Crear empresas tecnológicas para cambiar el modelo económico

En Estados Unidos, durante la explosión de la burbuja financiera en 2008, a la vez que millones de activos se esfumaban, cerraban empresas, se despedían personas y todo el sistema quedaba en el aire, centenares de miles de empresas se fundaban sobretodo en la zona de California y Massachusetts. Es una manera de afrontar la crisis que ya fue adoptada en el pinchazo de las ‘puntocom’ hace ahora 14 años. 

En Estados Unidos, durante la explosión de la burbuja financiera en 2008, a la vez que millones de activos se esfumaban, cerraban empresas, se despedían personas y todo el sistema quedaba en el aire, centenares de miles de empresas se fundaban sobretodo en la zona de California y Massachusetts. Es una manera de afrontar la crisis que ya fue adoptada en el pinchazo de las ‘puntocom’ hace ahora 14 años. Actualmente el número de creación de empresas tecnológicas en Estados Unidos es algo menor a las tasas de esos duros días, pero sigue siendo altísima. Todo eso no es por casualidad obviamente y muchos son los aspectos que inciden en ese estilo de vida, empresarial y finalmente de creación de riqueza.

La política, la educación, la actitud y la idea de que como sociedad podemos apostar por un modelo concreto es la clave. No es lo mismo crear miles de empresas basadas en la construcción que hacerlo focalizando en la innovación y la economía digital. De todo tiene que haber, pero el mundo va automatizándose y el empleo deberá regirse por el valor añadido, por la adaptación de todos y por el impulso que una sociedad tenga para liderar esos cambios.

Veamos uno de esos ejemplo y que conozco: Irlanda. Durante este pasado mes de mayo 3.653 nuevas empresas con algún componente tecnológico se registraron en el, de nuevo llamado, ‘tigre celta’. Lo que es lo mismo, 135 nuevas startups al día. Según esto el aumento es del 24% con respecto al mismo período del año pasado.

Como era de esperar, Dublín sigue siendo la zona preferida para estas nuevas empresas. La mitad de todas ellas se concentran en esta cada vez más efervescente zona. Las grandes corporaciones precisan de un ecosistema alrededor que les ofrezca posibilidades para contratar y para derivar proyectos. A medida que las multinacionales que siguen instalándose en el conocido Silicon Docks las pequeñas startups que van surgiendo se incorporan en su entorno.

Hay dos zonas que están, no obstante, aumentando su poder de atracción. Por un lado es Limerick, cuyo aumento con respecto a otros años es del 71%, o de Cork, en el sur, donde ese crecimiento de nuevas empresas está suponiendo casi un 32%. En la primera, la noticia de que Intel va a instalar su laboratorio de Internet of Things en la vecina Galway o, en la segunda con la todopoderosa Apple desde hace años ocupando a miles de personas, suponen los vehículos de atracción más eficientes para las nuevas aventuras empresariales de muchos.

En términos brutos son cifras modestas, pero en términos porcentuales, con respecto a una economía de algo más de cinco millones de personas es espectacular. La inversión exterior es clave para comprender el crecimiento económico que Irlanda experimentó en la primera década de este siglo y su brutal recuperación que se vive ahora con un crecimiento programado que superará el 6%. Hay que destacar que el 65 % de las empresas irlandesas experimentaron un crecimiento de su volumen de negocios en el ejercicio más reciente y que eso se trasladó al resto de pymes pues el 70 % de ellas también aumentaron su volumen de negocio. Especialmente, como vemos por los datos antes descritos, los emprendedores tecnológicos están dando el empujón más efectivo.

Ahora bien, lo que realmente hace que este lugar vaya a toda máquina es el peso de sus exportaciones, y especialmente de tipo tecnológico. El sector exterior representa el 106% del PIB, frente al 30% que le supone a España por ejemplo. Irlanda es el segundo mayor exportador de software del mundo. Las exportaciones irlandesas superan a las de India y Suecia juntas, y son superiores a las de países como Australia, Brasil y Dinamarca. Al final todo ayuda, todo suma.

Que se creen empresas es casi una respuesta a todo un conjunto de acciones que se materializan en un círculo de trabajo político, social y económico, entre administración pública que marca las líneas y un sector privado que las toma como suyas. Y es que la competencia laboral en Irlanda es muy alta. Esta gente es global y está muy bien formada. Les gusta vivir temporadas por el mundo. Les gusta mezclarse. Son cosmopolitas. El 17% de la población ha nacido fuera de la isla y se nota.

Cuando montas una empresa o un foro de inversión ves en que sí tienen tomado el tranquillo los irlandeses. Lo que realmente ha funcionado aquí es su capacidad para convencer a otros a fin de que inviertan en su país. La agencia de desarrollo de negocio e inversión con oficinas en el centro de Dublín no está de adorno. Su estrategia nunca fue táctica y se dedicaron a localizar empresas en crecimiento que pudieran instalarse aquí y, casi, convertirlas en celtas. Hoy en día, un par de hermanos que crearon una pasarela de pago llamada Stripe, por ejemplo, son los más firmes rivales a la todopoderosa PayPal gracias a la inversión recibida de fondos americanos. Ahora mismo, aquella startup montada hace apenas unos pocos años vale más de 4.500 millones de dólares.

Este pequeño país es la sede de nueve de las diez farmacéuticas más grandes del planeta, la de tres de las cinco principales empresas de juegos del mundo, y tienen los ‘headquarters’ europeos ocho de las diez principales tecnológicas que existen. Y, obviamente, que estén estas multinacionales deriva en empleo y riqueza. No es sólo dinero electrónico buscando atajos fiscales. Estas empresas tecnológicas internacionales generan la quinta parte del empleo y suponen tres cuartas partes de las exportaciones totales. Las inversiones desde Estados Unidos en empresas locales es cinco veces mayor que el que se recibe desde Europa. Tener una startup en Irlanda es una ventaja si buscas inversión a pesar de que la competencia es mucho mayor.

Otro día comentaremos la cara B de Irlanda o de otros países que, apostando por un cambio de modelo, se olvidan de otras muchas cosas en el camino, y más cuando tienes una deuda del 120% y aun no has curado la explosión de tu propia burbuja inmobiliaria. Hablaremos de una economía doméstica ahogada a impuestos y tasas. La demanda interior de los irlandeses sigue cayendo. Los servicios públicos dejan mucho que desear. La sanidad no cubre nada, los transportes son un verdadero desastre y caros, la cobertura social deficiente y muchos de los ‘derechos’ que se viven en España, aquí no son más que ‘servicios’ que, si pueden, te condonan y sino te los pagas. No todo iba a ser ‘flower-power’.

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Robot de compañía entre la IoT, la domótica y el M2M.

Antes del video que acompaña este post, permitidme una reflexión previa. Mientras nos informan que el paro baja, la brujas se peinan y la vida se arregla a marchas forzadas, el lugar donde pasan las cosas cada vez está más lejos. Los datos del paro de ayer en España por buenos que son a primera vista son un desastre monumental en cuanto a lo que significa.

