuran a saber como sacar su dinero del sistema financiero español. Advierto que estoy convencido que las cifras de la fuga legal de depósitos debe estar siendo gigantescas. Es posible que los datos oficiales no respondan a la verdadera magnitud de la huida pues desencadenaría un circuito viciado que retroalimentaría lo que quisiera evitar.
Que obliguen a algún banco a digerir en sus balances a una caja con una agujero bíblico, no ayuda mucho a que el sistema cure sus deficiencias. Que se avance la creación de un banco malo no ayuda demasiado. ¿Alguien puede confiar a estas alturas que un banco repleto de basura financiera va a ayudar a que la realidad se convierta en algo mejor? ¿Alguien cree que tomar todos los activos tóxicos de la banca española y convertirlos automáticamente en los activos de una entidad de resguardo lo soluciona todo? ¿Nos toman por estúpidos? El banco malo se compone de las cosas que nadie va a pagar, de las deudas que se deben eliminar en los balances que evidenciarían quiebras y fallidas técnicas en algunas entidades. El gap es que se confía demasiado en que algún día alguien querrá esos activos malos. Si eso no pasa en un tiempo prudencial, la hostia será soberana y todos tendremos que refinanciar el macroagujero.
Los ahorros deberían ser fuente de tranquilidad y seguridad, no de preocupaciones añadidas en estos tiempos tan revueltos. Haber conseguido ahorrar unos euros es una hazaña notable, dado el incremento de impuestos y precios en un contexto de creciente desempleo, quiebra de empresas, asfixia de autónomos y congelación de salarios y pensiones. La enorme mayoría de los ahorradores solo pide tres cosas: seguridad, liquidez y, por último, algo de rentabilidad. Una petición tan sencilla, pero tan pocas veces satisfecha por los bancos y cajas, sobre todo en los últimos años.
En los últimos años hemos vivido una erosión del concepto de responsabilidad fiduciaria que debería imperar en las actuaciones de todos los responsables de la gestión de nuestros ahorros. Hemos sido testigos de un cadena de fallos, de los reguladores, de la entidades públicas, de los mecanismos de control interno de los bancos y cajas y, lo que es peor, de la voluntad de nuestros líderes políticos para tomar las duras medidas necesarias para poner fin a la crisis y poner las bases de una nueva fase de crecimiento fundamentada en la oportunidades que ofrece la nueva economía digital y la emergente hipersociedad. El principal modelo de consulta de personas preocupadas por la situación financiera de España y la seguridad de sus ahorros en su banco o caja de toda la vida es que hacer con sus depósitos y ¿como evitar un corralito? Lamentablemente, como ya comentaba en otros posts, un análisis detallado del funcionamiento del fondo de garantía de los depósitos bancarios no resulta tranquilizador para el ahorrador por las dudas que se plantean sobre la seguridad y la accesibilidad inmediata al dinero depositado, sobre todo en el caso extremo pero no descartable de fallo en cascada de varias entidades bancarias.
De aquí resulta la primera y primordial preocupación, la sensación popular y que algunos expertos defienden, de que los ahorros en el banco o caja no están seguros en el contexto de la crisis actual. Esta inseguridad surge de dos fuentes. La primera es la preocupación sobre la solvencia del banco o caja en concreto y de la capacidad de respuesta del fondo de garantía de depósitos, y la segunda es la posibilidad de una ruptura del propio euro (cada vez mas comentada en las últimas semanas en Berlín y París), que dejaría a España, y por lo tanto todos los balances y depósitos bancarios en España, excluida del club del euro fuerte. En este escenario, sería probable que el nuevo euro de segunda velocidad sufriera inmediatamente una devaluación del 30% ó 40% en relación con el Euro de primera velocidad y, por lo tanto, una similar devaluación en relación con otras divisas, como el dólar estadounidense. Esto no lo digo yo, se comenta en muchos foros económicos que antes negaban esta posibilidad y que ahora se reafirman en las cada vez más evidentes opciones al respecto. Muchos preguntan que se puede hacer. A continuación os detallo algunas de las opciones que se barajan en los entornos de capital medio y que son totalmente legales y cuya homologación financiera no deja de ser factible.
