¿Quieres una bicicleta social?
En plena gamificación de la vida cotidiana, cuando la relación entre las cosas y su conectividad empiezan a ser cada vez más habitual, una compañía norteamericana ha presentado la bicicleta social que combinan tecnología inalámbrica con una plataforma social de intercambio de bicis. Plataformas, usuarios sin intermediarios, modelos de compartir todo y cesión temporal de objetos van derramándose por la sociedad del nuevo modelo socioeconómico.
Sin salir de ese extraordinario mundo de la economía colaborativa y de las relaciones distribuidas, el nuevo ciudadano hipersocial va ocupando espacios que, aunque parezcan de escasa relevancia, conquistan el futuro. Por ejemplo, con esta bicicleta social. En lugar de mantener las bicicletas encerradas en almacenes, una compañía propone dotarlas de seguridad y geoposicionamiento para que se utilicen de forma compartida. Su uso es parecido al sistema público que utilizan muchas ciudades del mundo pero va un poco más allá permitiendo que éstas dispongan de todo tipo de elementos para un uso más sofisticado y enriquecedor.
Os hablo de SoBi, como podria hacerlo de Zagster. El sistema es fácil y funciona con números PIN temporales y una aplicación de soporte, pero el avance que interpreto es la universalidad que busca. Es decir, cualquiera puede proponer este uso y asignarse a la plataforma, solicitar bicicletas para su ciudad y empezar el proceso. Algo parecido a lo que comentabamos con los hoteles del futuro.
Ya nadie se librará del cambio, ni los que pensaron que poniendo bicicletas en una esquina de una gran ciudad entraban por la puerta grande del futuro. Resulta, que esa puerta solo conduce a la antesala de todo cuanto queda por ver.
Silicon Valleywood.
Ayer pude ver el primer episodio de una nueva serie de HBO llamada Silicon Valley. Es cierto que eso de la televisión no es algo que me ocupe demasiado tiempo en mi día a día pero a veces a uno le flojean las defensas. La cosa en cuestión gira a partir del universo complejo, apasionante y pocas veces llevado a la pantalla de las startups en el estado de California.
Desconozco los detalles e historias de protagonistas, directores o productores. No tengo datos que me aporten nada al respecto y no es este un blog donde esas cosas puedan aportarse con criterio. Sin embargo parece ser que está repleto de ‘importantes’ del mundillo. Me interesó por lo intocable que parece ser en el cine y televisión el ecosistema de Silicon Valley y de las empresas que lo conforman. Solo había visto algún intento como las películas sobre Facebook o la biografía de Steve Jobs.
Como sabéis trabajé cerca del valle hace unos años. Durante veinte meses estuve vinculado en el proyecto que me llevaba de Boston a Los Ángeles cada mes y, aunque técnicamente eso no es el Silicon, pillaba cerca. Pude ver, sentir y saber muchas cosas que ahora en esa serie se caricaturizan pero que tienen visos de realidad. La serie habla de un chaval llamado Hendrix y que trabaja en algo parecido a lo que sería Google como ingeniero. Por las noches desarrolla un software que comprime datos de manera casi milagrosa. A partir de ahí lo que busca el argumento es explicar cómo nace y se mueve una startup en ese escenario, como pactan vivir en casa de un millonario a cambio de un porcentaje, el business plan, las relaciones sociales, los grupos de poder y todo lo que tiene que ver con un entorno tan sofisticado como ese.
A parte de toda la fauna prevista, razas, clases, millonarios y lo que se precie, me ha quedado la sensación de que representa bien lo que allí ha pasado y como, al más puro estilo Hollywood, se ha exportado un modelo cultural, en este caso, empresarial. Otra cosa es que lo estemos haciendo igual de bien. Es cierto que cuando estás en Silicon Valley lo primero que notas es que no existe como tal y que la ubicación de las empresas dista mucho de lo que en Europa entendemos por un ecosistema. En el resto del mundo llamamos ‘silicon valle lo que sea’ a cualquier polígono industrial venido a menos que deciden reconvertirlo en un hervidero de incubadoras y aceleradoras con muy poco criterio y mucha publicidad política. Luego pasa lo que pasa.
La computación en la nube, los dispositivos móviles, las redes sociales y otras tecnologías de acceso rápido a Internet, están produciendo oleadas de nuevas start-ups, pero para muchas de estas jóvenes empresas, el capital riesgo es la respuesta equivocada, por lo menos al principio
En alguna conferencia, cuando me preguntan si considero Silicon Valley como cartón piedra (hay críticos que así lo definen) mi respuesta es un no rotundo y solo hay que revisar las cuentas de resultados de esa comunidad, las patentes que se registran y el producto interior bruto que representan. California llegó a ser la quinta potencia económica del mundo por si sola y, aunque el valle de silicio no es su motor principal, si participa de su definición.
El problema viene cuando hablamos de ‘los otros sillconsvalleys’. Es para echarse a llorar por no otra cosa. Un universo como ese no nace de la decision puntual y voluntarista. El modelo se larva, crece, se estimula y, sobretodo, se arriesga desde todos los ámbitos, privados y públicos.
Los graduados universitarios de hoy deben ser conscientes de que la tendencia al alza en el Silicon Valley es la evaluación de los empleados cada tres meses, ya no es anualmente. Debido a la globalización y la revolución de los productos nuevos se están eliminando las valoraciones de gestión de un modo tan rápido que las empresas no pueden permitirse el lujo de esperar hasta el final del año para saber si un jefe de equipo está haciendo un buen trabajo.
Lo que allí pasa no es perfecto, pero lo que sabemos la gente que como Xavier Verdaguer, Eneko Knorr, Miguel Díez Ferreira y tantos otros europeos que hemos pasado por allí, es que alli se respira dedicacion, pasion, talento, mucho talento, competitividad, retos y que, de un modo u otro, la historia inmediata se escribe en parte destacada desde ese lugar. Un enorme lugar ideal para los que desean poner ideas innovadoras en marcha. Otra cosa será como lo estan exportando y como medio planeta ha decidido administrarlo
Las ciudades del conocimiento o también llamadas ciudades compactas surgen como un nuevo modelo de espacio para la innovación y espero que para emprender. Si se mezcla el entorno urbano natural reformado para la acomodar un modelo de vida más abierto y actualmente cultural con la estrategia económica en pools empresariales conectados internacionalmente y además con los canales que permitan la investigación para la innovación se propicia una nueva actividad económica capaz de atraer talento y empresas de todo el mundo para facilitar el nacimiento de tecnoemprendedores.
La serie es interesante en cuanto a la crítica que hace de esa intocable y casi milagrosa fórmula por la cual un desarrollo de un año y medio, que no vende nada, puede valer miles de millones al ser ‘adquirido’ por uno de los grandes que en si son los que mantienen el macrovalor del lugar. Sin embargo detecto que se plantea la idea de que la primera startup que debes potenciar cuando emprendes tecnología eres tú mismo, en concreto ‘the startup of you’
Desconozco si la serie entrará en la que, para mi, es el mayor defecto del lugar. La gestión de lobbys y familias, el poder derivado de esas fórmulas de relación y que suponen que el éxito de cualquier proyecto pase por estar en el lugar adecuado, en el momento correcto y con la persona que conviene. Es una comedia y como tal se debe entender no obstante.
De la emisión del primer episodio me quedo con un detalle. Exponen bastante bien la presión que se establece sobre la idea y el desarrollo pendiente, sobre la aventura que supone lanzarse al reto de crear una startup y la de abandonar tu trabajo seguro en una gran compañía. Lo que transmite también es que Silicon Valley ha iniciado un camino de no retorno donde las cosas se precipitaran tarde o temprano y que el coste y valor de las cosas ya no responde a ningún criterio lógico.
Si la quieres ver tienes dos opciones de momento. Los domingo noche por HBO o a través de tu site de descargas favorito.
Airbnb y los hoteles del futuro
La semana pasada estuve en las oficinas de la central europea de Airbnb en Dublín aprovechando la invitación de sus responsables locales. Ya conocía a la empresa que cubre cerca de medio millón de propiedades en 192 países y casi 34.000 ciudades del mundo. Relativamente joven, fue fundada en San Francisco en 2008, ya vale más de 10.000 millones de dólares. No es sólo una de las nuevas socias del selecto club de las megastartups, también es un referente más de lo que aquí definimos a veces sobre el futuro de la economía y sus procesos en plena metamorfosis.
Darle la espalda al tsunami no garantiza que no se te lleve por delante, lo único que pasará, si te giras, es que no sabrás cuándo sucederá.
Ya pasó con la música, pasara con los libros, paso con los viajes y pasará con miles de millones de empleos, todo cambiará y lo hará rápido. Los intermediarios, la cadena de valor entre cliente-usuario y producto cada vez es menos curva, menos compleja y utiliza la tecnología para simplificarlo todo, hasta el punto que los intocables pueden estar también en fase de extinción.
Las agencias de viajes vieron su negocio quebrado cuando desde un ordenador cualquiera podía organizarse un viaje, comprar un billete de avión o relacionarse con el hotel o guía en la otra parte del mundo. Luego esas plataformas vieron como en algunos casos los usuarios-clientes ya no estaban solo dispuestos a reducir costes con webs donde paquetizar todo eso. Poco a poco el usuario deja de ser cliente y pasa a ser otra cosa difusa que la Nueva Economía esta descifrando todavía. Es en ese momento exacto que toman fuerza y valor proyectos que se llevan por delante el asunto.
Airbnb no deja de ser un exponente más, como tantos, de que los intermediarios, en todo, desaparecerán y lo harán rapidito. Ser el de en medio no tiene futuro. O eres cliente o eres productor. Lo unico que se necesita ahora es un canal que los vincule y este ya no precisa de una cadena de sucesos, de procesos encadenados que encarecen. Ahora solo es preciso tecnologia. En 2012, estos de Airbnb cuya sede europea abarrota una nave industrial al norte de la ciudad, gestionaron 10 millones de noches en reservas de habitaciones, apartamentos y casas particulares.
Es cierto que la economía digital y sus procesos requieren muchas mejoras y adaptaciones cuando la traspasas a lo analogico. El ejemplo de Airbnb es evidente y fueron muchos los problemas que vivieron en el pasado. Problemas que surgieron de demandas por destrucción de algún apartamento, situaciones irregulares en el uso de los mismos, redadas por prostitución, huéspedes insatisfechos y que provocaron que la empresa lanzara una ‘garantía para anfitriones’ consistente en una protección de daños hasta el millon de dolares con Lloyd’s of London.
Con el tiempo, algunos de los impedimentos a ejecutar una transacción ‘hotelera’ en algunos países y ciudades desaparecerán. La evolución natural de la economía nos lo garantiza. Mas facil, mas barato, mas rapido y con menos complicaciones. Aunque en enero de 2013, un usuario de Airbnb fue condenado a pagar una multa de 2.400 dólares a la ciudad de Nueva York por el alquiler de su habitación en Airbnb con el tiempo esto será una anécdota.
Los hoteles se la tienen jurada. Como se la tuvieron jurada antes a otros actores del tema. Por ejemplo, los hoteles y las grandes cadenas se enfrentan de cara a los cupones descuento o al método grupal. Es un error ponerse de culo al progreso. Darle la espalda al tsunami no garantiza que no se te lleve por delante, lo único que pasará si te giras es que no sabrás cuando sucederá.
En estos momentos, Airbnb vale 10.000 millones, Hyatt Hotels 8.000, Wyndham 9.400. Me imagino a una gran cadena hotelera ‘mutando’ su negocio, comprando a los de ‘las habitaciones’ y estimulando un modelo de negocio aparentemente antonimo a ellos pero que no deja de ser un modelo de hostelería del futuro. Al tiempo.
Táctica o estrategia, las claves del éxito.
Leo sobre las claves para que un proyecto tecnológico tenga éxito y me viene a la cabeza cada uno de los errores que he cometido en esta vida como emprendedor, como directivo de empresas o como empresario, de cómo en ocasiones se supedité el cliente o en otras el producto y que en ambos casos no lo hice ni en el momento ni de la manera adecuada. Recuerdo como de repente uno de esas ideas se viene abajo porque nadie apuesta por ella. Aprendes a tocar puertas como si fueras Beethoven.
