Economía, Futurismo, Personal Marc Vidal Economía, Futurismo, Personal Marc Vidal

Entrevista en La Razón: ¿Cuánto invierten los países en industria 4.0?

Blanca Capitán, de La Razón, me entrevistó para hablar acerca de mi último libro, que se publicó bajo el título «Francia invierte 23 veces más que España en robots». Aunque el título hace referencia a la inversión pública en el país galo para estimular la robotización de su industria, en realidad lo que explico en la conversación es que es una inversión más genérica y que se realiza en todos los aspectos que interfieren en el desarrollo de la cuarta revolución industrial. España tiene programas de dinamización pero no llega a la potencia de otros países de nuestro entorno. Tenemos ejemplos más detallados como que nuestro país no tiene ningún plan integral sobre la aplicación de la Inteligencia Artificial. Bueno, mejor dicho, si tenemos, pero se trata de un libro blanco presentado en febrero de este mismo año y que todavía sigue en blanco. Aquí os dejo la transcripción de la entrevista.

Blanca Capitán, de La Razón, me entrevistó para hablar acerca de mi último libro, que se publicó bajo el título «Francia invierte 23 veces más que España en robots». Aunque el título hace referencia a la inversión pública en el país galo para estimular la robotización de su industria, en realidad lo que explico en la conversación es que es una inversión más genérica y que se realiza en todos los aspectos que interfieren en el desarrollo de la cuarta revolución industrial. España tiene programas de dinamización pero no llega a la potencia de otros países de nuestro entorno. Tenemos ejemplos más detallados como que nuestro país no tiene ningún plan integral sobre la aplicación de la Inteligencia Artificial. Bueno, mejor dicho, si tenemos, pero se trata de un libro blanco presentado en febrero de este mismo año y que todavía sigue en blanco. Aquí os dejo la transcripción de la entrevista.

«Francia invierte 23 veces más que España en robots»

Estamos en el momento más peligroso en el desarrollo de la humanidad», recupera Marc Vidal de Stephen Hawking, en la antesala de su nuevo libro «La era de la humanidad». La cita con el consultor en transformación y estrategia digital tiene lugar en el centro de Madrid, en un enclave destinado a la formación de dirigentes y al impulso del emprendimiento, la emblemática Fundación Rafael del Pino. Marc Vidal, solicitado conferenciante, ha hecho gira de su pensamiento en 27 países y actualmente se encuentra en presentando su cuarto libro.

–¿Qué mensaje transmite el libro?

–Optimismo. La implantación disruptiva de ésta precisa que repensemos su uso y nos acordemos que seguimos siendo los protagonistas. La revolución tecnológica que vivimos y que viviremos es cada vez más profunda. «La era de la humanidad» supone un toque de atención para la sociedad y una crítica sobre cómo España está a años luz de otros países.

–¿Qué recetas deberían seguir las grandes y pequeñas empresas frente a un nuevo cambio tecnológico?

–Depende del sector, el tamaño e incluso de la ubicación territorial. Lo que está claro es que el cambio tecnológico interfiere en cuatro vértices claros. Por un lado, las empresas tienen que entender que el cliente quiere ser el centro de la cadena de valor, algo que no es sencillo sin la tecnología. La segunda clave sería mejorar los procesos productivos. La tercera se refiere a la generación de nuevos modelos de negocio, es decir, hacer la misma actividad pero de otro modo. Y la cuarta se basa en impulsar el desarrollo de las habilidades del equipo.

–¿A qué nivel de innovación se encuentra España respecto a otros países de Europa?

–No vamos líderes, por decirlo de manera sana. España carece de políticas fiscales. Irlanda, Berlín, París, Londres o Eslovenia cuentan con políticas de innovación tecnológica. La innovación en España está desequilibrada. Por ejemplo, en el último debate electoral, los candidatos se pasaron 178 minutos hablando: la palabra digital no salió ni una vez y la palabra tecnología salió en el minuto 171.

–¿Qué medidas pediría al Gobierno para afrontar una revolución?

–Una hoja de ruta adecuada para las empresas y las personas. Francia, por ejemplo, invierte 23 veces más que España en industria 4.0, la robotización requerida para el cambio tecnológico. España debería atacar este cambio empezando por subsanar el sector que más contribuye a su economía, el turístico.

–Al igual que los Emiratos, ¿cree que España debería crear el cargo de Ministro de Inteligencia Artificial?

–Suecia ya lo ha hecho y se llama «Ministro del Futuro». En España, el pasado febrero se presentó el «Libro Blanco de la Inteligencia Artificial» y se llamó así, supongo, porque desde entonces no ha pasado nada. Al mismo tiempo en el mundo se desarrollaron más de 18 libros con sus propios planes de inteligencia artificial. Esto quiere decir que otros países ya prevén la ética de esta materia.

–De cara a 2025, ¿cree que los robots podrían recortar puestos de trabajo?

–No deberían. Lo normal es que, a medida que la tecnología ocupe el espacio que hace un ser humano, éste vaya o se reubique. Cuando alguien te diga que un software te quitará el empleo, o que un robot ocupará tu puesto, entonces le tienes que contestar que no, que quien lo va a hacer será alguien como tú pero que se lleve mejor con ese robot o con ese software. Esa es la clave del futuro, llevarse bien con la tecnología. ¿Cuánto de computerizables somos?

–Sobre el trabajo con robots, ¿qué políticas sugiere?

–Estimular la robotización al igual que se estimuló la digitalización. Lo que hay que saber es para qué se estimula, y para eso nos haremos la pregunta de ¿quién lo hace? y ¿por qué lo hace? Este «porqué» es la clave. La tecnología solamente es el «cómo», y el «porqué» seguiremos siendo los seres humanos.

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Entrevista en ABC: ¿Cómo será el futuro del trabajo?

Jose Manuel Sánchez, de ABC, me entrevistó para hablar acerca de mi último libro, que se publicó bajo el título «El trabajo del futuro es probable que se parezca más a ir a la escuela que a la oficina». Hablamos de todo cuanto trata el libro de un modo general pero la parte que tuvo mayor relevancia resultó ser la que hace referencia al modo en el que trabajaremos en el futuro. En el libro destaco en la parte final este hecho y, en realidad, es el fragmento en el que mayor esfuerzo de análisis hago. No es fácil imaginar como será ir a trabajar en el futuro cuándo es evidente que no sabemos que tecnologías asociadas y derivadas de las actuales van a ser el hilo conductor. Os dejo aquí la transcripción de la misma.

Jose Manuel Sánchez, de ABC, me entrevistó para hablar acerca de mi último libro, que se publicó bajo el título «El trabajo del futuro es probable que se parezca más a ir a la escuela que a la oficina». Hablamos de todo cuanto trata el libro de un modo general pero la parte que tuvo mayor relevancia resultó ser la que hace referencia al modo en el que trabajaremos en el futuro. En el libro destaco en la parte final este hecho y, en realidad, es el fragmento en el que mayor esfuerzo de análisis hago. No es fácil imaginar como será ir a trabajar en el futuro cuándo es evidente que no sabemos que tecnologías asociadas y derivadas de las actuales van a ser el hilo conductor. Os dejo aquí la transcripción de la misma.

Marc Vidal: «El trabajo del futuro es probable que se parezca más a ir a la escuela que a la oficina»

El lugar no puede ser más apropiado, la Fundación Rafael del Pino. Un espacio céntrico en Madrid que se dedica a formar dirigentes, impulsar los principios del libre mercado y la libertad de empresa y emprendimiento. En ese enclave, rodeado de una escasa vegetación urbana, acude Marc Vidal, una de las figuras más influyentes en la disrupción tecnológica. Conocido conferenciante y tertuliano, el divulgador expone en su nuevo libro, «La era de la humanidad: Hacia la quinta revolución industrial» (Deusto, 2019), los cambios e innovaciones que la sociedad va a vivir en los próximos años, así como el impacto que tendrá no solo en sus vidas, sino en todos los negocios. Su mensaje, pese a la marejada que viene de otra orilla, es más optimista.

Todavía no hemos alcanzado la Cuarta Revolución Industrial y usted ya se va directo a la quinta.

Normalmente, la mayoría de las revoluciones industriales nos enteramos de ellas cuando ya estamos ahí, en medio del meollo, con lo que todas las consecuencias negativas nos las comemos antes que nada; destrucción de empleo, deflación del capital. Diferentes aspectos que son característicos de las diferentes revoluciones tecnológicas nos avisan cuando estamos en ella. La llamada Cuarta Revolución Industrial nos hemos enterado de que lo que estábamos viviendo (una crisis financiera, inmobiliaria) tenía un trasfondo que tenia más que ver con una revolución tecnológica. No es que estemos cerca de la «Quinta», pero sí la podemos prever. Podemos interpretar que la singularidad tecnológica hay diferentes aspectos que tienen que ver con la automatización de nuestra vida económica y social, y van a afectarnos y mucho.

Si alguien piensa en aquellos trabajos de echar carbón a la locomotora hace cien años, debería darse cuenta que la tecnología permitió que esa actividad fuera más eficiente y cómoda para el empleado. ¿La tecnología es una oportunidad o una amenaza?

La tecnología siempre ha traído cosas buenas en términos generales. Obviamente, el ser humano tiene una mente retorcida y la utiliza para cosas no tan buenas. En principio, en ámbitos económicos y en el sentido humano, ha aportado cosas positivas. La Primera Revolución Industrial permitió que unas personas que trabajasen 16 horas al día, en el momento en el que entraba una máquina de vapor en una fábrica textil en el sur de Londres de 400 personas, dejasen de trabajar muchos menos. En esa época, además, lo llamaban «crisis industrial» no «revolución». Ahora los cambios son más rápidos, pero con cuarenta años después se entendió que aquello era para reducir de alguna manera la jornada laboral para que la gente hiciera otras cosas. Y que esa tecnología que en esos momentos se debía ejercer la fuerza bruta -como empujar utensilios- se pudiera realizar por una máquina. Ahí es donde empieza la cadena positiva de la tecnología. Ahora, por ejemplo, un 22% de las cosas que no hacemos los trabajadores las realiza un algoritmo o una inteligencia artificial. Calculo que para 2040 se le habrá dado la vuelta, con un 80% haciéndolo la máquina.

¿Qué hacer con el tiempo que nos resta?

Esa es la clave de esta historia. Cómo convertimos este nuevo tiempo que antes ocupábamos en hacer una serie de aspectos que tenían que ver con la idea de trabajar en una actividad que nos haga más humanos, y que además no perdamos ningún tipo de flujo económico con ello.

Desde hace tiempo se nos viene diciendo que vienen los robots; que en Europa se van a eliminar cincuenta millones de empleos en los próximos años por culpa los procesos automatizados. ¿Cómo se recicla o reutiliza a la gente que se queda fuera?

Siempre habrá empresarios, como habrá trabajadores, que aprovechen esta circunstancia para convertirla en algo a favor y que, además, daña a otro sector. Pero eso ocurre en todos los ámbitos. Está claro que quien entienda bien lo que supone tecnificar y ser más eficiente lo que sucede en su empresa desde el punto de vista tecnológico sacará ventaja. Y esa ventaja, a veces, no es que vayas a reducir el número de trabajadores sino que vas a aumentar la eficiencia de esos trabajadores gracias a que ahora les voy a facilitar herramientas tecnológicas que van a ser mucho mejores. Esto va de colaborar y, cuanto colaboremos con la tecnología, más diferente va a ser nuestro empleo pero seguramente más eficiente. Y tendremos más tiempo para otras cosas. El trabajo del futuro es más que probable que se parezca ir a la escuela que ir a la oficina.

Un mensaje optimista…

Es optimista porque al final refleja la evolución. Obviamente se van a destruir empleos, se ha hecho siempre. El ser humano lo que hace al final es convertir en eficiencia todos los problemas. Y ese problema que va a tener que ver con el régimen laboral, unos países lo harán antes, otros peor, otros mejor. No sabemos si la jornada laboral será de ocho horas o seis o cuatro, ni tampoco si habrá tres días para el fin de semana, pero la propuesta de que eso se hable parte del error de que eso sea automático. Para ello, hay que cambiar el modelo de producción, el modelo de crecimiento de un país, porque tiene que ser más tecnológico.

Uno de los epígrafes del libro se titula «No era una crisis». ¿Qué era entonces?

Fue una crisis, pero fue más una consecuencia. No fue tanto el origen de nada. Desde el punto de vista técnico, y más allá de lo que significa una crisis, fue una deflación del capital. Que es una de las características que tienen habitualmente las revoluciones tecnológicas. Una de ellas es «servitizar» (sic) las cosas -que se conviertan en servicios muchos productos cambiando la cadena de valor- y otra es la deflación del capital. Si comparamos todo lo que era necesario hace quince años para hacer las cosas que hace hoy en día un teléfono móvil necesitábamos quince dispositivos. Eso antes junto costaba 15.000 euros; ahora todo eso lo hace un aparato que vale apenas mil euros. La pregunta que se hicieron los economistas en World Economic Forum hace unos años fue que «¿dónde estaba ese dinero?». El problema es que hemos vivido aparte de esa crisis que en realidad era una consecuencia de algo -la tecnología- que estaba cambiando el mundo hemos vivido otra que llaman «recuperación». Y estamos viviendo una recuperación que en realidad es una deflación social. Es decir, que todo aquello que podíamos ganar por una serie de tareas que hiciéramos durante el día,. ahora es prácticamente imposible. Es decir, hemos vivido una deflación del capital en lugar de una crisis y, ahora, estamos viviendo una deflación social en lugar de una recuperación.

Duras palabras, pero hacía dónde vamos…

Las cifras parecen indicar que vamos hacia una crisis. Las crisis son algo más complejo que una desaceleración. Estamos en una fase de desaceleración, unos países más que otros. Que eso se convierta o no en una crisis dependerá de muchos factores. Es evidente que con las pocas medidas que se están tomando en algunos países como España para enfrentarse a eso que se nos avisa con claridad, nos puede sumir en una crisis profunda. Lo más probable que como en nuestro país no va a pinchar ninguna burbuja, que fue la hecatombe anterior, el problema es que no tienes nada que recuperar. Nada que volver a construir. España depende de un 16% del turismo y un 15% del sector inmobiliario. Es decir, un tercio de la economía española depende de sectores de poco valor añadido. Como no cambiemos ese modelo económico vamos a tener un problema grave. Puede que no sea profunda, pero sí que sea larga. Y los efectos pueden ser incluso peores. El tren de la modernidad ya ha salido. Hay países que tienen un plan integral de Inteligencia Artificial en desarrollo para ver cómo se enfrenta a la próxima década. Hay países que estudian en cómo nos enfrentaremos a la reducción del empleo por la tecnología o la reducción de la jornada para que sea más eficiente. Y nosotros, España, todavía mirando a ver si ha dimitido un señor [en relación a Albert Rivera, exlider de Ciudadanos].

Los gobernantes de uno u otro signos siempre prometen que quieren crear un «Silicon Valley en España». ¿Cree que eso es posible?

Algunos se deben pensar que Silicon Valley es un polígono industrial moderno. O no han estado o no se lo han explicado bien. Silicon Valley es una cosa que es difícil incluso de reconocer. Es un espacio donde hay mucho talento, pero sobre todo mucho dinero que ha generado que ese talento tenga salida. Hay una apuesta empresarial pero también ha habido apuesta institucional desde hace muchos años. Pero además de ese capital, hay que facilitar las cosas para que ese capital tenga ganas de invertir. Hay gente que se cree que es poner varias empresas al lado en una especie de «coworking» -trabajo compartido- . Al final no es así. Y, de hecho, cada país tiene que asumir cuál es su realidad. España, por ejemplo, no tiene petróleo con lo que para qué vamos a plantearnos un futuro con combustibles fósiles. España tampoco tiene un Silicon Valley. No somos creadores de empresas tecnológicas nuevas. España es un país turístico. Tiene innovación en «biotecnología» que se podría potencial. Pero si tienes el Turismo que es un porcentaje importante de la economía española, modernicemos ese sector. En aquello que sabes que eres una potencia mundial, ¿por qué no lo reconvertimos y le damos más valor tecnológico? La idea es cómo utilizar los aspectos en los que somos mejores para que la tecnología nos lo haga mucho mejor y no tengamos competidores.

La tecnología de consumo y la innovación se maneja ahora mismo de dos frentes, Estados Unidos y China. ¿Pinta algo Europa?

El discurso fácil es que en Europa hay mucho talento, pero la realidad es que las empresas europeas que han sido capaces de convertirse en primeras potencias mundiales se han tenido que ir a Estados Unidos para buscar fórmulas alternativas u otras han tenido que relacionarse con China. Europa se ha quedado, sinceramente, detrás de la innovación. Se ha vuelto vieja. No se le hace demasiado favor que se le examine tanto a las tecnológicas. No son todo bondad, pero lo que nos han traído muchas cosas que nos hacen mejores. Habría que ser capaces de jugar otros papeles, no tanto de árbitro, pero sí de estimulante.

De hecho, pone siempre de ejemplo el modelo de Kodak.

Esta empresa vivió una realidad curiosa. Es sintomático de cómo a veces teniendo la solución delante de tus narices no se aprovecha. Kodak había patentado la cámara digital y se negaron a poner en marcha un plan de producción para sacarlo adelante y de incorporarla en su negocio porque consideraban que tenían un problema con el stock de papel. Se encontraron con el debate de que si ellos ponían la pista de que el mundo de la fotografía pasaba por la cámara digital muchas empresa que no se dedicaban a ese sector podrían ser potenciales competidores. Pero también pensaron que nunca los seres humanos preferiría ver imágenes en cámaras pequeñas. Y desaparecieron justo cuando la fotografía estaba siendo más usada. Nunca hemos hecho más fotografías que ahora. El problema no era hacer fotos sino el soporte, que ya se había digitalizado. Y en el momento en el que se digitaliza algo cambia todo.

¿Cómo superan esas grandes estructuras ejecutivas el miedo a la tecnología?

Una gran compañía que quiere enfrentarse a la potencial disrupción tecnológica tiene que asumir un comportamiento más de ser muchas «startups» dentro de ella. Una gran compañía es un transatlántico y una «startup» es una lancha. Es imposible hacer que el transatlántico funcione como una lancha, pero sí que esté compuesto por muchas lanchas. Ese modo de trabajo requiere cuatro cambios imprescindibles: modificar el conocimiento del cliente, los procesos tienen que ser inteligentes, generar nuevos modelos de negocio y, por último, es que hay que formar a las personas de una manera muy distinta. Hay que hacerse una pregunta: «¿Cuántas de las cosas que voy a hacer en dos años las va a hacer una máquina?» Y ahí descubrirás qué porcentaje de tu trabajo va a ser sustituido. El porcentaje que no va a ser sustituido es la clave, porque es el que debes potenciar.

Hace mención también al sector bancario, otro sector que ha estado sufriendo innumerables crisis. ¿Cómo vislumbra el futuro del dinero?

