¿Podría un 'default' de la deuda de EEUU acelerar el 'patrón Bitcoin'?
La creación tradicional del dinero está respaldada por entidades gubernamentales y centralizadas, que emiten y controlan su suministro. Estos organismos pueden imprimir billetes o acuñar monedas físicas, así como crear dinero digital. Por otro lado, Bitcoin es una criptomoneda descentralizada y no está sujeta a ninguna autoridad central. Se crea a través de un proceso llamado minería, en el cual los mineros utilizan computadoras potentes para resolver complejos problemas matemáticos y validar transacciones. A cambio de su trabajo, los mineros son recompensados con Bitcoins recién creados.
La creación tradicional del dinero está respaldada por entidades gubernamentales y centralizadas, que emiten y controlan su suministro. Estos organismos pueden imprimir billetes o acuñar monedas físicas, así como crear dinero digital. Por otro lado, Bitcoin es una criptomoneda descentralizada y no está sujeta a ninguna autoridad central. Se crea a través de un proceso llamado minería, en el cual los mineros utilizan computadoras potentes para resolver complejos problemas matemáticos y validar transacciones. A cambio de su trabajo, los mineros son recompensados con Bitcoins recién creados.
Desde su fundación, Estados Unidos ha considerado el pago de sus deudas como un asunto de seguridad económica y nacional. Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro de EE.UU., abogó por que el gobierno federal asumiera toda la deuda contraída por los estados durante la Guerra Revolucionaria. En un informe que presentó al Congreso en 1790, Hamilton describió el "cumplimiento puntual de los contratos" - es decir, el cumplimiento de todas las obligaciones financieras a tiempo - como una cuestión de honor nacional. También argumentó que era fundamental para generar confianza en un sistema financiero y una moneda nacional que pudieran respaldar el desarrollo industrial de su país incipiente y proporcionar "seguridad contra el ataque extranjero" por parte de imperios competidores en Europa.
Más de un siglo después, durante la Primera Guerra Mundial, el Congreso creó el techo de deuda - un límite legislativo sobre cuánta deuda puede contraer el Tesoro. Dado la controversia que rodea el techo de deuda hoy en día, puede sorprender que su propósito original era hacer que fuera más fácil, no más difícil, para el Tesoro administrar las finanzas del país durante un tiempo de conflicto global. Antes, el Congreso tenía que aprobar cada instancia de endeudamiento del Tesoro, porque solo la legislatura tiene la autoridad constitucional para gravar, gastar y endeudarse.
Con el techo de deuda, el departamento podría endeudarse tanto como quisiera, hasta el límite establecido por el Congreso. Dejando de lado lo inusual que era - ningún otro país desarrollado excepto Dinamarca tiene un límite de deuda - la medida se consideró una concesión patriótica del Congreso para compartir su autoridad fiscal con el poder ejecutivo en servicio del propósito geopolítico compartido. Como resultado directo de esta acción del Congreso, el Tesoro pudo emitir enormes cantidades de bonos de guerra, que movilizaron la base industrial estadounidense y ayudaron a inclinar la balanza de la Primera Guerra Mundial a favor de los Aliados. Después de la guerra, el dólar estadounidense superó a la libra esterlina como la moneda dominante del mundo.
El problema de que Estados Unidos ha alcanzado su techo de deuda y corre riesgo de entrar en default tiene implicaciones importantes en el contexto de la relación entre la creación del dinero y Bitcoin, así como en la posibilidad de que Bitcoin se convierta en un nuevo estándar oro y una forma de protección contra la inflación.
En primer lugar, el hecho de que Estados Unidos esté cerca de alcanzar su techo de deuda refleja los desafíos y limitaciones del sistema monetario tradicional respaldado por gobiernos y entidades financieras. La creación de dinero a través de préstamos y la acumulación de deuda son prácticas comunes en las economías modernas, y el riesgo de default muestra la fragilidad inherente a este modelo.