Antes del video que acompaña este post, permitidme una reflexión previa. Mientras nos informan que el paro baja, la brujas se peinan y la vida se arregla a marchas forzadas, el lugar donde pasan las cosas cada vez está más lejos. Los datos del paro de ayer en España por buenos que son a primera vista son un desastre monumental en cuanto a lo que significa. Cada vez menos opciones de que nuestros hijos y nietos puedan atender una conquista imprescindible de un mundo tecnológico y capaz de ser competitivo. Se crea empleo en lo que se crea. En España el nuevo empleo, precario y vinculado a servicios se lleva el 70% de esa nueva ocupación. En Irlanda, por poner un lugar que conozco, el 50% del nuevo empleo está ubicado en la sociedad del conocimiento y tecnologías asociadas. En ese mundo al revés hay un nuevo actor. El robot familiar. Y detrás de él empresas y empleos que se tienen que crear. Unos los crean y otros no. De esto va conquistar el futuro. Hoy vamos a ejemplificar con uno más de los que ya existen. No representa novedades tecnológicas, sino más bien psicológicas o de comportamiento e interactuación con él.

Las empresas que están trabajando en el campo del ‘robot de compañía’ aumentan. Digamos que el paisaje doméstico es uno de los campos de investigación y propuestas más sorprendentes de cuanto la conocida ‘IoT’ nos puede aportar en lo más cotidiano. Sabemos que no es inteligencia artificial, de hecho, en gran medida dista mucho de lo que sería el M2M o diálogo real entre máquinas, pero no deja de ser interesante observar la evolución de los proyectos que se van convirtiendo en empresas y en como objetos cada vez más sofisticados solicitan ser parte de la familia. A esto se le ha ido llamando ‘la transición’, algo así como el tiempo que transcurrirá entre la vida como ahora la conocemos y la que interactuará con todo tipo de objetos al servicio de nuestra especie. O eso parece.

Destaco hoy la empresa Blue Frog Robótica, una startup con la que tuve ocasión de compartir un fin de semana en un evento organizado por Google Entrepreneur. De momento es un prototipo que en breve estará a la venta. Su definición es la de robot acompañante para niños, personas mayores o familia en general.

De hecho Blue Frog se inspira en el robot NAO de Bruno Maisonnier que ya saliera al mercado en 2006 y que, aunque más pequeño ‘hablaba’ con humanos y te acompañaba por la casa como un perrito faldero. Desde entonces, los ‘acompañantes robot’ se han ido multiplicando. Ahora se pueden comprar unos 21 modelos distintos que van de una especie de plato con ojos a una mascota virtual. Parece un juego, pero no lo es tanto. Hay modificaciones en psicología de las relaciones que están estudiando que sucede cuando un artefacto de estos entra en la vida de una familia como ya sucede en el día a día de muchas empresas.

La novedad que aporta Buddy parte de las opciones que aporta y el método que utiliza en la relación humano-máquina. Estructura la vida si te dejas. El comportamiento del bicho y el como se altera o no la vida de una familia en base a su presencia es lo que me hace reflexionar. ¿Afectará a nuestra vida cotidiana un objeto inteligente y complementario como lo han hecho los teléfonos móviles o la propia Internet? ¿Es el embrión de un modo de vida completamente distinto? ¿Cuánto tiempo precisaremos para naturalizarlo?

Buddy pesa 5 Kg. y mide algo más de medio metro. Su aspecto es simpático y es capaz de integrarse en la vida moderna de cualquier familia. No necesita programación ni accesorios, viene ‘perfecto’ de fábrica. Colabora con las tareas de la casa, recuerda eventos, te despierta, te hace fotos, contesta llamadas y vela por la seguridad de la casa.

Se conecta via Wifi y bluetooth a cualquier cosa conectable. Altavoces, cámaras, sensores térmicos, de movimiento y una pantalla frontal que muestra su ‘estado de ánimo’ modificando los rasgos faciales con un sinfín de gestos y expresiones como respuesta a cada estímulo recibido. Dispone de 16 GB de almacenamiento interno y una autonomía de unas 10 horas gracias a la batería de Ion-litio que lo alimenta.

El software de audio y vídeo también permitirá registrar e identificar a los miembros de la familia para detectar la presencia de extraños, así como interpretar el lenguaje humano para comunicarse verbalmente con familiares y amigos. Realmente estamos ante algo más parecido a la domótica que a la IoT o, talvez, una combinación futurista y visionaria de las dos. Un dispositivo doméstico de seguridad que nos permitirá entre otras cosas, verificar si hemos apagado el horno correctamente, si tenemos una fuga de agua o simplemente controlar dispositivos básicos del hogar como termostatos, cerraduras o interruptores.

Según un estudio reciente realizado por Business Insider, el mercado robot del consumidor crecerá siete veces más rápido que el mercado para los robots de fabricación, el 17% entre 2014 y 2019. Ha llegado el momento de potenciar empresas en ese campo, parece que empieza a haber un público potencial para este tipo de ‘transición’.

La doctora Cynthia Breazeal creadora de otro robot parecido ha asegurado que este tipo de dispositivo genera una especie de ‘familia con manos libres’ un nuevo miembro de la misma que se irá integrando en menos de lo que pensamos. Coches autónomos y servicio inteligente robótico son las dos proezas, según ella, que nos está reservando la próxima década de manera disruptiva.

A mi lo que me hace pensar es donde se está centralizando todo esto. A parte de algunas startups en Francia, Irlanda y Suecia, la mayoría siguen ubicadas en Japón y, sobretodo ahora, en Boston. La capital de todo ello se sitúa ahora mismo en Boston con iRobot IRBT, Rethink Robotics, Boston Dynamics (adquirido por Google), Imperio Robótica y 4Moms que recaudó $ 41 millones por sus cochecitos robóticos de Bain Capital Ventures. La rueda ya está en marcha y los actores principales tienen mucho dinero listo para presentarnos una nueva necesidad. Ya sabemos que esto de tener cosas va de que alguien nos diga que lo necesitamos incluso antes de que sepamos si lo queremos. De eso va también un poco todo esto. De hacernos creer que sin Buddy nuestra vida será peor.

Como dicen, haberlos haylos.

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Economía, Inversion, Negocio, Sociedad, Startups Marc Vidal Economía, Inversion, Negocio, Sociedad, Startups Marc Vidal

Equilibrar inversiones tecnológicas y tradicionales

Hace un par de meses que lanzamos nuestro fondo de inversión especializado en Venture Capital donde pequeños inversores tenían cabida en la primera fase y donde ya hemos cerrado nuestras tres primeras inversiones que publicaremos antes de agosto. Han sido muchos los interesados que en su deseo de analizar las posibilidades de entrar o no, nos preguntaban por lo ideal de combinar este tipo de apuesta con otras más tradicionales.

