¿Cómo afecta un rescate?
Acabo de aterrizar en el nuevo mundo. Estaré unos días trabajando con mi equipo en las sedes de Bogotá, Lima, Caracas, Miami y Boston. Nada más llegar cené con dos periodistas con los que tenía pendiente otra entrevista. Les preocupa no entender la situación de España en concreto y del continente en general. Por cosas de la vida, como consultor del BCIE he tenido que explicar lo mismo varias veces a mandatarios centroamericanos y también se hace complicado. Ellos que crecen en tasas que rozan las dos cifras tienen crisis sistémicas y de alto calado social cada diez o quince años. De hecho la mayoría disfrutan de la bonanza con el ojo puesto en el retrovisor que relata pobreza y miseria. No entienden de “crisis” subsidiada. Cuando ellos entran en crisis la gente se muere de hambre.
Hace dos meses que estamos trabajando en Bruselas en un anteproyecto cuyas bases estamos diseñando desde IDODI enmarcado en el famoso Seventh Framework Programme Europeo. Es gracias a ese contacto directo con alguno de los actores principales de la economía europea que he podido entender que la intervención de las finanzas españolas ya es un hecho desde hace un año, que el rescate se contempla como inevitable y que la subida del IVA por encima del 20% no será antes del verano pero si se planteará si los ingresos no aumentan por la “amnistía” o los gastos no se logran reducir por la vía imperativa. De hecho un buen amigo francés que ahora ocupa un alto cargo en la administración europea me confesó que Grecia, Portugal y España se devaluarían en valor nominal por la vía del IVA hasta límites que no podemos ni imaginar. Eso en semántica banquera viene a ser un 21% para España, e incluso más.
La gente se pregunta que quiere decir que nos rescatan. Incluso hay quien asegura que eso no va con ellos, que es un tema de macroeconomía, de políticos y economistas, que a las personas de bien eso no les afecta demasiado, que al final todo es una subidita de impuestos y algo menos de “cosas que te da el gobierno”. Pues ni el gobierno “te da nada”, ni las personas “normales” están exentas de notar en su estómago la patada del rescate, ni es un tema exclusivo de altos mandatarios. Un rescate e intervención no es nada parecido a lo que se siente cuando te sacan del mar en un bote salvavidas. La verdad es que a veces piensas que ya estabas bien ahogándote en el agua tan a gusto y “a tu bola”.
- Un rescate no es más que un crédito enorme que nos dejarán la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Con esa pasta se saldan las deudas del estado en default y justo a la mañana siguiente tienes la visita de la “troika”, es decir, unos comisarios de muy mala cara y de muy mal negociar.
- A partir de ahí los sucesos se precipitarán y nadie puede asegurar que serán la solución milagrosa pues no lo están siendo en ningún sitio donde se han instalado, sólo sabemos la que lían.
- Tomarán el poder un grupo de consultores y altos cargos de la UE, el FMI y el BCE. Su función será la de auditar todas las decisiones de tipo económico y presupuestario del ejecutivo de Rajoy y de sus derivados (como ellos lo denominan) autonómicos y jurisdiccionales.
- Para España tocarán equipos multidisciplinares con al menos un centenar de comisarios. A partir de ese momento España quedará oficialmente intervenida (le llamarán de otro modo como “asesoría de ajuste” o “grupo de apoyo presupuestario”) y entonces deberá corregir la situación a través de medidas “aconsejadas” por la “troika”.
- De no hacerlo no recibiremos el dinero que debe salvar todo el sistema financiero y el sistema económico por enlace. Recordemos que el Estado ha servido en bandeja toda su capacidad de endeudamiento y recursos a los bancos y cajas que estaban yertas en sus propios balances permitiendo que falsearan sus cuentas a cambio de “saltar al vacío” esperando que el paracaídas se abra.
- Como el triplete fantástico no se suele fiar de los países que rescata la pasta no la suelta de una vez sino que la va aflojando a medida que se van cumpliendo su “consejos”. Las medidas irán en la línea griega en cuanto a la reducción de funcionarios, salarios de la administración, peso de las autonomías, fusiones de municipios, subida de impuestos como el IVA, retoques en la reforma laboral y alguna cosilla más. Me pregunto como se lo tomarán los sindicatos.
- Por desgracia es casi inevitable que pase. El volumen del engaño en España en cuanto al balance del sistema financiero es comparable a las mentiras que Goldman Sachs inventó para que las cuentas de Grecia fueran adecuadas en el momento de integrarse a la Unión Monetaria.
- La banca española vale más por sus cuentas tóxicas que por las reales. Casi 200.000 millones de euros en hipotecas no serán devueltos a los bancos, lo que pone en fallida todo el sistema. Eso se deberá sumar a que la banca no ha dejado caer el precio todavía de la vivienda, algo que seguirá friccionando y, al final, resultando una evidencia solemne: el patrimonio con el que los bancos autorizan balances positivos son una quimera.
- Europa lo sabe. Si cae Portugal, que caerá pues se le pide que resuelva elementos estructurales de su economía en meses cuando eso no lo lograría ni un país escandinavo en años, cae España.
- El grado de exposición de la banca española al déficit portugués se dice que puede estar cercano a los 100.000 millones por derivados de segundo orden y no los 78.000 como hasta ahora se consideraba. Además, el crecimiento de la economía española vuelve a ser negativo.
- En Europa se contemplan cifras muy contundentes y en negativo para este trimestre pasado que no dejarían muchas opciones a la hipotética recuperación a medio plazo que pudiera retrasar el rescate.
- La austeridad en inversión y la necesidad de más dinero en la banca (y no para fluir crédito) seguirán reduciendo el radio del círculo vicioso en el que hemos caído irremediablemente. Finalmente se dice en Europa que el rescate de España es inevitable porque no lograremos equilibrar el déficit, porque el paro no dejará de aumentar y porque el talento huye de España ante la imposibilidad de prosperar.
- La nombrada “prima de riesgo” aumentará por una lógica cruel del mercado: es un “riesgo apostar a este caballo mal herido”. En definitiva, menos dinero, más recaudación hasta la extenuación, liquidación de servicios, reducción de peso funcionarial y alejamiento del crecimiento y del cambio del modelo de crecimiento.
Y a todo esto, recortamos 2.200 millones de euros en los presupuestos para I+D+i y nos desfilamos por el sendero oscuro de no saber que queremos ser de mayores. La fiesta terminó, toca recoger los platos, limpiar la sala y, sobretodo, ir hablando de lo que haremos con ese espacio para rentabilizarlo. Al parecer, investigar en nuevos modelos productivos no.