Big Data, E-commerce, Sociedad, Startups Marc Vidal Big Data, E-commerce, Sociedad, Startups Marc Vidal

El error estratégico de no tener una tienda virtual.

Publicó Hamilton Global un informe encargado por Comertia que aseguraba que el 32% de los usuarios de la red que buscan artículos los acaban comprando en una tienda física. El 18% hace lo contrario, observa en espacios a pie de calle pero ejecuta la compra digitalmente. El 64% utiliza Internet como comparador de precios. El estudio resaltaba también que los compradores online premian el precio y la usabilidad de la web para decidirse a comprar, que un 23% de los compradores lo hace a través de la página oficial de la marca del producto y que un porcentaje mayor los compra en ‘marketplaces’ o plataformas que agregan multiproductos.

Publicó Hamilton Global un informe encargado por Comertia que aseguraba que el 32% de los usuarios de la red que buscan artículos los acaban comprando en una tienda física. El 18% hace lo contrario, observa en espacios a pie de calle pero ejecuta la compra digitalmente. El 64% utiliza Internet como comparador de precios. El estudio resaltaba también que los compradores online premian el precio y la usabilidad de la web para decidirse a comprar, que un 23% de los compradores lo hace a través de la página oficial de la marca del producto y que un porcentaje mayor los compra en ‘marketplaces’ o plataformas que agregan multiproductos.

Aunque todavía prevalece el ‘desktop’ como escenario natural de compra por parte de la mayoría de los encuestados, una quinta parte ya admite haber comprado a través de un dispositivo móvil. Sorprende que todavía una tercera parte todavía no ha comprado nada digitalmente y sigan apostando por las tiendas físicas tradicionales. Obviamente hay un aspecto generacional que se irá imponiendo y que, como el mismo estudio refleja, los tres perfiles demográficos que se destacan irán tendiendo hacia un solo espacio digitalizado.

El comportamiento de éstos tres segmentos europeos son por un lado los Millenials, (nacidos entre 80 y 90) que buscan mucha información previa antes de realizar la compra, y suelen comprar más online a la vez que visitan fundamentalmente centros comerciales en lugar de tiendas de calle. Luego venimos los de la Generación X (nacidos entre el 65 y 80). Según el informe compramos de modo menos impulsivo y combinamos la compra física y online. Finalmente los menos digitales del lugar los Baby Boomers (nacidos entre los años 50 y 64), que realizan compras por necesidad entre semana, a pie de calle y sin mucha búsqueda previa de información. La compra digital es anecdótica y va por barrios o aspectos sociales vinculados al nivel de alfabetización digital de cada individuo.

Es cuestión de tiempo pues que se vayan imponiendo los modelos de venta digital. Hubo un tiempo en el que, como dijo Bill Gates cuando eclosionó la red, ‘si no estás en Internet, no existes’, ahora podemos asegurar que ‘si no tienes tienda en Internet, no venderás’. Casos que conozco bien, como el del Corte Inglés que ha aumentado sus ventas en la red un 40% este último año cada vez son más habituales. Eso le pasará a los grandes y a los menos grandes. Es cuestión de ponerse y mirar de asesorarse o que te ayuden. Si precisas de ambas cosas puedes preguntarme.

Y la verdad, no es tanto estar por estar como estar donde están tus potenciales clientes. Los consumidores analizan, deciden y compran cada vez más en ese entorno. No es algo que puedas dejar para otro momento, el crecimiento de un negocio pasa por la capacidad de ventas, o enlace a una venta final incluso física, entre los visitantes de su tienda virtual. Ya no son solo clientes al uso, hemos pasado del cliente al consumidor, y del consumidor a la audiencia.

Hace 15 años todavía se buscaba en ‘páginas amarillas’. La diferencia radica en cómo hemos conceptualizado muchas veces el mecanismo de venta. Antes el cliente buscaba y localizaba el interés, ahora debes encontrarlo tú si quieres venderle. Era una exposición unidireccional mientras que ahora es una conversación sofisticada entre datos, ritmos de uso y capacidad de respuesta logística incluso. Desde el comercio apoyado en el big data hasta el que lo hará en el small data, todo se apoya en un mismo propósito, situarse en el centro del escenario donde todo va a pasar.

