Economía, Politica, Sociedad Marc Vidal Economía, Politica, Sociedad Marc Vidal

El peligro de unos presupuestos que van en dirección contraria.

El gobierno de Pedro Sánchez no ha tomado conciencia de que se está gestando, de manera lenta pero uniforme, una nueva crisis económica. El mantra actual consiste en repetir que viene una desaceleración y que la crisis no será tan profunda como ‘la otra’. Por desgracia, va a ser igual o peor. Igual porque no hemos modificado muchas de las cosas que produjeron la anterior. Igual porque en gran medida no se ha hecho nada para modificar los modelos de crecimiento y se recurre a estimular lo mismo de nuevo. Igual porque se vuelve a desacreditar a quienes lo advierten retrasando la toma de decisiones que la amortigüen. Igual porque no habíamos salido de aquella crisis y ya hablábamos de recuperación. Peor porque no se trata sólo de una deflación del capital. Peor porque no es sólo un asunto financiero. Peor porque no se atiende a una inminente destrucción de empleo  por culpa de la automatización que no será recuperable ni sustituible en cifras netas. Y peor porque nadie parece darse cuenta de esto último. Ni los que han llegado con (de nuevo) políticas expansivas, ni los que aspiran a regresar por el aparente desconocimiento del verdadero problema.

El gobierno de Pedro Sánchez no ha tomado conciencia de que se está gestando, de manera lenta pero uniforme, una nueva crisis económica. El mantra actual consiste en repetir que viene una desaceleración y que la crisis no será tan profunda como ‘la otra’. Por desgracia, va a ser igual o peor. Igual porque no hemos modificado muchas de las cosas que produjeron la anterior. Igual porque en gran medida no se ha hecho nada para modificar los modelos de crecimiento y se recurre a estimular lo mismo de nuevo. Igual porque se vuelve a desacreditar a quienes lo advierten retrasando la toma de decisiones que la amortigüen. Igual porque no habíamos salido de aquella crisis y ya hablábamos de recuperación. Peor porque no se trata sólo de una deflación del capital. Peor porque no es sólo un asunto financiero. Peor porque no se atiende a una inminente destrucción de empleo  por culpa de la automatización que no será recuperable ni sustituible en cifras netas. Y peor porque nadie parece darse cuenta de esto último. Ni los que han llegado con (de nuevo) políticas expansivas, ni los que aspiran a regresar por el aparente desconocimiento del verdadero problema.

Y es que no aprendemos. El modo que mejor conozco para interpretar la proyección económica que se avecina es a partir del análisis de los presupuestos generales que un gobierno presenta y, por derivación, de su capacidad para aplicarlo. Así ha sido siempre y en la mayoría de las ocasiones, la tipología presupuestaria cómo la que ha presentado el gobierno de Sánchez, nos ha llevado a un desastre importante si ha sido con el ciclo económico a pie cambiado. El primer intento de poner en práctica políticas expansivas en democracia fue del gobierno socialista de Felipe Gonzalez. Partía de una tasa de paro, inaceptable para un país que quería plantearse su ingreso en Europa, del 16,6%. De la promesa para crear casi un millón de empleos se pasó a la cruda realidad y que supuso la terrible cifra de paro de un 22,8%. Más tarde lo volvió a intentar Zapatero. La situación no era mala, la economía iba como un tiro y se crecía como nunca. El empleo se creaba automáticamente gracias a un modelo económico que necesitaba revisión y preparación para más que posible desaceleración. Algunos lo avisamos poco después. A principios de 2007, mucho antes de que explotara todo, se nos llamaba ‘agoreros’ a los que gritábamos que se avecinaba una explosión brutal del modelo expansivo

La miopía o desidia sobre el análisis de una realidad económica que no aventuraba nada bueno, le sobrevino la acumulación de déficit en cuanto se quiso amortiguar el desastre inicial. Se le llamó ‘pequeña desaceleración’ y nos comimos un déficit comercial y otro, de regalo, en el sector público. El crecimiento se paró y se reprodujo algo que tiene un consenso unánime: España no crea empleo por debajo de un crecimiento del 2,3%. De ahí, a los diez años que vinieron de crisis, recesión e, incluso, depresión, todo fue un castillo de naipes. El paro superó el 25% y el que afectaba a los jóvenes alcanzó cifras tercermundistas. Las medidas, una vez se vio inevitable el hostión, fueron puramente expansivas de nuevo, gasto y más gasto poco estratégico que supuso el alejamiento a un planteamiento necesario para modernizar el modelo productivo. El uso de dinero impreso artificialmente pasa factura.

Y la catástrofe llegó. Atendiendo a los que gobernaban, lo hizo sin avisar. Y ahora tenemos otro intento expansivo. El del gobierno legítimo de Pedro Sánchez. Su voluntad, a tenor de unos presupuestos de aurora boreal, es la de estimular la economía a partir del gasto y de la protección social. Para ello, el truco consiste en incrementar la recaudación a la vez que advierte que no sube los impuestos casi a nadie. El gobierno actual ha reinventado las matemáticas. Por experiencia sabemos que las crisis económicas que ha vivido España han sido estimuladas por la coyuntura internacional y dinamizadas por la acción política local. Tras épocas de bonanza vienen otras de estancamiento y es en éstas que es imprescindible establecer modelos de gasto estratégicos que sitúen el esfuerzo anterior en un espacio de competitividad y modernidad. Ni antes ni después. Sin embargo, visto lo visto y viendo lo que veremos, una nueva oleada de millones se irán depositando en agujeros no productivos para garantizar el aplauso fácil y rápido, pero que a la vez irán envejeciendo un modelo de crecimiento cíclico cada vez menos competitivo. Al final, el resultado será el de siempre: paro y una crisis a medio plazo. Hay manera de revertirlo pero hay que saber dónde, cómo y con quién.

¿Sabías que el 40% de los trabajadores ocupados en investigación y desarrollo en nuestro país tienen contratos temporales y precarios? Nadie niega que las coberturas de una sociedad moderna como la nuestra deba de cubrir obligatoriamente a todos sus ciudadanos. Para ello las políticas sociales deben ser prioritarias, pero no es menos cierto que acentuarlas a expensas de un castigo recurrente a la fuerza productiva, tecnológica o de vanguardia, es un suicidio a medio plazo.  Subir el salario mínimo es algo de pura decencia social, pero esperar que eso genere empleo es muy naif. En un país como este, dónde el principal problema que tiene, y que va a tener, es el paro, proponer medidas que compliquen la generación del mismo es una irresponsabilidad brutal.  Hace muchos años describíamos esto como una especie de ‘realismo socialista’.

Los presupuestos que se están discutiendo y que se aprobarán sí o sí, son un peligro formidable. Está claro que no hay ecuación de segundo grado capaz de resolver que se llegue a una recaudación récord de 227.000 millones de euros, a la vez que no le subes los impuestos a ‘todos’ como se dice. Tampoco es demasiado creíble que un país que ha iniciado una desaceleración, tal y cómo demuestran las sucesivas revisiones a la baja del crecimiento del PIB previsto, vaya a recaudar más que nunca y eso no genere consecuencias. No sale bien nunca. Subes impuestos a sectores productivos tecnológicos y a la vez esperas que las empresas tecnológicas elijan tu país para prosperar. Ni de coña. Eso sí, mientras tanto te montas un ‘tour’ exponiendo la nueva ley para startups que así nos entretenemos todos y te olvidas de aplicar inversión al I+D de manera ordenada. Con el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado ya presentado, se puede comprobar que el gasto del Gobierno en investigación, desarrollo e innovación sigue siendo algo secundario. Ante un récord de recaudación y gasto, el I+D español solo sube un 5%, lejos todavía de los 8.200 millones de euros que se destinaron en 2009.

En la carta que le escribí a Pedro Sánchez le pedía que trabaje en el cambio del modelo productivo de este país, para que sea capaz de enfrentarse al desafío del futuro inmediato. Una carta que no quiso ser dramática, sólo proyectar un futuro de vanguardia, el que merecemos, el que se supone debe darles una sociedad con menos empleo humano y más tiempo para ser humano. Un modelo básico que otros países han empezado a tener claro y que supone abrazar la tecnología industrial para afrontar la robotización de todo. Pero nada, seguimos en el lodazal. Y es tremendamente preocupante la falta de conciencia de que todo ha cambiado y lo ha hecho muy rápido. Que aquello que unos llamaron recuperación no recuperó nada, que el hipotético viento de cola no era más que una brisa y que ahora es viento de cara. Suave todavía, pero que ganará virulencia. Volverán a llamarnos agoreros, mesías de la recesión, gurús de la tecnología como solución, lo dirán, seguro. Pero el susto será mayúsculo de nuevo, porque muchos seguirán evitando los datos que advierten del desastre diciendo que sólo son coyunturales. Que al igual que hizo el estadista Zapatero, ante la ‘desaceleración’, aumentan el gasto. Ante la crisis, optimismo tributario. Ante el colapso siempre saldrán los que dijeron que era inevitable y que nadie lo pudo ver venir. Pues eso, lo dejamos aquí escrito. 

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Los desafíos de un nuevo gobierno y la hoja de ruta tecnológica urgente.

Hace apenas unas décadas Singapore era una amalgama imperfecta de relaciones comerciales sin expectativas globales y con una renta per capita paupérrima. Actualmente es uno de los más ricos del planeta y el país que el Foro Económico Mundial considera en mejor posición para beneficiarse de las inversiones que se realizan en innovación tecnológica y digital especialmente. Esto parte de un índice que analiza cómo los países se están preparando para aprovechar la innovación digital emergente y la posición para disfrutar de la Cuarta Revolución Industrial. Detrás de Singapore aparecen Finlandia, Suecia, Noruega y Estados Unidos en este orden. España no aparece.

Hace apenas unas décadas Singapore era una amalgama imperfecta de relaciones comerciales sin expectativas globales y con una renta per capita paupérrima. Actualmente es uno de los más ricos del planeta y el país que el Foro Económico Mundial considera en mejor posición para beneficiarse de las inversiones que se realizan en innovación tecnológica y digital especialmente. Esto parte de un índice que analiza cómo los países se están preparando para aprovechar la innovación digital emergente y la posición para disfrutar de la Cuarta Revolución Industrial. Detrás de Singapore aparecen Finlandia, Suecia, Noruega y Estados Unidos en este orden. España no aparece.

A pesar de estar sin gobierno desde hace más de medio año, España crece a un ritmo decidido. La parálisis gubernamental y legislativa no parece afectar de momento en las grandes cifras. Probablemente en un primer término cómo mucho tendremos una caída de medio punto del PIB y poco más. Hablamos pues de un tema puramente cortoplacista y táctico. Para nada entramos en aspectos estratégicos y que realmente asuman el gran reto al que nuestra sociedad y economía deben enfrentarse. Singapore no se creó con táctica.

Si se ponen de acuerdo o no ya empieza a ser incluso ridículo, un insulto a la inteligencia. Que sigamos con esta sensación de que es tan importante lo que pensemos los ciudadanos de los líderes en base a quien le dan la mano o a quien le besan el culo es, cuanto menos, de vergüenza ajena. El problema es que no sólo es un tema de sensaciones, lo que nos jugamos es algo mucho más grave, más importante: el futuro de nuestros hijos pues el nuestro, a según que edad, ya está muy comprometido e hipotecado.