Que el dinero sea digital es el objetivo de la administración pública y de las entidades financieras porque es más fácil de identificar. Va a mejorar todo lo que significa el sistema monetario y esas fluctuaciones de dinero que no sabemos muchas veces qué sucede, y será además más fácil de detectar cuando una persona hace algo malo. El efectivo tiene los días contados. Incluso la tarjeta de crédito empieza a tener poco uso. La disrupción en este sector va más allá de si habrá o no dinero, si será criptográfico o no. Las nuevas discográficas son los bancos porque le van a venir sus «Spotify», su «Napster». Y tiene que ver porque la gente va a empezar a preferir tener productos financieros vinculados a aquello que compra. Esa perspectiva es en donde la banca tradicional va a tener que hacer un mayor esfuerzo.

¿Aboga por una especie de renta básica universal?

El hecho de que vayamos al trabajo a aprender no será optativo por una razón: cuando nos encontremos que hay una máquina o un software que va a hacer cosas que antes hacíamos nosotros. Sabemos que las máquinas son muy buenas respondiendo pero son muy malas creando preguntas. Las preguntas las creamos los seres humanos. Cuando más sepa de esa máquina mejores respuestas me dará. Y cuantas mejores respuestas obtenga, mejor trabajador seré. El buen matemático es aquel que interpreta que con una calculadora puede hacer grandes cálculos. La calculadora no le sustituye a él, sustituye el tiempo que antes dedicaba a operaciones a mano. La renta básica universal u otras fórmulas que se puedan adoptar digo siempre que no va ser ni de izquierdas ni de derechas, va a ser inevitable. Porque al fin y al cabo vamos a tener que racionalizar que mucha gente no va a poder alcanzar ese punto pero a la vez vamos a tener que ser capaces de distribuir lo que sí se haga a través de esas máquinas y esas personas.

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Mass-media o mass-tontos. La Transformación digital no era para esto.

Una sociedad agotada de prensa, tertulianos, expertos de todo, pirómanos y moderadores. Agotada pero enganchada. Se hace difícil abandonar el ritmo de la información que además, ahora, permite seguirla en múltiples formatos y dispositivos. El tiempo real, la post-verdad, la reflexión, las fotografías, los videos y sus comentarios, las interpretaciones mínimas, la voluntad maniquea del bueno y el malo y el blanco y el negro en un mar repleto, más que nunca, de grises. Todo se amontona en una orgía indescifrable de información proveniente toda clase de medios y canales.

Una sociedad agotada de prensa, tertulianos, expertos de todo, pirómanos y moderadores. Agotada pero enganchada. Se hace difícil abandonar el ritmo de la información que además, ahora, permite seguirla en múltiples formatos y dispositivos. El tiempo real, la post-verdad, la reflexión, las fotografías, los videos y sus comentarios, las interpretaciones mínimas, la voluntad maniquea del bueno y el malo y el blanco y el negro en un mar repleto, más que nunca, de grises. Todo se amontona en una orgía indescifrable de información proveniente toda clase de medios y canales.

La confianza bajo mínimos. Por lo menos por mi parte. La industria de los medios de comunicación vive su peor momento. No sólo se enfrenta a la disrupción digital sino que también los medios digitales se enfrentan a la disrupción que provoca la falta de análisis. Una falta bíblica de objetividad en la mayoría de ellos los ha conducido a una falta de confianza histórica por parte de sus audiencias no tradicionales. Crecen en oyentes, lectores digitales y posiblemente en espectadores, pero a la vez, éstos, parecen exigir tertulias con aspavientos, detalles sin importancia pero muy efectistas y analistas de todo hablando de nada. En un mundo de medios dirigidos por partes interesadas que tan bien y detalladamente explica el ensayo ‘Power is everywhere’, éstos tienen un público muy claro en mente, y ni siquiera se esfuerzan en buscar otros lectores. Prefieren representar nichos subjetivos en lugar de arriesgar en praderas objetivas.

Es posible pensar que la prensa, técnicamente, sigue sin asumir la disrupción. La información se derrama por miles de canales alternativos y la réplica de titular no es mucho más que eso, una réplica en pocos caracteres y donde la profundidad del epicentro no parece importar a la mayoría. Otras industrias han entendido y sufrido que pasa cuando te llega la disrupción. La compañía de taxis mas grande del mundo no tiene taxis. La compañía hotelera más grande del mundo no tiene ni un solo hotel. La empresa más grande de telefonía no tiene infraestructura propia. La mayor empresa de retail del mundo no tiene inventario propio. La empresa que posee más contenidos del mundo no crea contenidos. El banco que más crece no tiene dinero. La empresa de cines mas grande del planeta no tiene ni una sala propia. En la mayoría de los casos, el concepto ‘user generated’ está encima de la mesa.

Todo ello tiene mucho que ver con la mutación de toda la cadena de valor que está transformando el ‘producto a servicio’. El escenario ha cambiado definitivamente. Ese cambio de liderazgo se sustenta en una estrategia a medio plazo que va más allá de la cosmética. Es una mutación profunda. No se trata tanto de plataformas dónde las personas intercambian productos sino de un lugar dónde se vinculan a servicios. No se trataría tanto de un lugar donde las personas intercambian enlaces informativos o participan de la información y de la opinión. En todo caso se debe profundizar en la idea de que el lector, el consumidor de información, se ha convertido en un agente activo y en un plano muy distinto al que la prensa tradicional le sigue reservando. No consumen, interpretan. E interpretan muy distinto a como otras generaciones lo hacen por cierto.

Reina la idea acerca de los millennial, que para que te lean (lease hagan click) debes hablar de nimiedades y poner muchas fotos. Así corre el contador de páginas vistas. Que les importa más lo que dice una alienada ‘influencer’ a lo que se aporta en la profundidad de un análisis complejo. Y eso no es cierto. Lo que pasa es que el consumo informativo de esta generación es muy heterogéneo y se aparta de lo convencional, de lo prediseñado o de lo que otros, generaciones X o superiores, podemos entender. Resulta que los millennial navegan por los medios mientras hacen otras cosas. En el curso de su trayecto informativo seleccionan y revisan a posteriori lo que han decidido. La guerra estaría en ser relevante y no únicamente 'fast-food'. Lo primero exige objetividad, lo segundo efectos visuales o titulares de autobús.

Esto no va de ‘views’, ni de ‘clicks’. Es muy serio y parece que nadie se entera de que, en la guerra del consumo maniqueo e irresponsable por parte de muchos, está el vacío futuro y la lejanía de la prensa con respecto a sus consumidores inmediatos. Este es un mundo donde la tecnología simultáneamente ha liberado y restringido el contenido que consumimos, con las plataformas periodísticas están haciendo más para dividir que para unir. En este punto habrá un lugar crucial para los editores que puedan ofrecer contenidos en el que se pueda confiar. Ese es, después de todo, el papel tradicional de los medios de comunicación. Parecía que la conquista digital de la prensa nos aportaría inmediatez, objetividad, una visión poliédrica y comparada y un modelo informativo mucho más razonable, pero no ha sido así. El negocio digital de la prensa tradicional no es más que una búsqueda incansable de ‘pageviews’ sin control empujados por sus lectores ideológicamente afines. Lo peor es que muchos de los ‘nuevos medios’ hacen lo mismo.

Las cifras de consumo de los medios tradicionales cae. Suelen remontar puntualmente en momentos de barullo informativo como el actual, pero globalmente, cae. Cae en cantidad, pero también en calidad. La alocada búsqueda del lector ahora ha dado paso a la caza del visualizador de videos. Ya así nos va. Este es uno de esos momentos. Por lo menos por estos territorios. El Brexit, Trump o El Chapo Guzman fueron otros. Sin embargo la tendencia es la que es y el peso de lo inevitable es inmenso. Mucha gente se ha dado cuenta de que no está recibiendo una imagen completa de lo que está pasando a través de los canales en los que confió siempre o le dijeron que eran fiables.

Por si fuéramos pocos, parió la abuela. Y parió un algoritmo. Bueno, varios. Rutinas aritméticas que nos están cegando con opiniones ilustradas de opinadores de ‘todo’ y que aportan más ruido en el griterío pero que, según la inteligencia artificial o el big data, son informaciones que ‘debemos’ leer. Sabemos desde hace tiempo que los medios digitales funcionan haciendo suposiciones acerca de quiénes somos y la clase de cosas que nos gustan. Si bien puede haber algunos aspectos positivos en esto, si ampliamos el diafragma el asunto es terrible. Los medios son cada vez menos medios. La caza del ‘like’ o el ‘retuit’ no dejan de ser una anomalía informativa, un escenario muy poco nutritivo, un McDonals de la información sin sobremesa y sin cubiertos.

A medida que el análisis deja paso a la difusión gigantesca de párrafos ocurrentes, que la lectura del detalle se queda en el bajo título y que el relato prefabricado argumenta el hecho, nos iremos desvaneciendo como sociedad crítica y nos convertiremos en una especie de 'followers' de la 'post-verdad'. Tal vez ya hemos llegado demasiado lejos, quien sabe, y el retorno está complicado. Y es que la tecnología no era para esto. Era para componer opinión con mayor grado de conocimiento. No estamos haciendo mucho con lo que la digitalización nos aporta. La culpa es de todos. Del que lee y del que escribe. Del que emite y del que mira. A veces parece que la tecnología aplicada a los ‘mass-media’ nos está haciendo ‘mass-tontos’. A las pruebas me remito.

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La prensa escrita y la transformación de su modelo de negocio.

Que imprimir periódicos es algo que va a desaparecer está asumido por todos. Especialmente por la propia industria periodística. Lo que no comparten todos es la velocidad a la que esto se va a producir. Los datos que llegan mes tras mes son de puro pánico para los que se sujetan todavía a mantener de algún modo ese modelo porque ‘todavía da algo’.

Que imprimir periódicos es algo que va a desaparecer está asumido por todos. Especialmente por la propia industria periodística. Lo que no comparten todos es la velocidad a la que esto se va a producir. Los datos que llegan mes tras mes son de puro pánico para los que se sujetan todavía a mantener de algún modo ese modelo porque ‘todavía da algo’.

La prensa es un negocio que se rige por ciclos y sus ingresos aumentan cuando hay bonanza económica pues dependen de la publicidad y ésta, precisamente, es la más sensible a ese momento económico. En el horizonte se vislumbra, digan lo que digan, una nueva recesión a medio plazo y eso empujará a sectores, o formas de trabajar, definitivamente a la desaparición tal y como los conocemos.

La diferencia esta vez es notable con respecto a la anterior situación dramática. Hace apenas siete u ocho años la prensa recibió su primera gran bofetada. Cayeron ingresos por muchos motivos. Menos publicidad, competencia de nuevos formatos y aparición de actores inéditos hasta la fecha. Se creyó que en cuanto la economía repuntara se recuperarían las cifras y todo volvería, por lo menos en ingresos publicitarios, a la normalidad. 

No ha sido así. No lo será tampoco ahora. En los últimos años ha ocurrido lo contrario y los ingresos por publicidad no han hecho más que caer. Como siempre recomiendo ver que pasa en Estados Unidos, concretamente en los estados donde se puede homologar su modo de vida con las grandes ciudades europeas, para interpretar con unos meses de adelanto lo que se avecina. También es interesante echarle un vistazo al conocido periodismo robótico que está modificando redacciones y modelos de negocio en la prensa.

Hace un par de semanas que el Wall Street Journal anunciaba que la disminución de venta publicitaria estaba siendo similar a la de hace una década. La reducción de personal es la tónica en muchos medios de la costa este norteamericana. Una tendencia que, aunque se haya detenido ligeramente en Europa, volverá a con fuerza. El declive de la prensa impresa es inevitable y será mucho más rápida de lo que nos han contado. Aplíquese esto a muchos sectores que piensan que la situación terminal de algún modelo de negocio concreto será mucho más tarde y que tienen tiempo para reaccionar. Puede que no. 

Los motivos por los que los periódicos vuelven a sufrir una recaída se esconden bajo un problema demográfico y por otro de mercado publicitario competitivo. La primera razón obedece a que la mayoría de lectores leales a los periódicos son personas nacidas antes de los ochenta. El resto no se suscriben a ningún periódico. Los viejos lectores van desapareciendo y no son reemplazados por nuevos. La nueva masa de lectores de periódicos, incluso digitales, no está en los Milenials. Éstos leen de otro modo.

La segunda razón es el mercado publicitario en si. Las tarifas se han tenido que reducir puesto que ahora muchas marcas conocen modos de publicitarse con modelos targetizados y gestionados con modelos predictivos mucho más sugerentes que los de insertar un anuncio a toda página sin saber quien va a fijarse en él. Hay un dato curioso que refleja que el ajuste sobre el gasto publicitario en periódicos va a ser inmediato y contundente. El año pasado en Estados Unidos los medios impresos representaban sólo el 4% del tiempo de las personas en su día a día. Sin embargo capturan todavía el 16% de los ingresos publicitarios. A la vez los dispositivos móviles ocupan el 25% del tiempo de los usuarios, pero solo un 11% del gasto publicitario. Obviamente esto no va a durar. En Europa los datos van con un cierto 'delay' pero de meses únicamente. Atentos.

Y a todo esto, ha habido grandes diarios que han sabido gestionar bien esa transición y otros no. Algunos creyeron que la salvación era replicar una edición en papel a otra digital y esperar a que la publicidad hiciera lo mismo. Y no es así. No son el mismo negocio en ningún caso y tampoco, en esencia, son lo mismo. En España conocemos cabeceras que se han convertido en referencia digital mientras dejan que su edición papel vaya perdiendo peso. Sin miedo. Otros siguen apostando por el papel ‘porque es la base de sus ingresos’ y la velocidad de transformación es lenta y peligrosa. Además, por supuesto, la aparición de medios nuevos que se han consolidado a una velocidad inédita e imposible en otras épocas.

El ejemplo de la prensa escrita es muy ilustrativo para hablar de cómo adaptarse a una época como la nuestra. Ejemplo de los modos de transformación digital que se pueden tener e incluso para diferenciar entre digitalización y transformación digital. Tenemos prensa que tuvo una apuesta por lo digital creando redacciones nuevas, modelos de trabajo nuevas, espacios de experimentación, aplicación tecnológica e, incluso, generación de nuevos modelos de negocio.

Por otro lado hay otras cabeceras que no supieron aprovechar la relevancia aportada del pasado y apostaron por una convivencia entre lo digital y lo impreso imposible de gestionar con éxito. Que el medio escrito digital sea una réplica del papel, con usos y modelos tradicionales que sólo cambia el canal, ha sido un error de algunos que no lograrán a estas alturas cambiar la tónica hacia una zona de difícil retorno.  

Ha habido incluso medios que han aprovechado la red para crecer, para convertirse en referencia más allá de donde lo eran hasta la fecha, que han sabido conjugar la opinión, la información y lo audiovisual. En Estados Unidos por ejemplo hay un caso notable. A principios de los años noventa, el Washington Post era un diario local de la capital del país. Poca gente, antes del Watergate, fuera del área metropolitana de Washington lo leía a diario. Hoy en día, por el contrario, el Washington Post es una estructura absolutamente nacional de medios cuyas noticias y estudios son leídos de costa a costa. 

Internet potenció aun mas al New York Times y al Wall Street Journal. Su reputación indujo a cientos de miles de personas en todo el mundo a suscribirse. El New York Times ahora tiene más de 1.3 millones de suscriptores digitales y por supuesto ya no paga a nadie por llevarles los periódicos a casa. En España las cifras no son tan espectaculares pero si hay algunos casos que muestran que a partir de una cabecera respetable, manteniendo la calidad periodística, sin reducir plantillas por la franja de la calidad y la experiencia, se pueden generar ingresos inesperados al alcanzar públicos digitalmente que eran inaccesibles o poco rentables en papel. 

Pero los periódicos viven de la publicidad mayoritariamente y éste es un negocio cíclico. Si quieren sobrevivir en muchos casos requerirán repensarlo todo y de manera urgente. Quien piense que lo peor ya ha pasado o que con lo que han hecho ya es suficiente, puede estar suicidándose lentamente. O no tan lentamente. Si creen que se va a recuperar ingresos con 'la bonanza' inminente se equivocan.

La prensa pierde ingresos durante las crisis y los recuperan teóricamente durante las recuperaciones económicas. Pero eso no pasó en ésta última ni pasará ahora. La pérdida de ingresos fue brutal y el rebote no se produjo. Repensar el modelo de negocio es urgente. A todo esto, si me apuras, hay que sumar el hecho de que cada vez son más las ediciones que constan de columnas, crónicas y análisis realizados íntegramente, cómo decía, por robots, por software que pone en un nivel de exigencia en eficiencia y rentabilidad una plantilla de profesionales que, ineludiblemente, también les toca revisar su estado de transformación y adaptación a la época que nos toca vivir. 

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Innovación, Inversion, Negocio, Startups Marc Vidal Innovación, Inversion, Negocio, Startups Marc Vidal

El futuro de los medios, ¿‘media for equity’ o ‘media for future’?

La industria editorial de impresión ha ido perdiendo tracción, eso no es una novedad, y la advertencia de que el papel está en franco retroceso no deja de ser ya un mantra que todos los expertos repiten. Pero la crisis del sector no es ya, tan sólo, un hecho focalizado en el soporte. Podría ser algo más conceptual, más genérico, y que tiene su punto de interés en el propio papel que prensa, medios, entretenimiento y contenidos deben jugar en el futuro inmediato, posiblemente en este presente que nos va superando. 

La industria editorial de impresión ha ido perdiendo tracción, eso no es una novedad, y la advertencia de que el papel está en franco retroceso no deja de ser ya un mantra que todos los expertos repiten. Pero la crisis del sector no es ya, tan sólo, un hecho focalizado en el soporte. Podría ser algo más conceptual, más genérico, y que tiene su punto de interés en el propio papel que prensa, medios, entretenimiento y contenidos deben jugar en el futuro inmediato, posiblemente en este presente que nos va superando.

Esto va de la oferta y de un público multidispositivo, tremendamente desleal con cabeceras o marcas y que consume sin fronteras ni límites. El público, el más milenial, es omnívoro y en ese espacio, nuevo para todos, lo que se ha hecho hasta ahora no tiene ninguna ventaja competitiva. Toca reinventar, pero desde la esencia.

Una de esas nuevas opciones trataría acerca de que pueden aportar los medios a las empresas de nueva creación y esas empresas que pueden ofrecer a los grupos mediáticos en general.

El análisis sobre cuál es la principal fuente de información o entretenimiento de la audiencia propone retos que tienen que ver con la supervivencia de los grandes grupos de comunicación. En apenas una década la creación de contenido y sus distribución rentable ha significado un galimatías a nivel empresarial pero también corporativo. De tener muy claro el canal y la oferta se ha pasado a un escenario líquido que requiere innovar constantemente e, incluso, abrazar la idea de que todo tal y como se hacía o se entendía ha pasado, o está pasando, a mejor vida.

Pero no todo es tóxico. Las nuevas tecnologías, si se utilizan correctamente, podrían ser un aliado más que un enemigo. Ayudan a entender al consumidor, sugieren públicos más amplios y permiten construir audiencias que antes eran impensables. ¿Cómo se puede crecer en un mercado decreciente? Cambiando, reiniciando muchos de los procesose innovando creativamente.

Ya no se trata de consumo sino de interacción. Un medio de comunicación ya no tan sólo debe emitir, ni tan siquiera debe esperar la respuesta de su público, puede saber su comportamiento y ofrecer nuevos productos que permitan generar valor a todo el conocimiento adquirido en su historia.

