Amazon Go no debería destruir empleo. Nos da la clave de la ocupación del futuro.
Se acerca un mundo donde parece que interactuar con otro humano va a ser una opción y no una obligación. Amazon anunció el 5 de diciembre que abrirá una tienda de comestibles en Seattle, Washington, a principios de 2017, donde los clientes podrán entrar, recoger los artículos que quieren comprar y salir. Para lograr esto, Amazon lanzará una aplicación llamada Amazon Go para visitar sus tiendas Amazon Go (siempre tan prácticos) en la que los clientes le indicarán a la tienda que están merodeando por ella.
Se acerca un mundo donde parece que interactuar con otro humano va a ser una opción y no una obligación. Amazon anunció el 5 de diciembre que abrirá una tienda de comestibles en Seattle, Washington, a principios de 2017, donde los clientes podrán entrar, recoger los artículos que quieren comprar y salir. Para lograr esto, Amazon lanzará una aplicación llamada Amazon Go para visitar sus tiendas Amazon Go (siempre tan prácticos) en la que los clientes le indicarán a la tienda que están merodeando por ella.
A través de sensores, visión por computadora y ‘deep-learning’, es capaz de rastrear a esos potenciales clientes a medida que se mueven por la tienda, registrando automáticamente qué artículos van capturando. Si los clientes cambian de opinión acerca de un artículo, solo tienen que devolverlo a la estantería y Amazon lo eliminará de la lista provisional de compra. Los clientes serán rastreados mientras se mueven por los pasillos. Big-Data al canto. Una evolución sofisticada que implementaron hace años Home Depot y Wal-Mart con el auto-pago, y que ahora está en infinidad de supermercados del planeta.
Curioso ver el video de IBM que mostraba un supermercado similar hace 10 años. También es relevante saber que Tesco intentó algo parecido en UK hace un tiempo con escaso éxito. A veces lo importante es cuando y no qué. Amazon acierta normalmente en el punto de inflexión. ¿Quién no ha deseado entrar en un supermercado, coger lo que quieres y salir sin hacer cola ni atender al pago? Más o menos lo que se ha ido sucediendo en otros sectores como el taxi o los hoteles que ya te permiten indicar el uso que vas a hacer, hacerlo y esperar que te cobren otro día.
El problema, de nuevo, el empleo. Sólo en Estados Unidos casi 4 millones de personas son cajeros de supermercado. Hay otros casi 5 que son vendedores al por menor y casi 2 y medio que realizan reposiciones y transporte por encargo de estos comercios. Parece que Amazon va a por ellos. De hecho ya utiliza robots en sus almacenes. Los humanos solo intervienen cuando el paquete llega a un punto en el que es precisa su intervención pero también está trabajando en la creación de robots que escaneen estantes a fin de preparar esos productos para el envío ellos mismos. Al invertir el proceso también servirán para reponer los estantes que se vayan vaciando por cierto. Robots ayudando a robots. Venta inhumana. Ni un ser humano allí dónde hace unos minutos había millones de empleos. Ese es el problema. La velocidad en la que todo se está produciendo.
Recientemente el tío Trump ganó unas elecciones prometiendo empleo masivo en su país. ¿Les suena? Es la promesa de siempre. La hacen todos. ¿Quién votaría a un partido que asegurara que el empleo se va a reducir? No ganaría pero sería sincero. Sin embargo, sin abandonar la idea de que el empleo se va a reducir, la cuestión está en como lo vamos a gestionar y que modelo laboral nos tiene que ir quedando con el tiempo. Hay países que ya lo están notando de manera seria. La automatización y robotización va a diferentes velocidades y quien primero la pone en práctica antes se da cuenta del tamaño del problema.