Sus señorías deben centrarse urgentemente en garantizar un buen comportamiento económico aprovechando la situación que parece evidenciarse adoptando medidas que impulsen un mejor empleo. Pero todavía estamos pendientes de si habrá o no gobierno antes de las vacaciones. Parece el típico ‘ya lo hablamos en septiembre’ tan español. Lo duro del asunto es que sin presupuestos 2017 en los que se deberán introducir las variables de obligado cumplimiento vinculadas a los ajustes para cumplir con el objetivo del déficit público que nos impone Bruselas. Ellos siguen con lo suyo. Que importante es todo en la política. Que distintos son sus tiempos con respecto al de las familias y las empresas.

Uno de los retos del nuevo gobierno pasarán por reducir una brecha social que se ha convertido en un quiste que no para de agrandarse a pesar de que la economía se reactivara hace un tiempo. Seguramente porque esa reactivación es menos intensa y transversal de lo que se muestra en los titulares. Otro reto evidente y dramático es la necesidad de reformar el sistema de pensiones o no vamos a poder garantizarlas a la generación ‘baby-boom’.

Sin embargo, si hablamos de futuro, de convertir España, o territorios concretos permeables a la innovación como Catalunya por ejemplo, en un país de futuro y de crecimiento sostenible y sostenido en la economía tecnológica y de valor añadido, hay que hacer algo. Esto no va por inercia, no tiene que ver con el ‘dejemos que vaya sólo’ porque no irá. Una política decidida en el impulso a la innovación y la investigación que genere empleo estable y mejor pagado a medio plazo exige un presupuesto contundente y una profunda reforma del sistema universitario que despliegue su potencial innovador en lugar de ser una fábrica de becarios.

Crear un país del/de futuro no es algo que se pueda aplazar meses y meses hasta que rojos, morados, naranjas y azules se pongan de acuerdo. La generación política con menor capacidad para interpretar el presente, y entender las oportunidades de futuro, son los responsables de decidir quienes tripularán esta nave. De momento lo único que están logrando es generar incertidumbre. La incertidumbre es el mayor enemigo del progreso económico ‘by the way’.

El riesgo es asumible pues pondera las opciones de éxito. La incertidumbre es un lío monumental. No hay quien pueda valorar las opciones que ofrece. Nuestra economía está ahí, en la incertidumbre. Un espacio que conocen bien los millones de parados que hay en el país o los centenares de miles de jóvenes que se fueron buscando una oportunidad fuera.

Los buenos datos sobre turismo y producción industrial viven el ‘delay’ típico de los tiempos económicos que suele presentar los efectos de la política a medio plazo. Para bien y para mal. De ahí aquel ‘desaceleración’ de Zapatero cuando todo era un hostión bíblico. Nuestro retraso nos traerá con mayor virulencia los efectos a las acciones obligadas para reducir el déficit. Lo he dicho antes y cada día que pasa sin acción política clara no hace más que aumentar el calibre del ajuste.

Un espacio sin estrategia, sin gobierno que pueda tomar decisiones urgentes y de calado, es un país que se va situando en la peor casilla de salida poco a poco. Si bien en áreas como Catalunya el riesgo de pobreza a descendido en 2015, la incertidumbre que vivimos afectará ‘en diferido’ al consumo, al empleo de nuevo y a la inversión tan necesaria. Deben saber que ya pronto no podremos confiar en el banco central europeo. Éste ya roza sus límites que la lógica es capaz de soportar. La política monetaria no puede revertir el shock en el que se ha situado al tener casi 12 billones de bonos gubernamentales en negativo. Eso también exige que nos preparemos lo antes posible.

Nuestro país no puede permitirse mucho más tiempo. Va en serio. El tiempo se agota. Un día sin acción estratégica clara es un mundo, un mes, la eternidad.

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Marc Vidal Marc Vidal

Si ellos no hacen nada, ¿tú que puedes hacer?

Sigue el discurso de que ‘la crisis ya pasó‘.  Fue el villancico oficial las pasadas navidades y amenaza con ser la canción del verano. Como si por repetirlo pudiera convertirse una situación determinada en otra. Es como una especie de soez lista de datos macroeconómicos que no se creen ni ellos y que suelen estar en boca de quienes seguramente no se han leído ni uno sólo de esos informes que aseguran que, lo de ahora, es la antesala de la abundancia.
Y digo que no se los han leído porque es lo que parece. O peor aún, ni saben de su existencia y apoyan su cantinela en los argumentarios de partido que reciben cada mañana en sus endogámicos correos. Viven en un engaño que nos va a lastimar a todos. Es similar a cuando Zapatero definió el inicio de la peor etapa económica de este país como una simple desaceleración. El daño fue catastrófico pues si no aceptas lo que vives, difícilmente le pondrás remedio. Datos sobre el empleo, sobre la deuda, sobre las pensiones o el déficit son pura plastelina para esta manada.

Y es que ahora vivimos algo único y retorcidamente especial. El tránsito entre dos océanos. Entre el que representa un mundo anterior y analógico y el que se llena de datos y es digital. De un mundo industrial atado a los convenios del pasado y el futuro automático y automatizado. Mantener por más tiempo este flujo inservible e inércico hacia la nada, esperando que las cifras de los organismos oficiales otorguen menos paro, más crecimiento, mayor competitividad y lo que se nos ocurra, es tóxico y peligroso. Y más cuando todo eso se sujeta en ‘el regreso’ de sectores económicos que nos llevaron al barro antes en lugar de que sea por manos de otros con todo el futuro por delante.

Y, tienen razón, es verdad que no estamos en crisis. Y ese es el problema. Los que gobiernan consideran que la crisis es el estado natural del desmontaje de un modelo productivo nacional empujado por la ‘otra’ gran crisis mundial que se nos vino encima. Que se le llame crisis o no es lo de menos ciertamente. Esto es lo que es y da igual como se defina. En el lodazal estábamos todos. Países europeos, emergentes, asiáticos, americanos del Norte y del Sur, pero cada uno con su ficha y su dado numerado. Llega el momento de entender que ese fango no es más que la consecuencia de la metamorfosis que vive el mundo y unos deciden asumir que estamos ante algo diferente y otros mantienen el discurso de la ‘salida de la crisis’.

Un discurso que consiste en alimentar a una sociedad mantenida en una ilusión como sucedió antes. Un discurso que  los alejaba de la crítica social y el valor de tomar las riendas de su propia existencia. Es absurdo, cuando no una actitud de ignorante, pensar que la clase gobernante establecerá mecanismos de información que permitan a los gobernados detectar claramente la estafa y humillación a la que se les somete a diario. Por lo tanto no tiene sentido seguir pendientes de las decisiones políticas, de los medios de comunicación o de sus derivados, no vamos a ver nada más que píldoras que se evaporan rápido. El tiempo se agota. Como sociedad no tendremos muchas más oportunidades de aprovechar un punto como este. Es hora de despertar, nadie nos va a llamar temprano para que lleguemos pronto a algun lugar. No hay lugar, sólo hay camino, el tiempo que cada uno le dedique es cuestión particular.

Visto lo visto, y viendo lo que vamos viendo, poco o nada puedes esperar de los que ‘deciden’. Los que están permanecen en la inopia y desconocimiento de haber dejado pasar la oportunidad de haber cambiado este país e incluso otros. Si me apuras hablamos de Europa. Se les recordará por eso. Saldrán en los libros de historia como la generación política que permitió que el tren del futuro pasara por delante de todos y ni se enteraron. No saben que está pasando en el mundo, no tienen idea de que va todo esto y encima parece que creen que nos convencen de sus estúpidas frases hechas. Los que están en la oposición también saldrán en esos libros. Igual al final, pero saldrán y por lo mismo. No se les entiende. Hablan de cosas que ya no pasan, que no pasarán y que parecen más cercanas a un mundo en decadencia que a un universo moderno y actual. La clase política española (y europea) es de museo (de cera).

No todos son iguales. Hay políticas activas destinadas a poner de vuelta al revés la realidad económica de un país. Sus maquinarias anticuadas y sus modelos de crecimiento vinculadas a otro tiempo se fracturan con decisiones valientes y acertadas que les conducen directamente al futuro. Cierto es que, con cada decisión que acerca esos países al futuro, la clase política pierde poder y lo traspasa a eso que se llama ‘empoderamiento‘ de la gente. Tal vez, esa, sea la causa de que otros no estén por la labor. Ya lo hizo lo hicieron las clases dominantes en otros tiempos complicando cuando no prohibiendo el acceso al conocimiento de los administrados pues eso los hacía poderosos.

Mientrastanto, ¿que puedes hacer?. En el tiempo que todo esto se vaya disipando, que la niebla que cubre a los que no ven se desvanezca. Haz lo que te apasiona tío. Eso habrás ganado. Esto va muy rápido y deberás dedicarle a tu vida el tiempo que se merece. Déjate de echarle la culpa a estos ineptos o a nadie y traspasa la tela de araña que han tejido con tanta destreza. ¿Estás haciendo lo que te apasiona en este preciso momento? El despertador está sonando. Descubre tu propósito en esta vida (o uno de ellos) y conviértelo en tu realidad. Descubre, explora, viaja, vive en otro lugar y luego, si te apetece, emprende. No te recomiendo hacerlo en el sentido contrario by the way.

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Marc Vidal Marc Vidal

Como las cometas


La agresión a la inteligencia colectiva continua su curso. Los proyectos políticos en España rozan el motivo de denuncia en un juzgado de guardia. Por poner un ejemplo: todos los programas electorales incluyen innumerables citas y medidas para mejorar el “clima emprendedor”. Se ha puesto de moda y parece que es el remedio contra todos los males. Está claro, y yo lo he defendido siempre, que emprender es el mejor mecanismo para asumir la vida de uno mismo como reto, como modelo de no dependencia y como generador de riqueza.El cambio de modelo económico y de crecimiento se basan en ese impulso por la emprendeduría por supuesto, pero lo que me parece indignante es que, aquellos que jamás tuvieron la más mínima dedicación al emprendedor, ya sean unos u otros, vengan ahora con estribillos de sirena. Emprender es mucho más que una definición en la página 143 de un tocho infumable repleto de obviedades y párrafos maniqueos. Emprender es sacrificio y apuesta integral de un patrimonio, riesgo y fracaso, deseo y anhelo, sueño y pesadilla y, sobretodo, sobredosis de realidad; precisamente lo contrario a lo que representan todos ellos.

Vivimos tiempos en que sucedáneos de gobernantes buscan el poder a costa de todo, donde no se dan cuenta que las redes y la hipersociedad conectada está ya decidiendo en paralelo. La sorpresa que se van a llevar va a ser lírica. Una vez lo aconsejé, pero vuelvo a recomendarlo: compren pases de primera fila para observar en detalle el desmantelamiento de nuestro modelo social. Viene uno que no se si es mejor o peor, pero donde todos tendremos más opciones de estructurar sociedades complementarias y externas a la “oficial”. Emprender servirá para eso, poner en marcha un modelo personal de economía productiva basada en el conocimiento puede ser perfectamente el embrión del cambio colectivo. Uno cambia para que cambie tu entorno, uno emprende para que su entorno lo haga también.