Vemos ‘nuevos medios’ creyendo ser nuevos por ser digitales. Y no lo son. De hecho replican todo cuanto se hacía en papel pero ahora en un nuevo soporte y dejando la puerta a la interacción parecida a 'las cartas al director'. No va de eso. Son el mismo camión por distinta carretera. Lo que tal vez no han entendido es que ya no es cuestión de utilizar el mismo vehículo. Posiblemente hay que cambiar el medio de transporte. Más colectivo, más actual, más acorde con el territorio a recorrer y más permeable a los cambios que se van a suceder en los próximos tres o cuatro años.

Se dice que los grandes grupos son más lentos que otros mucho menos pesados. Sin embargo, los modestos y, aparentemente originales, medios no están logrando desplazar a las grandes cabeceras en general. Seguramente porque siguen sufriendo el mismo estigma. Comunicar lo mismo de un modo distinto no genera el éxito esperado. El escenario es otro y se requiere otra manera de hacer, pero sobre todo, otras cosas que hacer.

Vivimos en el mundo de la conectividad y eso no todos lo han entendido. La segunda o tercera pantalla, la multiplataforma y el desorden. Algunos medios a nivel mundial están trabajando en el estudio de cómo se puede atender a este aparente caos y generar valor a partir de ello. Sprockit reúne a medios y líderes de entretenimiento y los vincula a Startups que proponen una nueva manera de ver la industria de la comunicación.

Sprockit está ofreciendo contenido a grupos como Disney, ABC Television Group, Comcast, Cox Media, Graham Media Group, Google, Hearst Television y Univision Communications Inc., desde 2013. A partir de ese momento han aparecido 37 nuevas empresas que utilizan conexiones y conocimiento de grandes grupos con nuevas startups.

Se trata de operaciones corporativas de adquisición o inversión con las que se impulsan alianzas estratégicas de éxito que proporcionan oportunidades de crecimiento a todos. El famoso ‘media for equity’ pero aplicado sólo a un modelo y aun concepto, rozando el concepto de aceleración, manejando capital y ofreciendo una sinergia entre ambos mundos, el de siempre y el nuevo.

Entre los éxitos de Sprockit destaca el SocialNewsDesk, una plataforma de medios sociales diseñada para las redacciones de medios que fue adquirida por Graham Media Group.

También es relevante el proyecto de Cognitive Networks, un espacio de contenidos de televisión inteligente que tuvo una ronda de financiación en Series B de más de 14 millones de dólares recientemente gracias a la entrada de Hearst Corporation.

Una de mis favoritas es SnappyTV, aplicación para la edición en directo y distribución de vídeo de alta calidad. Ésta fue adquirida por Twitter por cierto.

Durante este año los líderes de la industria de contenidos, medios o información norteamericana han seleccionado casi 30 startups en base a su potencial para ser disruptivas en el mercado y aportar respuestas a los desafíos a los que se enfrentan los medios de comunicación y los profesionales del entretenimiento.

El ejemplo de Sprockit, es uno en el que inspirarse, pero lo importante no es quien lo agrupa, eso es muy complicado, sino el modelo utilizado. Acercarse a quien está innovando en el sector en el que estás obligado a cambiar. En definitiva la industria de los medios, informativos o de entretenimiento, deben buscar empresas que desarrollen soluciones en áreas de contenido, análisis de datos, publicidad inteligente y nuevos formatos.

Cada una de las empresas que seleccionen tendrá una respuesta a las preguntas más complejas de la industria. Caminos que pueden crearse desde pequeñas empresas integrándose, o no, en esos grupos, pero que sin duda permiten dejar en manos de otros los procesos de innovación que tanto le ha costado al sector abordar en los últimos años.

Reinventar la industria de contenidos y entretenimiento en el móvil, generar modelos de estudio de datos y audiencia más allá de lo que es ‘oficial’ y esperar lo que es ‘efectivo’. Ya no vale como antes un listado de ‘audiencia televisiva’ de tipo porcentual, ahora lo que realmente es preciso es una analítica de datos e influencia de una emisión en cualquier canal por ejemplo.

Mientras que hay países, en Europa es masivo, que siguen pendientes de los informes matinales de ‘share’, de ejemplares vendidos, incluso de ‘visitas’ a una web, en otros lugares lo que se analiza es el comportamiento, las experiencias y los módulos que deben componerse para entender el valor real de un ‘anuncio’ o de una campaña publicitaria. Toma fuerza el ‘branded content’ y el ‘inbound marketing’ vinculado a los medios y en cómo se combina todo ello. 

Se trata de innovar incluso desde las entrañas de los que se creen ‘muy actuales’. Nada es actual y lo que ayer por la mañana era la leche mañana por la tarde habrá caducado. La creación de aceleradoras verticales, espacios de debate y ejecución, plataformas para potenciar startups que hacen cosas que pueden ser muy útiles a los grandes grupos o a los no tan grandes, permitiría incidir en la construcción de sinergias que hicieran frente a los desafíos intersectoriales, a las tendencias con previsión y a aportar soluciones en un mercado cambiante.

No se trata de inventar nuevos modos de comunicar, se trata de un nuevo modelo de comunicación y entretenimiento. No es sólo tecnología, que también, sino que es un irreverente proceso de acercamiento y fusión con quienes hasta ahora eran imposibles de combinar. Grandes grupos de entretenimiento inspirándose en proyectos incipientes hasta el punto que de ellos obtienen las claves de lo que van a necesitar y los segundos la gasolina para existir y crecer.

Esto no va de ‘media for equity’, esto va de ‘media for future’, ‘media for innovation’ tal vez.

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Derecho al olvido, reputación digital e ingeniería de datos

Ayer hablábamos de una realidad al respecto de los datos personales y su almacenamiento. ‘Más de 200.000 personas han pedido a Google la retirada de sus datos desde que se dictó la sentencia acerca de la petición de un usuario de borrar su memoria digital. Google controla el 90 por ciento de las búsquedas de Internet en Europa’. 

Ayer hablábamos de una realidad al respecto de los datos personales y su almacenamiento. ‘Más de 200.000 personas han pedido a Google la retirada de sus datos desde que se dictó la sentencia acerca de la petición de un usuario de borrar su memoria digital. Google controla el 90 por ciento de las búsquedas de Internet en Europa’. Cuando en mayo de 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaba sentencia estimando que los buscadores debían ejercer el derecho al olvido, es decir, retirar los enlaces de sus resultados de búsqueda si el protagonista en cuestión de los mismos lo solicitaba y siempre que se cumplieran ciertas condiciones, supuso que poco después de la decisión, casi 100.000 internautas solicitaran acogerse a dicha decisión, pero ¿qué ha ocurrido desde entonces? Para saberlo he hablado con una buena amiga y con la que he compartido mesa en algún consejo de administración. Laura Urquizu ahora es la jefa en Redpoints, una de las agencias con mayor proyección y eficiencia en el ámbito de la gestión de reputación digital y protección de contenidos que conozco. Es una empresa española con sede ya en varios países y considerada como una de las de mayor proyección en el mundo dentro de este complejo campo. Entre sus clientes se encuentran algunos de los principales grupos editoriales y audiovisuales nacionales e internacionales, así como reconocidas entidades deportivas y deportistas de primer nivel, y profesionales del cine y de la música y fue galardonada en 2014 por la Generalitat como mejor 'startup' catalana.

Hoy en día el valor que tu imagen o la de tu empresa tiene en la red es consustancial al que se le puede otorgar de manera genérica. Algo está cambiando de manera transversal y pruebas hay por todos lados. Personajes digitales que se han hecho tremendamente conocidos, famosos, a través de canales de youtube con millones de subscriptores que rechazan ir a televisión pues ‘no es el medio natural en el que puedan sentirse cómodos’, no hace más que demostrar el sentido que ha tomado todo. La revolución digital es innegable y es bueno tomar algunas medidas que nos permita no perdernos dentro de ella. Manejar con cuidado los datos y sus derivadas es una buena práctica.

La reputación digital se refiere a cómo son percibidas las acciones de una empresa, producto, servicio e incluso una persona en entornos digitales. Incide directamente sobre el valor de cualquier marca y va más allá de las acciones de marketing que se puedan hacer para estructurarla. Hemos dicho que vivimos en un entorno de datos y estos ya no se gestionan sólo a partir de campañas de marketing, precisan de ingenieros y matemáticos que tracen y monitoricen esos datos.

La primera campaña de Obama para las presidenciales norteamericanas fue descrita como la ‘social media campaign’ y la segunda como la ‘big data campaign’. Entre ambas sólo habia una notable diferencia. Quien creaba, gestionaba, analizaba y conducía el contenido. En la primera eran estrategas de comunicación digital y en la segunda un grupo de ingenieros en datos. Los primeros dialogaban con comunidades, los segundos rastreaban datos y los corregían según su análisis a tiempo real.

Sea en política o en empresa, la reputación se hereda afectándola o beneficiándola de forma directa. Es una de las variables más importantes que afectan a la decisión de compra en Internet ya que la opinión de otros pesa mucho en la toma de decisiones a la hora de comprar tal y como sabemos.

El uso indebido de marcas y nombres en Internet afecta a la reputación de una marca y a los ingresos de la empresa por eso tener presente su importancia es clave. De hecho el usuario ha adquirido un enorme poder en la gestión de la reputación digital. Es quien toma el control de la reputación de una organización cuando conversa y da sus opiniones sobre ésta. Tener monitorizado este campo de minas con un ‘control temprano de la Visibilidad (información generada por la empresa y por la gente), es la base para forjar una reputación online óptima.

La Agencia Española de Protección de datos dijo que la Audiencia Nacional ha dictado casi un centenar de sentencias sobre derecho al olvido. En más de la mitad de ellas el resultado ha sido obligar a los buscadores a retirar los enlaces. ¿Es información obsoleta? ¿No existe un interés público? Si la respuesta a estas y otras preguntas es sí, entonces Google u otras plataformas o buscadores actúan. A veces agencias como Redpoints son clave para ese trabajo sea más rápido y eficiente gracias a las homologaciones que tienen con estas compañías.

En España, y según cifras actualizadas, Google ha recibido 22.586 solicitudes de retirada de información que afectan a un total de 73.512 de URLs. En total, y a nivel europeo, las solicitudes han ascendido a 242.782 con 880.296 URLs, de las cuales 41,4% han sido eliminadas. Obviamente es un ‘mercado al alza’ que no hace más que regular un océano donde nadie sabía con anterioridad como y por dónde navegar.

Permitidme un apunte que me viene a la memoria. En 2012, el autor Philip Roth descubrió que la entrada en la web que su libro ‘The Human Stain’ se decía por error que estaba basado en la vida del escritor Anatole Broyard. Roth explicó a un editor de dicha web que no era el caso, y él mismo trató de actualizar la página con la información correcta. Los editores del sitio se negaron a hacer los cambios, alegando que Roth no era una autoridad competente en la materia.

El hecho tomó importancia pues resultaba que el autor del libro no podía corregir un error sobre su libro que además podía comprometer la captación de potenciales lectores. Finalmente Roth terminó escribiendo una monografía acerca de esa locura en The New Yorker. De ese modo creó un contenido que era más potente que el otro. De hecho, ahora, en la Web hay más material sobre la controversia que sobre el libro. El trabajo de una empresa especializada logró estabilizar ese punto de fricción entre la información, la reputación y la repercusión.

Vamos a un futuro en el que todos estaremos ‘catalogados’, fijados y digitalizados. Es una buena idea tener conciencia de ello y rodearse de los que saben, por lo menos para consultarles. Si necesitas información no dudes en preguntar.

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Emprender en un momento único

Ayer se publicó en Axesor, la primera agencia de rating española, un artículo que me solicitó Fernando Martínez. El post debía tratar acerca del papel que juegan los emprendedores, la valoración que se tiene de ellos y si realmente son ellos quienes deben liderar el cambio de modelo que vive nuestra sociedad en muchos ámbitos. Os lo replico parte del mismo y os enlazo con la ubicación original, está aquí.

Emprendedores para un momento irrepetible

La OCDE tiene la manía persecutoria de fijarse en los países con menor interés por emprender. De hecho publican cifras en que alrededor de la mitad de los jóvenes españoles que tienen ocupación (afortunados), trabaja en algo que requiere menos habilidades de las que tienen. De lo que se desprende siempre que la juventud de este país no va al trabajo pendiente de vivir retos, sueños o de conquistar expectativaspara crecer emocional y profesionalmente.

En cierta manera tenemos lo que nos merecemos. La educación es pura instrucción, no hay debate, pensamiento o crítica. Nadie enseña a nuestros hijos el valor del fracaso cuando es sólo un error, a perseguir sueños a pesar de no ser rentables, a emprender como valor moral y no sólo como factor de enriquecimiento. No les enseñan a entender que un negocio es mucho más que una oficina, una fábrica, un campo de cultivo, un comercio o un escenario de venta, nadie les indica que también son espacios de conclusión, de rescate espiritual y de relación humana, de cooperación, de suma intelectual, de talento y de prosperidad.

Emprender hoy en día es, también, un encargo histórico. Un método social para adentrarnos en el futuro. Cada nuevo proyecto, cada nueva idea que se transforma en empresa y ésta se basa en la innovación y utiliza las costuras de la Nueva Economía para armar un nuevo escenario, son los pasos que un país, una sociedad, precisa para convertirse en próspera. Ofrecer futuro no es gratis, de hecho el futuro no es algo que pueda rentabilizarse en el presente, pero si puede cultivarse.

Hubo un tiempo, mil años atrás, que mis referentes me decían que la vida ‘ahí afuera’ era una jungla, una competencia feroz donde solo sobrevivían los más fríos y calculadores, los que lo tenían todo seguro. Me lo creí. Tardé tiempo en ver que así no se disfrutaba y que no era el mundo que yo quería comerme. El pastel del que me hablaban era indigesto y lo que me apasionaba siempre estaba detrás de los cristales de aquellos despachos grises y abarrotados de personas grises.

Puedes leerlo completo en Axesor

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Entrevista en Libertad Digital, 'La cultura del subsidio decapita la economía'

Ayer se publicó la entrevista que me hizo Diego de la Cruz para Libertad Digital, concretamente en Libre Mercado. Una conversación muy marcada por temas más ligados a la política económica que a tecnología, pero en la que lo pasamos bien. Aquí os dejo la transcripción que tambíén podéis ver en su lugar original.

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Marc Vidal: “La cultura del subsidio decapita la economía”. Apunta que “nos han llevado a un pozo” y reivindica un impulso del emprendimiento y la innovación.

- Pregunta: Los jóvenes españoles son los europeos que más se plantean ser funcionarios. Hablamos de un 32% frente al 17% italiano, el 13% griego, el 11% luso… ¿No es descorazonador que haya tanta querencia por el empleo público?

Respuesta: Tiene que ver con un modelo económico, un aspecto cultural y una administración que poco o nada hace por cambiar esto. No solo es doloroso, es que es una oportunidad perdida. Los funcionarios son necesarios y no olvidemos que funcionarios hay de muchos tipos y en muchos de ellos es pura vocación. El problema viene cuando analizas los motivos de que, no habiendo tanta ‘vocación’, si haya ‘devoción’.

En términos económicos la seguridad que garantiza el empleo público vende muy bien. No requiere jugarte tu patrimonio, no tienes que lidiar con la falta de perspectivas en tu jubilación como le pasa a un autónomo por ejemplo. En lo cultural el trasvase hacia lo que supone ser emprendedor es muy complicado.

Emprender es lo contrario a la seguridad pública. Un emprendedor siempre está en crisis y el fracaso es un elemento consustancial con la propia actividad emprendedora. Culturalmente, como te decía, es un estigma, un motivo para que las cosas se pongan muy jodidas a partir de ahí y para siempre…

- Quizá no hemos sabido explicar lo que significa convertirse en empresario.

El agente de cambio más importante que tiene una sociedad es su tejido emprendedor. En el año 2008, parte de la economía estadounidense se desmoronaba pero, al mismo tiempo, nacían 250.000 empresas de base tecnológica, muchas con apenas dos o tres fundadores.

Ante la caída, decidieron ponerse en marcha con un criterio: cambio. ¿Aquí que hemos cambiado? ¿Cuál es la hoja de ruta? ¿De que va todo esto? ¿Por qué los que dirigen este barco se alegran cada vez que aumenta la cifra bruta de nuevas hipotecas? ¿En que planeta viven?

- Muchas de esas nuevas empresas que nacen en el ámbito tecnológico se enmarcan en ese sector de la nueva economía que choca con las regulaciones vigentes, pensadas para esquemas que poco a poco se van agotando. ¿Está España reaccionado de forma inteligente o se equivocan nuestros reguladores?

Por desgracia hay gobiernos que no saben medir los tiempos o los tiempos los han medido a ellos. La mayoría de estos tipos que dicen ir a sus ministerios a mejorar la sociedad y a ayudar a “sacarnos de la crisis” no tienen la más mínima idea de a lo que se enfrentan, ni falta que les hace.

Siguen considerando que para medir el emprendimiento en una basta con medir el número bruto de empresas o personas que trabajan por cuenta propia. En esa definición falta el baremo más importante, el que realmente define el verdadero valor emprendedor, que es el de la innovación. He ahí el aspecto que una sociedad debe acelerar para poder ir de cabeza hacia la tecnificación y la tecnología.

La visión distorsionada que tenemos de “por donde hay que recuperar la economía” se debe a que mayoritariamente la sociedad ve el mundo por el prisma de la prensa tradicional que a su vez transcribe los mensajes oficiales e interesados que a su vez componen con una absoluta indiferencia hacia la realidad que les rodea de lejos.

Una visión que habla de “recuperación” de no sabemos qué, de volver al crecimiento y creación de empleo de manera táctica y no estratégica y de un mundo de colores pastel que no te puedes creer si has viajado un poco. Esto no va de inventarse un titular y esperar a ver que pasa.

Esto no va de esperar y que por ciencia infusa se “arregle” todo pues no hay nada que arreglar. Esto no va de generar empleo inmediato porque no se va a crear. Esto va de diseñar, estimular y generar un mundo nuevo vinculado a la tecnología, la economía digitalizada y digital, al conocimiento y al valor añadido de aquello que ya tenemos en marcha como el turismo y otros.

Por eso hay que decirle no a quienes quiere ponerle trabas a lo que ya influye, de un modo absoluto, la vida de muchas personas. Negar que una plataforma social es un vínculo entre usuarios y empresas y que de ello ya no puedes abstraerte es girar la cara a la realidad.

España está a punto de perder una oportunidad histórica. Un tren que pasa pocas veces, una opción de enrolarse en el cambio de época que vive la humanidad y de la que hablo en casi todas mis conferencias. Los retos históricos se pierden por desinterés, por ineficiencia o por voluntad. Se puede perder el tren por no ser capaz de correr hacia el andén si ves que se está escapando, porque no encuentras el andén o por que, viendo el andén y el tren parado, decides ir al bar.

¿Cuál es el caso que nos ocupa? Tengo la impresión que es una mezcla según el momento, tengo la idea, y la he perseguido todos los días, de que o por inútiles, vagos o mal intencionados mi futuro no puede estar en manos de nadie, solo puede estar bajo mi influencia. Les llamamos líderes vete tú a saber porque, pues su lejanía de lo que sucede es de tal calibre que probablemente cuando todo esto se los lleve por delante pasarán años hasta que se den cuenta.

