Las profesiones del futuro inminente y más allá.
El listado que hoy ocupa este post reúne 37 de los centenares de posibilidades profesionales que el futuro nos ofrecerá. Las primeras 17 que voy a listar se refieren a un mundo lejano, en la próxima década. El segundo, inmediatamente después, se refiere a las 20 que ahora mismo son las más solicitadas.
En la lista que resaltaré a continuación, que surge del libro publicado por el grupo Cognizant ‘When Machines Do Everything’, se formula un juego sobre la generación de nuevos modelos de negocio, empleos o tipos de empresa, incluso rozando la ciencia ficción, a fin de ver hasta donde somos capaces, hoy en día, a aceptar la necesidad de repensarlo todo. Ahí van 17 ideas de las 21 que el libro describe:
La empresas que ahora se dedican a estudios de mercado deberán convertirse en ‘detectives de datos’. Analizarán los datos de todo tipo de dispositivos IoT para proporcionar a otras empresas información basada en datos. Sus proveedores serán Alexa y compañía.
Las empresas que ahora se dedican a cualquier tipo de entretenimiento, en el futuro necesitarán profesionales del tipo ‘walker/talker’ (algo así como caminante-hablador). Este trabajo es para un futuro cuando, gracias a la biotecnología, las personas vivan más que nunca y exista una población de ciudadanos de la tercera y cuarta edad proporcionalmente enorme. Personas mayores que necesitarán a alguien con quien hablar.
Las empresas que se dedican a ofrecer servicios de instalaciones energéticas o lampistería bien podrían ser en el futuro ‘analistas de ciudades inteligentes’ pues a partir de los billones de datos que las ciudades emitirán, será necesario recopilarlos con los sensores disponibles, pero sobretodo, mantener el valor de esos datos y saber modificar lo que recolectan según las necesidades.
Las empresas constructoras y promotoras inmobiliarias de hoy en día deberán, tal vez, evolucionar hacia una especie de constructores de espacios virtuales, bien diseñados, conforme a necesidades humanas pero en entornos no existentes. Calcular esos espacios deberá ser muy distinto a lo que físicamente necesitamos. El éxito de un espacio virtual dependerá de cosas muy distintas a las que rigen en un lugar analógico.
Las agencias de viajes podrían convertirse en el futuro en una especie de creadores de experiencias virtuales y ser pioneros en lo que se denomina la economía experiencial. Hablamos de que el agente de viajes podría ser un escritor con mucha imaginación, capaz de crear argumentos y espacios únicos para clientes con poco tiempo o capacidad de viaje tradicional.
Los gimnasios del futuro podrían precisar de un profesional que se intuye ya cuando vemos el uso masivo de algunas aplicaciones para estar en forma. Hablamos de que se deberán convertir en una especie de ‘consejeros virtuales para el compromiso físico’. Para ello el usuario cederá el acceso a sus constantes vitales, agenda diaria, dieta, etc., a estos centros que estarán permanentemente encima del cumplimiento de todos los preceptos para estar saludable. Muchas empresas exigirán en el futuro, o no, esta cadencia informativa a los candidatos a otros empleos. Los clientes del fitness del futuro permitirán que un rastreador de actividad, y un consejero de compromiso de actividad física, los mantenga motivados en su guerra diaria por estar en forma.
Los centros sanitarios del futuro van a cambiar mucho. Por lo menos los de asistencia ambulatoria, de primer contacto o de asistencia básica. Estas organizaciones precisarán ‘técnicos de asistencia sanitaria asistida por Inteligencia Artificial’. Los pacientes no irán al médico, los técnicos de asistencia sanitaria asistidos por IA aparecerán en tu puerta antes de que tu sepas que los necesitas. Todos ellos utilizarán un software para realizar diagnósticos en base a un sistema experto e incluso, realizarán pequeñas cirugías con ayuda de sistemas robóticos portátiles sin necesidad de tener titulación alguna.
