¿Cómo entrar en el metaverso? ¿Cómo explicárselo a tus padres?
Igual tus padres o abuelos te han preguntado sobre el metaverso. Te han pedido que les expliques que es y te has quedado pensando como hacerlo. Tus amigos incluso pueden haberte dicho que si sabes como entrar en el metaverso. Hoy voy a ayudarte. A lo primero y a lo segundo.
Igual tus padres o abuelos te han preguntado sobre el metaverso. Te han pedido que les expliques que es y te has quedado pensando como hacerlo. Tus amigos incluso pueden haberte dicho que si sabes como entrar en el metaverso. Hoy voy a ayudarte. A lo primero y a lo segundo.
El término metaverso proviene de la novela de ciencia ficción Snow Crash de Neal Stephenson publicada en 1992 que describe un mundo virtual generado por ordenador que es posible gracias al software y una red mundial de fibra óptica. En ese libro, el mundo aparece revuelto, repleto de desigualdades sociales, sexismo, racismo, comunidades cerradas, vigilancia, hipercapitalismo, megacorporaciones febriles y policía corrupta.
En las tres décadas que han pasado desde que se publicó Snow Crash, muchos de los pilares del mundo virtual de Stephenson, como las redes sociales y la inteligencia artificial, ya se han materializado. Y el metaverso ya aparece en el mainstream tecnológico e, incluso sociológico. Pero, si algo puede determinar el tiempo que falta para que las promesas sobre el metaverso se cumplan, es que la tecnología necesaria para alimentar el metaverso actualmente no existe. Y no existirá hasta, como mínimo, 2032.
Hay una desconexión absoluta entre la forma en que todo el mundo habla sobre el concepto metaverso y la potencia informática que será necesaria para que sea una realidad. Microsoft habla de su mayor operación corporativa al comprar Activision Blizzard. Facebook transformó toda su identidad corporativa para girar en torno al metaverso. Disney prometió construir su propia versión del metaverso para "permitir la narración sin límites”. Pero todos ellos dependerán de una capacidad computacional y unos equipos de red que de momento no tenemos. Nadie tiene ni idea de como hacerlo ahora mismo.
Ahora llamamos metaverso a cosas que no lo son tal y como establecen los teóricos del asunto. Teóricos que pertenecen a empresas, plataformas, universidades y gobiernos por cierto. Son los que dicen que Roblox o Fortnite son sólo simuladores. No son ‘el metaverso’. En todo caso, son ensayos separados y diferenciados, de lo que será. Ni tan siquiera Microsoft Flight Simulator que ha creado una réplica virtual del mundo de 2,5 petabytes que se actualiza en tiempo real con datos de vuelos y clima, lo es. Ni lo será.
Todo el mundo asegura que el metaverso es lo siguiente, pero nadie puede describir actualmente los requisitos del sistema que lo albergará. Básicamente porque la tecnología necesaria no existe y no se sabe como vamos a llegar a esa potencia computacional y energía estimulante que se calcula necesaria. Raja Koduri de Intel, que de esto de potencia computacional debe saber un rato, asegura que la computación verdaderamente persistente e inmersiva, a escala y accesible para miles de millones de humanos en tiempo real, requerirá un aumento de 1,000 veces la eficiencia computacional actual. Mil veces…
Lo lograremos, seguro, pero esto va para largo. Fíjate que en la década de los 90, cuando te echabas una partida en un Commodore, un Amstrad o un ZX Spectrum con juegos arcaicos y simples, no era posible ni imagina que algún día tendrías acceso simpre a un juego en la PlayStation 5, o a entrar en mundos inmersivos y compartidos en Fortnite por ejemplo.
Por lo tanto, vamos al tema. ¿Qué demonios es el Metaverso entonces? Lo primero que tenemos que entender es que el metaverso, como concepto, aun no existe. La palabra se debería utilizar como algo que indica que todo, y cuando me refiero a todo me refiero especialmente a nuestra relación con Internet, está a punto de cambiar. Entre las definiciones que hay ahora mismo intentando explicar que será el metaverso, me quedo con la que dice que ‘el metaverso es una colección espacial de entornos virtuales impulsada por un motor de juegos interoperables y relacionados’.
Para entender que será y que no es el metaverso vamos a identificar cuatro elementos: la Computación Espacial. los Motores de juego, los Entornos virtuales y, mi favorito, las Economías virtuales. Vamos a ver cada uno de estos aspectos:
1- Computación espacial (el interfaz)
Para comprender los cambios que cobran vida en lo digital, debemos comenzar con la forma aparentemente obvia en que actualmente accedemos a Internet; los ordenadores. Y para comprender hacia dónde nos dirigimos, debemos observar la historia de las interfaces informáticas. Por interfaz de computadora, me refiero a la forma en que los humanos interactúan con las máquinas digitales para que hagan lo que queremos.
Damos por sentado lo fácil e intuitivo que se ha vuelto trabajar con computadoras en nuestra vida, pero no siempre fue así. A mediados del siglo XX, el "lenguaje de programación" para hacer que una computadora hiciera cosas implicaba meter la mano en ella para conectar cables. Luego se inventaron algo llamado tarjetas perforadas que nos permitió mantener nuestras manos para nosotros mismos.
Luego vinieron las líneas de comando (como MS-DOS) que fueron un gran avance porque podías interactuar escribiendo palabras. Pero el verdadero salto exponencial para las computadoras fue la invención de la interfaz gráfica de usuario (GUI) cuando trabajar con computadoras implicó hacer clic en imágenes y lo que la mayoría de nosotros damos por sentado como funcionan hoy en día.
El punto es que en cada etapa del desarrollo que acabamos de describir, trabajar con computadoras se volvió más fácil, más accesible y más personas podían usarlas. Hoy en día, está surgiendo la próxima gran interfaz informática, pero todavía no tiene un nombre claro. Es posible que haya oído hablar de conceptos como realidad aumentada, realidad virtual, realidad mixta o computación inmersiva.
De ahí que el término "computación espacial" se está convirtiendo en una forma de uso común para referirse a las interfaces tridimensionales. Esta es una interfaz espacial y así es como interactuaremos con las computadoras. Este no es el Metaverso, pero apunta en la dirección en la que nos dirigimos.
Fortnite es espacial (te mueves) mientras que una llamada de zoom no lo es.
2- Motores de juegos (la construcción)
Un motor de juego es la herramienta de software que utilizan los desarrolladores para crear (y ejecutar) videojuegos. En estos programas de software, puede cargar objetos en 3D, aplicar reglas sobre cómo se pueden mover esos objetos, agregar sonidos, etc.
Un ejemplo famoso es la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de Hong Kong, que utiliza un gemelo digital en el motor de juego Unity para brindar a los administradores de las instalaciones una vista en tiempo real de la actividad de los pasajeros y el equipo que podría necesitar reparaciones.
3. Entornos virtuales (el espacio)
Los entornos virtuales son los "lugares" en los que iniciaremos sesión en la Internet del mañana. Para que todo esto suceda, las empresas de tecnología se esfuerzan por construir lo que se conoce como Mirrorworld o AR Cloud.
Esta es otra forma de decir que Internet se está saliendo de nuestros teléfonos y computadoras para fusionarse con la realidad física. Otro punto a destacar es que el Metaverso no será solo mundos de juegos de dibujos animados aleatorios creados por desarrolladores. También habrá réplicas digitales de espacios muy reales, probablemente de toda la tierra, y gemelos digitales de elementos industriales como tu automóvil. Llegará a incluir sentarse en su patio trasero con miembros de la familia transmitidos como avatares, o ponerse un auricular VR para caminar por otras ciudades en tiempo real.
4. Economías virtuales (activos y valores)
Fortnite, un juego en el que no cuesta un céntimo para jugar, ganó 9 mil millones de dólares en 2019. ¿Cómo? Vendiendo cosas en el juego para que los jugadores se expresen en una variedad de formas a través de ropa virtual, movimientos de baile y otros artículos. Digamos que se venden cosas que no existen en el mundo real pero que tienen mucho valor y un uso real en esa experiencia virtual.
Y aquí entran los NFT. Entre otros usos, los NFT ofrecen la infraestructura para permitir que las personas tomen la custodia de la propiedad de este material virtual. NFT significa token no fungible, donde la palabra clave es ‘fungible'. No fungible significa que cada artículo es único. Esta es la razón por la que estamos viendo mucho arte digital en NFT. Los NFT usan cadenas de bloques para determinar quién posee qué.
Este cambio hacia una forma descentralizada de administrar la vida en línea tiene un término industrial que escucharás cada vez más llamado Web3, que vale la pena conocer. Igual te preguntas si todo esto en realidad mejora el mundo que tenemos hoy. Honestamente, yo también.
El Metaverso es solo la próxima etapa evolutiva de Internet y ofrece un nuevo conjunto de herramientas de comunicación que serán útiles para algunas cosas y menos para otras. Una evolución que para que que exista el metaverso, las plataformas como VRChat, Altspace, Decentraland, Somnium Space, Beyond Sports, Pokemon GO, Fortnite, Roblox y muchas otras, se deberán convertir en una red interconectada de entornos virtuales, a partir de la web3 (descentralizada), tecnología blockchain, con pagos en criptomonedas, con titulos de propiedad en NFT y con una identidad digital global para todos los usuarios.
Y ahora, te voy a explicar como entrar en lo que ahora existe. Teniendo en cuenta que cuando hablamos de Metaverso, así en genérico, no hablamos de los ecosistemas virtuales que ahora existen, te voy a explicar como entrar en ese mundo basándonos en lo que hoy se puede hacer. Facebook, ahora Meta, explica que su futuro y el de sus usuarios, transcurrirá en un lugar donde podremos trasladar muchas actividades cotidianas a mundos inmersivos. Desde esa plataforma, se busca que dejes de ser un espectador y pases a participar envolviéndote en una sensación de presencia y de conexión con otros avatares, quienes serán personas al igual que tú.
Pero como te he ido diciendo, el Metaverso está en construcción. Lo que pasa es que ya te animan a que te compres unas Oculus, gafas de realidad virtual y vayas probando con lo que hay ahora mismo. Oculus es una empresa más del grupo tecnológico Meta. Por lo tanto, y esto no es ningún anuncio, voy a explicarte como puedes entrar. No es ningún anuncio pero te voy a hablar de marcas, dispositivos y plataformas. Si quieres añadir otros no dudes en hacerlo en los comentarios.
Para entrar a muchas opciones que ya están vigentes necesitas unas gafas del tipo Quest 2 de Oculus. Estas son ligeras, se adaptan al tamaño de tu cabeza, no necesitas cables, tienen un procesador rápido y gráficos de nueva generación. Con estos dispositivos multipropósito se podrá trabajar, jugar, navegar en páginas web y jugar, de una forma parecida a como lo hacemos con teléfonos y computadoras. Su resolución es de 1832×1920 por ojo. Que no está mal.
Los controladores que se suelen vender por separado son uno para cada mano. Se adaptan al tamaño de la mano y son ligeros. Son necesarios porque con los botones puedes seleccionar las opciones de juego, además, dan la sensación de que tus manos virtuales se sincronizan realmente con las tuyas. Si te das de alta en Horizon Venues tendrás pases a conciertos, shows de comedia y todo tipo de deportes en una primera fila virtual.
También se pueden vivir videojuegos en primera persona. Te aseguro que el realismo inicial no es fotorealista pero a medida que pasas un rato ahí dentro, te olvidas de eso y vas sintiendo ese mundo virtual casi como si fuera real.