- En España cala poco a poco la tesis de la recuperación pero ¿qué impresión tienen los inversores extranjeros con los que Vd. toca el tema?

Va por barrios. Vivo en Irlanda y me paso la mitad del año viajando por el mundo. En algunos países se sostiene la idea de que la recuperación de nuestro país es poco más que un eslogan, manido y repetitivo, suelen ser lugares donde, a pesar de crecer menos que lo necesario, lo hacen sustentados en un cambio de modelo de crecimiento vinculado a nuevos escenarios económicos de vanguardia.

Otros, los que nos incluyen en el tren de los “recuperados” ya van pensando en comprar pisos pues se espera la inflación del precio de la vivienda. ¿Te suena? ¿Tiene valor eso? Y es que la inversión foránea va dónde es factible ganar dinero lo antes posible. De momento eso parece factible, otra cosa será en base a que…

- Entonces, ¿en qué punto estamos?

No saldremos de la crisis simplemente afirmándolo. Nosotros mismos debemos ser capaces de trabajar para cambiar nuestro futuro. La historia de la humanidad es la historia de la evolución y de la modernidad, y esta modernidad conlleva momentos críticos como el actual donde quienes deben liderar los procesos, marcar con luces largas el futuro de todos, tienen la obligación de construir en base a la competitividad, eficiencia y construcción de una sociedad más equilibrada y justa. Pero eso no parece ser lo que está pasando.

¿Cómo piensan los que están, los que quieren estar y los que, parece, pueden estar, estructurar un país como España en un entorno económico robotizado, automático y con mucho menos empleo? ¿Cómo piensan balancear la pérdida del valor humano en cuestiones laborales, el incremento de máquinas al servicio de la eficiencia y la retirada genérica de intermediarios en todo lo que una plataforma digital puede sustituirlos? ¿Cómo han pensado mejorar mi vida, la de mi hijo, la del tuyo, la de todos cuando ese mundo, inminente, se despliegue?

Probablemente ellos no deban ser quienes deban liderar esto, porque son los responsables, en gran medida, de habernos llevado a un pozo mucho más profundo de lo que probablemente nos correspondía. Lo que debería de preocuparnos es que seguimos centrados en el corto plazo, en la táctica. Este planteamiento es muy pobre y que nos dejará al margen de muchas de las revoluciones (socioeconómicas y tecnológicas) que se están produciendo en el mundo.

- ¿Qué aspectos son fundamentales para tener éxito como empresario?

No debe haber una receta segura. Haciendo lo mismo me han salido cosas bien y otras mal. Con modificaciones casi imperceptibles un fracaso inminente se trastornó en éxito y viceversa. Creo que la clave está en la preparación, en las hostias que te da la vida y en administrar bien tu capacidad de liderazgo. Creo que tener espíritu de sacrificio, pasión por tu trabajo, predilección por lo imprevisto sobre lo previsible y vivir intensamente el valor de aprender, de innovar constantemente.

Según la OCDE, el 44% de los españoles entre 25 y 30 años que tienen ocupación, están trabajando en algo que requiere menos habilidades de las que tienen. Los jóvenes españoles no van al trabajo pendientes de vivir retos, sueños y expectativas de crecer emocional y profesionalmente. Muchos van pensando que allí no va a pasar nada excitante, que lo importante es que pase el tiempo.

- El modelo educativo no ayuda…

La educación es pura instrucción, no hay debate, pensamiento o crítica. Nadie enseña a nuestros hijos el valor del fracaso, a perseguir sueños a pesar de no ser “rentables”, a emprender como valor de libertad y no como factor de enriquecimiento.

No les enseñan a entender que un negocio es mucho más que una oficina, una fábrica, un campo de cultivo, un comercio o un escenario de venta, nadie les indica que también son espacios de conclusión, de rescate espiritual y de relación humana, de cooperación, de suma intelectual, de talento y de prosperidad.

Cambiar todo eso, educacionalmente hablando, podría también influir en lo que se puede considerar, al final, un empresario de éxito, pues ‘éxito’ es mucho más que ganar dinero, es reconocerte ante tu obra, tu sueño. A veces repercute en mil millones y otras simplemente en subir la persiana de tu taller, pero siempre, con la sensación de que son tus mil millones o es tu taller.

- ¿Cuáles son las preguntas que debemos responder antes de dar ese paso?

¿Cómo vas de espíritu de sacrificio? ¿Sabes que no sabes nada? ¿Miedo a fracasar? ¿Demasiado mayor para esto? ¿Tu proyecto es tu sueño? Si no dudas en ninguna de ellas, si no hay grises, mejor.

- Los españoles tienen una imagen mucho más negativa de la economía de mercado que otros europeos. ¿Qué aspectos del capitalismo defendería Vd. ante quienes abogan por otras recetas?

Yo del capitalismo, así, sin anestesia, le reconozco el valor de la innovación necesaria. Que es incómodo. Más de lo que se piensa. Un capitalista conceptualmente desea la libertad por encima de todo. No le gustan las regulaciones.

Por ejemplo en el caso del término emprendedor es muy evidente lo que quiero decir. A la pregunta ¿qué es un emprendedor? sólo tendremos dos posibles respuestas o puntos de vista. El primero es el más popular y asegura que los empresarios son personas que dirigen sus propias empresas. La segunda opinión, la que defiende Joseph Schumpeter. asegura que los empresarios son los innovadores de la economía y de la sociedad. Asegura que las personas tienen ideas, que quienes las convierten en empresas aportan valor social que se traduce en bienestar tarde o temprano. Ha pasado antes y seguirá pasando.

Para mi el capitalismo se rige por el valor de la empresa privada y para mí, la empresa privada es el estímulo de los cambios, que desde la cultura, la investigación y la política se pueden ir concibiendo. Si un país no es capaz de generar el escenario idóneo para crear empresas no tan solo perderá masa laboral, ciudadana, cohesión y otros factores que desestabilizan a una sociedad, sino que se alejará del talento, de la innovación, del progreso tecnológico y, por derivación siniestra, del bienestar y modernidad socioeconómica requerida.

Tengo la sensación que los empresarios o emprendedores que alteramos y desorganizamos continuamente la manera de hacer las cosas jugamos nuestro papel. Somos incómodos para los que eso les supone un colapso mental.

- Ha escrito un libro contra la “cultura del subsidio”, ¿qué efectos tiene en la economía de un país?

Lo decapita. El subsidio es necesario como elemento en una sociedad de vanguardia. La subvención también, estimula y tiene un objetivo, pero la cultura del subsidio es algo tóxico. Adormece y acomoda y sobretodo crea una masa social acrítica y dependiente. Así es. Se estimula una sociedad de valores en crisis donde, por lo tanto, el miedo al fracaso tiene su sentido, puesto que el nivel de tolerancia hacia este hecho es cero por ejemplo.

Si te digo que ‘papá estado’ se encarga de todo, que tras todos tus problemas te daré lo justo para que aguantes, sobrevivas, consideres que soy tu providencia, que poco harás contra mí. Se fabrican ciudadanos narcotizados cuyo miedo al fracaso es supino.

Por ejemplo, a los jóvenes, les ayudamos a conseguirlo todo y a evitar que se enfrenten al error. Muchos de esos chicos y chicas que analizan su futuro inmediato es normal que dejen de pensar en ‘emprender’ pues es más sencillo no confrontarse con ese miedo que te comento. Vivimos en la sociedad del “no lo intentes sino vas a lograrlo”.

El subsidio lo estimula, por eso creo que la ‘cultura del subsidio’ narcotiza y es contraria lo que necesita el punto exacto de la historia que hemos tenido la suerte de vivir.

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Cuanto antes aceptemos esta revolución antes lograremos disfrutarla

Hay sectores que son más sensibles a los cambios o los perciben con mayor intensidad. El mundo de la comunicación, por el mero hecho de ser tecnológicamente proclive a adaptarlos y así corresponder con el universo cambiante de sus clientes, se convierte muchas veces en la antesala de los cambios más interesantes en el futuro inmediato.
Hoy sabemos que Google amenazó con desindexar en sus búsquedas a diversos medios de comunicación alemanes que, por vía legislativa, exigen al gigante americano pagar por los contenidos indexados que el primero posea de los segundos. De hecho lo que hace Google es dar un paso atrás ante una incomprensible normativa, atendiendo a los tiempos y al formato de lo que hablamos, y decidir darle la vuelta al asunto.

Ahora Google genera casi medio millón de páginas vistas en esos medios gracias a que los alemanes acceden a la información previa búsqueda. Los enlaces que se generan proporcionan beneficios con toda seguridad. De hecho, Google cifra que esos 500.000 accesos a páginas de noticias alemanas proporciona entre 12 y 16 céntimos de euro.

Lo cojas por donde lo cojas cuesta entender la lógica de la normativa atendiendo a un universo con la cadena de valor tradicional distorsionada por los bits. A partir de ahora Google solo mostrará el títulos y el enlace. Ya no sumara ni imágenes ni contenido. La deconstrucción de procesos se instaló ya en nuestro modelo productivo y de gestión. Nuevos se van creando y nuevos son los modelos que los ejecutan. Ya nada es tan claro como diferenciar entre generador de contenido, soporte donde publicarlo, consumidor, intermediario, gestor de acceso, interpretador de titulares, opinador, establecimiento de flujos de lectores, estimulador de plataformas que redirigen el tráfico, etc. Si en apenas unas décadas todo el plan de gestión de una empresa era el de tener claro cada día lo que le tocaba a todo el mundo hacer, eso ha cambiado radicalmente.

En esta guerra, que podría reproducirse en otros países como España donde tenemos normativas del siglo XIX aprobadas en el XXI, Google avisa que está dispuesta aceptar la petición individual de cada uno de estos medios para que sus contenidos sean indexados al completo de forma gratuita. La verdad es que no admitir el beneficio que le da a los medios de comunicación este tipo de accesos es surrealista.

Y en esa guerra estamos. Tiene que ver con la aceptación de nuevas reglas basadas en un innumerable volumen de nuevas herramientas, un universo que casi hace ridículo mantener ‘por que si’ las aduanas del pasado. Si queremos preservar las hectáreas de conocimiento, razonamiento, información, debate y distribución de la inteligencia que el periodismo supone, deberán poner de su parte. Menos subvenciones para soportar redacciones del siglo XIX, menos leyes que estrangulen el progreso y la lógica de nuestro tiempo y más implicación social y empresarial en la construcción de los canales por los que nos hacemos mejores ciudadanos gracias a la información.

Si la prensa quiere ser negocio no debería de agarrarse a un modelo de pago, protección y negocio que, por suerte o desgracia, tiene que ver con la vida actual. La prensa del futuro inmediato es un negocios adecuado a nuestro nuevo tiempo tecnológico, social, inmediato, robotizado y automático, pero garantizando el implacable factor humano que repercute en el análisis de nuestra realidad y ese factor también esta en el nuevo modo en el que el usuario-lector accede a la información. Eso ya no es un patrón reservado a la decisión de un poderoso que ahora se encuentra con otro poderoso que le ha cambiado las reglas. Unas reglas que mientras le fueron bien ni quiso tocarlas. Google ahora es más poderoso que todos los medios juntos y eso molesta a quienes atesoran siglos de monopolio informativo. Y apelar a que Google News es un ‘monopolio’ y por eso hay que exigirle un canon es, o no entender el momento y de que se compone o voluntariamente procurar que las cosas no evolucionen cuando te van en dirección contraria a donde te interesa.

En plena batalla por la adecuación de los medios este cambio de época, algunos se esfuerzan en delimitar no ilimitado y otros toman decisiones duras que esconden los pliegues del futuro. Los propietarios del periódico The New York Times anunció que iba despedir a un buen número de trabajadores para hacer frente a la pérdida de ingresos por publicidad e invertir en su futuro digital.

Obviamente no es el único medio escrito que hace esto, ni será el último, pero el discurso contrario e inmóvil que mantuvieron en el pasado cayó por su propio peso. Hay que pensar que vamos a hacer en un mundo donde millones de acciones desarrolladas por humanos en breve las harán sistemas inteligentes. Como hicieron nuestros antepasados en cada Revolución tecnológica, nos toca a nosotros protagonizar esta, mucho más rápida, radical seguramente e intensa. Alégrate, estás en medio de una franja de la historia irrepetible.

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¿Por qué le llaman prensa cuando quieren decir negocio?

Es sorprendente, y lo digo con pena, la escasa imprevisibilidad que los medios escritos por la llegada de dispositivos digitales y redes sociales tuvieron en su momento. Sigue siendo curioso ver como del estupor y la desidia se ha pasado a un ‘cuando la tormenta pase’. Y no pasará, sencillamente el clima ha cambiado.
Como asegura Clay Shirky, los ingresos de la impresión de anuncios han caído un 70% en una década en los países más desarrollados, 2013 vio el índice más bajo jamás registrado, y 2014 será incluso peor. La revolución que vive el mundo, mucho más que una crisis, responde al posicionamiento de las piezas de un puzzle socioeconómico y vital entre hombres, tecnología y política. Una economía en funcionamiento que se ajuste a la nueva realidad precisa de compradores y de vendedores y si queremos vender deberemos de activar todos los mecanismos para que así sea. La empresa privada, la banca, los sindicatos, la política y, por supuesto, la prensa deberán poner de su parte. Todos están en condiciones de entenderlo pero no todos están dispuestos a hacerlo.

Todavía hay quien defiende la impresión en papel como se defiende el libro físico. Apelando a un romanticismo por el aroma de la tinta, del encuadernado o del café manchando las páginas durante el desayuno, algunos aseguran que el papel nunca desaparecerá. Si revisas todas las tablas acerca del uso del mismo y el crecimiento exponencial del consumo de revistas y periódicos en formatos digitales exclusivamente, parece absurdo mantener esa afirmación.

Coincido con el artículo de Clay Shirky en que el cierre de un periódico local no debería ser más destacable que el cierre de una agencia de viajes de barrio. La diferencia, notable, es que la primera la componen los que escriben noticias. Por eso nos parece como una especie de cataclismo, una catástrofe inaceptable que va en contra de la ‘libertad’ y el conocimiento. Pero la verdad es que no responde a nada más que la voraz y rápida adecuación de nuestros tiempos.

No obstante habrá quien querrá encontrar una dimensión moral en el colapso de los periódicos, como si la dependencia de empresas, modelos de pensamiento e intereses fuera algo que fuera imposible de manejar por más tiempo. Siglos nos observan y demuestran que debe ser algo más tecnológico, menos espiritual y mucho más evolutivo. En España hay medios profesionales convertidos en modelos disruptivos que estudian y exploran métodos digitales innovadores pero también mecanismos de financiación mucho más realistas con nuestro momento.

De explicaciones sobre la escasa objetividad de la prensa, el que las personas pueden informarse por otros medios ‘no manipulables’ o derivados quedaría bien en un ‘meeting’ pero no se ajustaría a la realidad completa. Hablamos de un asunto general, global, donde las fronteras no las marca la capacidad para ser objetivo del colectivo periodístico, sino el despliegue tecnológico asociado en una u otra sociedad. La caída en Uganda es más lenta que en Canadá por poner una comparación relativa.

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Pero lo que ha pasado, sencillamente, es que los anunciantes se están yendo. Nada más. Lo que se debe averiguar es el motivo y debe estar en aquello de ‘business is business’. Siguen habiendo versiones de lo ocurrido que se alejan del problema real. Se asegura que en menos de un minuto algunas cosas volverán a su sitio. Parece que no se interpreta el momento adecuadamente y las llamadas a la ‘recuperación’ no son más que cantos de sirena. Que la economía mejorá es obvio, por comparación debe hacerlo, pero el territorio que deje no tiene porque ser el mismo que antes de la eclosión, digamos que seguramente será antitético.

La desaparición de cualquier medio es algo dramático, pero lo más grave no es eso, lo es la fuga de conocimiento y talento que se va por las cañerías cada vez que eso sucede. Si eres periodista o lo quieres ser, deberás estar preparado para serlo de otro modo. Tengo la impresión que el periodismo, la comunicación en general, será, de nuevo, quien en primera instancia sufrirá en su epidermis el frío de un nuevo paso hacia esa sociedad tecnológica y automatizada. Otra vez, me temo, habrá quien nos mostrará la crudeza de esos cambios, pero a la vez, tendrá la oportunidad de mostrarnos la puerta del futuro entreabierta. Un nuevo giro al molino de este ‘cambio de época’ está ya larvándose.

Tal vez nos toca a emprendedores y actores económicos entender que en los medios de comunicación hay un escenario donde se puede ver el futuro. Si queremos preservar las hectáreas de conocimiento, razonamiento, información, debate y distribución de la inteligencia que el periodismo supone, tal vez, deberíamos poner de nuestra parte. Menos subvenciones para soportar redacciones del siglo XIX y más implicación social y empresarial en la construcción de los canales por los que nos hacemos mejores ciudadanos gracias a la información. Si la prensa es solo periodismo seguramente no logrará encajar en un mundo que exige eficiencia y beneficio. Si quiere ser negocio no debería dejar de ser periodismo. El cruce es sencillo y sofisticado a la vez. Negocios adecuados a nuestro nuevo tiempo tecnológico, social, inmediato, robotizado y automático, pero garantizando el implacable factor humano que repercute en el análisis de nuestra realidad.

Y es que un periodista tienen la obligación moral de mostrarnos el mundo tal y como es y no como los poderosos quieren que nos digan que es, por eso el equilibrio es complejo. Además no podemos dejar en manos de las redes el formato informativo. Las redes sociales son un espacio, un territorio idóneo para que encuentren el equilibrio cierto entre la verdad oficial y la exacta. Creo que los periodistas deben convertir en un chorro asequible parecido al de un grifo, el tremendo caudal de una bomba antiincendios que supone la red. Si intentamos beber directamente en esa boca de incendios nos mojaremos completamente y seguiremos teniendo sed pues es imposible beber.

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Duermo poco para soñar mucho

Tras la emisión de los casi cincuenta minutos del programa ‘Retrats‘ de ayer por la noche, en la web oficial de Televisió de Catalunya se publicó un resumen de las frases que se consideraron más interesantes. A parte de repasar algún aspecto personal y profesional, el programa giró alrededor del futuro de la economía, la oportunidad que se nos presenta como sociedad, de la incapacidad de nuestros dirigentes para comprender el momento y de las ciudades como la clave del futuro centrándonos en Barcelona. Este es la selección en castellano de esas frases. También os dejo el video que en cuanto esté traducido se sustituirá.

Tras la emisión de los casi cincuenta minutos del programa ‘Retrats‘ de ayer por la noche, en la web oficial de Televisió de Catalunya se publicó un resumen de las frases que se consideraron más interesantes. A parte de repasar algún aspecto personal y profesional, el programa giró alrededor del futuro de la economía, la oportunidad que se nos presenta como sociedad, de la incapacidad de nuestros dirigentes para comprender el momento y de las ciudades como la clave del futuro centrándonos en Barcelona. Este es la selección en castellano de esas frases. También os dejo el video que en cuanto esté traducido se sustituirá.

 

Las frases destacadas en el programa “Retrats”

No saldremos de la crisis por decirlo.

La eficiencia, la evolución y la modernidad economizan las cosas.

Para mí es fundamental pasarme el día soñando: yo duermo poco para soñar mucho.