También por mi memoria circulan los éxitos. El duro tránsito de soportar a muchos diciendo que te vas a estrellar, que no va a salir bien, que así no se puede o que no sabes. Son días, meses y años que tienes que llevar sobre tus hombros el peso de lo que consideras que es lo mejor, lo factible y el seguro de que el proyecto se logrará completar. He cometido errores, pero he intentado aprender. De esas experiencias, buenas y malas, de cuando algo se desmorona o de cuando recibes la llamada de un comprador para tu producto o para tu empresa. De todo se aprende. De cuando el teléfono deja de sonar porque nadie quiere darte ni cinco céntimos de crédito y de cuando el mismo aparato es un zumbido constante de periodistas queriendo saber los detalles de ‘tu éxito’.
Leo esas claves y pienso que son en gran medida lecciones obvias pero tan difíciles de alcanzar con criterio y con equilibrio. Os las dejo para que las razonemos, debatamos aquí o en las redes sociales, pero para ver hasta que punto hay claves para el éxito o el éxito es la clave en si mismo. ¿Cómo se puede saber en un inicio que podemos tener éxito? Un estudio realizado por la revista Inc. y la National Business Incubation encontró que la tasa de fracaso ronda a ocho de cada 10 empresas del tipo startup, por lo que es una cuestión digna de preguntar antes de invertir tiempo y recursos en su nueva empresa. Por un lado lo normal, atendiendo a esos números es que no te salga bien. Lo raro es el éxito. Veamos cuales son esos motivos para ser la ‘excepción’
1. Clientes
¿Proporcionas al mercado algo tan extraordinario que lo acogerán con entusiasmo? Lo ideal sería que el cliente se identificara al detectar necesidades y si esa necesidad se puede escalar estaríamos en la cúspide de lo que se considera perfecto. Piensa en términos de satisfacción de una necesidad, y si estás en el mercado adecuado, no vaya a ser que lo que vendes sea mejor hacerlo en otro lugar o de otro modo. Nombra tus clientes potenciales en dos palabras.
2. Producto
Lo ideal sería crear un producto que fabrica necesidades directamente o deseos a tus propios clientes aun por satisfacer. Mantente en la solución de problemas sin mensajes complejos. Define tu producto con una frase. Deja de lado tu idea si la curva de aprendizaje para fabricarlo implica tiempos exagerados.
3. Sincronización
Cada mercado tiene un ciclo de vida. El llamado ‘time to market’ es la clave para mi más importante. Si innovas antes de tiempo y el mercado no lo acepta no has innovado. Sólo es innovación aquello que el mercado considera aceptable. Ten en cuenta que cualquiera que resuelve un problema puede vender esa solución, pero lo que no queda claro es que eso lo puedas hacer de manera masiva y beneficiosa en cada momento. A veces el escenario no está decorado y la función es un desastre. Define con una frase el momento de venta. Si no lo localizas adecuadamente puedes encontrarte ante una rampa de ascenso a las ventas muy empinada, muy difícil de superar y, la gran idea y producto, no encuentren el mercado a tiempo. Adelantarse suele ser algo muy similar pero te permite esperar, que si se hace bien, es más barato que llegar tarde.
4. Competencia
A diferencia de lo que se explica, a mi la competencia no me parece nada malo. Al revés, para garantizar mi éxito prefiero saber que hay muchas empresas que hacen o desarrollan cosas parecidas. Es importante saber porque vas a ser mejor que ellos o en que nicho o por que agujero comercial te vas a colar. Describe en una frase las deficiencias del conjunto de tu competencia. Busca mercados fértiles que permitan a ideas como la tuya florecer aprovechando los puntos anteriores y plantéate tu como la competencia de otros y no al revés.
5. Finanzas
Todo negocio requiere dinero para empezar, pero el objetivo debe ser reducir al mínimo el riesgo y el costo de ser posible. El problema es que en el mercado actual esa guerra precisa de mucho armamento y las armas son caras. Hay que atender muy bien, y es la clave del éxito técnicamente, el ratio de gestión conversión entre riesgo, costo y beneficio. Define con una o dos palabras el concepto ‘saldo cero’. Si no logras derivarla a sinónimos de equilibrio será difícil cumplir lo que busca este post.
6. Equipo
¿Tienes claro que tu equipo es el mejor o que van a ganar la batalla? Si no es así ya juegas en una división distinta a la del éxito. Puedes estar en la de la supervivencia, la de la perpetuidad, pero no en la del triunfo. Si tienes recursos limitados obviamente, es bueno ir fichando a costes que rocen el riesgo a grandes responsables o directivos de alto valor que deberían asumir un punto de implicación emprendedora en el proyecto. La clave para mi es esa por encima a veces de las aptitudes están las actitudes. Con una frase nombra el grado de implicación de cinco empleados al azar. Si no es uniforme y positivo pinta mal.
Con estos puntos sobre la mesa uno puede analizar si le pinta bien o no su proyecto. Es un marco básico que obviamente deja muchos temas por analizar pero creo que como hace la revista Inc., y yo complemento, los puntos ciegos de una startup pueden estar en esos seis elementos. Enfocarse en pequeñas batallas en lugar de en la guerra te permite divertirte mucho con lo primero y ganar la segunda a pesar de las heridas sufridas. Estrategia, mucha, pero táctica también, incluso más.
Conector: aceleradora acelerando
Hace un tiempo Forbes publicó las razones por las que una aceleradora es un mejor espacio para el desarrollo emprendedor que una Escuela de Negocios. En concreto nos confesaban este tipo de estimulante empresarial existe en Estados Unidos desde 1952 y que, por lo general, siempre han estado cerca de las universidades. En aquella época eran como bancos de pruebas.
Sin embargo ahora, un nuevo modelo de aceleración para startups tiene más que ver con los modelos tecnológicos que surgen y se generan. Es un tipo de soporte y estímulo más próximo, teniendo que ver incluso con la tutoría tecnológica, con la aportación de recursos materiales, con el asesoramiento de tipo legal, con la aportación de seed capital y, por lo general, con el apoyo de experimentados empresarios y emprendedores que permiten a la startup en fases iniciales recibir información para anticiparse a los procesos lógicos del negocio y para valorar la validez.
Paul Graham, padre de la incubadora que tuvo en su sede a Dropbox, ahora valorada en billones de US$, considera que las aceleradoras de startups son como un baño de realidad muy necesario para el emprendedor. De él es la frase ‘entrar en Harvard esta muy bien pero prefiero un buen espacio emprendedor vinculado a una gran aceleradora o incubadora, pues, a diferencia que en una universidad, hay de todo lo que afecta al negocio y, además, de verdad’.
A mi modo de ver, España tiene una ventaja con respecto a muchos de esos espacios que Graham comenta. Si dejamos de lado universidades, tenemos escuelas de negocio que aparecen siempre en el top de las líderes en el mundo. Ese hecho debe complementarse con la tecnología y la investigación de manera que seguramente estaríamos creando un ecosistema mucho más competitivo para crear otros ‘dropbox’ y lanzarlos mundialmente.
Mientras eso no sucede en nuestro pais y otros, o se trabaja para que se modifique, podríamos mos tirar de aceleradoras. Ese sería un gran papel a jugar. Ese es el que intentamos que se juegue en la aceleradora Conector de la que soy socio fundador junto a Carlos Blanco, Xavier Verdaguer, Elisabeth Martinez, Miguel Vicente, Gerard Olivé, Risto Mejide y Marc Ros.
En la primera edición, y tras filtrar entre más de un centenar de buenos proyectos, seis proyectos fueron seleccionados. Ahora estan en la fase final de esta aceleración y preparando su puesta de largo en el ‘demo day’
En paralelo acabamos de anunciar una nueva convocatoria para su programa de aceleración, formación y acompañamiento para proyectos digitales que se desarrollará en Barcelona de junio a noviembre de este año. El plazo para el envío de las propuestas de proyectos candidatos a entrar en dicho programa se prolongará hasta el próximo 4 de Mayo. De todos los proyectos recibidos, se seleccionarán los finalistas que presentarán sus proyectos en el StartupDay del 14 de Mayo ante un jurado compuesto por los principales socios de la aceleradora junto a los mentores de la aceleradora y profesores de escuelas de negocio, inversores y destacados empresarios de otros sectores.
Entre los mentores de Conector podemos destacar a Axel Serena, Eudald Domènech, David Tomás, Ignacio Fonts (Inveready), Adriana Freitas, Iñaki Ecenarro (Trovit), Carlos Guerrero, Miguel Vicente (LetsBonus), Luis Font (Zyncro), Martí Manent, Pau Cerdà, Simon Lee (Incubio) y Vicenç Martí (Akamon).
Conector busca proyectos con empresas ya constituidas o constituyéndose, del sector de Internet, Mobile, Tecnología, Telecomunicaciones, Media y Entretenimiento con equipos de entre 2 y 4 emprendedores y orientados a tener un producto disponible en mercado como máximo en los próximos 3-4 meses. Mi objetivo cuando acepté ser parte de esta aventura era ayudar a que, gracias a gente que llevamos mucho tiempo en esto de los negocios tecnológicos, el proyecto de otros fuera viable y repercutiera en crear riqueza, empleo y sobretodo más innovación.
Me siento muy afortunado. Tener la oportunidad todos los dias de construir un fragmento del futuro de la mano de emprendedores que ponens sus ideas, su esfuerzo y su capacidad frente a nosotros para que les ayudemos es algo impagable. Escucharlos, sentirlos y vivir con ellos sus aciertos, errores, ilusiones y ratos amargos vale todo mi tiempo y energía. Ellos desconocen que cuando nos dan las gracias a nosotros por cuanto creen que hacemos por ellos, en realidad, desde dentro me nace un enorme sentimiento de gratitud hacia ellos. No saben cuanto aprendo en cada conversación con ellos, en cada ‘board’ o en cada sesión como mentor. Si lo supieran, en lugar de decir al terminar ‘gracias‘ dirían ‘de nada‘.
Revoluciones en marcha: 'crowdfunding'
Vivimos en beta constante. Sorprendentemente asistimos a una transformación gigantesca y lo hacemos de un modo casi natural. Algunos elementos nos muestran la dimensión de la erupción y otros, sinceramente, nos la amortiguan. A esta última pertenece todo lo que tiene que ver con el modelo financiero, aquel que hizo aguas hace ya más de seis años. Pero la historia les tiene reservados una sorpresa. No se dan cuenta, o si, que el viento sopla fuerte y lo hace a ráfagas, pero tumba todo lo que se le pone delante si no le sirve. La banca actual, sirve, pero no es eficiente para lo que la sociedad, los emprendedores, las nuevas dinámicas económicas y la nueva escala de valores en las fases de creación, fabricación y venta, precisan.
Es muy curioso detectar como no es solo ya un tema de ‘nueva moneda’ como el bitcoin, o una sociedad de valores en alta frecuencia, ni tan siquiera tiene que ver con las nuevas reglas de la economía digital. Tiene que ver con una nueva conciencia social y casi genética que toda una nueva generación está desarrollando sin darse cuenta. Los cambios, tenemos experiencias recientes, son rápidos y se llevan por delante a cualquiera.
No es cuestión de adaptarse, estoy seguro, se trata de aceptar que hay cosas que ya no tienen futuro, no funcionarán y otras vendrán. Es más barato cerrar un negocio y fundar otro con la experiencia adquirida que esforzarse en modular, estilizar y retocar el que ya no se adapta bien a los tiempos que corren. Incluso veremos cosas sorprendentemente buenas. Entidades financieras apostando por proyectos que suman en el ámbito del ‘crowdfunding’. Miren sino el detalle al que hace referencia Carlos Blanco en su blog sobre las cinco primeras inversiones que el fondo BStartup del Banc de Sabadell. Una de ellas es de ‘crowdfunding social‘.
Un ejemplo claro de cómo se está desarrollando esa mutación gracias a la capacidad de romper cadenas de valor inamovibles, a tumbar muros inquebrantables y al empoderamiento que la tecnologías está dando a las personas sería el denominado ‘crowdfunding’ que otros nos gusta llamar ‘la democratización del espíritu empresarial’.