No obstante si algo ha cambiado para no regresar al punto de partida es el cómo se vinculan los clientes y las marcas, como se ha hecho más cercana y donde la prioridad ya no es sólo vender sino también generar un entorno de confianza entre ambos. Eso, desde la red, es inmensamente poderoso y uno de los puntos diferenciales entre pymes o pequeños comercios y grandes multinacionales. Ser capaz de afrontar ese valor diferencial y engrandecerlo es ventajoso para tiendas virtuales o comercios en definitiva que saltan a la jungla comercial que supone Internet ahora mismo.

Redes sociales, contenidos por todas partes, relación directa entre vendedor y consumidor a tiempo real, influencers y herramientas de análisis de todo tipo han cambiado el modelo de venta online. Es cierto que una cosa es tener una tienda online y otra ser capaz de vender, pero para ello, como en todo, hay quien te puede ayudar. No obstante, como está claro, Internet y su modelo de comercio electrónico vinculado solo hará que crecer y lo hará aumentando la velocidad. Lo hará en dispositivos móviles y automatizando todo aquello que sea automatizable. No verlo es suicida.

¿Te imaginas querer ir al cine de tu barrio y no poder buscar de camino y parado en un semáforo la cartelera de esa misma noche? ¿Te imaginas no poder hacer la compra de tus entradas? ¿Y con tu restaurante de siempre? ¿Cuánto hace que no vas a una oficina bancaria? Todo es ecommerce en definitiva, todo es lo que va a ser. Además, sin darte cuenta, sin saber porqué has empezado a exigir cosas que hace un par de años no te planteaban ningún problema. La velocidad de carga, las condiciones legales, las devoluciones, si es visible desde tu teléfono, si responden rápido un email o un tuit de queja, etc. Piensa, fue hace un rato que con todo eso eras benévolo y ahora pareces un experto en usabilidad y ‘customer service’.

Como te decía, el problema no es tanto si te va bien tener o no tener una tienda virtual y como la piensas gestionar. El tema es que tus clientes esperan que estés. No lo dudan igual que tú, si eres un comerciante o vendedor de cualquier cosa, cuando eres consumidor o cliente esperas que el otro si esté y esté bien.

Además, por si necesitabas algún estímulo más, decirte que según otro estudio publicado por AT Kearney, España es uno de los países donde más crece el comercio electrónico a pesar de todo y que durante los próximos cinco años, las compras online crecerán a un ritmo del 16% cada uno de ellos.

Imagina un mercado en una ciudad donde te aseguran que cada año va a entrar un 16% más de compradores. ¿No montarías un tenderete? Si necesitas ayuda o consejos, no dudes en contactarme.

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La transformación de las ciudades con la llegada de los 'taxibots'

Las ciudades, tal y como las conocemos y en cuanto a lo que las ordena o gestiona, ya poco tiene que ver con el modo en el que sucedía apenas hace una década. La automatización de miles de procesos se suceden y sustituyen a los que se regían por decisiones humanas. Uber ya dedica más recuros a desarrollar su futuro taxi automático que a crecer en el humano.

En los próximos meses, una de esas transformaciones de tipo disruptiva se va a ir imponiendo y nos mostrará la cara aproximada de cómo serán las propias ciudades en el futuro inmediato. Hablamos de los ‘taxibots’, los coches automáticos que a modo de flota auto conducida circule ordenadamente por ellas.

Hace unos días se presentó una simulación que mostraba la transformación de las ciudades mediante la eliminación de casi un 90% de los coches que ahora circulan, buscando nuevas trayectorias automatizadas y recortando tiempos de viaje. El estudio, la simulación, fue presentada por un equipo de científicos de transporte en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que analizó los datos de los viajes en coche reales en Lisboa para ver cómo una flota de auto-conducción, llamados ‘taxibots’ cambiaría el paisaje metropolitano de la capital portuguesa.

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Los ‘taxibots’ del estudio se basan en un ‘mix’ de empresas de transporte. La matemática juega un papel destacado en cómo se organizan este tipo de trayectos y, tras la simulación, el dato es espantoso. Nueve de cada diez conches son completamente innecesarios si se utilizara un ‘cerebro global’ que dirigiera por donde y cuando tienen que ir todos ellos. Pasa lo mismo con el transporte público en todas sus vertientes. Incluso analizaron el coste y modelo de trayecto que cualquiera de estos autos deberían pasar revisiones o arreglos. 

