La necesidad de ofrecer datos reales.
A veces dudo de que muchas de las declaraciones que hacen los políticos sean sólo un modo de retrasar el momento de la crítica, la de aceptar que las cosas no van bien. Nadia Calviño, ministra de economía, dijo que el impacto económico del coronavirus sería ‘poco significativo’. La caída del PIB ha sido del 11%, sólo comparable con la postguerra. No puede ser que pensara eso. En marzo, tras el inicio del confinamiento, algunos escribimos que el desastre iba a ser monumental, que había que poner la economía en punto muerto, que no sería suficiente con plantear ayudas, sino que había que paralizar los costes fijos de la gente y de las empresas. No se hizo y ahora tenemos lo que tenemos.
A veces dudo de que muchas de las declaraciones que hacen los políticos sean sólo un modo de retrasar el momento de la crítica, la de aceptar que las cosas no van bien. Nadia Calviño, ministra de economía, dijo que el impacto económico del coronavirus sería ‘poco significativo’. La caída del PIB ha sido del 11%, sólo comparable con la postguerra. No puede ser que pensara eso. En marzo, tras el inicio del confinamiento, algunos escribimos que el desastre iba a ser monumental, que había que poner la economía en punto muerto, que no sería suficiente con plantear ayudas, sino que había que paralizar los costes fijos de la gente y de las empresas. No se hizo y ahora tenemos lo que tenemos.
Supongo que, al igual que se genera un discurso oficial en clave positiva cuando todo augura un desastre absoluto para ganar tiempo, cuando la evidencia demuestra la catástrofe, se disfrazan las cifras o se modifican los sumandos. Así se hace con el desempleo. En este vídeo expliqué en la Sexta la verdadera cuenta del paro en España, el motivo de tal desastre y su relación con el PIB. Además, algo que no se suele hacer, vinculé el motivo de caída del PIB con la parálisis de los motores económicos. Espero os sea útil, en televisión no es fácil explicar estas cosas, hacerlo así, y en tan poco tiempo.
Y es que España cierra 2020 como el peor país de las economías desarrolladas y de la Unión Europea en caída del PIB y desempeño del empleo. La decisión de mantener y subir impuestos y a la vez ser el país que menos apoyo al tejido productivo ha dado ha dejado a España en riesgo de no estar bien posicionado para una necesaria transformación digital y tecnológica de todo el modelo productivo. Las empresas han quedado heridas gravemente por esta crisis y la irregular gestión de la misma. Según el Banco de España, casi el 25% de las empresas españolas están al borde de la quiebra hoy. Una dificultad añadida para reabsorber a los 5 millones de parados que hay en España.
Que en una entrevista al presidente Sánchez de Europa Press, dijera que ‘la gran innovación de esta pandemia han sido los ERTE’ demuestra en el terrible escenario en el que entramos. España se enfrenta a 2021 sin capacidad de atraer inversión, más dificultades impositivas y burocráticas para crear empleo y con una escasa capacidad histórica para gestionar los fondos europeos que deberían estimular el cambio de modelo. Una economía compleja tiene crisis menos profundas y sale antes de ellas. No veo por ningún lado que la idea sea hacerla más compleja.
¿Los informativos televisivos tienen los días contados?
La jefa de informativos de la BBC, Fran Unsworth, explicó hace poco que los informativos en televisión tienen los días contados. Aseguraba que la corporación pública británica podría acabar emitiendo sólo una de las cuatro ediciones que ahora mantiene. El motivo: el éxodo de la audiencia cada vez más intenso hacia los smartphones o las tablets.
Cuando la crisis sanitaria pase, que pasará, llegará la crisis económica, que llegará. Pero la recesión derivada de todo cuanto ahora nos está sacudiendo también pasará. Y lo hará en dos frentes. Por un lado superando debates que no volverán, como la digitalización de muchos modelos de negocio y, por otro, recuperando el ritmo de lo que ya se preveía inevitable pero que la pandemia dejó en segundo plano. Hablo de la robotización, la automatización y la sustitución laboral en múltiples aspectos de la economía.
Lo relevante será quién lo tuvo en cuenta durante este tránsito y quién no. Aquellos que planteen mantener su hoja de ruta para modernizar, automatizar e incorporar la inteligencia artificial en sus relaciones comerciales, en sus procesos, en su generación de modelos de negocio y en, especialmente, estimular la formación de los equipos humanos para trabajar en un mundo nuevo, robótico, automático, sacarán la ventaja que en cada crisis unos pocos logran. Voy a poner un ejemplo que ocupa uno de los sectores aparentemente, y hasta hace muy poco, nadie consideraba amenazado laboralmente por los avances tecnológicos.
La jefa de informativos de la BBC, Fran Unsworth, explicó hace poco que los informativos en televisión tienen los días contados. Aseguraba que la corporación pública británica podría acabar emitiendo sólo una de las cuatro ediciones que ahora mantiene. El motivo: el éxodo de la audiencia cada vez más intenso hacia los smartphones o las tablets.
Fran Unsworth dijo que el boletín ‘News at Ten’ podría sobrevivir pero que seguramente el ‘News at Six’ u otros no. De hecho dijo que ‘el periodismo televisivo seguirá existiendo debido al poder de las imágenes para contar una historia, pero no necesariamente será recibido en el formato que tiene actualmente’. Desde su punto de vista todo ‘estará en el espacio digital y exigirá que se piense de otro modo, en otra dirección’.
Cuando ITN creó el primer boletín de noticias de media hora del Reino Unido en 1967, solo se encargó durante 13 semanas, porque los jefes temían que los espectadores lo encontraran demasiado aburrido. El Six O'Clock News de la BBC tenía, en ese momento, menos de 10 minutos de duración, mientras que el Nine O'Clock News tenía 15. Cincuenta y tres años después, los cuatro principales boletines de noticias diarios de la BBC son en este momento los programas más vistos en BBC One. Pero las cosas pueden cambiar rápidamente, algo que se puede trasladar a cualquier país, a cualquier sociedad. Digital News Report de Reuters señaló que el número de personas que sintonizan las noticias de televisión ha comenzado a disminuir de forma importante. Durante muchos años, el 75-80% de las personas veían regularmente un boletín de televisión, pero en enero de 2020 dijo que había caído al 55%. Aunque la crisis sanitaria lo ha ralentizado, la derivada es inevitable.
Probablemente siempre habrá una audiencia para un resumen diario de los informes de noticias de televisión, pero el mundo digital ofrece muchas opciones nuevas para presentar las noticias con mayor profundidad y claridad. La narración visual no está desapareciendo, está pasando por un momento extraordinario de innovación y transformación. El boletín de televisión tradicional con sus rígidas fórmulas de narración será para un número cada vez menor de personas, pero la pregunta es si los que hoy tienen entre 20 y 30 años desarrollarán ese hábito en años. Sospecho que no.
El asunto es más profundo. La televisión en sí misma es lo que ha dejado de interesar a muchos jóvenes y no tan jóvenes. El formato, el modo en el que se consume esa televisión es lo relevante. El contenido se ha convertido en el principal factor diferenciador, mientras que las tecnologías como la distribución, la búsqueda y la recomendación están utilizando los datos y la inteligencia artificial cada vez mejor. Las plataformas digitales se han convertido en meros canales de distribución, focalizadas únicamente en los aspectos técnicos de la entrega. El modelo de negocio de las empresas digitales ha cambiado ya que los consumidores no pagan por una plataforma específica, sino directamente por su contenido preferido.
En este escenario, los canales tradicionales han logrado con éxito su transformación digital y han asegurado una posición fuerte en el ecosistema de TV y vídeo. Los canales han evolucionado hacia plataformas digitales, estableciendo relaciones directas con los clientes y entregando contenido bajo demanda. Han incorporado nuevos servicios como la publicidad dirigida y las funciones de recomendación, que anteriormente estaban dominadas por las empresas de plataformas digitales. En el mercado coexisten las plataformas digitales, que desarrollan contenidos globales, y los canales tradicionales, centradas en el contenido local. Pero deberán mantener su reinvención. Nada es gratis.
Tengo claro que en el futuro, ver la televisión será una experiencia diferente para cada usuario y cada quien disfrutará de contenido distinto. Cada aventura televisiva será única donde la televisión tradicional y el contenido digital en vídeo se combinarán y se adaptarán a cada espectador con recomendaciones personalizadas creadas mediante tecnología de aprendizaje automático y opciones sociales para que la vida de los usuarios forme parte de sus experiencias.
Debate electoral: Ningún candidato pronunció la palabra 'digital'.
El debate electoral emitido por múltiples cadenas de televisión, organizado por la Academia de la Televisión, de ayer por la noche duró 178 minutos aproximadamente con pausas publicitarias incluidas. En teoría los candidatos que se postulan para presidir el gobierno español a lo largo de 2020, y en adelante, deberían haber hablado de futuro, que al fin y al cabo es para lo que les vamos a pagar, para lo que les vamos a votar. Pero no lo hicieron. Durante todo ese espectáculo no pronunciaron en ningún momento las palabras ‘digital’, ‘transformación’, ‘robótica’, o ‘innovación’. En el minuto 144 me han dicho que uno de los candidatos hizo referencia al término ‘tecnología’. No lo escuché, supongo que fue cuando fui al baño.
El debate electoral emitido por múltiples cadenas de televisión, organizado por la Academia de la Televisión, de ayer por la noche duró 178 minutos aproximadamente con pausas publicitarias incluidas. En teoría los candidatos que se postulan para presidir el gobierno español a lo largo de 2020, y en adelante, deberían haber hablado de futuro, que al fin y al cabo es para lo que les vamos a pagar, para lo que les vamos a votar. Pero no lo hicieron. Durante todo ese espectáculo no pronunciaron en ningún momento las palabras ‘digital’, ‘transformación’, ‘robótica’, o ‘innovación’. En el minuto 144 me han dicho que uno de los candidatos hizo referencia al término ‘tecnología’. No lo escuché, supongo que fue cuando fui al baño.
Los candidatos no dijeron ni pio sobre el futuro tecnológico y sus problemáticas que hay que prever. Los periodistas tampoco les cuestionaron por ello. Estaba pactado hablar de otras cosas. Por muy preocupante que sea, también tiene que decirse que en las tertulias de ‘tele-realidad’ y análisis ‘post-match’ tampoco se está haciendo referencia a este relevante silencio. Y no es que a mí me interese especialmente hablar de un futuro tecnológico por afinidad profesional. No, la verdad es que las cosas pintan complejas en materia económica y la única vía para afrontar el futuro a medio y largo plazo es comprendiendo que el mundo ha cambiado y precisa de planes, estrategias y modelos de crecimiento vinculados a la sociedad del conocimiento y no a la batería de temas manidos, endogámicos y retorcidos de la política de siempre.