Sólo hay un pequeño problema. Como quienes debían dirigir esa transformación están más preocupados de sus sillones de alcántara y del robo financiero no se note demasiado, previamente y durante el proceso de mutación, lo vamos a ver en colores pastel queramos o no. La merienda está servida, miles de años de hacer el idiota soplan a nuestro favor.

Por cierto, mientras los candidatos siguen con sus ridículas reyertas de barrio, en 2010, Cáritas ha recibido 6,5 millones de peticiones de ayuda (un 4,3 por ciento más que el año anterior) en toda España, de las que dos millones han sido solicitudes de atención básica de emergencia en materia de alimentos, vivienda o atención sanitaria. El asunto se hará insostenible en los próximos meses. Mientras el BCE sigue comprando deuda y emitiendo papelitos verdes, el colapso se acerca. ¿En manos de quien o de que estamos? La solución es emprender, pero no porque en ello esté la piedra filosofal sino porque mientras dure el viaje no nos daremos cuenta de lo mal que está el camino. Por lo menos yo lo hago así. Llamadme iluso, que me encanta. Hace unas horas, en Los Ángeles, he vivido la maravillosa experiencia de ver como cuanto más difícil es algo más valioso es el vuelo. De hecho he descubierto que te elevas mucho más cuando vuelas a contraviento que cuando lo haces a su favor, como las cometas…

Os he dejo con el video, algo tarde, de la entrevista que mis amigos de Agora News me hicieron al finalizar un evento y con el enlace a la entrevista que me hicieron en Onda Cero hace pocos días.

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Marc Vidal Marc Vidal

Desinformación privilegiada

Al parecer no sólo fue Zapatero uno de los grandes mandatarios del mundo que, a pesar de tener información privilegiada y de primera mano de la realidad económica, perdió una buena cantidad de dinero tras una operación inmobiliaria. Henry Paulson, el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, vendió su hogar de tres dormitorios en Washington la semana pasada por cerca de US$1 millón menos de lo que pagó por él cerca del apogeodel mercado de la vivienda hace cuatro años.

Tal y como cuenta Bloomberg, la propiedad se vendió por US$3,25 millones tras habérsela puesto en venta originalmente por US$4,6 millones, según la página de Internet del corredor, Washington Fine Properties LLC. El precio de tanteo se bajó más tarde a US$4,15 millones. Paulson, quien dirigió el Tesoro durante la crisis crediticia precipitada por el colapso del mercado de la vivienda, pagó US$4,3 millones por la casa en agosto del 2006, según el registro de la propiedad de la ciudad. Los precios de los hogares en el área de Washington bajaron un 25 por ciento de la fecha de la compra al mes de octubre de este año, según el índice de precios de hogares S&P/Case- Shiller de la región.

Fue Reuters quien informó de la venta ayer. La casa estuvo en venta por ocho meses antes de venderse el 21 de diciembre, según la casa de corretaje inmobiliario en línea Redfin. La propiedad estilo villa se construyó en 1940 y se reformó en el 2001. Tiene una sala de estar con un hogar de piedra y pisos de madera, y un baño principal con una bañera de hierro fundido y una ducha de piedra con puerta de cristal, según el prospecto. Paulson no respondió de inmediato a un mensaje telefónico que se le dejó con un ayudante.

El tal Paulson, de 64 años, fue secretario del Tesoro del 2006 a enero del 2009, y antes de eso fue presidente y jefe ejecutivo de la casa de bolsa neoyorquina Goldman Sachs Group Inc., lo que al parecer no le sirvió de nada en lo patrimonial. Atendiendo a la que tenemos liada en medio mundo y a la difícil gestión que le espera al aparato Obama, tampoco es que fuera un gestor demasiado eficiente. Que seas bueno o no, depende de algo más de que te digan que lo eres. ¿Se acuerdan de Solbes?

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Marc Vidal Marc Vidal

Sin recuperación a la vista

Ayer Zapatero dijo que “la crisis” durará cinco años más y no dimitió. Rajoy le dijo que vale y el espíritu navideño se instaló en esa cosa que llaman cámara de representantes.  Lo de ayer fue patético. Como lo lleva siendo hace mucho. El mismo que negó la crisis llamándola “desaceleración”, que nos acusó de antipatriotas a los que argumentábamos su llegada inminente, el mismo que se dedicó a buscar mil motivos y modalidades semánticas para no hablar de la que se nos estaba viniendo encima, el mismo que, por su retraso evidente en aceptarlo, nos hizo mucho más crónica la mala situación en la que estamos y el mismo que hablaba de brotes verdes, que ha anunciado una vez y otra que “lo peor ya ha pasado”, ese tipo, ahora, dice que nos queda para largo. Pues claro. Sin embargo la distancia a la que viven todos éstos es de espanto. Siguen sin aceptar que esto ya no es una crisis. De hecho me temo que no lo entienden. Siguen hablando de no se que “recuperación” y gases varios. Se acabó. Ahora toca que nos humillen como ciudadanos, que nos quiten lo poco que nos queda.
Lo de ayer fue un preacuerdo. Zapatero ha asumido que el desajuste es tan grande que no hay manera humana en lo que queda de legislatura de poder arreglarlo. Estos días que pasó junto a la nueva Presidenta de España, Angela, le sirvieron para recapitular todo lo que nos va a pasar en los próximos meses y años. Lo de la parada técnica de la economía igual ya lo ha empezado a definir, lo de que el “sistema financiero español es el más robusto del mundo” seguramente, a estas alturas, ya sabe que no es cierto y que en enero cuando empiecen a evidenciar el desajuste patrimonial de esas entidades tan sólidas, sigamos alejando el panorama de esa “recuperación” sucia y perversa.

Lo dicen por el mundo.

España necesita una reforma “urgente” de su sistema de pensiones y podría tener que subir los impuestos para controlar el tercer déficit de presupuesto más elevado de la eurozona y evitar un incremento en el costo de la financiación para las empresas”

España encara un incremento en el costo de la financiación y está intentando convencer a los inversores de que puede reducir su déficit. El apoyo al gobierno socialista está cayendo al tiempo que este implementa las medidas de austeridad más severas en 3 décadas y planea aprobar una reforma de pensiones el 28 de enero que será entonces presentada al Congreso. Veremos quien se mueve en la calle. Veremos si la que tenemos liada en media Europa, si las hogueras que queman las plazas de las capitales europeas donde los recortes se hacen evidentes, llegan a la Castellana o la Diagonal. Veremos.

Las cosas están como están y no van a cambiar porque lo diga el Sun Sun Corda. Ayer leía a Charles Penty comentar que

“los bancos españoles, que este año se han visto afectados por los crecientes impagos y la menguante demanda de crédito, se verán más presionados en 2011 cuando los costos de financiación absorban más ganancias de sus préstamos para vivienda. La situación podría ser peor para los bancos con la mayor proporción de hipotecas, porque tienen menos margen para trasladar los costos de financiación a los clientes. Ibercaja, una caja de ahorros con sede en Zaragoza, tiene 53 por ciento de sus préstamos en hipotecas, mientras que Bankinter SA, con sede en Madrid, tiene 46 por ciento, según datos del Banco de España. La cantidad de hipotecas que un banco tiene nos da una señal sobre los que encararán más presión sobre los ingresos. A mayor número de hipotecas minoristas, más difícil es reajustar el valor de la cartera de préstamos. La preocupación de que España no logrará reducir el tercer déficit de presupuesto más elevado de la región lo suficiente para evitar un rescate de la Unión Europea ha hecho subir los costos de financiación para los bancos. La calificación del crédito de Aa1 del país podría ser rebajada, dijo el 15 de diciembre Moody’s Investors Service, que citó como razones las pérdidas bancarias, los déficit públicos regionales y los crecientes costos de financiación al tiempo que el gobierno y los bancos buscan refinanciar deuda por 260.000 millones de euros”.

Veamos, que pasa en realidad, resulta que el costo de asegurar deuda senior de Bankinter a 5 años ha subido a casi el doble desde abril, a unos 330 puntos básicos, según datos de Bloomberg. Es casi el doble que el costo de asegurar deuda de KBC Groep NV de Bélgica, que tiene la misma calificación de A1 de Moody’s que Bankinter. Ambos tienen una perspectiva negativa en la calificadora. El banco español es el quinto de peor desempeño en el índice Bloomberg Europe Banks and Financial Services de 53 miembros este año tras caer 40 por ciento.

En definitiva, todo parece indicar que Zapatero no aguantará la presión de tener un país sumido en una parálisis económica sin recuperación aparente y un descalabro de todos los elementos que podían reflotarla, justo cuando el sistema financiero español empiece a no poder engañarnos más.

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Huelga en la N. Economía

El próximo 2 de noviembre a Obama le va a sentar fatal la cena. Básicamente por optimista. Creyó que en otoño del presente la economía norteamericana volvería a entonar la fase de crecimiento, que volvería crear empleo y, por derivación, tras un período de dudas sobre su gestión, el pueblo americano empezaría a valorar positivamente la gran tarea del bueno de Barack. Ni en la peor de sus pesadillas hubiera imaginado que la situación iba a ser tan desastrosa como en la actualidad. El paro no remite, el país no crece, los primeros síntomas de arranque se debieron a unos estímulos públicos que ahora no hacen más que engordar el problema y un sistema financiero tan contrario a que le toquen la entrepierna como antes de empezar el colapso.
Zapatero pensó algo parecido hace un tiempo, pero se estrelló contra el déficit. Un volumen inasumible que provocó el ultimátum de los mercados y, por derivación, de los dirigentes que más pintan en esta merienda. Por eso, él ya no contaba con fechas ni cifras. Ahora considera que lo bueno está por llegar.En USA un Zapatero negro y en España un Obama blanco han hipotecado el futuro de una generación cloroformizada. Tanto el uno como el otro esperan que el tiempo, con su inercia dichosa, acabe por asentar una economía en parálisis técnica. Los dos sueñan con que una de las máximas de la política se cumpla: la memoria de pez del ciudadano.

Y ahora toca atender. Los nuevos planes de estímulo de Obama, que meten los dedos una vez más en la herida aun mal curada, crearán empleo bien entrado el 2011. Está por ver que el efecto boomerang esta vez no sea catastrófico. Emitir más billetes, repartir más dinero, estimular de nuevo la economía como si Keynes estuviera sentado a la derecha del Padre, es un poco suicida, pero bueno, tal vez funcione.

Otra cosa es que aquí, en España, eso es inviable. Se pongan como se pongan los sindicatos eso no puede ser. No hay manera de sacar más dinero virtual de donde no existe. Supongo que cuando las almas cándidas que dirigen los sindicatos piden al Estado que transfiera más sustancia a una maquinaria paralizada y que no proporciona ingresos, lo dicen por que algo tienen que decir, porque no cabe en ninguna cabeza que España pueda soportar todo lo que los sindicatos solicitan.