Hay que recuperarse y aprender de los errores que cometemos, porque estos errores acaban convirtiéndose en el elemento que nos hace más fuertes.

Hay que crear un escenario que sea capaz de absorber el hecho de que mucha gente no trabajará nunca.

Un mundo en que la gente trabaje menos no es un mundo peor, es un mundo más eficiente.

Lo que es evidente es que Cataluña se puso en marcha desde la sociedad civil para hacer cosas inmensas, grandiosas: el Liceo, el Modernismo… Todo esto tiene que ver con la gente, con los retos de la sociedad que partían desde la revolución íntima de las personas y no tanto de lo que nos decían que teníamos que hacer. Nosotros mismos somos capaces de cambiar nuestro futuro.

La historia de la humanidad es la historia de la evolución y de la modernidad, y esta modernidad conlleva momentos críticos como el actual. Decir a la gente que tiene que entender que probablemente no podrá tener trabajo todo el mundo… es aceptar que en el mundo se trabajará menos y se tendrán muchas más cosas. Lo que hay que ver es cómo se regula esto.

Hace mucho tiempo que este país, que España, no tiene un plan, y lo demuestra claramente el hecho de que nos estamos alejando de las opciones de coger el tren del cambio tecnológico.

La gente que debería liderar este proceso de cambio es gente que en el momento que acepte que esto es un momento de cambio, sobran; ellos saben que si dicen que esto es un proceso traumático de cambio, ellos no son necesarios. De hecho, ellos no son quienes deben liderar esto, porque son los responsables, en gran medida, de habernos llevado a un pozo mucho más profundo de lo que nos tocaba.

A mí lo que me preocupa es que aquellos que podrían crear planes estratégicos alrededor de esto sólo piensan en la táctica, en una táctica muy pobre que nos deja fuera de muchas revoluciones que se están produciendo en el mundo

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Cuando 2+2-5 son 4

Normalmente a los datos económicos oficiales les suelo dar la credibilidad exacta tras una revisión lógica. Aquellos que representan aritmética de primer grado los digiero sin contemplaciones, pero cuando son resultado de una triangulación de operaciones o de interpretaciones del anunciante los pongo en cuarentena. Lo he hecho siempre y eso me ha permitido en muchas ocasiones descifrar y leer entre líneas para luego tomar decisiones. Incluso le llaman ‘método’.
En época electoral mi confianza es incluso menor. Aquí ya no cabe nadie con cordura. Los informes, titulares y fuegos artificiales se mezclan en una orgía infecta de declaraciones que sólo buscan puñados de votos tras cada frase. Es un insulto a la inteligencia publicar que según la EPAel paro ha bajado en 2.300 personas durante el primer trimestre de 2014, registrando así su primer descenso en un primer trimestre desde hace diez años’. Sino fuera por lo serio del asunto, y de que estamos en cifras de que 1 de cada 4 españoles en edad y condición de trabajar no lo hace, un titular como ese, debería de ser penalizado por tóxico y falto de la más mínima ética. Las cifras reales son las que son y deben de ‘triangular’ de manera objetiva y no tomando la parte que interesa. Tienes 2, te dan 2 más y te olvidas que debes 5. Resultado según el método ‘ibérico’, te quedan 4.

La realidad pesa como el plomo y la verdad es que en el primer trimestre de este año se destruyeron 184.600 empleos, 51.000 de los cuales eran indefinidos. Además, para maquillar en la medida de lo posible en fechas tan ‘señaladas’ los empleos destruidos entre enero y marzo pertenecían al sector privado, pues el público ni se toca aunque no haya manera de pagarlo y el déficit siga disparado. Es más grave aun, resulta que para que esas cifras sean menos dramáticas en cuanto a destrucción de empleo

Hemos dicho muchas veces que ante nosotros se presenta una oportunidad histórica y trascendental. Convertir nuestro entorno inmediato en un enclave tecnológico, emprendedor y de cambio intenso. Sin embargo seguimos en manos de quienes consideran más importante inventar discursos anestésicos que en ponerse el arriesgado trabajo de cambiar la sociedad y su modelo de crecimiento anticuado.

Sin embargo no sólo es culpa de los que dirigen. Hay para todos. Empiezan a notarse los primeros síntomas de ‘recuperación’ en las ganas de comprar vivienda, invertir en suelo o de tocar ladrillo. Si, lees bien. Resulta que las ‘clases propietarias’ tienen la confianza recuperada, la que perdieron con el pinchazo de la burbuja, que les dice que si no aprovechan ahora el momento ‘low cost’ del tocho estarán perdiendo ‘la gran oportunidad’.

Triste panorama si volvemos a eso. Por suerte el mundo se mueve en paralelo a estos genios. La empresa, muy castigada por años de desinversión, se ha adaptado y empieza a dar frutos en la vertiente de la innovación, de la internacionalización y en la consecución de retos. Lo hizo por su cuenta, lo sigue haciendo. Los emprendedores y empresarios que no leen periódicos sino libros electrónicos están dando la vuelta a la situación con un esfuerzo que los políticos no pueden ni siquiera imaginar.

Mientras unos organizan ‘foros de debate’, desayunos coloquio y meriendas distinguidas para hablar, hablar y hablar sobre lo de siempre y sobre ‘nuevas tecnologías y emprendedores’ donde solo van políticos y funcionarios, otros, los que deben pagar nóminas, impuestos y poner en juego todo, siguen pensando como innovar, competir en el exterior y sumar para generar riqueza y empleo del de verdad.

La austeridad se llevó por delante a millones de personas, la crisis financiera a miles de empresas y los discursos que manipulan se ventilaran el ímpetu de muchos que creyéndoselos podrían perderlo todo. Hay que dar herramientas concretas y reales a los que pretenden apostar todo su patrimonio por un sueño que podría ser motor de cambio social y estímulo para una mejora de la economía a medio plazo.

¿No han aprendido nada? De aquella hostia monumental que llamaron ‘desaceleración’ al insulto a la inteligencia de los ‘brotes verdes’, no hay mucha diferencia a decir que ‘la recuperación ha llegado’

Yo no quiero recuperación, no hay nada que recuperar. Si lo que vamos a estimular es el deseo de comprar vivienda para especular, de generar valor sobre la nada y a dar sentido a todo cuanto se convirtió en barro, habremos perdido la gran oportunidad como generación.

Vivimos tiempos de cambio, un cambio de época, hay países que lo han entendido, se han puesto manos a la obra. Vivo en uno de ellos. Ya nada será igual y mantenerse en frases hechas, discursos biensonantes e interesados, electoralistas o cobardes, alejados de la alta política que exige sacrificios de los dirigentes, inversiones en talento, tecnología y redes, que obligará a terminar con oligopolios industriales y de comunicación, donde las cosas que son normales en otros países (ahora ya más avanzados) también lo sean en el nuestro y donde, a medida que lleguen, los avances tecnológicos se asuman con entusiasmo y no con preocupación.

Hay países donde las leyes permiten el avance de la tecnología, son el futuro. Hay otros que mantienen normas o imponen nuevas para inmovilizar esa llegada implacable de lo irremediable. Solo lograran retrasarlo, pero en ese esfuerzo, el daño que harán es enorme.

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Robotizar el periodismo

En un informe reciente publicado por la compañía CareerCast sitúa al periodismo como el segundo peor empleo al que se puede aspirar. Como curiosidad, a un periodista sólo lo envidiaría un leñador. Además, según ese estudio, las perspectivas de empleo para los periodistas se reducirán un 13% en apenas ocho años. Pero una cosa es la expectativa profesional y otra que la profesión esté mutando. No voy a entrar en el análisis de la utilidad o la derivada que los expertos e implicados ya protagonizan casi a diario con el manoseado debate de que ‘el periodismo debe reinvetarse, adaptarse al momento o encontrar su modelo de negocio’. Mientras se sigue despistando con ese discurso facilón y poco exhaustivo la historia acelera en paralelo y se lo lleva todo por delante.

Es habitual que directores de medios teoricen sobre cual debe ser el santo grial del asunto y que la ‘salvación del periodismo’ sea localizar un proceso rentable entre noticia y lector. Lo dicen aquellos que ponen como ejemplo de ‘buena práctica’ cobrar una cuota por noticia o una tarifa por sección. Obviamente no están ni en la misma dimensión del problema. Preocupante, pero no sorprendente. 

Sin querer darle más importancia, que la que hoy por hoy debe aceptarse, quisiera dejar para la reflexión colectiva (del colectivo afectado sobretodo), la que se les viene encima, como a tantos y tantos sectores y profesiones, con eso de la automatización de las cosas que no se podían automatizar.

Hoy quiero debatir sobre el periodismo robótico llamado actualmente ‘quakebot’ en honor al desarrollo matemático que inició un modelo similar a una redacción de un suceso en 2010. En concreto hablamos del papel que jugó este algoritmo en la rápida publicación de una noticia sobre un terremoto menor en California y que puso en punto de análisis el papel de los robots en el periodismo del futuro.

Resulta que Ken Schwencke, periodista y programador de Los Angeles Times, fue el primero en dar la noticia de que la ciudad de Los Ángeles había sido sacudida por un importante terremoto. Se despertó por las sacudidas a las seis de la mañana del lunes 17 de marzo, puso en marcha su computadora y se encontró con una historia breve sobre lo ocurrido hacía apenas unos segundos, cortesía de un robot, un algoritmo desarrollado por él y que bautizó con el nombre de “Quakebot”. El curioso efecto de Quakebot en la inmediata confección del documento sobre la historia del terremoto llevó a los observadores de la industria a discutir el papel de los robots en el periodismo del futuro.

Uno de los principales exponentes del periodismo robótico es Noam Lemelshtrich, rector de la Escuela de Comunicaciones del Centro Interdisciplinar de Herzliya, en Israel. Latar escribió, entre otros, diversos estudios sobre el tema: “El futuro del periodismo: inteligencia artificial e identidades digitales” [The Future of Journalism: Artificial Intelligence and Digital Identities] e “Identidades digitales y contenido periodístico: cómo la inteligencia artificial y el periodismo pueden trabajar juntos y por qué eso interesa a la sociedad” [Digital Identities and Journalism Content: How Artificial Intelligence and Journalism May Co-develop and Why Society Should Care].

Desde hace décadas, las computadoras han estado ayudando a los periodistas a redactar y a descubrir hechos. La prospección de datos y la analítica ayudan a los periodistas a hacer periodismo de investigación. Ahora, el periodismo robótico  son programas de inteligencia artificial que recopilan los hechos y los redactan en una fracción de segundo. Sería la high frequency knowledge en su máxima expresión.

Hoy ya tenemos historias publicadas en Los Angeles Times, en Forbes y en otras revistas que no han contado con ninguna intervención humana. El programa de Inteligencia Artificial escribe la historia y el nombre acreditado del periodista, en realidad, es el nombre de un robot. Hay una empresa llamada Narrative Science, en Illinois. Las rondas de inversión de esta empresa son desorbitadas y provienen de actores que sorprenderían a muchos pero que demuestran que el camino ya se ha empezado a labrar.

Cuando estuve en el MIT participando en un programa de investigación sobre tecnologías de la comunicación hace unos años pude ver alguna de estas criaturas sintéticas dar sus primeros pasos. Sin embargo esto irá rápido pues el periodista-robot tiene algunas ventajas innegables. Nunca olvida los hechos, investiga rápidamente y jamás pide un día libre. Consigue escribir una historia en pocos segundos y si el programa ha sido escrito correctamente, el robot no será ni siquiera partidario de nada o de nadie, será totalmente objetivo.

Esto es muy importante, si el periodista-robot está programado correctamente, podrá ser totalmente imparcial.

Creo que cuando se habla de hacia donde va el periodismo y su modelo de negocio deberían decir que va al ‘periodismo sintético o robótico’. El dinero de la publicidad está migrando actualmente de la prensa escrita a Internet. ‘Los optimistas consideran la llegada del periodismo robótico como la inauguración de una nueva era realmente positiva, en que los periodistas no desaparecerán, pero se verán forzados a pensar de nuevo en cómo hacer análisis innovadores y más profundos. Por lo tanto, todo depende de cómo vea el vaso, medio lleno o medio vacío’.

Ken Schwencke dice que el periodismo va a mejorar. ‘La amenaza del periodismo robótico siempre existirá. Cualquier periódico —electrónico o impreso— que compre en los próximos años, tendrá buena parte de sus reportajes escritos por periodistas robots. Pero las personas continuarán buscando a los periodistas humanos, porque ellos siempre tendrán un valor de más, una innovación a añadir y una nueva perspectiva. Por lo tanto, lo considero una fuerza positiva para el perfeccionamiento del periodismo del futuro.’

Otro aspecto de esa cuestión es que hoy tenemos una publicidad dirigida. El periodista-robot será capaz no sólo de redactar un tema, sino también de enviarlo inmediatamente a quién se sepa que le interesa ese tipo de información. Por lo tanto, tendremos una automatización completa de la búsqueda de noticias, análisis de reportajes, redacción y dirección de la información.

Por cierto, si eres abogado también tienes algo que leer acerca de los abogados robóticos pues como indica CNNla abogacía está siendo reconfigurada por las nuevas tecnologías de automatización que permiten a los bufetes jurídicos realizar trabajo legal en una fracción del tiempo y con menos recursos humanos. Pensemos en Watson el sistema informático de inteligencia artificial desarrollado por IBM como un abogado’.

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Tribuna sobre 'startups' en CatEconomica

Captura de pantalla 2013-12-04 a la(s) 10.43.25Desde Catalunya Económica me pidieron una colaboración (pdf) sobre el fenómeno de las Startups, modelo empresarial en el que llevo muchos años trabajando, para publicarla en la sección ‘emprendedores‘. En una parte del artículo comento que al contrario de lo que muchos piensan las startups acaban con lo innecesario. Priorizan identificando el verdadero negocio y arriesgan métodos tradicionales por la innovación continua. Una startup es un entramado de intentos por innovar, por desarrollar y por la competencia contra los grandes. Me encanta el valor y el sentido que tienen porque responden mejor que nadie al sentimiento explorador de quien no se siente a gusto haciendo siempre lo mismo.
A continuación el artículo completo de mi colaboración en Catalunya Económica:

Las start-ups y tú
4/12/2013

Ahora sabemos que aquello que era tan “seguro” ya no lo es. Somos conocedores de que la salvaguarda absoluta de los depósitos, la garantía de las participaciones preferentes o las inversiones con red, no existen o dejaron de tener la eficiencia de otros tiempos. No fue seguro invertir en inmuebles que nunca bajarían, no lo fue invertir en el sistema financiero español ni siendo “el más robusto del mundo”, y no lo fue opositar para funcionario visto lo visto. Nada es seguro y nada es arriesgado por derivación, todo tiene su dimensión exacta tras la experiencia y la apuesta que queramos afrontar.

Te pasas la vida ahorrando porque te contaron que eso era lo que tocaba hacer y puede que te quiten parte de lo acumulado por orden divina (o mejor dicho del FMI). Te compras viviendas como patrón inversor y descubres que al final te sale más caro tenerlas que no y durante años sigues creyendo que Disney era un paraíso y resulta que también debe de haber desahucios y sinvergüenzas.

Yo defiendo invertir en empresas. Lo aconsejo y lo practico. Invertir en empresa como motor de cambio, como elemento estructural para la metamorfosis de un modelo de crecimiento que se paró hace unos años y que da síntomas de querer arrancar. Ahora toca inversión corporativa, invertir en empresa. Si queremos una sociedad vinculada al valor añadido, una economía innovadora y del conocimiento, también le toca a la sociedad empujar. No lo hará nadie por nosotros. Apostar por empresas de base tecnológica, para que desde abajo puedan crecer rápidamente y ofrecer empleo a miles de personas con capacidades digitales, puede ser la puerta de salida a tanto sofá social.

Gracias al apoyo privado logré convertir empresas de amigos-socios en máquinas de contratación con plantillas de centenares de innovadores repartidos por sedes en varios países del mundo. Las start-ups permiten modular el crecimiento de manera exponencial y aprender de sus propios errores para materializarse en algo mejor de manera inmediata.

Algunas de ellas llegaron a modificar nuestras vidas para siempre. En el Logan Airport de Boston un anuncio luminoso al fondo de la terminal desde la que suelen salir los vuelos con destino a Los Ángeles dice: “Aumenta tus expectativas con nosotros”, y aparece un teléfono inteligente desde el que se ve el rostro de un adulto y una serie de datos sobreimpresionados encima de su imagen. El fotograma intenta mostrar el futuro y lo enlaza con una empresa que desarrolla aplicaciones para smartphones. Parecía impensable tan solo hace unos años que alguna de las start-ups que ahora diseminan sus programas por millones de dispositivos fueran capaces de estructurar la vida cotidiana de tanta gente.

Una docena de estos engendros me simplifican la vida, la hacen más eficiente y me permiten relacionarme en lo personal y en lo profesional como hace apenas un lustro no hubiera imaginado. Mi agenda es un algoritmo inteligente que se estructura automáticamente y mis enlaces sociales se ordenan gracias a un modelo compartido que depende de este tipo de herramientas. Tiene que ver con una start-up y ya nada ni nadie es capaz de dejar de ver en ese tipo de compañías, desordenadas, apasionadas y revolucionarias, el motor de cambio del que todos hablamos. No son parte de la crisis, ni su detonante, son el aspecto más transformador e ilusionante de la misma. Atentos a las start-ups porque de ellas es el futuro.

Si estás pensando en invertir en una, o en montarla, debes tener en cuenta algunos aspectos sobre su biología molecular. Las start-ups son empresas cuyas ideas iniciales cambian y donde el modelo de negocio muta basándose en su enorme flexibilidad. Viven por y para la tecnología, y debido a que ese es un escenario rápido y cambiante, las start-ups lo son también incluso al poco tiempo de haber nacido. Nada es fijo y nada es definitivo.

Las start-ups acaban con lo innecesario. Así debe ser. La focalización y un eficiente mecanismo para sacrificar aquello que no sirve al plan estimulante del conjunto serán imprescindibles si quieren sobrevivir. Deberán priorizar identificando el verdadero negocio. El trabajo en paralelo no es una buena idea para este tipo de negocios. Una start-up debe tener claro su público y modular su negocio según eso. Todo lo que no permita un trayecto recto entre esas dos variables debe ser eliminado.

Los equipos de las start-ups son el elemento principal. Tener personas motivadas no es fácil. Son modelos de negocio variables, con procesos muy sacrificados y con apuestas personales donde los trabajadores acaban siendo “intraemprendedores”, pues apuestan su carrera por el sueño de un colectivo. Se hace imprescindible evitar que en esos equipos pueda haber unidades que lo distorsionen o que, por comparación, muestren que unos sacrifican mucho y otros nada. La uniformidad del equipo en ese punto es fundamental.

También es esencial en una start-up que cada trabajador, cada empleado, pueda sentirse como un director general. Que sea responsable de su trabajo, que se sienta parte fundamental de todo cuanto le afecta en la empresa y a la cadena de conexiones que una empresa de base tecnológica y de alto valor de crecimiento puede tener con su entorno profesional.