Es cierto que cuando en la televisión generalista se trata el tema tecnológico es para empequeñecerlo. No se profundiza, no suele haber tiempo, y no se examina la inevitable reducción de puestos de trabajo tradicional que se avecina y a cambio se ofrece un robot simulando pensar o hablar. El tema es serio y se debería de poner en el centro de todo debate político. Y más cuando éste era tan importante. Llevamos años de parálisis y lo vamos a pagar. Otros países de nuestro entorno se pusieron en marcha hace un tiempo y esa ventaja no se reducirá hablando sólo con un maniqueísmo de vergüenza ajena. En 2 años, España ha caído 5 puestos en el ranking de los países más innovadores del planeta. El 80% de las pymes españolas desconocen que para competir en la próxima década precisarán automatizar, robotizar, gestionar datos y activar inteligencia artificial en procesos y nuevos modelos de negocio. El 100% de los participantes en el debate parece que también lo desconocían.
Si para que se discuta de un futuro tecnológico y automatizado hay que alarmar previamente con cifras de estructura económica, podemos hacerlo. Sin embargo hay que exponer una premisa. Ninguno de los datos económicos cada vez más negativos tienen que ver con una mala gestión económica de nadie, sino por una nula gestión económica de todos. Aquello que se llamó crisis era una deflación del capital, a la recuperación le vamos a acabar llamando una deflación social. De ahí deriva todo y de ahí va a derivar el desastre. No se hace un diagnóstico correcto. Si seguimos pensando en recuperar una economía que no va a ser competitiva cada vez creceremos menos y en un país donde para crear empleo antes se precisaba crecer por encima del 2,4%, eso es un problema enorme. Ahora, para crecer, con un 1,7% es factible crear empleo. ¿Cómo puede ser? Es muy fácil. El empleo que se crea es precario y precisa menos crecimiento para generarse. El ciclo es de aurora boreal y seguimos mirando hacia el océano. Y es que, ante una desaceleración económica que se acabará convirtiendo irremediablemente en crisis, estamos en una situación mucho peor que en 2007, cuando el mundo se cayó.
Hay quien defiende que la crisis no será tan dura. Lo que no será es tan abrupta, pero podría ser mucho más larga. Veamos algunos datos significativos para entenderlo. En 2007 teníamos una deuda pública sobre PIB del 37%, hoy es superior al 100%. No tenemos capacidad de respuesta a una crisis desde el ámbito público sin masacrar el tejido productivo con más impuestos. En 2007 el euribor estaba al 4,87%, hoy está en una tasa negativa del -0,46%. Ojo a esto. Tenemos el coeficiente de crédito 5 puntos largos por debajo lo que evidencia que el Banco Central Europeo no va a poder ayudarnos porque se ha quedado sin capacidad de maniobra en política monetaria. Entramos en tierra desconocida en materia económica. Nunca nadie estuvo aquí antes.
Sigamos. El paro en España en 2007, cuando explotó la anterior crisis, estaba en el 8,8%. Hoy lo tenemos en el 13,8%. El paro joven en 2007 era del 19,2% y hoy es de un dramático 32,2%. Es decir, ni con la hipotética recuperación no hemos sido capaces de crear suficiente empleo y el que se ha creado no llega a los jóvenes. Por cierto, hay un dato que dice mucho más sobre la capacidad empresarial de evitar el problema económico que se acerca. En 2007 en España había 3.420.000 empresas. Hoy hay 3.340.000 empresas, unas 80.000 menos que demuestran que estamos menos preparados aún para soportar el golpe que puede producir la reducción de inversión y de gasto privado.
Aun hay más. Las cifras de creación de empleo empiezan a ser ya una evidencia de que la máquina se ha parado. Mientras sus señorías se discuten sobre sus cosas, la gente va perdiendo su empleo de manera cada vez más rápida. Además, pocos analistas recogen algunas métricas que esconden un desastre aun mayor del que se evidencia en los datos de escaparate. Por ejemplo. Se dice que la variación trimestral de la ocupación, que ha sido la menor en siete años, en realidad ha sido buena porque se han generado casi 70.000 empleos netos. El problema es que nadie hacer referencia que de esos, la mitad del empleo creado es empleo público. Algo que nunca ha pasado. Es decir, si se elimina ese doping la variación trimestral es la peor en mucho más tiempo.
Y ahora vamos a las cifras de hoy. No me extenderé por no llorar. Se han ampliado en casi 100.000 los parados en octubre. La mayor subida del paro en un mes de octubre desde 2012. Y en términos relativos, desde 2008. Además, si analizamos los diferenciales fuera de estación veremos que estamos ya muy cerca de destruir empleo. ¿No te lo crees? Mira. En diciembre de 2018 teníamos 3.202.907 parados, en septiembre de 2019 eran 3.079.711 y en octubre ya son 3.177.659. Estamos a menos de 25.000 parados más para poder decir en términos anuales que se destruye empleo neto.
Saldrá algún ministro asegurando que la economía española es robusta y lo demuestra que, a pesar de las cifras de paro, la afiliación a la seguridad social subió un 2,3% de manera interanual. Lástima, pues esa cifra es la de menor incremento en los últimos años. Es decir, también se frena la afiliación. Se paraliza la reducción del paro pues el ritmo de descenso del paro es un 84% inferior al de 2018 y se crea un 23,8% menos de empleo que el año pasado. Por cierto, los autónomos crecen una tercera parte de lo que lo hicieron en 2018 también.
Pero nos queda el turismo, tranquilos. Lástima otra vez. El motor económico en España ya no crece. El turismo empieza también a frenar sobre todo en visitantes extranjeros. Se han encadenado varios meses en negativo y nadie ha tomado medidas para afrontar un posible desgaste del modelo. Seguimos pensando que la industria es secundaria y mientras vengan turistas y nos quede un ladrillo por poner, todo irá bien. El turismo supone el 15% del PIB y el 16% del empleo. Si sumamos el turismo y la construcción tenemos casi un tercio del modelo productivo español. ¿Que puede salir mal?
La solución no es sencilla, pero el futuro del turismo en España pasa por aumentar el gasto por turista y día. Para ello hace falta tecnología y transformación digital. Si se consigue se podrá crear más empleo y pagar mejores salario. Para ello es clave atraer más turistas americanos y asiáticos y menos europeos de tipo low cost que es tremendamente desleal y sólo busca ofertas. En muchos lugares que son competidores nuestros eso es lo que están haciendo. El sector turístico global más competitivo está profundizando en segmentos de turismo con valor añadido como el de salud, el de negocios o el de aprendizaje de idiomas que aumentan el tiempo de estancia y pueden realizarse en entornos menos masificados como la España vaciada. De momento pocos planes políticos al respecto por lo que, en resumen, la economía tradicional nos va a explotar en las narices.
Según la OCDE en 2050, cuando los nacidos en 1980 tengan apenas 70 años, es decir en la flor de su jubilación, habrá 77 pensionistas de cada 100 habitantes. Por ver la dimensión de la tragedia diremos que ahora son 29 y en 1970 apenas eran 19 por cada centenar de ciudadanos. De momento, para garantizar las pensiones en este país la tasa de desempleo no debería estar por encima del 6% en los próximos años o será insostenible. Ese es el gran desafío. Es desesperante contemplar como pasan los días y los años y el plan para afrontar ese riesgo no es más que un conjunto de improvisaciones que asustan.
Seguimos sin crecer en lo que hay que crecer. En innovación y preparación tecnológica. Ya no sólo es cuestión de ofrecer un espacio de desarrollo y crecimiento personal a las personas que quieren afrontar el futuro con cierta garantías. Ahora también está en juego el modelo de pensiones y el modo en el que se va a sujetar. O vamos a un modelo eficiente, tecnológico y que conjugue un verbo como el ‘optimizar’ antes que el de ‘crecer’ o nos vamos a dar una hostia de dimensiones bíblicas. Una sociedad digital y una economía transformada nos lleva a la eficiencia de los servicios y del reparto de pensiones más capaz. Mayor productividad y competitividad a ser modernos y capaces de reestructurar todo el sistema del bienestar y garantista del que somos incapaces de desprendernos. Por lo tanto, para garantizar las pensiones primero deberemos pensar en repensarlas como concepto, segundo apostar por una sociedad tecnológica y dejarse de idioteces como que los robots coticen y tres exigir a la clase política que se ponga en serio de una vez.
Estarás pensando, vale, pero ¿entonces que podemos hacer? ¿que debemos pedirles a estos candidatos?¿cómo se va a estructurar la entrada de nuestro país en el futuro? No se habla de hecho digital más que para incorporar tasas, costes o eventos diversos. Sin embargo debemos advertir al futuro nuevo ejecutivo que lo digital no sólo es algo que afecte a modelos de negocio, sino que lo hace en todos los aspectos y modelos sociales. Esta revolución tecnológica que empezó hace años, aunque algunos ni siquiera lo hayan percibido en gran medida, es como otras que ya sucedieron. Por lo menos como las que fueron relevantes. Esta tendrá como resultado un modelo nuevo de organización social donde conceptos como propiedad, empleo, libertad o estado deberán repensarse.
Y mientras unos seguimos dando vueltas al tiovivo otros están manos a la obra. En Francia, el presidente Macron presentó hace unos meses un plan nacional de Inteligencia Artificial. Suena a película pero no es ficción. Se trata de afrontar el futuro con sus propias herramientas. El mismo presidente galo apareció en Wired explicando para que era ese plan y que perseguía. Dijo que esta revolución tecnológica era en realidad una revolución política. Y tiene razón. Es evidente que cuesta imaginarse una entrevista en un medio como ese, aportando registros de valor, a cualquier político español.
Macron no es el único de nuestro entorno que se ha empollado las Buzznews de turno o se ha pasado un montón de horas leyendo blogs tecnológicos. Hay otros. Merkel impulsó en su día medidas anticíclicas cuando apareció el concepto Industria 4.0. De hecho, es Alemania quien bautizó este momento con ese nombre. Pocos lo entendieron, pocos lo vieron factible. Invirtieron un 20% más en I+D que antes, en plena crisis. Desplegaron los centros tecnológicos Fraunhofer, una especie de plan vinculado a aprovechar el empleo potencial de automatizarlo todo. De hecho, el país con mayor cantidad de robots per cápita de Europa es Alemania y es el que más cerca está del pleno empleo. Y Alemania salió de la crisis antes que nadie y más fuerte que nadie.
Otros presidentes, que es a quienes debemos pedir liderazgo, conocimiento y valentía para afrontar este momento de la historia, hicieron lo mismo. Llevamos un retraso disfrazado de buenas cifras económicas que podríamos pagar en un par de años. Finlandia planea crear un contrato laboral universal de apenas media jornada y estimular la renta básica a partir de automatizar su estructura económica. Austria lidera la inversión en I+D por PIB en Europa. Portugal ha despegado y se avecina a los modelos de crecimiento tecnológico que se inspiran en los que disfruta Irlanda. En España no hay quien hable desde el escenario político sobre esto. No hay liderazgo ni equipo vinculado a tal transformación. La sociedad civil, los agentes sociales, los partidos, la prensa y las finanzas siguen preocupados por mantener los pasivos de siempre como pensiones y estado del bienestar, renunciando a la creación de un arquetipo que sujete la construcción de activos a partir de un mundo en el que el modelo productivo no va a ser el actual.
