Algunas tendencias tecnológicas para 2020
Lo recomendable es analizar los avances tecnológicos con cierta distancia y en segmentos lo más amplios posibles. Hacerlo de manera interanual no permite detectar lo importante de ese progreso tecnológico. No obstante, en la suma de esos pequeños pasos hacia el futuro, se conforma la tendencia global. La mejor manera es listar las que pueda parecer que van a suceder. El gran Alex Hern publicó en The Guardian las tendencias que, a su juicio, probablemente se van a producir en 2020 y que me he permitido seleccionar y puntualizar algunas.
Lo recomendable es analizar los avances tecnológicos con cierta distancia y en segmentos lo más amplios posibles. Hacerlo de manera interanual no permite detectar lo importante de ese progreso tecnológico. No obstante, en la suma de esos pequeños pasos hacia el futuro, se conforma la tendencia global. La mejor manera es listar las que pueda parecer que van a suceder. Este post no busca hablar de lo que va a pasar en el futuro lejano o en los próximos cinco años, simplemente se trata de relatar lo que, probablemente, será noticia en los próximos doce meses en el ámbito tecnológico. El gran Alex Hern publicó en The Guardian las tendencias que, a su juicio, probablemente se van a producir en 2020 y que me he permitido seleccionar y puntualizar algunas.
1. Continuará la decadencia de los nuevos medios y de algunas redes sociales.
En la última década, se crearon muchos medios que aprovechaban la distribución en las redes sociales y en los anuncios programáticos. Su difusión ha logrado cifras que se acercaban a las cabeceras de siempre. Sin embargo en Estados Unidos y Gran Bretaña hay muchos que están cayendo desde 2016 debido al enorme sesgo informativo de todos ellos y la limitación en la capacidad de difusión que ahora tienen en las mismas pistas en las que antes se movían. A la vez, redes como Facebook o Twitter, a pesar de los datos que ofrecen, cada vez es más gente la que evidencia un uso menor, casi residual de la primera y cansina, demasiado anónima y endogámica, la segunda. ¿Puede que 2020 sea el año en el que des de baja de tu perfil de Facebook y dejes de utilizar de manera asidua Twitter?
2. El próximo iPhone tendrá cuatro cámaras traseras.
La industria de los teléfonos inteligentes parece seguir la tendencia de Gillette que saca una maquinilla nueva de afeitar con una cuchilla más cada año. Como otros teléfonos ya tienen cuatro cámaras, lo más probable es que Apple la incorpore también.
3. El dúplex de Google no se lanzará en Europa
Duplex es uno de los productos más impresionantes y futuristas que ha presentado Google en los últimos años. Un asistente de inteligencia artificial que puede hacer llamadas a empresas en tu nombre para hacer reservar citas o averiguar los horarios de vuelos. Duplex fue muy criticada por ser demasiado buena ya que su uso podría describirse como ‘engañoso’ y no permitía obtener un consentimiento para recibir una llamada sintética, algo que exige (para los emails por ejemplo) la GDPR europea.
4. La realidad virtual vivirá un segundo boom.
La realidad virtual ha sido el ‘next big thing’ durante cinco años y, siendo importante, no ha logrado todavía que eso se cumpliera completamente. Pero al parecer, este sí podría ser gracias a una empresa de juegos llamada Valve. Se tratará de la última edición la serie ‘Half Life’ que lanzaron inicialmente en 2007 pero que en la nueva versión ‘Half Life Alyx’ podría ser el un detonante para la compra masiva de dispositivos. Veremos.
4. El cybertruck de Tesla no se venderá.
Esta es una predicción fácil de hacer, puesto que la propia Tesla está afirmando que su llamativa bestia de acero angular no estará disponible para la venta en 2020. El argumento es que la producción ni siquiera comenzará hasta 2021, y los propietarios recibirán su primeros envíos en 2022.