En la tienda de juegos hay para todos los gustos, desde Resident Evil 4, Jurassic World Aftermath y muchos más, pero incluso puedes usar este mecanismo para visitar Youtube en 3D. Y en los negocios también hay tema. Quest for Business es una solución empresarial para crear experiencias de realidad virtual inmersiva para los negocios a la que se accede desde Facebook por ejemplo. Tal vez ese es el problema. Si ya en 2D es un drama pasearse por esa red social, imagina en 3D. En el ámbito empresarial también puedes echarte unas reuniones en Horizon Workrooms y modelar tu avatar 3D en Gravity Skech.
Aún está en etapa experimental pero dicen que en el año 2023 estará disponible para todas las empresas del mundo. Como que lo de un metaverso como que no, de momento se ofrecen servicios como Slack, Dropbox, Canva, Facebook e Instagram en realidad virtual pero solo como aplicaciones en un panel 2D desde Horizon Home. Un poco como Minority Report. Digamos que la apuesta de momento es acostumbrarnos a hacerlo todo desde un entorno virtual tridimensional a pesar de que lo que estás haciendo lo podrías hacer desde tu teclado y pantalla de siempre.
Pero no todo es Facebook y derivados. Como parte de las novedades anunciadas en el Consumer Electronics Show (CES) 2022, Samsung Electronics America abrió las puertas de su Metaverso, un edificio virtual ubicado en Decentraland, que simula a su recinto físico de Nueva York. Para vivir la experiencia completa de Samsung 837X hay que crear un avatar y conocer las áreas en donde la compañía ofrece juegos, nuevos lanzamientos e insignias de NFT únicas y exclusivas.
Quédate con este lugar virtual: Descentraland. Descentraland es un mundo virtual impulsado por blockchain, donde se pueden comprar y vender parcelas de tierra. Se puede ingresar desde el navegador de escritorio. Hay dos opciones para entrar con unas Samsung 837X: una es iniciar sesión, crear un avatar y dar de alta la billetera digital en MetaMask con la que se pueden recolectar criptomonedas, intercambiar activos digitales y ganar wearables. La otra es unirse como invitado, aunque la experiencia es limitada porque no se pueden coleccionar NFT, pero sí se puede jugar y disfrutar de los espectáculos.
En principio, si quieres probar, te tienes que gastar una pasta inicial y buscar esas puertas que te acabo de explicar. Vale la pena si quieres saber por donde va todo eso y así hablar con conocimiento de causa. Si no has entrado nunca te va a sorprender. Tal vez no es lo que esperas, pero te va a sorprender. Desde mi perspectiva es interesante para reflexionar sobre el futuro de la sociedad, la economía, los negocios e, incluso, las relaciones humanas.
A modo de conclusiones yo diría que:
El metaverso aun no existe.
No hay tecnología para desarrollarlo.
Lo que ahora hay son mundos virtuales inconexos que funcionan como banco de pruebas
Se abren oportunidades, sí, pero también hay mucho que analizar: ética, legalidad, psicología.
Seguramente, cuando exista, no se parecerá a como lo imaginamos ahora.
En el tránsito hasta ese mundo virtual alternativo, se van a desarrollar sus elementos fundamentales: hablo de blockchain, web3 descentralizada, los NFT, el uso como reserva de valor de algunas criptomonedas y, especialmente, las variables objetivas de lo que llamamos intangible y su importancia.
Bonus Track: Next Earth es una plataforma alemana que te permite comprar cualquier parcela de 100 m2 virtuales de nuestro planeta. Entra en Next Earth y pulsa sobre 'Buy Land'. Te aparecerá el mundo dividido en cuadraditos que podrás comprar en USDT, una criptomoneda 'stablecoin'. Los edificios más famosos de cada ciudad suelen tener un precio algo elevado, pero si localizas algo que quieres te aparecerá lo que deberás pagar y a quién. Aquí ves la imagen de 'La Cibeles virtual' que la compró un tal 'Big Boy' por 7.98 USDT.
Otros usos de las criptomonedas y la tecnología blockchain
La organización humanitaria internacional CARE ha lanzado programas piloto en Ecuador y Kenia para probar cómo la tecnología blockchain y las criptomonedas podrían mejorar la entrega de ayuda a diferentes personas. CARE es una organización humanitaria líder que lucha contra la pobreza mundial. También brindan ayuda de emergencia a los sobrevivientes de la guerra y los desastres naturales, y ayudan a las personas a reconstruir sus vidas.
La organización humanitaria internacional CARE ha lanzado programas piloto en Ecuador y Kenia para probar cómo la tecnología blockchain y las criptomonedas podrían mejorar la entrega de ayuda a diferentes personas. CARE es una organización humanitaria líder que lucha contra la pobreza mundial. También brindan ayuda de emergencia a los sobrevivientes de la guerra y los desastres naturales, y ayudan a las personas a reconstruir sus vidas.
La idea es que los proyectos distribuirán cupones basados en criptomonedas para que se pueden canjear por bienes o servicios. CARE aún está determinando si usar un sistema basado en tarjetas o billeteras móviles, pero de cualquier manera, la expectativa es que este enfoque ahorrará tiempo y dinero a la organización. Debido a que el blockchain, la tecnología que sustenta las criptomonedas, ofrece un sistema descentralizado de mantenimiento de registros para las transacciones, estos cupones serán más fáciles de rastrear con menos posibilidades de fraude.
Las organizaciones sin finalidad de lucro están explorando cada vez más la recaudación de fondos en criptomonedas, como lo está haciendo CARE con su Crypto Fund for Humanitarian Aid. En Ecuador, el programa piloto de cupones criptográficos de CARE se dirige a mujeres que necesitan servicios de salud, y en Kenia, la ONG está probando la tecnología con grupos de ahorro de jóvenes y asociaciones de préstamos.
Ambos proyectos usan “stable coins", unas criptomonedas vinculadas al valor del dólar estadounidense, lo que la hace más estable que otras criptomonedas que fluctúan ampliamente. CARE está probando si estos cupones basados en criptografía les permiten rastrear fondos de manera más efectiva hasta sus destinatarios previstos. Si tienen éxito, estos pilotos podrían llevar a CARE y a otras organizaciones a utilizar la tecnología blockchain con más frecuencia para obtener una ayuda más transparente y eficiente en África y América Latina.
Desaparecen los intermediarios y aparece la mayor de las transparencias. Queda inscrito en el libro mayor cualquier movimiento o actividad vinculada a esa transacción solidaria. No es anónimo, es dar fe sin notario, es dar fiabilidad porque no precisa de la intervención de políticos locales, es real. Es el camino por el que sí tengo claro que circulará la tecnología blockchain. La clave, si quieres invertir en criptomonedas no es tanto que focalices en las monedas habituales, que también puedes hacerlo, como que te intereses por aquellas que realmente tienen una operativa y uso real. No es lo mismo un memecoin como Dodge Coin cuya cotización depende de si Elon Musk ha dormido bien o mal, a una stable coin cuya función es la de evitar el fraude y las comisiones en algún proyecto global.
Incluso, si me apuras, no es lo mismo una cripto con una baja capitalización, por debajo del billón de dólares, hay centenares en las que los traders entran y salen constantemente, que una que, aunque fluctúe y tenga altibajos importantes, tiene un modelo de gestión detrás. No es lo mismo….. que Loopring que ha logrado convertirse en una moneda de compra y venta en diversos juegos online (transacciones al fin y al cabo de algo) o de haber logrado también reducir los costes asociados a la tecnología en la que se sujeta vinculada a Ethereum. Yo llevo más de dos años con en esta que lleva un incremento de valor impresionante.
Yo no invierto en criptos sin que tengan algo detrás. La especulación, que la respeto, en un entorno donde no hay nada que impida que algo pueda a llegar a valer CERO, no suelo estar a gusto. Entré en ellas hace más de 6 años, siempre con mucha cautela y sin comprometer más del 10% de mi capacidad de inversión. Pocas veces vendo, sumo ese porcentaje a las mismas monedas cada mes. Sumo y espero. Tengo una fecha en la mente para retirarlo todo. Mis favoritas, como te he dicho, son aquellas que detrás tienen algo más que miles de traders o neocriptoinversores que alimentan el valor.
Considero que lo que hace CARE es algo que le da valor a las criptomonedas que utiliza. En Ecuador, que ha utilizado tradicionalmente un sistema basado en papel que requiere al menos una hora y media de trabajo para brindar asistencia médica a cada persona, los cupones basados en blockchain lo han reducido drásticamente. Con los cupones, el personal de CARE en el país ve la oportunidad no solo de digitalizar, sino también de aprovechar esta tecnología para distribuir cupones, personalizar su valor de forma remota y realizar un seguimiento de cómo se utilizan esos cupones.
Los beneficios potenciales del blockchain, desde reducir los costos operativos hasta llegar a las personas digitalmente y aumentar la transparencia, son esenciales en una organización así, pero también lo deberían ser en una administración pública, en una empresa estatal o en compañías privadas. Recuerda que en lo que llevamos de año, y está terminando, sólo se han ejecutado el 22% de los fondos europeos destinados para 2021 en España. Igual, automatizando el control de los procesos con blockchain, se lograría mejorar esa ineficiencia en la gestión.
El problema es que si les cuentas que eso del blockchain permite eliminar notarios, controles e intermediarios, les explota la cabeza. Como te decía, el blockchain sujeta las criptomonedas y en base a ellas se generan todos esos modelos nuevos de gestión. CARE ha elegido la criptomoneda Celo, igual no la conoces mucho, no suena como bitcoin o ethereum, pero se trata de una infraestructura de pagos global que cotiza en diversas plataformas.
CARE no es la única, otra ONG, Mercy Corps puso a prueba el uso de cupones habilitados para blockchain en su trabajo con refugiados de Sudán del Sur en Uganda, con el apoyo de la Blockchain Charity Foundation, el brazo benéfico de Binance. Como ves, el uso de criptomonedas va mucho más allá que los anuncios que nos bombardean, más allá incluso del mensaje distópico que algunos defienden.
La tecnología blockchain es mucho más. Por ejemplo, el uso del bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador, el primer país del mundo en adoptarlo, ha tenido infinidad de problemas en su implementación. De hecho, el éxito vinculado al uso generalizado tenía trampa. La población de bajos ingresos descargó la billetera gubernamental "solo para utilizar los 30 dólares gratis que les daban" y "no para adentrarse al mundo del bitcóin, invertir y ver qué sucede porque sus condiciones económicas no lo permiten”. Mucha gente cambió esos 30 dólares por otra cripto que les habían dicho crecería rápido. Otros no hicieron nada. Esta experiencia, todavía temprana, demuestra que anunciar la ‘legalidad’ de una criptomoneda no es garantía de nada. De hecho, como te decía antes, la clave no está en su generalización o aceptación, sino en que con la tecnología de las criptomonedas se pueden hacer cosas espectaculares.
Kenia ha tokenizado su economía. Así es como se llama implementar la tecnología blockchain a un sistema. Kenia es el líder africano de la telefonía móvil y las tres cuartas partes de los adultos del país pagan con un dispositivo de este tipo. En Kenia, entendieron que esa ‘alfabetización móvil y digital’ podía ser una ventaja. Por eso han procurado la creación de una Identidad Digital confiable y de una moneda digital para su banco central, cosas que ya están en marcha. La creación de la identidad digital en blockchain evitará los actuales problemas de duplicidad de identidades para certificar el nacimiento, el carnet de conducir, etc. El Banco Central de Kenia (CBK) apoya la propuesta de creación de una moneda digital para mejorar la trazabilidad de las transacciones, y reducir los casos de corrupción.