Me gustaría que en un debate electoral alguien dijera que no piensa que la política industrial es algo que se debe dejar en manos solo de la empresa o que por el contrario la riqueza es algo que se reparte automáticamente. No es así. Las reconversiones industriales, tecnológica ahora, es una obligación política y debe marcarse políticamente. La riqueza, para repartirla, hay que crearla antes. De ahí deriva la libertad económica con liderazgo político. Alguien que admita que tiene pensado revisar los planes actuales de I+D o de apoyo emprendedor que solo son partidas presupuestarias. Un candidato que anuncie que aumentará el esfuerzo público en I+D y que logre que se ejecute todo hasta el último céntimo y que se haga bien. Ahora sólo es el 30% de lo previsto. Que reducirá la burocracia como han hecho otros países. Que le devuelva a este país lo que se invertía en desarrollo tecnológico. Hoy no llega ni al 15% de lo que se invertía hace 10 años.
La tecnología es un activo, un activo político y no parece que lo entiendan. El progreso no depende en nuestro país de las materias primas sino del talento que captemos y de la tecnología que desarrollemos. Que para competir no basta con hacer algo, hay que hacerlo bien. En 2020 tendremos menos para gastar debido al cumplimiento del déficit previsto. El paro empezará a crecer de manera importante pues la llegada de los robots que ahora se están construyendo según pedidos son para esa fecha. A medida que se desplieguen desaparecerán empleos porque nadie está trabajando en una nueva sociedad que debe dar respuesta a eso. En Francia, Austria, Eslovenia, Estados Unidos, China, Finlandia, etc., sí lo hacen. El tiempo se acabó. Estamos en zona de descuento y esos que ayer hablaban y hablaban mirando a la cámara no parecen entenderlo o no quieren. Ni idea, en todo caso el efecto es el mismo. Será el mismo.
¿Hay alguien ahí? Políticos de tertulia y tele-realidad sin ningún plan para la que se avecina.
La economía tiene un comportamiento perezoso. Las políticas de hoy no repercuten inmediatamente. En términos de análisis económico, las decisiones, o la falta de ellas, suelen provocar efectos a medio plazo. Y en eso estamos. En un país que para nada se ha recuperado de lo que se denominó crisis y que ahora parece instalado en una parálisis indecente. Desde que a principios de año, probablemente antes, el partidismo político se puso en portada, las grandes decisiones estratégicas no se toman. La actualidad prima. Salir en el revuelto de informaciones de vergüenza ajena disfrazadas de alta política cada mañana en uno u otro programa televisivo, no hace más que ahondar en el problema. A veces me pregunto si realmente hay alguien ahí con interés real por lo que nos pasa a todos o si hay alguien ahí que sepa realmente la que se nos viene encima.
La economía tiene un comportamiento perezoso. Las políticas de hoy no repercuten inmediatamente. En términos de análisis económico, las decisiones, o la falta de ellas, suelen provocar efectos a medio plazo. Y en eso estamos. En un país que para nada se ha recuperado de lo que se denominó crisis y que ahora parece instalado en una parálisis indecente. Desde que a principios de año, probablemente antes, el partidismo político se puso en portada, las grandes decisiones estratégicas no se toman. La actualidad prima. Salir en el revuelto de informaciones de vergüenza ajena disfrazadas de alta política cada mañana en uno u otro programa televisivo, no hace más que ahondar en el problema. A veces me pregunto si realmente hay alguien ahí con interés real por lo que nos pasa a todos o si hay alguien ahí que sepa realmente la que se nos viene encima.
Mientras toda la ‘clase’ política muestra su poca clase, el mundo sigue girando. Al mismo tiempo que los abonados a la refriega le dan vueltas obscenas a una realidad que sólo les interesa a ellos, a unos cuantos periodistas y a los consumidores de tele-realidad política masiva, el mundo sigue dando vueltas hacia el futuro. Un futuro cada vez más retorcido, cercano y evidente. Evidente para unos y desconocido para la mayoría de los que deberían establecer amortiguadores sociales y preparar la maquinaria para evitar un desastre bíblico.
España tiene más de tres millones de parados. Todavía, sí. Cerca de un millón de familias que sobreviven en una economía descompuesta y sumergida, a dos millones y medio se les considera pobres de solemnidad y a otros ocho millones se les considera en riesgo de exclusión social. Súmale que aún hay un tercio de los jóvenes que permanecen aquí sin opciones laborales o a los pensionistas dejando de tomar su medicación por no poder atender el co-pago. Piensa en los 10.000 trabajadores de banca que se veían tranquilos tras el mostrador y que ahora tienen una carta de despido sobre él. A todo esto, nuestro modelo productivo sigue siendo incapaz de incorporarlos a la economía del conocimiento. Además, por si fuera poco, ha nacido una clase social conocida en otros lugares del mundo pero inédita en Europa, llamada ‘el precariado’ y que conforman aquellos que, aun teniendo trabajo, viven en la miseria.
Que sus señorías sigan en sus meriendas es de aurora boreal. Un país que sufre el un desequilibrio histórico entre el aumento de los costes de vida y el descenso notable del poder adquisitivo de la mayoría. Un lugar donde el futuro de las generaciones más jóvenes sigue siendo incierto. Estarás pensando que la reducción del desempleo ha sido notable en los últimos años. Cierto, como también lo es que se ha generado empleo en sectores muy expuestos a ser inversamente proporcionales o que en gran medida más de un millón de españoles se piraron a buscar trabajo a otros lugares, se generaron muchos puestos en la función pública y otros tantos regresaron a sus países de origen al no poder sobrevivir aquí. Esa resta también se debe hacer.
España es un país increíble pero no es suficiente con decirlo. Ni siquiera hablando de que el sector turístico es el más potente del mundo. A este país, ahora, le hace falta compromiso con su futuro. Nada de lo conseguido es suficiente. Nada servirá. La velocidad a la que el mundo se mueve es exponencial y la innovación necesaria no entiende de discursos vacíos o soflamas patrióticas. Se debe debatir de todo, por supuesto, y se debe hacer política también en aquello que repercuta en el reconocimiento de todo el mundo.
El problema es que sólo se tratan esos temas y ninguno más. Y lo vamos a pagar caro. La unidad territorial es tan importante como la reducción de cualquier discriminación que viva un colectivo social. Una exhumación es tan relevante como conformar un pacto de gobierno. Estoy de acuerdo que esos debates se deben efectuar. El problema es que sólo debatimos de eso y de lo que realmente se está fraguando nadie habla. La economía global está regando un campo ya inundado. En España es similar. La irrupción tecnológica en el campo laboral suele entrar de un modo desequilibrado. No es igual en todo, tiene intensidades variables. No es lo mismo el sector servicios que el industrial. Cada uno lo va a vivir de un modo distinto y a diferentes velocidades. No obstante, la intensidad, será igual de profunda en general más pronto que tarde.
Pero ellos a lo suyo. El impacto de robots, inteligencia artificial y aprendizaje automático va a llevarse por delante un modelo social y económico sin casi haberlo visto venir. Afectará a la población activa y las políticas públicas. Si la sociedad necesita menos trabajadores debido a la automatización y a la robótica, y muchas de las prestaciones sociales están ligadas a tener un empleo, ¿cómo va a percibir asistencia sanitaria y pensiones durante un periodo prolongado de tiempo la población no activa? Mientras tanto ellos a lo suyo, que si tu pactaste con aquel, que si yo te convoco otras elecciones y tú más.
Y es que la experiencia nos demuestra que son un grupo muy peligroso. Los políticos son muy chungos en general. Me cuesta ver la diferencia entre ellos. Pocos se van y cuando se van no es por que han perdido la voz gritando a sus superiores que no se están centrando en el problema real, el de fondo, el del futuro de quienes les votaron. Excepto honrosas, y conocidas y cercanas excepciones, se van porque no les dan el cargo deseado o la relevancia esperada. Lo visten con papel celofán de crisis interna, de giro ideológico o de meada fuera del tiesto a la vez que obvian que los problemas económicos se acumulan en España. La clase política habla, en general, de otras cosas.
Pero eso no pasa en todas partes igual. Hay países, como Suiza, que organizan referéndums sobre una una renta mínima universal de 2.260 euros libres de impuestos durante toda la vida para sus residentes y se permitieron el lujo de tumbar la propuesta. También se negaron a elevar el salario mínimo a más de 3.200 euros al mes. Lo hicieron, según parece, porque no quieren afectar a la competitividad de sus empresas. Es evidente que no somos Suiza. Aquí lo pasamos mejor y tenemos el gazpacho. No obstante, aunque seamos campeones en disfrutar nuestro tiempo libre, hay algo que no estamos haciendo bien y que lo vamos a pagar a medio plazo. Nos falta el sentido común de otros países como Suiza, Dinamarca, Irlanda u otros en los que llevan mucho tiempo atendiendo y gestionando el cambio de paradigma socieconómico que la Cuarta Revolución Industrial nos ha traído y la Quinta nos va a traer. Francia gasta 23 veces más que nosotros en preparar el coste social que conllevará la automatización de su industria.
Lo curioso es como obviamos los avisos. Me peleo periódicamente en los medios en los que colaboro en televisión, radio o prensa, en que deberíamos hablar de esto y no tanto de las peleas navajeras de toda esta pandilla. Porque hay notas que atender. El Banco de España anunció esta semana que PIB rebajó su crecimiento al 0,6% en el segundo trimestre de este año. Si no tienes estabilidad y planes de acción gubernamental, si la política se instala en lo provisional, al final se paga. Y es que España es un país con desequilibrios graves. En lo público y en lo social. En lo productivo si me apuras. ¿Qué vamos a hacer con un sector, como el automovilístico, cuando no se vendan coches? Hoy se examinan del carnet de conducir la mitad de personas que hace una década. Esto no va de compartir coche o de pasar de producto a servicio. Va de algo más grave, de que los ‘centenials’ no van a conducir, no les interesa. Ese sector en España ocupa a mucha gente por cierto. Gente que paga impuestos de momento.
Es evidente, como dice la OCDE, que este mundo va a ser automático en una década. Se van a automatizar una cuarta parte de los trabajos existentes con nuevas tecnologías. Tecnologías que van a crear empleos nuevos, pero nadie está trabajando en lo que supone reciclar a los trabajadores para su reinserción o, en su defecto, en prever un escenario dónde se tendrá que atender una demanda social de trabajadores innecesarios. Este país está en manos de gente sin perspectiva, que leen muy poco y cuyo objetivo vital es maquillarse para salir en alguna tertulia de tele-realidad política. Para trabajar en ese futuro inminente hay que legislar. Hay que crear leyes, normas y hacer política. Elementos que permitan afrontar este desafío inédito.
