Entrevista en Libertad Digital, 'La cultura del subsidio decapita la economía'
Ayer se publicó la entrevista que me hizo Diego de la Cruz para Libertad Digital, concretamente en Libre Mercado. Una conversación muy marcada por temas más ligados a la política económica que a tecnología, pero en la que lo pasamos bien. Aquí os dejo la transcripción que tambíén podéis ver en su lugar original.
Marc Vidal: “La cultura del subsidio decapita la economía”. Apunta que “nos han llevado a un pozo” y reivindica un impulso del emprendimiento y la innovación.
- Pregunta: Los jóvenes españoles son los europeos que más se plantean ser funcionarios. Hablamos de un 32% frente al 17% italiano, el 13% griego, el 11% luso… ¿No es descorazonador que haya tanta querencia por el empleo público?
Respuesta: Tiene que ver con un modelo económico, un aspecto cultural y una administración que poco o nada hace por cambiar esto. No solo es doloroso, es que es una oportunidad perdida. Los funcionarios son necesarios y no olvidemos que funcionarios hay de muchos tipos y en muchos de ellos es pura vocación. El problema viene cuando analizas los motivos de que, no habiendo tanta ‘vocación’, si haya ‘devoción’.
En términos económicos la seguridad que garantiza el empleo público vende muy bien. No requiere jugarte tu patrimonio, no tienes que lidiar con la falta de perspectivas en tu jubilación como le pasa a un autónomo por ejemplo. En lo cultural el trasvase hacia lo que supone ser emprendedor es muy complicado.
Emprender es lo contrario a la seguridad pública. Un emprendedor siempre está en crisis y el fracaso es un elemento consustancial con la propia actividad emprendedora. Culturalmente, como te decía, es un estigma, un motivo para que las cosas se pongan muy jodidas a partir de ahí y para siempre…
- Quizá no hemos sabido explicar lo que significa convertirse en empresario.
El agente de cambio más importante que tiene una sociedad es su tejido emprendedor. En el año 2008, parte de la economía estadounidense se desmoronaba pero, al mismo tiempo, nacían 250.000 empresas de base tecnológica, muchas con apenas dos o tres fundadores.
Ante la caída, decidieron ponerse en marcha con un criterio: cambio. ¿Aquí que hemos cambiado? ¿Cuál es la hoja de ruta? ¿De que va todo esto? ¿Por qué los que dirigen este barco se alegran cada vez que aumenta la cifra bruta de nuevas hipotecas? ¿En que planeta viven?
- Muchas de esas nuevas empresas que nacen en el ámbito tecnológico se enmarcan en ese sector de la nueva economía que choca con las regulaciones vigentes, pensadas para esquemas que poco a poco se van agotando. ¿Está España reaccionado de forma inteligente o se equivocan nuestros reguladores?
Por desgracia hay gobiernos que no saben medir los tiempos o los tiempos los han medido a ellos. La mayoría de estos tipos que dicen ir a sus ministerios a mejorar la sociedad y a ayudar a “sacarnos de la crisis” no tienen la más mínima idea de a lo que se enfrentan, ni falta que les hace.
Siguen considerando que para medir el emprendimiento en una basta con medir el número bruto de empresas o personas que trabajan por cuenta propia. En esa definición falta el baremo más importante, el que realmente define el verdadero valor emprendedor, que es el de la innovación. He ahí el aspecto que una sociedad debe acelerar para poder ir de cabeza hacia la tecnificación y la tecnología.
La visión distorsionada que tenemos de “por donde hay que recuperar la economía” se debe a que mayoritariamente la sociedad ve el mundo por el prisma de la prensa tradicional que a su vez transcribe los mensajes oficiales e interesados que a su vez componen con una absoluta indiferencia hacia la realidad que les rodea de lejos.
Una visión que habla de “recuperación” de no sabemos qué, de volver al crecimiento y creación de empleo de manera táctica y no estratégica y de un mundo de colores pastel que no te puedes creer si has viajado un poco. Esto no va de inventarse un titular y esperar a ver que pasa.
Esto no va de esperar y que por ciencia infusa se “arregle” todo pues no hay nada que arreglar. Esto no va de generar empleo inmediato porque no se va a crear. Esto va de diseñar, estimular y generar un mundo nuevo vinculado a la tecnología, la economía digitalizada y digital, al conocimiento y al valor añadido de aquello que ya tenemos en marcha como el turismo y otros.