Hay países en el que el asunto en cuestión no parece ocupar a nadie que tenga responsabilidades serias. Como mucho algún titular descontextualizando el asunto por lo llamativo de poner un robot en el paquete de noticias curiosas del día de cualquier informativo. Pero el problema es tremendo. Lo es porque las medidas que me temo se van a tomar son las que ya conocemos y que se tomaron en otros momentos de la historia reciente. Mete pasta en sectores con mucho empleo para que no se destruya (y no tenga movilizaciones callejeras) aun a costa de que lo paguen todos los contribuyentes y se mantenga un negocio en franco retroceso. ¿Les suenan los Plan E o los PIVE?
La idea más acertada es, de nuevo, abrazar la tecnología y buscar el punto exacto dónde el ser humano es más eficiente y valioso. Yo pagaría más por tratar con un vendedor. Sólo dejaría de pagar ese extra cuando tengo prisa o no tengo ganas de que me mareen. Si lo que busco es un trato cercano, detallado, cuidadoso con mis necesidades, espero un empleado para ello, no un robot, de momento.
La nueva experiencia de compra de Amazon tal y como la están publicando parece una certificación detallada de la destrucción masiva de empleos en el sector de los supermercados y no debería de ser así. La capacidad de ofrecer un servicio que muchos clientes precisas, rapidez y falta de interferencias entre selección y compra, comodidad diría yo, puede compartirse con otros nuevos servicios a ofrecer por seres humanos en esos mismos centros comerciales. La venta al por menor lo requiere ahora y lo requerirá siempre pero, de nuevo es evidente, el empleo no se debería a destruir aquí, sino que se debería de transformar. O menos tiempo trabajando u otro modo de hacerlo. Esa es la clave.
Si es más eficiente coger un producto, metértelo en el bolso e irte sin decir nada a nadie sabiendo que ya te llegará la factura a tu aplicación, que esperar en una cola para pagar, al final será. Eso es indiscutible. Ante la eficiencia, lo económico y la falta de fricción siempre gana una máquina, un robot, un automatismo. Si la moneda es sólo esa, perderemos. Si la divisa es otra, relación, proximidad, creatividad, menos tiempo trabajando en aspectos puramente humanos por un sueldo similar, ganamos. De eso se trata, de que se empiecen a preparar países, empresas y personas a esa nueva competición. La que nos interesa. La otra es cosa de robots.
Keynes Para Ricos
Durante la merienda semestral del G20 que se ha celebrado este pasado fin de semana en Canadá, el consensuadísimo modelo de rescate para países en crisis ha sido puesto en entredicho. Resulta que los tipos que manejan este mundo, teóricamente de lo mejorcito de sus facultades, ahora no tienen demasiado claro si abrazar el keynesianismo fuera una gran idea.
Hace un par de años se dieron cuenta que el planeta estaba en peligro. Un riesgo sistémico acechaba y para evitarlo se fabricó dinero casi gratis para estimular una economía que se había infectado de una crisis financiera previa. Fijaros lo absurdo que suena años después querer taponar una fisura con el material que corroe el material con el que está hecho el muro quebrado. Poner dinero inexistente para estimular una economía que se detenía por culpa de que el sistema financiero había estado transfiriendo dinero inexistente es como echar gasolina a la hoguera para apagarla. Medio mundo aprieta los dientes y, tras descubrir, que tanto estímulo ha provocado un agujero de mayor tamaño que el que se pretendía tapar originalmente, hay países que ya divisan el precipicio y por derivación, los que soportan el peso de sus tesoros públicos, también.
Como sabemos, la economía keynesiana se centra en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada. Su objetivo último es el de dotar a las instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Ese control se ejerce mediante el gasto presupuestario del Estado, ahora llamada política fiscal. En teoría, la justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la agregación de demanda y la superposición del propio consumo.
Pero resulta que Keynes es para ricos. Un estado sólo puede tener una política expansiva en materia fiscal de tipo keynesiano si hay una economía robusta detrás. Con una economía débil, poco competitiva o desequilibrada en su modelo de crecimiento, como le pasa a España, las medidas de este tipo generan un déficit que puede rozar el no retorno puesto que la demanda agregada no tiene músculo para irse consolidando.