Hay proyectos que difícilmente lograrían financiación en el mundo ‘real’ de los bancos y entidades de soporte al emprendedor. Por ejemplo, Bugasalt, un juguete como una escopeta que dispara ráfagas de sal para matar insectos que recaudó más de medio millón en una plataforma de ‘crowdfunding’. El mercado resulta que esperaba ansioso el ‘juguete’, pues como se puede entender, los que aportaron dinero eran potenciales clientes. Lo que estos proyectos suelen tener en común es que los consumidores los quieren y ponen el dinero incluso previamente. Son ellos mismos los que, dispuestos a pagar para que se desarrollen, ponen el capital previamente y a partir de la imaginación de un empresario se logra generar.
Lo importante es empezar a ver las cifras que se manejan. En los últimos 3 años, la economía crowdfunding ha casi cuadruplicado su peso llegando ya a más de 5.100 millones de US$ en Estados Unidos. Poco en comparación con el mercado tradicional pero en plena línea de crecimiento exponencial. El ‘crowdfunidng‘ es apenas un bebé, está en pañales, se deberá estar atento pues, como se verá, la economía de captación de fondos de modo abierto y popular está apunto de vivir su mayor punto dramático de transformación como indica este gráfico que hoy acompaño y que ha creado el portal Clarity.
En breve podré informar de otra inversión que acabo de hacer sobre un proyecto en este sentido y que me ilusiona especialmente.
El mejor equipo del mundo
Cuando apenas tenía veintiséis años y me dedicaba a eso de la bolsa, conocí al tipo en el que se basa la película ‘El lobo de Wall Street’. Jordan Belfort estaba de viaje por Europa y pasó unas oficinas de una sociedad de compra y cambio con la que me tocaba colaborar de vez en cuando. No recuerdo a nadie que le dijera nada malo, ni tan siquiera que lo pusiera en cuestión. Fueron apenas diez minutos (el tipo iba como loco recuerdo) pero suficientes para ver un modelo a seguir. Se trataba de ganar dinero simplemente y de ganar dinero este tipo, al parecer, sabía mucho.
Pero cuando es que no, es que no. En mi caso, los dos años magreando datos y cifras, valores y bonos, fueron los que necesité para pasar de la ruina por un fracaso emprendedor, el pago de todas las deudas acumuladas por dicho error y la acumulación de un nuevo capital con el que tirarme de nuevo por un acantilado. De ese modo pude ‘utilizar’ el mundo del dinero para lo que realmente quería, volver a intentarlo montando un negocio propio y tipo tecnológico, algo que me fascinaba por aquel entonces y que otro día explicaré.
Que lejos queda todo aquello. Cuando el éxito, para muchos con los que convivía, era sencillamente amasar dinero. Sólo era eso. Un día te despiertas y descubres que ganarlo no es complicado, ni perderlo tampoco, pero que no aporta absolutamente nada por si mismo si no lo acompañas de algunos elementos necesarios.
La generación con la que trabajo, mi equipo, multidisciplinar y tremendamente disperso en la globalidad del territorio, son la antítesis absoluta a esa manera de ver la vida. Son gente que antes de aceptar un empleo como el que yo pude ofrecerles en su día, analizaron muchas ofertas más. Son gente, que por suerte, no tienen pensado pasarse la vida en mi empresa. Tienen otras inquietudes y eso los hace interesantes. Mi obligación es estimularlas para que algún día las desarrollen por si mismos, con o sin mi participación.
Ahora todo es distinto. Parece ser más importante disfrutar del camino que llegar al destino final. Irónicamente, los “milennials”, jóvenes impredecibles, son los que traducen perfectamente esa nueva visión. En una era donde el placer determina la dimensión de los logros profesionales, ellos saben como nadie reconocer oportunidades que conectan pasión y trabajo. La economía creativa, nuevas profesiones, el boom de una actitud emprendedora y la nueva fuerza colectiva están decorando un inédito escenario. Ya no impresiona que los “millennials” sean impacientes pues la velocidad en como se conectan a la vida y al mundo les permite vivir a otro ritmo. Proyectos que solamente marcan la diferencia a largo plazo no les interesa, no les estimulan, y necesitan constante “feedback” para sentir que sus esfuerzos están siendo reconocidos.
Mi equipo no tiene edad. Se trata de un complejo grupo generacional nacido de las décadas de los ochenta y noventa con maravillosas excepciones de inmigrantes digitales que provienen de décadas más lejanas. Retenerlos es complejo, es un desafío constante. Suelen recibir propuestas y muchas reglas de empresa son, para ellos, innecesarias. Trabajan por sentimiento, con la voluntad de trascender en lo que hacen. Tienen reglas éticas que un mayor sueldo no puede tumbar tan fácilmente.
Cuesta encontrarlos pero yo tengo unos cuantos conmigo. Porque es bueno hacerlo, analizo mis activos. En días en los que analizas cual es verdadero valor de tu empresa descubres que está en lo humano y en como la tecnología que desarrollan se deriva entre nuestros clientes con el corazón. Me encanta, no por el concepto empresarialmente lógico, sino por lo mucho que significa, ver cuando de madrugada, o a antes de tomar el primer café, cualquiera de ellos, toma su smartphone, su tablet o lo que sea y se preocupa de cualquier ‘no previsto’ que surgió. No van a recibir nada, no van a ganar más, no tiene que ver con eso, es sencillamente, sentimiento de pertenencia, apoyo al resto del equipo y un tremendo respeto que siento hacia mi.
Entregarse a un proyecto empresarial te convierte en emprendedor por cuenta ajena y en eso debería de basarse todo un nuevo escenario de contratación laboral, gratificaciones y opciones directivas. Cuando en una de mis empresas la medición de tiempo disponible y ocupado marca la dinámica sé que voy a fracasar. Mi obligación es convertir un equipo de “empleados” en mis socios. Eso puede llegar a ser incluso una opción societaria más, pero a lo que yo me refiero es a que la lucha no es sólo mía, es de todos.
Disfruto de ese instante en el que un usuario de una de nuestras plataformas se convierte en mucho más que alguien que puede pagar una cuota por servicio, es alguien que está validando, mejorando, viviendo y sintiendo lo que ellos, mi equipo, han creado, cuidado y sufrido durante meses y meses. Verlos emociona, vivirlos te nutre y da sentido a tanto tiempo de sobreesfuerzo.
Los emprendedores nos quejamos de lo duro que es esto de montar empresas, de gestionarlas y de arriesgar todo nuestro patrimonio. Es cierto, pero también podemos asegurar que en ese sacrificio está la vida y el estímulo necesario para, por lo menos yo, sentirme conectado con mi propia existencia y con mi necesidad de explorar. Sin embargo no puedo olvidarme ni un minuto de cuantos también arriesgan su vida desde dentro, desde la interpretación de un papel en la representación de mis sueños. Hay momentos que los veo sin quejarse, duros y con la mirada lejana, como quien corre sin descanso, con la visión de una meta a la que cuesta llegar. No hay dinero que pague eso. No hay agradecimiento para quienes confiaron sus anhelos a un tipo que un día les ofreció un puesto de trabajo por menos dinero que en otro lugar y por más horas que en otro lugar para desarrollar algo que aun no estaba listo.
Corro como emprendo. Avanzo con un destino pero disfruto del camino. Si aparecen subidas pronunciadas las diviso y las valoro, las juzgo y las tomo como reto. Si aparecen bajadas reduzco la velocidad para no lesionarme o caer. Aprovecho que permiten descansar el cuerpo pero mantengo la mente en alerta. Tomo aire. Cuando lo hago en solitario disfruto de cada uno de los metros y de los golpes en el suelo, pero cuando lo hago en grupo es algo extraordinario, divertido y estimulante. Cuando encuentro un nuevo camino, vereda o lugar por el que correr, me lanzo sin mirar, casi sin preguntarme si vale la pena. Es nuevo y eso vale.
A cada dificultad una sorpresa, a cada muro de piedra un escalador, a cada desánimo un apoyo incondicional de unos con otros. Mi equipo es el mejor equipo del mundo. Gente a la que espero ayudar a conquistar sus sueños porque, de verdad, lo merecen. Como en la imagen del encabezado, si pienso que corro sólo porque tengo delante mío una carretera infinita, con solo voltear la cabeza, con solo mirar al lado, veré que conmigo vienen un buen grupo de corredores más.
La 'no burbuja' de los billones
Ayer se supo que Twitter perdió 645 millones de dólares el pasado ejercicio. Sin embargo su valor nominal es brutal y, a pesar de que a estas horas su valor bursátil se ha desplomado, en cuestión de días que se recuperará. Aunque no aparezca en la lista, bien podría ser miembro de una de las listas más selectas del mundo empresarial y tecnológico actual. The Wall Street Journal publicó un gráfico interactivo en el que figuraban más de 30 startups con una valoración superior a los 1.000 millones de dólares. Son valoraciones objetivas en base a las entradas de capital que han vivido recientemente.
Curiosamente, aunque no es una sorpresa, en este club casi no hay empresas europeas, pero si hay chinas. Tengamos en consideración que el futuro que ahora estamos labrando en términos como ‘la Internet de la cosas’, ‘el Big-data’ y la ‘metamorfosis de la sociedad’, se construye desde la empresa, es la apuesta tecnológica que hacen las organizaciones privadas las que marcan los comportamientos, la evolución y los ritmos sociales. Si en Europa cada vez es más difícil reconocer propuestas que puedan ser consideradas determinantes en la escena empresarial y tecnológica del futuro mal vamos. Esta lista, a parte de ofrecer una posible tendencia hacia la sobre valoración de las compañías, también nos dice que Europa envejece. Es obvio y que lo hace de la pegajosa mano de sus dirigentes también.
Me cuesta ver como algo etéreo e inconsistente un volumen tan grande de afectados. Miles de millones de personas activando y desactivando procesos que, independientemente del rango y cálculo en el que se ubiquen sus cuentas de resultados, está claro que rigen y condicionan el presente y asignarán las bases del futuro. Seguramente, en cinco años se hablará de Facebook como se hace ahora de la Yahoo de hace una década, de Twitter de cómo se hablaba de Myspace y así con muchas otras. Esa es la esencia y esa es la maravillosa realidad. Nadie está en manos del monopolio de los usuarios aunque lo parezca, sin embargo el valor de todas ellas está en la inmensa gestión que hacen y podrán seguir haciendo aunque varíen sus modelos de negocio y experiencia de uso, de toda esa montaña de conocimiento adquirido a tiempo real.
Las opciones son dos: que la ‘digitoburbuja’ explote y nos muestre que valorar las empresas y cotizarlas por expectativas de facturación es un error, que otorgar valoraciones mil millonarias cuando apenas tienen ingresos (Tumblr fue comprada por más de mil millones cuando solo facturaba trece) conduce irremediablemente a la quiebra para enriquecer a especuladores atentos.
La otra opción. ¿Y si no explota? ¿qué aprenderíamos entonces? Tal vez, que todo ha cambiado y mucho. Que el balance no se mide como si estas empresas fueran una cadena de venta de electrodomésticos o una petrolera, ni tan siquiera como un medio de comunicación o un gestor de contenidos. Tal vez nos demos cuenta que en plena nueva era, en los albores de un cambio de sistema inédito, estas no dejan de ser otra muestra del nuevo escenario. Un lugar donde lo que se piensa tiene valor y lo que se hace deriva de ello, un espacio comercial donde se maneja información combinada y no sólo emitida, un cuadrante social donde se gestiona el coste de la interpretación colectiva de las ventas que la contabilidad resultante.
Vamos irremediablemente a la programación colectiva, a la utilización compartida de productos que fabrican otros, al desarrollo en beta constante de una plataforma sin límites ni fronteras que no podrá venderse de unos a otros, que no será capaz de saber donde empieza Facebook o donde termina Twitter, vamos a un sistema operativo global que mutará de estas (hoy llamadas) compañías. Pero también vamos a las impresionantes cadenas del longtail, de la economía low cost y a la diversión monetizada.