Muchas de las decisiones a tomar no serán políticamente rentables y ese es el problema. Cuando escucho a muchos hablar de la renta mínima y de sus costes admisibles me entran escalofríos. La renta mínima y universal no es de derechas ni de izquierdas, es irremediable. Pero el problema radica en que no se podrá desplegar simplemente por ley. Subiendo impuestos no funcionará. Irá lastrando la economía y reduciendo las opciones de mantenerla a largo plazo. Para que una renta mínima sea viable, hay que automatizar el país. Desde la función pública hasta la actividad privada. Menos empleo y más rendimiento. Sin esa base tecnológica, la renta mínima es inviable y además imposible.
Y es que esto es urgente, de verdad. Visto lo que vemos, nos vamos a dar un hostión importante. Mira como dije en 2007. Pensar que llega julio, que luego agosto, que más tarde la incoherencia nos llevará a la falta de acuerdos y después a otras elecciones y dale a la rueda Manuel, me indica que vamos a estar un año en la parálisis más absoluta. Algunos dicen que sin política el país va mejor y eso no es verdad. Sólo se cumple en lo inmediato, pero como te decía antes, la economía tiene un ‘delay’ razonable. Lo que ahora no se hace, lo pagas con intereses en un tiempo. Y lo vamos a pagar.
Vamos a ver. Los programas políticos públicos deben afrontar cuestiones de gran trascendencia proporcionando prestaciones sociales en la nueva economía digital. No hay otra. El número de robots industriales ha aumentado en todo el mundo desarrollado. En 2013, por ejemplo, se calculaba que había alrededor de 1,2 millones de robots en uso. Esta cantidad ascendió hasta casi 1,5 millones en 2014 y 1,9 millones en 2017. Japón tiene la cifra más alta, con 306.700 y Alemania 175.200. En total, se espera que el sector de la robótica crezca de los 15.000 millones de dólares actuales hasta los 67.000 millones en 2025. Los robots representan hoy una alternativa viable al trabajador humano. También va a pasar aquí. Los pedidos a entregar en robótica de servicios e industrial se amontonan en las fábricas europeas. En dos años los verás instalados y sustituyendo humanos. Lo grave no es eso. Lo realmente dramático es que nadie está preveyéndolo. La oportunidad no es sólo de productividad y eficiencia, es además de propuesta de una nueva economía donde las personas hagamos aquello que se nos da mejor: hacer de personas y no de máquinas. ¿Alguien pensando en esto?
Vayamos por partes. Un sector que nos toca, el turismo. El turismo ocupa un 15% del empleo español. Casi nada. Un empleo cíclico y muy dependiente del contexto. Afecta al 12% del PIB por cierto. Un resfriado tipo Brexit o una incorporación masiva de automatizaciones en el sector se te ventila la creación de empleo de golpe. El vertiginoso crecimiento de las nuevas tecnologías están teniendo un impacto sustancial en la población activa. Muchas de las grandes empresas tecnológicas han alcanzado economías de escala con una plantilla moderada. El momento en que las máquinas pueden reemplazar al hombre en la mayoría de los empleos de la economía actual es ya una posibilidad y es algo que va a ir pasando exponencialmente. En toda una serie de sectores, la tecnología está sustituyendo a la mano de obra, y esto tendrá consecuencias drásticas en el empleo y la renta de las clases medias.
Supongo que nuestros políticos dan por sentada aquella máxima que se ha convertido en ‘mantra’: ‘la tecnología destruirá empleos, pero también creará otros nuevos y mejores’. Cierto, es posible que sea así, pero no lo va a ser por arte de magia o por ciencia infusa. Lo que va a pasar, como no se activen modelos de sustitución, estructura ocupacional tecnológica y de habilidades humanas a desarrollar, es que la tecnología destruirá empleos y creará otros nuevos pero en mucha menor cantidad.
Martin Ford dice en uno de sus libros que ‘a medida que la tecnología se acelera, la automatización podría acabar penetrando en la economía en tal medida que los salarios no proporcionarán al grueso de los consumidores unos ingresos lo bastante holgados ni confianza en el futuro. Si este problema no se ataja, el resultado será una espiral económica descendente’. Yo añadiría, si no se ataja o no se prevé. Esto va de estrategia y liderazgo político asumiendo lo que viene, conociendo lo que se está fabricando. No va de táctica en el momento. De eso sabemos mucho. De como la táctica te explota en toda la cara como nos pasó antes.
Para que veamos la dimensión de la tragedia debemos comprender que, aunque la tecnología está revolucionando muchas empresas, lo hace transformando su manera de operar y no incrementando el número de puestos de trabajo. La tecnología puede estimular la productividad y mejorar la eficiencia, pero lo consigue reduciendo el número de empleados necesarios para generar niveles de producción iguales o mayores. Podemos ver en videos y conferencias lo divertido de que un robot se mueva por un hospital o te atienda en un hotel, pero detrás de eso hay un verdadero cambio laboral que llega sin avisar. Bueno, si que avisa, otra cosa es que nadie esté escuchando. Suena a lejano, a algo que no te va afectar.
Los políticos parecen no saber que este es el peor momento para un trabajador que solo puede ofrecer conocimientos y habilidades ‘tradicionales’. Los ordenadores, los robots y otras tecnologías digitales están adquiriendo sus conocimientos y sus destrezas a una velocidad extraordinaria. Y superándolos. ¿Hay alguien preparando un modelo educativo para ese empleo del futuro? ¿Hay alguien estableciendo los criterios políticos para que se prepare el cuerpo laboral ante esas exigencias? Y lo que es peor, ¿hay alguien preparando un amortiguador social para un escenario sin empleo de calidad y de valor añadido? El futuro es factible de ser conquistado, de vivirlo con entusiasmo, de fabricar un ecosistema en el que las personas trabajemos en cosas que las máquinas no harán jamás, un lugar donde podamos ejercer la innovación puramente humana.
El problema es que eso no es automático, no surge de una fuente ni de una tertulia televisiva. Se fabrica políticamente y la administración debe administrar, liderar y legislar para que la tecnología sea un aditivo favorable y no un veneno. Existe algún modo para que las personas lleven vidas plenas aun cuando la sociedad necesite muchos menos trabajadores. El gran debate político debe hacer frente a este problema mayúsculo antes de que se acumulen millones de personas en un escenario marginal de individuos ‘subempleados’. El problema es que esto exige hacer política, en muchos casos a muy largo plazo. Para esta gente trabajar en plazos superiores a 4 años es mucho tiempo. Años luz.
Empleo, robots y futuro: las cifras de las que pocos hablan.
El pasado domingo, durante mi colaboración semanal en el programa ‘Liarla Pardo’ en La Sexta tuve una compañera muy especial. Ya nos conocíamos, pues dimos una conferencia juntos hace unos meses. Se trataba de la robot ‘Bibi’ de la empresa Macco Robotics. A parte de interactuar con Cristina Pardo nos permitió escenificar algunos de los datos al respecto de lo que significa la robotización de la economía desde el punto de vista laboral. En un programa como este no es factible entrar en detalles técnicos pero sí dejar sobre la mesa datos y comentarios que permitan la reflexión personal. Y eso hicimos como hacemos cada semana.
El pasado domingo, durante mi colaboración semanal en el programa ‘Liarla Pardo’ en La Sexta tuve una compañera muy especial. Ya nos conocíamos, pues dimos una conferencia juntos hace unos meses. Se trataba de la robot ‘Bibi’ de la empresa Macco Robotics. A parte de interactuar con Cristina Pardo nos permitió escenificar algunos de los datos al respecto de lo que significa la robotización de la economía desde el punto de vista laboral. En un programa como este no es factible entrar en detalles técnicos pero sí dejar sobre la mesa datos y comentarios que permitan la reflexión personal. Y eso hicimos como hacemos cada semana.
En el caso del pasado domingo, a raíz de que estábamos en la víspera de la celebración del día del trabajador, centramos el asunto en la situación laboral en España y sus derivadas como por ejemplo la precarización, el envejecimiento del mismo o la sustitución de puestos de trabajo por robots o automatismos. En el video podéis ver algunos fragmentos de lo que os comento. Sin embargo, en este post me gustaría entrar en detalle en algo que considero grave y que suele obviarse en múltiples análisis. Ya hace algunos días de la publicación de los datos de ocupación de la primera parte del año y esconden un drama importante.
Me estoy refiriendo a que por primera vez en la historia España supera los 16 millones de personas inactivas. Normalmente los datos de la Encuesta de Población Activa sólo se centra en parados y ocupados y obvia ese otro grupo social. El asunto es relevante porque de los primeros dependen los ingresos por cotizaciones que pagan las pensiones, y no han hecho más que menguar en los últimos cinco años, hasta situarse en poco más de 22 millones de personas. Y porque los segundos no aportan al sistema, al no estar ocupados ni buscando empleo. Serían estudiantes, personas trabajando en tareas domésticas, incapacitados y, ¡ojo! jubilados.
Algunos datos que traicionan la hipotética bonanza en el mercado laboral nos dicen que en el primer trimestre del año se cerró con 124.100 ocupados menos que el anterior, la mayor parte, 94.700 personas, decidieron no buscar trabajo y abandonaron la población activa. Al mismo tiempo, los inactivos aumentaron en 158.000 personas respecto al cierre de 2017.
El envejecimiento de la población, el consecuente incremento de los inactivos y el descenso paulatino de la población activa plantea una problemática para el mercado laboral que requiere de un esfuerzo importante por parte del gobierno y de un consenso urgente por parte de todos los actores políticos, económicos y sociales o nos vamos a dar un batacazo importante. Y de momento el gobierno no es capaz de adoptar un plan realista a la que se nos viene encima. Intentando superar el escollo de los Presupuestos Generales del Estado de 2018 ha hecho un ‘bienqueda’ con el PNV que supone un derribo a la reforma de las pensiones en 2013 que suponía hacerlas algo más sostenibles. Ahora liga las subidas a la inflación, retrasa el factor de sostenibilidad 5 años y nos hipoteca el sistema llevándolo a un territorio desconocido.
Enlazar subida de las prestaciones condena la sostenibilidad de la Seguridad Social en un momento en el que el mercado laboral cuenta con el máximo histórico de 16,1 millones de inactivos y una tasa de actividad del 58,46%, el nivel más bajo de los últimos doce años. Esa es la realidad y, a veces, uno se pregunta a que se refieren sus señorías cuando dicen que ‘las pensiones están garantizadas’ o que ‘nadie pondrá en juego la jubilación de nadie’. No siendo realistas y suavizando el tono que está tomando el asunto, no vamos a solucionarlo.