Cuentas internacionales
La única manera totalmente segura de evitar este escenario es mantener balances en la cuenta corriente y depósitos a plazo en cuentas bancarias fuera de los países en riesgo de sufrir esta exclusión del euro de primera velocidad. Es totalmente legal y legítimo para cualquiera ahorrador residente en España abrir una cuenta bancaria no residente en cualquier otro país que no presente el riesgo de quedar fuera de la zona del euro de primera velocidad, si es que esta hipotética ruptura llegara a materializarse. En España hay total libertad de movimiento de capitales, y los ahorradores no deberían sentir ningún reparo en utilizar esta libertad para mandar fondos a otros entidades fuera de España si estas le dan más seguridad, liquidez y rentabilidad para sus ahorros. Igualmente, fuera del la zona euro, los ahorradores pueden abrir cuentas no residentes en Suiza o los EEUU, países que históricamente han ofrecido un gran estabilidad y cuentan con muchas entidades financieras de última generación en varias divisas, que ofrecen acceso electrónico a los fondos por Internet, y servicio al cliente en español. En la nueva economía digital nuestra selección del banco en que invertir parte de nuestros ahorros no debería estar condicionada por la proximidad de una sucursal a nuestra casa, sino por la capacidad de la entidad financiera, dondequiera que se encuentre ubicada en el mundo, para satisfacer mejor nuestras necesidades. Hay que destacar que cualquier operativa en este sentido debe ser notificada a la autoridad tributaria y que los rendimientos y aportaciones deberán tributar oficialmente.
Inversión en Bonos Corporativos de Empresas no financieras.
Una vez asegurada la seguridad de los ahorros, la liquidez y rentabilidad son las siguientes prioridades. Una inversión es líquida cuando se puede comprar o vender en grandes cantidades cualquier día laboral sin incurrir en costes importantes y sin influir en el precio de mercado. Tradicionalmente, uno de los mercados mas líquidos has sido el mercado de bonos soberanos y letras del Estado, pero en la actual situación los bonos de los países considerados fuertes (es decir, Alemania) están muy sobrecomprados, con rendimientos muy bajos, mientras los bonos y letras de otros países de la zona euro ofrecen mejores rentabilidades, pero tienen el peligro de sufrir una conversión al hipotético euro de segunda velocidad, con la consiguiente pérdida para el ahorrador que ya hemos comentado.
Por esta razón, recomiendo evitar los bonos soberanos o letras de tesoro a favor de los bonos corporativos de empresas solventes, con mucho flujo libre de caja y libres de cualquier duda sobre su solvencia. Por supuesto, con este criterio, excluimos los bonos de las entidades financieras por ser el sector en el ojo del huracán de la crisis actual que azota Europa y evitamos bonos emitidos en países en peligro de quedarse fuera de la zona del euro de primera velocidad, incluso si se trata de empresas de la máxima solvencia. En este tipo de empresas, nuestra preocupación se centra en la divisa en que se producirá la devolución del capital a su vencimiento, si en el periodo que media entra la compra de los bonos soberanos o letras del tesoro se produce la ruptura del euro. De producirse la devolución del capital en euros de segunda velocidad, ello acarrearía un grave perjuicio para el ahorrador.
Con bonos corporativos de alta calidad, tanto por la solvencia de la empresa como del país bajo cuya legislación se produce la emisión de los mismos, el ahorrador puede conseguir seguridad, liquidez y rentabilidad, pero con un condicionante muy importante: debe realizarse su compra de forma directa, no a través de fondos de inversión. Efectivamente, este activo no suele ofrecer buenos resultados en el formato de fondo de inversión por dos razones principales. Primero, en la actual coyuntura de bajos tipos de interés, las comisiones y otros costes se comen una gran parte de la rentabilidad de los bonos subyacentes en la cartera del fondo. Segundo, el gestor de un fondo de bonos corporativos suele recibir grandes cantidades de órdenes de venta por parte de los participantes en sus fondos precisamente en los momentos más agudos de crisis en el mercado, cuando las ofertas de compra son más escasas y pobres. Precisamente en estos días el gestor tiene forzosamente que vender los bonos para hacer frente a las órdenes de venta de participaciones de sus fondos. La consecuencia es una bajada de valor contable del fondo que merma de forma sustancial sus resultados como consecuencia de la venta de los bonos en el peor momento posible. Por esta razón, a mi empresa le he ordenado que siempre asesore en la opción de operar en este activo clave a través de compras directas de bonos con el objetivo de mantenerlos en cartera hasta su vencimiento.