Por eso hay que decirle no a quienes quiere ponerle trabas a lo que ya influye, de un modo absoluto, la vida de muchas personas. Negar que una plataforma social es un vínculo entre usuarios y empresas y que de ello ya no puedes abstraerte es girar la cara a la realidad.
España está a punto de perder una oportunidad histórica. Un tren que pasa pocas veces, una opción de enrolarse en el cambio de época que vive la humanidad y de la que hablo en casi todas mis conferencias. Los retos históricos se pierden por desinterés, por ineficiencia o por voluntad. Se puede perder el tren por no ser capaz de correr hacia el andén si ves que se está escapando, porque no encuentras el andén o por que, viendo el andén y el tren parado, decides ir al bar.
¿Cuál es el caso que nos ocupa? Tengo la impresión que es una mezcla según el momento, tengo la idea, y la he perseguido todos los días, de que o por inútiles, vagos o mal intencionados mi futuro no puede estar en manos de nadie, solo puede estar bajo mi influencia. Les llamamos líderes vete tú a saber porque, pues su lejanía de lo que sucede es de tal calibre que probablemente cuando todo esto se los lleve por delante pasarán años hasta que se den cuenta.
- En España cala poco a poco la tesis de la recuperación pero ¿qué impresión tienen los inversores extranjeros con los que Vd. toca el tema?
Va por barrios. Vivo en Irlanda y me paso la mitad del año viajando por el mundo. En algunos países se sostiene la idea de que la recuperación de nuestro país es poco más que un eslogan, manido y repetitivo, suelen ser lugares donde, a pesar de crecer menos que lo necesario, lo hacen sustentados en un cambio de modelo de crecimiento vinculado a nuevos escenarios económicos de vanguardia.
Otros, los que nos incluyen en el tren de los “recuperados” ya van pensando en comprar pisos pues se espera la inflación del precio de la vivienda. ¿Te suena? ¿Tiene valor eso? Y es que la inversión foránea va dónde es factible ganar dinero lo antes posible. De momento eso parece factible, otra cosa será en base a que…
- Entonces, ¿en qué punto estamos?
No saldremos de la crisis simplemente afirmándolo. Nosotros mismos debemos ser capaces de trabajar para cambiar nuestro futuro. La historia de la humanidad es la historia de la evolución y de la modernidad, y esta modernidad conlleva momentos críticos como el actual donde quienes deben liderar los procesos, marcar con luces largas el futuro de todos, tienen la obligación de construir en base a la competitividad, eficiencia y construcción de una sociedad más equilibrada y justa. Pero eso no parece ser lo que está pasando.
¿Cómo piensan los que están, los que quieren estar y los que, parece, pueden estar, estructurar un país como España en un entorno económico robotizado, automático y con mucho menos empleo? ¿Cómo piensan balancear la pérdida del valor humano en cuestiones laborales, el incremento de máquinas al servicio de la eficiencia y la retirada genérica de intermediarios en todo lo que una plataforma digital puede sustituirlos? ¿Cómo han pensado mejorar mi vida, la de mi hijo, la del tuyo, la de todos cuando ese mundo, inminente, se despliegue?
Probablemente ellos no deban ser quienes deban liderar esto, porque son los responsables, en gran medida, de habernos llevado a un pozo mucho más profundo de lo que probablemente nos correspondía. Lo que debería de preocuparnos es que seguimos centrados en el corto plazo, en la táctica. Este planteamiento es muy pobre y que nos dejará al margen de muchas de las revoluciones (socioeconómicas y tecnológicas) que se están produciendo en el mundo.
- ¿Qué aspectos son fundamentales para tener éxito como empresario?
No debe haber una receta segura. Haciendo lo mismo me han salido cosas bien y otras mal. Con modificaciones casi imperceptibles un fracaso inminente se trastornó en éxito y viceversa. Creo que la clave está en la preparación, en las hostias que te da la vida y en administrar bien tu capacidad de liderazgo. Creo que tener espíritu de sacrificio, pasión por tu trabajo, predilección por lo imprevisto sobre lo previsible y vivir intensamente el valor de aprender, de innovar constantemente.
Según la OCDE, el 44% de los españoles entre 25 y 30 años que tienen ocupación, están trabajando en algo que requiere menos habilidades de las que tienen. Los jóvenes españoles no van al trabajo pendientes de vivir retos, sueños y expectativas de crecer emocional y profesionalmente. Muchos van pensando que allí no va a pasar nada excitante, que lo importante es que pase el tiempo.
- El modelo educativo no ayuda…
La educación es pura instrucción, no hay debate, pensamiento o crítica. Nadie enseña a nuestros hijos el valor del fracaso, a perseguir sueños a pesar de no ser “rentables”, a emprender como valor de libertad y no como factor de enriquecimiento.