Resulta que ese histórico de inactivos se le suma una tasa de actividad de vértigo, casi un 60%. Nunca habíamos estado en esa tormenta perfecta de la desgana. Hemos pasado por momentos malos, pero eran coyunturales aunque fueran de largo recorrido. Ahora, por el contrario, el problema es técnico, estructural y de tendencia sociológica, no sólo económica. Pocos se dan cuenta que el sistema económico y el modelo de crecimiento español fabrica inactivos y reduce paulatinamente la tasa de actividad.
Recordemos que la ‘tasa de actividad’ es un índice que mide el nivel de actividad en el empleo de un país. Se calcula como el cociente entre la población activa y la población en edad de trabajar. Es una variable pocas veces nombrada pero muy importante en el crecimiento económico a largo plazo de un país, y tiene igual o mayor importancia que la productividad de éste.
El propio FMI ya nos ha avisado que, de seguir este ritmo, la tasa de actividad caerá por debajo del 50%. De hecho, el casi 60% actual es una cifra propia de países en vías de desarrollo y no de uno englobado en la Europa ‘de vanguardia’ en la que teóricamente vivimos. El mismo FMI advierte de que como nos pongamos la pilas con políticas de choque el problema puede ser bíblico. Nos advierten de que el envejecimiento de la población mermará de forma considerable la tasa de participación en el mercado laboral.
Según las previsiones demográficas de Naciones Unidas, el porcentaje de esta participación laboral bajará un promedio de cinco puntos y medio en los próximos 30 años si no hay políticas que lo eviten, con España en el grupo de los peor parados. Por cierto, el mismo nivel que se estima para Bélgica, Italia y Portugal. No estaremos solos.
Pero si ya es preocupante para lo que significa laboral y socialmente este casi seguro descenso de la tasa de actividad, lo peor estaría por llegar en el ámbito de la productividad. Un descenso de la tasa de actividad de 5,5 puntos como el que el FMI proyecta se traduce en un recorte de la producción de tres puntos porcentuales en una economía desarrollada. En España no hay manera de crear empleo creciendo por debajo del 2,4%, por lo que hagan cuentas.
Para ir terminando, y haciendo referencia al 1 de Mayo, comentar dos datos que me parecen también muy significativos que identifican claramente donde estamos realmente y no donde nos dicen que estamos. Por un lado es referente a los jóvenes. Si en el 2000 el 42,3% de los empleados tenían menos de 34 años, hoy los jóvenes representan el 24,9%. Según la OCDE, si en el 2005 el porcentaje de jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudiaban ni trabajaban era del 15,9% (un punto por encima del promedio de los países de la OCDE), en 2015 esta tasa se elevaba hasta el 22,8%. Tema a mirarlo con detalle.
Por otro lado el fenómeno de los ‘asalariados pobres’. Eurostat considera pobres a aquellos trabajadores que cobran menos del 60% del salario medio. En España hoy hay en esa situación un 13% de los ocupadas, dos puntos más que lo que había en el año 2004. Un informe del Banco de España muestra también que en los últimos años ha crecido ligeramente la diferencia entre el salario que cobran los nuevos contratados respecto a los que están en activo y que es hoy del 25% menos. Esa brecha que en el 2008 estaba en el 20%. No parece buen síntoma.
¿Cómo lo solucionamos? Pues con algo que tiene que ver, como he dicho muchas otras veces, con modificar el modelo productivo y crecimiento de este país, atrayendo talento tecnológico, inmigración laboral de otros países y estimulando el ahorro privado. No sólo poniendo robots se arreglan las cosas, hay que prepararlo todo para que sean efectivos, productivos y complementarios al sistema que tengamos. De momento, seguimos en el anden, esperando un tren que podría ser que ya pasó. Lo veremos pronto. Cuando anuncien el horario del próximo convoy.
¿Que es una Startup? Entrevista a Carlos Blanco y un vistazo a Adictik.
Esta semana hemos terminado el rodaje de la segunda temporada de 'Economía de Futuro'. Una sección donde analizamos los cambios disruptivos que esta viviendo nuestra sociedad desde el punto de vista empresarial y económico. Lo hacemos dentro del espacio Tips de 'la 2' de TVE. Creo que es un buen momento para ir recopilando y recuperar cada semana esos episodios que ya se emitieron en su día.
Esta semana hemos terminado el rodaje de la segunda temporada de 'Economía de Futuro'. Una sección donde analizamos los cambios disruptivos que esta viviendo nuestra sociedad desde el punto de vista empresarial y económico. Lo hacemos dentro del espacio Tips de 'la 2' de TVE. Creo que es un buen momento para ir recopilando y recuperar cada semana esos episodios que ya se emitieron en su día.
El primer capítulo trata de definir que es una startup. Para ello nos acercamos a una empresa que define muy bien las características habituales en este tipo de compañías. Adictik es un proyecto disruptivo en el sector de la publicidad (una aplicación que logra que los usuarios 'gasten' más de siete minutos visualizando anuncios), paradigmático en la puesta en marcha (de la idea a la ejecución), un equipo joven que pasa por una aceleradora, que modifica su idea inicial (lo que se llama pivotar) y que afronta su primera ronda de inversión a través de una plataforma como StartupXplore.
Además el programa cuenta con una entrevista con Carlos Blanco. Algo que, por cierto, me hizo especial ilusión. Imperdibles respuestas sobre el mundo de las startups con su habitual estilo directo y tremendamente didáctico.
Cada jueves hablaremos de Nueva Economía en 'la 2' de TVE.
Hace un par de meses terminó la emisión de la primera temporada de ‘Economía de Bolsillo’. Una experiencia televisiva en TVE en la que aprendí los entresijos que conforman la producción televisiva y conocí a un equipo extraordinario de apasionados por su trabajo. En estos días se está diseñando la segunda edición. Estoy seguro que va a resultar tan didáctica y divertida como la anterior. Sin embargo, y mientras el lento engranaje del mundo de la televisión se va ajustando, la televisión pública española me ha propuesto participar en otro programa. En concreto en el nuevo ‘Tips’ presentado por la periodista Ruth Jiménez y por el monologuista Txabi Franquesa. Ayer se hizo la presentación oficial y la rueda de prensa para el que, según la propia cadena, será la gran apuesta de ‘la 2’ esta temporada.
Hace un par de meses terminó la emisión de la primera temporada de ‘Economía de Bolsillo’. Una experiencia televisiva en TVE en la que aprendí los entresijos que conforman la producción televisiva y conocí a un equipo extraordinario de apasionados por su trabajo. En estos días se está diseñando la segunda edición. Estoy seguro que va a resultar tan didáctica y divertida como la anterior. Sin embargo, y mientras el lento engranaje del mundo de la televisión se va ajustando, la televisión pública española me ha propuesto participar en otro programa. En concreto en el nuevo ‘Tips’ presentado por la periodista Ruth Jiménez y por el monologuista Txabi Franquesa. Ayer se hizo la presentación oficial y la rueda de prensa para el que, según la propia cadena, será la gran apuesta de ‘la 2’ esta temporada.
En concreto, mi tarea será la de presentar cada jueves durante casi 20 minutos un tema enmarcado en la Nueva Economía. Una sección bautizada como ‘Economía de Futuro’ que acercará conceptos y elementos que tratamos muchas veces en este blog. El modo de hacerlo será muy parecido a lo que hacíamos en ‘Economía de Bolsillo’, es decir, muy didáctico, cuidadosamente realizado, con ese tono cinematográfico y, por supuesto, divertido y fácil de entender.
Para lograrlo cada semana presentaré una startup que represente bien el tema central de la sección. Entrevistaremos a los responsables y lo enlazaremos con metáforas o juegos que representen la temática económica que protagoniza la empresa tecnológica de cada capítulo. El contrapunto lo efectuará siempre un experto que nos dará una visión más genérica.
‘Tips’ empieza el lunes que viene. Se emitirá en 'la 2' de TVE de 7 a 8 de la tarde para toda España excepto en Catalunya, que lo hará de 8 a 9 para respetar la franja de desconexión existente. Será un espacio diario que acercará, con un gran equipo de colaboradores, las últimas tendencias en múltiples temas. Considero que es una gran noticia que en un programa ‘magazine’ se incorpore el factor Nueva Economía desde un punto de vista general, cercano y objetivo. Por supuesto, todos los capítulos de nuestra sección se podrán seguir en la red y los iremos enlazando puntualmente.
TVE, y concretamente ‘la 2’, buscan que algunos de los colaboradores de este programa diario fueran ya conductores de otros en la propia casa. La experiencia en ‘Economía de Bolsillo’ ha sido muy enriquecedora y estimulante. Por el ‘feedback’ que recibimos sabemos que ha gustado mucho en general a pesar del presentador ;-). Los resultados de audiencia fueron muy positivos según la propia cadena a pesar de emitirse a las 6 de la tarde del sábado. Algunos capítulos superaron la media de 'la 2' dónde 'Saber y Ganar' distorsiona mucho la media por sus altas cifras de share constante. El capítulo de 'tarjetas' con un 2,3% de share y 233.000 televidentes fue el tercero más visto, el de 'pensiones' con un 2,4% y 224.000 espectadores fue la medalla de plata y el sábado 17 de julio en el programa sobre 'Ahorro' alcanzamos un respetable 2,7% de share con 314.000 seguidores por televisión tradicional.
Lo dicho, nos vemos en ‘la 2’ los jueves a las 7 de la tarde a menos que estés en Catalunya que la cita es a las 8. Si no te va bien a esas horas, la cita es en la red cuando quieras.
Economía de Bolsillo S1:E3, 'La Renta'.
Este próximo sábado en ‘Economía de Bolsillo’ de TVE trataremos el tema de la ‘Renta’. En ‘La 2’ y a las 6 de la tarde vamos a analizar de manera ágil y divertida los entresijos del IRPF. De hecho el programa empezará con un extraordinario rapsoda que nos recitará todos los pasos que debemos seguir para hacer correctamente la declaración de la renta. Después, tirando con arco aprenderemos cuál es la historia de los impuestos. El psicólogo social Enric Pol nos planteará para qué sirve pagarlos. Con pelotas de playa y de la mano del economista Jordi Carmona aprendemos todos los conceptos y aspectos técnicos que conforman el IRPF. Una gran escalera nos servirá de ejemplo para ver cómo funcionan sus tramos. Con un montón de piezas de juguete analizo las diferencias impositivas de cada comunidad autónoma. Al final, tendremos una interesante entrevista con el catedrático de Hacienda Ignacio Subiri desde un frontón en el Euskadi.
Este próximo sábado en ‘Economía de Bolsillo’ de TVE trataremos el tema de la ‘Renta’. En ‘La 2’ y a las 6 de la tarde vamos a analizar de manera ágil y divertida los entresijos del IRPF. De hecho el programa empezará con un extraordinario rapsoda que nos recitará todos los pasos que debemos seguir para hacer correctamente la declaración de la renta. Después, tirando con arco aprenderemos cuál es la historia de los impuestos. El psicólogo social Enric Pol nos planteará para qué sirve pagarlos. Con pelotas de playa y de la mano del economista Jordi Carmona aprendemos todos los conceptos y aspectos técnicos que conforman el IRPF. Una gran escalera nos servirá de ejemplo para ver cómo funcionan sus tramos. Con un montón de piezas de juguete analizo las diferencias impositivas de cada comunidad autónoma. Al final, tendremos una interesante entrevista con el catedrático de Hacienda Ignacio Subiri desde un frontón en el Euskadi.
