Realidad Virtual, Inteligencia Artificial y Automatización. Google mueve ficha.
En la sesión inaugural de su convención anual I/O celebrada anteayer cerca de Mountain View, Google presentó a los desarrolladores que asistieron la plataforma Daydream con funciones VR (Realidad Virtual) para la próxima versión del sistema Android. Un diseño acompañado de un mando a distancia para señalar con la mano un punto concreto
En la sesión inaugural de su convención anual I/O celebrada anteayer cerca de Mountain View, Google presentó a los desarrolladores que asistieron la plataforma Daydream con funciones VR (Realidad Virtual) para la próxima versión del sistema Android. Un diseño acompañado de un mando a distancia para señalar con la mano un punto concreto.
Ayer bromeaba con uno de los miembros de la delegación irlandesa que estuvo en el Festival de Eurovisión que, en unos años, el evento que nació en 1956 y que cada año vive diferentes innovaciones en formato, tele-voto, uso de las redes sociales, escenografía, iluminación y efectos, se emitirá por VR.
Imagina colocarte un dispositivo de realidad virtual en tu sala de estar y ser capaz de estar en el escenario con los artistas de Eurovisión o sentarte en la primera fila de la audiencia. Será un nuevo mundo para la publicidad, un modelo desconocido para aplicar el llamado ‘branded content’ por cierto. La realidad virtual otorga un campo de visión de 360 grados ofreciendo la oportunidad de crear experiencias fascinantes y cautivadoras.
Google, Facebook, Microsoft y Amazon lo saben y trabajan, entre otros puntos de innovación, en el VR. Goldman Sachs estima que la penetración de la realidad virtual en el campo de los eventos en directo alcanzará los 4,1 billones de dólares en 2025 con micro pagos de 10 dólares por evento. Las plazas son infinitas y todas en primera fila gracias al VR.
Pero eso no fue todo lo que Google decidió presentar para poner nerviosa a la competencia y para indicarnos por dónde van a ir los tiros en los próximos meses y años. Además de DayDream, Google presento tres novedades más: una plataforma de servicios por voz y dos dispositivos complementarios para ella. Esta plataforma inteligente que aprende de nuestra actividad digital y a la que podremos acceder desde cualquier dispositivo y mediante nuestra voz se llama Google Assistant, una especie de Siri de Apple o Cortana de Microsoft pero evolucionados.
El bicho en cuestión escucha centenares de millones de búsquedas que se hacen por voz cada día en el buscador de Google y es capaz de interactuar y conversar con el usuario en inglés. Permite, por ejemplo, que si preguntamos por el restaurante más cercano a un lugar determinado nos responda con uno en concreto. La siguiente pregunta que podremos hacerle es sobre los platos del día sin repetir el restaurante en cuestión y reservar por voz.
El otro producto físicos complementario al DayDream se llama Google Home. Un dispositivo con el que a través de un micrófono escuchará todas nuestras consultas y nos responderá a ellas. Además permite escuchar música que obtendrá de cualquier conexión existente. Su derivación domótica se puede ver en el video que acompaña este post y que parece sacado de alguna película de ciencia ficción de aquellas en las que los miembros de una nave espacial dialogan con un cerebro central. La novedad reside en la capacidad de atender a todos los miembros de una familia en base a sus preferencias en el mismo hogar bajo un criterio de unidad de acción independientemente de las unidades de dicho dispositivo se cuente en casa. Digamos que es la competencia a Echo de Amazon.
El segundo dispositivo para Google Assistant es Allo. Un chat cifrado para smartphones dónde el mercado está algo saturado con WhatsApp, Facebook Messenger o Snapchat. La aparente mejora residirá en las respuestas predictivas que el chat te ofrecerá cuando recibas respuestas de tu interlocutor atendiendo al historial de conversaciones que tengas con ese otro usuario y las que sueles ofrecer en casos similares. ¿Miedo?
El asunto toma envergadura. Allo es capaz de identificar fotografías que te envían, por ejemplo si chateas con alguien que te envía una foto de él con la Torre Eiffel de fondo, el artilugio te sugerirá una respuesta nombrando París gracias a los millones de tags que los usuarios han ido guardando en Google.
Allo tiene cierto aire al ‘bot’ de Messenger. Está claro que el espacio a conquistar se sitúa en la Inteligencia Artificial y las grandes corporaciones se han centrado en ello. Con esto Google puso las bases de la nueva guerra por el control comercial de la innovación digital. Una innovación que tiene muchos frentes. Estos sólo son algunos de ellos. La Cuarta Revolución Industrial que vivimos y la Transformación Digital obligatoria de nuestro entorno se van definiendo en base a estas grandes corporaciones. Print 3D, Big Data, conducción autónoma, plataformas de economía colaborativa, etc., son las capas de un gran puzzle que más pronto de lo que creemos vamos a ver completado.