Los sindicatos deberían de adaptarse a los tiempos. No es una frase hecha, es una verdad lírica. ¿Qué es eso de reducir los servicios mínimos? ¿Qué tipo de chantaje social oculta esa solicitud? ¿A que se refieren con eso de que no quieren que el 29 de septiembre no salgan vuelos internacionales de ningún aeropuerto español? Cuando un dirigente social exige algo de este tipo es que no está cerca de la realidad. Aunque se definan como líderes laborales, el contacto con la realidad empresarial y emprendedora de este país es nula.

¿Qué saben todos estos de lo que es poner en marcha un negocio? ¿Acaso saben que significa jugarte todo tu patrimonio todos los días para intentar dar trabajo a un grupo de personas? ¿Han oído hablar de los emprendedores por cuenta ajena? ¿Creen sinceramente que una huelga general en pleno siglo XXI puede detener el curso de la economía global?

Estos tipos no se enteran de nada. La mayoría de las actividades económicas que se desarrollan en una sociedad tecnológica como la nuestra dependen de plataformas que no harán huelga. Me retuerzo de la risa viendo a según que dirigentes que llevan décadas “defendiendo” a los trabajadores, no decir nada sobre la verdadera masa laboral de este país, por lo menos la que puede llevarlo a un cambio que lo saque del agujero: los emprendedores. Hablan de convenios y de “despidos” cuando aquí la única modalidad de apertura laboral que parece dar “algo” de resultado es el proyecto propio. O a través de un modelo emprendedor de uno mismo con el pago único del subsidio de paro o entrando como trabajador en uno de esos proyectos arriesgados de un emprendedor. Es decir, aquí lo que menos falta hace es huelgas sobre la “flexibilidad” laboral y más juergas sobre como pensamos estimular y ayudar a los emprendedores que se juegan todo a una carta cada mañana.

El cambio de modelo en el crecimiento de España no dependerá de una manifestación dinamizada desde las estructuras de los sindicatos y sus liberados, ni con una huelga general que en la mayoría de los casos responderá a la presión en algunos polígonos industriales y miles de persianas bajadas por miedo a que te rompan los cristales. Ese cambio que deberá traer empleo y empleo cualificado depende de decisiones políticas consensuadas desde la modernidad y no desde la impuesta voluntad de unos pocos que parecen vivir en plena Revolución Industrial.

Además, las empresas de este país seguirán vendiendo por ecommerce, seguirán enlazando por skype, atendiendo a sus peticiones de perfiles en redes sociales, actuarán en consecuencia con los tiempos de la nueva economía, la de la atención, la de los negocios que no cierran, la de la venta por empatía.

Los sindicatos deberían saber que, cuando impulsan una huelga general de este tipo, cientos de miles o millones de trabajadores no se sienten aludidos porque trabajarán desde sus casas gracias a las fórmulas de enlace que existen hoy en día. Que los profesionales que ocupan cada vez más las cifras de ocupación por cuenta propia son gente que no tienen un lugar ni un escenario en el que “computar” como huelguista. ¿De que leches hablan? ¿En que mundo vienen? Que alguien, urgentemente, les explique que el mundo ha cambiado.

Esos sindicatos que exigen ahora una “rectificación” a una medida que el gobierno no ha diseñado, que viene impuesta y que responde al dispendio que los sindicatos no criticaron en su día porque ya les iba que ni al pelo, son viejos y lentos. Viejos, porque en la percepción que en una economía digital y globalizada nadie puede ver a un “defensor” actualizado y homologable a sus intereses. Lentos porque no llegan a tiempo a los cambios que se han producido en el mundo.

Al contrario que en Alemania, por ejemplo, donde los sindicatos no perciben ni un céntimo de euro del Estado sino de sus afiliados y donde la liberación de horas son exclusivamente para la negociación de convenios y no para menesteres varios, en España viven de la transferencia pública y de la subvención clásica. No defienden al parado. Por mucho que digan, el 29 de septiembre ponen en riesgo más paro. Primero porque en la medida de entorpecer el funcionamiento de una economía muy débil, con pocos signos de avance, puede provocar más daño que bien. Paralizar un país en estos términos y en un momento como este es contraproducente.

Si se adaptaran verían que las manifestaciones no tienen que ser en la calle. ¿Que quiere decir eso de que hay que llenar calles y plazas para que un gobierno escuche la legitima crítica del pueblo?. Hoy en día hay mecanismos mucho más eficientes y potentes que pueden utilizar las redes sociales para ejercer esa protesta. Los medios digitales y sus foros, los blogs, las propias redes, las plataformas sociales y otros escenarios se pueden convertir en una amalgama desordenada de crítica que ya no necesita sindicatos ni mandingas.

Hace tiempo que el mundo protesta de otro modo, se manifiesta de otro modo, y ahora, incluso lo hace mientras sigue produciendo. La imaginación y el talento no ha llegado a los sindicatos que siguen con sus mismas canciones de siempre. Es tiempo y hora de que en la dirección de esas estructuras caducas se instalen personas que entiendan la época que les ha tocado vivir.

No me imagino haciendo huelga general los servidores de Google Maps en España. Tampoco veo muy real pensar que las granjas de computadoras de Tuenti se paren durante el 29. Ni los de mi empresa. Mis ordenadores seguirán trabajando. Están en la nube, como algunos dirigentes sindicales. Ya me entienden.

Artículo publicado en Cotizalia


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Marc Vidal Marc Vidal

Parecia Que No Podia Ser

Manosrotas
Una de las claves para analizar la economía de modo incorrecto es una de sus particularidades de tipo estructural: los cambios son muy lentos y permiten que, a simple vista, no notemos grandes diferencias. Es como ver envejecer a uno mismo. No te das cuenta que los años han dejado herencias en tu cara hasta que miras una fotografía de hace algunos años. Hasta que te suban los impuestos parece menos duro si te lo anuncian con tiempo.

Parece que nadie se acuerda de cuando se decía que era imposible que los pisos bajaran de precio, que el paro rozara los cinco millones, que se bajara el sueldo a los funcionarios, que se congelaran pensiones, que hubiera deflación o que la deuda pública tuviera que comprarla el propio vendedor. Todo parecía imposible y se fue cumpliendo. Ahora todo el mundo asegura que es impensable que un país del tamaño del nuestro entre en quiebra. Eso, que ya ha pasado en otros momentos de nuestra historia está más cerca que nunca. Esperemos que no sea así, pero de no serlo, será por el ejercicio responsable de quienes ahora sólo hacen gala de ser unos irresponsables

Hoy salgo para Colombia y, tras un par de días, viajaré también a Costa Rica y Panamá. Sigo con mi voluntad de internacionalizar mis proyectos empresariales a fin de minimizar daños cuando esto se desmorone. Es probable que la magnitud del cataclismo sea minimizado porque al final a alguien se le enciendan las luces. De momento sólo hemos visto que, alguien, tras negar y negar el fuego, al final se quemó. Aun a sabiendas que es improbable, pero posible que se actue racionalmente, la parada técnica de nuestra economía es una clarísima alternativa y pensar que no va a pasar nada y que poco a poco todo se va a arreglar es de iluso o de prestatario de voluntades. 

Llevo días pensando en dejar de escribir en este tono, pero me lo ponen difícil. Me refiero a la desvergüenza generalizada. La de los que aseguran que el gobierno no pudo prever el actual escenario de déficit y a la de los que insisten que la solución es convocar elecciones. A mi me da lo mismo unos que otros. Los primeros se descalifican ellos solitos. ¿Acaso hay algún tipo de mecanismo sobrenatural por el que, cuando te pones a derrochar el dinero público, no se provoque un desfalco contable? Es tan obvio que hasta una cara tabique como Leire Pajín puede entenderlo. Los segundos, más de los mismo ¿qué tipo de garantía supone un tipo que aun no ha sido capaz de entender que significa todo este asunto? Que puso en riesgo el sistema hace unos días.

Alguien debería informar a Rajoy que de esta no se sale como tal, no hay ninguna economía que recuperar por mucho que diga que tiene fórmulas mágicas, hoy toca esperar y apostar por un cambio de modelo, actuando sobre las actividades menos especulativas, viendo como todo se ajusta en su momento indicado y a la velocidad indispensable, sin fabricar nuevas burbujas y atendiendo a nuevos modelos de negocio, algunos aun por descubrir. 

A los primeros, la vida les ha tratado bien, pero eso se acaba. Ser un inútil y vivir del cuento es algo que tarde o temprano finiquita. A los segundos, el cinismo les pasará factura también tarde o temprano aunque les pasará gobernando y eso escuece menos.

Poco a poco, los ciudadanos van comprobando que los tiempos se endurecen aun más y lo curioso es que todavía hay quien lo justifica. Recuerdo cuando en este blog y otros pocos, garantizábamos que tanta deuda nos traería problemas, que soplársela al interbancario no solucionaba nada, sino todo lo contrario, y que no entender que nos iban a crujir a impuestos era no querer ver lo obvio. Ahora la historia se llama subida inminente del IVA un 13% técnicamente, que se dice rápido. El desfile de ministros, consejeros, alcaldes, secretarios, directores generales y miembros varios, asegurando que se van a reducir inversiones, gastos, parar obras, ralentizar otras, cerrar empresas públicas, frenar consumos, liquidar pólizas públicas, reducir sueldos, bajar técnicamente las pensiones y todo para solicitar un mayor reto a los españoles “ricos”, es de vergüenza ajena e indignante. Aun hay quien acompaña ese discurso con el estribillo de “para salir de la crisis hace falta este esfuerzo colectivo”.  

La semana pasada el desfile no fue de políticos, fue de directivos financieros. Diferentes entidades reunieron a jefes de zona y departamento. Hasta la fecha he podido saber de tres entidades no menores que lo hicieron. Las consignas muy parecidas. Hay sequía en el sistema y la captación de depósitos es urgente, salvaguardar cada uno su basurero doméstico no será sencillo, pero ya se han puesto manos a la obra, cueste lo que cueste y se lleve a quien se lleve por delante. Es pura supervivencia, la ley natural. Cuando un sapo se come una mosca, el sapo no es que sea un ser vivo cruel, es que siglos de evolución giran a su favor. ¿Se entiende la metáfora?

La economía española está en riesgo sistémico y parece que seguimos intentando silenciarlo. Como tantas veces digeriré los insultos y las acusaciones de alarmismo, el tiempo, por desgracia, volverá a situarnos a todos con el líquido elemento hasta el cuello. Que se siga taponando la evidencia es muy arriesgado. Las fusiones visten elegantemente un montón de estiércol acumulado. La mayoría de esas fusiones de cajas no son más que rescates encubiertos. ¿Cómo calificaríamos que Caja Madrid se come un grupo de entidades y solicita 3.000 millones al FROB? ¿Alguien se ha parado a pensar quien va a pagar todo esto? Ya se que me dirán que el FROB es un crédito público a esas financieras. Seguro que si, y seguro que el coste de ese peso fiscal lo pagamos nosotros también. Además, el FROB fue un invento cuando se pensó que la deuda pública era infinita y no ahora. Vamos a ver como se gestiona ese FROB con la sequía planteada y los recortes ofrecidos.

