Invertimos en 'crowdfunding' deportivo: Sponsorto
Desde hace tiempo vengo analizando diversos proyectos sujetos al modelo ‘crowdfunding’ y finalmente decidí apostar por Sponsorto, una plataforma de micro-mecenazgo deportivo que ha logrado sumar a gente muy interesante entre periodistas, deportistas olímpicos y expertos en negocios digitales. Ocupo muchas horas de mi día en la práctica deportiva. Lo hago por placer y por necesidad. El deporte es algo que siempre me ha acompañado y que considero sustancia indispensable en una sociedad sana, creativa y emprendedora. Como dice el CEO de Sponsorto, Francisco Carballo, ‘en nuestro país llevamos unos años verdaderamente difíciles, difíciles para muchas personas y colectivos a los que se les han cambiado las reglas de juego de la noche a la mañana’.
Lo cierto es que hasta hace unos años nuestra sociedad disponía de unos recursos que hoy por hoy ya no existen o cuando menos no se distribuirán como hasta ahora. El tablero se ha movido, los jugadores han cambiado de posición y las reglas ya serán otras para siempre.
Muchos colectivos están sufriendo la adaptación. Algunos la niegan incluso. Pero ha habido un sector especialmente castigado y silencioso, un sector que ha seguido trabajando en silencio, un sector compuesto por deportistas, Federaciones, Asociaciones, y aficionados. Un conjunto de personas que aman el deporte, que saben que parte del éxito arranca en el sacrificio, un sector que representa la marca país con un valor incalculable.
El Deporte posiblemente es uno de los colectivos en los cuales los recortes desde el sector público sumados a la delicadisima situación del sector privado, grandes empresas y pymes sin liquidez prácticamente para cubrir sus necesidades operativas, han revertido en situaciones dramáticas en algunos casos. Es cierto que algunos procesos deben optimizarse y racionalizarse dentro de la estructura interna del sector, pero también es cierto que esa necesidad formará parte de una nueva manera de obtener y redistribuir los recursos para cubrir las necesidades operativas de deportistas, Instituciones, Asociaciones y Federaciones en el sector.
La tecnología abre nuevos retos y nuevas oportunidades y es aquí donde Sponsorto.com quiere ofrecer a los usuarios una plataforma para promover y ayudar al deporte base, el deporte amateur, los deportistas profesiones y todas las Instituciones, Asociaciones y Federaciones deportivas. Una plataforma de micro-mecenazgo deportivo que ayude a la consecución de los recursos necesarios para la realización de actividades deportivas, una plataforma que persigue la rentabilidad social de las aportaciones que puedan realizar particulares y empresas.
Correr y emprender
Hace muchos años que corro. Con apenas diez años ya ganaba carreras en los concursos escolares de mi ciudad. Fui seleccionado para un centro de tecnificación deportiva donde nos hacían correr cada día a la vez que nos controlaban los “deberes”. Siempre pensé que era maravilloso. Con el tiempo llegué a hacerlo de manera menos competitiva pero con mayor capacidad de sufrimiento. Hace mil años y un montón de kilos menos terminé mi primer Marathon. Fue extraordinario, único y pensé que irrepetible. No era cierto, quedaban varios más. En concreto seis más. Los viajes y el trabajo que me sobrevino me apartó de las largas carreras y de la fuerza de voluntad necesaria para compaginarlo todo. Pasaron casi dos décadas sin correr. Sin embargo, hace apenas un par de años regresé a ese mundo. Empezó de nuevo donde terminara aquella la última vez, en Londres. En esta ocasión no ha sido fácil acumular kilómetros. El peso, las articulaciones y las prisas por alcanzar el nivel me han llevado a lesionarme una y otra vez. Sin embargo, de hace un tiempo a esta parte eso parece ya controlado. Sigo lejos de lo que esperaba lograr a estas alturas, pero ayer logré de nuevo superar la barrera de los veinte mil metros a un ritmo estable e intenso.
Los que saben de mi afición, casi mística, conocen mi gusto por hacerlo con música, seleccionada cuidadosamente antes de salir, de buscar atmósferas duras y algo radicales para correr. Corro en Dublín y las montañas de Irlanda, con el frío húmedo que parece cortarte la cara y las manos, me encanta hacerlo en Quito a casi tres mil metros de altura sobre el nivel del mar respirando un aire con mucho menos oxígeno de lo que estoy acostumbrado o hacerlo en Panamá donde la temperatura media y la humedad relativa convierten una pista en una sauna. Me gusta y lo disfruto, pero la verdad es que a la vez lo vivo como una metáfora que otros explicaron antes (y mejor) sobre el parecido entre poner en marcha proyectos (en mi caso empresariales) y entrenarse, correr y acumular kilómetros. Esa relación curiosa me sirve para entender muchos de los mecanismos que rigen mi propio cerebro, mi espíritu y mi manera de ver la vida.
Corro como emprendo. Avanzo con un destino pero disfruto del camino. Si aparecen subidas pronunciadas las diviso y las valoro, las juzgo y las tomo como reto. Si aparecen bajadas reduzco la velocidad para no lesionarme o caer. Aprovecho que permiten descansar el cuerpo pero mantengo la mente en alerta. Tomo aire. Cuando lo hago en solitario disfruto de cada uno de los metros y de los golpes en el suelo, pero cuando lo hago en grupo es algo extraordinario, divertido y estimulante. Cuando encuentro un nuevo camino, vereda o lugar por el que correr, me lanzo sin mirar, casi sin preguntarme si vale la pena. Es nuevo y eso vale.
Emprendedores como Javier Martín, Arrola, Marc Cortes, Juan Corbera y otros tantos explicarían mucho mejor que yo las relaciones extraordinariamete extrañas entre correr y emprender. Sin embargo, quien mejor describe lo que siento cuando me pongo mis zapatillas, me sumerjo en la música, calculo cuanto voy a correr y me olvido del planeta Tierra es Kilian Jornet. Os dejo aquí el trailer de su última película. A parte de ser un tipo único a nivel deportivo, me consta que es alguien irrepetible en lo personal y en lo humano.
Igual que cuando me puse a poner en marcha mis propios proyectos a pesar de tantas trabas y consejos de no hacerlo. Yo sueño para emprender mejor, corro para entender mis límites y superarlos, vivo en definitiva como siempre quise vivir.