Si en tu empresa te dedicas ahora mismo a cualquier labor comercial sabes que tienes los días contados. El futuro es de la venta predictiva y de la automatización de todo lo que tiene que ver con el marketing. Inclusive algunos aspectos creativos pueden estar en juego. Pero, ¿que pasa con los datos que se generan masivamente ahora que ya no se pueden vender entre empresas? Facebook ya no puede vender tus datos a Amazon. Por lo que un nuevo empleo puede nacer al necesitarse ‘un intermediario de datos personales’ que supervise y comercialice esos datos personales de un cliente para que éste obtenga datos por ello.
Una vez se prohíba la circulación de vehículos conducidos por humanos en las ciudades, los coches autónomos tomarán las calles. Eso pasará antes de lo previsto por algunos y además sucederá fundamentalmente en vías urbanas y en autopistas. Algún día, en todas partes. Cuando esto pase todo no podrá estar en manos del control autónomo de los vehículos, será imprescindible una especie de ‘controlador de vehículos autónomos’ asistido por sistemas inteligentes. Se necesitarán 'controladores para dirigir y administrar las carreteras y calles para garantizar que se gestionen de manera correcta atendiendo a las predicciones de sistemas inteligentes.
El día que entremos en una tienda de ropa para comprar ropa pero no haya ropa estaremos ante el comercio del futuro hecho presente. Poco a poco el comercio digital va imponiendo sus reglas. Iremos a centros comerciales a visualizar cosas que allí no estén, pero tal vez, podamos sentir, tocar virtualmente y tener la asistencia física de un vendedor. Esas conversaciones, sensaciones y datos irán directos a un ‘sastre virtual’ que tomará esos aspectos para ofrecerte en un rato una oferta ideal para ti.
Los bancos tienen un futuro raro por decirlo suavemente. En el futuro inmediato aquellos profesionales de banca que no se adecúen a un espacio de relación muy distinta lo tienen crudo. En un mundo donde el dinero físico se va a desvanecer, los pagos con criptomonedas y los microcréditos vinculados a los Neobanks o los iBanks, vayan creciendo, se impondrá la necesidad e una especie de ‘asesor de gestión financiera virtual’ que atenderán virtualmente en cada momento como hacen algunas Fintech ahora mismo pero personalizando el trato. Un asesor financiero será una especie de App humana.
Surgirán problemas médicos en el futuro. Limitaciones que nuestro cuerpo no podrá superar fácilmente. Las personas viviremos más que nunca, pero los avances en la memoria y otros cuidados de salud relacionados con el cerebro difícilmente podrán estar al mismo nivel de progreso. Nos harán falta empresas que sean capaces de conservar nuestra memoria creando espacios virtuales con nuestros propios recuerdos. Los notarios de hoy en día deberán transformarse en ‘fedatarios de la memoria virtual’.
En todo tipo de empresas hará falta un profesional muy especial. No tiene que ver con un sector concreto, de hecho lo interesante es que habrá empresas que ofrecerán este servicio. Se trata del gestor o ‘manager de relaciones hombre-máquina’. El futuro del trabajo depende de qué tan bien puedan colaborar los seres humanos y las máquinas. El gerente de los equipos del futuro inmediato será el responsable de descubrir cuáles son los puntos fuertes de la máquina y cuáles son las fortalezas de los humanos, y combinarlos para formar un equipo de trabajo mucho más productivo.
Las aseguradoras ya saben que su futuro está muy comprometido. La aparición de modelos industriales que reducen los costes de asegurar algo es enorme. El entrenamiento virtual en escenarios de riesgo, los coches autónomos sin accidentes, la impresión 3D que elimina los problemas de transporte, el blockchain que modifica la cadena de valor del seguro tradicional, etc. Por eso, entre tanta complicación de relaciones con la confianza, estas empresas deberán ofrecer un nuevo servicio, ‘el director de confianza’ que otorgue nuevas ofertas en el sentido de la transparencia que precisará un usuario o cliente en la era de lo virtual y de la falta de riesgo más allá del dinero digital.