España no va a crecer y eso es bueno para los emprendedores (os diré mañana el motivo). Todo ese paquete de recortes, imprescindibles para que el flujo de capitales externos continúe, tampoco parece calmar el verdadero problema que el ejecutivo actual nos ha tatuado a todos en la frente. El rendimiento extra que los inversores exigen para tener en cartera bonos soberanos españoles a 10 años en lugar de sus equivalentes alemanes vuelve a subir. El diferencial se compara con el promedio de 23 puntos básicos de los últimos 10 años y está ya 20 puntos por encima del nivel en que la UE creó el paquete financiero para los miembros más débiles de la región. El Gobierno ha negado la magnitud de la crisis entre el 2008 y principios del 2010, así que ahora se ven la consecuencias. Con la imposición de las medidas de austeridad todo dios empieza a hacerse una idea de la gravedad de la crisis pero no de la magnitud de la tragedia.

Lo grave es que mientras aquí se dice que este soberano ejercicio de enmarronamiento colectivo, en el exterior se asume que este programa de austeridad debilitará la recuperación. Sin embargo una cosa es cierta, el listado de sodomizados por el modelo de “escape” de la crisis es amplio. Empezó por Grecia, seguirá por Portugal, llegará a España, pasará por Italia y alcanzará Gran Bretaña. Las rebajas de calificación son un feo asunto y por ello Europa quiere amputar sus capacitaciones e intentar maquillar cuanto pueda la pelota. Será entonces cuando ya ni el Tato sabrá que leches pasa y el ejercicio de la autarquía financiera sea más obvia. Vienen tiempos de opacidad y de suministro interesado de la información. Se olvidan algunos de la capacidad de las redes para evitarlo. Es nuestra obligación impedir que nos silencien esos indigentes morales.

Europa está dirigida por irresponsables lentos y envejecidos en sus formas. Las decisiones erróneas se acumulan y los retrasos en la acción conforman agujeros espantosos que se deberán tapar y por ello buscan “controlar” a los “controladores”. A partir de finales de año las agencias de rating (que tampoco es que sean santos de mi devoción) pasaran el filtro de la eurozona. ¡Que grande!  

Por si fuera poca la humillación a la que nos someten todos los días por todas partes, ahora nadie podrá juzgar al BCE, ni las agencias de rating. Resulta que el banco de todos los europeos está incumpliendo su propio mandato. El Banco Central Europeo puso en marcha un programa de compra de bonos de los países de la Eurozona. Con eso falsea la magnitud del asunto comprando deuda soberana, algo que es examinable en su legalidad por cierto. Las reglas del BCE prohíben a este organismo comprar bonos directamente a los Gobiernos, por lo que el banco los adquiere en los mercados secundarios. 

De hecho, no todos están de acuerdo, el presidente del Bundesbank, Axel Weber votó contra las compras de este tipo, asegurando que “la estabilidad europea se irá al carajo si se sigue incumpliendo así la norma. No le hicieron mucho caso al germano y se pasaron por el forro su opinión.  El BCE comenzó a comprar bonos este mismo mes para apoyar la campaña de venta de bonos de los países europeos para detener la caída del valor de los mismos en los países de la UE con mayores déficits. La excusa era apuntalar el euro. Cosa que, me parece, se la trae al pairo a los alemanes a estas alturas. 

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Marc Vidal Marc Vidal

Les Habla El Presidente…

Esta es la carta que Zapatero ha publicado en el diario alemán Handelsblatt. El tipo con su habitual sentido del humor lo titula “Disciplina para la eurozona” y lo subtitula con un chiste: “exigencia de reformas para la Unión Monetaria a fin de que sea más estable y que genere una mayor disciplina presupuestaria”. Es humor negro. Que pida cambios definitivos el jefe del ejecutivo del país que más rápidamente ha deteriorado todo su equilibrio económico y que apenas es capaz de asumir una sola reforma estructural, es indignante para muchos europeos. Os dejo la joya literaria en cuestión traducida, no por el interés que pueda suscitar, que es igual a cero, sino para que veáis que imagen percibieron los alemanes del susodicho durante su desayuno de ayer. Justo antes de que nos rebajaran el rating de nuestra deuda y que se publicaran datos económicos y laborales ibéricos que certificaban el desastre el Presidente de turno de Europa aleccionaba a los alemanes. Os subrayo yo algunos detalles que me parecen de traca.

"La estabilidad de la eurozona es fundamental para todos los países que la integran, no sólo para Grecia. Es por ello crucial que reforcemos la disciplina fiscal entre los Estados Miembros y garanticemos el estricto cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Pero no debemos quedarnos ahí. Precisamente para facilitar una mayor disciplina fiscal es necesaria una mayor coordinación de nuestras políticas económicas y abordar de forma coordinada reformas estructurales que nos permitan avanzar hacia un nuevo modelo de crecimiento económico. Ese es el propósito del Gobierno que presido – un Gobierno responsable, con pensamiento europeo y solidario.

A pesar de nuestro bajo nivel de endeudamiento relativo, más de 20 puntos inferior a la media de la zona euro, el Gobierno de España está plenamente comprometido con la consolidación fiscal, para alcanzar el equilibrio presupuestario primario (excluidos los intereses de la deuda) en 2013.

España es capaz, por lo tanto, de contribuir a la estabilidad de la eurozona, que es un requisito fundamental para todos los países del eurogrupo. Por otra parte, para ello es necesario que mejoremos la disciplina presupuestaria de los países miembros y que cumplamos el Pacto de Estabilidad y de Crecimiento.

España ha demostrado en el pasado su capacidad para completar con éxito procesos de ajuste fiscal, que permitieron reducir 30 puntos nuestro ratio de endeudamiento en los años previos a la crisis económica, y lo volverá a hacer ahora.

También quiero dejar claro el compromiso de mi Gobierno con un cambio del modelo de crecimiento económico, para hacerlo más sostenible y equilibrado. Con tal fin, nos hemos propuesto acelerar e intensificar los pasos dados en este sentido desde que accedí a la Presidencia del Gobierno de mi país en 2004, aumentando la inversión en I+D+i, capital humano e infraestructuras.

Hace unos meses, el Gobierno presentó en el Parlamento la Estrategia de Economía Sostenible, con el fin de concentrar todas las iniciativas legislativas en la modernización de nuestro tejido productivo. Fruto de esta Estrategia, la nueva Ley de Economía Sostenible incluye medidas transversales para reducir las cargas administrativas, para mejorar la fiscalidad de la innovación y reducir los costes de patentar; para reforzar el sistema de apoyo a la internacionalización o mejorar el sistema de formación profesional, permitiendo una mayor implicación de las empresas en su diseño y ejecución.

Asimismo, hemos puesto en marcha procesos de negociación para acometer otras reformas estructurales, como la modernización del mercado de trabajo, la reforma del sistema educativo y la mejora de la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo.

Igualmente, a pesar de que nuestro sistema financiero ha sido de los que mejor han resistido la crisis financiera, hemos iniciado un proceso de reestructuración para sanearlo y ajustar su capacidad a un nuevo modelo menos intensivo en crédito que en el pasado.

Estoy convencido de que, si somos capaces de culminar con éxito estos cambios, nuestra economía podrá retomar su potencial de crecimiento de medio plazo por encima de la media europea.

Mi país se encuentra, por tanto, bien posicionado para aprovechar los beneficios de la recuperación económica una vez que ésta se consolide. Y para ello vamos a asumir los esfuerzos y sacrificios que comporta el exigente proceso de ajuste fiscal y de reformas que hemos emprendido”.

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Marc Vidal Marc Vidal

ENORME SUBIDA DE IMPUESTOS

En mi columna de hoy en El Confidencial analizo la repercusión que puede tener para cada uno de nosotros el aumento de la deuda pública. Una deuda que se estructura por ejemplo para asumir el FROB.

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Economía Marc Vidal Economía Marc Vidal

¿Quieres ser funcionario?

Para los que se mantienen informados por los mecanismos tradicionales la noticia del día es la rinoplastia de alguna famosa, para los que utilizan los medios digitales lo más destacado es que la crisis ha tocado punto y final, para los económicos que el Ibex va y viene y, en ese territorio de libertad y crítica llamada blogosfera, la cosa que ocupa más espacio es el asunto del manifiesto y su cortina de humo. En resumen, que seguimos lejos del debate real y cada vez quedan menos dispuestos a no pasar por el aro. La noticia que ayer saltaba por los aires y que referenciaba el primer susto importante que se le da a la credibilidad de la deuda pública española pasó sin pena ni gloria. Afecto a la bolsa lo justo y a otra cosa mariposa. Ese es el miserable problema de este embrollo. Pase lo que pase aquí no pasa nada.
Si se finiquita la opción de deuda o ésta es mucho más cara como parece que así será, se acaban el cheque en blanco para subsidios y matapenas. Por ejemplo, se irán retirando las prestaciones esas de la indigencia subvencionada que oscilan entre los 386 y 712 euros y que se conceden entre seis y doce meses. El número real de parados en España ya supera los 5 millones de personas, pero lo peor está por llegar. La orden encubierta del gobierno central a fin de poder garantizar la “paz social” ha sido la de suministrar somníferos sociales a todas las comunidades autónomas garantizando el soporte a cualquier plan diseñado para permitir un peligroso escenario de ayudas económicas de protección social a los parados que hayan finalizado el periodo de cobro por desempleo.

Lo han hecho con el “Salario Social”, la “Renta Mínima de Inserción”, la “Renta de Integración Social”, las “Ayudas de Inclusión Social” y la “Renta Básica Asignada”. En general se obtienen por diversos mecanismos y tienen que ver con aspectos aritméticos confeccionados a partir de las unidades familiares. Lo grave es que esas ayudas tienen cláusulas que prevén el derecho a la continuidad de la percepción en periodos sucesivos de seis meses, mientras persistan las circunstancias que motivaron su concesión. Es decir, el gobierno y sus derivados autonómicos no tienen claro cuando vamos a salir de esta y consideran que, a mejor propuesta, seguirán pagando una cuota insultante a colectivos que no serán ocupados en nada probablemente nunca más. Hay personas de más de 50 años que ya no volverán a trabajar jamás. De su “ayuda social” pasarán a la jubilación en precario y mínimo que resulta de un cociente perverso obtenido de los últimos quince años “cotizados”.

Y es que en España el problema es estructural. Pongamos cifras obtenidas del propio Instituto Nacional de Estadística. En España trabajan 18.872.932 personas de un total de 46.661.950 habitantes. De esos trabajadores 3.029.511 son funcionarios públicos. De los 15.843.421, 2.923.988 perciben su salario por trabajos vinculados en exclusiva con las administraciones públicas. Es decir de los 18.872.932, sólo 12.919.433 pueden abstraerse de las ayudas públicas y de sus cuentas. No puedo incorporar en este resultado aquel asalariado y autónomo que depende de contratos públicos mixtos, lo que aun empeoraría la estadística.

En España hay 15.449.210 jubilados o ciudadanos no activos, 4.123.300 parados según el INEM y 8.219.450 estudiantes. En total, y haciendo la demagogia justa, podemos decir que hay 12.919.433 de trabajadores que aportan todo lo que precisan 46.661.950 en términos de presupuesto público. Obviamente no es un análisis al milímetro pero que si se mira de modo objetivo demuestra lo que si es cierto: parece difícil de soportar este otro déficit, el déficit socioeconómico, pues esos 12 millones son los encargados de establecer los cambios estructurales para modificar el modelo de crecimiento de este país y no parece que se pueda hacer cuando la preocupación máxima será lograr que esos paguen lo que necesitan los otros para subsistir. Queda poco margen para las aventuras.