Hace un par de meses que lanzamos nuestro fondo de inversión especializado en Venture Capital donde pequeños inversores tenían cabida en la primera fase y donde ya hemos cerrado nuestras tres primeras inversiones que publicaremos antes de agosto. Han sido muchos los interesados que en su deseo de analizar las posibilidades de entrar o no, nos preguntaban por lo ideal de combinar este tipo de apuesta con otras más tradicionales. Las inversiones de cualquier tipo son en realidad una renuncia al consumo cotidiano de capital basado en obtener un rendimiento en el futuro. Para ello hay versiones más arriesgadas y otras de menor peligro. Cuanto mayor es la posibilidad de beneficios mayor es también el riesgo que tiene. Muchas veces la inversión es algo que se ve a muy largo plazo pero también las hay en términos más cortos. La inversión en si misma es sólo un instrumento por el que una persona o estructura coloca su capital con el objetivo de rendir sin hacer ninguna actividad concreta, lo que se llama ingresos pasivos.

Algunos de los participantes en cualquiera de los dos fondos en los que tengo participación, Idodi Venture Capital o en Sitka Capital, son inversores de tipología mixta, es decir, apuestan parte de su capital en dos o tres fórmulas que combinan riesgo y tiempo. Por un lado participan de fondos arriesgados de alto potencial y riesgo y por otro en fondos tradicionales con mayor protección y menores expectativas. Es una forma de sacar partido de los ahorros. Hay una amplia y variada oferta de fondos de inversión, desde modelos unitarios hasta combinaciones que se adapten a diferentes necesidades.

Recordemos que invertir en un fondo especializado en startups se hace esperando desinversiones o ‘exits’ de esas empresas tecnológicas de alto potencial de crecimiento. Combinar este tipo de inversión más sofisticada con otras más tradicionales puede ser una muy buena idea. Durante los años que me dediqué a la inversión profesional tradicional conocí diversos productos financieros y cada uno tiene su potencial y valor en un modelo combinado.

Hoy en día, el modelo mixto basado en términos tradicionales se les denomina de muchos modos, a mi me gusta especialmente como se definen los Fondos Perfilados que lidera Banco de Sabadell por ejemplo, y que se gestionan activamente con el objetivo de maximizar la rentabilidad, manteniendo constante el perfil de riesgo de cada uno de ellos y permitiendo atacar diferentes oportunidades en mercados internacionales. Un fondo perfilado permite un amplio margen para adaptar una selección de activos con las perspectivas diversificando geográfica y sectorialmente, lo que reduce riesgos y es un buen complemento a otras inversiones más difíciles.

Otros modelos de inversión que la mayoría de nuestros socios combinan con el capital riesgo de un fondo especializado en Startups suele ser Inversiones de Propiedad para los que se propongan objetivos a largo plazo. Un modelo que volverá a imperar desgraciadamente en los próximos años en países que parecen no haber aprendido la lección.

Otra es el depósito a corto o largo plazo que suelen tener una garantía total y con una rentabilidad concreta. Es un buen camino equilibrar una inversión de riesgo con esta. Los retornos son muy escasos pero permiten estar en un punto de balance medio si hay varias apuestas más complejas también.

Otra combinación que estamos viendo en nuestros productos de capital riesgo son las acciones, fondos medios o ETFs que se sirven del modelo a cuota de derecho y participan en empresas con recorrido en el mercado de valores. Digamos que también combinan bien pues por un lado tienes una startup (o grupo de ellas mejor) con cuentas de resultados escasas y con muchas expectativas y por el otro compañías que se pueden seguir con retorno de dividendos a plazos más cortos.

En el modelo tradicional combinable también aparecen los bonos. Un dinero que el inversor pone durante un tiempo concreto a un interés concreto. Es factible de retirarse el capital y tiene un propósito comercial para negocios normalmente. Digamos que si quieres invertir a corto plazo, ese es el ideal.

En definitiva, combinar inversión arriesgada con otras que lo sean menos es una buena decisión. Recomiendo entrar en el mundo de las startups, hacerlo en fondos especializados para poder diversificar y no apostar todo en una sola. Son muy pocas las que logran ser exitosas por lo que cuantas más estén bien elegidas en un fondo de este tipo más posibilidades hay de recibir compensación por ello. A la vez recomiendo que este tipo de participación se equilibre con otras de menor riesgo. He comentado algunas y valoro especialmente, como he dicho los fondos perfilados por su punto de equilibrio entre riesgo y rentabilidad que ofrecen.

Hay muchísimas más opciones desde materias primas hasta divisas. De todo, pero hoy quería hablar de como se pueden relacionar algunos de ellos con el modelo startup. Los países más prósperos son los que más invierten. La tradición inversora de sus ciudadanos, sus empresas y su estructuras económicas transfieren directamente un modelo de participación en la economía que hace un lugar más emprendedor o menos. Para emprender hace falta capital, y el capital se fabrica invirtiendo con él. La rueda es básica.

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Apps, E-commerce, Negocio Marc Vidal Apps, E-commerce, Negocio Marc Vidal

Holografía, m-commerce, realidad aumentada ¿Preparado para el comercio electrónico inminente?

Si eres vendedor te habrás dado cuenta ya. Si eres comprador también. Si eres las dos cosas obviamente lo tienes muy claro. Cada vez más el uso de un dispositivo móvil se ha convertido en el puente entre el comercio y el consumidor.

Si eres vendedor te habrás dado cuenta ya. Si eres comprador también. Si eres las dos cosas obviamente lo tienes muy claro. Cada vez más el uso de un dispositivo móvil se ha convertido en el puente entre el comercio y el consumidor. Si bien el teléfono móvil (cada vez es más absurdo llamarlo así) sirve para acceder a miles de contenidos y aplicaciones, a intangibles, ahora eso va tomando cuerpo y convirtiéndose en un mecanismo de acceso comercial, información y transacciones. Los estudios reflejan que los consumidores utilizan el llamado m-commerce cada vez más. Por cada dólar que se gasta en una tienda de proximidad, el comercio electrónico móvil genera 19 dólares. Los que conocemos los datos algunas tiendas online sabemos que el vuelco de los últimos meses hacia la venta en dispositivos móviles es ya, incluso, superior al que se realizaba desde computadoras de sobremesa y ya ni digamos en tiendas físicas.

Técnicamente, una vez se ha normalizado la venta electrónica y generalizado su uso, es el m-commerce el que crece más y de manera más significativa. El móvil se está convirtiendo en el epicentro cada vez más habitual de las compras de los consumidores y las previsiones es que este mercado siga creciendo mucho. Las previsiones son que en 2019 el 45% de todo ecommerce se realice desde terminales móviles.