En contraste, Bitcoin se presenta como una alternativa descentralizada y resistente a la censura, lo que significa que no está sujeto a las mismas limitaciones y riesgos asociados con la deuda gubernamental. Al ser una criptomoneda con un suministro limitado, Bitcoin no puede ser creado arbitrariamente por ningún gobierno o entidad central, lo que podría considerarse una fortaleza en momentos de incertidumbre financiera.
Si Estados Unidos enfrentara un default o una crisis de deuda, podría aumentar la desconfianza en el sistema monetario tradicional y generar una búsqueda de alternativas. En este escenario, Bitcoin podría desempeñar un papel destacado como un refugio de valor seguro y una forma de protección contra la inflación descontrolada. Su oferta limitada y su resistencia a la manipulación gubernamental podrían atraer a los inversores que buscan salvaguardar sus activos en un entorno incierto.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la adopción generalizada de Bitcoin y su aceptación como una forma legítima de refugio de valor y medio de intercambio aún enfrentan desafíos significativos. La volatilidad de los precios, las preocupaciones regulatorias y la infraestructura necesaria para su implementación a gran escala son aspectos que deben abordarse antes de que Bitcoin pueda convertirse en una opción ampliamente aceptada y confiable en situaciones de crisis financiera.
En el pasado, el patrón oro fue utilizado como un estándar monetario. Los países respaldaban sus monedas con reservas de oro, lo que les daba estabilidad y confianza en su valor. A medida que el sistema financiero evolucionó, el patrón oro fue abandonado en favor de un dinero fiduciario respaldado por la confianza en los gobiernos y las instituciones financieras.
Bitcoin se ha ganado el apodo de "oro digital" debido a sus características similares a las del patrón oro. Al igual que el oro, Bitcoin tiene un suministro limitado. Solo se crearán 21 millones de Bitcoins en total, lo que evita la inflación desenfrenada. Además, al ser descentralizado y resistente a la censura, Bitcoin se presenta como un refugio de valor y una alternativa al dinero fiduciario controlado por los gobiernos.
Bitcoin y la lucha contra la inflación: La inflación es una preocupación para muchas economías, ya que puede erosionar el poder adquisitivo de las personas y desestabilizar las finanzas. Bitcoin, al tener una oferta limitada y estar protegido contra la manipulación gubernamental, puede servir como una herramienta para combatir la inflación.
A medida que más personas adopten Bitcoin, su demanda aumentará y, en teoría, su valor también podría aumentar con el tiempo. Además, Bitcoin permite a los usuarios realizar transacciones de forma rápida y segura, sin necesidad de intermediarios y a un costo reducido en comparación con los métodos tradicionales.
Sin embargo, Bitcoin aún enfrenta desafíos significativos antes de que pueda convertirse en un verdadero estándar oro y una solución a gran escala para la inflación. La volatilidad de los precios, la aceptación generalizada y las regulaciones son solo algunas de las barreras que deben superarse.
La relación entre la creación del dinero y Bitcoin es fascinante y plantea cuestiones sobre la naturaleza del dinero y su evolución en la era digital. Aunque Bitcoin ha surgido como una alternativa descentralizada y limitada en su suministro, aún queda por ver si se convertirá en un nuevo patrón oro y una solución efectiva para combatir la inflación.
Bitcoin tiene características que se asemejan al patrón oro, como su oferta limitada y su capacidad para resistir la manipulación gubernamental. Sin embargo, para que Bitcoin pueda convertirse en un estándar oro, es necesario que su aceptación y adopción aumenten considerablemente. Además, se requiere una mayor estabilidad de precios para que las personas confíen en Bitcoin como una reserva de valor confiable.
La lucha contra la inflación es un desafío constante para las economías, y Bitcoin ofrece algunas ventajas potenciales en este aspecto. Su oferta limitada significa que no se puede crear más Bitcoin de forma arbitraria, lo que puede ayudar a evitar la devaluación del valor adquisitivo a largo plazo. Sin embargo, la volatilidad de los precios de Bitcoin actualmente limita su utilidad como un refugio de valor estable.