Tengo claro que es el momento de apostar por la tecnología y por las empresas que la fabrican. Lo digital y el cambio van de la mano. Una economía del conocimiento parte del número de start-ups que nacen en su ecosistema. Israel, Irlanda, Estados Unidos, Suecia y tantos otros que están apostando de verdad por este tipo de modelo empresarial no esperan que el apoyo venga de la Administración (que también), sino que son su sociedad civil, su entorno privado y la cohesión entre inversores y emprendedores los que permiten que todos, de una vez, se la jueguen en común. El que quiere estimular cambios debe implicarse y no solo pedir que otros lo hagan.

Si quieres apoyar una start-up o estás pensando en montar una, te puedo dar algunos datos que te interesarán. Las mejores industrias para empezar un negocio son las de e-commerce, con una proyección de aumento de los ingresos de 2012 a 2017 que rondarán el 52% en Europa. Otro campo será la publicación en Internet, cuya proyección de aumento de los ingresos de 2012 a 2017 superará el 110% a nivel mundial. Los juegos para dispositivos móviles crecerán en esos cinco años un 173%.

El mundo seguirá creciendo, no se parará, pero la época que nos ha tocado vivir ya ha elegido con qué motores piensa hacerlo. ¿Y tú?

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Entrevista en El Economista

Ayer me entrevistaron para la sección pymes y emprendedores de ‘El Economista‘. En su edición escrita hacen referencia a un episodio de mi infancia muy curioso y que nos lleva a lo que “técnicamente fue primer business plan que hice y que se lo presenté a mi madre a los 12 o 13 años, cuando quería obtener la inversión para unos cromos. Pensé que para comprar muchos y tener opción de cambiarlos por los más buscados sería bueno tener algo de presupuesto. Lo que hice fue presentarle en una hoja las opciones de beneficio que podía tener mi madre si me dejaba ese dinero. Me lo dejó y no lo logramos no tuve en cuenta que los fabricantes dejaban de imprimir algunos deliberadamente para lograr la dependencia en la búsqueda de lo escaso”.

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En el programa 'ciudadanos'

Ayer se emitió el programa ‘Ciudadanos’ en Antena 3. El enlace para verlo completo es este video. Durante más de dos horas se tratan temas concretos y generales sobre el empleo y la hipotética crisis que ha provocado que España alcanzara los seis millones de parados. En mi caso intenté aportar algunos de los elementos que aquí defiendo y que me acompañan todos los días en mi ejercicio profesional y en mi manera de vivir. Por un lado mi negación de que no estamos en crisis y si en un verdadero cambio de época que está generando una quiebra del sistema como antesala de nuevos modelos socioeconómicos. Que la innovación es imprescindible en tiempos de redes y de digitalización transversal de la vida. Que emprender como elemento transformador y recurso vital es la vía que yo propongo y que muchos de los datos “oficiales” sobre la economía son falaces.

Intervine sobre emigración y viajar para buscar trabajo. Hoy que ya estoy de nuevo en América me viene a la cabeza algunos de mis primeros viajes buscándome la vida y me doy cuenta que nunca lo llamé emigrar, sólo recuerdo esos viajes como “aventuras”.

Durante todo el programa tuve la sensación de que seguimos pensando que las soluciones provienen exclusivamente de lo que otros pueden hacer por nosotros y tal vez eso es porque consideramos que la crisis que nos afecta está provocada exclusivamente por actitudes ajenas. Yo pienso que “la crisis acaba hoy”. Sólo debes de tomar actitudes y acciones concretas para que eso sea cierto en tu entorno inmediato.

Para los que crean que esto de viajar es todo delightful me gustaría compartir un rato amargo. Escribo mirando el Océano Pacífico, pensando lo lejos que queda todo, incluido mi hijo de seis años y pensando en lo último que me ha dicho por Viber hace un buen puñado de horas: “papá, ¿cuándo terminará la crisis mundial?”. Le he respondido: “hoy”. Creo firmemente que todo esto termina cuando a cada uno de nosotros se nos meta el gusano obsceno de la rabia, de la revolución personal y de las ganas de tomar las riendas de tu propia vida. Me da igual lo que digan que harán por mí, yo sé lo que yo voy a hacer. Eso es lo único real, lo otro son quimeras.

También, en mis intervenciones, procuré hacer ver que para que se genere empleo hay que generar empresas y sin facilitar su creación y supervivencia no habrá manera de salir de este agujero en un tiempo razonable. Buen momento para replicar una de las propuestas más comentadas en este blog desde hace tiempo.

A riesgo de ser pesado, os dejo otra vez con las propuestas que muchos emprendedores consideramos de requerimiento forzado para impulsar la creación de empresas y, por derivación, de empleo. La parte “líquida” la aporta este listado de 40 ideas, la parte “gaseosa” la espero pacientemente a medida que este nuevo mundo, esta nueva sociedad del conocimiento, este nuevo sistema socioeconómico cristalice. Tomar las riendas de tu vida es algo opcional pero para los que quieran un consejo: hacedlo, es brillante despertar cada día con un sueño por cumplir, una idea por desarrollar, un reto por concretar, y sobre todo, es tremendamente espectacular hacerlo con el estímulo de vivir mejor, más libre y aprendiendo cada día algo nuevo.

MEDIDAS GENERALES

1. Hacer de España un polo tecnológico: situar el tipo del impuesto de sociedades en un 10% para empresas tecnológicas que nazcan o vengan a nuestro país. En Irlanda, el tipo impositivo al 12,5% supuso una llegada importante de nuevas compañías y sedes corporativas de entidades en expansión hacia Europa: Google, Microsoft, Intel o eBay son algunas de las que han aterrizado en suelo irlandés. Recientemente, LinkedIn, Facebook y Zynga han decidido llevar su sede corporativa europea a Irlanda. España puede posicionarse como un hub tecnológico para las empresas de países emergentes que están llegando a Europa (Baidu, Alibaba, Tencent). Además, podemos ser sede corporativa para las firmas europeas que se expanden haca América Latina (Spotify, Ventee Privée, etcétera).

2. Creación del Chief Innovation Officer con rango de secretario de Estado y comunicación directa con Presidencia del Gobierno. Esta figura existe en otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Israel.

3. Buscar activamente las mejoras que permiten mejorar en las comparativas internacionales (Informe Doing Business del Banco Mundial, principalmente). En el último año España ha mejorado su posición en el informe del puesto 45 al 44. Sin embargo, ocupa el 133 en el apartado Starting a Business, lo que puede ser un freno para la llegada de emprendedores a nuestro país. Puede establecerse como meta gubernamental la mejora en 50 puestos en este apartado para los próximos tres años (el último año hubo una mejora de 15 posiciones). Y se puede pensar como objetivo a medio plazo la entrada en el top 10 de este ránking.

4. Potenciar la marca España como imagen de creación, innovación y emprendimiento. Fortalecer la imagen externa e interna de los emprendedores. Realizar campañas de publicidad que muestren este cambio en el posicionamiento de España. Mejorar la imagen del emprendedor en los medios de comunicación: fomentar la creación de un programa televisivo donde se valore su figura y se den oportunidades reales de financiación.

5. Considerar Internet como la palanca de crecimiento de la economía y cejar en los ataques. La Ley Sinde agiliza los procedimientos para cerrar páginas web. Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) actúa como juez y parte porque se financia con las multas que ella misma impone (más del doble que todas las demás agencias europeas semejantes juntas).

MEDIDAS FISCALES

6. Fijar el mínimo de la cotización de la Seguridad Social de autónomos en 20 euros. En el Reino Unido el mínimo es de 10 libras al mes, que equivale a 12 euros. En España es de más de 200 euros mensuales, lo que supone una barrera a la entrada y un coste fijo no necesario para los emprendedores y autónomos. Bajando el importe mínimo se fomenta el desarrollo de un ecosistema de proveedores autónomos que puedan prestar sus servicios a las start up.

7. Devolución mensual del IVA a las start up. Una empresa recién nacida, con apenas recursos y sin clientes, tiene que dedicar el 18% de su escaso capital a financiar al Estado adelantando este pago que, con suerte, se devuelve un año después.

8. Facilitar la creación de planes de opciones con una tributación más favorable para el trabajador, que permita atraer el talento. Con nuestra legislación, un inversor paga el 21% de su plusvalía en un negocio, pero el empleado que gana dinero con un plan de opciones tiene que pagar el 47% de su beneficio.

9. Permitir que se detine en la Declaración de la Renta un porcentaje a emprendimiento. Crear una nueva casilla del 0,7% ayudaría a financiar las medidas planteadas y a promover un gran proyecto de emprendimiento público-privado.

10. Favorecer la fiscalidad de la financiación de business angels. Que se tribute como inversor personal en start up igual que los fondos de inversión, pudiendo descontar las inversiones fallidas de las plusvalías en las desinversiones con éxito, y una exención del pago de plusvalías cuando los beneficios de una venta se reinviertan en menos de doce meses en otras start up.

MEDIDAS LABORALES

11. Establecer un tope en la indemnización por despido. Fijar un número máximo de meses. Se puede establecer un número de días por año trabajado hasta los dos años y un tope de un número de meses de indemnización.

12. Considerar la previa contratación de desempleados cuando se valoren los costes del despido. En relación con la medida anterior, se puede bonificar a los emprendedores que hayan contratado a personas en paro.

13. Facilitar los trámites de contratación de talento extranjero. Start Up Chile se ha propuesto la entrada de 1.000 emprendedores desde 2010 hasta 2014. Tras una selección de los proyectos, se les facilita un visado de un año para trabajar y reciben una subvención de 40.000 dólares. El coste total del proyecto es de 40 millones de dólares en cuatro años. Start Up Spain podría llevar a cabo un plan similar, con 50 millones de euros de presupuesto. Se podrían atraer 500 start up con subvenciones de 100.000 euros por proyecto. Se podría anular la fiscalidad de estas empresas durante los dos primeros años desde su creación, así como dar facilidades para que estos emprendedores obtengan sus correspondientes visados.

OTRAS MEDIDAS

14. Mayor agilidad en la concesión de licencias para la apertura de locales. Una tramitación más sencilla, que agilice su concesión eliminaría la inseguridad jurídica que se genera con retrasos que pueden ser superiores a los quince meses.

15. Evitar la duplicación de esfuerzos entre las comunidades autónomas. Resulta imprescindible coordinar las acciones de modo unificado, de manera que no se dupliquen los recursos destinados a la generación y atracción de start up. En este sentido, la creación de una agencia al estilo de Start Up Chilefacilitaría la reducción de esfuerzos.

16. Potenciar una auténtica responsabilidad limitada de las sociedades. Las sociedades de responsabilidad limitada en España no existen salvo por el nombre. Hoy fracasar es el fin de la carrera profesional. Si va mal un negocio, no se puede montar otro. Las deudas con la Seguridad Social van contra todos los ingresos presentes y futuros.

17. Eliminar los requisitos de antigüedad a los proveedores de las administraciones públicas. Permitir que las administraciones puedan tener como proveedores a empresas de reciente creación, de modo que se sólo se tenga en cuenta la competitividad del producto.

18. Fijar como práctica de buen gobierno corporativo las compras a empresas nuevas (el 2% puede ser el umbral). Mostrar esta información como parte del Informe sobre Responsabilidad Social Corporativapodría incentivar a las compañías a llevar a cabo esta política de compras. Las del Ibex 35 podrían incluirla en sus informes anuales.

19. Permitir que los socios de una compañía sean autónomos con el 1% del capital de la entidad, en lugar del 25% actual. Hacer posible que la relación entre socios se regule libremente, como un contrato comercial, en lugar de mediante un contrato de empleo.

MEDIDAS A MEDIO PLAZO

20. Promover la continuidad de la gestión de las nuevas empresas antes de su venta, para erradicar la cultura del pelotazo.

21. Potenciar la llegada de venture capital a nuestro país y también dentro de él. Los datos en torno a esta realidad son claros: el volumen de venture capital per cápita en nuestro país es inferior a un dólar. En Israel es 142 dólares; en Estados Unidos, de 70 dólares; en Suecia, de 45 dólares; y en Noruega, de 42 dólares. Para lograrlo, se podría potenciar el programa Invierte Economía Sostenible en el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), tomando como modelos los programas Yozma de Israel.

22. Fortalecer la seguridad jurídica ante los impagos. España ocupa la posición número 54 en relación a la facilidad para hacer cumplir los contratos. Como media, se dedican 515 días a resolver estas cuestiones, con 39 procesos distintos. Mejorar estas circunstancias implica reducir el riesgo que supone la actividad empresarial y, por tanto, emprendedora.

23. Facilitar la salida a bolsa de start up tecnológicas. La Administración Obama ha anunciado recientemente la limitación de los costes inherentes a la salida a bolsa de una compañía. La mayor parte del empleo de las empresas cotizadas se crea tras su entrada en este mercado.

24. Acercamiento de la universidad al mercado laboral. Una buena idea es el fomento de prácticas en empresas durante las vacaciones de verano en los estudios universitarios. Además, resulta necesaria la formación del profesorado en emprendimiento. También lo sería la combinación de pedagogía y contenido, mediante interacciones con emprendedores locales.

25. Emprender, también dentro de la empresa, es la base de la innovación. Es un buen lugar de pruebas para la innovación. Su fomento facilita la generación de potencial emprendedor y la difusión de una cultura en la que no se castiguen los errores. Los equipos multidisciplinares y los procesos de información transversales facilitan el desarrollo de emprendedores internos.

26. Desregular: por cada norma nueva, eliminar dos. Los emprendedores no quieren subvenciones ni oficinas gratis, saben que muchas veces son una pérdida de tiempo. Quieren que les dejen trabajar. No necesitan que la Administración haga más cosas, sino menos. Que se quite de en medio y no ahogue con impuestos a start up que acaban de echarse a andar y ni siquiera facturan aún.

27. Asociar fondos públicos y privados que acerquen la gestión del capital a los emprendedores. El plan Start Up America, que combina la participación público-privada, ha elevado recientemente el umbral que para la simplificación de trámites de recepción de inversiones desde los 5 millones de dólares hasta los 50 millones, manteniendo la protección del inversor.

OPORTUNIDADES

28. El emprendimiento es la única vía para salir de la crisis y el paro. Desde 1977 hasta 2005 en Estados las empresas con más de 12 meses de actividad sólo crearon empleo neto en siete años, mientras que las de nueva creación generaron tres millones netos de puestos de trabajo anuales.

29. España cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo, lo que supone la llegada de mucho talento extranjero al país. De acuerdo con el ranking Financial Times 2011, el IESE es la primera escuela del mundo en programas abiertos de executive education, Esade es la quinta en formación a medida y el IE es la segunda escuela en másteres de finanzas (sin experiencia previa). Tanto IE como IESE están en el top 10 del Global MBA.

30. Necesidad de cambio de modelo de crecimiento económico. El basado en el sector inmobiliario está agotado. La competencia en el sector turístico cada vez es más importante. El emprendimiento se sitúa como una actividad sobre la que construir el nuevo modelo económico, para generar empleo y buscar nuevas alternativas.

31. Oportunidad: precio del suelo, oficinas vacías. En la actualidad, un exceso de inmuebles desocupados, unido a la caída en el precio inmobiliario, puede suponer una ayuda para el establecimiento de nuevas compañías en nuestro país. Según un estudio de BNP Paribas Real Estate, Valencia es la ciudad europea con más locales comerciales desocupados, Barcelona está en la novena posición y Madrid se sitúa en la undécima.

32. España tiene un vínculo grande con Latinoamérica que amplía las posibilidades del mercado. El vínculo cultural y lingüístico también es económico. Desde la década de 1990, grandes instituciones financieras y no financieras han llevado esta relación económica a cifras récord: el Santander obtiene el 44% de su beneficio en Latinoamérica, Telefónica algo más del 46%.

33. Aprovechar el tamaño de nuestro país para atraer emprendedores de otros países de Europa con mercados más pequeños. España es el quinto país más poblado de Europa, con más de 46 millones de habitantes. Es el segundo más extenso, por detrás de Francia, con 505.000 kilómetros cuadrados.

34. Hay una gran oportunidad para emprendedores extranjeros por el desfase español en innovación.Muchos proyectos e ideas nacen o llegan con años de antelación a Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Ejemplos como el márketing de afiliación, las herramientas de eCRM o la publicidad en Internet por vídeo demuestran que España es un buen mercado en el que importar ideas exitosas de otros lugares.

SOCIEDAD

35. Mejorar la percepción del emprendedor en la sociedad. Un 48% de los ciudadanos tiene una imagen favorable de los emprendedores. En cambio, sólo el 38% de los jóvenes cree que la sociedad tiene una imagen favorable de aquellos. Las empresas tienen mala imagen, que nos lleva a hablar de emprendedores en lugar de empresarios.

36. Potenciar la cultura del esfuerzo. Se observa una tendencia en nuestra sociedad hacia la recuperación de la cultura del esfuerzo. El eslogan más popular, establecido por el presidente de Mercadona, Juan Roig, habla de pasar de la cultura del maná a la del esfuerzo. Otros empresarios han expresado esta misma idea de formas distintas.

37. La difusión del emprendimiento en los medios de comunicación. En España, un 41% de la población cree que los medios de comunicación difunden noticias de manera frecuente sobre emprendimiento exitoso. Tan solo superamos en esta categoría a Vanuatu (Pacífico Sur), Grecia e Italia, ocupando el puesto 55 de las 58 economías sobre las que hay información disponible.

38. Educación en innovación desde la enseñanza Primaria. Potenciar las aulas digitales e incluir asignaturas ligadas a la innovación en los planes de estudio. El cien por cien de los expertos consultados coincide en afirmar que la enseñanza Primaria y Secundaria no fomentan actitudes emprendedoras, y sólo el 14% cree que la universidad proporciona una adecuada formación para la iniciativa emprendedora.

39. La aversión al riesgo en nuestro país es un lastre para el emprendimiento. Sólo el 19% de los jóvenes españoles considera que la formación que han recibido les lleva a interesarse por asumir riesgos. Apenas un 12% se considera una persona que toma riesgos. Sólo el 25% de los jóvenes se ve en el futuro dirigiendo su propio negocio, son más los que se ven trabajando para una compañía.

40. El miedo al fracaso paraliza el emprendimiento. En España, sólo 3 de cada 10 jóvenes dicen no tener miedo a ser rechazados por sus opiniones. Sólo 2,5 de cada 10 son optimistas respecto al futuro. El miedo al fracaso es el principal obstáculo de la iniciativa emprendedora para un 66% de los jóvenes.

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Entrevista en Unir Emprende

Hace unos días Enrique Bermejo me entrevistó para la revista digital de la Universidad Internacional de la Rioja, Unir Emprende. Es bajo la sección “experiencias de un emprendedor” y trata temas de interés. Tratándose de una entidad educativa también tratamos aspectos que tienen que ver con el momento actual en la formación de las capacidades y de la ética emprendedora. Espero que os parezca interesante, os la replico aquí mismo.

Experiencias de un emprendedor: Marc Vidal

Conocemos de la experiencia de Marc Vidal como analista financiero y como consultor en modernización e internacionalización de compañías. Hemos conocido algunos de los proyectos en los que está y en los que ha estado embarcado, y el más recienteIDODI, con presencia en 11 países y que acaba de lanzar al mercado sus productos de base tecnológica. Tu tienda en Openshopen, la plataforma de e-commerce que te permite crear y gestionar tu propia store online; Emailfy, gestor y envío de newsletter y Ebnto, el gestor de tickets online para cualquier tipo de evento. La facilidad, la simplicidad y la rapidez son las principales características de este triple reto. En su primer libro “Contra la cultura del subsidio” apuntaba algunas soluciones a la situación actual que  nos toca vivir, y esperamos para otoño la publicación del libro en el que escribirá sobre su primera experiencia emprendedora en París a finales de los 80, “Una hormiga en París

1. ¿Qué ha cambiado en el Marc Vidal, que a los 17 años se fue a París, con unos pocos francos, al actual que con sus movimientos emprendedores genera empleo, como en su proyecto IDODI?