‘Economía de Bolsillo’ parte de la idea de que hay muchos conceptos en economía que desconocemos o que tenemos ideas equivocadas sobre ellos. El objetivo es acercar conceptos económicos al gran público. En una píldora de 25 minutos lo procuramos a través de metáforas, entrevistas a expertos, juegos y aportaciones históricas que lo hacen todo más ameno. Dirigido a al público en general pero especialmente a quienes sienten interés por la economía y necesitan que se la expliquen de manera fácil.
Esta semana, como he dicho, damos las claves del Impuesto sobre la Renta, en breve hablaremos de manera sencilla de la Bolsa, de los seguros, de la economía colaborativa, de las tarjetas de crédito, del paro, del empleo en general, de las pensiones, del euro y del concepto ahorro por ejemplo. Temas macro bajados a tierra. Tan a tierra que para explicar conceptos como el comercio electrónico se me podrá ver persiguiendo ovejas vestidas con los uniformes de las principales redes sociales. Ya veréis.
Para explicar lo que es la bolsa me pusieron una ‘go-pro’ y me empujaron por una montaña rusa. Para hablar de contratos me tuve que montar en una piragua con un equipo olímpico, para explicar aspectos del empleo tuve el honor de entrevistar al gran Muhammed Yunnus, el premio Nobel de la Paz o para explicar las pensiones compartí cancha con un deportista campeón del mundo de 96 años. Jugué a tenis, a baloncesto con un equipo dominicano, pasé por un frontón vasco como veréis este sábado, entrevisté a alguien en una ciudad fantasma, etc.
Recordad que se pueden ver los episodios atrasados en la propia Web de RTVE a la Carta.
Mirar sin mirar
El asunto de hacer una cosa mirando otra es la clave esencial de las Google Glass. Eso de que, mientras realizas algún trabajo, puedes tener activos elementos visuales añadidos y en exposición constante complementando lo que ves es fascinante. La superposición de datos necesarios para mejorar la experiencia en ejecución es lo revolucionario. No es tan solo compartir aspectos puntuales o sustituir una pantalla, es, estoy seguro, una simbiosis plástica entre visualizaciones que aun no somos capaces de comprender.
El asunto de hacer una cosa mirando otra es la clave esencial de las Google Glass. Eso de que, mientras realizas algún trabajo, puedes tener activos elementos visuales añadidos y en exposición constante complementando lo que ves es fascinante. La superposición de datos necesarios para mejorar la experiencia en ejecución es lo revolucionario. No es tan solo compartir aspectos puntuales o sustituir una pantalla, es, estoy seguro, una simbiosis plástica entre visualizaciones que aun no somos capaces de comprender.
Hay mil indicios. Hay uno que tiene que ver con la propia industria televisiva y otros con elementos mucho más técnicos como la sanidad, la seguridad o la geología. Existen casos apasionantes como las sorprendentes razones por las cuales las petroleras viven con ilusión la irrupción de estas gafas ‘del futuro’.
Las Google Glass han tenido una recepción compleja entre los consumidores tradicionales, pero puede ser más práctico para los trabajadores que necesitan tener acceso a los datos, esquemas, mapas o de captura de vídeo para que desde una base externa se pueda interactuar a tiempo real. Mientras que el uso de las dos manos para hacer el trabajo real sea imprescindible, poder seguir viendo cosas que ‘no están y que son necesaria’ puede ser una gran ventaja. Se están probando como parte de una herramienta de gestión de flujo de trabajo para trabajadores en campos petroleros como muestra el video.
Otro ejemplo será el del consumo televisivo. En un mundo con ocho mil millones de habitantes y treinta mil millones de dispositivos conectados a la red todo cuanto ahora vemos o sabemos cambiará irremediablemente por automatización o por distribución. La experiencia lineal hoy en día es cada vez menos rígida pero sigue siendo un proceso simple que se basa en ‘encender’ un aparato y esperar un contenido ya sea a la espera de una programación o seleccionando a la carta.
La caja tonta dejará de serlo y se adaptará a nuestra manera de entenderla. Las fuentes y los lugares de emisión dejarán de tener el valor actual, y eso de manera inminente, comportará también la quiebra de otro modelo económico y de sus procesos vinculados.
El futuro de la televisión pasa por agregar y discurre por la multi pantalla, pero la clave estará en la convivencia entre una industria que deberá reinventar su distribución urgentemente y la transmisión del conocimiento que se le repercute a este. Hoy en día se ve la televisión desde el sofá a la vez que se interactúa con redes sociales o se amplia información sobre lo que sucede en la pantalla ‘madre’ con tablets o smartphones. En breve esa interacción sumará un nuevo elemento mas intrusivo y determinante en el tipo de consumo. Las Google glass basarán esa interacción con la mezcla visual entre pantallas.
Un buen campo de desarrollo puede ser el de generar aplicaciones que vinculen ambas experiencias. Si además es capaz de generar enlaces con modos de compra podemos estar fabricando la televisión, por llamarle de algún modo, del futuro.
Un feed personalizado por cada televidente que mezcle video bajo demanda, en vivo y tradicional, que interactúe con enlaces sociales e identidad digital de observador y observado, inmersión multi pantalla y gestión automatizada de procesos de compra, consumo y asimilación.
Esto en cuanto diferentes sectores industriales, de ocio, de gestión, de servicios, pero me imagino en otros campos como el conocimiento, la enseñanza, la globalidad y el transporte. Todo va llegando. ¿Se te ocurre alguna aplicación en este campo y relacionando todos estos actores? ¿Cómo se medirá la influencia, audiencia o eficiencia? ¿Deberán cambiar las leyes? ¿A que velocidad permitirá la industria que eso suceda? ¿Podrán retrasarlo como si lo han logrado otros sectores en otros campos?
La tele del mundo
Nacho le dijo a su madre que vio la entrevista que le hicieron en Irlanda. Cuando ella le preguntó en que canal exactamente, éste le respondió que en ‘mi canal, en Youtube, en la tele del mundo’. Una anécdota que se puede empezar a elevar a categoría pues es cada vez más evidente que el consumo de la televisión de nuestros hijos es la modalidad que se va imponiendo.
En Irlanda tenemos acceso completo a Netflix. Actualmente en Europa sólo se puede ver aquí y en Holanda sin aditivos técnicos. Está previsto que llegue a finales de año a seis países más entre los que no figura España por cierto. Lo cual es de un absurdo importante pues, sin delinquir, sin piratear o sin rebuscar costuras legales, te puedes saltar a la torera la ‘imposición’ de la tele ‘de siempre’ que tan amablemente nos tienen dedicada nuestros gobernantes. Solo precisas un programa como ‘hola’ en tu navegador Chrome, pagar tu cuota mensual de manera legal y ya está, puedes ver lo que te venga en gana estés donde estés. Legislar para las ovejas es lo que hacen esta gente.
El avance de las nuevas tecnologías, internet y las plataformas de vídeo en streaming están llevando a la televisión a perder su posición de principal canal de entretenimiento. El video que acompaña es del grandioso Kevin Spacey. Es el discurso que dio en el Festival Internacional de Televisión que se celebró en Edimburgo hace un tiempo. Allí aseguró que ‘el auge de internet y la posibilidad de elección entre los consumidores están llevando a que los espectadores busquen libertad y esa libertad esta en las plataformas de suscripcion con contenidos en streaming de alta calidad’. Una de ellas es Netflix y una muestra es House of Cards.
No soy objetivo con esta serie. Me parece una obra de arte. Además representa mucho más que televisión, es la muestra de la ‘televisión del mundo’. Sus episodios se estrenan, temporada tras temporada, de manera simultánea a través de Netflix en todo el planeta. Las plataformas de suscripción que ofrecen contenidos en streaming de alta calidad están precipitando los hábitos de consumo de productos televisivos. Ya han cambiado. La espera y la digestión televisiva son el pasado como tantas otras cosas.
Amazon y Google se han unido a Apple en la pasión por el contenido en streaming. El enfoque es siempre el mismo: un box conectado a Internet enlazado a un televisor habitual que ya va perdiendo su antigua figura. A partir de ahí, suscripción, big-data, gestión de datos y análisis.
¿Lo ves? Pues aunque parezca sencillo, claro y evidente, no todos lo ven. La industria y la revolución tecnológica no están yendo al mismo ritmo. Siguen los modelos políticos de control sobre algo que ya cada vez es menos controlable, las audiencias caen y se diversifican, los mecanismos publicitarios no entienden cómo deben adaptar su exposición y derivadas varias.
Mientras que el contenido se adapta a los tiempos, los mecanismos básicos de la televisión como medio y su monetización no lo hacen. La tele tradicional sigue siendo unidireccional, universal y restringida a los medios digitales. En medio siglo poco, conceptualmente, ha cambiado por el lado de los que ‘hacen televisión’, solo está mutando por el lado de los que ‘consumen televisión’. A este paso un día alguien estará emitiendo para el vacío absoluto.
Televisión social, multi pantalla, inteligente, conectada a las cosas y atemporal. También, y en eso estamos trabajando algunos hace años, será una fuente de datos inmensa para la estudios de comportamientos, tendencias y conversiones de negocio. Concretamente estamos desarrollando para un cliente un dispositivo que es capaz de implicar audiencia y marca enlazando la pantalla de un dispositivo en streaming con juegos y conversaciones reales. Youtube se lanza a la compra de Twitch por que lo ve venir.
Sigo pensando que para nada, de todo este momento de la historia, hay un final de via. Creo que, por ejemplo, la publicidad en televisión tiene mucho que ganar al mejorar su ritmo y su valor en las pantallas. Audiencias estimuladas podran comprometerse con las marcas de una manera diferente y simultánea. El interes por un producto en una familia de cuatro miembros puede emitirse de cuatro maneras distintas y enlazar con el posible cliente de cuatro maneras diferentes por edad, perfil de consumo, frecuencias de visionado o lo que sea. Esto podria ser la publicidad responsable de la ‘televisión del mundo’.
La industria de la televisión tiene el reto de adaptarse y de ser imaginativa, sino el riesgo de ser cada vez más irrelevante corre a toda velocidad y en direccion a ella.
Duermo poco para soñar mucho
Tras la emisión de los casi cincuenta minutos del programa ‘Retrats‘ de ayer por la noche, en la web oficial de Televisió de Catalunya se publicó un resumen de las frases que se consideraron más interesantes. A parte de repasar algún aspecto personal y profesional, el programa giró alrededor del futuro de la economía, la oportunidad que se nos presenta como sociedad, de la incapacidad de nuestros dirigentes para comprender el momento y de las ciudades como la clave del futuro centrándonos en Barcelona. Este es la selección en castellano de esas frases. También os dejo el video que en cuanto esté traducido se sustituirá.