Además, la adopción generalizada de Bitcoin como una alternativa monetaria enfrenta obstáculos importantes. La educación y la conciencia pública sobre las criptomonedas deben mejorar para que las personas confíen en su uso diario. Además, las regulaciones y la integración con el sistema financiero tradicional son aspectos clave que deben abordarse para que Bitcoin alcance su máximo potencial.
La relación entre la creación del dinero y Bitcoin es compleja y está en constante evolución. Si bien Bitcoin tiene características que se asemejan al patrón oro y ofrece posibilidades en la lucha contra la inflación, aún hay desafíos significativos que deben superarse. El tiempo dirá si Bitcoin logra convertirse en un nuevo estándar oro y una herramienta efectiva para contrarrestar la inflación, pero su impacto en la industria financiera y el debate sobre la naturaleza del dinero son innegables.
Un mundo sin dinero
Sanciones, limitación de mover activos, expulsión del club SWIFT o congelación las reservas que los rusos tienen en los bancos internacionales. Asistimos a una revolución sin precedentes en cuanto a las órdenes y decisiones en materia financiera global debido al inadmisible ataque de Vladimir Putin a Ucrania. Como la lista de expertos que opinan sobre el conflicto es interminable estos días, en mi caso me aparto. No soy conocedor de lo que allí pasa, el motivo por el que pasa o si la historia demuestra o no, que un territorio es de uno u otro. Cada uno tendrá sus justificaciones. Lo único que sé, es que sea cual sea la motivación, las cosas no se arreglan a bombazos, sino hablando.
Sanciones, limitación de mover activos, expulsión del club SWIFT o congelación las reservas que los rusos tienen en los bancos internacionales. Asistimos a una revolución sin precedentes en cuanto a las órdenes y decisiones en materia financiera global debido al inadmisible ataque de Vladimir Putin a Ucrania. Como la lista de expertos que opinan sobre el conflicto es interminable estos días, en mi caso me aparto. No soy conocedor de lo que allí pasa, el motivo por el que pasa o si la historia demuestra o no, que un territorio es de uno u otro. Cada uno tendrá sus justificaciones. Lo único que sé, es que sea cual sea la motivación, las cosas no se arreglan a bombazos, sino hablando.
Pero lo que estamos viviendo, y por las medidas económicas que se están practicando, me apetece reflexionar sobre la futura aplicación de los capitales, del dinero, del efectivo y de las propias criptomonedas. De hecho, en un momento como el actual hay un debate que no verás en ningún medio, porque no interesa a quienes mantienen a esos medios. Estoy hablando del dilema acerca de si es posible un mundo sin dinero. Por lo menos sin el dinero tal y como lo entendemos ahora.
En uno de los episodios de Star Trek: el Capitán Picard le explica a un visitante del siglo XXI que la economía del siglo XXIV, en el que transcurre esta saga, es bastante diferente. Le dice textualmente que el dinero ya no existe. Algo que replicó Yusaku Maezawa, un multimillonario que recientemente viajó al espacio. Este hombre dijo en una conferencia de prensa que dio desde la Estación Espacial Internacional que ‘algún día, el dinero desaparecerá repentinamente de este mundo y que su cuenta bancaria tendrá valor cero.’
Este magnate dedicado a la moda, agregó que el capitalismo ‘no es sostenible’ y que debería ser reemplazado por una sociedad libre de dinero lo antes posible. Lo curioso es que esta es una visión que prometió explicar en una película que está preparando y que sin duda costará una fortuna producirla. Pero, ¿es esta una idea verdaderamente futurista o es en realidad algo primitivo e impracticable?