Mañana diseccionaré “los motivos” exactos de la subida de impuestos. Relacionaré los mecanismos fallidos que se han dispuesto y que ahora son la razón por la cual nos van a crujir a impuestos como, parece, nadie se imagina. Lo del IVA dentro de unos días quedará como una anécdota infantil en comparación a los costes tributarios que tendrá para todos el dispendio errático del gobierno zapatero. Era necesario poner en marcha políticas activas de estímulo pero está claro que no estaban encaminadas a un cambio de modelo ni a reformar ninguna estructura sino que se fundamentaron en ganar tiempo a la espera de que, por ciencia infusa, se desvaneciera la recesión.
Mientras recopilo esa lista de disparates, recordemos en que consistía aplicar Keynes para Salgado: “Este gobierno considera que ocupando cien parados para cavar zanjas y luego ocupar a otros cien para que las tapen, se genera el ciclo de la riqueza y, por derivación divina, éstos van a emprender proyectos que ocupen a unos cien y permita cobrar ayudas públicas al otro centenar. Según ellos el resultado serían doscientos consumidores apasionados por devolverle la vitalidad a nuestro maltrecho ciclo de consumo”.
Mas Estimulos Para Coches
Pongamos a trabajar el talento global y la inteligencia colectiva. Esta noche estoy invitado a participar en Agora, un debate televisado en directo en TV3 que versará sobre lo oportuno o no de revalidar el Plan E para el estímulo de la compra venta de coches nuevos. Estoy claramente en contra de que se disponga más dinero público para estimular sectores como el automovilístico a cambio de olvidarse otros mucho más estructurales. A costa de aumentar deuda e impuestos se busca la paz social. Para lograrla se incentiva este tipo de industria que estaría colapsada si no se le hubiera dopado ya. ¿Que pensáis vosotros?
¿Por qué subirán los impuestos?
Vamos a analizar con números y datos a que se debe que el crecimiento insostenible del déficit público español. Es como un gusano que se arrastra y engorda bajo nuestros pies. Os propongo leer de un tirón y sin respirar el montante final de todas las actuaciones que el gobierno de Zapatero ha dispuesto para sacarnos de la crisis. Este ejercicio nos explicará el motivo principal por el que nos van a crujir a impuestos. Aunque parezca que todo lo que ahora voy a enumerar está incorporado al cómputo del déficit público para 2009 esto no es así puesto que algunos de los elementos que conforman el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo de momento no pasan por ese factor y están asignados a deuda soberana.
Vamos a analizar con números y datos a que se debe que el crecimiento insostenible del déficit público español. Es como un gusano que se arrastra y engorda bajo nuestros pies. Os propongo leer de un tirón y sin respirar el montante final de todas las actuaciones que el gobierno de Zapatero ha dispuesto para sacarnos de la crisis. Este ejercicio nos explicará el motivo principal por el que nos van a crujir a impuestos. Aunque parezca que todo lo que ahora voy a enumerar está incorporado al cómputo del déficit público para 2009 esto no es así puesto que algunos de los elementos que conforman el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo de momento no pasan por ese factor y están asignados a deuda soberana.
las primeras partidas son las que hacen referencia a medidas de apoyo a las familias. La primera es la moratoria temporal parcial de las cuotas hipotecarias valorada en unos 6.000 millones. La deducción de 400 euros en el IRPF durante todo el 2009 ha supuesto unos 5.000 millones por inyección directa a las familias y unos 6.000 de ahorro para los contribuyentes. La eliminación del impuesto sobre el patrimonio costará unos 1.800 millones.