5. Ni rastro del cristal inteligente y el coche de Apple
Los dos secretos tecnológicos peor guardados de Apple son un par de gafas de realidad aumentada y un auto sin conductor. Las gafas tienen un plan de lanzamiento por lo menos aunque no muy definido, pero lo del automóvil, por ahora, no es más que algunas contratas a Tesla y para de contar. Las gafas serán para 2021, el coche vete tú a saber.
6. La publicidad llegará a los altavoces inteligentes.
Amazon y Google dominan cómodamente el panorama de los altavoces inteligentes, pero ninguno ha respondido una pregunta importante: ¿qué ventaja supone tener todos estos dispositivos en tu casa? Los descuentos agresivos de precio evidencia que ninguno de estos asistentes están siendo un éxito de ventas como esperaban. Amazon ha experimentado el uso de Alexa como un canal minorista, pero la única forma de ganar mucho dinero con esto es mediante el recurso de siempre, la publicidad. Prepárate para que tras tu ‘Hola Google’ te salga un anuncio ‘especialmente para ti’.
7. Google se beneficiará del artículo 13 de la Unión Europea.
Mientras la Unión Europea estaba elaborando los detalles de la directiva de derechos de autor de 2019, Google se enfureció por dos propuestas, los artículos 13 y 15 del proyecto de ley, que denominó el “link tax’ y el ‘uploader filter’. La aprobación de la directiva se decía que pudo resultar el fin de YouTube en Europa. Si bien son cada país a título individual las que ratificarán esa legislación, se esperan protestas y desafíos legales. Sin embargo, en última instancia Google puede beneficiarse del artículo 13 pues están en una buena posición para construir y licenciar los filtros de contenido necesarios para controlar el material protegido por derechos de autor curiosamente.
8. La Inteligencia Artificial emergerá en la guerra cibernética.
Simon Shooter, socio de la firma de abogados Bird & Bird, predice que 2020 verá la escalada más importante nunca vista en la llamada guerra cibernética con el uso de la IA en todos los bandos de cualquier batalla. Los hackers han estado experimentando durante mucho tiempo con herramientas automáticas para entrar y explotar redes corporativas y gubernamentales, pero la necesidad de permanecer indetectable ha limitado el uso de IA en la práctica. Sin embargo, a medida que la guerra fría cibernética se calienta, eso podría cambiar.
9. Google, Nike y la tecnología portátil.
Cuando Google compró Fitbit, evidenció sus planes en el ámbito de los wearables. Un espacio donde anteriormente había tenido problemas por cierto con las Google Glass por ejemplo. El sistema operativo Android Wear de la compañía es un ataque frontal contra Apple Watch. Sin embargo, su decisión de no dedicarse al hardware directamente parece algo miope en un sector donde el emparejamiento elegante de software y diseño es una apuesta acertada. En comparación, Nike, que ha tejido una fuerte narrativa sobre la marca impulsada por su visión creativa se asociará con uno de ellos para una nueva narrativa empresarial y tecnológica.
10. 5G será significativo
De algún modo, la tecnología 5G ya está técnicamente en marcha. Pero todavía hay pocos dispositivos que admitan el nuevo estándar, y aún menos que sean aceptables para los primeros usuarios obsesionados con los dispositivos que de otra forma serían los primeros en participar, ya que los dispositivos insignia de fabricantes como Samsung, Google y Apple continúan siendo 4G solamente. Eso cambiará en 2020, se espera que el Pixel 5, iPhone 12 Pro y Samsung Galaxy S11 admitan conexiones más rápidas.
11. Apple experimentará el activismo laboral
Las únicas personas con el poder de cambiar cómo funciona Silicon Valley están dentro de Silicon Valley. El activismo de los empleados estalló en 2018, con los trabajadores de Google y sus denuncias de acoso sexual, los trabajadores de Microsoft haciendo campaña contra el Departamento de Defensa de los EE.UU y los trabajadores de Amazon uniéndose en protestas contra el trabajo de Inmigración y Aduanas. Pero Apple, el más grande de todos, hasta ahora ha evitado que su personal exprese disidencia pública, algo que podría cambiar.