Ahora bien, algunas de estas empresas están muy valoradas mientras sus modelos de negocio siguen sin estar validados y lo único que aportan es unas cifras de usuarios y escalabilidad brutal, aunque eso no se monetice. Su valor no deja de ser otro que su expectativa y no tanto la cuenta de resultados. Está claro que el mundo ha cambiado mucho pero no creo que podamos mantener por más tiempo ese recorrido por el desierto a menos que esto responda a la creación de una enorme y reluciente burbuja tecnológica. Creo que no, pero también creo que veremos caer alguna y que su derrumbe arrastrará algunas que si estaban en condiciones de soportar ese escenario de futuribles pero que precisaban más tiempo.
La exhuberancia de la época de las puntocom y su posterior quiebra no es comparable. En aquella época se vendían por miles de millones un ‘powerpoint’ sobre un portal donde no había ni un usuario registrado. Eran tiempos en los que un tipo con un ‘vespino’ y un ‘portátil’ preparado con una presentación basada en plantillas ‘cool’ se plantaba ante un consejo de administración de un banco europeo y en apenas diez segundos le compraban la idea, el proyecto y metían a media familia en el paquete. Ahora no es así pero la valoración desmedida de algunas compañías podría ser un hándicap, pues si alguna de éstas al final se la valora en revisión y pierde esa enorme consideración, arrastrará a muchas otras y con ello estaremos en un escenario que tampoco responderá a la realidad pero que se basará en el pánico, sobre todo de los mismos que ahora están engordando los valores de estas mismas empresas.
Mi impresión coincide con la del Harvard Business Review que ofrece una sencilla explicación a esta lista de empresas con valoraciones mil millonarias: “un dólar en el año 2000 no equivale a un dólar en 2014, sino a 1,35 dólares. Eso para empezar. Si en lugar de realizarse la comparación en términos nominales se lleva a cabo en términos reales, se descubre de que de las 25 empresas estadounidenses en la lista, solo 15 superarían una valoración de 1.000 millones de dólares en términos reales”
Creo que si entramos en argumentos más técnicos, como se reflejaba recientemente en una publicación como Sintentia, “veríamos que la razón contraria a la existencia de una burbuja sería una comparativa entre los ratios Valor y Ventas en 1999 y en el momento actual. Veríamos pues que mientras que en 1999 este ratio indicaba que se estaban valorando a las empresas por importes de 26,5 veces las ventas, las valoraciones actuales son de solo 5,6 veces las ventas”, lo que parece situarnos lejos de una hipotética burbuja, al menos en lo que a la relación entre valor y ventas se refiere. ¿Tú que piensas?
Facebook maneja datos de más de mil millones de personas, sus gustos, condiciones, relaciones y ocupaciones. Twitter es capaz de ofrecer información a tiempo real y, en breve, a conceder predicciones inverosímiles que los modelos ‘big data’ están atrapando. Gestores digitalizados de posicionamiento aplicados a compañías aéreas se basan en gestores de color o impresiones como las que entregan Pinterest o Tumblr establecen valores de empresa que hasta ahora no se contemplaban. Trescientos millones de usuarios en aplicaciones móviles como Whatsapp conceden expectativas muy distintas a todo ese universo de esa llamada ‘burbuja’.
Como se podía leer recientemente en el Wall Street Jounal, una de estas empresas que aun no están en esa lista pero que probablemente lo estarán, Foursquare, ha logrado materializar un contrato con Microsoft por algo que si será determinante: los datos. Mientras que la publicidad en esa plataforma no arranca, lo datos que maneja de los millones de usuarios si son oro de muchos kilates. Ahora mismo la entrada de estos 15 millones por un convenio de colaboración vinculante ponen a los de la red de geolocalización en los 650 millones de dólares de valoración nominal. Yo sigo pensando que lo que se está organizando y posicionando es el futuro esencialmente y el modo en el que lo vamos a vivir, comprar y vincular a las empresas que diseñarán como nos acercamos a nuestros intereses más inmediatos.
Emprendedor tecnosocial
Leo que la tecnología, los tiempos que corren y la sucesión de acontecimientos que se derivan de la vanguardia digital podrían ser perjudiciales y negativos para el aspecto humano más esencial. Hoy os relato dos casos que son significativos de cómo la revolución que vivimos como sociedad también toca desde esa piel a todo nuestro entorno. Aquí un par de ejemplos, de muchos otros, que demuestran que tecnológicamente la solidaridad es mucho más potente y radical. Emprendedores tecnológicos y sociales, startups del futuro que no se amedrentan ante lo que debe de ser justo y lo que, por culpa de esa enorme y fantástica metamorfosis que vivimos como especie, no lo está siendo todavía.
El tiempo ubicará a esa cuarta parte de la humanidad que va a perder su empleo en los próximos treinta o cuarenta años, el tiempo y la inteligencia trabajarán para que esos miles de millones de personas logren encajar en un planeta donde el trabajo pase a ser un modo de vida y un mecanismo para generar riqueza transversalmente y así que llegue a una distribución mucho más equiparada. Mientras tanto conviviremos con lo despiadado de ese curso, con la pobreza y la exclusión de quienes no lleguen a tiempo a esa reconversión íntima. Por eso es tan importante que la tecnología, a la que se le culpará de que por su progreso muchos sufrirán, se encargue también de minimizar sus efectos.
Ha llegado el momento de la emprendeduría tecnosocial, es una deuda que la sociedad tecnológica está adquiriendo con quienes no se pueden subir a su carro y que es bueno nos pongamos a pagar ya. Vivimos una ola de aplicaciones y plataformas que intentan beneficiar a quienes menos tienen y valdría la pena estructurar el nacimiento de muchas más. Son aplicaciones móviles, propuestas de crowdfunding y apoyo al comercio electrónico.
Hace unos meses conocí a Rose Broome y me quedé fascinado por la pasión y la delicadeza que aplica a su proyecto. Por un lado es capaz de mover lo que haga falta para determinar por donde quiere que vaya su proyecto y por el otro lo hace con un cuidado extremo sobre las personas a las que afecta. Su compañía se llama HandUp y trata directamente de apoyar a aquellos que no tienen donde dormir. Me contó que decidió ponerse en marcha en crear un proyecto como HandUp al ver una mujer en la calle pasando frío y con una manta muy fina para evitarlo.
HandUp ayuda a las personas sin hogar en San Francisco, dándoles la oportunidad de solicitar donaciones a través de mensaje de texto o un perfil en línea. La compañía edita unas tarjetas de visita para repartir con las instrucciones dirigidas a los que deseen ayudar. Con el dinero que envían los usuarios de la plataforma, la persona sin hogar recibe unos créditos canjeables por artículos a través del Proyecto Homeless Connect .
Lo bueno del modelo bidireccional es que no tan solo se ayuda o se genera un espacio de adecuación de los recursos, mirando los listados y tamaños de los grupos se conciencia de la grandiosidad del ajuste que vivimos como sociedad, de lo enorme que es ese espacio de pobreza extrema y que tras cada fotografía, tras cada cuerpo tirado en un cajero tapado por cartones descansa y se lamenta un ser humano como tú o como yo pero, o con menos suerte, menos capacidad o menos amigos.
Estar cerca de los problemas ayuda a entenderlos en su justa magnitud. Cuando he ido a Africa para ayudar en dos proyectos en los que estoy implicado hace muchos años, la pregunta siempre es la misma: ¿no te da ‘cosa’ ir a esos lugares tan duros para un ‘europeo’? Mi respuesta también siempre es la misma: la vida es lo que vives, es a lo que te enfrentas, no lo que te cuentan o te advierten que es mejor no vivir.
Otro gran tipo que he tenido la suerte de conocer es Chase Adam, fundador de Watsi. A Caza lo pude escuchar durante un evento en el que ambos participamos en Costa Rica. Allí pensó su plataforma de crowdfunding con la que ayuda a personas del tercer mundo a fin de que reciban tratamiento en temas de salud. Hoy ya lleva financiados más de mil. Watsi trabaja con una red de hospitales y organizaciones médicas. Cuando un paciente entra en una clínica con síntomas que cumplen los criterios de Watsi, el paciente puede optar por el programa, y tan pronto como hayan sido aprobados, podrá ser tratado.
Hay otros proyectos que acercan la tecnología y la emprendeduría social, muchos que tienen bondades y elementos que permitirán hacer menos duro este tránsito hacia un nuevo modelo social y económico. Muchas que van naciendo en todo el mundo. Enumero cuatro más que no tienen ni orden de importancia ni elementos de juicio o envergadura pero que, como las dos anteriores, sencillamente son ejemplos, anécdotas que ojala pudieran ir conquistando el paisaje digital de un modo más evidente.
Os recomiendo echar un vistazo, sintiendo el motivo y no tanto el modo, a estas plataformas que a mi me parecieron delicadamente apasionadas. Son soko, prizeo, homejoy o appsforaptitude entre decenas más que no he podido revisar.
En la aceleradora en la que soy socio, Conector, pusimos como elemento imprescindible que en cada proceso de aceleración hubiera por lo menos una startup de este tipo. ¿Por qué no me dices las que te parecen a ti interesantes de señalar y les damos un poco de publicidad?
Compañías rumbo al futuro
Las empresas que marcan el ritmo económico o por lo menos lo animan son las tecnológicas. En el ámbito corporativo algunas ya están de compras, otras plantean fusiones estratégicas y unas más se preparan para su salto al parqué.
Yahoo adquirió el lanzador de aplicaciones. La operación puede haber costado unos 80 millones de dólares. Es una compra más que se acumula a las de Tumblr, Summly y otras. Facebook está obsesionado por no perder el tren del teléfono móvil. Sus compras se han materializado con Little Eye Labs y Branch. Las compras pueden haber sumado 15 millones. Google sin embargo ha ido mucho más lejos y su factura le ha subido 3.200 millones de dólares. Concretamente es lo que le ha costado comprar Nest. Parece ser que la conquista de 2014 tiene un terreno de juego claro: dispositivos móviles, geolocalización inversa y patrones de comportamiento.
Por otro lado tenemos las valoraciones que los mercados hacen a empresas cuyos modelos de validación siguen pendientes del encaje con la economía tradicional (antigua). Por ejemplo pasa con Dropbox que podría haber cerrado una ronda de financiación gigantesca. Casi 250 millones de dólares que valoraba a este almacén tecnológico en la nube por encima de los 10.000 millones de dólares. Cabe destacar que con la rondas previas que ya ha tenido el total suma más de 507 millones de dólares para un negocio con mucho consumo y gasto, un modelo de negocio calibrado pero con dudas sobre su viabilidad a medio plazo.
¿Dropbox tiene potencial como para valer 50 veces los ingresos que espera lograr a lo largo del año 2013? Tal vez la pregunta no está bien formulada. Volvamos a intentarlo para ir descifrando que pasa en el mundo de la Nueva Economía. Sería ¿tiene Dropbox una posición dominante para influir a medio plazo en los modelos de almacenaje, logística digital y modelos de transferencia de datos? El resultado económico es imprescindible para medir eso, pero hoy en día no es exclusivo y debemos interpretar la capilaridad de la economía relacional, de datos y distribuida. Además, el cloud computing, junto al big data, el comercio electrónico inteligente y la Internet de las cosas son los escenarios donde el futuro se va a ir definiendo.
Sin embargo todo gira en torno al mismo elemento. ¿Vale tanto lo que compran las grandes? ¿Es lo mismo facturación que expectativas? ¿Cómo generarán negocio suficiente que justifique su valoración y la apuesta que hicieron los inversores? En principio ese no es el objetivo inmediato. Seguimos bajo el modelo de la influencia, de la creación de empresas diferentes donde el ‘fremium’ (que no gratis) y los entornos de consumo en diferido estarían permitiendo que el talento no estuviera sujeto sólo a una tabla contable.
Puede que el mundo tarda mucho en aceptarlo pero son tantos y tan extraordinarios los cambios que vivimos que algunos parecen un tremendo absurdo. Que Pinterest esté valorada en más de 3.800 millones de dólares y no haya emitido ni una sola factura es parte de ese escenario difícil de explicar en una cena familiar. La teoría del ‘crea masa crítica que luego ya veremos como le sacamos rentabilidad’ es un poco bruta pero es una de las dinámicas que viven esas empresas. Sin llegar a ese ‘claim’ si es cierto que la economía digital y los modelos vinculados a la Nueva Economía exigen interpretaciones muy distintas a las tradicionales (antiguas).