El segundo conjunto de gastos atiende al empleo y es donde se encuentra el Fondo Estatal de Inversión Local con los famosos 8.000 millones para abrir zanja/tapar zanja. Por supuesto la disposición de 10.188 millones más para el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación hasta 2012 con el programa Renove vivienda no se ha puesto en marcha ni se pondrá pero se ha repercutido en las líneas de aval que el gobierno activó para la deuda que cubriría esta inversión. Es decir, pagaremos los intereses de una póliza no dispuesta. La ampliación del aval ICO para Viviendas de Protección supone 5.000 millones más. Un fondo especial para el estímulo de la economía otros 3.000. Otra línea ICO dispuesta para financiar alquileres representan 3.000 millones más. El grupo de incentivos en el entorno empresarial se completan con 400 millones más para el plan Renove Turismo y 430 para la compra de suelo. Ya me contarán la necesidad de reservar suelo que tenemos.
El tercer gran paquete de medidas responde a las que afectan a la empresa. Son dos líneas ICO y un plan fiscal. Las dos primeras responden a una plan de apoyo para acceder a crédito para empresas por valor de 29.000 millones uno y a la liquidez para pymes y autónomos por 20.900 millones más. Evidentemente que de estas líneas y sus asignaciones habría mucho que decir, pero lo haremos otro día. En cuanto al plan fiscal aportado tiene que ver con un nuevo plan de pagos fraccionados para el impuesto de sociedades por valor de 17.000 millones de euros.
El cuarto grupo de medidas surgen del “problemilla” financiero de este país. Un montante de 100.000 millones para avales a nuevas emisiones de deuda por parte de las entidades bancarias. Un fondo de adquisición de activos financieros tóxicos por valor de 50.000 millones. Un capital asignado para la autorización de refuerzo al capital existente en las entidades financieras por valor no aportado. Otros 100.000 millones expuestos para dar nueva cobertura al Fondo de Garantía de Depósitos.
Finalmente otro grupo de medidas, el quinto, se encarga de conceder capital para la modernización de la economía. Plan Avanza 1.516 millones, Plan Vehiculo innovador Ecológico otros 1.200 millones y 400 para el plan Renove vehículos turismos. Evidentemente no queda mucho para aportar a este campo. La modernización y las acciones estructurales se han quedado para otros ejercicios posteriores.
Pues bien, en total estamos hablando de que el gobierno pretende tirar de 400.000 millones de euros para sacarnos de la crisis en concepto de inversiones. Aquí no están los elementos ordinarios, todo esto es de carácter especial y responde a un Plan diseñado expresamente. Ya sabemos que una parte de ese dinero está circulando por las cloacas del sistema, y que otra parte se ha desvanecido entre ajustes bancarios, rescates y avales. Tenemos claro que los beneficios son escasos y que el paro no se ha reducido, fue un espejismo porque este país fabrica parados como churros sino crece al menos al 2,4%. Es evidente que ninguno de estos miles de millones va a cambiar el modelo de crecimiento de España, aportando valor y concediendo esperanza para los que seguimos apostando por emprender. No todo era meter arroz en el sistema, era preciso hacerlo con criterio. El dinero es un bien escaso, fabricarlo de este modo pasa factura. La deuda se deberá pagar más pronto que tarde y muchos descubrirán en breve que cuando un gobierno decide gastar, quien paga somos todos. Por eso, porque el dinero que utilizan es mi dinero, me gustaría que no lo tiraran o, peor aún, lo regalaran a los cobradores de intereses.
Donde caben dos caben tres
Desde ayer es oficial que en España hay más de cinco millones de demandantes de empleo. Concretamente 5.051.441. Sin embargo la prensa teletipófaga transcribió la nota del propio gobierno sin darle demasiadas vueltas al tema. Las cifras volvieron a publicarse sin análisis y, salvo honrosas excepciones, la mayoría adoptó como cifra válida esos 3.629.080 parados. Los que sabemos que la credibilidad del INEM es nula, pues basa sus datos en un método de descuento diseñado por políticos, tenemos claro que la cifra más adoptable sería la que publica EUROSTAT.