Los estímulos y características que irán marcando ese trasvase hacia la venta móvil serán de todo tipo y como explica Global Money Report se basarán en varios aspectos. Elementos que van emparejados entre venta digital, uso de dispositivos móviles y dinero electrónico metido en una billetera digital. Los bancos aun están pensando de que va todo esto por cierto.

  1. El pago móvil en tienda física se generalizará. El 12% de personas que han hecho un pago de proximidad en los últimos seis meses lo han hecho a través del sistema NFC contactless y otro 7% lo hizo via ‘plug and play’. Otro porcentaje creciente es el de canjear cupones desde el móvil en venta física.
  2. Una vez se supere la falta de confianza de los consumidores que amenaza el progreso del dinero móvil, su crecimiento será exponencial. El 34% de los consumidores sitúan la seguridad en la cúspide de sus preocupaciones en este modelo de compra. El 11% ‘no confían en la seguridad’ de dinero móvil, el 9% asegura que le da miedo dar tanta información privada, el 8% dice que los sistemas no son seguros y el 6% no confía en el comerciante. Como ya paso con el ecommerce, es cuestión de tiempo. Poco.
  3. Para mí el punto más interesante es el que conceptualiza una nueva realidad digital, socializada y que tiene que ver con la ciudad del futuro. Hablamos de la reinvención de la calle comercial. El 58% de los encuestados por GMR dijo que habían ‘encontrado algo que querían comprar mientras navegaban en un móvil y luego lo compraron en una tienda física’. El 28% de ellos lo intentaron en una tienda digital desde el móvil y no fue una experiencia fácil.

Ese intento de compra que no se materializó, ¿habrá sido en tu tienda? Esto va rápido. En la película Minority Report, película basada en pleno 2054, la navegación por los sistemas informáticos de los protagonistas transcurrían en un interfaz digital manejado con el movimiento de las manos y algo de voz. Una especie de extensión cerebral que nos pareció, en su momento, algo lejano. No vamos a esperar tanto. Microsoft Ignite ya ofrece prototipos parecidos que, utilizando realidad aumentada y computación basada en gestos y voz, conectan el hombre y la máquina hasta límites que hace bien poco parecían imposibles.

Pero hay más. Déjame ponerte otro ejemplo. HoloLens puede mover un plano holográfico en tres dimensiones para que un arquitecto muestre lo que va a hacerse y todo ello vía Skype. De un edificio se pasará a un modelo humano y en breve tendremos conversaciones tridimensionales que abandonarán la pantalla tal y como la conocemos. Pronto no sólo venderemos o compraremos a través de un móvil, lo haremos conceptualizando las tres dimensiones, entraremos técnicamente en un espacio comercial sin salir de casa. Si lo ves lejano, si no lo contemplas como algo que tu comercio debe tener en el punto de mira, más pronto que tarde te darás cuenta que pasó otro tren.

Asesórate a tiempo real de por donde van a ir los tiros. No es preciso que tu sepas de todo. Hay quienes nos encargamos de eso. Tu dedícate a vender, deja a otros la dirección de esos cambios. Pasa tu tienda a un entorno digital si aun no está, procura que sea mejor y se adapte a los métodos de conversión que ahora se necesitan para vender, prepárate para el futuro inminente y hazlo estratégicamente pues resultará más eficiente y barato preverlo que hacerlo urgentemente. El futuro de tu ecommerce depende de que te prepares, lo adaptes. No se trata de estar, consiste en estar bien.

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Un robot low cost que enseña a programar a niños

Mi hijo de 10 años me cuenta que se aburre en la clase de ‘informática’. De hecho el nombre ya lo mata. Dice que durante horas aprenden ‘Office’ y una cosa llamada 'ofimática'. Lo más sofisticado hasta la fecha fue el día que se adentraron en el apasionante mundo del ‘if/then’ en algo parecido al ‘Basic’ que ya masajeábamos los más viejos del lugar con nuestro ZX Spectrum Plus.

Mi hijo de 10 años me cuenta que se aburre en la clase de ‘informática’. De hecho el nombre ya lo mata. Dice que durante horas aprenden ‘Office’ y una cosa llamada 'ofimática'. Lo más sofisticado hasta la fecha fue el día que se adentraron en el apasionante mundo del ‘if/then’ en algo parecido al ‘Basic’ que ya masajeábamos los más viejos del lugar con nuestro ZX Spectrum Plus. La verdad es que eso de que exista la clase de informática ya es un error en su concepción, cuando lo que debería de ser es un hecho omnipresente en la formación de cualquier niño más allá de una hora o dos a la semana en un aula concreta y exenta de una escuela. No se trata de poner ordenadores o tablets, no se trata de enseñar a programar, se trata de que los sistemas educativos se adecuen a un modo de pensamiento y tecnología social que poco o nada tiene que ver ya lo de seguir un libro de texto, o el de adecuar los programas educativos a un nuevo formato visual y plástico gracias a las pantallas cada vez con mayor resolución que algunas escuelas pueden comprar.

Hablamos de otra cosa. De interpretar la tecnología en cada gesto, en cada acción, en familiarizarse con su uso pero también con sus ventajas y, sobre todo, con su manera de ‘ser’. Los niños aprenden idiomas con facilidad, es su momento, son capaces de asimilar conversaciones con niños de otros países sin complejos ni dificultad. Pones un crío que no sabe nada de inglés junto a otro que no tiene ni papa de español y en menos de diez minutos se están entendiendo. Con el lenguaje computacional, no en su rama técnica, sino en su base de comprensión de un mundo que viene y que nos rodea, los niños deberían familiarizarse. Es una ventaja competitiva.

Hay cierta mitología, creo que interesada, acerca del concepto 'analfabetismo' del futuro. Cuando comentamos que sería bueno que los niños de hoy en día se eduquen ‘codificando’, aprendiendo a programar en algún lenguaje como el que aprende una segunda lengua, no nos referimos a que todos los niños tienen que ser una especie de ingeniero de sistemas o parecido. El mito habla de eso, la realidad es otra cosa y es importante resaltarlo para que se vea a la vez lo interesante del concepto y no levantemos muros donde no los hay ni los habrá a menos que alguien se esfuerce en ello.

Lo haremos con un ejemplo que me parece paradigmático de que es eso de ‘enseñar código’ a los niños. Un ejemplo de cómo jugando se puede entender la lógica de la programación y no a programar pues eso es en si otro campo por el que, aunque no sepas, puedas comprenderla. En el futuro inmediato no sabremos como una aplicación hace una cosa u otra, pero si el método por el que se ha logrado que lo haga. Los sistemas educativos que se lancen a este tipo de enseñanza unipersonal, atemporal, predictiva y tecnológica avanzarán más rápido en la digestión de esta revolución tecnológica que precisa de su propio lenguaje.

El ejemplo de cómo se puede hacer lo ha creado la empresa DFRobot. Una startup que acaba de poner su último gadget de Vortex en Kickstarter en la búsqueda de fondos para poder mostrar en el mercado su robot de código.