En contraste, las grandes tecnológicas, esas que van de compras presentan sus cuentas. Apple mostrará cierta dificultad para crecer más, Yahoo describirá su sólido modelo publicitario, Facebook explicará que la huida de usuarios no es tan grave y que la compensará con una apuesta absoluta al móvil, Amazon explicará mañana que crece de manera sostenida camino de un monopolio logístico impresionante y Google se presentará algo más moderado que en otras ocasiones por lo que se comenta.
Por supuesto que no vamos ahora a pensar que detrás de tanto millón no hay especulación, intereses y desidias, por supuesto que no, pero tampoco podemos negar que la mayoría de esas compañías nacieron de mentes privilegiadas, manos creativas y espíritus exploradores. Soñadores que lograron encajar sus anhelos con las voluntades económicas de otros. El resultado fue lo que ahora vemos.
En definitiva, las grandes tecnológicas son tan interesante de estudiar como de utilizar. Estamos en sus manos en gran medida pero también somos sus propietarios por el tremendo uso que hacemos de ellas y como les marcamos lo que queremos que suceda con sus modelos evolutivos. Creo que tienen cosas malas, como todo lo que es tan enorme, pero también que lideran, de manera privada, y desde el valle de los sueños emprendedores e innovadores, la revolución que nos lleva a la siguiente parada: el futuro.
En nuestro país se lleva poco eso de sumar, fusionarse, las operaciones corporativas o las que generan valor multiplicándose. Deberíamos atender a como crecieron otros para entender como podemos crecer nosotros. Tener empresas mundiales que exporten conocimiento depende, también, de creer que es posible. Por supuesto que hay que poner el caldo y la olla en el lugar donde eso pasa, pero el interés de los implicados debe ser el de crear algo enorme, revolucionario y universal.
Startups y aceleradoras
Es cierto que en momentos de mutación social y económica, donde los dramas se acumulan sin descanso ni criterio, hablar de modernidad, tiempos futuros y de vanguardia tecnológica agota. Sin embargo no hay otra. Crear empleo pasa por crear empresas pero también por entender que no todo el empleo que crearemos será como el que ahora consideramos.
Es cierto que en momentos de mutación social y económica, donde los dramas se acumulan sin descanso ni criterio, hablar de modernidad, tiempos futuros y de vanguardia tecnológica agota. Sin embargo no hay otra. Crear empleo pasa por crear empresas pero también por entender que no todo el empleo que crearemos será como el que ahora consideramos.
Ahora toca impulsar proyectos, sin descanso, sin mirar atrás y pensando sólo que lo que nos queda por hacer es mucho más que lo que llevamos hecho. Sólo así es factible darle al vuelta a este barrizal. Si consideramos que todo aquello que crece es una burbuja peligrosa estaremos cayendo, esta vez, en un error. Comparar edificios repletos de nada con tecnología aplicada puede ser fatídico.
Yo defiendo invertir en empresas. Lo aconsejo y lo practico. Invertir en empresa como motor de cambio, como elemento estructural para la metamorfosis de un modelo de crecimiento que se paró hace unos años y que da síntomas de querer arrancar. Ahora toca inversión corporativa, invertir en empresa. Si queremos una sociedad vinculada al valor añadido, una economía innovadora y del conocimiento, también le toca a la sociedad empujar. No lo hará nadie por nosotros. Apostar por empresas de base tecnológica, para que desde abajo puedan crecer rápidamente y ofrecer empleo a miles de personas con capacidades digitales, puede ser la puerta de salida a tanto sofá social.
Es cierto que la situación que vive España ha provocado, por derivación, un aumento del emprendimiento. Sea por una cosa u otra la cuestión es que se ha producido y bueno sería aprovechar el curso de este rio complejo. Una explosión que se refleja en muchos campos y en los que por suerte vivo de cerca. Uno de los indicadores más potentes para determinar por donde va todo esto sería el número de aceleradoras privadas que se han creado en España en los últimos años. Aceleradoras vinculadas e un modelo de empresa startup que innova y se establece en el ecosistema tecnológico y de valor añadido que puede cambiar nuestro entorno socio económico en los próximos años.
En apenas 4 años de desaceleración ‘crisis/recesión/depresión/nacimiento’ se han fundado más de tres decenas de aceleradoras de capital privado para startups en nuestro país. Poco a poco se instala un modelo que en las principales economías del mundo son una realidad transformadora hace tiempo. En Europa ya contamos con más de 250 y en Estados Unidos hay dos centenares. Esta claro que esto no es un modelo transitorio porque su funcionamiento fusiona todos los complementos formativos, económicos, de acompañamiento e implicación por parte de complejos entramados de relaciones, estímulos y dinámicas para el éxito.
En España ya estamos por delante de Francia o de Alemania y solo nos supera Inglaterra que tiene medio centenar de aceleradoras actualmente. Es interesante destacar que países que están combinando muy bien vanguardia, crecimiento económico y políticas anti cíclicas tienen muchas aceleradoras de startups de capital privado activas. El ejemplo más notable sería Israel con 44 o Irlanda con 22. En nuestro país contamos con 38 a fecha de hoy.
Entre esas aceleradoras españolas existe una en la que soy socio: Conector. En Conector Startup Accelerator ya hemos dado inicio a la 1a edición del programa de aceleración, formación y acompañamiento a proyectos digitales que tendrá lugar entre Diciembre 2013 y Mayo 2014 en las oficinas de Barcelona y en el que participarán 6 proyectos de emprendedores.
Los seis proyectos han sido escogidos de entre un total de 122 mediante un apasionante proceso de selección. Aquí os dejo los ganadores:
Iberuss, e-commerce que conecta productores de alimentación artesanal con clientes europeos y ofrece servicios de turismo gastronómico en España.
Lynber, plataforma tecnológica que permite a los clientes la personalización de productos de moda y complementos. ()
Oh!MyCoder, un nuevo concepto de agencia de medios donde el consumidor es recompensado por crear contenido de calidad convirtiéndose en el protagonista de la marca.
Patchworks, App para iPad llamada Conductr que funciona como controlador del software de referencia para la producción musical, Abelton Live. ()
Pop Places, market place donde los comerciantes alquilan sus tiendas por días a las marcas. Pop Places se dedica a encontrar y gestionar las mejores localizaciones para sitios pop-up.
Soonon, el punto de encuentro social de los jóvenes solteros. Crea planes instantáneos de 140 caracteres en tiempo real y encuentra a alguien para quedar cerca de ti.
A través de diferentes programas de aceleración ayudaremos a un mínimo de 15 proyectos de emprendedores cada año. Las startups acabarán el curso con una estancia en Sillicon Valley visitando el ecosistema emprendedor americano y durante el próximo año 2014 lanzaremos nuevas aceleradoras en otras ciudades, como Madrid, Dublin, México DF, Bogotá o Santiago de Chile. Además iniciaremos procesos de aceleración verticales seleccionado proyectos innovadores en diferentes ámbitos sectoriales, no sólo vinculados al mundo de Internet y Nuevas Tecnologías.
Por intentarlo que no quede. Como decía Michel Jordan, ‘puedo perdonarme fallar, pero no haberlo intentado‘.
Tribuna sobre 'startups' en CatEconomica
Desde Catalunya Económica me pidieron una colaboración (pdf) sobre el fenómeno de las Startups, modelo empresarial en el que llevo muchos años trabajando, para publicarla en la sección ‘emprendedores‘. En una parte del artículo comento que al contrario de lo que muchos piensan las startups acaban con lo innecesario. Priorizan identificando el verdadero negocio y arriesgan métodos tradicionales por la innovación continua. Una startup es un entramado de intentos por innovar, por desarrollar y por la competencia contra los grandes. Me encanta el valor y el sentido que tienen porque responden mejor que nadie al sentimiento explorador de quien no se siente a gusto haciendo siempre lo mismo.
A continuación el artículo completo de mi colaboración en Catalunya Económica:
Las start-ups y tú
4/12/2013Ahora sabemos que aquello que era tan “seguro” ya no lo es. Somos conocedores de que la salvaguarda absoluta de los depósitos, la garantía de las participaciones preferentes o las inversiones con red, no existen o dejaron de tener la eficiencia de otros tiempos. No fue seguro invertir en inmuebles que nunca bajarían, no lo fue invertir en el sistema financiero español ni siendo “el más robusto del mundo”, y no lo fue opositar para funcionario visto lo visto. Nada es seguro y nada es arriesgado por derivación, todo tiene su dimensión exacta tras la experiencia y la apuesta que queramos afrontar.
Te pasas la vida ahorrando porque te contaron que eso era lo que tocaba hacer y puede que te quiten parte de lo acumulado por orden divina (o mejor dicho del FMI). Te compras viviendas como patrón inversor y descubres que al final te sale más caro tenerlas que no y durante años sigues creyendo que Disney era un paraíso y resulta que también debe de haber desahucios y sinvergüenzas.
Yo defiendo invertir en empresas. Lo aconsejo y lo practico. Invertir en empresa como motor de cambio, como elemento estructural para la metamorfosis de un modelo de crecimiento que se paró hace unos años y que da síntomas de querer arrancar. Ahora toca inversión corporativa, invertir en empresa. Si queremos una sociedad vinculada al valor añadido, una economía innovadora y del conocimiento, también le toca a la sociedad empujar. No lo hará nadie por nosotros. Apostar por empresas de base tecnológica, para que desde abajo puedan crecer rápidamente y ofrecer empleo a miles de personas con capacidades digitales, puede ser la puerta de salida a tanto sofá social.
Gracias al apoyo privado logré convertir empresas de amigos-socios en máquinas de contratación con plantillas de centenares de innovadores repartidos por sedes en varios países del mundo. Las start-ups permiten modular el crecimiento de manera exponencial y aprender de sus propios errores para materializarse en algo mejor de manera inmediata.
Algunas de ellas llegaron a modificar nuestras vidas para siempre. En el Logan Airport de Boston un anuncio luminoso al fondo de la terminal desde la que suelen salir los vuelos con destino a Los Ángeles dice: “Aumenta tus expectativas con nosotros”, y aparece un teléfono inteligente desde el que se ve el rostro de un adulto y una serie de datos sobreimpresionados encima de su imagen. El fotograma intenta mostrar el futuro y lo enlaza con una empresa que desarrolla aplicaciones para smartphones. Parecía impensable tan solo hace unos años que alguna de las start-ups que ahora diseminan sus programas por millones de dispositivos fueran capaces de estructurar la vida cotidiana de tanta gente.
Una docena de estos engendros me simplifican la vida, la hacen más eficiente y me permiten relacionarme en lo personal y en lo profesional como hace apenas un lustro no hubiera imaginado. Mi agenda es un algoritmo inteligente que se estructura automáticamente y mis enlaces sociales se ordenan gracias a un modelo compartido que depende de este tipo de herramientas. Tiene que ver con una start-up y ya nada ni nadie es capaz de dejar de ver en ese tipo de compañías, desordenadas, apasionadas y revolucionarias, el motor de cambio del que todos hablamos. No son parte de la crisis, ni su detonante, son el aspecto más transformador e ilusionante de la misma. Atentos a las start-ups porque de ellas es el futuro.
Si estás pensando en invertir en una, o en montarla, debes tener en cuenta algunos aspectos sobre su biología molecular. Las start-ups son empresas cuyas ideas iniciales cambian y donde el modelo de negocio muta basándose en su enorme flexibilidad. Viven por y para la tecnología, y debido a que ese es un escenario rápido y cambiante, las start-ups lo son también incluso al poco tiempo de haber nacido. Nada es fijo y nada es definitivo.
Las start-ups acaban con lo innecesario. Así debe ser. La focalización y un eficiente mecanismo para sacrificar aquello que no sirve al plan estimulante del conjunto serán imprescindibles si quieren sobrevivir. Deberán priorizar identificando el verdadero negocio. El trabajo en paralelo no es una buena idea para este tipo de negocios. Una start-up debe tener claro su público y modular su negocio según eso. Todo lo que no permita un trayecto recto entre esas dos variables debe ser eliminado.