Veamos. El capitalismo ha tenido un éxito importante sacando a gran parte de la humanidad de la pobreza, incentivando la creación de tecnologías que mejoran la vida. Pero durante mucho tiempo tuvo sus críticos. Karl Marx imaginó una utopía similar. El comunismo, dijo, finalmente traería un mundo sin dinero. Decía que ‘en la producción socializada se elimina el capital–dinero. La sociedad distribuye la fuerza de trabajo y los medios de producción a las diferentes ramas de la producción. Los productores podrán, en todo caso, recibir vales en papel que les permitan retirar de las provisiones sociales de bienes de consumo una cantidad correspondiente a su tiempo de trabajo. Estos vales no son dinero. No circulan’
Aunque Marx se consideraba a sí mismo un científico social y economista, y aunque sus ideas siguen siendo seguidas ciegamente por muchos, sus planteamientos no se enseñan en los departamentos de ciencias sociales o economía, excepto como complemento. Básicamente porque casi todas sus hipótesis han sido desacreditadas. Hay un trabajo de Richard M.Ebeling que también te enlazaré que lista todo lo que debía ser el marxismo y no ha sido. Ebeling se pregunta ¿quién va a construir coches gratuitos sin incentivos? ¿quién va a ponerte una cerveza sin ningún estímulo comercial? Para los seguidores de eso, es posible que la naturaleza humana cambie misteriosamente algún día.
Ludwig von Mises, un crítico de la escuela austríaca, se preguntaba que ‘si se va a construir una central energética, hay que saber si es o no la forma más económica de producir la energía necesaria. ¿Cómo puede saberse esto si no se pueden calcular los costos y la producción?’. Podemos admitir que en su período inicial un régimen socialista podría confiar hasta cierto punto en la experiencia de la era precedente del capitalismo. Pero, ¿qué se debe hacer más adelante, a medida que las condiciones cambian? ¿De qué servirían los precios de 1900 para el director en 1949? ¿Y qué utilidad puede sacar el director de 1980 del conocimiento de los precios de 1949? Igual el mercado resulta ser una clave imprescindible.
Por eso el dinero en sí, parece difícil que desaparezca por mucho que los guionistas de Star Trek lo insinuaran. Sin precios, las personas no tienen medios identificables y cuantificables para comparar y contrastar opciones sobre cómo gastar el tiempo y el capital, lo cual es vital para determinar la mejor manera de utilizar los recursos. Pero déjame ir más allá. Una sociedad sin dinero no solo es poco práctica, sino también profundamente inmoral . Marx a menudo se quejaba de que los capitalistas codiciosos alienaban a los trabajadores de su trabajo. El enfoque en la eficiencia, dijo, reducía al trabajador a una mera extensión de las máquinas de una fábrica, convirtiéndolo en una herramienta bruta de explotación capitalista.
Pero resultaba que los trabajadores elegían trabajos industriales porque se pagaban mejor que los agrícolas. Lejos de alienar a los trabajadores de su trabajo, el capitalista de turno dispuso nuevos modos de producción que aumentaron enormemente el valor de ese trabajo, no solo para él, sino también para los trabajadores. Seguro que hubo casos en los que no, pero en general, ganaban todos. En el transcurso de la Revolución Industrial y los 2 siglos siguientes, esos retornos crecieron enormemente y redujeron el porcentaje de personas que viven en la pobreza extrema. Se pasó de más del 80 por ciento a menos del 20 en el mundo occidental.
Hay muchos nuevos pensadores que opinan que el dinero es una especie de virus que se debe eliminar. Que nos convierte a todos en una especie de monstruos avaros e insolidarios. Sin embargo, es posible que, el concepto dinero, en realidad, nos aleja de eso. Por ejemplo, el dinero almacena el valor del esfuerzo de cada uno de nosotros. Es posible gracias a la protección legal de los derechos de propiedad por ejemplo. Defender el uso indiscriminado de un patrimonio sin que el propietario pueda hacer nada cuando le entran unos okupas, es todo lo contrario a lo que se espera. Ese es otro tema, pero tiene mucho que ver en la concepción ideológica de tomo lo que quiero, independientemente de si lo merezco o no, sólo porque un ‘capitalista’ es mi enemigo y no merece acumular bienes. Aseguran que no es justo.