Préstamos Persona a Persona (P2P)
Los préstamos persona a persona constituyen una clase emergente de activos que permite la desintermediación del banco a través de la utilización de herramientas digitales. Ya existen plataformas digitales donde los ahorradores pueden prestar dinero a otras personas cuidadosamente seleccionadas, dispuestas a pagar un tipo de interés muy atractivo por conseguir el préstamo. Todo esto sin la intervención del banco, pero sí con la ayuda de un equipo de personas muy cualificadas para mantener la plataforma, asegurar su legalidad y seleccionar únicamente los candidatos más solventes entre las solicitudes de préstamos. Los préstamos P2P son otro elemento de la nueva forma de gestionar los ahorros con la que estamos ofreciendo rentabilidades muy atractivas para los ahorradores.
Cuentas Segregadas
En los últimos años hemos sido testigos de muchos fallos y negligencias en la responsabilidad fiduciaria, precisamente por parte de los responsables de la gestión de la inversión del ahorro. Casos como los de Madoff, donde los mas sofisticados inversores del mundo de los grandes bancos perdieron miles de millones de euros de sus clientes, e incluso casos tan recientes como el colapso de MF Global en los EEUU la semana pasada, nos deberían servir de aviso del peligro de confiar en sistemas regulatorios de países extranjeros donde el control sobre el gestor de fondos adolece de graves carencias.
A mi equipo les he recomendado que se ofrezca respuesta honesta, realista y analítica al problema de falta de responsabilidad fiduciaria de tantos gestores de una forma clara y sencilla. Simplemente, el dinero del cliente no sale nunca de su cuenta de origen hacia la cuenta del gestor de fondos u otra entidad financiera que preste servicios de gestión de inversiones. Toda las gestiones de compra/venta se realizan en la propia cuenta del cliente. Este principio de actuación, conocido como “gestión por cuenta segregada”, protege al cliente de la posibilidad de encontrarse entre las víctimas de la próxima estafa en la que desaparecen los ahorros de tantas personas. Los resultados de la gestión por cuenta segregada podrán ser buenos o malos, pero en cualquier momento el cliente puede suspender la delegación de la gestión si los resultados no le satisfacen, ya que durante todo el proceso el cliente mantiene el control sobre su cuenta.
Participaciones Societarias
Las inversiones en depósitos a plazo o bonos corporativos emitidos en países fuera de peligro de encontrarse dentro del euro de segunda velocidad ofrecen seguridad y liquidez al ahorrador, pero con una rentabilidad bastante modesta, ya que los tipos de interés se encuentran en niveles muy bajos por la actuación de los bancos centrales, que los mantienen en estos niveles con la falsa esperanza de estimular así la economía. Al fin y al cabo, la única posibilidad de conseguir rentabilidades altas viene de participar como accionista en el éxito de una empresa. En el caso de las empresas cotizadas, sobre todo los miles de empresas de pequeña capitalización bursátil que coticen en las bolsas de los EEUU, el inversor puede participar en empresas de gran crecimiento con una transparencia informativa total a través de los informes periódicos obligatorios por parte de los reguladores norteamericanos. Otra forma de convertirse en accionista es tomar participaciones societarias en nuevos proyectos empresariales (no cotizados en bolsa). Aunque una inversión directa en las acciones no cotizadas de una compañía con buenas perspectivas en la nueva economía no ofrece liquidez, puede ofrecer rentabilidades muy atractivas si la empresa cumple sus expectativas de crecimiento. Es necesario que los que tenemos empresas que asesoran en este punto asuman criterios nuevos, lejos de los libros tradicionales, que aporten nuevas fórmulas pues ahora mismo nadie se puede dar por salvado. Nosotros por ejemplo lo que hacemos es ofrecer a ahorradores cualificados la posibilidad de participar en proyectos cuidadosamente seleccionados como los mejores apuestas de obtención de beneficios en la nueva economía en los próximos años.