En muchos padres de países nórdicos, asiáticos e incluso en Estados Unidos, hay un deseo por enseñar a sus hijos codificación desde una edad temprana. Vortex de DFRobot es un pequeño dispositivo sensible y con una aplicación instalada que permite a cualquier niño dictar órdenes con cierta lógica de programación a su robot a fin de completar la creación de juegos. Funciona en iOS y Android (vía Bluetooth).

Cada Vortex es un kit de desarrollo y la aplicación permite programar robots para niños en un entorno sencillo, educativo y divertido. Tiene unos juegos precargados pero cualquier crío puede crear otros basándose en temas básicos de programación tremendamente simples y que se comportan como cualquier modelo de creación en software bajo procesos prediseñados. Se aprende la lógica de programación, no a programar, eso será un paso posterior que cada uno podrá elegir en su vida. Entender como funciona una máquina nos puede hacer menos analfabetos en el futuro con respecto a lo que significan y representarán todos los robots y software que nos inundará.

Obviamente Vortex es algo más que un juguete. Es un intento de acercar la cultura de la programación, sus estructuras y procesos a las generaciones venideras y por menos de 65 euros. Si fuera directivo de alguna empresa en fase de transformación digital, me compraría unos cuantos. Si sirve para niños ¿por qué no probar con mi equipo?

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Big Data, Innovación, Sociedad, Tecnologia Marc Vidal Big Data, Innovación, Sociedad, Tecnologia Marc Vidal

Automatizar la legalidad

Cada vez son más las voces y las pruebas que nos indican que, independientemente de si eres un abogado que trabaja por cuenta propia o eres miembro de una firma de gran tamaño, el futuro de la tecnología aplicada a tu trabajo va a cambiar de manera importante tu día a día. 

Cada vez son más las voces y las pruebas que nos indican que, independientemente de si eres un abogado que trabaja por cuenta propia o eres miembro de una firma de gran tamaño, el futuro de la tecnología aplicada a tu trabajo va a cambiar de manera importante tu día a día. Hoy utilizaré el ejemplo de la abogacía como punto de análisis que puede extrapolarse a cualquier profesión teóricamente exenta de la robotización o automatización. En medio de esta especie de ‘rebelión de las máquinas’ que amenaza nuestra vida y nuestras comodidades, garantías y tranquilidad, hay quien defiende que no todas las profesiones están amenazadas. Hemos hablado de periodistas, transportistas u otras ocupaciones que tienden a implementar un mayor número de automatizaciones que apartan a los humanos de ellas.

La red ya cambió la hipotética cadena de valor que circula entre el abogado y sus clientes. De hecho si quieres puedes entrar en un portal jurídico buscando el abogado que necesitas y que este te resuelva dudas de tipo legal con un solo clic. No es robótico pero si es un cambio notable. Ahora bien, yo hablo de otra evolución que no todos los abogados están teniendo en cuenta. Hablo de los ‘avatares legales’.

El uso de la Inteligencia Artificial en el ecosistema profesional ya se ha extendido y el mundo cuenta con enfermeras robot, asistentes robot, recepcionistas robot, vendedores robots y humanoides que realizan tareas, hasta ahora, exclusivas de humanos. Es, por tanto, inevitable que los robots también se introduzcan en el mundo jurídico y de manera tremendamente rápida.

La eficacia jurídica aumenta cuanto más datos es capaz de analizar, parametrizar y sintetizar un equipo legal. Nadie es capaz de igualar a un software específico diseñado para ello. La intuición es una opción, la inspiración otra, pero la deducción es infalible cuando se trata de gestionar billones de datos, fechas y conexiones que afectan a un caso concreto. El tiempo que necesita un equipo de cinco juristas para algo es 2,4 millones de veces superior a un sistema analítico que cabe en cualquier ordenador de sobremesa.

El video anterior destaca como los datos y gestión supera al hombre y su capacidad de analisis previo. La eficacia jurídica es la culminación de un modelo de aplicación informática que se basa en el ‘cloud’ y que genera valor a partir de la computación cognitiva, inteligencia artificial y automatización de procesos. Quien subestime esto estará cometiendo un error. No hay profesión ajena a la Cuarta Revolución Industrial

La tendencia a la completa integración de este modelo sólo va a hacer que aumentar. Todavía hay mucho camino que recorrer pero la Edad Robótica se ha iniciado y, principalmente, sólo tendrá un problema que ahora mismo la podría poner en juego: la sostenibilidad energética de todo ello.

¿Dónde quedará el abogado tradicional? En el lugar exacto que su talento y habilidades le permitan. El talento va ligado a algo que cada uno puede establecer en su justa medida y otorgarle diferentes consideraciones, pero las habilidades, las ‘digital skills’ si que serán de obligado cumplimiento. Si un abogado es ajeno o considera innecesario digitalizarse al extremo, su carrera estará tocando fin mucho antes de lo que él cree. No es sólo estar en la red, ni tan siquiera se trata de conocer bien los aspectos legales que una máquina puede resolver, no, se trata de transformación, de igualarse a un objeto que ‘piensa’ y que puede ser parte de tu equipo en cualquier momento.

Esto no va de aprender sólo, consiste en adaptarse a un nuevo modelo aceptando las dinámicas propuestas. De lo contrario nos pueden llevar a un punto en el que nos veamos muy superados por ‘algo’ que aparentemente no es un abogado. Pero lo será.

De la profesión de la abogacía, como cliente hoy se esperan una serie de características. Del buen abogado esperas eficacia, dedicación, capacidad para explicarse y lealtad absoluta. Del abogado robótico se espera otro tipo de talento. La eficiencia se dará por asumida, la dedicación ni decirlo, la capacidad para explicarse es obvia y la lealtad a quien aprieta el botón será ciega.

¿Qué sucederá en la abogacía en apenas una década? Los abogados deberán aumentar su creatividad acerca de que, cómo y con quien trabajan. Sucederá algo que ya ha sucedido en otros campos profesionales y que, si lo miramos con un microscopio económico veremos que las mutaciones en el ADN de todos hay un mismo elemento desencadenante: bits.

El tema no está en si desaparecerán los abogados. No, el asunto es que tipos de abogados van a tener mayor riesgo en la adaptación al asunto. Tengo claro que va a suceder algo parecido que con la música, el cine, los contenidos o el periodismo. Las grandes corporaciones deberán acostumbrarse a tratar de tú a tú a pequeñas firmas colegiadas. Si ya no necesitamos un equipo de treinta abogados y legalistas para llevar un caso porque con un software somos capaces de hacerlo dos, ¿dónde está el punto de vista y fricción ahora?

El abogado robot no es una amenaza para la profesión, es una amenaza para el sistema legal como ahora lo entendemos. La capacidad económica del cliente futuro no será determinante a la hora de contratar un ‘equipo’ de abogados. Ese equipo podrá estar formado por muchos humanos o uno y un robot. Los efectos en según que aspectos podrían ser similares pero a un precio muy distinto. Ahí está la cosa.