Desde ayer es oficial que en España hay más de cinco millones de demandantes de empleo. Concretamente 5.051.441. Sin embargo la prensa teletipófaga transcribió la nota del propio gobierno sin darle demasiadas vueltas al tema. Las cifras volvieron a publicarse sin análisis y, salvo honrosas excepciones, la mayoría adoptó como cifra válida esos 3.629.080 parados. Los que sabemos que la credibilidad del INEM es nula, pues basa sus datos en un método de descuento diseñado por políticos, tenemos claro que la cifra más adoptable sería la que publica EUROSTAT.
No obstante, tomemos la cifra que tomemos, el asunto no es aritmético, ni tiene que ver con quienes se inscriben en las listas de demanda de empleo ahora mismo sino en la que se avecina. Se aproxima un dramático escenario de paro y parálisis motivado por la imposibilidad de fabricar empleo robusto y concreto. Los acontecimientos responderán a dos factores que pocos incorporaron en sus informes de ayer. Por un lado los EREs que no computan en estos réditos y por otro el vencimiento del dichoso Plan E.
- Los ERE’s están creciendo a una velocidad espectacular. La última cifra registrada de finales de junio sobre afectados por un ERE hablaba ya de 350.000 y su crecimiento roza las 50.000 al mes. A este ritmo más de medio millón de personas estarán sin empleo y afectados por un expediente de regulación a final de año.
- Cunado pinche la burbuja laboral el aumento será exponencial. Los contratos originados por el Plan E alcanzaron los 400.000 según cifras del gobierno. El 1 de enero de 2010 todos ellos regresarán al paro puesto que esos contratos eran temporales y caducan a 31 de diciembre.
BURBUJA LABORAL
A la espera que desde Eurostat nos den otro repaso a las cifras y confirmen que lo que se publica desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración suele estar cocinado, de momento lo que tenemos son las “buenísimas” cifras de paro y ocupación publicadas hoy mismo. Según la octavilla en cuestión, el número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo bajó en 20.794 personas en julio respecto a junio, registrando su tercer descenso mensual consecutivo tras haber estado 14 meses al alza. Según estos datos en España tenemos 3.544.095 personas.
A la espera que desde Eurostat nos den otro repaso a las cifras y confirmen que lo que se publica desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración suele estar cocinado, de momento lo que tenemos son las “buenísimas” cifras de paro y ocupación publicadas hoy mismo. Según la octavilla en cuestión, el número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo bajó en 20.794 personas en julio respecto a junio, registrando su tercer descenso mensual consecutivo tras haber estado 14 meses al alza. Según estos datos en España tenemos 3.544.095 personas.
Parece claro que el Plan de Inversión Local y la estacionalidad veraniega han causado efecto. Del número total de nuevos ocupados, la mayoría son de la construcción y de servicios. Ahora bien, si analizamos al detalle, el Plan E empieza a desinflarse y con él la creación de empleo de urgencia. El descenso de casi 20.800 personas es inferior al logrado el mes pasado, en el que el paro cayó en más de 55.000 personas. El abrir zanja, cerrar zanja, abrir zanja otra vez para repasar zanja, cerrar zanja, abrir de nuevo zanja, cerrar definitivamente zanja y esperar al experto técnico en zanjas que certifique que no se debe empezar la obra de la zanja, tiene un límite. Ese límite es el ridículo. El penoso espectáculo de repartir el dinero que no tenemos por todas partes a fin de ocupar a la gente en cosas que no necesitamos y que al final vamos a pagar todos. Atajar la fábrica de parados en la que se había convertido este país era una prioridad, claro está, pero tal vez debíamos haber establecido otro sistema que pudiera generar un valor a medio plazo en términos de cambio en el modelo.
Durante el día de hoy el ministro Corbacho se apuntará el tanto de que esta bajada experimentada en julio constituye el mejor dato en este mes desde el año 2004. De momento, la que ha hablado es doña Maravillas, que destacó que los datos de julio vienen a confirmar que el crecimiento del desempleo "sigue moderándose" considerando que esta caída es una "buena noticia”. Obviamente que alguien deje de estar en la preindigencia es buena noticia, pero que pase a cavar zanjas por cavarlas y cobrando, es algo que, aunque no tranquiliza, permite a todos vivir en una burbuja laboral. Como sabemos, todas las burbujas acaban explotando. Que se lo digan al millón ochocientos mil parados reales que han ido alistándose en las oficinas del INEM desde mayo del año pasado.