La tokenización de la economía keniata es el proyecto nacional para eliminar intermediarios. Con ello, los keniatas aumentarán la rapidez y la seguridad en la transferencia de activos, y tendrán mayor liquidez. Será fundamental hacerlo en la agricultura, una importantes industria dado que la mitad del dinero de los hogares se gasta en alimentos, es el mayor gasto. Los agricultores pueden llevar sus productos directamente al mercado con blockchain, sin intermediarios. El nombre de la criptomoneda que se utiliza allí es el de ‘Sarafu’. Una especie de vale que se puede canjear por cualquier cosa.
Hay mucho más, en Zimbabue se utiliza el bitcoin para combatir la inflación. Zimbabue es uno de los casos más conocidos de hiperinflación del mundo. Hace una década, el país africano se vio en la obligación de desterrar la moneda de curso legal para sobrevivir. Mientras tanto, el Gobierno y los ciudadanos han convivido empleando yuanes, rands africanos, rupias, euros, dólares americanos, libras o cualquier cosa que se parezca a una moneda. Y ahora es el bitcoin el que empieza a ser utilizado de manera cada vez más masiva. Pero, aunque el bitcoin se expande, el gobierno de Zimbaue ha lanzado una cripto llamada LBTR. Quédate con ese nombre, luego no digas que no te avisé.
La tecnología Blockchain está aquí para romper la centralización. Como sabes es una red descentralizada, de pares, basada en un registro, donde no hay una autoridad central. La idea central de la descentralización es lo que hace que la tecnología blockchain sea tan atractiva a priori. Sin embargo, todavía mucha gente desconoce que el blockchain es mucho más que criptomonedas, de hecho no sólo es mucho más, sino que es casi todo, y las criptomonedas son un pequeño fragmento de todo ello.
Fíjate para que se usa hoy en día casi sin darnos cuenta. Mientras te lo listo, piensa en que industrias, organizaciones, administraciones, patrones legales, establecimientos que nadie quiso cambiar, prebendas, intermediarios, comisionistas, ejecutores, modelos de negocio o habilidades tradicionales, tienen los días contados. Por lo menos contados en el modo en el que hasta ahora han hecho las cosas. Veamos cuales son esos usos. Almacenamiento distribuido en la nube. Se deja de depender de Google, Amazon o Dropbox y se almacena todo en una red Peer to peer. Gestión de identidades. El ID blockchain sustituye a los nombres de usuario y contraseñas. Registro y verificación de datos. Ejecución automática de contratos. Seguimiento de la cadena de suministros y prueba de procedencia. Todos los servicios de una notaría. Seguridad automatizada.
Hay más. Alquiler de propiedades y economía colaborativa con contratos inteligentes. Votar por Internet, aquí hay debate, pero los defensores advierten que la blockchain resuelve uno de los grandes problemas de los sistemas de votación por Internet: el anonimato del voto. Mercado de electricidad sin intermediarios: un sistema en el que las casas puedan crear su propia electricidad y vender el excedente en la cadena de bloques sin pasar por distribuidoras. Aplicaciones en el sector de los medios de comunicación. Una de las principales aplicaciones facilita las microtransacciones. Las redes de pagos actuales tienen un coste muy elevado y requieren tarifas también elevadas. De este modo con blockchain podrías comprar artículo por artículo y no una subscripción completa. Aplicaciones militares. En esto ya están hace tiempo los de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Ministerio de Defensa estadounidense.
Todavía más. Descentralización del Internet de las cosas (IoT), algo que permitirá que no sean empresas o autoridades las que controlen los datos que se generan. Aplicaciones en el sector de los seguros. La combinación de la blockchain con los contratos inteligentes y el IoT podrían revolucionar completamente el sector de los seguros y proporcionar a los usuarios un sistema de gestión de demandas más transparente, responsable e indiscutible. Aplicaciones en Internet. Actualmente, lo servidores de DNS están bajo el control de gobiernos y grandes empresas. El uso de la tecnología blockchain derribaría las limitaciones en la red actual. Creación de organizaciones autónomas distribuidas. Son las denominadas DAO. Una DAO es básicamente una organización que se auto gestiona siguiendo unas reglas preestablecidas y registradas en forma de código informático en los denominados contratos inteligentes.
De todos modos, a mi lo que mas me preocupa es que, a diferencia de las monedas tradicionales que tienen bancos centrales que, aunque perdieran todo su valor, nunca llegaría a cero. En este caso si por un casual todo dios quiere salirse de una cripto, el valor puede ser cero o menos cero (si alguien paga por quitárselo de encima). Eso es lo que me preocupa. Sin embargo, la tecnología es la clave, no sólo su uso actual.
Un mundo sin intermediarios y los 'smart contracts'
Uno de los temas que más interesan es como la tecnología ‘blockchain’, en la que se sujeta por ejemplo las criptomonedas como el bitcoin o el ethereum, afectará a nuestras vidas. De eso te hablo en el vídeo que acompaña este post, de una de sus aplicaciones: los contratos inteligentes, llamados en la mayoría de las ocasiones ‘smart contracts’.
Te imaginas un mundo en el que no existan intermediarios. Un mundo en el que ningún notario deba dar fe. Hace poco Internet derrumbó la arquitectura preestablecida de que contenido se consumía, quién lo emitía y dónde lo hacía. Nuestra relación con la información ha cambiado mucho. Las relaciones sociales ya no dependen de estructuras previas.
Muchos de los retos sociológicos que hemos ido superando tiene que ver con esa realidad, la de que nada precisa un emisor institucional. Lo puedes consumir, sí, pero ahora cualquiera puede hablar para que cualquiera lo escuche. Imagina que eso, ese derrumbe, pueda pasar también en las relaciones económicas: bancos, gobiernos, instituciones y también en todo tipo de certificados; médicos, logísticos, educativos, contractuales. Imagina que, a partir de un momento determinado, desaparece el concepto intermediario.
Uno de los temas que más interesan es como la tecnología ‘blockchain’, en la que se sujeta por ejemplo las criptomonedas como el bitcoin o el ethereum, afectará a nuestras vidas. De eso te hablo en el vídeo que acompaña este post, de una de sus aplicaciones: los contratos inteligentes, llamados en la mayoría de las ocasiones ‘smart contracts’.
La Inteligencia Artificial contra el Coronavirus
Dicen que la crisis del coronavirus que vivimos estos días va a hacer más por la transformación digital que ningún plan estratégico. Dicen que la necesidad de incorporar la tecnología en todos los ámbitos de la vida se ha hecho latente más que nunca ahora. Pienso, no obstante, que esas afirmaciones son prematuras aunque podría ser. Lo veremos. A medida que pase el tiempo, la automatización, la robótica, la inteligencia artificial, la realidad aumentada y virtual y la gestión de datos masivos, se irá evidenciando como indispensable. Lo será en materia económica, para permitir la salvaguarda de una sociedad del bienestar devastada y, también, lo será en el recorrido necesario para librar una batalla ineludible contra esta y otras potenciales pandemias futuras. Ahora sabemos que esto no est circunscrito a la ciencia ficción. Esto es real.
Dicen que la crisis del coronavirus que vivimos estos días va a hacer más por la transformación digital que ningún plan estratégico. Dicen que la necesidad de incorporar la tecnología en todos los ámbitos de la vida se ha hecho latente más que nunca ahora. Pienso, no obstante, que esas afirmaciones son prematuras aunque podría ser. Lo veremos. A medida que pase el tiempo, la automatización, la robótica, la inteligencia artificial, la realidad aumentada y virtual y la gestión de datos masivos, se irá evidenciando como indispensable. Lo será en materia económica, para permitir la salvaguarda de una sociedad del bienestar devastada y, también, lo será en el recorrido necesario para librar una batalla ineludible contra esta y otras potenciales pandemias futuras. Ahora sabemos que esto no est circunscrito a la ciencia ficción. Esto es real.
Del primer aspecto hablaré en otro artículo. Hoy quiero analizar que modelos tecnológicos se están aplicando para luchar contra la covid-19. Hablaré de robots desinfectando hospitales con luz ultravioleta, entregando alimentos y medicamentos o tomando la temperatura a los pacientes. De drones que transportan suministros alimentarios, desinfectantes o capturan imágenes térmicas. De gestión de datos masivos en abierto para poner en común el conocimiento global. Y de, por último, unos cascos inteligentes que ayudan a la detección de posibles infectados.
Empezaré por este último. La policía china utiliza cascos inteligentes equipados con cámaras infrarrojas alimentadas por IA para detectar a los peatones con fiebre mientras patrullan las calles en medio de la crisis del coronavirus. Estos cascos tienen una cámara infrarroja, que hace sonar una alarma si alguien, en un radio de cinco metros, tiene fiebre. Están equipados con tecnología de reconocimiento facial pudiendo mostrar también información privada del peatón en la pantalla virtual que tiene en la visera el propio casco. Algo impensable esto último en Europa, por cierto.
Este dispositivo se está utilizando en Shenzhen. Un lugar que comparte frontera con Hong Kong y donde la policía inspecciona también a los conductores que llegan a la ciudad. Este innovador equipo, llamado Smart Helmet N901, está desarrollado por la firma tecnológica Kuang-Chi. Los oficiales de las principales ciudades chinas ya utilizan este dispositivo futurista (recuerda a Robocop). Lo hacen para evitar la propagación del coronavirus a medida que el confinamiento chino se va relajando.
Los chinos aseguran que este es un dispositivo portátil altamente inteligente diseñado específicamente para abordar los desafíos que tiene la prevención de la epidemia. Dicen que cualquier persona con fiebre puede ser detectada a cinco metros de distancia con una exactitud del 100%. Además es bastante rápido. En apenas dos minutos, un oficial de policía puede escanear a 100 personas.
Pero hay mucho más. Estimulado por empresas chinas, la escalada tecnológica para luchar contra la pandemia, esta siendo de una velocidad y profundidad nunca vista. De hecho, cuando China inició su respuesta al virus, se apoyó en su fuerte sector tecnológico y específicamente en la inteligencia artificial (IA), la ciencia de datos y la tecnología para rastrear y combatir la pandemia, mientras que los líderes tecnológicos, incluidos Alibaba, Baidu, Huawei y otros, cambiaron sus modelos de negocio para adaptarlos a iniciativas de salud.
Como resultado, las nuevas empresas tecnológicas están ahora integralmente involucradas con médicos, académicos y entidades gubernamentales de todo el mundo para activar la tecnología a medida que el virus continúa propagándose a muchos otros países. Es evidente que tras la anécdota polémica de los cascos inteligentes, la mejor arma contra el virus es la inteligencia artificial.
¿Te preguntas como? Pues aquí van algunos de los modos en los que la alta tecnología está ayudando a luchar contra el coronavirus:
1. Inteligencia artificial para identificar, rastrear y pronosticar brotes
Cuanto mejor podamos rastrear el virus, mejor podremos combatirlo. Al analizar informes de noticias, plataformas de redes sociales y documentos gubernamentales, la inteligencia artificial puede aprender a detectar un brote. De hecho, la IA canadiense BlueDot advirtió sobre la amenaza bastantes días antes de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades o la Organización Mundial de la Salud emitieran sus advertencias públicas. Healthmap, una iniciativa de organizaciones como la Harvard Medical School, el Boston Children's Hospital y la Northeastern University, utilizan sistemas de extracción de datos que, junto a modelos matemáticos de la empresa Event Horizon predicen dónde se puede propagar el virus en función de las rutas seguidas por las personas en un período determinado.