Tras la emisión de los casi cincuenta minutos del programa ‘Retrats‘ de ayer por la noche, en la web oficial de Televisió de Catalunya se publicó un resumen de las frases que se consideraron más interesantes. A parte de repasar algún aspecto personal y profesional, el programa giró alrededor del futuro de la economía, la oportunidad que se nos presenta como sociedad, de la incapacidad de nuestros dirigentes para comprender el momento y de las ciudades como la clave del futuro centrándonos en Barcelona. Este es la selección en castellano de esas frases. También os dejo el video que en cuanto esté traducido se sustituirá.
Las frases destacadas en el programa “Retrats”
No saldremos de la crisis por decirlo.
La eficiencia, la evolución y la modernidad economizan las cosas.
Para mí es fundamental pasarme el día soñando: yo duermo poco para soñar mucho.
Hay que recuperarse y aprender de los errores que cometemos, porque estos errores acaban convirtiéndose en el elemento que nos hace más fuertes.
Hay que crear un escenario que sea capaz de absorber el hecho de que mucha gente no trabajará nunca.
Un mundo en que la gente trabaje menos no es un mundo peor, es un mundo más eficiente.
Lo que es evidente es que Cataluña se puso en marcha desde la sociedad civil para hacer cosas inmensas, grandiosas: el Liceo, el Modernismo… Todo esto tiene que ver con la gente, con los retos de la sociedad que partían desde la revolución íntima de las personas y no tanto de lo que nos decían que teníamos que hacer. Nosotros mismos somos capaces de cambiar nuestro futuro.
La historia de la humanidad es la historia de la evolución y de la modernidad, y esta modernidad conlleva momentos críticos como el actual. Decir a la gente que tiene que entender que probablemente no podrá tener trabajo todo el mundo… es aceptar que en el mundo se trabajará menos y se tendrán muchas más cosas. Lo que hay que ver es cómo se regula esto.
Hace mucho tiempo que este país, que España, no tiene un plan, y lo demuestra claramente el hecho de que nos estamos alejando de las opciones de coger el tren del cambio tecnológico.
La gente que debería liderar este proceso de cambio es gente que en el momento que acepte que esto es un momento de cambio, sobran; ellos saben que si dicen que esto es un proceso traumático de cambio, ellos no son necesarios. De hecho, ellos no son quienes deben liderar esto, porque son los responsables, en gran medida, de habernos llevado a un pozo mucho más profundo de lo que nos tocaba.
A mí lo que me preocupa es que aquellos que podrían crear planes estratégicos alrededor de esto sólo piensan en la táctica, en una táctica muy pobre que nos deja fuera de muchas revoluciones que se están produciendo en el mundo
En el programa 'ciudadanos'
Ayer se emitió el programa ‘Ciudadanos’ en Antena 3. El enlace para verlo completo es este video. Durante más de dos horas se tratan temas concretos y generales sobre el empleo y la hipotética crisis que ha provocado que España alcanzara los seis millones de parados. En mi caso intenté aportar algunos de los elementos que aquí defiendo y que me acompañan todos los días en mi ejercicio profesional y en mi manera de vivir. Por un lado mi negación de que no estamos en crisis y si en un verdadero cambio de época que está generando una quiebra del sistema como antesala de nuevos modelos socioeconómicos. Que la innovación es imprescindible en tiempos de redes y de digitalización transversal de la vida. Que emprender como elemento transformador y recurso vital es la vía que yo propongo y que muchos de los datos “oficiales” sobre la economía son falaces.
Intervine sobre emigración y viajar para buscar trabajo. Hoy que ya estoy de nuevo en América me viene a la cabeza algunos de mis primeros viajes buscándome la vida y me doy cuenta que nunca lo llamé emigrar, sólo recuerdo esos viajes como “aventuras”.
Durante todo el programa tuve la sensación de que seguimos pensando que las soluciones provienen exclusivamente de lo que otros pueden hacer por nosotros y tal vez eso es porque consideramos que la crisis que nos afecta está provocada exclusivamente por actitudes ajenas. Yo pienso que “la crisis acaba hoy”. Sólo debes de tomar actitudes y acciones concretas para que eso sea cierto en tu entorno inmediato.
Para los que crean que esto de viajar es todo delightful me gustaría compartir un rato amargo. Escribo mirando el Océano Pacífico, pensando lo lejos que queda todo, incluido mi hijo de seis años y pensando en lo último que me ha dicho por Viber hace un buen puñado de horas: “papá, ¿cuándo terminará la crisis mundial?”. Le he respondido: “hoy”. Creo firmemente que todo esto termina cuando a cada uno de nosotros se nos meta el gusano obsceno de la rabia, de la revolución personal y de las ganas de tomar las riendas de tu propia vida. Me da igual lo que digan que harán por mí, yo sé lo que yo voy a hacer. Eso es lo único real, lo otro son quimeras.
También, en mis intervenciones, procuré hacer ver que para que se genere empleo hay que generar empresas y sin facilitar su creación y supervivencia no habrá manera de salir de este agujero en un tiempo razonable. Buen momento para replicar una de las propuestas más comentadas en este blog desde hace tiempo.
A riesgo de ser pesado, os dejo otra vez con las propuestas que muchos emprendedores consideramos de requerimiento forzado para impulsar la creación de empresas y, por derivación, de empleo. La parte “líquida” la aporta este listado de 40 ideas, la parte “gaseosa” la espero pacientemente a medida que este nuevo mundo, esta nueva sociedad del conocimiento, este nuevo sistema socioeconómico cristalice. Tomar las riendas de tu vida es algo opcional pero para los que quieran un consejo: hacedlo, es brillante despertar cada día con un sueño por cumplir, una idea por desarrollar, un reto por concretar, y sobre todo, es tremendamente espectacular hacerlo con el estímulo de vivir mejor, más libre y aprendiendo cada día algo nuevo.
MEDIDAS GENERALES
1. Hacer de España un polo tecnológico: situar el tipo del impuesto de sociedades en un 10% para empresas tecnológicas que nazcan o vengan a nuestro país. En Irlanda, el tipo impositivo al 12,5% supuso una llegada importante de nuevas compañías y sedes corporativas de entidades en expansión hacia Europa: Google, Microsoft, Intel o eBay son algunas de las que han aterrizado en suelo irlandés. Recientemente, LinkedIn, Facebook y Zynga han decidido llevar su sede corporativa europea a Irlanda. España puede posicionarse como un hub tecnológico para las empresas de países emergentes que están llegando a Europa (Baidu, Alibaba, Tencent). Además, podemos ser sede corporativa para las firmas europeas que se expanden haca América Latina (Spotify, Ventee Privée, etcétera).
2. Creación del Chief Innovation Officer con rango de secretario de Estado y comunicación directa con Presidencia del Gobierno. Esta figura existe en otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Israel.
3. Buscar activamente las mejoras que permiten mejorar en las comparativas internacionales (Informe Doing Business del Banco Mundial, principalmente). En el último año España ha mejorado su posición en el informe del puesto 45 al 44. Sin embargo, ocupa el 133 en el apartado Starting a Business, lo que puede ser un freno para la llegada de emprendedores a nuestro país. Puede establecerse como meta gubernamental la mejora en 50 puestos en este apartado para los próximos tres años (el último año hubo una mejora de 15 posiciones). Y se puede pensar como objetivo a medio plazo la entrada en el top 10 de este ránking.
4. Potenciar la marca España como imagen de creación, innovación y emprendimiento. Fortalecer la imagen externa e interna de los emprendedores. Realizar campañas de publicidad que muestren este cambio en el posicionamiento de España. Mejorar la imagen del emprendedor en los medios de comunicación: fomentar la creación de un programa televisivo donde se valore su figura y se den oportunidades reales de financiación.
5. Considerar Internet como la palanca de crecimiento de la economía y cejar en los ataques. La Ley Sinde agiliza los procedimientos para cerrar páginas web. Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) actúa como juez y parte porque se financia con las multas que ella misma impone (más del doble que todas las demás agencias europeas semejantes juntas).
MEDIDAS FISCALES
6. Fijar el mínimo de la cotización de la Seguridad Social de autónomos en 20 euros. En el Reino Unido el mínimo es de 10 libras al mes, que equivale a 12 euros. En España es de más de 200 euros mensuales, lo que supone una barrera a la entrada y un coste fijo no necesario para los emprendedores y autónomos. Bajando el importe mínimo se fomenta el desarrollo de un ecosistema de proveedores autónomos que puedan prestar sus servicios a las start up.
7. Devolución mensual del IVA a las start up. Una empresa recién nacida, con apenas recursos y sin clientes, tiene que dedicar el 18% de su escaso capital a financiar al Estado adelantando este pago que, con suerte, se devuelve un año después.
8. Facilitar la creación de planes de opciones con una tributación más favorable para el trabajador, que permita atraer el talento. Con nuestra legislación, un inversor paga el 21% de su plusvalía en un negocio, pero el empleado que gana dinero con un plan de opciones tiene que pagar el 47% de su beneficio.
9. Permitir que se detine en la Declaración de la Renta un porcentaje a emprendimiento. Crear una nueva casilla del 0,7% ayudaría a financiar las medidas planteadas y a promover un gran proyecto de emprendimiento público-privado.
10. Favorecer la fiscalidad de la financiación de business angels. Que se tribute como inversor personal en start up igual que los fondos de inversión, pudiendo descontar las inversiones fallidas de las plusvalías en las desinversiones con éxito, y una exención del pago de plusvalías cuando los beneficios de una venta se reinviertan en menos de doce meses en otras start up.
MEDIDAS LABORALES
11. Establecer un tope en la indemnización por despido. Fijar un número máximo de meses. Se puede establecer un número de días por año trabajado hasta los dos años y un tope de un número de meses de indemnización.
12. Considerar la previa contratación de desempleados cuando se valoren los costes del despido. En relación con la medida anterior, se puede bonificar a los emprendedores que hayan contratado a personas en paro.
13. Facilitar los trámites de contratación de talento extranjero. Start Up Chile se ha propuesto la entrada de 1.000 emprendedores desde 2010 hasta 2014. Tras una selección de los proyectos, se les facilita un visado de un año para trabajar y reciben una subvención de 40.000 dólares. El coste total del proyecto es de 40 millones de dólares en cuatro años. Start Up Spain podría llevar a cabo un plan similar, con 50 millones de euros de presupuesto. Se podrían atraer 500 start up con subvenciones de 100.000 euros por proyecto. Se podría anular la fiscalidad de estas empresas durante los dos primeros años desde su creación, así como dar facilidades para que estos emprendedores obtengan sus correspondientes visados.