No les enseñan a entender que un negocio es mucho más que una oficina, una fábrica, un campo de cultivo, un comercio o un escenario de venta, nadie les indica que también son espacios de conclusión, de rescate espiritual y de relación humana, de cooperación, de suma intelectual, de talento y de prosperidad.
Cambiar todo eso, educacionalmente hablando, podría también influir en lo que se puede considerar, al final, un empresario de éxito, pues ‘éxito’ es mucho más que ganar dinero, es reconocerte ante tu obra, tu sueño. A veces repercute en mil millones y otras simplemente en subir la persiana de tu taller, pero siempre, con la sensación de que son tus mil millones o es tu taller.
- ¿Cuáles son las preguntas que debemos responder antes de dar ese paso?
¿Cómo vas de espíritu de sacrificio? ¿Sabes que no sabes nada? ¿Miedo a fracasar? ¿Demasiado mayor para esto? ¿Tu proyecto es tu sueño? Si no dudas en ninguna de ellas, si no hay grises, mejor.
- Los españoles tienen una imagen mucho más negativa de la economía de mercado que otros europeos. ¿Qué aspectos del capitalismo defendería Vd. ante quienes abogan por otras recetas?
Yo del capitalismo, así, sin anestesia, le reconozco el valor de la innovación necesaria. Que es incómodo. Más de lo que se piensa. Un capitalista conceptualmente desea la libertad por encima de todo. No le gustan las regulaciones.
Por ejemplo en el caso del término emprendedor es muy evidente lo que quiero decir. A la pregunta ¿qué es un emprendedor? sólo tendremos dos posibles respuestas o puntos de vista. El primero es el más popular y asegura que los empresarios son personas que dirigen sus propias empresas. La segunda opinión, la que defiende Joseph Schumpeter. asegura que los empresarios son los innovadores de la economía y de la sociedad. Asegura que las personas tienen ideas, que quienes las convierten en empresas aportan valor social que se traduce en bienestar tarde o temprano. Ha pasado antes y seguirá pasando.
Para mi el capitalismo se rige por el valor de la empresa privada y para mí, la empresa privada es el estímulo de los cambios, que desde la cultura, la investigación y la política se pueden ir concibiendo. Si un país no es capaz de generar el escenario idóneo para crear empresas no tan solo perderá masa laboral, ciudadana, cohesión y otros factores que desestabilizan a una sociedad, sino que se alejará del talento, de la innovación, del progreso tecnológico y, por derivación siniestra, del bienestar y modernidad socioeconómica requerida.
Tengo la sensación que los empresarios o emprendedores que alteramos y desorganizamos continuamente la manera de hacer las cosas jugamos nuestro papel. Somos incómodos para los que eso les supone un colapso mental.
- Ha escrito un libro contra la “cultura del subsidio”, ¿qué efectos tiene en la economía de un país?
Lo decapita. El subsidio es necesario como elemento en una sociedad de vanguardia. La subvención también, estimula y tiene un objetivo, pero la cultura del subsidio es algo tóxico. Adormece y acomoda y sobretodo crea una masa social acrítica y dependiente. Así es. Se estimula una sociedad de valores en crisis donde, por lo tanto, el miedo al fracaso tiene su sentido, puesto que el nivel de tolerancia hacia este hecho es cero por ejemplo.
Si te digo que ‘papá estado’ se encarga de todo, que tras todos tus problemas te daré lo justo para que aguantes, sobrevivas, consideres que soy tu providencia, que poco harás contra mí. Se fabrican ciudadanos narcotizados cuyo miedo al fracaso es supino.
Por ejemplo, a los jóvenes, les ayudamos a conseguirlo todo y a evitar que se enfrenten al error. Muchos de esos chicos y chicas que analizan su futuro inmediato es normal que dejen de pensar en ‘emprender’ pues es más sencillo no confrontarse con ese miedo que te comento. Vivimos en la sociedad del “no lo intentes sino vas a lograrlo”.
El subsidio lo estimula, por eso creo que la ‘cultura del subsidio’ narcotiza y es contraria lo que necesita el punto exacto de la historia que hemos tenido la suerte de vivir.