2. AI para ayudar a diagnosticar el virus
La compañía de inteligencia artificial Infervision (la que utilizan los cascos inteligentes) lanzó una solución de IA que ayuda a los trabajadores de atención médica en primera línea a detectar y controlar la enfermedad de manera eficiente. El gigante chino de comercio electrónico Alibaba construyó un sistema de diagnóstico impulsado por IA que afirman que es 96% preciso para diagnosticar el virus en segundos.
3. AI y blockchain agilizan las compras sanitarias.
Una plataforma de blockchain ofrecida por Ant Financial ayuda a acelerar el proceso de compras porque reduce los niveles de interacción entre pacientes y el personal del hospital.
4. Drones inteligentes entregan suministros médicos.
Una de las formas más seguras y rápidas para obtener suministros médicos donde se necesitan durante un brote es mediante la entrega de drones. Terra Drone está utilizando en China sus vehículos aéreos no tripulados para transportar muestras médicas y material de cuarentena con un riesgo mínimo entre el centro de control de enfermedades del condado de Xinchang. Con la incorporación de inteligencia artificial esos drones también se utilizan para patrullar espacios públicos, rastrear el incumplimiento de mandatos de cuarentena y para generar imágenes térmicas.
5. Robots que esterilizan, entregan alimentos y aportan suministros.
Son muchos los modelos que se utilizan en China y Corea en estos momentos. Los robots no se pueden infectar, por lo que son geniales para limpiar, esterilizar, entregar alimentos y suministrar medicamentos reduciendo los contactos entre humanos. Los robots UVD de Blue Ocean Robotics, como he dicho al principio, utilizan luz ultravioleta para eliminar de forma autónoma bacterias y virus de todo tipo. Gracias a la inteligencia artificial esos robots son capaces de memorizar e interpretar todas esas acciones para ir mejorando poco a poco.
6. Inteligencia artificial desarrollando medicamentos.
La división DeepMind de Google ha puesto a disposición de la comunidad científica sus algoritmos de IA más innovadores y su poder de computación, para entender el comportamiento de las proteínas que forman el virus. La empresa Benevolent AI, que utiliza sistemas inteligentes para crear medicamentos que puedan combatir las enfermedades más raras del mundo, ahora ayuda a apoyar los esfuerzos contra el coronavirus. A las pocas semanas del brote, utilizó sus capacidades predictivas para proponer medicamentos existentes que podrían ser útiles. Algunos están siendo la base de las fases 2 y 3 para desarrollar una vacuna.
8. AI para identificar personas infectadas o que no cumplen
A parte del casco inteligente, y asumiendo que su uso es controvertido, el sofisticado sistema de vigilancia de China utilizó la tecnología de reconocimiento facial y el software de detección de temperatura de SenseTime para identificar a las personas que podrían tener fiebre y tener más probabilidades de tener el virus. Toda China estuvo bajo sospecha durante unas semanas.
El gobierno chino también ha desarrollado un sistema de monitoreo llamado ‘Código de Salud’ que utiliza grandes datos para identificar y evaluar el riesgo de cada individuo en función de su historial de viajes, cuánto tiempo han pasado en puntos críticos de virus y la posible exposición a las personas que portan el virus. A los ciudadanos se les asigna un código de color (rojo, amarillo o verde), al que pueden acceder a través de las aplicaciones populares WeChat o Alipay para indicar si deben ser puestos en cuarentena o permitidos en público. Un pelín intrusivo, sí.
9. Chatbots inteligentes para compartir información
Los chinos pueden utilizar WeChat para acceder a servicios gratuitos que permiten consultar aspectos de salud. Los chatbots también han sido herramientas de comunicación esenciales para los proveedores de servicios en la industria de viajes y turismo pero ahora están centrados en una interacción vinculante entre salud y ciudadano. Lo que se sospecha es que ese ‘feedback’ proporciona datos sobre el comportamiento de los usuarios que permite a las autoridades interpretarlos para luchar contra el virus.
10. Y, finalmente, los supercomputadores trabajando en una vacuna contra el coronavirus.
Los investigadores están utilizando los recursos de computación en la nube y las supercomputadoras de varias compañías tecnológicas importantes como Tencent, DiDi y Huawei para acelerar el desarrollo de una cura o vacuna contra el virus. La velocidad con la que estos sistemas pueden ejecutar cálculos y modelar soluciones es mucho más rápida que el procesamiento estándar por computadora. En una pandemia global como COVID-19, la tecnología, la inteligencia artificial y la ciencia de datos se han vuelto críticas para ayudar a las sociedades a enfrentar el brote de manera efectiva.
Ahora más que nunca, los ingenieros están trabajando junto a científicos y médicos para desarrollar métodos más eficientes para diagnosticar el coronavirus, así como para probar posibles tratamientos. Por primera vez en la historia, Internet ha hecho que la colaboración sea mucho más fácil entre estos jugadores clave.
Por ejemplo, la secuencia genómica del virus fue expuesta por científicos chinos públicamente solo unas semanas después del brote en Wuhan, está siendo estudiada por investigadores y médicos de todo el mundo, en un intento por desarrollar vacunas y tratamientos con COVID-19.
Revisando esta lista, se nos plantean tres dudas. ¿Debemos de copiar todos esos modelos tecnológicos para luchar contra la pandemia en otros lugares? ¿Nuestra ética permite el uso de todos esos métodos? ¿Es efectivo el uso de unos puntos y no otros? ¿Dependemos de China? y cuándo esto pase ¿el uso de la tecnología será dependiente de los desarrollos efectuados en China, Corea y Japón o podremos avanzar en nuestra propia tecnología? ¿es esta la puerta a la quinta revolución industrial?
La red cumple 30 años y medio mundo sigue sin conexión.
Ayer se cumplió el 30 aniversario de aquel día en el que se establecía el concepto de la red y se mostraba como se podía poner en práctica técnicamente. El 12 de marzo de 1989 Berners-Lee propuso con un documento diseñado con un ordenador Next de Steve Jobs, crear un espacio abierto para que todo el mundo compartiera ideas y conocimientos y que, sin duda, se ha convertido en una de las herramientas de transformación social más importantes jamás creadas por cuantos elementos afecta y cambios sociales ha provocado y sigue provocando.
Ayer se cumplió el 30 aniversario de aquel día en el que se establecía el concepto de la red y se mostraba como se podía poner en práctica técnicamente. El 12 de marzo de 1989 Berners-Lee propuso con un documento diseñado con un ordenador Next de Steve Jobs, crear un espacio abierto para que todo el mundo compartiera ideas y conocimientos y que, sin duda, se ha convertido en una de las herramientas de transformación social más importantes jamás creadas por cuantos elementos afecta y cambios sociales ha provocado y sigue provocando.
No obstante es importante diferenciar otras efemérides complementarias. Realmente lo que llamamos Internet tiene unos 50 años, la red, como decía 30 y la web propiamente dicha unos cinco años menos pues la primera página fue publicada el 6 de agosto de 1991. Por aquel entonces los que tuvimos la suerte de estar por allí, por donde se hablaba de todo esto, no podíamos tener ni idea de lo que iba a suponer todo ello. Recuerdo una conversación durante la Expo de Sevilla de 1992 en la que un miembro de la organización nos preguntaba a unos jóvenes que estábamos en unos de las visitas que se organizaron, si habíamos oído hablar de algo parecido a Internet.
En aquel 1992, hace muy poco, se organizó el evento en el que todos los países del mundo mostraban sus avances, su innovación, su tecnología, y ningún pabellón del mundo tenía internet. Ninguno. Recordemos que lo que hubo en Sevilla fueron los quioscos de información multimedia de IBM llamados PINAS, unos puestos de información no asistida. A través de ‘potentes’ servidores conectados con enlaces de fibra óptica estos sistemas, diseñados por la propia IBM para la Expo, representaron una innovación tecnológica que se adelantó a lo que era inminente: la llegada de Internet. El sistema proporcionó acceso a noticias, música, vídeo, imagen, y otros tipos de información con una interface similar a las páginas web de Internet. La información no era accesible desde el exterior del recinto de la Expo.
Ahora bien, al igual que era imposible prever lo que iba a suponer todo ello, ahora tenemos dificultad para comprender los verdaderos efectos de la economía digital en las empresas y en muchos casos la opinión de éstas en cuanto a lo que significará en el futuro inmediato suele ser excesivamente simples. La economía hiperconectada es la derivada de todo aquello que empezó sin saber muy bien a donde iba.
Pues eso, 30 años después de la propuesta original de un científico del CERN para un sistema de gestión de la información, sólo la mitad del mundo está conectado. Seguramente está bien alegrarse de hasta donde ha llegado todo, pero no estaría de más analizar donde debería llegar para que su valor sea pleno y tenga sentido.
La web se ha convertido en una plaza pública, una biblioteca, un consultorio médico, una tienda, una escuela, un estudio de diseño, una oficina, un cine, un banco y mucho más. Por supuesto, con cada nueva característica, cada nuevo sitio web, la división entre los que están conectados y los que no aumentan, por lo que es indispensable hacer que la web esté disponible para todos.
Los gobiernos deben traducir las leyes y regulaciones para la era digital. Deben garantizar que los mercados sigan siendo competitivos, innovadores y abiertos. Tienen la responsabilidad de proteger los derechos y libertades de las personas que usan Internet. Necesitamos defensores de la web abierta dentro de la función pública y también en el ámbito político. Que conozcan y entiendan la profundidad de lo que puede significar el uso del blockchain y sus beneficios sociales.
Las empresas deben hacer más para garantizar que la búsqueda de beneficios no sea a costa de los derechos humanos, la democracia, los hechos científicos o la seguridad pública. Las plataformas y los productos deben diseñarse teniendo en cuenta la privacidad, la diversidad y la seguridad. La clave de la Internet inmediata serán los datos y como la inteligencia artificial los maneja.
Lo dijo recientemente su creador. La red, hoy en día, está en la mitad del mundo. Unas 3500 millones de personas tiene acceso a la red. Es urgente garantizar que la otra mitad siga sin conexión y que todos contribuyan a una web que impulse la igualdad y las oportunidades para todos. Estamos ante una de las amenazas al equilibrio más grande que jamás hemos vivido y tiene que ver con el movimiento de millones de personas por el mundo buscando uno modo de vida determinado, en la mayoría de los casos buscando sobrevivir. La red no da de comer, pero ayuda a que se genere el conocimiento para que eso pueda pasar antes.
La web es para todos y colectivamente tenemos el poder de cambiarla. Estamos en la última etapa de la Cuarta Revolución Industrial en medio mundo, pero queda otro anclado en alguna revolución anterior. Internet, lo digital, fue la clave de está transformación digital que vive nuestro entorno pero no lo ha sido para todos, no lo está siendo. Usemos la red, todos, desde la perspectiva de que fue un regalo, un regalo a la humanidad que podía cambiarlo todo y a bien. Exijamos el uso correcto y razonable a todo tipo de organizaciones e instituciones. El blockchain, la inteligencia artificial, el big data, la privacidad, el conocimiento, la desigualdad y el desafío del acceso universal serán las claves para que la red cumpla más años y los cumpla con salud.
Las claves de la Transformación Digital de la banca. La iRevolución de los servicios financieros.
La semana pasada estuve en Costa Rica con motivo de la finalización de la primera fase del proyecto de Transformación Digital del Banco Popular de Costa Rica. Un proyecto apasionante que ahora inicia la siguiente etapa, la implementación de diversos modelos de innovación, incorporación de tecnología, gestión del cambio organizativo y, especialmente, el diseño de nuevos modelos de negocio que el sector financiero tiene que abordar irremediablemente.