Los equipos de las start-ups son el elemento principal. Tener personas motivadas no es fácil. Son modelos de negocio variables, con procesos muy sacrificados y con apuestas personales donde los trabajadores acaban siendo “intraemprendedores”, pues apuestan su carrera por el sueño de un colectivo. Se hace imprescindible evitar que en esos equipos pueda haber unidades que lo distorsionen o que, por comparación, muestren que unos sacrifican mucho y otros nada. La uniformidad del equipo en ese punto es fundamental.
También es esencial en una start-up que cada trabajador, cada empleado, pueda sentirse como un director general. Que sea responsable de su trabajo, que se sienta parte fundamental de todo cuanto le afecta en la empresa y a la cadena de conexiones que una empresa de base tecnológica y de alto valor de crecimiento puede tener con su entorno profesional.
Tengo claro que es el momento de apostar por la tecnología y por las empresas que la fabrican. Lo digital y el cambio van de la mano. Una economía del conocimiento parte del número de start-ups que nacen en su ecosistema. Israel, Irlanda, Estados Unidos, Suecia y tantos otros que están apostando de verdad por este tipo de modelo empresarial no esperan que el apoyo venga de la Administración (que también), sino que son su sociedad civil, su entorno privado y la cohesión entre inversores y emprendedores los que permiten que todos, de una vez, se la jueguen en común. El que quiere estimular cambios debe implicarse y no solo pedir que otros lo hagan.
Si quieres apoyar una start-up o estás pensando en montar una, te puedo dar algunos datos que te interesarán. Las mejores industrias para empezar un negocio son las de e-commerce, con una proyección de aumento de los ingresos de 2012 a 2017 que rondarán el 52% en Europa. Otro campo será la publicación en Internet, cuya proyección de aumento de los ingresos de 2012 a 2017 superará el 110% a nivel mundial. Los juegos para dispositivos móviles crecerán en esos cinco años un 173%.
El mundo seguirá creciendo, no se parará, pero la época que nos ha tocado vivir ya ha elegido con qué motores piensa hacerlo. ¿Y tú?
Burbuja digital o Nueva Economía
Como inversor e impulsor de proyectos tecnológicos conozco el gusto amargo de la falta de facturación inicial y el flujo de caja negativo. Reconozco el valor de una hoja de ruta y un plan de gestión flexibles por la enorme cantidad de imprevistos ‘previstos‘ que surgen en ese camino. Aunque no siempre, considero que el éxito radica en entender que, en la Nueva Economía, hay un espacio llamado ‘death valley’ y que tiene mucho de confianza pero también de valentía. Es duro pero endurece la epidermis de quienes viven ese tránsito durante meses, tal vez años, hasta alcanzar las primeras cifras positivas.
Esta es una de las características de la llamada “digitoburbuja” actual. Una teoría que nombra como burbuja económica a todo aquello que tiene que ver con startups, salidas a bolsa de redes sociales y derivados. Por ejemplo, se dice que Pinterest no tiene modelo de negocio claro, que Twitter no es rentable o que Facebook está lejos de ser un gran negocio. Decir eso quiere decir que se está analizando el asunto desde la perspectiva contraria a la que exige la Nueva Economía y el momento actual donde las cosas no son como creemos que son. Que los modelos de negocio digitales también fracasan es evidente. Hay muchos que así lo han vivido y muchos que lo vivirán. Salidas a bolsa desastrosas o rondas de financiación caóticas serán parte de la literatura utilizada por los que critiquen esta modalidad económica, sus sectores y sus modos de relación.
Facebook maneja datos de más de mil millones de personas, sus gustos, condiciones, relaciones y ocupaciones. Twitter es capaz de ofrecer información a tiempo real y, en breve, a conceder predicciones inverosímiles que los modelos ‘big data’ están atrapando. Gestores digitalizados de posicionamiento aplicados a compañías aéreas se basan en gestores de color o impresiones como las que entregan Pinterest o Tumblr establecen valores de empresa que hasta ahora no se contemplaban. Trescientos millones de usuarios en aplicaciones móviles como Whatsapp conceden expectativas muy distintas a todo ese universo de esa llamada ‘burbuja’.
Me cuesta ver como algo etéreo e inconsistente un volumen tan grande de afectados. Miles de millones de personas activando y desactivando procesos que, independientemente del rango y cálculo en el que se ubiquen sus cuentas de resultados, está claro que rigen y condicionan el presente y asignarán las bases del futuro. Seguramente, en cinco años se hablará de Facebook como se hace ahora de la Yahoo de hace una década, de Twitter de cómo se hablaba de Myspace y así con muchas otras. Esa es la esencia y esa es la maravillosa realidad. Nadie está en manos del monopolio de los usuarios aunque lo parezca, sin embargo el valor de todas ellas está en la inmensa gestión que hacen y podrán seguir haciendo aunque varíen sus modelos de negocio y experiencia de uso, de toda esa montaña de conocimiento adquirido a tiempo real.
Las opciones son dos: que la ‘digitoburbuja’ explote y nos muestre que valorar las empresas y cotizarlas por expectativas de facturación es un error, que otorgar valoraciones mil millonarias cuando apenas tienen ingresos (Tumblr fue comprada por más de mil millones cuando solo facturaba trece) conduce irremediablemente a la quiebra para enriquecer a especuladores atentos.
La otra opción. ¿Y si no explota? ¿qué aprenderíamos entonces? Tal vez, que todo ha cambiado y mucho. Que el balance no se mide como si estas empresas fueran una cadena de venta de electrodomésticos o una petrolera, ni tan siquiera como un medio de comunicación o un gestor de contenidos. Tal vez nos demos cuenta que en plena nueva era, en los albores de un cambio de sistema inédito, estas no dejan de ser otra muestra del nuevo escenario. Un lugar donde lo que se piensa tiene valor y lo que se hace deriva de ello, un espacio comercial donde se maneja información combinada y no sólo emitida, un cuadrante social donde se gestiona el coste de la interpretación colectiva de las ventas que la contabilidad resultante.
Vamos irremediablemente a la programación colectiva, a la utilización compartida de productos que fabrican otros, al desarrollo en beta constante de una plataforma sin límites ni fronteras que no podrá venderse de unos a otros, que no será capaz de saber donde empieza Facebook o donde termina Twitter, vamos a un sistema operativo global que mutará de estas (hoy llamadas) compañías. Pero también vamos a las impresionantes cadenas del longtail, de la economía low cost y a la diversión monetizada.
Line, la competencia de Whatsapp detectó que el negocio no estaba en cobrar cuotas, en generar dividendos por usuario o aportar un modelo de negocio tradicional. El asunto se trataba de buscar como piensa la gente en pleno siglo XXI y en que creen estar dispuestos a poner su minidinero. Resultó ser tan simple que asusta.
Line gana 10 millones de dólares al mes vendiendo stickers. Naver, la compañía surcoreana propietaria de la aplicación de mensajería instantánea ingresa 10 millones de dólares por la venta de stickers (las pegatinas con dibujos de pago que los usuarios pueden adquirir). Utilizar una serie de estos dibujos es gratis, pero existen ediciones “limitadas” o “Premium” que los usuarios pueden obtener pagando diversas cantidades, que rondan los dos euros. Es decir, la función básica del producto, comunicar entre personas, es gratis, pero hacerlo con ‘addons’ es de pago.
Cuando whatsapp dijo que cobraría un dólar al año por el uso de su aplicación casi hay manifestaciones en medio mundo, pero cuando se trata de pagar por un aditivo inservible se acepta. Ojo a lo que llamamos digitoburbuja porque seguramente hasta eso es factible de convivir con la realidad de la Nueva Economía.
Lo que quiere un inversor
Reunirse con Lauren Flanagan es un lujo. Esta mujer dirige un fondo de inversión especializado en empresas tecnológicas lideradas por mujeres llamado Bella Capital. Durante una conversación abierta en la que se trataban temas acerca de los modelos de inversión en startups y en como se interesan los inversores en dichas empresas, esta mujer lanzó una lista de detalles que pueden ser contempladas como estrategia fiable y que pueden servir a los que estéis buscando financiación de vuestros desarrollos.
Me gustó su discurso sobre que “muchos emprendedores que buscan capital lo hacen casi como pensando que el inversor se lo va a ‘imaginar’ todo o que ‘tiene la obligación de dar dinero porque tiene mucho”. Pienso como ella en que no se puede uno presentar ante un Venture Capital o un Business Angel con una idea y poco más, pero también en que no se puede plantear la captación de fondos en base a intenciones y un recorrido de escasa longitud. Hay cosas que, sin dinero, se pueden hacer: convencer personas, llegar a acuerdos, establecer equipos y demostrar que la idea ha empezado a desarrollarse.
Os dejo con un listado que puede ser muy útil para saber lo que espera un inversor en startups. Veréis que en gran medida respira a lo que yo mismo defendiendo mis proyectos, invirtiendo en otros, dando clases en escuelas de negocio o simplemente cuando escribo de ello.
Llenar una necesidad insatisfecha de un mercado de mil millones de dólares.
Los inversores buscan el “debo tener“ del mercado en lugar del “sería agradable tener“. Los inversores apuestan por soluciones a los grandes problemas del mercado. Por cierto, ten en cuenta el ‘gran mercado’. Este término, el de ‘gran mercado’, significa que deberás tener espacio para los errores y hacer cada vez más atractivo tu producto a los potenciales compradores en un tiempo prudencial. Es importante calcular con precisión lo que vas a escribir. Es agotador leer un Business Plan en el que alguien dice que “con una cuota del cinco por ciento de un mercado de tres mil millones de dólares alcanzaremos con seguridad los ciento cincuenta millones”. Eso no es para nada creíble.
Demostrar liderazgo para crear estructura fiable.
Los inversores apuestan por los que pilotan el asunto. Si puedes contratar a los mejores talentos sin mucho dinero, demostrarás que tienes capacidad de liderazgo . Los inversores también buscan experiencia empresarial previa del equipo fundador. Si puedes demostrar que tu equipo ya trabajó antes en común, mucho mejor.
Llenar los huecos en tu equipo directivo con asesores experimentados.
Debes convencer a personas de valor reconocido que, por lo menos, se impliquen en tu proyecto. Las aceleradoras permiten ese elemento ya que el concepto mentor sustituye en gran medida eso. Tener mentores reconocidos en el sector inversor ayuda a que la valoración de la posible entrada sea mejor. Para tener una buena parrilla de salida es importante un director ejecutivo, un representante con los inversores y un experto externo en materia legal. A partir de ahí hay que completar con un selecto grupo de mentores y soporte de algo que se llama ‘smart money’ o capital inteligente. Es decir, no todo lo que el inversor busca es que ‘otros’ también pongan dinero, a veces, el inversor financiero busca equilibrar otros activos presentes. Si logras en ese campo añadir un ‘emprendedor o empresario de éxito’ a tu proyecto tienes muchas más opciones de captar fondos. Es evidente.
El socio estratégico que da ventajas competitivas en economías de escala
Es importante que el inversor potencial vea que eres capaz de buscar y gestionar con claridad algunas alianzas transformadoras que te ayuden a entrar en el mercado de manera más rápida. Por ejemplo la distribución, la fabricación o la gestión deben ser más rápidas y eficientes gracias a apoyos y convenios que debes presentar antes al inversor. Que luego esos acuerdos estén más en firme o no, dependerá de otros factores.
Demostrar tracción de ventas con tus clientes de referencia
Nada huele más a éxito que las ventas a grandes marcas. Si tu producto o servicio todavía está en fase de ‘testing’, déjate probar gratis por los grandes clientes. Aquí también puede ayudarte un buen trabajo de acercamiento a personas de éxito que permitan presentarte ejecutivos de grandes compañías. Estos deberán ayudarte a lograr una exposición de buenas métricas y, además, fiabilidad por que en empresas de alto valor suelen existir los grandes desarrollos. Servirá al inversor a visualizar más claramente por donde va el plan de cliente potencial. Si tu proyecto responde al ‘long tail’ también puedes usar grandes compañías simplemente deberás calibrar el modelo de pruebas.