Lo que tengo claro que no ha cambiado son mis ganas de emprender y alcanzar mis sueños. París fue entre la casualidad y la metáfora el principio de mi carrera emprendedora. Yo sigo viviendo como otros no quieren vivir, para vivir como esos no podrán. Si no lo logro, como en París hace tantos años, el camino habrá valido la pena. A esos días les debo saber que lo que quieres lo puedes si te esfuerzas y si lo persigues. Desde aquel entonces decidí vivir descubriendo, explorando y haciendo lo que me pareciera. Al cabo de los años lo que ha cambiado son los conocimientos adquiridos y las experiencias vividas, que se convierten en indicadores del camino por donde quieres seguir, pero que no sabes si lo haces de forma correcta hasta que no recorres ese camino.

2. Asistimos a un mundo que cambia cada minuto, en el que el nuevo sistema u orden económico trata de abrirse paso, dejando en la cuneta a muchos. ¿Qué puede aconsejar Marc Vidal a quienes están terminando sus estudios universitarios y encuentran un mundo muy diferente al que han vivido hasta hace bien poco, en el que la búsqueda de empleo es tan complicada?

Lo primero, no desanimarse. Eso no va con ellos. El bombardeo constante que se recibe sobre lo complicado que está el mercado laboral conlleva en muchos casos a jóvenes apalancados sin ganas de buscar trabajo porque lo ven imposible, si tan siquiera probarlo. Deben abandonar el sofá social y las “lecciones” que el mundo “civilizado” les ha hecho llegar. Todo esto es “matrix” y no pertenece a sus vidas. Sus vidas son suyas y deben vivirlas ajenos a cuanto otros han destrozado. Vivimos tiempos únicos, excepcionales y tienen la suerte de poder ser protagonistas y no tienen derecho a dejarlo pasar. No tienen.

La dificultad de encontrar trabajo está en la ausencia de mentes abiertas, de ganas y de curiosidad de uno mismo, si no existe tu lugar de trabajo perfecto, créalo. Si no encuentras trabajo, invéntalo. Aunque el emprendimiento es una asignatura pendiente en muchos planes de estudio actuales, los jóvenes deben concebir ese camino como la posibilidad de realizar los proyectos que tienen en mente y la puerta de entrada al mundo laboral. Pero recuerda, lo importante no es emprender o morir, lo que de verdad es fundamental es “soñar o morir“.

3. En una entrada de su blog, “Artificio, peligro y miope” apunta a una situación muy crítica, de hastío de la economía, en el que las verdades son contadas a medias; ¿con todas las medidas que se están tomando y las que no se toman podemos atisbar la luz al final del túnel, tan pronto como se está diciendo o es puro espejismo?

¿Qué medidas? ¿Estamos de broma? No están haciendo nada significativo ni eficiente. Ni aunque lo hicieran podrían lograr mucho, pues ellos se equivocan en la concepción del asunto. NO estamos en crisis. No hay ningún túnel del que salir porque no hemos entrado en ninguno. Déjate ya de pensar que vamos a recuperar algo. Por suerte no hay recuperación pendiente. Se acabó eso. Vivimos un cruce de situaciones y elementos que confieren a este momento de la historia un punto esencial y diferente a otros momentos clave. Las revoluciones siempre se consideraron una crisis por los que las vivieron. Considero que los sistemas de producción y de transmisión del conocimiento están variando y son los que están haciendo cambiar al mundo. Al igual que a lo largo de la historia se han vivido revoluciones en los modelos productivos como la producción de herramientas de piedra, la domesticación de las especies animales o la industrial, ahora vivimos una digital. En muchos sentidos el cambio de época empieza por este momento de cambios. Eso está lejos de la política y cerca de las revoluciones íntimas y verdaderas de las personas que deben aceptar el momento histórico que nos ha tocado, por suerte, vivir.

4. Quién escribe conoció personalmente a Marc Vidal a finales de 2008, en un evento en Boadilla del Monte (Madrid). Muchos en aquél momento le llamaron visionario, loco, etc, él no se calló. Hoy 5 años después todo se ha cumplido, de hecho la situación económica es más crítica, ¿qué claves nos puede aportar Marc Vidal para no cometer los errores de antaño?

Te recuerdo y también lo que me dijeron en el turno de preguntas. Un millar de publicistas allí me dijeron que para decir sandeces mejor no haberme pagado. Me supo mal pero estaba acostumbrado. Hacía años que ya lo decía. Sin embargo no lo veía como se interpretó. Yo no hablé del fin del mundo, dije que se avecinaba un crack en todos los ámbitos y de eso debíamos alimentarnos. Se interpretó como es normal, con la incredulidad y con sarcasmo. No me alegro de haber acertado porque no lo pienso, considero que explicaba lo que yo ya estaba ejecutando.

Los errores de antaño aun no se han pagado. Se sigue insultando a la inteligencia de las personas en los bancos, los parlamentos, las bolsas y en las tertulias. No es cuestión de medidas económicas, es cuestión de medidas de recuperación. Tiene que ver con un nuevo plan de estímulo real y efectivo de la economía productiva y emprendedora (de verdad) y no gastar más tiempo y energías en la propaganda vacía y engañosa.

5. En 2009, UNIR La Universidad en Internet daba sus primeros pasos; cuatro años después más de 14.000 alumnos confían sus estudios a nuestra universidad online. ¿Cuál es la opinión de Marc Vidal sobre los movimientos que están dando las universidades es pos del fomento del empleo formando a sus estudiantes para enfrentarse a esta nueva economía?

UNIR se lo está currando. Os pido que seáis capaces de conectar realmente universidad y mundo laboral. Ser capaces de establecer algo más estructural, más real. En USA las empresas que nacen dentro de las universidades viven en un ecosistema híbrido capaz de aprovechar ambas realidades. Hay que enseñar cosas como para qué sirve equivocarse o a preguntarse por el cómo y no el qué. Porque no se estimula a los alumnos a soñar. ¿Que es un MBA? ¿Porque no uno que se llame MDA, “master dreamer administration”? (Risas)

6. El modelo tradicional de impartición de enseñanzas universitarias y de posgrado se enfrenta a la aparición de nuevas universidades que basan su enseñanza en el modelo 100% online, cómo proveedor de soluciones empresariales basadas en las nuevas tecnologías, ¿qué opinión le merecen a Marc Vidal estos movimientos en la comunidad universitaria?

La formación online estimula el uso de las nuevas tecnologías y fomenta el espíritu de equipo aunque los miembros estén en diferentes ciudades, diferentes países. Las distintas vías de comunicación y la aparición de nuevas tecnologías nos facilitan la comunicación, se olvidan de las fronteras y amplían las franjas horarias aportando una experiencia en el usuario muy útil para el futuro laboral.

7. Como hemos podido leer en muchas ocasiones en su blog, no se nace emprendedor pero no todo el mundo puede ser emprendedor. ¿qué le parece a Marc Vidal, uno que las Universidades apoyen los movimientos emprendedores apostando firmemente por los mismo, y dos qué consejos podría dar a los emprendedores que están empezando y empiezan a encontrar las primeras dificultades?

Emprender no es fácil, pero siempre que vaya acompañado de la propia creencia y las propias ganas de realizar los sueños y convertir los proyectos en realidad, el proceso es más llevadero. Las dificultades y sobre todo los fracasos que se encuentra uno en el camino del emprendimiento son fuentes de aprendizaje y te ayudan a adquirir experiencia. Son pasos inesperados, imprevisibles y difíciles de controlar, ser consciente de ello y asumir  que a la larga es positivo es el primer paso para lanzarse al emprendimiento. En España es la principal barrera que frena ese salto, nosotros mismos, nuestros miedos.  Por eso le pido a los jóvenes que pasen de lo establecido y se indignen, que abandonen eso de “eso no se puede” o el “siempre se ha hecho así…”. Que vayan a lo suyo, se rodeen de gente que piensen como ellos, que les dinamicen y que sepan interpretar el momento. Un momento de cambio absoluto, un cambio de modelo que se llevará por delante a los que se opongan a esa mutación gigantesca de nuestro mundo.

Finalmente, queremos agradecer a Marc la deferencia por atender nuestras preguntas, pues sabemos que estos días está viajando por todo el mundo para implementar las nuevas líneas de negocio que está desarrollando en Idodi.

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La prostitución de la palabra emprendedor en 'La Opinión'

Al finalizar la conferencia del pasado miércoles en A Coruña me entrevistaron para diversos medios. Os dejo con la charla que tuve con los amigos de “La Opinión”. De todo cuando dije el medio quiso resaltar una de las denuncias que hice en el propio evento. Para mí el término emprendedor está siendo utilizado de manera totalmente masiva y sin cuidado, convirtiéndolo en una caricatura de lo que verdaderamente es. Emprender es duro y difícil, mantener ese discurso maniqueo e infantil sobre lo que es en sí montar empresas es cuanto menos peligroso. Os dejo con la entrevista y con la curiosa pregunta de los viajes que he hecho en mi vida. En realidad no sé como han hecho ese cálculo pero hace gracia. Es posible que sea lo que dicen, lo ignoro, lo único que sé, pues lo estuvimos contando recientemente con mi hijo, que para ser exactos serían 99 países en 25 años.
 

Marc Vidal: ´En España la palabra emprendedor se prostituye´

“Las personas que cuelgan su vida en las redes sociales deben saber que son una calle más de su ciudad. Yo no voy saludando a todo el mundo”

Marc Vidal, analista económico experto en redes sociales que ha sido seleccionado como una de las diez personas más influyentes de internet en España, ofreció ayer en el Centro Sociocultural Novacaixagalicia la conferencia No es una época de cambios, es un cambio de época. La charla fue organizada por la Concejalía de Empleo y Empresa, dirigida por María Luisa Cid.

-Ha visitado más de 20 países en 18 meses, ¿con qué anécdota se queda?

-Para mí la anécdota que marcó mi vida fue cuando fui a Chinguetti, una población del Sáhara. La ciudad la han tenido que ir reconstruyendo cada dos kilómetros y medio porque el desierto la ha ido devorando. Pregunté por qué no la construían 40 kilómetros más allá y me dijeron que si lo hacían estaban condenando a su sociedad a no aprender de sus errores. A través de los errores aprendían las modificaciones que tenían que hacer en la siguiente ciudad. Hay que viajar mucho, hay que ir a observar e ir asumiendo que a donde vayas, por muy tercer mundo que sea, te van a enseñar muchas cosas.

-¿Por qué cree que en España falta espíritu emprendedor?

-En España no se emprende porque se teme al fracaso. Se cree que fracasar es algo que te va a acompañar toda la vida, que no vas a poder superarlo y que estás acabado. Hay países donde el fracaso se convierte en un elemento de aprendizaje. Eso es fundamental. En España se está viviendo un momento donde la palabra emprendedor se prostituye y se utiliza como pancarta publicitaria. Todo el mundo tiene algo para los emprendedores. Pues no. No todo el mundo puede ser emprendedor ni acelerar empresas. Es una cosa que se tiene que hacer de forma más orgánica y hacerlo artificialmente, como se está haciendo, provoca que no se lo crea nadie. En EEUU los fondos que crean dinero para emprendedores no son los bancos, son emprendedores.

-¿Qué características debe tener un emprendedor?

-Tiene que ser, primero, un soñador. Tiene que tener un sueño y perseguirlo, ser constante, saber que el talento está muy bien, pero que lo principal son las habilidades. Debe adquirir habilidades, no tanto directivas, pero sí de trato con socios, con amigos, con equipos. El emprendedor de hoy en día tiene que ser capaz de entender lo digital y lo comunitario, trabajar en común.

-¿Qué le diría a las personas que no utilizan las redes sociales?

-No existen (risas). Las aleja de algunas cosas que están sucediendo. Si no tienen, por lo menos, que sepan lo qué. Si quieren estar al día de lo que sucede en este entorno de cambio que estamos viviendo, estar en entornos digitales es importante. Ahí es donde pasan cosas. Lo importante es que la utilización de la tecnología se normalice. No debe ser tan inhumana.

-¿Y a las que cuelgan toda su vida en las redes sociales?

-Que sepan que las redes sociales son una calle más de su ciudad. Yo por la calle no voy saludando a todo el mundo que no sé quién es, no regalo fotos a nadie, ni abrazo a la gente ni le doy besos ni digo: ‘me gustas’. Compórtate como te comportas en la vida real porque al final es un derivado más de tu identidad.

-Dice que vivimos un cambio de época. ¿Hacia dónde vamos?

-Ni idea. En 2007 se produjo una explosión de un volcán que llamamos crisis. La lava todavía se está depositando y la ladera de ese volcán está cambiando de fisionomía. Va a ser distinta. Va a tener que ver con la tecnología, con que cambiarán los modelos de producción, con que va a cambiar el modelo de transmisión del conocimiento. Lo tendremos que ver en 30 o 40 años. Tendremos un mundo que estará interconectado, donde las cosas tendrán conexión propia, interactuaremos con objetos. Ese entorno será más eficiente, más eficaz y estoy seguro que más feliz.

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Convencer a una máquina

Hoy publican una entrevista que me hicieron para Marketing Directo. En ella le damos vueltas al tema de los dispositivos móviles, emprender en la era digital y todo lo que tiene que ver con el comercio electrónico. Es precisamente en esta parte en la que me pareció interesante resaltar como, a pesar de que las estrategias de venta siguen otorgando un valor inamovible a las consideraciones humanas, es necesario entender que poco a poco nos dejamos influenciar por decisiones basadas en el big-data o en el conjunto de información que determina la compra final. Por eso digo que en el futuro, será muy importante “convencer a una máquina” para vender. Os dejo con la entrevista aquí.

Marc Vidal (IDODI.EU): “Quien quiera vender algo en la red, deberá ‘convencer’ a una máquina”

Para conocer mejor el mundo digital en el que nos estamos adentrando, desde MarketingDirecto.com hemos charlado con Marc Vidal, quien nos ha hablado de las nuevas tendencias que veremos no sólo en la industria digital, sino también del mundo empresarial, la forma de hacer negocios y la relevancia de las start-ups.

El dispositivo móvil ha llegado pisando fuerte y ocupando un gran espacio en cada vez más usuarios y hogares. ¿Cree que esto ha sido un boom de un momento o aún no lo hemos visto en pleno auge? El aumento del uso de los dispositivos móviles en los últimos años determina que no se trata de un boom puntual sino de un nuevo uso de la sociedad. Como humanos provocamos y nos adaptamos a estos cambios intentando facilitarnos el día a día y los procesos cotidianos. Cada día desarrollamos nuevas aplicaciones, nuevos dispositivos para mejorar, o al menos intentarlo, lo que se desarrolló ayer, avances que indican que la tecnología móvil cumple el objetivo por la cuál fue creada, facilitar nuestra comunicación y relación.

En los últimos 3 años, en continentes como Asia, África y Oceanía el % de usuarios que navegan por Internet a través de dispositivos móviles se ha cuadriplicado, una cifra que nos indica que a mayor o menor ritmo, la sociedad mundial adopta esta tecnología y que las necesidades que se crean a través de los nuevos desarrollos permite que éstos evolucionen hasta hacernos cambiar los hábitos cotidianos.

Tengo claro que la internet de las cosas, la que necesita de dispositivos para establecerse, nos dará la clave en breve. Quien quiera vender algo en la red, deberá “convencer” a una máquina. Digamos que si nuestra nevera se queda sin queso y ella se encarga de pedirlo por la red, la selección algún día se basará en criterios técnicos o sustanciales a lo que un software pueda decidir. Big-data, algoritmos, experiencias o lo que sea marcará que quien te compré el queso no será un humano, lo acabará haciendo una máquina atrapada en el modelo móvil de su dueño.

Los empresarios comienzan a darse cuenta de la importancia de incluir el e-commerce en sus estrategias. ¿Cuál es la clave para la compra-venta digital funcione correctamente? ¿Qué papel está jugando el móvil en el e-commerce?

Una de las claves principales, aplicable en todos los ámbitos, es la coherencia y el facilitar los procesos al máximo al usuario. El e-commerce está actualmente en auge gracias a la comodidad que oferta al cliente, que sin tener que moverse del sofá de casa puede mandar miles de newsletter a sus clientes u organizar unevento para promocionar la tienda online que acaba de inaugurar. No incluir el e-commerce en las estrategias comerciales actuales puede ser motivo de pérdida de numerosos clientes potenciales, o clientes que ya tenemos en nuestra cartera que ya han descubierto el mundo digital pero que no nos encuentran a nosotros y sí a nuestros competidores. La mente del consumidor cada vez está más abierta y acomodada al mundo digital, no lo dejemos escapar.

El papel de los dispositivos móviles es esencial en este proceso de adopción ya que es el principal dispositivo que nos introduce en el e-commerce. Los consumidores empiezan a descubrir el mundo digital una vez poseen un Smartphone en sus manos y descubren que en cualquier hora y en cualquier sitio pueden cerrar sus gestiones, responder y analizar los procesos de compra de sus clientes, control instantáneo del stock de sus tiendas o aprovechar para lanzar una promoción especial al ver un comportamiento repetitivo entre sus clientes el cuál se puede aprovechar para sacar su máximo rendimiento al instante.

Por ejemplo, nuestro producto más claramente enfocado al comercio electrónico en IDODI es OPENSHOPEN, el cual nace con la voluntad de responder en todo momento al reto móvil. Permite gestionar tu tienda desde tu smartphone y te ofrecemos la adecuación de tu site a esa experiencia de usuario. Por supuesto sin salir del modelo low cost.

La internacionalización de un producto o servicio suele dar vértigo por varios factores como la traducción de una web a varios idiomas, la atención al cliente personalizado, diferencia horaria, etc. ¿Apuesta usted por este tipo de estrategias? ¿Qué consejos daría a los empresarios que empiezan a plantearse la internacionalización?

La internacionalización y el proceso digital van unidos de la mano ya que éste último ha permitido borrar fronteras y abrirnos las puertas a nivel mundial. Se ha conseguido que podamos difundir la información y comunicarnos a nivel instantáneo hasta incluso con distintos países de forma simultánea.

Personalmente apuesto por este tipo de estrategia desde hace varios años atrás ya que me ha permitido comprobar que la variedad de personas, de formas de trabajar, de costumbres culturales y de distintos puntos de vista enriquecen el equipo de trabajo y la inteligencia colectiva permite sacar el máximo rendimiento a los proyectos. En IDODI ya estamos presentes en nueve países distintos, a las puertas de poder ir aumentando este número, y confirma el enriquecimiento de los proyectos, gestionarlos desde diferentes puntos del mundo permite tener una visión global y conocer lo mejor que puede funcionar en cada región, convirtiéndose en un “win-win” para todas las partes implicadas.