La semana pasada estuve en Costa Rica con motivo de la finalización de la primera fase del proyecto de Transformación Digital del Banco Popular de Costa Rica. Un proyecto apasionante que ahora inicia la siguiente etapa, la implementación de diversos modelos de innovación, incorporación de tecnología, gestión del cambio organizativo y, especialmente, el diseño de nuevos modelos de negocio que el sector financiero tiene que abordar irremediablemente.
Las amenazas son más que sabidas para este sector. Los NeoBanks, los iBanks, las criptomonedas e, incluso, los No-Banks. Pero a mí me gusta más contemplar el otro lado, los retos. En el caso de una entidad financiera nacional, semi pública como es el Banco Popular de Costa Rica, éstos pasan por la reducción de costes y por acelerar la innovación. Es necesaria una banca centrada en el cliente que consiga una relación más estrecha con él y una experiencia digital personalizada. Una banca que ayude a las instituciones financieras y a las propias fintech a construir, operar y monetizar cualquier tipo de aplicación de manera ágil y rápida.
Entre los modelos que he coordinado en otras entidades y las que ya hemos iniciado en Costa Rica, es obligatorio un ecosistema API para lanzar nuevos servicios. APIs abiertas y conectadas a un ecosistema de colaboradores que ofrezcan servicios digitales de valor añadido a través de cualquier entorno colad por ejemplo. Mi obsesión es que cualquier banco considere factible liderar la propia revolución fintech. No voy a entrar en el detalle y el modo de lograrlo ni con que metodologías se puede lograr. Eso es algo que precisa de un buen número de documentos y de un par de jornadas de alto valor explicados en un Workshop específico como afrontarlo. Sin embargo, hay varios campos de trabajo que son determinantes y que a modo esquemático pasarían por:
Los grandes bloques de trabajo deben ser la Analítica, la Automatización, la Gestión de TI, la propia Inteligencia artificial, la innovación estratégica, la tecnología móvil y la seguridad integral. A partir de estos espacios de trabajo se despliegan cada uno de los elementos que derivan. Aunque pueden funcionar para muchos sectores, en el caso de las finanzas se determinan en estos que acabo de relacionar. Veamos cómo se despliegan según nuestro criterio.
Inicialmente el asunto trata de la analítica, de la cual se espera descubrir, interpretar y comunicar patrones significativos y la información de valor a partir de datos de todo tipo. Eso conduce a la gestión prioritaria de analytics por aplicación, analítica prescriptiva, análisis predictivo basado en machine learning, atención a los grandes volúmenes de datos, a la integración de esos datos, la comprensión de la Internet de las Cosas y la visualización de todos estos datos utilizando tecnología que la conviertan en información.
De la automatización se exige que realice operaciones con inteligencia, desde los procesos de negocio hasta la aplicación de bots o la automatización inteligente. Para ello se cuenta con el Blockchain con el objetivo de reducir riesgos y abrir nuevas fuentes de ingresos, cloud computing, almacenamiento en cloud, base de datos en cloud, gestión del propio cloud, infraestructuras como servicios, plataformas como servicios y especialmente generar un volumen aceptable en seguridad en el cloud.
De la Gestión de TI se necesita que se alineen los recursos tecnológicos de información de un banco en función de sus necesidades. Para ello hay que tener en cuenta la alta disponibilidad en el rendimiento operativo, el desarrollo de algún tipo de software de adaptación, la gestión de los propios activos de la tecnología y el cloud, los datos, las identidades, la red, el almacenamiento, los accesos, los negocios, los ciclos de vida de las aplicaciones de la entidad, el rendimiento de esas aplicaciones, el software distribuido llamado middleware y las recuperaciones tras alguna crisis que pudieran ser críticos.
De la Inteligencia artificial buscamos que interactúa con las tecnologías de la información como un socio adaptable a la actividad humana. Para ello asumimos en cualquier proyecto de transformación digital en el sector financiero que vamos a aplicar machine learning que automatice los modelos analíticos para que los sistemas puedan aprender y extraer conocimientos por su cuenta, el procesamiento del lenguaje natural, un sistema recomendador que prevea la valoración o preferencia de un servicio financiero utilizando una subclase de sistemas de filtrado de información, una visión computacional que adquiera, procese, analice y comprenda todo tipo de interacciones con los clientes/usuarios del propio banco.
De la Seguridad planteada se estructurará para que proteja los sistemas en todos los entornos gracias a la Gestión de identidades, la protección contra el fraude, la importantísima protección de las vulnerabilidades que introducen los dispositivo conectados de un usuario de la entidad, el security analytics que explore soluciones que permitan agregar información de seguridad en toda su infraestructura de la entidad, la seguridad cloud, la seguridad de datos, la seguridad de las aplicaciones, la seguridad móvil y la supervisión de red en el ámbito de rendimiento y detección de actividades sospechosas.
Y finalmente, el espacio que considero fundamental y que tiene que ver con el concepto ‘mobile first’. De la Tecnología móvil se necesita que habilite dispositivos móviles para el uso compartido gracias a la analítica móvil, al marketing móvil y, de nuevo, a la seguridad móvil.
En definitiva, y muy a grosso modo, estas son las claves con las que un modelo de negocio financiero tiene que lidiar en el momento que inicia un plan de transformación digital. Esta es la tabla con la que trabajamos nosotros. Debe haber otras, pero lo más complejo es como convertimos un modelo que ha soportado el paso del tiempo con cierto éxito pero que, ahora que ha decidido entender un nuevo entorno, suele quedarse más en la cosmética que en el fondo.
Tengo la suerte de que mis clientes han entendido que la banca debe darse prisa. Prisa en creerse esto realmente. Que no va de aparentar estar interesado o conocer bien como funciona. Consiste en aparcar dentro. En poco tiempo los proveedores de criptomonedas se habrán ganado la confianza y credibilidad de la que ahora todavía no gozan en términos generales. Por ese entonces, la ventaja competitiva de los bancos será irrelevante. Si ahora no se ponen, no habrá espacio para ellos, o lo que quedará será puramente residual. No serán necesarios tal y como ahora los entendemos. Siglos de evolución soplan en su contra, pero pueden convertirse en vientos favorables. Solo hay que ponerse.
| Picture: Hermione Hodgson |
El futuro de la televisión pasa por la realidad aumentada y el 'blockchain'.
El pasado viernes las redes se inundaron con un video de Weather Channel que mostraba una manera espectacular de explicar la información meteorológica. Utilizando la Realidad Aumentada, el espectador podía ver los efectos del huracán Florence al llegar a tierras americanas como si la meteoróloga Erika Navarro estuviera en un barrio concreto mientras se veían las afectaciones del temporal pero con salvedades físicas imposibles en la vida real.
El pasado viernes las redes se inundaron con un video de Weather Channel que mostraba una manera espectacular de explicar la información meteorológica. Utilizando la Realidad Aumentada, el espectador podía ver los efectos del huracán Florence al llegar a tierras americanas como si la meteoróloga Erika Navarro estuviera en un barrio concreto mientras se veían las afectaciones del temporal pero con salvedades físicas imposibles en la vida real.
The Weather Channel ha estado utilizando la realidad aumentada desde 2015 cuando se asoció con el proveedor de contenido y tecnología The Future Group y su impresionante tecnología Immersive Mixed Reality. La tecnología debutó en junio, cuando el meteorólogo Jim Cantore lo utilizó para guiar a los espectadores a través de lo que sucedería si un tornado golpeara los propios estudios del canal. Una demostración que muestra el poder de los rayos siguió en julio.
Lo interesante de esta tecnología es que la cosa no se queda en la información meteorológica sino que podrían estar dando las señales de hacia donde va la industria del entretenimiento audiovisual. Si mezclamos juego, deporte, información, espectadores en plató o en sus casas, gafas de realidad aumentada o virtual, escenarios no existentes y personajes creados por ordenador pero interactivos con el espectador, la cosa empieza a tomar un tono de ciencia ficción importante. Pero no es ciencia ficción. Tiene muy poco de ficción y mucho de ciencia, una ciencia que ya estaba en marcha pero requería tecnología capaz de mostrarlo. Ya la tenemos.
Otra de las necesidades era la audiencia. La generación del milenio, pero especialmente la generación Z, son, de forma natural, consumidores de un mundo mixto entre lo real y lo virtual, una realidad aumentada que les acompaña en la geolocalización, en sus conversaciones, en el deporte y en definitiva en un plano físico y digital que ya no tiene mucho sentido diferenciar.
La industria del entretenimiento en general, incluyendo televisión, gaming, cine, música o lo que quieras, viene de una revolución reciente que pareció modificarlo todo. Quien y como consumía los contenidos ha mutado de manera importante en muy poco tiempo. Sin embargo, la cosa no iba solo de un modelo de consumo sin intermediarios, a la carta o vinculado a plataformas digitales. Ni tan siquiera hablamos de convertir en servicio muchos de los productos de antes. De hecho es muy probable que la revolución de los contenidos, del entretenimiento audiovisual, ni tan siquiera halla hecho nada más que empezar y el asunto se complique aun más.
Los datos que se desprenden del propio consumo audiovisual de esos contenidos se ha convertido en un modo de pago en sí mismo. Además el comienzo de la tecnología blockchain ha agregado otra dimensión potencial a la forma en que se difunde, registra y monetiza el contenido. Aunque la mayoría de las personas identifican la tecnología blockchain con las monedas digitales, de hecho, puede aplicarse a una amplia variedad de industrias fuera de los servicios financieros. Las cadenas de suministro, la gestión de datos y las redes sociales podrían incorporar tecnología de contabilidad distribuida para proporcionar soluciones más optimizadas, eficientes y rentables que se ofrecen actualmente.
Y ahora llega lo gordo. El Blockchain combinado con la realidad virtual o aumentada puede transformar radicalmente la forma en que las personas juegan a videojuegos, ven conciertos o miran la televisión de siempre. Netflix ya ha demostrado cómo los medios de comunicación ‘over-the-top’ pueden ofrecer entretenimiento y contenido directamente sin la asistencia de los grandes distribuidores.
Combinar la realidad aumentada o virtual con el blockchain llevará los servicios existentes a un nuevo nivel, las personas no solo podrán ver conciertos, partidos y jugar videojuegos en un entorno totalmente inmersivo, sino que también podrán recibir anuncios específicos mientras miran y pagan por ellos usando monedas digitales ya sean criptográficas o no. Digamos que de un plumazo te quitas de encima los players tradicionales, los creadores de contenido tradicionales, la publicidad tradicional, los bancos de siempre, etc.
Y si lo que preocupa es hacia donde va el negocio, es importante saber que esta tecnología tiene el potencial de alterar los modelos comerciales actuales que sustentan el entretenimiento, la publicidad y los propios servicios minoristas. Actualmente, el mercado de la realidad Virtual ha pasado de 2.600 millones de dólares en 2015 a 20.000 millones ahora. En 2022 se estima que alcanzará 66.680 millones para 2022. Hay consultoras como DigiCapital que lo elevan a 90.000 millones. El crecimiento no es que sea exponencial, es de aurora boreal en alta definición.
Pero este nuevo modo de ver la ‘televisión’ por llamarlo de algún modo no se entendería sin el principal actor. No hablo de gafas, de tecnología gráfica, de algoritmos dimensionales. No, hablo de la tecnología de la cadena de bloques que Facebook plantea como futuro del consumo audiovisual, el blockchain, la misma de las monedas criptográficas. Este libro mayor, este hipotético cuaderno donde se guarda todo, es inmutable. Lo será también en este campo y permitirá registrar datos y realizar transacciones entre individuos, proveedores de entretenimiento y minoristas en un entorno interactivo y envolvente que nunca antes había sido posible en línea. Sin esa capacidad de interacción comercial rápida entre el anuncio que espero y lo que quiero comprar, sumando la opción de compra inmediata, todo lo otro son simplemente fuegos artificiales.