Ahora bien, mientras nadie ponga coto a nuestra fábrica de dependientes de la cosa pública, esto no va a mejorar. Hace unas semanas en una charla que di en Sevilla ante centenares de universitarios cuestioné quienes de todos ellos pensaban ser emprendedores o montar un negocio en los próximos cinco años. La respuesta fue siniestra: sólo levantaron la mano dos jóvenes. Luego pregunté cuantos querían ser funcionarios y la respuesta fue masiva. Un grupo importante no levantó la mano. No se que es peor.

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Marc Vidal Marc Vidal

Sobre la subida de impuestos

Ha llegado el momento de hablar de impuestos. Sabemos hace tiempo que nos los iban a subir y por ello hemos intentado dar consejos para que nos sea lo más leve posible. Como es normal los presupuestos de ayer obtuvieron el rechazo absoluto de los grupos políticos del Congreso. Sin embargo estoy seguro que Salgado se guarda un as de tipo fiscal para captar por lo menos los siete votos que precisan entre los diputados del montón.

Ha llegado el momento de hablar de impuestos. Sabemos hace tiempo que nos los iban a subir y por ello hemos intentado dar consejos para que nos sea lo más leve posible. Como es normal los presupuestos de ayer obtuvieron el rechazo absoluto de los grupos políticos del Congreso. Sin embargo estoy seguro que Salgado se guarda un as de tipo fiscal para captar por lo menos los siete votos que precisan entre los diputados del montón.
Preocupa que este documento esté basado en unas previsiones que no se van a cumplir ni hartos de vino. Las estimaciones del gobierno hablan de una recesión mínima alrededor del -0,3%, una inflación en el 0,1% y unos costes laborales con un crecimiento nulo. Dicen, y no se ruborizan, que el desempleo seguirá aumentando, exactamente en 303.500 personas, elevando el número medio de parados hasta el 18,9% de la población activa, más del doble de la media europea. Creen que la inversión seguirá cayendo en tasas del 4,6% y que el consumo de las familias se deshinchará pero a un ritmo muy leve.

El Gobierno ha presentado un presupuesto muy condicionado por el fuerte aumento del déficit público y con la obligación de reducirlo al 3% para cumplir el plan de estabilidad de la UE en el año 2012. Ellos hablan de que el déficit acabará en el 9,5% del PIB en el 2009 y en el 8,1% en el 2010. Si fuera así el Estado gastaría 200.000 millones más de lo que tiene previsto recaudar. Un desequilibrio financiero que elevará la deuda al 62,5% del PIB, cerca de 640.000 millones de euros duplicándose en si misma en tan solo un par de años. El problema es que esas cifras se quedan muy cortas. El déficit este año alcanzará el 14% y el año que viene apenas lo reducirán y el coste final sobrepasará los 300.000 millones. Es por eso, y lo saben, que el Gobierno ha dejado de lado el peso plomizo que suponen las medidas recaudatorias de subida de impuestos y se ha puesto manos a la obra. Saben que van contrarreloj, que el tiempo se acaba y que el agujero no hace más que crecer. Alguien les ha demostrado con bolitas y palitos que la han fastidiado. El ejecutivo está asustado y por eso busca in extremis solucionar el desaguisado. Los que lo descubrieron a tiempo han salido corriendo como ratas. 

Lo grave no es tanto el boquete que a las cuentas y a la economía va a provocar este asunto, lo duro es comprobar como el Gobierno ha dejado para otros tiempos el inicio de la transición a un nuevo modelo económico. Pueden hablar y hablar, decir que estos son los presupuestos del cambio de modelo pero la verdad es cruda y se sirve con picatostes. El gasto en I+D y las inversiones en infraestructuras de modernización ha sido sacrificado con tal de atajar un déficit público que se vislumbra como el mayor problema de la economía española en el futuro.

La merienda se pone fea y se ve claramente en partidas como la del pago de intereses de la deuda que alcanzará los 23.267 millones, el 6,6% del conjunto de gasto de las administraciones públicas. Se trata de la partida presupuestaria que más crece, junto al pago de las percepciones por desempleo, que aumentan en cerca de 59% hasta representar 30.612 millones. De nuevo será insuficiente. Los intereses llegarán a los 50.000 millones y el desempleo será un 7 u 8% mayor del previsto por los mandamases.

El gasto en el sector público debe cortarse. Las cifras que algunos miembros y ex miembros del gobierno manejan dan miedo. Realmente nadie sabe cual será el déficit del sector público este año, pero las apuestas ya alcanzan el 12 y el 14% respecto al PIB. En cualquier caso muy por encima de lo razonable y sobretodo de lo prudente. Una parte de ese déficit proviene de la bajada de recaudación de impuestos y de las subidas de prestaciones sociales por culpa de una crisis que obviaron y una recesión que negaron hasta que se ha evidenciado con tal virulencia que ya no se puede usar la sinonimia por más tiempo.

Los estabilizadores automáticos han actuado como se preveía. De ahí su nombre. Son los mecanismos que el Estado tiene para activar el déficit cuando la economía lo precisa. El problema es que no ha funcionado bien. El gasto ha sido discrecional y ha actuado sobre aspectos ineficientes. Obra publica rápida, barata, propagandística y vinculada a crear un empleo efímero e inservible en términos estructurales. Ahora se debe actuar de modo responsable y las inversiones públicas precisaban de gastos justificados y transparentes al estilo www.recovery.gov donde el gobierno de Obama da muestras de que es eso de mostrarse diáfano y claro.

El gobierno no puede esperar más y sabe que la factura de todo esto se debe pagar ya. Un déficit desbocado sólo puede atajarse de tres modos: bajando el gasto público, emitiendo deuda o subiendo impuestos. Zapatero ha escogido la última. Esta medida no solo es un riesgo en si misma sino que en contraproducente pues las previsiones indican que en 2010 esto va a ser un lodazal que no se va a mostrar muy receptivo a pagar impuestos. Familias debiendo su propio valor por dos, empresas sobreviviendo, bancos con mora inasumible y un déficit estructural irreducible serán los patrones con los que tendremos que barajar las cartas. A medida que entremos en el invierno la pesadumbre y los datos se irán instalando en un gris húmedo y desagradable. Por eso aumentar la presión fiscal es un suicidio. Es que vivimos en un despropósito gigantesco. Por ejemplo, si el gasto discrecional de estímulo se tuviera que reducir en 2010 querrá decir que la presión tributaria sumará como elemento de contracción en la economía y como consecuencia una recaudación aun menor.

Esta purga fiscal va a acabar por desmontar el tinglado. Vamos a tener recesión para largo. Se acercan los efectos colaterales a la clase media, ese grupo de gente que considera que aunque estamos en crisis ellos no lo notan. Tengo malas noticias, y mañana hablaré de ello, la hostia que se les prepara es de medalla. Van a pillar como todos, pero la clase media vamos a recibir más y durante más tiempo.

Por cierto, aunque el G20 parece un encuentro de canapé y globo, hay que destacar que ese grupo representa un consenso internacional que va en dirección contraria a la del gobierno español. Aquí los estímulos no han tenido demasiado efecto en la reactivación de la economía por lo que subir impuestos es como envenenar al enfermo. Gobernar no es improvisar, te lo dice la historia.

 

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Marc Vidal Marc Vidal

NO HAY RIESGO DE CRISIS

El mismo hombre que aseguraba esto hace un año y medio, asegura ahora que la recesión en España “será menor que en otros países europeos”. Claro, sino lo logramos solos para eso está Alemania. En esos días otros hablábamos de risas y llantos. Zapatero es incapaz de reconocer el error, ni de pedir excusas. Todo lo contrario. No sólo no admite su incapacidad sino que además pretende superarse señalando que sabe, cuando y como saldremos de la crisis. Asegura que “será en el preciso momento en que se comiencen a crear puestos de trabajo”. ¡Tremendo! Lo dice en la revista Newsweek y se queda tan ancho. Lo peor no es su optimismo enfermizo sino que, en teoría, este tipo debe conducirnos hacía la luz. Obviamente no lo logrará pues se equivocó en el diagnóstico, se equivoca en el tratamiento y no atiende a la tos ronca del enfermo. Me niego a criticar el resto de chistes publicados. No pienso atender a eso de que “no hay tanta crisis como dicen”, que “no hay que salir a la calle para ver que no es así” o que “saldremos de la crisis igual que hemos entrado”. Si no fuera porque al final nos van a hacer mucho daño, la ejecutiva del PSOE parecería un capítulo chusco de los Teletubbies. Ahora ya tiene juguete nuevo, presidir Europa y pasear con Obama. Como todo queda en manos de Leire Pajín, digamos todos juntos: “padre nuestro que estás en los cielos, santif…”

El mismo hombre que aseguraba esto hace un año y medio, asegura ahora que la recesión en España “será menor que en otros países europeos”. Claro, sino lo logramos solos para eso está Alemania. En esos días otros hablábamos de risas y llantos. Zapatero es incapaz de reconocer el error, ni de pedir excusas. Todo lo contrario. No sólo no admite su incapacidad sino que además pretende superarse señalando que sabe, cuando y como saldremos de la crisis. Asegura que “será en el preciso momento en que se comiencen a crear puestos de trabajo”. ¡Tremendo! Lo dice en la revista Newsweek y se queda tan ancho. Lo peor no es su optimismo enfermizo sino que, en teoría, este tipo debe conducirnos hacía la luz. Obviamente no lo logrará pues se equivocó en el diagnóstico, se equivoca en el tratamiento y no atiende a la tos ronca del enfermo.

Me niego a criticar el resto de chistes publicados. No pienso atender a eso de que “no hay tanta crisis como dicen”, que “no hay que salir a la calle para ver que no es así” o que “saldremos de la crisis igual que hemos entrado”. La credibilidad del gobierno y de su presidente en materia de predicciones económicas es nula. Si no fuera porque al final nos van a hacer mucho daño, la ejecutiva del PSOE parecería un capítulo chusco de los Teletubbies. En el PSOE debe haber alguien con criterio, estoy seguro, pero como de momento todo queda en manos de Leire Pajín, digamos todos juntos:  “padre nuestro que estás en los cielos, santif…”

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Marc Vidal Marc Vidal

DEFICIT ESTRUCTURAL PERMANENTE

Dicen que lo peor de la crisis ya ha pasado. Habrá pasado en la mente retorcida de algún dirigente político español que cree que, mintiendo con un lenguaje distorsionado y alejado de la realidad, el asunto calará por repetitivo. Lo intentaron hablando de desaceleración, insistieron con los brotes verdes y ahora esperan mantener la calma social con una especie de tonadilla ridículamente optimista. Lo peor ha pasado en Alemania, en Francia y poco más. Aquí ahora viene la montaña rusa. Vienen las curvas por culpa de muchos factores y por diversos ajustes, pero también por el delictivo modo con el que se transmiten los datos y las cifras económicas.