Más de 6 minutos viendo publicidad
En junio nació Adictik, ya hablé de ella. Una aplicación que buscaba aportar algo a ese universo de las fotografías, las marcas y las interacciones entre ambas. Ha sido denominada por algún medio como ‘la agencia de publicidad sin publicistas’. Adictik es la primera aplicación que permite al usuario crear anuncios de sus marcas preferidas sin intermediarios, sin necesidad de establecer contacto ni con las marcas ni con una agencia. Le llaman ‘la publicidad real’ y está disponible de momento sólo para usuarios iPhone y iPad en la App Store. La puedes descargar aquí.
En junio nació Adictik, ya hablé de ella. Una aplicación que buscaba aportar algo a ese universo de las fotografías, las marcas y las interacciones entre ambas. Ha sido denominada por algún medio como ‘la agencia de publicidad sin publicistas’. Adictik es la primera aplicación que permite al usuario crear anuncios de sus marcas preferidas sin intermediarios, sin necesidad de establecer contacto ni con las marcas ni con una agencia. Le llaman ‘la publicidad real’ y está disponible de momento sólo para usuarios iPhone y iPad en la App Store. La puedes descargar aquí.
La verdad es que cuando la usas ‘ves anuncios por todas partes’. Te permite añadir y componer un espacio publicitario con esa foto que acabas de hacer colocando la marca que te venga en ganas, ya sea de directa relación con lo que ves o de un modo más abstracto. En definitiva, te pasan la pelota. En menos de tres meses más de 14.000 usuarios se han descargado la aplicación y han creado su anuncio personalizado. Miles de anuncios e interacciones demuestran que Adictik es producto de dos aspectos: en primer lugar los usuarios generan mucho contenido relacionado con marcas, pero éstas no reconocen la importancia de sus fans y por otro lado las marcas buscan el modo de establecer vínculos con su target pero los volúmenes que maneja la red hoy en día lo dificulta.
Si hablamos del comportamiento digital y del modo en el que se usan las fotografías hoy en día, hace unos días leí el informe que Quintly. Este estudio analizaba el crecimiento de Instagram, del cual decía que mantenía su crecimiento imparable, si bien algo estaba cambiando. Al parecer crece de manera sostenidamente rápida y, por fin, monetizando su enorme comunidad. Sin embargo, según el estudio, la red social de las fotos pierde interacciones. Por primera vez en cinco años, desde su creación, los ‘instagramers’ hacen menos cosas que antes. Es decir que, a pesar de que su crecimiento en usuarios y publicaciones, las interacciones entre los mismos ya no aumentan al mismo ritmo. Hay diferentes teorías. Algunos hablan de su API y otros del hecho de que esta aplicación no les permite hacer todo lo que quieren. De ahí que estén creciendo aplicaciones que aportan algún elemento que Instagram no contempla.
Instagram es un espacio de expresión dónde la moda ha encontrado un filón. Es a través de los llamados ‘influencers’ personas anónimas han pasado a ser prescriptores de primera línea. Las marcas se pelean por ofrecer sus productos bajo el concepto ‘colaboración’ a partir del cual los instagramers ofrecen su visibilidad a la misma a cambio, a veces, de tan sólo un regalo de uno de sus productos. Depende del número de seguidores y repercusión.
Podría ser interesante comparar ese descenso de interacciones con lo que hacen los usuarios de Adictik. En las métricas que manejan desde Adictik hay una que me sorprende y me hace pensar especialmente. El tiempo medio que un usuario se pasa en la aplicación es de algo más de 6 minutos visionando las fotografías con logos y claims de marcas hechas por otros usuarios ¡6 minutos viendo anuncios!, el sueño de cualquier empresa de medios. Es como si cuando en la televisión te sale aquello de ‘volvemos en 6 minutos’ te quedaras quieto mirando y disfrutando de la publicidad. Casi impensable. Pues con esto pasa algo así guardando las diferencias. Todo cambia. Youtubers que tienen más audiencia diaria que los programas en 'prime time' de la televisión convencional o protagonistas de marcas que las marcas ni conocen.
Adictik rompe la jerarquía marca-consumidor de un plumazo pues, además, los contenidos son valorados por otros usuarios, ofrece datos a las marcas de lo que hacen sus seguidores durante el día y a que hecho vital las vinculan. Es tremendamente interesante la ingente cantidad de datos que se obtienen.