El estudio, que repito es de los más exhaustivos que se han realizado en cuanto a la realidad del movimiento automatizado y organizado, habla también de la innecesaria disponibilidad de ‘aparcar’ esos vehículos, con lo que los espacios para humanizar las ciudades sería enorme. Es curioso como poco a poco la tecnología nos da pistas de como podría ser el futuro. Cuantos más robots, cuanta más tecnología y automatismos, más vida, más tiempo para ser más humano. Es similar a otras revoluciones vividas por el hombre. Aquellos momentos de la historia en los que parecía que una máquina nos hacía menos humanos y resultaba ser todo lo contrario. El humanismo se basa en eso. Incorporar la tecnología en el punto exacto que permita una vida mejor.

La reducción de coches pone en juego muchos negocios actuales que se debaten en cómo sobrevivir en apenas una década (y ellos lo saben) a fin de soportar lo que por mucho que se quiera evitar, sucederá. La propiedad individual de automóviles liberará, según el estudio centrado en Lisboa, un espacio similar a 210 campos de fútbol, un 20% del espacio disponible en la ciudad.

El trabajo concluye algo que me parece aun mejor si cabe. El coste final de la construcción podría verse afectado de manera importante. El coste de edificación se aplica también a los aparcamientos incluidos en cada vivienda. Eliminarlos haría más sostenible el acceso a un derecho fundamental. Todos esos que defienden el derecho a una vivienda digna deben, desde ya, incorporar en sus programas electorales o lo que sea, la urgente aplicación de programas de ‘taxibots’ y coches automatizados que recorran las ciudades como ha decidido aplicar, por ejemplo, Londres el año que viene.

No es ciencia ficción. Es simplemente, querer. Leer los avances, acercarse a empresas que están desarrollando todo ello y ser valiente en las propuestas. El estudio/simulación destaca que los espacios de estacionamiento pasarían a valer el 1%de lo que ahora repercute. El canje es impresionante. La recaudación por zonas azules y otros métodos como impuestos fijados a la circulación privada debería procesarse ahora en otro modelo, que al ser más eficiente, precisaría de menos personas trabajando en los ayuntamientos y en menos demanda de costes en los mantenimientos. Si, menos empleo o un empleo diferente aun ni siquiera inventado. El futuro pasa por ahí.

Se supo hace unos días que gran parte de la última ronda de financiación obtenida por Uber está ya canalizada a la fabricación de este tipo de autoconducción para que la ciudad del futuro que describe el estudio no sea fantasía. De hecho ya tiene una planta desarrollando una flota al efecto. Cuando explico esto en algún foro siempre escucho lo mismo. Eso no pasará tan pronto. Y me pregunto, ¿que es pronto? ¿Como medimos ahora ese ‘pronto’? ¿Como lo medían nuestros ancestros, en la edad media, en los años veinte o como lo medimos ahora?. En apenas una década han pasado cosas que precisaron siglos en el pasado.

Hace unos días clausuré unas jornadas que celebraban el 20 aniversario de un Centro de Negocios. Al empezar, simplemente pregunté ¿recuerdan su cuenta de email el día que se inauguró este centro? Nadie tenía. Podría haber terminado la conferencia ahí, pero decidí seguir y mostrar lo que intuyo puede pasar cuando celebren el 40 aniversario.

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¿El Big Data puede ayudar a mi startup?

Como cada martes, hoy toca autor invitado. Hoy es otro de los autores de Westinghouse Future Economy, la revista digital que puedes encontrar en el quiosco virtual de Itunes o de Google Play. El post que hoy he elegido trata de unos de esos temas que a veces nos puede parecer inmensamente complejo y que sólo pueden atender o utilizar grandes corporaciones, el Big Data. La gestión de datos masivos es algo que se hace imprescindible y tratarlos adecuadamente debe ser una parte sustancial de nuestros proyectos empresariales. En la consultora tecnológica, Idodi Only Different Ideas, tenemos un departamento que se encarga de ayudar a la gestión de datos masivos a Pymes y Startups y sacarle el rendimiento más adecuado. Por esta razón me pareció hoy interesante elegir esta gran reflexión de Iván Giménez Chueca, un ejemplo del gran material que tratamos cada mes en WFE. Aquí os lo dejo:

¿El Big Data puede ayudar a mi startup?

Big Data es la palabra que hoy en día está en boca de todo el mundo. Al igual que lo sucedía hace unos pocos años con las Redes Sociales, hay debate sobre si una pequeña empresa se lo puede permitir, o es un terreno reservado para las grandes empresas porque requiere una gran inversión poder manejar esa gran cantidad de datos.