Las empresas de consultoría tradicional también tenemos los días contados. Muy felices nos las prometíamos los que nos dedicamos a decirles a otros como deben hacer las cosas para afrontar la disrupción. Resulta que eso también llega por aquí. Para los trabajos de análisis de negocios tocará aprender a gestionar de un modo completamente diferente. Los consultores del futuro inmediato serán ‘responsables de combinar el procesamiento cuántico de la información’ con el aprendizaje automático para estimular soluciones mejores y más rápidas a los problemas comerciales del mundo real. El objetivo final será siempre construir sistemas de inteligencia que puedan aprender de los datos. De ahí que el consultor futuro tendrá que saber muy bien que supone todo esto y, seguramente, algo de matemáticas.
Sabemos que los responsables de recursos humanos también deberán abrazar a los algoritmos, los periodistas tienen ante sí el reto de comprender su verdadero papel, los responsables de marketing o cualquiera que se considere intocable será tocado. Entre ellos hay dos responsabilidades muy interesantes. Los directores de compras y los directores generales. Los primeros no podrán superar a la eficiencia de cálculo de un algoritmo decidiendo que es mejor comprar, como y en base a que negociación. Los segundos no podrán establecer criterios estratégicos que un modelo de análisis de datos empresariales y de inteligencia artificial. Tarde o temprano, ambos, precisarán ofrecer una habilidad imposible de sustituir por una máquina: la ética. Se precisarán empresas o profesionales que se denominen ‘supervisores de compras ética’ o ‘directores éticos’. Un trabajo para cuando las grandes corporaciones decidan tomar decisiones basadas en lo que es ético, no en lo que es rentable.
y si en los próximos 10 años vamos a ir entrando con vaselina en el mundo de los metaversos unificándolos todos y experimentando la navegación por la red de un modo tridimensional y donde cada uno de nosotros ya no tendrá sólo una IP que le identifique sino una identidad digital propia en forma de avatar, todas las necesidades, meta-necesidades que ahora tenemos en un entorno digital como el actual, las tendremos en ese nuevo entorno. Profesiones del futuro en ese mundo serán meta-replicas de las digitales o las analógicas de hoy. Psicólogos para nuestro avatar, abogados que defiendan nuestra actividad en ese entorno, vendedores de todo, asesores de moda para vestir nuestro personaje del metaverso, asesores de todo tipo y, porque no, políticos que gestionen comunidades determinades. Quien sabe…
Bueno, algunas parecen locuras, pero otras bien podrían ser. Seguro que se te ocurren más, pero estas nuevas profesiones podrían empezar a responder a la pregunta ¿qué haremos cuando las máquinas lo hagan todo? Si esa respuesta te crea ansiedad, o no, piensa en que algo se está transformando hoy mismo en eso de las profesiones del futuro.
Como sabéis, la red social donde tengo mayor cantidad de seguidores es Linkedin, allí suelo ir para aprender e identificar muchos temas ligados al mundo laboral o profesional. De ahí que me llamara la atención la edición 2022 de la clasificación Empleos en auge de según esta red social, donde se revela las 20 profesiones que más han crecido en los últimos cinco años.
Para preparar el ranking de este año, han analizado los datos que tiene LinkedIn para calcular los puestos con mayor crecimiento desde enero de 2017 a julio de 2021. El requisito es que las profesiones tengan un crecimiento sostenido y hayan experimentado un aumento considerable en 2021.
Muchos consideran esa lista como un elemento en el que focalizar para formarte en el futuro. Pero yo no considero esta lista solo como una herramienta para buscar empleo sino que también permite asomarse al futuro del mercado laboral y vislumbrar las potenciales oportunidades que ofrecerá. Si antes te he explicado las profesiones de la próxima década seguramente, esta otra lista habla de los empleos de estos próximos dos o tres años.