Dicen que lo peor de la crisis ya ha pasado. Habrá pasado en la mente retorcida de algún dirigente político español que cree que, mintiendo con un lenguaje distorsionado y alejado de la realidad, el asunto calará por repetitivo. Lo intentaron hablando de desaceleración, insistieron con los brotes verdes y ahora esperan mantener la calma social con una especie de tonadilla ridículamente optimista. Lo peor ha pasado en Alemania, en Francia y poco más. Aquí ahora viene la montaña rusa. Vienen las curvas por culpa de muchos factores y por diversos ajustes, pero también por el delictivo modo con el que se transmiten los datos y las cifras económicas.

El modo en como se manosean las estadísticas huele a cloaca. Por ejemplo, según estos ilusionistas de segunda, en julio bajó el paro contundentemente, pero el coste de prestaciones por desempleo aumentó casi un 70%. Esto evidencia que las cifras que presentó el Ministerio de Trabajo en mayo, junio y julio eran rotundamente falsas y emanaban de un sistema de medición perverso que ya hemos explicado otras veces. Sin ser ningún catedrático en estructura económica se puede ver que hay alguna incoherencia en el hecho que, según Corbacho, el paro descendiera en algo más de 22.000 personas y las afiliaciones a la Seguridad Social cayeran en 200.000. Algo no cuadra.

Uno se pasa el día esperando medidas y acciones mientras va tomando sus propias iniciativas. Los que hemos emprendido seguimos pensando que esa era la mejor opción, que en este carro todos somos mulas. Toca empujar. Sin embargo ahora sabemos que vamos a pringar. Sabemos que la subida de impuestos golpeará algún tramo del IVA, que las tasas e impuestos municipales van a crecer hasta la extenuación y que, a base, de justificaciones puntuales, nos van a crujir a impuestos. Pues bien, va siendo hora de aceptar la que nos ha tocado vivir. Este país no tiene ninguna opción de recuperarse. A estas alturas todos los resortes presupuestarios están extenuados, los financieros quebrados y los políticos perdidos.

  1. En el ámbito financiero hay que tener en cuenta un hecho que no parece haber trascendido en exceso y que en la tertulia del viernes en Onda Cero comenté. La única caja intervenida de este país, Caja Castilla La Mancha, es la única que ha sido auditada bajo el comisariado público, por lo que debe ser la que ofrece la mayor garantía a la hora de ofrecer datos sobre su estado real. Es la única entidad financiera de este país que ha recibido una inyección del fondo de garantía por lo que falsear su estado es imposible. Pues lo grave no es que su ratio de morosidad es del 17%, lo duro es pensar que algunas entidades con un estado de insolvencia muy similar sigan comunicando que sus ratios de impagos no superan el 5%. En diferentes conversaciones con agentes próximos al sistema, se comenta que si a todas las entidades financieras de este país les enfocaran con la misma claridad que a CCM, más de una iba a quedar en evidencia. La diferencia estriba en como se computa la promoción inmobiliaria de turno sin vender, unos, sin taquígrafos, pretenden simular lo patrimonial no recuperado en términos de cuota financiera, como activos y, otra, la intervenida, está obligada a decir que no sabe que hacer con un patrimonio que nadie paga, de manera que lo incluye en su balance de mora. La trama es simple y están todos implicados. El Banco de España ayuda a tapar las vergüenzas de la banca española. El sistema financiero español sigue rozando la insolvencia por culpa de que el Banco de España en lugar de ayudar a evidenciar los defectos y desinflar la burbuja financiera está incentivando su aumento y su pinchazo dramático a medio plazo.
  2. En el ámbito presupuestario la locura proviene del despilfarro. Según los dirigentes del PSOE todo se soluciona con el gasto público. Pues no todo se arregla, en ocasiones, si ese gasto no es estratégico lo que se revierte es en un déficit estructural, algo muy difícil de reconducir. Nuestro déficit estructural alcanzará el 12% a finales de año según el Banco de España. Sin embargo esa cifra se quedará escasa al ritmo de incorporación de nuevas medidas de gasto que desbordan cualquier lógica. Zapatero es el ministro económico encubierto y está al mando de la nave económica de este país. Da pánico. Salgado y su equipo han decidido dejar la nave en manos del presidente y que salga el sol por Antequera. Ningún miembro del anterior gabinete económico ha querido quedarse a presenciar la debacle. Salgado, Zapatero y Corbacho esperan que el consumo se active antes de primavera, que el empleo deje de caer y que gracias al aumento de impuestos el déficit pueda reducirse. Me temo que eso no va a pasar.
  3. El Déficit español llegará al 15% sin demasiados esfuerzos, y eso que los Planes E y otros elementos estratégicos del gobierno van directamente a Deuda y no pasan por déficit. Ese hecho hace que se deba dinero en bonos canjeables y no en margen de crédito. Si ese déficit y esa Deuda pública emitida no se reducen nos echarán a patadas del Euro. Sé que parece imposible pero no lo es. Europa lleva avisando a nuestro país desde hace muchos años y últimamente de modo desesperado. No cumpliremos los criterios en esos ámbitos ni hartos de vino. La devaluación de un “euro español” será imprescindible a medio plazo y eso sólo puede pasar fuera del sistema euro. Las repercusiones serán nefastas y los responsables y sus apoyos se podrán identificar claramente, pues serán los que corran más rápido.

Y es que pinta negro por muy verdes que sena los dichosos brotes. Durante 18 meses seguiremos cayendo. Por supuesto que la caída se ha reducido en intensidad pero eso no quiere decir que estemos tocando fondo o que lo peor ya ha pasado. Caemos más despacio, pero seguimos cayendo. Lo peor está por venir y será dentro de un año largo. Luego, el fango, la desidia y la parada técnica de la economía española que sólo se reactivará por el sector exportación de un modo leve y sin ímpetu durante los últimos meses de 2010.

La culpa de esa parada técnica habrá que buscarla en los intereses de la deuda del Estado en gran medida. A 1 de enero, antes de empezar a gastar, a pagar funcionarios, subvenciones, facturas, devoluciones y planes varios, el Estado deberá pagar 50.000 millones de Euros a cuenta de la propia deuda a la banca internacional sin contar los retornos de los vencimientos de los bonos emitidos. Un verdadero agujero negro. A eso se le llama Déficit Estructural Permanente. Lo dicho, la bola es más o menos como pensábamos, pero lo que no calculamos en su día es que quienes tuvieran que esquivarla fueran tan inútiles.

Por cierto, mañana intentaremos dar soluciones. Lo haremos cada miércoles entre todos.

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Marc Vidal Marc Vidal

OBRA PUBLICA INEFICIENTE

El último informe de la Seopan de los constructores advierte que la licitación de obra pública de Estado ha caído un 70% en un año. Obviamente esa reducción no se contraresta con el PlanE y el catálogo de obras menores en el ámbito municipal que se ha ventilado 8000 millones de euros. El empequeñecimiento de la inversión en infraestructuras denota que el gobierno no asumió nunca el tamaño de la crisis. No pensaron que la caída de ingresos del Estado se reducirían una cuarta parte mientras que el gasto se debería de incrementar en costes de todo tipo vinculados al paro y a los programas de acción paliativa.

Delgadita Los planteamientos de la izquierda económica en épocas de crisis suele ser la de aplicar gasto público como palanca y vincularlo a obras de infraestructuras. De las medidas que se pueden adoptar esa es una y suele dar resultado. El problema es que no suelen ser acciones de respuesta inmediata pues precisan de estrategia a medio plazo. Por esto sabemos que es preciso para que su uso sea efectivo, que la crisis se prevea con tiempo, se asuma y se adopten planes de inversión con mucha antelación. En nuestro caso eso no ha sucedido y ahora las políticas aplicadas a la salida keynesiana típica queda lejos de las capacidades de acción del gobierno de Zapatero.

El último informe de la Seopan de los constructores advierte que la licitación de obra pública de Estado ha caído un 70% en un año. Obviamente esa reducción no se contraresta con el PlanE y el catálogo de obras menores en el ámbito municipal que se ha ventilado 8000 millones de euros. El empequeñecimiento de la inversión en infraestructuras denota que el gobierno no asumió nunca el tamaño de la crisis. No pensaron que la caída de ingresos del Estado se reducirían una cuarta parte mientras que el gasto se debería de incrementar en costes de todo tipo vinculados al paro y a los programas de acción paliativa. Por todo ello el déficit está fuera de control. Se empieza a aceptar que rozaremos el 10% o incluso más. 

La primera consecuencia es que el Estado ya no tiene fondos para ejecutar obras públicas. Las elecciones europeas pasarán sin pena ni gloria y tras ellas la realidad irá tomando forma. Se alejarán los focos y se nos aparecerán las sombras. Los ejercicios malabares del ministro de Fomento dejarán de parecer planes de desarrollo ambicioso y se toparán con la imposibilidad de ejecutar con partidas de presupuestos en curso ninguna obra relevante.

Blanco ha optado por solicitar la participación del sector privado en ese modelo keynesiano además de adelantar obras indicadas para ejercicios presupuestarios futuros, pero la verdad pesa como el plomo y se muestra obtusa. 

El Estado ya no tiene posibilidades de ser arbitrario en el gasto ni de hacerlo de modo discrecional pues ya no puede solicitar financiacion crediticia extraordinaria para la financiacion de ninguna obra destacada. Para que se concedan nuevas vias financieras que superen los presupuestos aprovados debe acudir al parlamento y explicarse. Debería de responder demasiadas preguntas: que, como , cuando, cuanto y porque. A parte que hay que mostrar solvencia y explicar como se espera saldar las deudas y el déficit que se va acumulando. Pinta mal para Zapatero y para Blanco si esa es la única via.

El tope de gasto aprobado por los diputados de este país son 160000 millones de euros y todo ello está ya comprometido en el mejor de los casos, o ya se ha gastado en el peor, pues se han aplicado a partidas sociales por culpa de la caida del empleo. El único camino que le queda al gobierno es pedir un aumento de ese techo inversor al parlamento que sea realista y atienda a la situación económica del pais, esa situación que niegan o disimulan pero que conocen perfectamente. 

Por eso a uno se le queda cara de tonto cuando escucha que la inversión publica dará cumplida respuesta a la caída de la economía. Eso es pura propaganda que para que sea realidad y atienda a un masivo plan inversor necesita pasar su propia via parlamentaria a fin de que se genere una nueva estructura económica a nivel presupustaria que lo permita. 

A todo esto, me pregunto si la oposición del PP tiene idea de lo que estoy hablando.

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Marc Vidal Marc Vidal

LA LOCURA DEL DEFICIT PUBLICO

En esta sección del blog se intentará a diario buscar fragmentos de la prensa internacional que nos cuenten las cosas como están pasando, visto que en nuestro país va a ser difícil o casi imposible que suceda, pues unos pintarán de rosa la realidad y los otros se emperrarán en demostrar que no tienen puta idea de lo que realmente está pasando. En este sentido ayer se podía leer en La Tribune francesa un artículo de Valérie Ségond titulado “La loca apuesta del déficit público”. A continuación os muestro un extracto muy acertado y que os propongo a debate.