Según IBM, las compañías han recopilado más datos en los últimos tres años que en los 2.000 anteriores. La cantidad de información que se maneja nos hace empezar a trabajar con unidades como el petabyte (equivalente a 1.000 terabytes) o el yottabyte (1024 bytes). Unas dimensiones que pueden resultar abrumadoras para más de uno, por lo que no es extraño que muchos pequeños empresarios y emprendedores crean que sólo pueden encargarse entidades con grandes recursos.

Pese a esta apariencia, no se trata de una cuestión de tamaño del volumen de datos, sino de saber qué hacemos con ellos. Es decir, lo importante es tener clara una estrategia para utilizar toda esa información que está ahí fuera, y que generan mis clientes (ya sean actuales o potenciales). Los usos que ofrece el Big Data son muy variados, por ejemplo, permite ayudar a mejorar la logística, o con los indicadores que hemos recopilado puedo realizar predicciones financieras.

Es decir, en el caso de las startups tienen que saber hacia dónde queremos enfocar nuestros esfuerzos en el terreno del Big Data. A partir de ahí, con la información que obtenga una empresa se puede empezar a trabajar en tres grandes campos de acción.

https://www.youtube.com/watch?v=aXDrBGE4lEo

En primer lugar, conocer mejor el entorno donde se mueve la empresa. Si se delimita bien la información que puede ser de interés y se utilizan las herramientas adecuadas, la startup seguramente tendrá un conjunto de datos de alto interés que le pueden se de ayuda a la hora de tomar determinadas decisiones para el negocio. Antes, las compañías podían tener el conocimiento en bruto, pero no había tantos mecanismos de gestión como ahora.

En segundo lugar, esta información se puede monitorizar en tiempo real, algo que puede ayudar a agilizar la toma de decisiones para corregir errores y/o aprovechar oportunidades. Por ejemplo, el seguimiento que se puede hacer hoy en día a determinadas campañas con herramientas como Google Analytics o Google Adwords ha abierto nuevos e interesantes campos de actuación.

En tercer lugar, con la información que una empresa capta, le permite conocer mejor a sus clientes. Asimismo, otro punto fuerte en este ámbito es que se pueden segmentar más detalladamente los mensajes que se envían a los consumidores. También puede ayudar mucho a saber en qué canales están nuestros actuales y potenciales compradores.

Una vez tenemos la estrategia, es cierto que hacen falta herramientas. Algunas son muy costosas y complejas de utilizar; pero también hay algunas muy interesantes para las startups.

Por ejemplo, existe Hadoop, un software de código abierto que nos permite manejar miles de nodos y petabytes de datos. Otro instrumento interesante es Insight Squared que por 35 dólares ya permite al empresario empezar a trabajar con ella, y ha sido recomendada en múltiples canales como especialmente útil para las pymes. Por último en este repaso conviene destacar Canopy Labs, orientada principalmente a identificar a los clientes que puedan aportar más valor a la empresa.

https://www.youtube.com/watch?v=5DNde2Xj_-0

Por lo tanto, el Big Data puede ser una herramienta clave para el futuro de una startup. Con una estrategia adecuada puede aportar una información que ayudará a su crecimiento y desarrollo. Se trata de saber encontrar la oportunidad, tal y como se explica en este artículo de Entrepreneur del pasado mes de agosto. Pero no todo queda aquí. El Big Data en sí mismo también es una gran oportunidad de negocio para las startup. Todos aquellos emprendedores que estén buscando su idea pueden encontrar un terreno abonado en este ámbito.

Como siempre, hay que ir a buscar uno de los países referentes en innovación empresarial como es Estados Unidos. El McKinsey Global Institute ha publicado un informe donde identificar cuáles son los campos con más oportunidades para desarrollar un negocio vinculado al Big Data, y son tan variados como el marketing de segmentos, la sanidad, dispositivos de seguimiento, Social Media, o la investigación científica.

Para comprobar estas oportunidades de negocio que ofrece el Big Data a las startups solo hay que ver como en algunos medios económicos de referencia comienzan a realizar rankings para que se conozcan las empresas más prometedoras en este ámbito, como por ejemplo esta lista que publicó Fortune el verano pasado.

@Iván Giménez Chueca

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