Internet hace más de dos décadas transformó la vida cotidiana de las personas e interrumpió los modelos comerciales existentes de una manera que nunca podría haber sido prevista por los expertos de la industria en ese momento. Las tecnologías virtuales que afectan a la realidad tal y como la entendemos y la gestión criptográfica de los datos en forma de ‘moneda’ tienen el mismo potencial disruptivo sumados. El modo en el que las empresas entiendan esta contabilidad distribuida, esta mezcla tecnológica que les afectará, determinará el futuro de éstas.
Se avecina una nueva revolución en el mundo del entretenimiento y no es sólo si te pones o no unas gafas de realidad aumentada o virtual o si el meteorólogo se presenta en medio de un ciclón. Lo relevante será que los consumidores finalmente decidirán cómo reciben el contenido y a qué empresas respaldarán a partir de eso, el modo más inmersivo posible lo único que será es el interface por el que entregarán un inmenso caudal de datos que se estructurarán comercialmente en la ‘cadena de bloques’. Que empiece la función.
El sector financiero será Fintech o no será.
Hace unos días ofrecí una conferencia en el evento convocado por American Express ‘The challenges of Digital Transformation’ que se celebró en Casa América de Madrid organizado por la agencia Grabarte 360 y al que asistieron un buen número de directivos interesados en la evolución y tendencias en el ámbito de la digitalización de los sistemas financieros. De algún modo, es evidente, la llegada del concepto Fintech sobrevuela este tipo de análisis debido al gran crecimiento que ha tenido en los últimos años. Los motivos son diversos pero se encuadran en un cambio de modelo en la relación empresarial con el nuevo cliente digital, los procesos que deben ejecutarse y los nuevos modelos de negocio asociados.
Hace unos días ofrecí una conferencia en el evento convocado por American Express ‘The challenges of Digital Transformation’ que se celebró en Casa América de Madrid organizado por la agencia Grabarte 360 y al que asistieron un buen número de directivos interesados en la evolución y tendencias en el ámbito de la digitalización de los sistemas financieros. De algún modo, es evidente, la llegada del concepto Fintech sobrevuela este tipo de análisis debido al gran crecimiento que ha tenido en los últimos años. Los motivos son diversos pero se encuadran en un cambio de modelo en la relación empresarial con el nuevo cliente digital, los procesos que deben ejecutarse y los nuevos modelos de negocio asociados.
Cuando hablamos del futuro de las finanzas solemos centrarnos en escudriñar un escenario enfocado en los bancos y poco en el concepto financiero propiamente dicho. Focalizamos el análisis en el futuro de la banca y menos en las tendencias de los sistemas de pago por ejemplo. En ésta última aparecen tendencias que ya está modificando las relaciones entre consumidor y productor. Unas tendencias que se pueden concentrar en la diversificación de las criptomonedas, la propia tecnología blockchain, los protocolos de pago en NFC, la llegada de una nueva regulación indispensable y, debido a esto seguramente, el retorno al valor original de las firmas financieras aunque sea reinventando su papel.
Nuevos modelos de pago.
Si hay algo que realmente afecta al modelo de pago a entidades convertidas en pasarelas de pago o gestoras de tarjetas financieras, es la tendencia de pagar sin tener contacto físico en el punto de cobro. Tarjetas bancarias en un lector integrado en los teléfonos móviles parece que irá poco a poco penetrando hasta la normalización. Hay países que ya han eliminado en la práctica el dinero físico. Existen ya los primeros casos de implantes de pago, algo así como un chip integrado en el cuerpo que permite pagar sin ningún tipo de interacción salvo la de estar físicamente en el lugar de cobro. Solo acercando la mano o el brazo a un TPV especializado. Me cuesta imaginar un mundo en el que todos andemos por un centro comercial, si siguen existiendo, moviendo las manos hacía los terminales de pago y acumulando en nuestra cuenta financiera las compras, todo sin nada más que un modelo de gestión en la nube. Sin embargo, ‘haberlas haylas’.
Criptomonedas
En tiempos de crecimiento exponencial, de desequilibrio en su valor o de ofertas iniciales de monedas, las llamadas ICO, todo lo que tiene que ver con criptomonedas se tiñe de un tono verde beneficio. El nuevo abanico de opciones lleva a consumidores y profesionales financieros a interesarse por su uso. Sin embargo, la madurez del mercado de criptomonedas, dista todavía del exigible y necesario. Es sin duda una tendencia clara y se verá en los próximos tres años su verdadero potencial y penetración. La banca empieza a abrazarla, los sistemas de pago a incorporarla y la regulación global a interpretarla.
Tecnología blockchain
Al hablar de criptomonedas no puedes dejar de hacerlo también de la tecnología que las sujeta, el blockchain. Esencialmente un libro mayor contable que se distribuye entre un buen número de usuarios. Nadie, ninguna entidad posee las claves de los datos y no es posible cambiar el libro una vez que se han registrado los datos. Esa es la esencia del modelo que sustenta todo esto. Sin embargo, pensar que el blockchain es solo un mecanismo para generar monedas sería quedarse en primaria. Esta tecnología tiene aplicaciones mucho más amplias, incluso en el campo de la asistencia sanitaria, donde podría utilizarse para almacenar registros de salud y hacerlos accesibles a diferentes proveedores. Es cierto que tiene un gran potencial para perturbar aún más el mercado financiero. Podrá cambiar la forma en que las propiedades son compradas y vendidas porque cada propiedad podría tener su propio registro individual en una cadena de bloques, y los bancos deberán tener en cuenta esta información cuando decidan si ofrecen un préstamo o una hipoteca a alguien por ejemplo. Deberán adecuarse con toda seguridad.
Los iBank
La disrupción para el sector bancario no era sólo el Fintech. Ni siquiera las criptomonedas. El primero es algo que realmente se puede adoptar desde el propio sistema financiero y el segundo es algo mucho más complejo que afectará a muchos más aspectos de la vida. La potencial irrupción de estos nuevos actores en la banca comercial, y probablemente en la privada a medio plazo, es el verdadero asunto. La tarjeta Apple Pay que pueda transformarse en algo más complejo y transversal desde un punto de vista financiero, es el último ejemplo de cómo un gigante tecnológico amplía su presencia en la industria bancaria. Además de Apple, Amazon, Google, Alphabet y algunas otras un buen número de gigantes tecnológicos están compitiendo por lograr que los pagos móviles sean más fáciles para los consumidores a la vez que aumentan sus formidables fuentes de ingresos y conocimiento vía datos masivos. La idea es capturar cuotas de mercado por esta vía y dar el salto a medio plazo a algo mucho más profundo si es posible.
Regulación pendiente.
El desafío principal que está viviendo el sector financiero con respecto a la dirección que está tomando todo desde el punto de vista tecnológico es que la industria Fintech evoluciona tan rápido que los reguladores tienen serios problemas para mantenerse al día. Una regulación necesaria e imprescindible por otro lado. A medida que esa formulación legal sea capaz de encapsularlo, las instituciones financieras más grandes recuperarán algunos de los espacios perdidos en esta fase inicial. La regulación bien entendida, no intervencionista, hará la industria financiera tecnológica mucho más fuerte, segura y confiable. Tengo claro que la demanda de tecnología financiera es lo que está haciendo que se desarrolle, que se transformen en el sector tradicional y que, finalmente, se regule adecuadamente.
El papel de los bancos de siempre.
Y probablemente esa regulación provocará algún cambio en los actores principales. El mercado Fintech es tradicionalmente un territorio ‘startup’. Pequeñas empresas con estructuras muy distintas a las del sector financiero tradicional que capturan porcentajes importantes de negocio a bancos por ejemplo. En Europa se calcula que el sector financiero tradicional perdió una cuota de mercado destacable en los últimos cinco años a favor de estas startups. Hay quien asegura lo contrario y quien considera que el futuro es una alianza. Las grandes corporaciones están desarrollando espacios, incubadoras, aceleradoras para ponerse al día. Están comprando a algunas de estas empresas para incorporar conocimiento e innovación. Han decidido transformarse desde la esencia. Su capacidad y potencial es tan grande que la tendencia puede estar cambiando. Los actores Fintech del futuro financiero inmediato puede que ahora sean los que fueron actores principales siempre en el mundo de las finanzas. Tal vez.
Finalmente, comentar que el problema del Fintech es, esencialmente, lo que es. Un concepto basado exclusivamente en la tecnología puede tener en ella su mayor problema. La tecnología es cambiante y cambia muy rápido. Es cierto que las empresas Fintech están preparadas como nadie para la disrupción, es su ADN, pero sin embargo, habrá muchos cambios que también ellas deberán asumir. Eso es algo que puede resultar en complejas adecuaciones, incorporación a reglas nuevas que no vayan en la dirección de lo que inicialmente les interesaba. Lo que está claro es que el sector financiero vive un momento apasionante. Actualmente asesoro a dos entidades financieras nacionales, una en América y otra en Europa. Ambas han decidido afrontar este momento con el entusiasmo que se le exige a quien sabe que el futuro no se espera, se conquista. De esto va todo, de cómo la banca asume el momento histórico de transformación que se le exige y que le aporte valor a la vez.
Tus clientes han cambiado, ¿ha cambiado tu empresa?
¿En los últimos 6 meses has automatizado algo en tu empresa? ¿En los últimos tres meses has modificado algún proceso operativo? ¿En el último mes has analizado algún reporte de 'business inteligence'? ¿Durante la semana pasada has analizado las reacciones en las redes sociales a tus publicaciones? ¿Tu empresa diferenciaba entre digitalizarse y transformarse digitalmente antes de hoy? ¿Y entre táctica digital y estrategia de transformación? ¿Existe una comunicación personalizada para cada cliente? ¿Tenéis herramientas para la captura de datos y ejercer venta predictiva? ¿Tienes a tiempo real datos de oferta, publicidad, procesos de la competencia? ¿El pedido online todavía es menor al 50%? Si, como empresa, has respondido no a alguna pregunta o has dudado en tus respuestas afirmativas, este artículo te interesa.
¿En los últimos 6 meses has automatizado algo en tu empresa? ¿En los últimos tres meses has modificado algún proceso operativo? ¿En el último mes has analizado algún reporte de 'business inteligence'? ¿Durante la semana pasada has analizado las reacciones en las redes sociales a tus publicaciones? ¿Tu empresa diferenciaba entre digitalizarse y transformarse digitalmente antes de hoy? ¿Y entre táctica digital y estrategia de transformación? ¿Existe una comunicación personalizada para cada cliente? ¿Tenéis herramientas para la captura de datos y ejercer venta predictiva? ¿Tienes a tiempo real datos de oferta, publicidad, procesos de la competencia? ¿El pedido online todavía es menor al 50%? Si, como empresa, has respondido no a alguna pregunta o has dudado en tus respuestas afirmativas, este artículo te interesa.
Netflix ofrece su servicio a más de un tercio de la población británica con apenas un centenar de empleados. Sky, la plataforma de contenidos que opera en el mismo territorio, para hacer llegar su catálogo a la mitad de los británicos, precisa más de 25.000 trabajadores. Es cierto que la segunda asume infraestructura y aspectos vinculados a la telefonía y red, pero se calcula no obstante que, directamente, cerca de una cuarta parte de la plantilla de Sky tienen que ver directamente con la plataforma de contenidos únicamente.