En esta sección del blog se intentará a diario buscar fragmentos de la prensa internacional que nos cuenten las cosas como están pasando, visto que en nuestro país va a ser difícil o casi imposible que suceda, pues unos pintarán de rosa la realidad y los otros se emperrarán en demostrar que no tienen puta idea de lo que realmente está pasando. En este sentido ayer se podía leer en La Tribune francesa un artículo de Valérie Ségond titulado La loca apuesta del déficit público. A continuación os muestro un extracto muy acertado y que os propongo a debate.

“El déficit y las deudas públicas de las grandes economías estallan. El FMI que, a finales de diciembre, invitaba a los gobiernos a emprender políticas presupuestarias agresivas para evitar la deflación, hoy les pide que demuestren cuanto antes que sus estrategias de retorno al equilibrio de las finanzas públicas son creíbles: es una señal que no engaña. Se perfila una preocupación sorda respecto de la salida de la crisis. Si habiendo escarmentado por un endurecimiento de la obtención del crédito que les ha llevado al borde del precipicio, las empresas se hacen de rogar a la hora de invertir y de contratar personal para desarrollarse, el paro seguirá creciendo y los hogares tendrán que apretarse el cinturón aún más. Podría ser posible que un crecimiento sin efecto palanca, es decir un crecimiento débil, se perfile en el horizonte. Hay tres condiciones para que el endeudamiento del Estado no sea malo en sí: que prepare el futuro; que se mantenga por debajo de un nivel que no rompa las anticipaciones de los agentes privados, únicos creadores de riquezas; y que no aparezca en un entorno cíclico. El endeudamiento de los Estados sólo es soportable si los agentes privados no temen endeudarse de nuevo.” ¿Cuántos de estos tres preceptos cumple el enloquecido reto presupuestario de Zapatero?

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Marc Vidal Marc Vidal

APUNTE PARA UNA MINISTRA

Apunte rápido para señalar algunos aspectos de la que, aparentemente, será la nueva ministra de Economía de este país: Elena Salgado es otra funcionaria de alta cualificación, que como Solbes ya vivió, en épocas de Gonzalez, el tono marengo de la crisis. Es una mujer con escasa solvencia en lo económico, empresarial y de gestión financiera. ,Dudo que ese sea el perfil de quien deba enfrentarse al terremoto que supondrá alcanzar casi cinco millones de parados, el deterioro de todos los elementos de nuestra economía y la urgencia por agilizar los procesos de gestión crediticia de los bancos. ¿No hay nadie con mayor prestigio o un más alto conocimiento económico? Zapatero va a lograr que parezcan genios sus actuales ministros gracias a los nuevos nombramientos. Por si fuera poco, Elena Salgado es la impulsora e ideóloga del dichoso plan E, ese que está simulando ocupar alabañiles durante tres o cuatro meses, que está ampliando el agujero fiscal y que hipoteca definitivamente la voluntad de acometer reformas de calado. El presidente del gobierno es un personaje que, por mucha foto con Obama que se haga, está dañando irremediablemente nuestro sistema económico. Lo vamos a pagar carísimo.

Apunte rápido para señalar algunos aspectos de la que, aparentemente, será la nueva ministra de Economía de este país: Elena Salgado es otra funcionaria de alta cualificación, que como Solbes ya vivió, en épocas de Gonzalez, el tono marengo de la crisis. Es una mujer con escasa solvencia en lo económico, en lo empresarial y en la gestión financiera. Dudo que ese sea el perfil de quien deba enfrentarse al terremoto que supondrá alcanzar casi cinco millones de parados, el deterioro de todos los elementos de nuestra economía y la urgencia por agilizar los procesos de gestión crediticia de los bancos. ¿No hay nadie con mayor prestigio o un más alto conocimiento económico?

Zapatero va a lograr que parezcan genios sus actuales ministros gracias a los nuevos nombramientos. Por si fuera poco, Elena Salgado es la impulsora e ideóloga del dichoso plan E, ese que está simulando ocupar alabañiles durante tres o cuatro meses, que está ampliando el agujero fiscal y que hipoteca definitivamente la voluntad de acometer reformas de calado. El presidente del gobierno es un personaje que, por mucha foto con Obama que se haga, está dañando irremediablemente nuestro sistema económico. Del resto de nombramientos me niego a hablar. Que Pepe Blanco acabe siendo ministro de cualquier cosa es un insulto a la inteligencia y a la bondad de los españoles.El presidente no se da cuenta de la encrucijada en la que se encuentra España y sigue asumiendo retos mediáticos como si esto fuera un concurso de telegenia. Lo vamos a pagar carísimo

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¿Tranquilos? Esto corre prisa.

Esto corre prisa. La primera medida “anticrisis” que el nuevo gobierno debe adoptar es la anunciada reunión con los agentes sociales. Puesto que el presidente será el mismo, la vicepresidenta parece que también y Solbes repite en el Ministerio de Economía, no hay excusa para esperar más tiempo. Un ejecutivo en funciones como este puede disponer medidas que serán asumidas sin problemas por el futuro equipo.

Esto corre prisa. La primera medida “anticrisis” que el nuevo gobierno debe adoptar es la anunciada reunión con los agentes sociales. Puesto que el presidente será el mismo, la vicepresidenta parece que también y Solbes repite en el Ministerio de Economía, no hay excusa para esperar más tiempo. Un ejecutivo en funciones como este puede disponer medidas que serán asumidas sin problemas por el futuro equipo.
Ahora que Zapatero parece haberse dado cuenta de lo crítico del momento y, cómo dijo en campaña, tiene pendiente una reunión urgente con los agentes sociales para emprender un plan de medidas que reactiven la situación económica, no debe demorar la agenda económica por culpa de la política. El tema está blando y en apenas seis meses ya se ha perdido más de medio punto de dinamismo productivo. La mayoría de analistas con los que hablo prevén un crecimiento por de bajo del 2% a finales de 2008. Una caída de esta envergadura no se recuerda desde principios de los noventa.

El problema es que nuestro modelo de crecimiento se ajusta. Volcados en el consumo y en la construcción esto se tambalea cada vez con mayor amplitud. Por eso es importante parar y analizar lo que pretende el nuevo gobierno para sacarnos de este agujero. Las medidas que se intuyen según las palabras de Solbes y del programa electoral son:

  1. Para luchar contra la destrucción de empleo y la desaceleración económica, Zapatero espera poder construir 150.000 viviendas de protección oficial cada año y así detener el desplome del sector de la construcción.
  2. Para atenuar los problemas de liquidez de los hogares españoles, Zapatero repartirá 400 euros a través de las devoluciones del IRPF.
  3. Para mejorar el poder adquisitivo de los pensionistas subirá los 615 euros de prestación mínima hasta llegar a los 700 y los 658 de jubilación pasarán en la próxima legislatura a los 850.
  4. Para luchar contra la inflación, Zapatero creará un observatorio que identifique los desfases de comercialización de productos primarios. No obstante, espera que en mayo y junio el incremento de precios se vaya suavizando.
  5. Para luchar contra un paro que viene asociado a las fases de desaceleración habitualmente, el gobierno no tiene demasiadas herramientas a estas alturas. No hay un nuevo modelo de crecimiento, no hay políticas activas para el cambio de motor económico y todas las esperanzas están depositadas en la aplicación de la Ley de Dependencia. Se esperan crear 300.000 empleos y con algunas inversiones en sentidos complementarios se espera crear medio millón de puestos de trabajo mientras se pierden del sector inmobiliario.

¿Ya están más tranquilos? Yo no, puesto que:

  1. La licitación de obra pública, incluido el VPO, necesita de 3 a 5 años para empezar a generar empleo.
  2. Los que no hacen la declaración por que no llegan al mínimo exigible son los que más necesitan esa ayuda de 400 Euros y esos no lo percibirán.
  3. La subida de pensiones debería ser transversal puesto que los más afectados por la falta de poder adquisitivo son aquellos que perciben ayudas que los aparcan al límite de la indigencia.
  4. La inflación ya no es el problema, el nuestro empieza a tomar un tono gris azulado, el color de la estanflación.
  5. La Ley de Dependencia dará trabajo, eso es evidente, pero quien pagará esa ley si los ingresos corrientes del Estado están cayendo en picado.

¿Ya no están tranquilos? Yo tampoco.

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Opa a las pensiones

Soy crítico con las decisiones que el ejecutivo de Zapatero toma en materia económica. Aunque debería de decir, no toma. Es obvio que Solbes esta moviendo poco o nada la flota y en términos generales su política no dista mucho de la que el Partido Popular llevó a cabo durante su mandato. Algo que aparentemente puede parecer adecuado a tenor de algunos indicadores en macroeconomía pero preocupantes ante una crisis inminente.

Soy crítico con las decisiones que el ejecutivo de Zapatero toma en materia económica. Aunque debería de decir, no toma. Es obvio que “Solbes esta moviendo poco o nada la flota y en términos generales su política no dista mucho de la que el Partido Popular llevó a cabo durante su mandato. Algo que aparentemente puede parecer adecuado tenor de algunos indicadores en macroeconomía pero preocupantes ante una crisis inminente.
La crítica a la gestión económica del gobierno no solo debe limitarse a ese territorio sino que los incumplimientos electorales son de cierta envergadura a fecha de hoy. Entre los sueños rotos destacan la incapacidad en mantener el superávit exigido por la Unión Europea y la incontinencia impositiva. El Psoe prometió reducir la presión fiscal y el resultado ha sido un aumento de impuestos que ronda el 2%. Sin embargo, cuando una decisión es acertada y responde a criterios de solvencia programática hay que decirlo también. Y en ese sentido la decisión de invertir parte del fondo de pensiones en bolsa es buena por muchas razones y no comporta ningún riesgo. No supone ningún quebranto puesto que lo que se quiere invertir es una parte del excedente de los propios subsidios y jubilaciones, es decir, lo que sobra de las pensiones, en resumen lo que se utilizará para rentar será el fondo de reserva de la seguridad social. Es una buena noticia que garantiza el futuro, ya que permite invertir un capital que en estos momentos está ocioso. Es bueno porque se va a invertir en un activo mucho más rentable que en el que se está haciendo a día de hoy.

En la actualidad se está invirtiendo en bonos porque son lo más estable de todo el paquete inversor. En concreto las pensiones invierten en deuda pública española, francesa, alemana y holandesa que nos supone una rentabilidad del 5% anual. Aritméticamente es tan evidente que invertir en bolsa es mucho más rentable que molesta no haberlo hecho antes. Utilizando los últimos cien años podremos crear un patrón fiable a través del cual detectaremos que la bolsa ha sido un 5% más rentable que los bonos cada año. La cereza del pastel nos recuerda que esta es una práctica habitual en Europa. Excepto el Reino Unido y Bélgica los países de nuestro entorno invierten sus fondos de pensiones en los mercados de medio mundo. Por ejemplo Francia invierte el 20%, Alemania un 22% e Italia un 15.

La experiencia, no obstante, nos pide que estemos alerta. Los peligros de esta decisión radican en la ética y el control. El gobierno debe dejar meridianamente claro que no piensan utilizar los 4000 millones de euros que suponen ese 10% del fondo de reserva para invertir en empresas donde puedan ejercer patrones de presión de un modo abusivo. También deben diversificar el riesgo en mercados de todo el mundo con gestoras independientes y diferenciadas.

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