Como opción es posible. Podemos dejarnos engañar. Es una elección que cada uno hace. Es algo que enlaza con la credibilidad de tus políticos favoritos, con un voto que no quieres aceptar como erróneo, con una afinidad partidaria o con una simpatía elemental, pero engañarse a uno mismo encaja con la idiotez supina. Los datos del paro tal y como los refleja la nota de prensa del ministerio son un fraude. Hablar de “fin de tendencia”, “inicio de la recuperación” o de “buenas noticias” a secas es humillante. Por ejemplo, en julio se registraron un total de 1.403.023 contratos, un 13,7% menos que en igual mes de 2008. Es decir, se contrata menos pero sin embargo baja el paro. Insólito.
Además, las cifras que maneja el ministerio siempre están en desacuerdo con las que desde Europa nos tramitan. Entre los datos de “personas apuntadas al INEM” y “parados contabilizados” hay más de un millón de personas que el gobierno intenta catalogar de diversos modos. De los 4.977.288 demandantes de empleo brutos, el ministerio empieza el recorte con 939.497 ocupados (en formación la mayoría), 201.742 con disponibilidad limitada (que no pueden trabajar en las ofertas objetivas) y otros 291.954 no ocupados, que la EPA si considera parados en toda regla. El total de las cifras, trasquilando los flecos monclovitas se nos queda en 3.544.095. A esto hay que empezar a contabilizar los autónomos que dejan de serlo. En concreto este mes casi 15.000 han dejado de pagar su cuota y han pasado a la lista de los que cobrarán los 420 euros de subsidio previsto para los que se quedan sin ningún tipo de ingreso. A tirar de tarjetas de crédito hasta que se agoten.
En otoño los datos no serán tan malos como en 2008 pero igualmente serán muy malos. Costará maquillar, y aun haciéndolo la evidencia pesará como el plomo. No serán tan duros como hasta ahora pues no se puede caer siempre en vertical, al final la caída se hará sostenida y parecerá menos caída. Sin embargo, seguiremos bajando y con la amenaza de una parada técnica de la economía provocada por la incapacidad presupuestaria para programar acciones rápidas y con dificultades para emprender otras más estructurales puesto que las inversiones públicas empezarán a tener serios recortes.
Algo que me preocupa es descubrir que uno de los motores clave de la economía española sigue sin levantarse del lodazal. En Catalunya sigue aumentando el paro, más que en ninguna comunidad española. Me duele como catalán pero me aterroriza por los españoles que se quedan sin el motor tributario del estado. Casi una cuarta parte de los impuestos recaudados en España son catalanes y si se va reduciendo esa capacidad laboral en mayor medida es porque el motor se está quedando sin gasolina y sin conductores.
Espero equivocarme. En todo lo que he escrito hay aciertos y deducciones erróneas. Espero equivocarme y que en realidad este sea el inicio de la recuperación, pero me temo que no va a ser así. Espero equivocarme y que media blogosfera me ponga a bajar de un burro por haber sido un agorero que al final acertaba y luego se despeñó en su propia literatura. Espero que sea así, pero los datos y la manera de obtenerlos no parece que así pueda ser. Cierto es que, si invirtiendo todo lo que el gobierno está inyectando en medidas muy discutibles por lo poco estratégicas que resultan no se genera empleo en los meses limítrofes con el verano, apaga y vámonos. Otra cosa será cuando esa factura se deba de pagar via impuestos o a partir de la reducción de servicios públicos o en la calidad de los mismos.