Recomiendo leer el libro ‘El abogado Nacked’ que he enlazado antes y que comenta, desde la perspectiva de un abogado aficionado al estudio de las afectaciones tecnológicas en su profesión, la marcha implacable de la industrialización en este sector que parecía exento a los cambios. Como decimos repetidamente aquí repitiendo las palabras de Maya Angelou, 'nos quedará la creatividad, cuanto más la usemos, más tendremos'.

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Economía, Innovación, Ireland, Proyectos Marc Vidal Economía, Innovación, Ireland, Proyectos Marc Vidal

'Smart Regions' y políticas activas para afrontar el futuro.

Me pedía un amigo que explicara algo de cómo podría un gobierno afrontar el momento actual y de cómo una país, región o ciudad, abrazar ese futuro tecnológico y revolucionariamente digital que vivimos. Os traigo un ejemplo que vivo de cerca y que es, sin ser perfecto, significativo e inspirador. 

Me pedía un amigo que explicara algo de cómo podría un gobierno afrontar el momento actual y de cómo una país, región o ciudad, abrazar ese futuro tecnológico y revolucionariamente digital que vivimos. Os traigo un ejemplo que vivo de cerca y que es, sin ser perfecto, significativo e inspirador. La revolución industrial en la que estamos sumergidos, la cuarta, la nueva o la última, llámenla como quieran, el nominativo definitivo lo pondrán nuestros nietos, es algo que en algunos lugares se está teniendo en cuenta y en otros se está dejando pasar. El pasado lunes destacaba cómo Europa, ante ese dilema, no se está tomando la vía adecuada. Pero no toda Europa espera, hay una que se sí se ha subido al tren.

La clave de todo responde a algo más que las ‘smart cities’, tal vez, y en eso si que hay un avance significativo, deberíamos hablar de ‘smart regions’, algo mucho más acorde con lo que realmente significa un proceso de cambio como el que vivimos y un encuentro real con la transformación del territorio y de sus activos principales que supone.

Parece que todo gira entorno a ‘las ciudades’. De San Francisco a Berlín, de Barcelona a Dublín, de Dubai a Boston. Da igual, el futuro tecnológico parece ligado sólo a un territorio localizado en una ciudad por compleja y grande que ésta sea. Y tiene sentido pues las ciudades con el futuro en innumerables aspectos pues acudimos a ellas en masa y son redes socializadas que permiten la interacción de los exponentes de esa modernidad que comentamos cada día. Internet de las Cosas en ciudades inteligentes, socialización y economía compartida, impresión dimensional que precisa de puntos de recogida, automóviles automatizados o gestión de datos masiva de cuanto hacemos sus habitantes.

Hoy escribo desde Cork, segunda ciudad de Irlanda y dónde Apple tiene su HQ europeo con miles de trabajadores ubicados en un edificio situado pocos minutos de la ciudad. Lo digo porque si algo me ha sorprendido del modelo de crecimiento tecnológico de este país es el esfuerzo gubernamental de extenderlo en todo el territorio. No son palabras, acaban siendo hechos. Los ecosistemas de tecnología identificables han dejado de ser monopolio de Dublín, Belfast, Galway, Limerick o el mismo Cork. Es muy significativo como el esfuerzo radica ahora, con el plan Irlanda 2015-2017, darle mayor contenido y profundidad a todo ese cambio que se viene gestando hace años y que ahora requiere de implantarse de manera genérica en toda la isla.

El tamaño ayuda, pero no es sólo eso. Se trata de potenciar un modelo productivo y hacerlo de manera integral en todo un territorio, de permitir el acceso a la banda ancha y a un precio reducido, de comprometerse desde la administración con lo que supone impulsar startups que precisan de un recorrido muy distinto al de las empresas más tradicionales y que pueda, en definitiva, ir ocupando cada vez más espacio un modelo productivo tecnológico, sostenible y vinculado al conocimiento.

Sabemos que el futuro depende de que podamos atender a un mundo sin empleo generando nuevos más ‘humanos’, más creativos, menos orientados a lo repetitivo o a lo que cualquier automatismo pueda hacer y para ello hay que trabajar duro en como se define un entorno propenso a esos cambios y permeable a ese progreso.

Las ciudades están muy bien, de hecho sirven para exponer claramente una marca ligada a un territorio, pero el problema es cuando se queda en eso. Aquí hablo de Barcelona y todo la vincula a la tecnología móvil y al turismo de ciudad. Si pregunto por Catalunya es mayoritaria la relación con las playas o las pistas de esquí. Está bien que así sea, pero ¿es eso síntoma de que el trabajo por una Smart City sólo está enfocado en la capital y se ha dejado de lado lo que podría ser una Smart Region? Tengo el convencimiento que es así y que eso es replicable a infinidad de lugares de España y de Europa.

Israel es una ‘smart region’, Irlanda está trabajando en ello. Algunos Landers alemanes también. Van más allá de una ciudad y su radio de influencia, se trata de derramar conocimiento a lo largo de un territorio amplio para ir preparando el futuro, un futuro que se nos viene encima sin miramientos.

Estoy invitado a trabajar en los próximos meses en el proyecto que comentaba. Es especialmente estimulante pensar que vamos a aprender mucho los participantes de cómo un entorno concreto puede convertirse en un hervidero de innovación. Vamos a conocer más de lo que venimos a explicar. Estoy seguro.

Este plan, que ofrecimos explicar a diferentes administraciones españolas, es puro futuro inmediato. Algún día comentaré las respuestas de cada uno, define muy bien el papel que juegan nuestros ‘líderes’ y la visión que tienen de ‘lo que hay que hacer’. El diseño de un programa integral que implica aquí a todo el mundo y que se ha diseñado con el firme propósito de convertir una región con opciones en la economía digital en una región inteligente para que abrace el futuro con entusiasmo en lugar de hacerlo con miedo.

Cualquier país que quiera definir zonas inteligentes precisa multiplicar sus esfuerzos técnicos y prácticos. Es momento de abandonar discursos repletos de tópicos. En época electoral que parece no acabar nunca, es incluso peor. De verdad es desesperante a veces ver como todo pasa y no pasa nada. Como las oportunidades se desvanecen y nadie toma decisiones o pone en marcha acciones que puedan arrancar el motor.

Esto no va de discutirse, pronto no habrá nada por lo que discutir. Esto sigue siendo un tema de planificación y acción. El caso que más claramente habla de lo que quiero decir vuelve a poner en punto de comparación donde nací y donde vivo. El presidente de España lanzaba una soflama de vergüenza ajena asegurando que creará 3 millones de empleos sin aportar ni una sola herramienta o plan sostenible que pueda soportar eso. Mientras este hombre que la historia juzgará como lo hará con Zapatero y derivados, sustenta su potencial ‘recuperación’ económica y creación mágica de empleos en empleos puramente vinculados a lo de siempre, a lo que a medio plazo no serán empleos sino estatuas en el caso de lograrlo, en otros lugares se asume que el empleo del futuro sólo puede ser creado en entornos tecnológicos o de conocimiento con valor añadido.