Realidad Virtual, Inteligencia Artificial y Automatización. Google mueve ficha.
En la sesión inaugural de su convención anual I/O celebrada anteayer cerca de Mountain View, Google presentó a los desarrolladores que asistieron la plataforma Daydream con funciones VR (Realidad Virtual) para la próxima versión del sistema Android. Un diseño acompañado de un mando a distancia para señalar con la mano un punto concreto
En la sesión inaugural de su convención anual I/O celebrada anteayer cerca de Mountain View, Google presentó a los desarrolladores que asistieron la plataforma Daydream con funciones VR (Realidad Virtual) para la próxima versión del sistema Android. Un diseño acompañado de un mando a distancia para señalar con la mano un punto concreto.
Ayer bromeaba con uno de los miembros de la delegación irlandesa que estuvo en el Festival de Eurovisión que, en unos años, el evento que nació en 1956 y que cada año vive diferentes innovaciones en formato, tele-voto, uso de las redes sociales, escenografía, iluminación y efectos, se emitirá por VR.
Imagina colocarte un dispositivo de realidad virtual en tu sala de estar y ser capaz de estar en el escenario con los artistas de Eurovisión o sentarte en la primera fila de la audiencia. Será un nuevo mundo para la publicidad, un modelo desconocido para aplicar el llamado ‘branded content’ por cierto. La realidad virtual otorga un campo de visión de 360 grados ofreciendo la oportunidad de crear experiencias fascinantes y cautivadoras.
Google, Facebook, Microsoft y Amazon lo saben y trabajan, entre otros puntos de innovación, en el VR. Goldman Sachs estima que la penetración de la realidad virtual en el campo de los eventos en directo alcanzará los 4,1 billones de dólares en 2025 con micro pagos de 10 dólares por evento. Las plazas son infinitas y todas en primera fila gracias al VR.
Pero eso no fue todo lo que Google decidió presentar para poner nerviosa a la competencia y para indicarnos por dónde van a ir los tiros en los próximos meses y años. Además de DayDream, Google presento tres novedades más: una plataforma de servicios por voz y dos dispositivos complementarios para ella. Esta plataforma inteligente que aprende de nuestra actividad digital y a la que podremos acceder desde cualquier dispositivo y mediante nuestra voz se llama Google Assistant, una especie de Siri de Apple o Cortana de Microsoft pero evolucionados.
El bicho en cuestión escucha centenares de millones de búsquedas que se hacen por voz cada día en el buscador de Google y es capaz de interactuar y conversar con el usuario en inglés. Permite, por ejemplo, que si preguntamos por el restaurante más cercano a un lugar determinado nos responda con uno en concreto. La siguiente pregunta que podremos hacerle es sobre los platos del día sin repetir el restaurante en cuestión y reservar por voz.
El otro producto físicos complementario al DayDream se llama Google Home. Un dispositivo con el que a través de un micrófono escuchará todas nuestras consultas y nos responderá a ellas. Además permite escuchar música que obtendrá de cualquier conexión existente. Su derivación domótica se puede ver en el video que acompaña este post y que parece sacado de alguna película de ciencia ficción de aquellas en las que los miembros de una nave espacial dialogan con un cerebro central. La novedad reside en la capacidad de atender a todos los miembros de una familia en base a sus preferencias en el mismo hogar bajo un criterio de unidad de acción independientemente de las unidades de dicho dispositivo se cuente en casa. Digamos que es la competencia a Echo de Amazon.