Ni los mas digitales se libran de las complicaciones que supone la digitalización y la necesaria transformación que se deriva. Adaptarse a un nuevo entorno y mercado exige flexibilidad, ahorro de costes ajustando procesos, conocer al cliente, colocarlo en el centro de la cadena de valor, enfocar una nueva oferta basada en los datos y sustituir productos por un catálogo de servicios, generando nuevos modelos de negocio a fin de evitar la irrupción de competencia donde menos tenías previsto.
Hace mucho tiempo que mi trabajo consiste precisamente en convertir a cualquier empresa en otra que pueda ser un buen ejemplo de transformación digital, yendo mucho más allá de operativas internas o de ajustes puntuales. Siempre se trata de una visión completa y transversal en la que van a tener mucho que hacer todos los miembros de esa compañía, pero también en como se aprovecha el talento existente y se atrae al que todavía no se dispone. En este tiempo he visto que cuando una empresa sugiere que tenemos que trabajar en su digitalización, en su adaptación a un mundo tecnológico y cambiante, al principio le cuesta asumir que ya no hablamos de cómo incorporar elementos tecnológicos, sino que se trata en el modo en el que abordamos esa transformación tecnológica para que se convierta en estrategias de negocio en sí mismas.
Podría parecer complejo, pero tras este proceso siempre hay una metodología, o debería haberla. Un método que asuma un hecho relevante e inédito. Hoy en día es la primera vez que la propia tecnología determina de manera completa los planes de negocio y el crecimiento de una compañía. Si bien antiguamente se diseñaba un plan de negocio y a partir de ahí se enlazaba con las tecnologías disponibles, ahora es muy distinto. Vivimos un tiempo en el que es la propia tecnología la que cristaliza cualquier estrategia con la que afrontar cualquier reto futuro.
Es más, las tecnologías disponibles no pueden verse como unidades inconexas que requieren focos distintos. La tecnología ahora es un todo que establece la estrategia completa de una empresa. Hay tecnologías que afectan inicialmente a un sector o a un tipo de empresa, pero al final todos tendrán que incorporarla a sus planes de negocio pues irrumpirá de manera transversal. Por poner un ejemplo, el ‘blockchain’ va mucho más allá del Bitcoin, el Ethereum o de cualquier criptomoneda. Hablamos del inicio de una nueva revolución que se lo va a llevar todo por delante. Si somos capaces de eliminar la hojarasca de las divisas y la especulación que las rodea, veremos que la ‘cadena de bloques’ afectará a todas las empresas del mundo, no sólo las financieras. Internet permitió la desintermediación de la información. El blockchain desintermediará las relaciones de toda nuestra especie.
Y no hay límites. El blockchain, la impresión 3d, la robótica, la automatización, la inteligencia artificial y la internet de las cosas van a modificar irremediablemente el modo en el que nos enfrentaremos al futuro. No obstante, el aterrizaje de todo, dependerá de nosotros. De ser algo tremendamente beneficioso bien puede convertirse en un soberano desastre. La digitalización y los datos que emite en todos los espectros no es más que una herramienta no un motivo. A veces, algunas empresas incorporan tecnología disponible por el mero hecho de que hay que incorporarla. Ese error es habitual. La tecnología, en plena cuarta revolución industrial, exige de un giro del punto de vista como decía. Ahora no es una herramienta, es la definición de una estrategia.
Sabemos que ya hay tecnología disponible capaz de aportar soluciones antes de que exista el propio problema. Esto es una ventaja si se utiliza correctamente. La inteligencia artificial combinada con el ‘machine learning’ lo logra en fases iniciales y en ejercicios ya demostrables. El problema radica en el desafío sobre la seguridad digital que esto exige. Faltan expertos en esto. En los próximos años se van a necesitar millones de empleos en ciberseguridad. Unos tres millones de desarrolladores de inteligencia artificial, robótica asistida y analítica. Aunque, por suerte, como decía antes, también harán falta filósofos capaces de entrar en el debate ético al que nos enfrentamos.
El asunto es, ¿a que países va a irse todo ese empleo? ¿Allí donde ya se está asumiendo el reto, analizando el momento y liderando el desarrollo o dónde todavía seguimos analizando nuestra realidad económica con una miopía desesperante? ¿Qué empresas han iniciado ese cambio? ¿Qué sectores y en que servicios o productos se engloban esas transformaciones? ¿Eres tú la demanda del futuro? ¿Tu empresa sabe como demandarlo? Ese es el gran desafío.
Los clientes están cambiando y las empresas deben cambiar también para satisfacer mejor esas nuevas necesidades. Piensa en tu sector y luego pregúntate el grado de digitalización en el que te encuentras. Haz un examen detallado de cada área, de cada departamento, analiza que sucede con la tecnología actual y que no. Pregunta si lo necesitas. Toma decisiones si la cosa no pinta como esperabas inicialmente. Esto no va de esperar. La pregunta no debe ser ¿me afectará la disrupción en mi empresa o en mi sector? La pregunta correcta es ¿cuándo? y también ¿con qué tecnología va a suceder?
Los bancos, la venta predictiva, la Inteligencia Artificial y el Big Data. El ejemplo del Ulster Bank.
Ayer supimos que el principal banco español, el Santander, planea un ajuste de más de dos millares de trabajadores. Es la enésima dieta que se le aplica a la plantilla. Es cierto que con más de dos cientos mil empleados, lo que el Santander está haciendo es estructurar su enorme organización de manera ordenada y no traumática. Sin embargo, no es más que una tendencia que se acentuará en esta y el resto de entidades de toda Europa. Le pongan la excusa que le pongan, el problema tiene un estímulo desde hace ya media década. Se llama Fintech.
Ayer supimos que el principal banco español, el Santander, planea un ajuste de más de dos millares de trabajadores. Es la enésima dieta que se le aplica a la plantilla. Es cierto que con más de dos cientos mil empleados, lo que el Santander está haciendo es estructurar su enorme organización de manera ordenada y no traumática. Sin embargo, no es más que una tendencia que se acentuará en esta y el resto de entidades de toda Europa. Le pongan la excusa que le pongan, el problema tiene un estímulo desde hace ya media década. Se llama Fintech.
El término FinTech es perturbador para los sistemas financieros existentes y establecidos. Hablamos de que para financiar un proyecto, miles de personas acceden al ‘crowdfunding’ o a los préstamos ‘peer-to-peer’, para gestionar transacciones utilizan el móvil o para intercambiar divisas lo mismo. El FinTech lo hace todo, todo lo que desde un banco u otros gestores financieros ya hacían, y lo hacen más barato, más fácil y más rápido. No obstante la banca ya no se lo mira atónita. Algunas han empezado a tomar medidas. Unos con aceleradoras de startups, otras desarrollando conjuntamente con empresas soluciones digitales e, incluso, las menos, abrazando toda la dimensión tecnológica para transformar totalmente la entidad.
En la tercera opción me gustaría destacar uno de los bancos con los que tengo relación, el Ulster Bank irlandés. Esta entidad ha estado preparando todo un modelo de transformación en la gestión de datos y el uso de la Inteligencia Artificial que les permite conocer con antelación cuándo un cliente va a realizar una transferencia, amortizar anticipadamente parte de su hipoteca, qué tipología de aseguradora va a demandar o qué tipo de crédito necesitará en un futuro inmediato.
El conocimiento predictivo va a permitir al Ulster mejorar las relaciones con sus usuarios, optimizar su eficiencia comercial y aumentar los ingresos por las ventas. El Ulster Bank ha desarrollado una plataforma inédita en el sector que combina la Inteligencia Artificial y el Big Data con la que genera conversaciones con los casi dos millones de clientes que tiene actualmente. El objetivo es colocar al cliente en el centro de la cadena de valor, conocerlo mejor y generar productos predictivos que se ajusten a un ratio de éxito muy superior al actual.
La plataforma integra y analiza todos los datos e información resultantes de la relación entre los clientes y el banco por digitalmente, por teléfono o analógicamente. Aunque las entidades irlandesas están tremendamente automatizadas, existe un modelo de relación personal muy alto para algunos temas. Con esta captación de datos se busca extraer patrones de conducta. La idea central es que la tarea comercial se genere desde un punto de vista analítico y automatizado con un rango de éxito muy superior al actual. Las primeras pruebas así lo demuestran.
Cuando hoy en día un banco se acerca a un consultor, lo primero que le dice no es que ha perdido facturación. Eso no ha pasado. El asunto es que ha caído la rentabilidad debido a diversos aspectos estructurales y monetarios. Los bajos tipos de interés, el coste tecnológico, el personal no digitalizado y el tamaño estructural suelen ser los motivos. De ahí que no sea un problema de facturación, sino de eficiencia y eficacia. Ahí la Inteligencia Artificial y el Big Data se mueven muy bien. El tiempo medio necesario para el despliegue de una plataforma de este tipo puede llegar a tardar un año. La implementación en el Ulster Bank se produjo en seis meses.
En tiempos en que según el estudio “EY Fintech Adoption Index 2017”, el 37% de los usuarios de Internet en España, utiliza servicios Fintech para gestionar sus finanzas como plataformas de pagos y transferencias, bancos sin oficinas, aplicaciones móviles, seguros on-line, plataformas de crowdlending, los bancos tienen que, no sólo implementar este tipo de soluciones, sino lo que tienen que hacer realmente es aprovechar la tecnología que se les puede asociar. No es lo mismo tener un banca móvil digital de gran calidad y usabilidad a tener un banco virtual accesible desde cualquier dispositivo que a través de un chatbot estudia conductas de cada usuario/cliente. No es lo mismo.
Según ese estudio, atentos, los servicios más usados por los encuestados agrupados por categorías son las plataformas de pagos y transferencias, utilizadas por el 50%, empresas relacionadas con los seguros (Insurtech), por el 24%, inversión mediante crowdlending o servicios online de asesoramiento y gestión financiera, el 20%, solicitud de préstamos en plataformas de crowdlending o en empresas de créditos rápidos, 10%; servicios y aplicaciones móviles de control y planificación financiera, 10%.
Un estudio similar en 2015 aseguraba que uno de cada siete consumidores digitalmente activos eran usuarios de Fintech, mientras que en 2017 son uno de cada tres. Las intenciones futuras de los usuarios se espera que aumenten en un promedio del 52% en dos años. En el caso de los servicios de préstamos online se estima que su utilización pueda doblarse.
Los consumidores se sienten atraídos por los servicios Fintech ‘porque sus propuestas son más simples, más prácticas, más transparentes y más fácilmente personalizadas’. En esa dirección deberían disparar los bancos, a la simplicidad, la usabilidad, la transparencia y la personalización. A partir de esa primera estructura deberá de generarse un espacio de lectura de datos masivos e interpretación por Inteligencia Artificial y, finalmente, la banca empezará a entender que significará la disrupción más grande a la que se han enfrentado desde su creación: la desintermediación del dinero, el Blockchain. Proximamente…
La privacidad y los datos personales de salud. El desafío propuesto por el d-Lab del Mobile World Capital.
Cada vez se hace más necesario el debate acerca de la privacidad y el uso ético de los datos personales que diseminamos por la red. Trazar los límites y los protocolos que permitan devolver el significado original al término 'privacidad' no es fácil en los tiempos que vivimos. Los datos han mutado desde un derecho moral a un instrumento que garantiza buenos servicios. Millones de personas autorizan el conocimiento de su comportamiento digital a cambio, presumiblemente, de una oferta acorde y personalizada de servicios o productos.