CONSUMO Y OCUPACION
Hace poco, en una conferencia que ofrecí en una universidad andaluza dije que al que me acusara de pesimista lo acribillaba a ideas. Traducir los entrelineados de la información económica y descubrir que se nos ocultan cosas no es hacer lecturas interesadas de la realidad buscando malas noticias sino todo lo contrario, es el método que utilizo para aportar ideas realistas acerca de cómo salir de todo esto. Está claro que quedarnos en el pesimismo no ayudará a una recuperación que aun tardará mucho en llegar, pero lo ilusorio y la mentira sistemática en color pastel ayuda mucho menos.
Hace poco, en una conferencia que ofrecí en una universidad andaluza dije que al que me acusara de pesimista lo acribillaba a ideas. Traducir los entrelineados de la información económica y descubrir que se nos ocultan cosas no es hacer lecturas interesadas de la realidad buscando malas noticias sino todo lo contrario, es el método que utilizo para aportar ideas realistas acerca de cómo salir de todo esto. Está claro que quedarnos en el pesimismo no ayudará a una recuperación que aun tardará mucho en llegar, pero lo ilusorio y la mentira sistemática en color pastel ayuda mucho menos.
La economía de nuestro país debe reforzar su industria y sus exportaciones pero nada hace presagiar que eso pueda pasar en los próximos años. No puede ser que se pretenda seguir basando el modelo de creación de empleo en los servicios y la construcción. Por eso es determinante que todos los que emprendemos jugándonos nuestro patrimonio creando ocupación, sepamos hasta que punto las ayudas del gobierno a la industria se canalizan adecuadamente y llegan a las empresas para crear empleo e impulsar un consumo sostenible.
Ingentes cantidades de dinero para obras menores municipales o para subvencionar la fabricación de un coche no aportan valor estructural sino empleo puntual y, lo que es peor, no me garantiza como emprendedor que mi esfuerzo esté siendo valorado y protegido. La verdad es que las decisiones de nuestros gobernantes son erráticas y preocupan por la improvisación que reflejan. El hombre que negó la crisis y sus repercusiones durante dos años es quien debe sacarnos de ella. Parece difícil que eso pueda pasar y además la historia juzgará en su medida a quien, por esa irresponsabilidad, provocó que nuestro drama fuera mucho mayor del que nos tocaba en realidad. Por cierto la historia juzgará también a su oposición por ser incapaz de ofrecer nada al respecto y apuntarse a la evidencia en lugar de haberse adelantado en su día.
Por eso, y en ese sentido, lo importante no es saber cuando saldremos de la crisis sino de que modo. Debemos intentar sobrevivir en el momento que la tormenta nos arrecie con más fuerza, pero también es nuestra obligación empezar a pensar en cuando todo esto amaine. Esperar que nuestros gobernantes tengan en consideración algunas premisas básicas y estratégicas es cuanto me preocupa ahora.
Resumiendo son dos aspectos muy generales que me quitan el poco sueño que suelo tener. Es preciso evitar errores como no tomar medidas contra el paro a medio y largo plazo y sólo acudir a la gestación de empleo temporal y de poca continuidad atendiendo a un interés por acentuar el consumo rápido. Ninguna sociedad puede tener progreso y equilibrio cuando cuenta con nuestras tasas de desempleo. Y en segundo término, y en contraposición al pensamiento general que determina una ecuación simple en la que a más ocupación más consumo y a más consumo mayor liquidez como elemento crucial para salir de la crisis, nos podemos encontrar con un problema inesperado de falta de consumo aunque mejore la economía.
Los consumidores, por norma, se entregan a ciclos largos de gasto que van seguidos de otros periodos también largos de ahorro en los que reposan. Tras quince años de consumo enloquecido, los españoles están saciados, lo que explicaría la anorexia económica y su deflación derivada. El consumidor se ha vuelto oportunista y sabe que esperando, obtendrá la mercancía a un precio mucho más asequible. Si bien ahora hablamos de crisis de financiación, no podría ser que si volviera a hacerse posible el crédito con mayor flexibilidad, ¿el consumo ya no volvería a ser como antes?