Entrevista en Libre Mercado
La pasada semana Beatriz García me hizo una entrevista con ocasión del lanzamiento de Tueddy en la que también tratamos otros temas. Os la replico aquí. Al final estuvimos comentado aspectos que considero elementales para emprender. Se hace dificil no hablar de todo lo que está pasando en España, de como se está esquilmando la democracia a golpe de imposición europea y como la famosa “ley del emprendedor” se ha convertido en una broma de mal gusto. Como describe perfectamente mi buen amigo Remo hoy mismo las nuevas medidas ofertadas por Rajoy han convertido en una quimera eso de emprender. Como dije hace algún tiempo, estoy convencido que el emprendedor es una especie perseguida y lo es por lo incómodo de su esencia y su dinamismo crítico.
Ya sabemos que el profesional autónomo financiará a las Arcas Públicas en primer lugar. Los profesionales liberales o autónomos cederán gustosos un 21% de sus ingresos tal y como lleguen a Hacienda. Cuando pasen 18 meses, ya hacemos cuentas con el IRPF pero tú eres ahora el nuevo banco que presta el dinero al Estado. ¿Recordáis aquella frase de los autónomos pagarán el IVA cuando cobren la factura? Pues no, era una broma. Ahora toca adelantar más IVA con la subida al 21% sin cobrarlo siquiera. Una financiera con otras palabras.Si vas a contratar trabajadores, no olvides buscarte un buen abogado laboralista, porque la simplificación administrativa en la contratación se ha resuelto con un nuevo contrato de trabajo más y con una reforma laboral que nadie sabe muy bien cuál es el alcance. Pero si ya tienes trabajadores, no olvides que tus costes de Seguridad Social han aumentado a golpe de Decreto Ley, al igual que también tus trabajadores van a pagar más impuestos en concepto de Seguridad Social. Es lo que tiene eso de emprender.
Si por algún motivo, tienes problemas de tesorería y necesitas aplazar el pago de autónomos un mes, no te preocupes porque la Seguridad Social no te va a dejar si la deuda es inferior a 1.000 euros. Eso sí, cuando llegue el día siguiente a su vencimiento y no lo hayas pagado, el recargo por impago será del 20% olvidando el 3% anterior que existía.
Sin embargo, las medidas de “apoyo al emprendedor” no creo que se limite sólo a estas. Estoy convencido que “aun hay más”. Tengamos en cuenta que la mayoría de las decisiones tomadas la semana pasada eran de ciencia ficción hace unos meses y la Iliada hace unos años. Considero que vendrán más medidas y de igual o peor categoría. Se precisan casi 160.000 millones de ahorro en estas primeras rondas de recortes y medidas recaudatorias por lo que si no se logra la única bala que queda es la reiteración.
Me temo que el impuesto de sociedades llegará al 35% para aumentar unos 20.000 millones más la recaudación en el mejor de los casos, un nuevo aumento del IVA al 23% y la unificación de todo el impuesto eliminando poco a poco los reducidos y superreducidos. Veremos implementar las jubilaciones a los 67 años en menos de 18 meses y no en 2027 como aprobó Zapatero y a los 69 o 70 a continuación de manera opcional para aquellos que lo precisen. El balance negativo de la Seguridad Social no deja muchas opciones ante la caída exhaustiva de ingresos y contribuciones. Obviamente esto se irá viendo pero tengo claro que es cuestión de tiempo que nos sigan crujiendo, como ya dije, a impuestos y ser irá evidenciando que la mayoría se “derechos fundamentales” no eran más que servicios. Servicios que ya no se podrán ofrecer.
Os dejo también con la entrevista que antes señalaba y que en su parte final refleja mis consejos para emprendedores que se sientan, a pesar de todo, con ganas de girarle la cara a la realidad y optan por construir su propio futuro.
Uno de los inversores más reconocidos de España, experto en Nueva Economía, emprendedor consagrado, visionario, el autor de Contra la cultura del subsidio, una de las 10 personas más influyentes de Internet en el país… Cualquier categoría se queda corta para describir a Marc Vidal.
Con un número incontable de empresas a sus espaldas, en los últimos cinco años ha fundado cinco negocios y en una entrevista a Libre Mercado presenta su último proyecto,Tueddy, el Spotify de la moda. “Comparto esta definición porque pone a una misma altura a los diseñadores más importantes del panorama actual y a una pequeña tiendade cualquier parte del mundo, como hace Spotify con la música”, asegura Vidal.
“Otra descripción de Tueddy que se ajusta muy bien al proyecto la dieron un grupo de expertos la semana pasada en Dublín. Si Facebook es lo que piensas, Twitter lo que haces y Spotify lo que escuchas, Tueddy sería lo que vistes“, añade.