Ingeniero/a de fiabilidad del sitio, estos ingenieros trabajan entre el desarrollo y las operaciones; se sirven del software para gestionar sistemas, resolver problemas y automatizar tareas operativas.
Responsable de desarrollo de negocio, se encargan de identificar y evaluar nuevas oportunidades de negocio, de crear y supervisar planes de crecimiento y de potenciar la imagen corporativa de la compañía.
Arquitecto/a de sistemas en la nube, son los responsables de gestionar la arquitectura computacional en la nube de una empresa
Ingeniero/a de machine learning, se encargan de diseñar, construir y producir modelos de aprendizaje automático para resolver los desafíos a los que se enfrenten sus respectivas empresas.
Experto/a en ciberseguridad, velan por la privacidad y la protección de los datos de las empresas y son los encargados de diseñar e implementar planes, programas y herramientas para garantizar la seguridad informática.
Ingeniero/a de aplicaciones, ejercen de puente entre el departamento técnico y los clientes: proporcionan soporte en torno al producto, diseño, instalación, sustitución/reparación y resolución de problemas.
Responsable de ensayos clínicos, son responsables de ejecutar y supervisar estudios y ensayos clínicos.
Ingeniero/a de infraestructura, su trabajo consiste en testar, diseñar, construir y mantener las infraestructuras informáticas de una empresa
Responsable de cadena de suministro, estos profesionales gestionan las áreas de planificación, aprovisionamiento y compras, almacén y transporte.
Site specialist, entre sus funciones figuran la identificación de lugares para el desarrollo de estudios clínicos o la recopilación de datos para nutrir las bases de datos de investigación
Agente hipotecario, se encargan del asesoramiento y acompañamiento de clientes que buscan un préstamo hipotecario.
User experience researcher, planifican, diseñan y ejecutan estudios para detectar las necesidades de los usuarios.
Desarrollador/a back-end, se ocupan de la arquitectura interna de una web o aplicación móvil.
Responsable de sostenibilidad, se encargan de diseñar e implementar las estrategias de sostenibilidad de las empresas.
Ingeniero/a de datos, son responsables de diseñar, construir y gestionar los datos de una empresa, así como la infraestructura necesaria para almacenarlos y procesarlos.
Responsable de planificación estratégica, a diseñar, implementar y supervisar la hoja de ruta que la empresa debe seguir para cumplir sus objetivos.
Customer relationship management analyst, forman parte del equipo de ventas y se encargan de responder a las necesidades de los clientes posventa.
Técnico/a de selección de personal, se ocupan de encontrar y contratar el talento que mejor se adapte a las necesidades de las empresas.
Ejecutivo/a de cuentas de software, estos profesionales de las ventas están especializados en la comercialización de herramientas de software.
Supervisor/a mecánico/a, son responsables de tareas de mantenimiento y de realizar inspecciones periódicas para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad.
Bueno, independientemente de si son los empleos del futuro a medio plazo o corto plazo, lo que sí es cierto es que se está produciendo un cambio laboral cada vez más profundo. Que quien cada mañana tiene que levantarse a las 6 de la mañana, abrir la persiana de su taller o de su bar, pagar sus autónomos y rezar para que tu gestor no se dejara algo en la declaración, no esté pensando en este cambio absoluto, que no esté razonando como le va a afectar la implementación de la inteligencia artificial o que no esté distinguiendo que la analítica de datos le está afectando sin saberlo, es hasta cierto punto normal.
El problema es que quienes tienen que estimular que todo eso no le afecte en negativo, le ayude a digerir esos avances y estimule a que nuestros jóvenes se formen en todo ello, ni se les ve ni se les espera. El futuro no se hace por inercia. El futuro se conquista y mantener esa actitud ‘a la espera’ no hace más que enviarte directo a la irrelevancia como país. Sobretodo porque sí hay países que el futuro lo contemplan como una oportunidad de progreso poniendo las luces largas, mientras otros lo siguen viendo a cuatro años vista en el mejor de los casos y con los cuatro intermitentes puestos.