Desarrollar un modelo financiero fiable.
El plan financiero debe ser lo más detallado posible pero sin llegar al absurdo que compone un Excel de ‘agencia pública y ayuda al emprendedor’. Es curioso como todos los planes financieros vienen con la misma tabla verde repleta de fórmulas y activos aplicados que no sirven para nada. ¿Qué importa el coste de una mesa de despacho o de una grapadora? Habla y diseña una hoja de ruta financiera fiable y consistente y olvida los detalles de contable aficionado. Trata de proyectar, con un margen de error admisible, los flujos de efectivo mensual para los dos primeros años, y los flujos de efectivo trimestrales para los próximos tres años. Calcula la cantidad de dinero que vas a necesitar para llegar a cada ‘milestone’ y establece el punto de equilibrio en el flujo de caja de manera totalmente honesta. Si no es fiable no invertirán en ti. Ni por conservador ni por enloquecido. Se exacto según tu criterio, no retoques lo que salga para que cuadre según tus expectativas no escritas. Sobretodo, prepárate para responder al ¿Cuándo hace falta y cuando saldremos al mercado?
Mostrar cómo su empresa va a ganar dinero de manera escalable.
Los inversores queremos (quieren) saber cómo vamos (van) a ganar dinero. Es obvio. El ochenta por ciento de las salidas de los inversores provienen de las fusiones o adquisiciones de menos de dos cientos millones de dólares en USA. El cincuenta por ciento son de menos cincuenta millones. Es decir, que los inversores en fase inicial quieren hacer convertir en diez o veinte veces mayor su inversión en apenas cinco años. Muestra cómo tu puesta en marcha va a proporcionarles dinero en base a aspectos aritméticos fiables, conclusiones fáciles de detectar y abandonar las quimeras sobre lo que ‘el mercado querrá en un tiempo’. Si hablas de internacionalizar hazlo con criterio profesional, no digas que tienes un primo, un amigo, alguien que conoce a la hermana de la querida del chofer del viceministro y que de ese modo tienes vía directa a la empresa más importante del Estado. No sirve. Todos hemos escuchado eso antes. Habla de escalar y de los rendimientos potenciales en la internacionalización asumiendo los gastos exigentes de esa aventura exterior.
Finalmente sólo te aconsejo algo más. Asegúrate de que estés apuntando a los inversores de tipología concreta que puedan estar interesados en tu segmento de negocio. Además, si no logras el dinero, no desistas. Sigue con tu reto, hay momentos que un no temprano se convierte en un si posterior, y un muro que parece infranqueable en la mayor motivación para lograrlo. Cada vez que alguien me dijo ‘no’ en su día, me impulsó más a demostrarles el error que cometían. Por ahí hay alguno que debe pensar, ‘debería haber invertido en aquello que me presentó’. Persigue eso.
Cilenis rumbo al MIT
Update 22 de noviembre: Cilenis logró una mención de honor que nos hace sentir más ilusionados y motivados para lograr nuestros objetivos y ratifica que cuando IDODI apostó por entrar en la desarrolladora del producto Avalingua hizo una apuesta de las ganadoras. En breve abriremos mecanismos para buscar socios estratégicos si fuera preciso. Un reto para Smart capital y Business Angels que quieran entrar en un sector de alto valor y de tecnología aplicada con gran futuro. Felicidades a todo el equipo.
Hace algún tiempo estuve en Boston con uno de mis proyectos emprendedores más complejos. Ya participé en su programa UPOP y descubrí que lo que allí sucede y como sucede poco tiene que ver con el ritmo y modelo que sufrimos en otros lugares del mundo. Es otra dimensión. De allí salen los mejores porque los mejores les enseñan y les proponen. Puesto que la tecnología es el motor de mi vida profesional, cuando alguien me propone algo que se adentra en el modelo MIT me apunto.
Hace unos meses informaba que una de nuestras participadas más interesantes, Cilenis, había llegado a la semifinal del Building Global Innovators, una iniciativa del MIT de Boston. En concreto lo lograron con uno de esos productos tecnológicos que me ilusionan profundamente, no sólo por lo que ya hacen, sino por lo que pueden llegar a hacer. Avalingua es un software que evalúa automáticamente el nivel lingüístico de documentos escritos, pero puede llegar a funcionar como plataforma Saas en métricas linguísticas para la mejora de competencias y desempeños, logrando así acercarse a modelos predictivos e incursionarse en el big-data semántico e inteligente.
Este concurso de emprendimiento con base tecnológica y de escala global tiene como principal objetivo asesorar e incentivar proyectos con alto potencial tecnológico y de innovación, particularmente en la etapa de búsqueda de inversiones. Los candidatos, en su mayoría Start-up y Spin-off con menos de cinco años, buscan acceder al reparto de un millón de euros en apoyo financiero. La tercera edición sumó al millón de los premios, 14 millones en inversión privada para los diferentes proyectos semifinalistas.
Cilenis y nuestro proyecto Avalingua se ha preparado a conciencia para durante el día de hoy dar el paso definitivo y resultar una de las cuatro ganadoras. Estar hoy en Lisboa ya es un mérito y un honor. Durante los últimos meses se han preparado a conciencia gracias a haber sido invitados por el MIT a hacer un curso en el Business School, Instituto Universitario de Lisboa y recibir formación específica y coaching a través de catalizadores de negocios, participación en Boot-camps e investor’s Pitches. Contará también con el apoyo de mentores del ecosistema MIT.
Hoy es el día. En Cilenis Language Technology, estamos preparados para convencer en MIT PORTUGAL de que Avalingua, el software que mejora el aprendizaje de las lenguas y monitoriza de manera eficaz y precisa la calidad lingüística pudiendo evaluar todo un sistema educativo, es el proyecto tecnológico e innovador que estaban esperando. Deseen suertes a nuestro equipo.
https://twitter.com/MITPORTUGALIEI/status/403614045804445696
https://twitter.com/marcvidal/status/403615959371366400
Los finalistas de Conector
El pasado jueves en Barcelona celebramos el primer ‘meetday’ de ‘Conector. De entre más de 100 propuestas recibidas, 15 proyectos pasaron a la final para defender ante inversores y mentores las bondades de su idea, producto y equipo. Aun no lo tenemos decidido, eso lo haremos la semana que viene, pero de ellas, sólo entre 5 o 7 ‘startups’ contarán con el apoyo de grandes mentores y de los propios socios como de la aceleradora como Risto Mejide (AftershareTV), Carlos Blanco (Akamon) Marc Ros (Aftershare.TV y 60DB), Gerard Olivé (Berepublic), Xavier Verdaguer (Imagine), el fundador de Let’s Bonus, Miguel Vicente, y yo mismo.
Os detallo por orden alfabético, los 15 finalistas y de los que saldrán esos pocos seleccionados.
1- Artistic Island. Plataforma en creación para la colaboración en proyectos artísticos y foco en la producción de películas.
2- Comunitats. Plataforma para crear ‘bancos de tiempo’ y comunidades a su alrededor en las que intercambiar servicios por servicios. Con presencia en España, Latinoamérica y EEUU lo lidera Teresa Cristobal.
3- Citihood. Se trata de una aplicación de aplicaciones para entornos de ‘smartcities’ que aglutinar agenda, servicios, eventos y ofertas de una ciudad dentro de la app, defendido porRafa Expósito.
4- Ecrowd. Proyecto presentado por Mathhieu van Haperen para el emergente sector del ‘crowdlending’ (financiación de proyectos y empresas en masa), que se enfoca en rellenar el hueco dejado por la pérdida de relevancia de los bancos españoles en la financiación de empresas.
5- Eschoolapio. Espacio enfocado a fomentar la educación sobre la salud y enfermedades. Cursos gratuitos y universales promovidor por un equipo internacional que lidera Luca Caruso.
6- Iberuss Brand. Comercio electrónico liderado por Sergio Torre, que se dirige al mercado europeo en el que los clientes pueden comprar alimentación artesanal y de calidad directamente a los productores.
7- Liflist. Plataforma web para organizadores de eventos (festivales de música, teatro, congresos…) a través de la que pueden crear aplicaciones a bajo precio que impulsan los hermanos Rodrigo y Gonzalo García.
8- Limapp. Aplicación dirigida al sector hostelero (chiringuitos, restaurantes, hoteles, estadios…) con la que se enviar la lista de consumiciones al establecimiento y geolocalizarse. Presentado por Enric Alicarte.
9- L Y N B ER. Plataforma de moda que convierte al consumidor en cocreador de sus propias prendas de ropa. Confección y tecnología para desarrollar el concepto de Personalización en Masa de Moda, que fue presentado por Adolfo Muguerza y Yolanda Lindo.
10- Menuterraneus. Se trata de una aplicación que planifica un menú semanal basado en la dieta mediterránea, que incorpora variables como el menú escolar. Christian Bonet y Borja Mato lideran un proyecto que pretende poner fin a la pregunta de ‘¿qué cenamos hoy?’.
11- Ohmycoder. Proyecto para impulsar la relación entre marcas y personas alrededor de un comunidad y recompensas que fue presentado por Kilian Sevilla y Laura Santolaria.
12- Patchworks. Son los desarrolladores de Conductr, un controlador para iPad en formato aplicación ‘premium’ para gestionar el software profesional para músicos Ableton Live. Fue defendido por Oriol Costa, Albert Colomé y Juliá Girgas.
13- PopPlaces. Mercado de alquiler de locales de forma flexible, por horas y para marcas que buscan un alojamiento temporal para eventos, ferias o producciones. David Pérez y Karen Prats lideran esta plataforma especializada para del sector inmobiliario.
14- Smartfincas. Una plataforma web gratuita para la gestión de fincas y comunidades de vecinos. Raúl Ferrero, Amadeo Ruiz y Pedro Garzón impulsan esta solución tecnológica con base en Barcelona.
15- Soonon Software. Aplicación para crear una red social para jóvenes y solteros con la que generar planes de ocio y relaciones. Está impulsada por Joan Prats, Joan Pont y Robert Coll.
La semana que viene podremos ya decir quienes se vienen a nuestras instalaciones y se pondrán en el programa de trabajo duro y serio para convertirlos en éxito. Para ello os recuerdo que los puntos clave de la aceleradora son:
1- Vocación global. Sede inicial en Barcelona, aunque en una fase posterior se crearán nuevas sedes en ámbito nacional (Valencia y Madrid, como mínimo) e internacionalmente (Latinoamérica y Estados Unidos). Los mejores proyectos estarán 1-2 semanas en Silicon Valley de la mano de Xavier Verdaguer, fundador de Innovalley e Imagine Creativity Center.
2- Proyectos. Cada proceso de aceleración semestral captará a un mínimo de 5 proyectos de emprendedores (lo habitual ente 6 y 8). En total, 15 startups al año. Se pueden presentar los proyectos en Conector.com hasta el 11 de noviembre. Foco en proyectos de Internet, móvil y nuevas tecnologías, con una vocación internacional, en especial Latinoamérica y EEUU. En cada edición se seleccionará como mínimo a un proyecto de emprendimiento social (Social Entrepreneurship), que contará con el asesoramiento de Patricia Saez.
3- Mentores accionistas. Se buscarán a los mentores ideales para cada proyecto de una bolsa de más de 30 mentores. La relación entre mentor y ‘startup’ pasará doble filtro: ambos deberán elegirse mutuamente. Los mentores serán también accionistas a título personal de las ‘startups’: un 5% del capital inicial y una opción de compra de hasta el 10%. Además de los socios fundadores de Conector, entre los mentores podemos destacar inicialmente a David Tomás, Iñaki Ecenarro, Jaime Ferré, Lluis Faus, Luis Gosalbez oVicenç Martí, entre otros.
4- Servicios. Se facilitará a los ‘startup’s acceso a diferentes programas de servicios, productos gratuitos o condiciones especiales con empresas colaboradoras. Se ayudará a los startups seleccionados a encontrar inversores a través de diferentes “Demo Day”, teniendoacuerdos con varias redes de business angels y fondos de inversión que apoyarán los proyectos. Al finalizar la aceleración se ayudará a los ‘startups’ a encontrar ubicación en un edificio para emprendedores.