El segundo dispositivo para Google Assistant es Allo. Un chat cifrado para smartphones dónde el mercado está algo saturado con WhatsApp, Facebook Messenger o Snapchat. La aparente mejora residirá en las respuestas predictivas que el chat te ofrecerá cuando recibas respuestas de tu interlocutor atendiendo al historial de conversaciones que tengas con ese otro usuario y las que sueles ofrecer en casos similares. ¿Miedo?
El asunto toma envergadura. Allo es capaz de identificar fotografías que te envían, por ejemplo si chateas con alguien que te envía una foto de él con la Torre Eiffel de fondo, el artilugio te sugerirá una respuesta nombrando París gracias a los millones de tags que los usuarios han ido guardando en Google.
Allo tiene cierto aire al ‘bot’ de Messenger. Está claro que el espacio a conquistar se sitúa en la Inteligencia Artificial y las grandes corporaciones se han centrado en ello. Con esto Google puso las bases de la nueva guerra por el control comercial de la innovación digital. Una innovación que tiene muchos frentes. Estos sólo son algunos de ellos. La Cuarta Revolución Industrial que vivimos y la Transformación Digital obligatoria de nuestro entorno se van definiendo en base a estas grandes corporaciones. Print 3D, Big Data, conducción autónoma, plataformas de economía colaborativa, etc., son las capas de un gran puzzle que más pronto de lo que creemos vamos a ver completado.
Pizzas digitales o el cambio de producto a servicio
Uno de los mejores restaurantes de Irlanda está desarrollando una aplicación que sus clientes se descargarán al pagar la cuenta. De este modo obtendrán un 10% de descuento inmediato y podrán hacer uso de diferentes objetos conectados entre si dentro de la sala. A partir de ese momento los satisfechos comensales entran en una dinámica de relación con el restaurante que permite a unos y a otros beneficiarse mutuamente. Los clientes reciben información puntual de todo cuanto les puede interesar y el restaurante adquiere datos muy valiosos.
Uno de los mejores restaurantes de Irlanda está desarrollando una aplicación que sus clientes se descargarán al pagar la cuenta. De este modo obtendrán un 10% de descuento inmediato y podrán hacer uso de diferentes objetos conectados entre si dentro de la sala. A partir de ese momento los satisfechos comensales entran en una dinámica de relación con el restaurante que permite a unos y a otros beneficiarse mutuamente. Los clientes reciben información puntual de todo cuanto les puede interesar y el restaurante adquiere datos muy valiosos.
Una divertida marca de ropa femenina italiana presentará sus colecciones en pasarelas virtuales. Mientras las modelos visten y desfilan, los asistentes que han recibido unas gafas de realidad virtual temporalmente pueden ver ‘lo que no se ve sin ellas’ e identificar junto a cada chica el nombre de la pieza, sus características principales y finalmente su precio. También pueden completar la compra directamente sobre esa imagen virtual.
Ambos proyectos los están desarrollando una misma empresa tecnológica junto a nuestra consultora. Los dos son ejemplos de cómo la digitalización no conoce limites, ni de sectores aunque estos sean tremendamente analógicos. El primero ha pasado de vender pizzas a coleccionar datos y el segundo de mostrar ropa a vender experiencias virtuales.
Ambos tienen un punto en común: el conocimiento del cliente. El restaurante interactúa con sus clientes para conocer gustos, juega con ellos y obtiene información sobre que horarios, platos y servicios puede ofrecer. El segundo conoce a tiempo real el modo en el que las personas ven y analizan sus prendas. Ambos han pasado de una producto a un servicio. Siguen vendiendo productos, sí, pero ahora también ‘venden’ un servicio.
La economía digital está cambiando las reglas de juego tradicionales. Ya quedan pocas industrias que puedan sentirse ajenas a ello. Desde el año 2000, el 52% de las empresas del Fortune 500 han quebrado o han sido adquiridas. Lo más curioso es que ninguna de ellas lo vieron venir. Se trató de algo rápido, disruptivo y que tuvo que ver con el eléctrico cambio que la transformación digital ha producido en todas las cadenas de valor, en los procesos, en la comunicación y en los modelos de negocio.