Una vez nos planteamos la internacionalización es necesario tener claro el porqué de nuestra decisión (¿Por qué quiero ampliar mi mercado?), definiendo y dejando claros los objetivos cuantitativos y cualitativos que pretendemos alcanzar (¿Cuánto dinero me va aportar la operación?), realizar un estudio de mercado para detectar los principales países que nos ayudaran a conseguirlos (¿Dónde se encuentra mi público potencial?), definir nuestras estrategias de actuación (¿Cómo voy a conseguirlo?), los equipos de trabajo (¿Quién sumará al equipo con su conocimiento?) y encontrar la manera de gestionar todo los equipos (¿Videoconferencias? ¿Reuniones presenciales en cada país? …).

No contemplo otra manera de vivir la experiencia emprendedora que no sea internacional, multiplataforma y multiidioma.

La tecnología que se lleva encima es la última moda por la que las grandes compañías están apostando, desde las gafas de Google al anillo de Apple. ¿Qué valor añadido tienen estas nuevas tecnologías para el consumidor? ¿Llegarán a formar parte de la sociedad al igual que un smartphone lo hace hoy en día?

Que se adopten estas nuevas formas de tecnología es señal que la sociedad está dispuesta a aceptarlas. El primer teléfono móvil (1983) pesaba 800 gramos y al cabo de 30 años comprobamos que nuestros dispositivos pesan alrededor de 100 gramos, son táctiles, capaces de hacer fotos 360º, videoconferencias… y hasta podremos controlarnos con nuestra vista sin necesidad de tocarlos con el dedo. La tecnología cada vez avanza más rápido y la mente de la sociedad cada vez acepta más rápido estos cambios. Poder realizar las mismas operaciones de los actuales Smartphone a la altura de nuestros ojos o de dispositivos integrados en nuestro cuerpo aporta un valor de comodidad y facilidad al usuario con un alto grado de aprobación y aceptación.

Con la tecnología que se llegó a la luna no se le hace cosquillas a ningún smartphone actual. Tenemos tanto entre las manos, tanta capacidad para hacer cosas extraordinarias, impensables por nuestros padres, que no podemos dejar pasar esta oportunidad como generación y como especie.

Aunque la creación de nuevas empresas no es algo nuevo, sí que en los últimos años España ha visto cómo el número de startups ha crecido. ¿Cuál cree usted que ha sido el motivo? ¿Animaría a los españoles a seguir invirtiendo y creando startups? ¿Por qué?

Hace tiempo que la palabra “crisis” forma parte de nuestro vocabulario diario, un concepto que por fuerza nos retumba en la cabeza ya que aparece por todas partes, un concepto que nos induce a una idea de cambio crítico, aunque previsible, con un grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad ya que si no estaríamos hablando de una pura reacción física-química. Un concepto que aparentemente tiene aceptación negativa pero que a la vez, para los más inquietos supone oportunidad, adaptación al cambio, mentalización y adopción de la nueva forma de hacer, de pensar y de actuar. La escasa oferta de trabajo y esta adopción de pensamiento han abierto la mente emprendedora de mucha gente, que ni siquiera sabía que la tenía y ha convertido el “Si no tienes trabajo te lo inventas” como principal máxima en su vida diaria.

No estamos en crisis, que se lo quiten de la cabeza los que lo piensan. Tengo claro que los sistemas de producción y de transmisión del conocimiento están variando de manera radical y son los que están haciendo cambiar al mundo. Al igual que a lo largo de la historia se han vivido revoluciones en los modelos productivos como la lítica, la domesticación de las especies animales o la industrial, ahora vivimos una digital. La diferencia es que ésta se produce justo cuando también sucede una variación en el modelo de transmisión del conocimiento y que confluye con los mismos elementos y herramientas. Del mismo modo que el saber humano se empezó a transmitir a través de los jeroglíficos y ha vivido diferentes etapas como la imprenta, el audio o el vídeo, ahora aparece lo digital. Por primera vez en la historia se produce a la vez un cambio tanto en los sistemas de producción como los de transmisión del conocimiento, y eso es algo histórico.

Todas las revoluciones fueron vistas como crisis por los contemporáneos de las mismas. No es fácil identificar un cambio de época, suele verse como una época de cambios. Ahora es claramente lo primero. Todo está en erupción. Las empresas tienen que identificarlo urgentemente pues deben adoptar un espacio natural.

Animaría a ser emprendedor a cualquier persona que desea serlo, que sueña y que tiene la inquietud para tirar adelante esos sueños. No todo el mundo quiere y desea ser emprendedor, pero sí que hay muchas personas que se les ha pasado por la cabeza serlo y que realmente lo desean pero que por miedo al fracaso no se tiran de cabeza. Siempre es un buen momento para tirarse a la piscina, llenarla de la ilusión que supone tirar para adelante tu proyecto digital, poder bañarse en ella y disfrutar de los propios éxitos.

Supongo que con el paso del tiempo hemos ido aprendiendo y mejorando en la creación de nuevas empresas. ¿Cómo ha sido esa evolución?

Los fracasos ayudan a evolucionar y sobre todo a aprender. Es uno de los principales motivos por el que mucha gente se tira para atrás pero en realidad es con el que adquirimos conocimiento, el que nos enseña lo que sí y lo que no debemos hacer la próxima vez y, aunque a veces no lo parezca, el que puede abrirnos las puertas a nuevas oportunidades.

Los éxitos y fracasos del ecosistema de los emprendedores son los que a medida que pasa el tiempo van definiendo los procesos de creación de empresas y nuevos proyectos, qué hacemos bien, qué hacemos mal, qué sistemas nos imponen desde arriba que no funcionan y que se podrían redefinir… un conjunto de características que gracias a los soñadores esperamos que cada vez mejore más este proceso de creación de empresas aunque a día de hoy, España está a años luz comparado con otros países. Sin embargo no podemos despreciar que hay responsables del desastre. Para mí lo principal es mantener los retos, las ilusiones y eso está por encima del valor técnico de las cosas. Creo en crecer en lo personal dirigiendo mi vida, y la mejor manera que conozco de hacerlo es emprendiendo. Sólo sé hacerlo en el escenario digital. Pero al final es cuestión de soñar o morir.

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Prensa Marc Vidal Prensa Marc Vidal

Cristalización de sueños

Rocio Castro me hizo esta entrevista titulada ‘Los proyectos deben ser la cristalización de sueños’ para la publicación Emprendia, una publicación del Programa Uniemprende del Creación de Empresas de la Universidad de Santiago de Compostela donde desde hace unos meses tenemos implicación directa. Hablamos de porque pasé de directivo a emprendedor, de cual es el punto exacto en el que una persona decide dar ese salto, hablamos de tendencias, oportunidades de negocio, consejos, burbujas, futuro y del planteamiento adecuado para que España adopte el reto actual. Nada nuevo, un poco de lo que siempre digo pero en formato preguntas y respuestas. Importante para mí la parte en la que explico que, cómo y cuanto hace IDODI por los proyectos emprendedores que se nos acercan. Os dejo la transcripción de la entrevista.

Marc Vidal es un gurú del emprendimiento. Un ‘dreamer’ que solo entiende las empresas como sueños, como retos y como forma de vida. Muy crítico con el sistema de subvenciones europeo y, sobre todo, español, Vidal dejó su carrera profesional en grandes empresas para convertirse en un emprendedor en serie. Ha fundado cinco empresas en los últimos cinco años, que dan ocupación a más de un centenar de trabajadores en América y Europa. Su proyecto principal ahora es IDODI (Only different Ideas: soluciones de “internacionalización de autor” con Idodi Internacional, gestión en innovación empresarial con Idodi Corporate y la creación de un fondo para la incubación de proyectos de base tecnológica llamado Idodi Labs.)

- ¿Por qué se decide a pasar de ser directivo de grandes empresas a crear startups? Cuénteme el proceso. 

- La experiencia como directivo de grandes empresas me ayudó a formarme, a coger experiencia y a ver el comportamiento de distintos equipos, mercados y productos, pero lo más importante que me enseñó es que aquel sentimiento de parir ideas desde cero, maquinarlas en mi cabeza y verlas hechas realidad, era real.
El hecho de crear empresas surgidas de ideas que constantemente revolotean por mi cabeza y vivir todo el proceso de muy cerca es lo que realmente me satisface. Soñar, contarlo, desarrollarlo y vivirlo es el proceso completo que se siente al ser emprendedor, sumándole el rodearme de todo el equipo humano necesario para poder hacerlo realidad. La inteligencia colectiva es de los principales factores que potencia los proyectos y el compartir los distintos puntos de vista permite volar junto a otras personas con objetivos comunes o ayudar a levantar su propio vuelo.

- Ha creado diversas empresas en los últimos años en Europa y América Latina. Su objetivo en 2013 es entrar en EEUU y Asia, ¿no? 

- He fundado empresas y participo en otras. En todas ellas mi voluntad es siempre perseguir un formato global y escalable que permita no considerar los mercados como algo local sino absoluto y genérico. Allí donde la tecnología llegue, es un potencial cliente. La internacionalización es un proceso constantemente presente en los proyectos. De hecho todo mi impulso emprendedor se concentra ahora en un solo proyecto que lo engloba todo. Con Idodi ya estamos presentes en las zonas que comentas, y trabajando para aumentar los puntos del mapa. Es enriquecedor ampliar los puntos de vista, la forma de trabajar y los conocimientos a diferentes países ya que ayuda a reforzar los proyectos a nivel humano y profesional, una visión planetaria que se convierte en un “win‐win” por parte de todas las partes implicadas. En USA ya estuve hace unos años y aprendí muchísimo del ecosistema de Boston y de Sillicon Valley. Ahora pretendemos centrarnos en Miami y en Los Angeles, lugares donde el modelo de negocio que representan nuestros productos tienen más viabilidad.

- IDODI Labs es un grupo de inversión para startups (seed capital). ¿Qué características ha de tener un proyecto para que sea apoyado por IDODI? 

- Es cierto que a nivel personal he invertido e invertiré en proyectos analógicos, pero cuando hablamos de nuestro ‘pool’ de inversión únicamente apostamos por los proyectos de base tecnológica, por aquellos que pueden facilitar procesos a los usuarios y así poder mejorar el día a día automatizando acciones que nos permiten actuar más rápido y convirtiéndonos en seres más eficaces. El elemento innovador del proyecto es uno de los que determina las expectativas que se le pueden atribuir a la vida del producto y establecer los objetivos a conseguir, así como tener claro qué se pretende con él y a quien va dirigido ayuda a apuntalar el proyecto hacia la realidad. Los proyectos que adoptamos en alguno de los campos de apoyo deben ser la cristalización de sueños, de voluntades personales e íntimas de un individuo o de un colectivo, pero deben ser deseos de crecer y sentirse conectados con el conocimiento. Finalmente nuestro campo principal de acción es el comercio electrónico en todas sus variables pero sin apartarnos de diferentes elementos que consideramos esenciales. Dispositivos móviles, ocio y gaming, big‐data, etc…

- ¿Hasta dónde llega el papel de IDODI en las empresas en las que invierte? 

- El papel de IDODI se define dependiendo de la naturaleza, las características y las necesidades de cada uno de los proyectos. Nosotros aportamos mentoring y dirección, aportación y localización de capital para inversión, ubicación en sedes y ecosistemas alrededor del mundo de tipología digital emprendedora, localización de equipos complementarios, apoyo tecnológico y de desarrollo, internacionalización organizada y profesional y, finalmente, la opción de sentirse parte de nuestra familia si fuera el caso. Hay proyectos emprendedores que son poco viables solos, pero que cuando los complementas con otros de los que tenemos en el laboratorio puede salir algo muy potente. Les explicamos cómo lograrlo y les guiamos.

- Hay emprendedores españoles que afirman que aquí no hay inversores preparados para las TIC, dicen que los que hay son muy conservadores… ¿qué opina? 

- Obviamente no estamos en la división de honor que viven otros países con mayor experiencia en este tipo de procesos, pero el crecimiento ha sido exponencial y el conocimiento ha aumentado mucho en los últimos años. En España están algunos de los Business Angels más inteligentes y de mayor visión del mundo, pero el asunto está en los proyectos que deben calificar. Cuando finalmente localizan alguno de ellos, el talento del emprendedor se multiplica con el talento del inversor. Eso en España pasa. El factor de riesgo es subjetivo. Yo no diría que no se apuesta y se arriesga o que los BA son conservadores. Yo diría que hay poco por lo que arriesgar todavía. Estoy convencido que esta mal llamada “crisis” traerá la pieza que falta para que se deje de decir que los emprendedores no localizan inversores arriesgados o los inversores no encuentran emprendedores excepcionales. Creo que en breve, de manera inminente, la pieza clave aparecerá y se llamará “pragmatismo”.

- ¿Cuáles diría que son los principales problemas del emprendedor medio español? 

- Uno de los principales problemas al emprender es a nivel personal y es el miedo al fracaso. Fracasar en todos los ámbitos de la vida siempre da respeto y nosotros mismos nos convertimos en la principal barrera. Decidirse y luchar por los propios sueños es la receta definitiva que un emprendedor debe aplicarse y convertir ese miedo al fracaso en oportunidad, vivimos un proceso continuo de aprendizaje y no podemos olvidar que de las cosas que salen mal es de las que, a veces, más se aprende. El panorama económico actual que vive España se está convirtiendo en oportunidad para todos aquellos que ven como única salida trabajar por cuenta propia y conseguir ese sueño que siempre había tenido en mente, incluso desterrar el carácter emprendedor que muchos aún no habían descubierto que poseían.

- ¿Cree que se está creando una nueva burbuja en Internet?

- Internet hace muchos años que estalló y hasta el momento se está consolidando como principal base de muchos de nuestros comportamientos y proyectos. Hemos sido capaces de desarrollar nuevas formas de comportamiento, de comunicación y de relación que giran entorno a éste. Constantemente buscamos nuevas formas de explotar esta herramienta y cómo a través de ella somos capaces de simplificar y facilitarnos el día a día. Una vez descubierto esto, como sociedad vamos perfeccionando y buscando nuevas fórmulas para sacarle el máximo rendimiento. No hay burbuja en Internet como no puede haber burbuja en la vida. Internet es la naturaleza digital, la atmósfera y eso no permite adulterarla. Otra cosa son los elementos que viven dentro de ella. Esos si pueden estar inflamándose.

- ¿Qué opina del boom de aceleradoras de startups en España?

- Al igual que muchas personas han visto la oportunidad de lanzarse con su propio negocio y poder tirar así hacia delante, muchos han visto la oportunidad de subir un nivel más e intentar facilitar el camino a éstos. El principal problema actual que se vive en España es que en muchas ocasiones las personas que están al frente de estas aceleradoras no han vivido los problemas de raíz y en primera persona. Solo sabes las dificultades y barreras que se encuentra un emprendedor cuando lo eres, cuando lo has sido, cuando vives en la propia piel el ineficaz sistema a través del cual debemos constituir nuestra empresa, cuál es el grado de veracidad de las ayudas de las que tanto se llenan la boca y los dificultosos pasos que entorpecen procesos que podrían simplificarse tan solo dándole una vuelta de más. Me preocupa que un “mentor” sin facturación explique a un “emprendedor” cómo facturar. Sólo lo puede hacer desde la “teoría”.

- Usted fue uno de los pocos que alertó de esta crisis antes de que llegara… Ahora afirma que estamos asistiendo a un parto de un nuevo modelo económico. ¿Cómo será ese recién nacido? ¿Cuándo nacerá? 

- La cara, el peso y las propiedades del recién nacido es el que vemos ya actualmente. El sistema económico evoluciona día tras día, ya sea para bien o para mal, y es al que nos debemos adaptar como sociedad. No vivimos en una crisis que en unos años habremos superado y nos podremos olvidar de ella sino que cada día se va perfilando el sistema actual económico, un sistema que requiere ponerse las pilas a los que mueven los hilos para tirarlo hacia delante, buscar las mejores formas de actuación de forma colectiva y no individual, pasar de las promesas a los hechos y la mentalización y adaptación de los ciudadanos que, curiosamente son los primeros a adaptarse por las situaciones en las que se encuentran y viven en su propia piel. El desastre social, financiero, político y ético que vivimos no es más que una fractura que se ha empezado a producir justo encima de nuestras cabezas. Es cierto que dañará a muchos inocentes, pero sobre todo a los que estén pendientes de si se les cae el techo. Yo recomiendo seguir disfrutando de este momento histórico que nos tocó vivir. No es una época de cambios, es un cambio de época como nunca antes hemos vivido. Tal vez no hay momento en la historia que se pueda equiparar por su trascendencia a los treinta o cuarenta años que nos están pasando por encima.

- ¿Qué posibilidades tiene España/Europa en todo esto? Si no somos países emergentes… ¿somos países sumergidos? 

- Somos países en manos de la peor generación de dirigentes de la historia. Lo han hecho mal. Muy mal. Lo han hecho con un sistema bancario quebrado por su mala cabeza, lo han hecho con el modelo de fusiones que busca salvaguardar oficinas y estructuras analógicas en una banca cada vez menos presencial y más digital, lo han hecho con el modelo de gestión pública que sigue dependiendo de antiguas fórmulas vinculadas a la democracia participativa en lugar de la democracia deliberativa, lo han hecho con sus enquistadas orgías de debates inservibles en los que una oligarquía sigue decidiendo, lo han hecho manteniendo a base de subvenciones insultantes a mastodontes industriales que fabrican cosas ineficientes como automóviles que no se venden, lo han hecho con los recortes en innovación, lo han hecho con todo. Me temo que los que debieran liderar un proceso determinado siguen presidiendo la pasividad, la incomprensión de la oportunidad que supone la nueva hipersociedad y sus retos, en un cambio de modelo que dejó de ser crisis hace mucho a pesar de que ellos siguen actuando, parcheando y gobernando como si lo que vivimos fuera algo puntual y no estructural. Así nos va, que lo gratis y lo libre se confunden como se confunden la deuda y el déficit, sin embargo, el cambio se está produciendo ante sus narices, lenta y inexorablemente, con paso firme y todo lo digital y sus derivados socioeconómicos han llegado para quedarse. Todo va a cambiar absolutamente. La mutación está siendo ya muy dolorosa y estimulante a la vez. Es un tránsito tremendamente contradictorio como todos los puntos de inflexión de la historia de la humanidad. Es momento, ya que no podemos retroceder en el tiempo, de impulsar e inspirar a los más jóvenes, a través de la educación, a soñar, a crear, a hacerles ver que sin creación no hay innovación, y que sin innovación no hay empresa.

- ¿Cuáles son sus recetas para superar la crisis? 

- No hay ninguna crisis que superar.

- Cuéntenos de su próximo libro… 
Defendiendo siempre que pensar juntos es una cosa y hacerlo en común es otra, mis experiencias personales, mi punto de vista hacia la situación actual de la sociedad y del mundo emprendedor se englobarán bajo el título “Una hormiga en París” y que publicará Grupo Planeta, un título nacido de entre las miles de propuestas que recibí por parte de los lectores de mi blog y en las redes sociales. El libro combinará una recopilación de experiencias personales que sufrí, disfruté y aprendí a los 17 años en París. Todo ello junto a ideas nuevas, frescas y sobretodo positivas para animar a los más desanimados y a soñar a los más soñadores. Aun siendo hormigas en París, nunca estaremos solos.

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