Rajoy aportaba sus 3 millones en un país de 50 y que intuimos no van ligados a ninguna revolución tecnológica. No nos aportó nada al respecto por lo menos. Enda Keny, primer ministro irlandés, con decenas de decisiones erróneas en su mandato, con un buen número de problemas sociales que solucionar y con múltiples conflictos que provienen de la austeridad impuesta desde la UE, aportó sólo 40.000 empleos que dice piensa crear en un país de 5 millones.

A simple vista parece poco, pero la diferencia radica en algo más interesante. Definen claramente cómo se debe afrontar el modelo de creación de empleo y su espacio real que puede ocupar en un momento de la historia más parecido a la Revolución Industrial que a época de Postguerra.

1. El gobierno de Irlanda presenta ese plan enfocado a crear empleos en una zona amplia y concreta del país. Cork y Kerry deberán acomodar esos empleos bajo la filosofía ‘smart region’. Para ello el programa vincula a todo Dios, incluidos algunos que venimos de fuera. El programa lo contempla todo.

2. Vincula ese empleo a la creación de la Universidad Tecnológica de Munster donde la creatividad multimedia generen los recursos necesarios para las empresas vinculadas al plan.

3. No se olvidan del problema de la sostenibilidad. El talón de Aquiles del futuro automatizado y del progreso inmediato. Para ello se incorpora en todo el territorio miles de dispositivos IoT listos para gestionar masivamente tráfico y servicios públicos vinculados a las nuevas empresas.

4. Se asume desde el minuto uno que los empleos no especializados en tecnología, creatividad o innovación, serán residuales. Construcción y servicios podrán ser asumidos por los que ya lo hacen actualmente y se focaliza en que el empleo del futuro sólo puede ser creado en ‘nuevas profesiones’ que se determina crear en ese nuevo entorno inteligente. Es decir, se constata que en un mundo con cada vez menos empleo humano, si queremos empleo hay que inventarlo y no esperar alguna ‘recuperación’ mágica que no se va a producir con la intensidad necesaria.

5. Las startups y las pymes serán el tejido básico de ese modelo. Se obliga a las grandes compañías instaladas en el territorio a implicarse en el nacimiento y crecimiento de las nuevas otorgando líneas de colaboración entre ambas que beneficien a las más débiles. El tejido tecnológico debe ser transversal.

6. Asumen que el comercio electrónico es el modo de compra y venta inmediato. No se prepara ninguna política activa para potenciar el comercio de siempre sino que todo se encamina en ofrecer un camino digital a todo el que venda algo. Sin costes, pagado, sin fricción. El gobierno asume que si ahora les pagan lo que vale estar online a todos a medio plazo los ingresos por impuestos crecerán, si no lo hacen, muchos desaparecerán. Es como invertir en futuro.

El plan es interesante, sólo es uno de tantos, pero es un ejemplo de cómo se puede trabajar en algo que se puede definir ‘smart region’ pero también, sencillamente, conquistar la Nueva Economía y con el menor impacto social posible. Esto no va de crear empleo, va de crear futuro.

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Adictik o como cambiar el punto de vista publicitario.

Primero llegaron las cámaras digitales. Facilitaban fotografiar y ver sus efectos inmediatamente. Luego los teléfonos móviles que retrataban desastrosamente cualquier cosa y, no sin complicaciones, podías descargártelo en tu equipo de sobremesa. Era una maravilla, ¡un teléfono que fotografiaba! Más tarde los teléfonos pasaron a ser otra cosa y les pusimos el adjetivo de ‘inteligentes’. 

Primero llegaron las cámaras digitales. Facilitaban fotografiar y ver sus efectos inmediatamente. Luego los teléfonos móviles que retrataban desastrosamente cualquier cosa y, no sin complicaciones, podías descargártelo en tu equipo de sobremesa. Era una maravilla, ¡un teléfono que fotografiaba! Más tarde los teléfonos pasaron a ser otra cosa y les pusimos el adjetivo de ‘inteligentes’. A la vez las redes sociales se instalaban en nuestras vidas. Habíamos pasado de una Internet unidireccional a otra socializada. La fotografía estaba lista para mutar.

De fotografiar pasamos a distribuir momentos. La mayoría de los 22 millones de fotos que se suben a la red en una hora en el mundo ya no son para la colección del autor, lo son para distribuir sensaciones, vivencias y compartir experiencias con la comunidad. En ese preciso instante en el que una fotografía pasa a ser un hecho social que supera su propia definición, la publicidad se quedó descolocada. Y sigue descolocada. Que las marcas andan algo perdidas desde que se impuso la llamada ‘conversación’ en la red es más que evidente. Muchos son los ejemplos de cómo en lugar de involucrarse han pasado a hacer un uso modernizado pero con un fondo muy tradicional. Han pasado de decir sin escuchar a escuchar y decir. Son excepciones las que han entendido que la ‘marca’ la forman sus clientes incluso por encima de su propia identidad.

De momento, los equipos de comunicación que se han lanzado a la conquista de las redes sociales no han hecho más que gestionar de un modo similar a como lo hacían en la red antes de su aparición. Ponen anuncios en mil lugares y se basan en la ingeniería inversa para detectar dónde y cómo pueden incrementar su penetración. Da resultados, pero no será suficiente en breve, fidelizar es otra cosa. De hecho, cuando deciden ‘adentrarse’ en la relación directa con sus clientes en busca de ‘fans’ de su marca no hacen mucho más que regalar productos a supuestos influencers a fin de que se hagan fotos con dichos productos. Inundan la red de contenido comprado de un modo u otro y que no es más que una réplica a contratar un famoso que muestre lo encantado que está con tu marca.

Sale más barato y cada vez más es menos eficiente. De hecho, muchas marcas están reflexionando sobre esto y se han lanzado a experimentar por otros medios. En ese punto están. Las conclusiones de algunas de ellas empiezan a ser más que clarificadoras. En un escenario donde el big-data y la gestión de datos automatizados no hace más que requerir información para analizarse, trazabilidad de usos de sus logos y de cómo se comporta todo ello, apareció una aplicación española que va a conquistar un espacio vacío hasta la fecha.

Adictik es una aplicación gratuita, de momento para iOS y en breve para Android, que viene a responder a una demanda de gente joven, y no tan joven, de sentirse parte integral de lo que representa y supone el consumo de sus marcas preferidas. De la mano de dos emprendedores, Laura Santolaria y Kilian Sevilla, expertos en eso de marcas y marketing digital aparece la que está llamada a ser una de las sensaciones del año. En apenas una semana han alcanzado miles de descargas y el crecimiento no hace más que crecer exponencialmente.