Lo curioso, y no es una tontería, es que en Star Trek la economía está centralizada bajo el control de la Federación, que posee los medios de producción y gestiona la fabricación de los bienes y servicios que necesitan los distintos miembros de la sociedad. Para ello la tecnología es la clave. El replicador, un dispositivo al que todo el mundo puede acceder, crea comida, bebida y objetos mediante reorganización atómica. ¿Para qué trabajar si podemos crear lo que deseemos? A partir de ahí, el ser humano se dedica a aprender, educarse, amar, al arte, etc. Por eso, sin tecnología, todo eso es imposible.
Pero, tal vez, mientras llegamos, o no, a ese mundo distópico o lo que sea, lo que nos interesa más es que pasa con el efectivo y las monedas digitales. Antes de llegar a un mundo sin dinero, se debería saber que pasa con el efectivo actualmente. Resulta que el efectivo es anónimo, es estable y se acepta prácticamente en todas partes. Y a pesar del aumento de los pagos móviles y la ubicuidad de las tarjetas de crédito, todavía lo mueve todo a nuestro alrededor; hay más efectivo en circulación que nunca. Recordemos que el mayor nivel de control y seguimiento de lo que hacemos, es a partir de las transacciones electrónicas, de nuestro rastro, nuestra huella digital. El efectivo es una paradoja asombrosa. Está perdiendo popularidad al mismo tiempo que es más popular que nunca. La gente paga las cosas con mucha menos frecuencia en efectivo según la propia Reserva Federal de EEUU.
Una anécdota. Hace unos meses, me pasó algo en el metro de Londres. Era la primera vez que viajaba allí desde la pandemia. Tan pronto como me senté, un músico se subió y comenzó a tocar. Lo hacía bien. Entonces, cuando comenzó a cobrar propinas, le dije que no tenía ninguna moneda. El músico me dijo que no aceptaba efectivo. Que le pagara con una aplicación similar a nuestro Bizum, todo lo que tenía que hacer era escanear un código QR en su teléfono con mi teléfono y podía donar una propina usando la aplicación de pagos digitales. Igual estás pensando ¿Hasta qué punto las criptomonedas se convertirán en un sustituto del efectivo?
Os recomiendo el Digital Gold de Nathaniel Popper. Analiza los primeros días del bitcoin. Se concibió para pagos entre pares sin permiso de nadie, ni intermediación de nadie, tal como lo haríamos con el efectivo. No tenemos que pasar por un banco ni nada por el estilo. Pero la gente realmente no lo usa para eso. Pocas empresas, aunque cada vez más importantes, permiten el pago en criptos: por ejemplo Microsoft, Tesla, Amazon o Starbucks. Sin embargo, la acumulación de este activo con posibilidades de ser utilizado como modo de pago, de transacción, hace pensar que el día que explote, será exponencial su uso y aquí va a cambiar todo de una vez por todas.
Por ejemplo. Europa es la economía de criptomonedas más grande del mundo. El continente generó más de 870.000 millones de euros en criptomonedas durante todo el año pasado. Por orden, Reino Unido, Francia, Alemania, los Países Bajos y España, son las cinco economías que más dinero generan y mueven con este tipo de activo digital. A pesar de que a día de hoy las criptomonedas se ven como un activo de inversión más en el mercado, su paso a una moneda de pago avanza. De ahí la atención que empiezan a otorgarle los bancos centrales y el resto de autoridades monetarias. De hecho, el camino hacia las monedas digitales como un medio real de pago probablemente no vendrá de la mano de una iniciativa privada, sino de los emisores de las actuales monedas de curso legal, los bancos centrales. Y ahí está el problema. Su problema.