OTRAS MEDIDAS
14. Mayor agilidad en la concesión de licencias para la apertura de locales. Una tramitación más sencilla, que agilice su concesión eliminaría la inseguridad jurídica que se genera con retrasos que pueden ser superiores a los quince meses.
15. Evitar la duplicación de esfuerzos entre las comunidades autónomas. Resulta imprescindible coordinar las acciones de modo unificado, de manera que no se dupliquen los recursos destinados a la generación y atracción de start up. En este sentido, la creación de una agencia al estilo de Start Up Chilefacilitaría la reducción de esfuerzos.
16. Potenciar una auténtica responsabilidad limitada de las sociedades. Las sociedades de responsabilidad limitada en España no existen salvo por el nombre. Hoy fracasar es el fin de la carrera profesional. Si va mal un negocio, no se puede montar otro. Las deudas con la Seguridad Social van contra todos los ingresos presentes y futuros.
17. Eliminar los requisitos de antigüedad a los proveedores de las administraciones públicas. Permitir que las administraciones puedan tener como proveedores a empresas de reciente creación, de modo que se sólo se tenga en cuenta la competitividad del producto.
18. Fijar como práctica de buen gobierno corporativo las compras a empresas nuevas (el 2% puede ser el umbral). Mostrar esta información como parte del Informe sobre Responsabilidad Social Corporativapodría incentivar a las compañías a llevar a cabo esta política de compras. Las del Ibex 35 podrían incluirla en sus informes anuales.
19. Permitir que los socios de una compañía sean autónomos con el 1% del capital de la entidad, en lugar del 25% actual. Hacer posible que la relación entre socios se regule libremente, como un contrato comercial, en lugar de mediante un contrato de empleo.
MEDIDAS A MEDIO PLAZO
20. Promover la continuidad de la gestión de las nuevas empresas antes de su venta, para erradicar la cultura del pelotazo.
21. Potenciar la llegada de venture capital a nuestro país y también dentro de él. Los datos en torno a esta realidad son claros: el volumen de venture capital per cápita en nuestro país es inferior a un dólar. En Israel es 142 dólares; en Estados Unidos, de 70 dólares; en Suecia, de 45 dólares; y en Noruega, de 42 dólares. Para lograrlo, se podría potenciar el programa Invierte Economía Sostenible en el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), tomando como modelos los programas Yozma de Israel.
22. Fortalecer la seguridad jurídica ante los impagos. España ocupa la posición número 54 en relación a la facilidad para hacer cumplir los contratos. Como media, se dedican 515 días a resolver estas cuestiones, con 39 procesos distintos. Mejorar estas circunstancias implica reducir el riesgo que supone la actividad empresarial y, por tanto, emprendedora.
23. Facilitar la salida a bolsa de start up tecnológicas. La Administración Obama ha anunciado recientemente la limitación de los costes inherentes a la salida a bolsa de una compañía. La mayor parte del empleo de las empresas cotizadas se crea tras su entrada en este mercado.
24. Acercamiento de la universidad al mercado laboral. Una buena idea es el fomento de prácticas en empresas durante las vacaciones de verano en los estudios universitarios. Además, resulta necesaria la formación del profesorado en emprendimiento. También lo sería la combinación de pedagogía y contenido, mediante interacciones con emprendedores locales.
25. Emprender, también dentro de la empresa, es la base de la innovación. Es un buen lugar de pruebas para la innovación. Su fomento facilita la generación de potencial emprendedor y la difusión de una cultura en la que no se castiguen los errores. Los equipos multidisciplinares y los procesos de información transversales facilitan el desarrollo de emprendedores internos.
26. Desregular: por cada norma nueva, eliminar dos. Los emprendedores no quieren subvenciones ni oficinas gratis, saben que muchas veces son una pérdida de tiempo. Quieren que les dejen trabajar. No necesitan que la Administración haga más cosas, sino menos. Que se quite de en medio y no ahogue con impuestos a start up que acaban de echarse a andar y ni siquiera facturan aún.
27. Asociar fondos públicos y privados que acerquen la gestión del capital a los emprendedores. El plan Start Up America, que combina la participación público-privada, ha elevado recientemente el umbral que para la simplificación de trámites de recepción de inversiones desde los 5 millones de dólares hasta los 50 millones, manteniendo la protección del inversor.
OPORTUNIDADES
28. El emprendimiento es la única vía para salir de la crisis y el paro. Desde 1977 hasta 2005 en Estados las empresas con más de 12 meses de actividad sólo crearon empleo neto en siete años, mientras que las de nueva creación generaron tres millones netos de puestos de trabajo anuales.
29. España cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo, lo que supone la llegada de mucho talento extranjero al país. De acuerdo con el ranking Financial Times 2011, el IESE es la primera escuela del mundo en programas abiertos de executive education, Esade es la quinta en formación a medida y el IE es la segunda escuela en másteres de finanzas (sin experiencia previa). Tanto IE como IESE están en el top 10 del Global MBA.
30. Necesidad de cambio de modelo de crecimiento económico. El basado en el sector inmobiliario está agotado. La competencia en el sector turístico cada vez es más importante. El emprendimiento se sitúa como una actividad sobre la que construir el nuevo modelo económico, para generar empleo y buscar nuevas alternativas.
31. Oportunidad: precio del suelo, oficinas vacías. En la actualidad, un exceso de inmuebles desocupados, unido a la caída en el precio inmobiliario, puede suponer una ayuda para el establecimiento de nuevas compañías en nuestro país. Según un estudio de BNP Paribas Real Estate, Valencia es la ciudad europea con más locales comerciales desocupados, Barcelona está en la novena posición y Madrid se sitúa en la undécima.
32. España tiene un vínculo grande con Latinoamérica que amplía las posibilidades del mercado. El vínculo cultural y lingüístico también es económico. Desde la década de 1990, grandes instituciones financieras y no financieras han llevado esta relación económica a cifras récord: el Santander obtiene el 44% de su beneficio en Latinoamérica, Telefónica algo más del 46%.
33. Aprovechar el tamaño de nuestro país para atraer emprendedores de otros países de Europa con mercados más pequeños. España es el quinto país más poblado de Europa, con más de 46 millones de habitantes. Es el segundo más extenso, por detrás de Francia, con 505.000 kilómetros cuadrados.
34. Hay una gran oportunidad para emprendedores extranjeros por el desfase español en innovación.Muchos proyectos e ideas nacen o llegan con años de antelación a Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Ejemplos como el márketing de afiliación, las herramientas de eCRM o la publicidad en Internet por vídeo demuestran que España es un buen mercado en el que importar ideas exitosas de otros lugares.
SOCIEDAD
35. Mejorar la percepción del emprendedor en la sociedad. Un 48% de los ciudadanos tiene una imagen favorable de los emprendedores. En cambio, sólo el 38% de los jóvenes cree que la sociedad tiene una imagen favorable de aquellos. Las empresas tienen mala imagen, que nos lleva a hablar de emprendedores en lugar de empresarios.
36. Potenciar la cultura del esfuerzo. Se observa una tendencia en nuestra sociedad hacia la recuperación de la cultura del esfuerzo. El eslogan más popular, establecido por el presidente de Mercadona, Juan Roig, habla de pasar de la cultura del maná a la del esfuerzo. Otros empresarios han expresado esta misma idea de formas distintas.
37. La difusión del emprendimiento en los medios de comunicación. En España, un 41% de la población cree que los medios de comunicación difunden noticias de manera frecuente sobre emprendimiento exitoso. Tan solo superamos en esta categoría a Vanuatu (Pacífico Sur), Grecia e Italia, ocupando el puesto 55 de las 58 economías sobre las que hay información disponible.
38. Educación en innovación desde la enseñanza Primaria. Potenciar las aulas digitales e incluir asignaturas ligadas a la innovación en los planes de estudio. El cien por cien de los expertos consultados coincide en afirmar que la enseñanza Primaria y Secundaria no fomentan actitudes emprendedoras, y sólo el 14% cree que la universidad proporciona una adecuada formación para la iniciativa emprendedora.
39. La aversión al riesgo en nuestro país es un lastre para el emprendimiento. Sólo el 19% de los jóvenes españoles considera que la formación que han recibido les lleva a interesarse por asumir riesgos. Apenas un 12% se considera una persona que toma riesgos. Sólo el 25% de los jóvenes se ve en el futuro dirigiendo su propio negocio, son más los que se ven trabajando para una compañía.
40. El miedo al fracaso paraliza el emprendimiento. En España, sólo 3 de cada 10 jóvenes dicen no tener miedo a ser rechazados por sus opiniones. Sólo 2,5 de cada 10 son optimistas respecto al futuro. El miedo al fracaso es el principal obstáculo de la iniciativa emprendedora para un 66% de los jóvenes.
Entrevista en #ocupat
Velen Hesteban
No me he vuelto loco, seguramente no más de lo que estaba. Hoy hablo de esta mujer, de la que sé bien poco, pues es noticia en la prensa económica. Incluso en El Economista se publicó una encuesta acerca de su popularidad. ¿Surrealista? No tanto. Esta princesa del pueblo llano es el activo más potente a nivel económico con el que cuenta Telecinco, la muestra más clara de que las audiencias no sólo rigen por lo que les ofrecen las propias cadenas, sino que éstas son las que indican a los programadores lo que prefieren, y prefieren lo escaso, lo fácil y lo trivial. Recuerdo que ya reflexioné acerca del interés de los españolitos sobre las cosas y la prioridad de las mismas.
No me he vuelto loco, seguramente no más de lo que estaba. Hoy hablo de esta mujer, de la que sé bien poco, pues es noticia en la prensa económica. Incluso en El Economista se publicó una encuesta acerca de su popularidad. ¿Surrealista? No tanto. Esta princesa del pueblo llano es el activo más potente a nivel económico con el que cuenta Telecinco, la muestra más clara de que las audiencias no sólo rigen por lo que les ofrecen las propias cadenas, sino que éstas son las que indican a los programadores lo que prefieren, y prefieren lo escaso, lo fácil y lo trivial. Recuerdo que ya reflexioné acerca del interés de los españolitos sobre las cosas y la prioridad de las mismas.
Que vivimos en la lejana gloria de los que comían “pan con pan” es evidente. Que muy duro se va a tener que poner todo para que la reacción se produzca también. Fijaos que, uno de los referentes intelectuales de la población española (millones de votantes la siguen en diversos programas al igual que a otros parecidos) es esta mujer. Una mujer a la que, el otro día en directo, le preguntaron si sabía el nombre del ministro del interior. Respondió que si hubiera sabido que “la iban a preguntar cosas difíciles se hubiera estudiado el periódico”. Aplausos y otra pregunta: "¿quien escribió el Lazarillo?". Respondió que "nadie" por que la gente del programa le hacia señales con la mano queriendo decir "que no se sabia, que era anónimo". A la pregunta, ¿Qué puedes decirnos de la crisis? Contestó que "de política no hablo" y los aplausos fueron unánimes.