Empresas que eran tremendamente rentables lo dejaron de ser de la noche a la mañana simplemente porque lo que fabricaban o vendían pasó a un plano distinto. De vender algo a ver como alguien lo ofrecía gratis. La diferencia estaba en el soporte, en el concepto en si mismo del producto que pasaba a ser un servicio. Muchas de esas empresas que en apenas tres lustros dejaron de ser las más importantes del planeta se tuvieron que enfrentar al reto de descubrir nuevos modelos de negocio sin dejar de ser esencialmente lo mismo.
Kodak insistió en mantener un producto cuando la fotografía empezaba a ser algo que no precisaba de un soporte ni de un revelado. La digitalización se llevó por delante a la mayor empresa de productos fotográficos de la historia. Instagram vendría a ser ahora lo que significaba Kodak en su momento. No convertir su modelo de negocio y su producto en un servicio la mató.
Un nuevo cliente me encargó el reto de analizar los distintos procesos de su negocio y más adelante diseñar nuevos modelos de negocio que puedan incrementar sus beneficios que se han estancado por cierto. Lo primero que hicimos fue analizar en que punto se encontraba la sustitución a digital de sus procesos naturales, que modelos asignados tiene actualmente y si el equipo directivo realmente está en sintonía con dicho cambio.
La idea es descubrir si les falta mucho o poco para la reconversión industrial hacia servicios que todas las empresas deberán hacer lo antes posible y si van coordinados con la velocidad tomada en su sector. En la mayoría de las ocasiones, en la mediana empresa el camino por recorrer es todavía enorme. En este caso es así, como también es apasionante descubrir que, estando en un sector dónde la competencia son startups disruptivas, las opciones de destacar con nuevos servicios son gigantescas. Una startup tiene la ventaja del descaro, de la disrupción desde el origen, desde la génesis, pero una mediana empresa tiene la experiencia en el sector. Ambas opciones pueden confrontarse y ambas pueden ganar cuota de mercado obviamente.
¿Has pensado en que punto de transformación se encuentra tu empresa? ¿Te has puesto a pensar si tu sector está sustituyendo los procesos a digital? Si lo haces descubrirás la urgencia de que te pongas en marcha. Si lo que vendes pertenece a un campo en el que esa sustitución está en su fase final, en lugar de entrar en pánico, deberías alegrarte pues estás ante la mayor oportunidad de crear nuevos servicios que jamás ha tenido tu compañía.
Reconozco que lo más difícil de todo es identificar realmente en que consiste la propia transformación digital. Muchas empresas u organizaciones confunden transformación digital con un mayor gasto en tecnología y otros simplemente creen que se trata de revisar su estrategia en la red. Pero el concepto es simple. Se trata de transformar, de que esa palabra lidere el significado. Si no hay transformación no hay nada. Ni digital ni de ningún tipo. Por eso lo principal es asumir que dicho proceso llevará implícito mutar, cambiar, abrazar un nuevo elemento, un espacio distinto a una velocidad inédita y de un modo desconocidamente compartido.
De hecho, en esencia, la transformación digital se reduce a digerir el hecho de que las personas y sus comportamientos digitales son completamente distintos a la de los clientes tradicionales. Se trata pues de una mayor comprensión de la naturaleza y contexto de esta disrupción, evaluando a quienes lo protagonizan y adelantándose a quienes lo protagonizarán.
Los puntos que destacaría en ese sentido podrían ser en primer lugar la importancia de entender el ritmo de esas acciones disruptivas, en segundo término el motivo por el que se acumula tal número de cambios, en un tercer aspecto es importante saber quienes son parte de ellos y finalmente detectar que tipo de empresas van a retorcer aún más el escenario económico digital.
¿Tu empresa ha empezado ya su transformación digital? ¿Quieres que te ayude a analizarlo?