La emergencia de una nueva publicidad
Los datos son la llave maestra. Los son para Google y también para Facebook. Lo son para cualquier empresa que maneja centenares de millones de usuarios o ‘clientes’. Empresas que ofrecen productos sin coste para lograr armar perfiles con todo detalle de cual el uso que haces en sus plataformas o herramientas. Digamos que ambas compañías ofrecen a los usuarios un contrato claro. Si me das acceso a tus productos sin tener que pagar nada, tu puedes obligarme a consumir publicidad totalmente segmentada.
Lo curioso de este hecho es que, cuanto más peso tiene nuestro ‘pool’ de datos, cuanto más nos abrimos a esas plataformas, mejor y más interesante se muestra la publicidad recibida. Digamos que la experiencia de usuario se beneficia de nuestra ‘confianza’ en el soporte. La integración y transformación sistemática de la información puede generar la aplicación inteligente de diversos procesos, entre ellos la inserción de publicidad. Si asumimos como principio fundamental que las redes sociales, independientemente del uso más o menos mercantilista que pueden tener en momentos concretos, son redes de conocimiento, veremos que el proceso dinámico del propio conocimiento desarrolla espacios compartidos que otorgan más, y nuevo, conocimiento.
Recordemos que el conocimiento en la red se basa en la creación de ideas, en la búsqueda e intercambio de información, en el apoyo de decisiones en base a la comunicación y en la administración de cuanto obtenemos debatiendo y desarrollando conceptos. No es bueno satanizar la publicidad porque esta venga del origen televisivo, radiofónico o textual. No es lo mismo.
Igual que centenares de oficios y profesiones se están viendo afectados por este nuevo tiempo, los publicistas buscan su encaje, los gestores de contenidos publicitarios también y el ‘branded content’ aparece como alternativa. No tengo ni idea de por dónde acabará desembocando pero tengo claro que hay una revolución pendiente en el sector y va mucho más allá de la gestión de banners, interpretación de ‘adwords’ o la más o menos creativa atención a ‘influencers’. Me temo que lo que se avecina en este campo tiene que ver con los datos, pero unos datos masivos, socializados y conjugados entre máquinas y humanos. La creatividad es, de momento, un territorio biológicamente reservado a las personas, pero nadie puede asegurar que sea para siempre.
De momento los datos van tomando espacio. Las compras de empresas con millones de usuarios por precios desorbitados y que desencadenaron críticas furibundas, van tomando sentido. Los usuarios de Instagram en el Reino Unido comenzarán a ver los anuncios en sus feeds desde hoy mismo. Es un claro ‘paga por el contenido’ pero tranquilo que te pondremos lo que realmente te interesa.
La prueba piloto utiliza marcas de primer nível, pero es eso, una apuesta inicial. Las seleccionadas son Starbucks, Cadbury, Channel 4, Rimmel London, Sony Music, Estee Lauder y Waitrose. Muchos usuarios (clientes ahora) de Instagram pensaran que es una ingerencia en su ‘timeline’ que ellos no pidieron. Probablemente muchos se darán de baja o reducirán el uso, pero lo que es cierto es que con los datos que Facebook posee sobre ti y tu cuenta de Instagram enlazada, lo que te van a mostrar en el futuro es lo que quieres comprar antes de que lo sepas.
El modelo elegido es mostrar fotos y videos de alta calidad y reservando el estilo de una revista ‘cool’. Digamos que el usuario ha ganado algo: la publicidad ya no se atreve a meterse sin cuidar antes las formas. Otra cosa será cuando y que decidirá mostrar.
Esto de la publicidad targeteada aun está lejos del uso certero que tendrá en los próximos años. Recuerdo cuando Facebook era capaz de interpretar que me estaba divorciando o que me podía interesar un tratamiento para las uñas. Un desastre si atendías a los anunciantes de la columna derecha. Eso ha ido mejorando, se basan en tu ritmo de navegación, conexiones y complejas fórmulas que entregan mayor veracidad e interés a lo que podrías querer. Sin embargo eso acelera. Cada vez será más sofisticado y eficaz. El uso del big data es el origen, pero la interpretación social de todo ello, el destino.
James Quarles, jefe de Instagram, justificaba la apuesta publicitaria de la red de las fotos ‘vintage’ diciendo que ‘la gente viene a Instagram para expresar su creatividad y ser inspirados, y los negocios siempre han sido una parte significativa de esa experiencia. Nuestra comunidad en el Reino Unido creará hermosas imágenes patrocinadas’. Veremos. Poco a poco la publicidad deberá de ir tomando conciencia de su nueva condición. Los que primero lo hagan mejor publicitará.