Sesión continua
Ayer publicaron en La Vanguardia un artículo que titulé “El momento de los valientes”. Se trata del intento de explicar que esto ya se queda así y que lo que cuenta es asumir el escenario y ponerse manos a la obra. Hoy hablaré en TVE sobre subsidios y cloroformo social y entre otras cadenas, la Sexta emitirá una entrevista sobre la falta de emprendeduría en España. Ayer en TV3 emitieron un reportaje con seis ejemplos de gente que se lo han montado solitos y que pasan de su entorno en la mayoría de los casos. Es más, han considerado ese entorno como algo a tener en cuenta, a aceptar esas dificultades y a buscar las oportunidades que ofrece.
Sin embargo, ese escenario cada vez es más absurdo, más insultante. Resulta que los de siempre siguen con su estrategia del “sálvese quien pueda”. Se lo están cargando todo. No tuvieron bastante con la estafa general de las retasaciones y las valoraciones fuera de lógica, otorgando hipotecas que las matemáticas no soportaban ni a primera vista, ni les bastó con inventarse resultados, cotizaciones, solvencias y fusiones de juguete. No se les quitó el apetito, siguen siendo unos irresponsables compulsivos. Vivimos una situación de locura financiera y sociopolítica en sesión continua.
Ni con el invento de la falta de liquidez tuvieron bastante. No han aceptado ningún error. Mantienen intactos todas sus prebendas, impolutos sus sueldos y sus bonus. En la dirección de las entidades financieras de este país no ha pasado nada que se pueda considerar relevante. Se han limitado a taponar su sangría con el dinero ajeno, repartir las pérdidas que unos pocos provocaron entre el conjunto de la sociedad.
Hace años dijimos que el sistema financiero español estaba quebrado y nos dieron hasta en el paladar. Aseguramos que era insolvente pues su contabilidad se soportaba en una valoración patrimonial que no se creía ni el Tato. No se produjo la fallida en términos evidentes, nadie ha podido publicar que el sistema financiero español está roto, pues, a base de dinero público, se van rellenando poco a poco las fisuras del modelo. Si atendemos a la historia de este asunto veremos como nos la han ido metiendo poco a poco y casi ni nos hemos enterado.
Al principio fue aquello de “solo la puntita” que significó que la CCM fuera intervenida. Posteriormente casi sin enterarnos empezó a entrar. Nadie se queja pues parece que nuestro dinero no está en juego. Veremos como eso no es cierto cuando la subida de impuestos provoque que muchos dejen de invertir en este país. Lo peor es que esto no ha hecho más que empezar. El fondo para soportar este castillo de naipes se acaba y una de dos, o cae alguien o se adelgazan todas. Las dos son malas opciones para el público que no se lo espera y buenas para ir apartando la gasa que entorpece la verdadera situación de la banca en este país.
¡Cuanto tiempo perdido!, cuanta energía derrochada en algo que está podrido y que merece hacer “reset”. No tuvimos bastante con imponer un monto de dinero público en tareas inservibles que no ayudaron a emprendedores ni a cambiar el modelo, que a medio plazo generaron más paro y que ya dije debía haber ido en sentido contario. Cuanto dinero por la alcantarilla. En lugar de gastarlo en la producción y en la gestión para la internacionalización lo gastaremos en publicidad ridícula “de lo bien que están yendo las fusiones” de las narices. Así nos va, que no deja de caer nuestro sector exterior. No tengo claro cuando dejaremos de bajar la cabeza y reaccionaremos. De momento seguimos asistiendo al mayor espectáculo de humillación colectiva al que hubiéramos podido imaginar.