Comercio electrónico, ¿en manos de matemáticos y/o publicitarios?
Recientemente hemos sabido que Uber, el demonio, comenzará a transportar entre particulares todo tipo de productos que tengan que ver con el comercio electrónico de la moda. Esto lo van a empezar a hacer en Nueva York y a continuación parece que lo extenderán en el resto de grandes ciudades norteamericanas a partir de San Francisco.
Recientemente hemos sabido que Uber, el demonio, comenzará a transportar entre particulares todo tipo de productos que tengan que ver con el comercio electrónico de la moda. Esto lo van a empezar a hacer en Nueva York y a continuación parece que lo extenderán en el resto de grandes ciudades norteamericanas a partir de San Francisco.
Está claro que algo está fraguándose en el mundo del ecommerce. La guerra de la logística de proximidad está servida. De hecho las alianzas en este sentido se están llevando a cabo entre operadores y plataformas. Uber ya ha comunicado su inminente acuerdo con los retailers del mundo ‘fashion’ que utilicen las más grandes plataformas cloud que existen a través de aplicaciones especialmente desarrolladas para ello.
Y es que el comercio electrónico sigue creciendo. Es un océano de posibilidades para quienes tienen algo que ofrecer y ahora, también, para los que quieren complementarlo como es el caso de ‘los taxis entre particulares’. El número de compradores y ofertantes no para de crecer. En España, sin ir más lejos, los consumidores de ‘e-retail’ superará los 20 millones en dos años. Algo que era impensable hace muy poco tiempo. En la logística, la comparación y la gestión de usuarios a clientes, hay mucho de matemática, cada vez más.
Este verano, visto de primera mano, una de las empresas en las que he ayudado a fundar, RadikalVip, dedicada a la venta de gafas de sol hechas en madera, situada en uno de los sectores más competitivos que hay en cuanto a venta ‘impulsiva’ y de tendencia, ha vivido en apenas seis meses un crecimiento mensual constante de más del 40% mensual vendiendo más de diez mil unidades basando toda la estrategia en análisis de datos y captación de usuarios que convirtieran en ventas.
Atendiendo a este ejemplo próximo. Lo primero que hemos aprendido es que hay un asunto clave en el ‘como’ que estimula y empuja el ‘que’. Puedes tener un gran motor pero si no le pones gasolina tecnológica, por muy bonito que lo expongas no lo logras. La matemática, el método y el small-data trabajan juntos y en paralelo a la publicidad tradicional o el marketing digital. La buena noticia es que todo ello, si trabaja en común, tiene mayor rango de éxito. Matemática, publicidad, servicio y atención al cliente. Un mundo físico abrazando a otro virtual y un modelo de venta racionalizado jugando en el mismo equipo que otro mucho más emocional. Fascinante.
Volviendo a lo general, a finales de año se habrá llegado a casi los 18 millones de consumidores digitales comprando, algo más del 60% de la población con acceso a Internet. A pesar de lo destacable de la cifra esta no dejará de crecer. Buenas noticias para los que ya están en la red ofreciendo sus productos y llamada de atención a los que aun no lo hacen. España es, con excepción de Italia, quien más crecerá en los próximos cinco años por lo que es estratégico incorporarse o modificar aquello que necesitas para mejorar tu oferta. Se trata de estar, pero también de estar bien. Imagina que sabes donde van a estar todos tus clientes potenciales los próximos años. Tu acción debería estar clara. Debes estar. No hacerlo es incomprensible. Pues resulta que ya sabes donde van a estar: en la red.
Además, resulta que el comprador online español cada vez compra más veces y en mayor cantidad. Cabe recordar el reciente estudio presentado por IAB Spain y Viko que decía que el 75% de los compradores digitales realizan alguna adquisición online al menos una vez al mes y un 20% lo hizo cuatro o más veces al mes.
Se sabe que al menos el 50% de las compras programadas se buscan primero digitalmente y luego se compran físicamente. El consumidor hace una búsqueda previa, conoce la oferta, entra en comparadores de productos online y decide entre las mejores opciones.
El crecimiento espectacular de la venta online puede estar también ayudando, al revés de lo que en ocasiones defendemos, un revulsivo para la venta analógica. Las ventas de tipo impulsivo acaban siendo mucho más intensas en una tienda física que una virtual, pero ésta segunda precisa de una estrategia global y digital que permita distribuir sus productos en espacios físicos por ejemplo.
Cada vez más negocios online estructuran una estrategia basada en incorporar el mundo offline para impulsar su crecimiento a través de iniciativas como espacios pop-ups, click and collect, sistemas de recogida de compras online o la combinación de canales. Y es que, como decía, hay una batalla en la entrega y la permeabilidad de canal que no deja de ser apasionante.
Si la mitad de las ventas retail en apenas cinco años tendrán una influencia determinante en los canales digitales ese es otro de los aspectos a cuidar obligadamente. No sólo debes estar donde estarán tus clientes, incluso no tan sólo para vender, sino también para estimular la venta final en tu comercio tradicional. Esa es la clave y, como decía antes, incorporar el click-and-collect (compra online y recogida en tienda) en tu comercio puede ser muy interesante. En UK o en Irlanda por ejemplo este modelo está revolucionando la relación comercio electrónico, captación y conversión.
Cuando asesoro a empresas retail lo primero que les explico para poder trabajar en la búsqueda de puntos de inflexión es que se olviden por un momento de que la estrategia online pueda ser una meta en exclusiva, ésta debe ser, y funcionar también, como de si un ‘influencer’ se tratara. Tu tienda, tu comercio, es un mecanismo. Conectarlo es tarea compleja, son muchos los elementos que entran en juego, generar tráfico y ana
lizarlo no es tan sencillo, y convertirlo en ventas es una ciencia. Revísalo, al fin y al cabo de lo que se trata es de vender, ¿no?