En cualquiera de los casos será imprescindible que en las fases de gasto futuras, los consumidores dejen de utilizar el crecimiento de valor de su riqueza inmovilizada para conseguir endeudarse más como una alternativa al ahorro. Algo que siempre funcionó de un modo poco convencional puede ser toxico para una fase de recuperación aun lejana.
¿Tranquilos? Esto corre prisa.
Esto corre prisa. La primera medida “anticrisis” que el nuevo gobierno debe adoptar es la anunciada reunión con los agentes sociales. Puesto que el presidente será el mismo, la vicepresidenta parece que también y Solbes repite en el Ministerio de Economía, no hay excusa para esperar más tiempo. Un ejecutivo en funciones como este puede disponer medidas que serán asumidas sin problemas por el futuro equipo.
Esto corre prisa. La primera medida “anticrisis” que el nuevo gobierno debe adoptar es la anunciada reunión con los agentes sociales. Puesto que el presidente será el mismo, la vicepresidenta parece que también y Solbes repite en el Ministerio de Economía, no hay excusa para esperar más tiempo. Un ejecutivo en funciones como este puede disponer medidas que serán asumidas sin problemas por el futuro equipo.
Ahora que Zapatero parece haberse dado cuenta de lo crítico del momento y, cómo dijo en campaña, tiene pendiente una reunión urgente con los agentes sociales para emprender un plan de medidas que reactiven la situación económica, no debe demorar la agenda económica por culpa de la política. El tema está blando y en apenas seis meses ya se ha perdido más de medio punto de dinamismo productivo. La mayoría de analistas con los que hablo prevén un crecimiento por de bajo del 2% a finales de 2008. Una caída de esta envergadura no se recuerda desde principios de los noventa.
El problema es que nuestro modelo de crecimiento se ajusta. Volcados en el consumo y en la construcción esto se tambalea cada vez con mayor amplitud. Por eso es importante parar y analizar lo que pretende el nuevo gobierno para sacarnos de este agujero. Las medidas que se intuyen según las palabras de Solbes y del programa electoral son:
- Para luchar contra la destrucción de empleo y la desaceleración económica, Zapatero espera poder construir 150.000 viviendas de protección oficial cada año y así detener el desplome del sector de la construcción.
- Para atenuar los problemas de liquidez de los hogares españoles, Zapatero repartirá 400 euros a través de las devoluciones del IRPF.
- Para mejorar el poder adquisitivo de los pensionistas subirá los 615 euros de prestación mínima hasta llegar a los 700 y los 658 de jubilación pasarán en la próxima legislatura a los 850.
- Para luchar contra la inflación, Zapatero creará un observatorio que identifique los desfases de comercialización de productos primarios. No obstante, espera que en mayo y junio el incremento de precios se vaya suavizando.
- Para luchar contra un paro que viene asociado a las fases de desaceleración habitualmente, el gobierno no tiene demasiadas herramientas a estas alturas. No hay un nuevo modelo de crecimiento, no hay políticas activas para el cambio de motor económico y todas las esperanzas están depositadas en la aplicación de la Ley de Dependencia. Se esperan crear 300.000 empleos y con algunas inversiones en sentidos complementarios se espera crear medio millón de puestos de trabajo mientras se pierden del sector inmobiliario.
¿Ya están más tranquilos? Yo no, puesto que:
- La licitación de obra pública, incluido el VPO, necesita de 3 a 5 años para empezar a generar empleo.
- Los que no hacen la declaración por que no llegan al mínimo exigible son los que más necesitan esa ayuda de 400 Euros y esos no lo percibirán.
- La subida de pensiones debería ser transversal puesto que los más afectados por la falta de poder adquisitivo son aquellos que perciben ayudas que los aparcan al límite de la indigencia.
- La inflación ya no es el problema, el nuestro empieza a tomar un tono gris azulado, el color de la estanflación.
- La Ley de Dependencia dará trabajo, eso es evidente, pero quien pagará esa ley si los ingresos corrientes del Estado están cayendo en picado.
¿Ya no están tranquilos? Yo tampoco.