Tueddy, es un armario virtual que, además de permitir al usuario comprar en todos los rincones del planeta, le creará su propio perfil donde, únicamente, le mostrará aquellas prendas que son afines a él, le permitirá compartir su estilo con los demás e incluso descubrir las últimas adquisiciones de sus ídolos. Hay que decir que es una plataforma gratuitatanto para los diseñadores como para los usuarios finales.
Preguntado sobre las diferencias entre este portal y el resto de las webs de moda, Marc asegura que “no tienen nada que ver. Tueddy es un nuevo modelo de búsqueda, no es un portal de descuentos, ni de rebajas, aquí ninguna marca te ofrece el stock que no haya podido colocar. Aquí, el cliente se vestirá de manera eficiente porque tendrá exclusivamente lo que le gusta; más barato, porque no tenemos intermediarios; y de forma más atractiva porque le llegan las últimas tendencias”, explica.
Tras más de un año de trabajo y una primera ronda de inversión que ha alcanzado el medio millón de euros, el equipo de Tueddy ya tiene todo lo necesario para poner en marcha la plataforma. “Ahora estamos en el proceso de captación de los diseñadores y los interesados ya pueden inscribirse en nuestra web. Para facilitarles el trabajo, durante un mes nos encargaremos de subirles el material, después serán ellos los encargados de añadir sus productos, sus fotos, sus precios etc…”.
Marc explica que no es necesario ser un experto en la materia para llevar a cabo un negocio de este tipo. “La moda no es mi especialidad, pero mi habilidad fundamental es encontrar gente con talento y aquí trabajo con personas que saben de moda y de emprender. Yo he puesto la parte financiera porque creo en el éxito de este proyecto”.
El miedo a que te quiten lo que tienes “evita que des el salto”
Respecto a las actitudes de los españoles a la hora enfrentarse a la crisis, Marc asegura que “en España se desayuna cloroformo con el croissant y esto tiene que cambiar. El mundo ha mejorado gracias a los soñadores, a esos que intentaron cambiar las cosas por sí mismos y esos ‘locos’ son los que solucionarán los problemas”.
Añade que el miedo al fracaso es la principal barrera que impide que la cultura del emprendimiento se desarrolle en España. “Aquí, el miedo a que te quiten lo poco que tienes evita que puedas dar el salto, que te atrevas a creas tu propio negocio. En España el fracaso no se contempla como una forma de aprendizaje. Hay países como EEUU donde es todo lo contrario y solamente por el número de personas que lo intentan al final triunfan muchísimas empresas. De hecho, cuando las cosas van mal es cuanto más se esfuerzan por salir adelante”.
Vidal ofrece cuatro consejos a los futuros emprendedores:
- Lo primero que tienen que analizar es si esa empresa es capaz de generar rentabilidad. Hay que preguntarse de dónde va a obtener los ingresos.
- Los sueños empresariales no tiene por qué ser empresas por sí mismas, también pueden formar parte de otras.
- Que salten al vacío. Puede ser que fracasen, el propio Vidal asegura que se ha arruinado varias veces, pero se levantarán y aprenderán de sus errores.
- Para sacar adelante un proyecto no hay que sentarse a esperar a que venga la financiación externa. Si tienes una idea, el primero que debe apostar por ella eres tú mismo.
¿CRISIS DE CREDITO?
Hay un dicho que dice “si no puedes mejorar el silencio, no abras la boca”. Eso deben pensar algunos “expertos” que durante años sostuvieron la crisis no es sistémica y que los que defendemos este hecho estamos poco más que bajo los efluvios de la crisis porcina. Para los instalados en la zozobra incorporo este video que algunos lectores han recomendado. Habla de la crisis de crédito pero que sin ser demasiado “experto” uno se puede dar cuenta de que hay algo de sistémico en esa crisis. Por cierto, que nada tiene que ver con la crisis del capitalismo, eso, lo diga quien lo diga, es otra cosa.
Existe un dicho que dice “si no puedes mejorar el silencio, no abras la boca”. Eso deben pensar algunos “expertos” que durante años sostuvieron que la crisis solo era financiera y que los que defendemos que ahora vivimos una situación de precrisis sistémica que se traducirá de modos muy distintos en cada una de las adopciones domésticas, estamos poco más que bajo los efluvios de la crisis porcina. Para los instalados en la zozobra incorporo este video que algunos lectores han recomendado. Habla de la crisis de crédito pero que sin ser demasiado “experto” uno se puede dar cuenta de que hay algo de sistémico en esa crisis. Por cierto, que nada tiene que ver con la crisis del capitalismo, eso, lo diga quien lo diga, es otra cosa.