Conector 'the die is cast'
Tal y como comunica en su blog Carlos Blanco, ayer acabó el proceso de presentación de proyectos en Conector. Por lo tanto la ‘suerte está echada’ y los que no se han presentado deberán esperar a otra oportunidad y las casi 100 startups que han presentado su proyecto a esta primera edición de Conector Startup Accelerator en Barcelona ya no pueden tirarse atrás. Sin embargo cabe decir que, de estos proyectos, se han descartado algunos que no tienen que ver con el sector digital o tecnológico, que están muy lejos geográficamente o no han logrado documentar bien.
En la siguiente se realizará primera selección de unos treinta proyectos. Aquí se darán prioridad los proyectos más cercanos a Barcelona debido a que la aceleración será aplicada desde nuestras instalaciones. En las próximas ediciones iremos ampliando ese aspecto geográfico ya no tan sólo a lo largo del territorio nacional sino también con una vocación de expansión internacional.
Posteriormente socios y mentores de Conector votaremos los diez proyectos que más nos gusten estableciendo una clasificación que determinará los doce a quince seleccionados. Durante la tarde del próximo jueves un comité de evaluación compuesto por los impulsores, socios, mentores, profesores de escuelas de negocio, periodistas tecnológicos y económicos, otorgarán un veredicto final en base a diversos criterios que consideramos fundamentales y que girarán en torno al Emprendedor líder, al equipo, al sector al que se dirige, a la idea o el producto, al modelo de negocio, a la calidad de la presentación y a sus valores sociales.
Este último punto aparece por la firme voluntad de todo el equipo fundador de querer apoyar el emprendimiento social teniendo como objetivo elegir, como mínimo, un proyecto focalizado lo que se denomina emprendeduría social, por lo que será un elemento a valorar la aportación a la sociedad del proyecto.
A pesar de que las votaciones darán un escenario claro de proyectos seleccionados, el proceso no habrá terminado. Los socios de Conector los analizaremos durante los siguientes días para decidir el número exacto de proyectos que invitamos a participar en la primera edición de Conector Startup Accelerator en Barcelona. Nos gustaría tener un mínimo de 5 proyectos, un máximo de 10, aunque lo ideal serían 7-8. Sin embargo, a diferencia de otras aceleradoras basadas en procesos cerrados, para nosotros es muy importante la calidad de los proyectos, más que la cantidad predeterminada.
Entre el 20 y el 22 de Noviembre mantendremos entrevistas personales con los que consideramos candidatos a entrar en Conector y tras esa entrevista comunicaremos definitivamente a cada startup si está dentro o fuera. En esa entrevista les preguntaremos ¿Porque quieres entrar en Conector? ¿Qué aporta a la sociedad tu proyecto? ¿Qué mentores te gustaría tener? ¿En qué áreas necesitas mentoring? ¿Cuáles son las carencias de tu equipo? ¿Qué inversión estás buscando?
Durante la semana del 25 al 29 de Noviembre, comunicaremos oficialmente las startups que empezarán el proceso de aceleración el lunes 2 de Diciembre en las oficinas de Conector Startup Accelerator en Barcelona.
Presentación proyectos a Conector
Hace algún tiempo ya os hablé de Conector, una aceleradora de startups en la que tengo el honor de ser uno de sus fundadores. De la mano de otros emprendedores que, como yo, ya hemos pasado por aceleradoras o que incluso podemos tener incubadoras propias, en esta ocasión el plan está tremendamente bien definido. El proyecto se centrará en proyectos de los ámbitos de Internet, Mobile y nuevas tecnologías con vocación internacional.
Hoy os quería comentar, pues muchos emprendedores me lo están pidiendo, las fechas de cierre de la presentación de proyectos. Será el próximo 11 de Noviembre. Técnicamente ya hemos dado inicio a la 1ª edición del programa de aceleración, formación y acompañamiento a proyectos digitales que tendrá lugar de Diciembre 2013 a Mayo 2014 en las instalaciones de Conector (C/ Calabria 169) en Barcelona y participarán entre 5 y 10 proyectos de emprendedores.
El proceso de inscripción para la selección para los primeros proyectos que entrarán en la aceleradora está abierto en www.conector.com y concluye, como he dicho, el lunes 11 de Noviembre. El próximo 14 de Noviembre los proyectos pre-seleccionados presentarán ante un jurado compuesto por los principales socios de la aceleradora como Risto Mejide, Carlos Blanco, Gerard Olivé, Marc Ros y yo mismo junto otros mentores de la aceleradora, profesores de escuelas de negocio, inversores y destacados empresarios de otros sectores.
Entre los mentores podemos destacar, además de los socios fundadores, estarán Axel Serena, Eudald Domenech, David Tomás, Ignacio Fonts (Inveready), Iñaki Ecenarro (Trovit), Luis Font (Zyncro), Marti Manent, Pau Cerdà, Simon Lee (Incubio) o Vicenç Martí (Akamon) entre muchos otros.
Los mejores proyectos también podrán viajar durante un mínimo de una semana a Silicon Valley, donde bajo la tutela de Xavier Verdaguer, uno de los fundadores de Conector, visitarán a las principales empresas y startups de la cuna del emprendimiento digital.
Conector busca proyectos con empresas ya constituidos o constituyéndose, del sector de Internet, Mobile, Tecnología, Telecomunicaciones, Media y Entretenimiento con equipos de entre 2 y 4 emprendedores y orientados a tener un producto disponible en mercado como máximo en los próximos 3-4 meses.
Nuestra directora, Elisabeth Martinez, ha declarado recientemente en varios medios que “participar en Conector Startup Accelerator es una oportunidad única para los emprendedores ya que tendrán todo el apoyo del equipo de Conector y los mentores”. Los mentores y los emprendedores se escogerán mutuamente en un proceso que ayuda a tener más efectividad durante el proceso de aceleración. Lo que más me atrae del proyecto es que nada es pre establecido y todo depende de los puntos de atracción entre las partes. Es decir, que no vamos a cupos o conjuntos cerrados.
Los aspectos clave de Conector Startup Accelerator son:
Sede inicial en Barcelona, en una fase posterior se crearán nuevas sedes en ámbito nacional (Valencia y Madrid como mínimo) e internacionalmente (Latinoamérica y Estados Unidos).
Cada proceso de aceleración ayudaremos a un mínimo de 5 proyectos de emprendedores, lo habitual ente 6 y 8, en total un mínimo de 15 startups al año.
Proyectos de Internet, Mobile y nuevas tecnologías, con una vocación internacional, en especial LatAm y USA. Se pueden presentar los proyectos en www.conector.com hasta el 11 de Noviembre.
El proceso de aceleración será de 6 meses , los mejores proyectos estarán 1-2 semanas en Silicon Valley de la mano de Xavier Verdaguer.
En cada edición como mínimo se seleccionará a un proyectos de Social Entrepreneurship.
Mentoring de verdad: Se buscarán a los mentores ideales para cada proyecto de una bolsa de más de 30 mentores. Involucración de los mentores como accionistas de los startups. Meetday: cada mentor escoge al proyecto que le gusta para acelerar y la startup también puede escoger mentor y convencerle para que le mentorize (Matching).
Metodología de análisis estricta.
Networking de verdad: Definición del plan de alianzas y networking a través de los mentores.
Perfeccionamiento del plan de negocio previo a la búsqueda de inversores. Se les facilitará a los startups acceso a diferentes programas de servicios y productos gratuitos o en condiciones especiales de muchas empresas colaboradoras.
Se ayudará a los startups seleccionados a encontrar inversores a través de diferentes “Demo Day”, teniendo acuerdos con varias redes de business angels y fondos de inversión que apoyarán los proyectos.
Al finalizar la aceleración se ayudará a los startups a ubicarse en un edificio de emprendedores.
Candados inteligentes
Sabéis que me fascinan las fixies. Es a partir de este tipo de bicicletas que descubro algunos objetos y diseños que me fascinan. Una de las cosas que más me interesa en general es descubrir como se relacionan los objetos analógicos y tradicionales con la tecnología digital y sus aplicaciones. De hecho es uno de los canales por los que suelo entrar en escenarios de innovación ya sea a partir de mis propios procesos o de los de otros emprendedores.
Esperar que algún proyecto de base tecnológica resuelva problemas o situaciones que tienen que ver con lo cotidiano es muy estimulante. En ocasiones esto es realmente muy relativo y superficial pero pueden esconder grandes expectativas.
El que hoy os traigo es el de un candado de seguridad que a partir de un modelo de seguridad tradicional interpreta dos tecnología asociadas y que permite sumarle muchas más. Hablo de utilizar un smartphone para integrar lo inalámbrico y los códigos de seguridad vía bluetooth a un objeto tradicional. Se generan derivadas como la geolocalización y otros.
BitLock es una especie de cerradura inteligente para bicicletas que utiliza Bluetooth LE/4.0. Intenta acabar con las teclas físicas, lo que te permite bloquear y desbloquear tu viaje basado en la proximidad de tu smartphone. Sólo existe un prototipo por ahora, ya que sus creadores en San Francisco buscan unos 120.000 dólares para entrar en producción. ¿Alguien dispuesto a mejorar este proyecto por aquí?
Aceleradora Conector
Ayer nació Conector. Una aceleradora de startups en la que tengo el honor de ser uno de sus fundadores. De la mano de otros emprendedores que, como yo, ya hemos pasado por aceleradoras o que incluso podemos tener incubadoras propias, en esta ocasión el plan está tremendamente bien definido. El proyecto se centrará en proyectos de los ámbitos de Internet, Mobile y nuevas tecnologías con vocación internacional.
Los fundadores son gente muy conocida en esto de la tecnología, la comunicación o emprender. Estamos Carlos Blanco (Akamon Entertainment y Grupo ITNet), Xavier Verdaguer (Imagine), Gerard Olivé (BeRepublic), Marc Ros y Risto Mejide (Aftershare.TV y 60 dB), Miguel Vicente (fundador de Letsbonus) y yo mismo.
Dirigida por Elisabeth Martínez, Conector Startup Accelerator nace con la intención de ayudar a crecer un mínimo de 5 proyectos de emprendedores en cada proceso de aceleración, llegando a las 15 startups anuales, en los ámbitos de Internet, móvil y nuevas tecnologías, todas con una clara vocación internacional.
En su fase de lanzamiento, Conector abre proceso de presentación de proyectos en Conector hasta el 11 de noviembre de 2013, para seleccionar a las primeras startups que participarán en un proceso de aceleración durante 6 meses. Los proyectos seleccionados contarán con los mentores más adecuados para su negocio de una bolsa de decenas de emprendedores, inversores y ejecutivos de reconocido prestigio.
Los mejores proyectos complementar su formación y aceleración con una estancia de 1-2 semanas en Silicon Valley, de la mano de Xavier Verdaguer. Durante su estancia visitarán los principales startups y participarán en distintas reuniones con inversores y emprendedores de éxito.
Carlos Blanco, dijo en la rueda de prensa de presentación que “el objetivo de Conector es ofrecer un mentoring de verdad, a partir de la involucración de los mentores como accionistas de las nuevas startups, garantizando así un proceso de acompañamiento y orientación de alto valor añadido para los emprendedores”. Además, la aceleradora ayudará a las startups seleccionadas a encontrar inversores a través de diferentes “Demo Day” tras los acuerdos alcanzados con diferentes redes de Business Angels y Fondos de Capital Riesgo.
La sede de la aceleradora estará inicialmente en Barcelona, aunque la intención de los socios es crear próximamente nuevas sedes en otras ciudades españolas como Madrid o Valencia, y posteriormente internacionalizar Conector, expandiéndose a Latinoamérica y USA. Mi papel podéis imaginar es el de darle vía a esa parte más internacional del proyecto.
Algo de lo que me parece muy interesante y que será un factor diferencial de Conector será el apoyo al emprendimiento social, ya que en cada temporada de aceleración de startups se incluirá como mínimo un proyecto de “Social Entrepreneurship”.
Para más información: elisabeth.martinez@conector.com