Cada vez se hace más necesario el debate acerca de la privacidad y el uso ético de los datos personales que diseminamos por la red. Trazar los límites y los protocolos que permitan devolver el significado original al término 'privacidad' no es fácil en los tiempos que vivimos. Los datos han mutado desde un derecho moral a un instrumento que garantiza buenos servicios. Millones de personas autorizan el conocimiento de su comportamiento digital a cambio, presumiblemente, de una oferta acorde y personalizada de servicios o productos.
La Comisión Europea estima que 'en 2017, no solo 3.400 millones de personas en el mundo tendrán un smartphone, sino que la mitad de dichos usuarios utilizará apps relacionadas con la salud. La recopilación de una gran cantidad de datos de salud es un producto muy valioso. Se calcula que la industria de datos personales de salud tiene un valor de alrededor de 3,4 billones de dólares. Los expedientes sanitarios tienen mucha demanda en el mercado negro y tienen un valor 60 veces superior a los datos de las tarjetas de crédito robadas, debido a la cantidad y al detalle de datos personales que contienen.
Si hay un espacio donde esos datos pueden ser muy útiles y a su vez controvertidos es en el ámbito de la salud. Los datos personales sanitarios poseen un potencial enorme en lo que respecta a su uso y a su impacto en áreas como la aceleración de la investigación sanitaria, la influencia en las prioridades de esa misma investigación y en la personalización de los tratamientos médicos. A la vez, el cómo se utilizan, y donde se ubica la frontera acerca de su uso, se han convertido en uno de los mayores retos socioeconómicos en términos de innovación digital.
Es por eso que convocamos el segundo desafío desde el d-Lab Mobile World Capital expresamente centrado en identificar y premiar ideas, proyectos y soluciones innovadoras que consideren diferentes usos y aplicaciones de los datos personales de salud. La idea era recoger, de diferentes startups del mundo, modelos innovadores para la gobernanza de los datos personales de salud, soluciones que contribuyan al wellbeing, gestión y seguimiento de enfermedades crónicas y tratamientos médicos, inclusión de nuevos tipos de datos complementarios relacionados con deporte, nutrición y hábitos de vida e integración con datos agregados de dispositivos médicos.
El equipo que trabajamos en este desafío, que se suma al que ya finalizó hace unos meses sobre el empoderamiento de personas con alguna discapacidad, ha tenido en cuenta los desarrollos tecnológicos recientes, como es el caso de blockchain y los smart contracts, ya que ofrecen unos modelos de control más seguros y más dinámicos que los que había anteriormente. La inclusión del acceso a los datos personales de salud como parte de las áreas de acción de la estrategia del Mercado Único Digital de la Comisión Europea, ejemplifica lo importante que es la capacidad de acceder, gestionar y controlar los datos personales de salud. Un estudio que realizó MeriTalk a las Agencias Federales de EE. UU., mostró que los datos de salud cada vez forman una parte más importante de los sistemas de Big Data sanitarios. El 35% de los encuestados utilizan los datos recogidos para mejorar la atención al paciente, el 31% los utilizan para reducir los costes sanitarios, el 28% para mejorar los resultados sanitarios y, finalmente, el 22% utilizan los datos recogidos para aumentar la detección precoz.
Sin embargo, el acceso y el uso de datos personales de salud se ven limitados por cuestiones relacionadas con la intimidad personal y la propiedad de los datos, el consentimiento informado del uso futuro de esos datos, cómo se comparten los datos y se accede a ellos y, en último lugar, la calidad de los datos que se ponen a disposición. Las políticas públicas existentes no han sido capaces de seguir el ritmo de las diferentes tecnologías emergentes que son capaces de recoger, explorar e incluso monetizar datos personales de salud. Muchas preguntas relacionadas con las funciones, responsabilidades y derechos de los pacientes, los propietarios de datos y los consumidores en relación con los datos personales de salud suelen quedarse sin respuesta.
El pasado 30 de junio se cerró la convocatoria de proyectos relacionados con este desafío. Se recibieron 28 propuestas de 8 países diferentes a pesar de lo específico del tema. De esas, el pasado 7 de julio se desestimaron 12, quedando 16 semifinalistas. El 8 de agosto publicaremos el reducido grupo que, definitivamente, se disputará el privilegio de llevar a cabo su proyecto con el apoyo del Mobile World Capital. En septiembre daremos los nombres de los proyectos ganadores.
Si quieres saber más de los proyectos pre seleccionados, aquí los tienes. Cómo ya pasó en le primer reto, son una maravilla, un estímulo a seguir con este espectacular proyecto que busca dar respuestas a los desafíos que la sociedad tiene frente a los avances tecnológicos. Es un privilegio vivirlo tan de cerca.
BBHI www.bbhi.cat | B-wom www.b-wom.com | careUP www.alteraid.co | CDE www.clinicaldocumentengineering.com | DocToDoor www.doctodoor.com | Growin www.growin.online | Healthcoin www.healthcoin.com | Linkcare www.linkcareapp.com | MedCloud www.medcloud.com.br | Mediktor www.teckelmedical.com | Mjn www.mjn.cat | Orcha www.orcha.co.uk | Patientory www.patientory.com | Salus.coop www.ideasforchange.co | SeizSafe www.encore-lab.com | tellmeGen www.tellmegen.com
La banca podría ser irrelevante en diez años si no abraza las criptomonedas.
¿Sabías cuando se puso en el mercado el primer ‘cajero’ de Bitcoin? Aunque parezca increíble no es algo que haya sucedido hace poco. En junio de 2011 la empresa canadiense por entonces llamada Cavirtex puso en marcha el primero. El asunto ha ido derivando a que los bitcoins y otras monedas similares se generalizasen en cierta medida y se normalizaran en un uso muy similar al que pueda tener cualquier divisa tradicional. En Canadá se puede comprar a pie de calle, en muchos supermercados, directamente con algunas criptomonedas blockchain. Como he dicho alguna vez, la velocidad para alcanzar el punto de ebullición de las criptomonedas aumenta de manera exponencial. Ya no es sólo un escenario de inversión o especulación, se trata de un espacio de relación entre personas y tecnología. Un espacio, por cierto, donde a los bancos se les plantea un callejón sin salida a medio plazo. A menos, claro está, que empiecen a ofrecer cartera propia en blockchain.
¿Sabías cuando se puso en el mercado el primer ‘cajero’ de Bitcoin? Aunque parezca increíble no es algo que haya sucedido hace poco. En junio de 2011 la empresa canadiense por entonces llamada Cavirtex puso en marcha el primero. El asunto ha ido derivando a que los bitcoins y otras monedas similares se generalizasen en cierta medida y se normalizaran en un uso muy similar al que pueda tener cualquier divisa tradicional. En Canadá se puede comprar a pie de calle, en muchos supermercados, directamente con algunas criptomonedas blockchain. Como he dicho alguna vez, la velocidad para alcanzar el punto de ebullición de las criptomonedas aumenta de manera exponencial. Ya no es sólo un escenario de inversión o especulación, se trata de un espacio de relación entre personas y tecnología. Un espacio, por cierto, donde a los bancos se les plantea un callejón sin salida a medio plazo. A menos, claro está, que empiecen a ofrecer cartera propia en blockchain.
Las criptomonedas se están convirtiendo rápidamente en un nuevo mercado global de activos, similar a acciones, bonos, fondos mutuos y monedas respaldadas por gobiernos. Los bancos deberían tener una estrategia en criptomonedas para seguir siendo relevantes. Es más que probable, aunque ahora hay quien considera que no sucederá jamás, que las criptomonedas lleguen a ser más populares que las monedas tradicionales. Digamos que, haciendo un símil retorcido, nadie confiaba en la mayoría de cosas que se encontraban en Internet cuando nació. Era complicado, poco usable y casi reservado a expertos ingenieros. Ahora nadie duda del enorme valor del conocimiento colectivo. Sabemos descifrar. Lo mismo pasará con el blockchain, sabremos usarlo. Será normal y habitual su uso.
La única manera para que un banco permanezca relevante en ese futuro es asegurando su relación con el blockchain. Al tiempo. Poco a poco los nuevos ‘players’, y hablo de mucho más que los que están inscritos en la denominada Fintech, irán ganando prestigio, notoriedad, garantías de seguridad y se irán normalizando. Incluso, digamos que la regulación jugará a su favor. Si la banca tradicional no aprovecha la ventaja actual que tienen como jugadores pre-existentes frente a los que están entrando, lo van a pasar realmente mal en apenas una década.
Quien dude de que las criptomonedas están aquí para quedarse, es que vive en otro sistema solar. Antes de que acabe la década las Fintech habrán devorado el 30% del fondo comercial de la banca tradicional. Da igual si compran startups o las desarrollan vía incubadoras o aceleradoras corporativas. Haciéndolo de cualquier manera y sin una estrategia transversal en el banco de turno, en realidad lo que están haciendo es, como dice el refrán, criar cuervos. Si no crean ‘fintechs’ se les va el negocio, si las crean pierden los márgenes tradicionales.
Están jodidos a menos que cambien el planteamiento. No se trata de 'crear' fintechs o comprarlas. Se trata de cambiar. Si es preciso con ellas. A los bancos les cuesta entenderlo. Y más que les costará. En banca hay mucha cosmética y poca cirugía. Pero ha llegado el momento de operar, de aprender. No hay tiempo para botox ni liposucciones. La banca debe mojarse los píes aprendiendo. Hasta ahora los problemas se han superado rescatando bancos, aportando el dinero de todos o gestionando como el culo el final de una entidad. Pero ahora hablamos de otra cosa. Se trata de un enemigo inmenso, genérico y devastador. Sería bueno que la banca hablara con libreros, discográficas, taxistas, hoteleros, periodistas o ex trabajadores de Kodak. Verían que a pesar de verlas venir las hostias te caen igual.
Al consejo ejecutivo de Kodak alguien les presentó la cámara digital. No hicieron caso. Pensaron la mayoría de los consumidores de fotografías no soportarían no poder ver las fotos en papel y que eso de verlas en una pantalla era para una minoría. Lo mismo piensan de las criptomonedas. Debemos ser una inmensa minoría todavía. Aun recuerdo cuando alguien dijo aquello de 'jamás la gente comprará ropa por Internet'. Pues eso.
La banca tradicional debe pensar en lo que puede aportar y no tan solo en lo que puede rascar. A uno de mis clientes, un banco concretamente, les hemos recomendado las cuentas de criptoconversión. Tengo la impresión que van a tratar las criptomonedas como un activo a largo plazo similar al oro. Aunque nadie lo sabe con exactitud, los bancos se deberán implicar para ofrecer una solución que les permita monitorear el comportamiento de los clientes que tienen criptomonedas. Es una de sus herramientas.
Sin duda, la criptomoneda vivirá algún tipo de regulación. Aun no podemos saber cual. Internet al principio era un espacio sin ley. Luego se fueron incorporando derechos de autor, aplicación de leyes en espacios digitales, etc. La moneda críptica también vivirá algún tipo de legislación más convencionales que las que ahora les afectan. La sufrirá precisamente por la presión que ejercerá la propia banca. Sin embargo, para la banca hay una trampa que deberán superar antes de exigir. Para solicitar una regulación deberán estar dentro. No podrán presionar sin ser parte.
La banca debe darse prisa. Prisa en creerse esto realmente. No va de aparentar estar interesado o conocer bien como funciona. Consiste en aparcar dentro. En poco tiempo los proveedores de criptomonedas se habrán ganado la confianza y credibilidad de la que ahora todavía no gozan en términos generales. Por ese entonces, la ventaja competitiva de los bancos será irrelevante. Si ahora no se ponen, no habrá espacio para ellos, o el que quede será puramente residual. No serán necesarios tal y como ahora los entendemos. Siglos de evolución soplan en su contra.