Se calcula que aproximadamente un 80% de los bancos centrales del mundo está trabajando ya en su propia moneda digital. Las CBDC, siglas que responden en inglés al nombre de monedas digitales, serán sin embargo más una expresión electrónica del dinero FIAT que una criptomoneda, aunque sí podrían basarse en tecnologías como el blockchain. Te recuerdo que el dinero “Fiat” (del latín «fiat», que significa «hágase» o «que así sea», tiene ese nombre porque existe por decreto, por orden de la autoridad que gobierna. El dinero FIAT es el único que existe en el mundo desde que en 1971 Estados Unidos rompió el patrón oro .
Pero lo que pasa es que la banca tiembla ante una posible fuga de depósitos. Entre los bancos centrales que ya trabajan en esta necesidad se encuentra el Banco Central Europeo (BCE), que incluso ha puesto una fecha tan cercana como 2026 para su proyecto. El negocio de las criptomonedas está viviendo su etapa de mayor expansión. Es por eso que, desde Bruselas, la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han decidido seguir adelante con el proyecto piloto que exploraba los beneficios y riesgos de introducir un euro digital, la versión en criptomoneda de la divisa comunitaria.
Y saben que ese tipo de monedas presenta riesgos para el sistema, especialmente para el sector financiero, que teme una fuga de depósitos si sus clientes pueden tener un ‘monedero virtual’ en el propio BCE sin necesitar entidades tradicionales. Algunos analistas del Deutsche Bank aseguran que Si los ahorradores cambiaran cada vez más depósitos bancarios a euros digitales, “se desencadenaría una escasez de liquidez en el sector bancario que el BCE podría contrarrestar comprando activos bancarios, como valores o préstamos, o aumentando los préstamos a los bancos mediante operaciones de refinanciación”
Para intentar evitar este riesgo, el propio BCE ha asegurado que trabaja con varias ideas, entre ellas limitar a una cifra fija el cash digital que permitiría a los particulares. Según sus planes, el banco central podría limitar sus monedas digitales a 3.000 euros y a tipo de interés cero para evitar fugas de depósitos de la banca. Pero calculan que con 340 millones de ciudadanos de la eurozona, esto supondría que un billón de euros pasaría de los bancos al BCE. Es evidente que eso impactaría esencialmente en una fuente de financiación que los bancos dan por segura (y que es muy barata): las cuentas corrientes.
Un solo billón de euros en euros digitales ‘sacudiría los cimientos de los bancos, los riesgos de refinanciación probablemente reducirían las coberturas de los bancos en 1,6 billones de euros y aumentarían las necesidades de liquidez en más de 0,3 billones de euros’. Cuando digo que los bancos son las nuevas discográficas me refiero a esto. Resulta que muchos consideraron que le fin de la banca tradicional vendría por los neobanks (Revolut, N26,…) o por los iBanks (Apple, Amazon, Google,…) o, incluso por entidades híbridas, pero no, los bancos de dentro de 10 años no se parecerán en nada a los actuales. Se llamarán igual, es posible, pero no serán los de hoy.
Lo dicho, no estamos solo ante una guerra, ni tan siquiera ante una nueva manera de ver el mundo, los bloques o la desglobalización. Estamos ante un modelo de gestión de las divisas, del dinero, que, ante la intervención global de los fondos, activos y empresas rusas, se muestra incontestable, debilitado y en manos de decisiones unilaterales. Justas, seguro, pero estas decisiones lo cambian todo. El debate sobre el dinero, el capital, su sentido, su valor, las criptomonedas, las monedas digitales y el papel de la banca en todo esto, es el que se abrirá en breve.
De momento, toca seguir las historias dramáticas de los pobres ucranianos huyendo del horror. Pronto, cuando la ventana se abra de nuevo, aparecerá la crisis económica con toda su virulencia y, entonces, podría ser el momento de debatir sobre estos temas. Quienes defiendan un mundo sin dinero, sin propiedades o lo que sea, no van a faltar.
Dinero del futuro y pago 3.0
El presidente de PayPal, David Marcus, es un tipo directo y brillante. Por lo menos cuando considera que tiene que marcar el ritmo de los acontecimientos así se muestra. Lo conocí en Santa Bárbara hace tres años y por lo que he visto en el video que os enlazo sigue estando bajo el mismo sentido de la oportunidad y de la visión de negocio. Os recomiendo su perfil de Twitter, que aunque no es que tenga muchos seguidores si es realmente descriptiva de su manera de dirigir un gigante tecnológico y financiero que ahora es propiedad de eBay.
Marcus define el dinero del pasado como moneda 1.0, el dinero plástico vinculado a tarjetas el 2.0 y el 3.0 que él considera se describe dentro del pago móvil. Estoy de acuerdo y además considero que ese método va a ser determinante en el equilibrio global del planeta. Es impresionante ver como los métodos de pago mayoritarios en países africanos es vía teléfono móvil. Los países más desarrollados y con mayor penetración en este tipo de modelos de pago son los del cuerno de África concretamente por encima de cualquier otro del mundo ‘desarrollado’ y extra tecnológico.
Todo, en el campo de la economía relacional y de los escenarios de pago convergerán en el móvil. PayPal asegura que el ‘cash’ se mantendrá un tiempo pero dejará de usarse en unos años. No muchos. La tecnología Beacon es clarísimamente un paso hacia eso, que sumado a la Internet de las cosas que comenté el otro día hace del mundo del pago y la gestión comercial un innovador espacio de relaciones empresariales. Importante para los que venden, pero también para los que compran, sin dejar de lado los que piensan en la relación entre ambos casos.
Que PayPal cobra un buen pellizco por transacción es de todos conocidos, que tal vez en muchos casos puede parecer un modelo derivado del bancario también, pero que esta empresa está trabajando duro en los arquetipos de pago y cambio del futuro junto a un conjunto de plataformas y compañías a modo de ‘pool’ monetario es un hecho que muchas entidades financieras del mundo deberán tener en cuenta muy pronto. No por amenaza en el negocio, que también, sino para entender, de una vez, por donde va todo eso de la gestión y la intermediación de pagos y cobros. El futuro está aquí, hoy ya es pasado.
Con bitcoin (mal día para hablar de la moneda virtual en cuestión) y otros puntales de la nueva era de la inversión económica entramos ya en la sala de espera de un nuevo mundo también en este campo. El oro, el dólar y otros activos considerados patrones de cambio se empezarán a diluir, en unos años, entre el conjunto de otros que formarán patrones más tecnológicos, menos intuitivos y más exactos, con mayores cifras de seguridad y menos de incertidumbre. Eso es lo que entiende el nuevo PayPal y como experimento está bien observarlo.
Los que nos dedicamos a eso del comercio electrónico sabemos que hay una ola de dinero que se está llevando por delante el comercio analógico le debe su crecimiento a los tiempos de espera, a las garantías de seguridad, a la fe de comerciantes y consumidores, pero ahora, sobretodo tendrá que ver con la buena y eficientes transición a los pagos via teléfono móvil y sus derivadas técnicas. Tiene que ver con el uso, la experiencia del modelo de compra y de factores de acomodación al uso de tabletas, ‘smartphones’ y dispositivos de todo tipo. Es la era de lo ‘light’, del menos es más.
El monedero digital es evidentemente el salto social inminente, que si a su vez se le permite dialogar con objetos y ofertas, estaríamos ante la Internet económica y social de las cosas. Según Marcus, esto sucederá en menos de cuatro años.
Me preocupa, atendiendo al valor de los datos, que hacen con todo lo que aprenden, saben y descubren de las operativas y comportamientos comerciales de sus clientes. El Bitcoin no se convertirá en una verdadera moneda en 2014. Su precio es demasiado volátil para los comerciantes, que gustan de fijar los precios fijos. Tal como se establece, esto puede cambiar. Por ahora, PayPal tendrá que esperar hasta que los reguladores de todo el mundo deciden cómo manejar la situación antes de PayPal puede iniciar transacciones en el mismo.