Un nuevo paradigma llegó para quedarse en el concepto publicitario digital. Cada vez cuenta menos lo que te dice la marca y más lo que la gente está dispuesta a decir o hacer por ella. Adictik juega con el concepto en si y le da la vuelta basándose en un hecho que otras aplicaciones de éxito habían olvidado, poner tu marca a cada instante que distribuyes. Los creadores de Adictik la definen como una especie de Instagram de las marcas. De hecho combina bien. Te haces una foto y pones una marca que ‘defina’ el momento y la vinculas a tu cuenta de Instagram automáticamente. No hay fricción. De ahí al resto de redes.

Cuando me presentaron este proyecto hace más de un año le vi sentido aunque en mi caso no detecté que pudiera convertirme en ‘adictik’. Parecía una aplicación destinada a gente joven, amante de sus marcas, habituados a Instagram, Snapchat u otras, que mayoritariamente están plagados de Milenials. Pero reconozco que no ha sido así. Es divertida y cuando llevas un rato usándola ves ‘anuncios’ por todas partes. Cualquier foto es susceptible de tener un logo que la defina mejor. Es curioso pero es así. Debemos estar sujetos a una especie de ley sociológica que nos vincula cerebralmente momentos y marcas sin saberlo.

Adictik permite subir fotos y añadir el logotipo o claim de miles de marcas y luego compartirlo y justo ahí entra lo que para mi realmente tiene valor más allá del juego y anécdota del uso en si. Es una demostración de que los usuarios, los individuos, tenemos el poder de las marcas, una oportunidad de convertirse en protagonistas de ellas. Ya hay acuerdos con varias de las más importantes para que valoren y atiendan a los usuarios que se fotografían con el logo de éstas. De hecho a medida que el resto de amigos votan (con un gesto llamado Shaka!) cualquier usuario ‘anónimo’ puede convertirse en el favorito con respecto a esa marca. Es el ránking de cada marca que serán premiados por las mismas. Es como darle la vuelta al tema.

Particularmente destacar que Adictik fue acelerada en la primera edición de Conector y que actualmente ya está preparando su salto internacional al ser un desarrollo claramente anglosajón. Tengo la suerte de haber podido invertir y participar desde su origen en la definición del proyecto junto a Marc Ros y Risto Mejide, expertos en marcas y publicidad.

Os invito a probarla. Es sencilla como lo fueron otras Apps de éxito. Todavía está en fase de ajustes y mejoras y por eso pueden todavía fallar alguna cosas. De hecho los emprendedores agradecen todos los comentarios en su perfil de Facebook. Los que en Dublín o San Francisco ya la han visto la definen como una de las Apps a tener en cuenta. Os va a gustar.

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Tras lo de Grecia, seguiremos trotando.

Lo de Grecia ya pasó. Y pasó como pasan las tormentas tropicales. Todo el mundo avisado de que hay que cerrar las ventanas, no salir a la calle y esperar a que amaine. Cuando sales el destrozo es mayúsculo. De eso iba todo esto. De ver como Europa, como nos la han explicado no existe. Y no existe porque quienes están ‘dibujándola’ no saben dibujar

Lo de Grecia ya pasó. Y pasó como pasan las tormentas tropicales. Todo el mundo avisado de que hay que cerrar las ventanas, no salir a la calle y esperar a que amaine. Cuando sales el destrozo es mayúsculo. De eso iba todo esto. De ver como Europa, como nos la han explicado no existe. Y no existe porque quienes están ‘dibujándola’ no saben dibujar. De hecho están en clase de artes plásticas con una calculadora. Así no sale. La verdad es que cuanto más lo pienso más claro tengo que reacciones sociales que se creían contenidas van a ir eclosionando por todas partes. Y no porque las cosas estén mal montadas, no, sino porque los que deberían estar trabajando por el futuro mantienen todos los gestos y protocolos del pasado.

Europa se configuró en una época que no existía Internet, teléfonos móviles ni redes sociales. Europa es una entelequia que se pensó para enfrentarse a un mundo emergente que poco a poco va emergiendo. No se trata de rescatar bancos, que también, ni de reestructurar deudas, que podría ser, sino de cómo un continente viejo y lento, sobre dimensionado, repleto de normas y estructuras, se adapta a un nuevo mundo.

Miremos con objetividad ¿Quiénes son? ¿A que se dedican? ¿Cómo estructuran la sociedad del futuro? Apenas saben nada ni se dejan asesorar. Todo parece en manos de bancos salvando cuentas de resultados con ecuaciones que no se aguantan por ningún sitio, deudas soberanas que aparecieron de la noche a la mañana y de un enorme y gigantesco sofá social que nos acomoda a todos.

Europa debería ser otra cosa. La cuna de un nuevo modelo económico que diera espacio a un futuro que se acerca a toda velocidad. Metafóricamente la imagen es descriptiva. Europa corre al trote por una vía paralela por la que se acerca un tren de alta velocidad. En menos de un minuto el tren pasará de largo y nosotros seguiremos corriendo al trote pensando que el vientecillo tibio que ha quedado tras el adelantamiento no es más que una brisa veraniega. Nada grave. Sigamos trotando.

Pero no era una ráfaga, era el futuro. Mientras pensamos en como dar de comer a millones de personas que se van quedando sin trabajo, mientras los gobiernos piensan desordenadamente como enfrentarse a las encuestas, el empleo desaparece en términos generales. Podemos darle valor y relevancia a las cifras puntuales que nos dicen que se crea empleo y que parece sostenido, pero es engañarse. No llegaremos al pleno empleo nunca más. Y es normal pues no hacemos falta en la mayoría de esos puestos de trabajo.

Improvisar es un verbo que se les da muy bien a los políticos. No nos engañemos, no es estrategia, es táctica. Si les sale bien dirán que lo tenían pensado y que es gracias a una buena estrategia. Si sale mal lo borran de sus discursos y crean otra táctica. Si tuvieran estrategia y luces largas, si realmente estuvieran trabajando para el futuro de todos estarían analizando como será Europa sin empleo. Como vamos a fabricar un mundo donde el ser humano requiere trabajar en lo que lo hace humano. Su creatividad.

Estuve el jueves en Londres. En un foro muy interesante sobre la permanencia de Reino Unido en Europa que tenía como punto de inicio el informe conjunto de Deloitte y la Universidad de Oxford publicado a finales de 2014 y que aportaba alguna revisión significativa. El tema central derivó hacía que más de diez millones de empleos británicos serán asumidos por la tecnología desplazando irremediablemente a las personas que ahora los ocupan. Es decir, uno de cada tres en apenas veinte años.

Allí no se hablaba de Grecia, ni de Alemania. No se mencionó Europa, sólo se habló del futuro de occidente y del papel que la clase política, empresarial y bancaria juega en este reto de cambio y de cómo, para evitar un conflicto social inmenso, se debe trabajar a medio plazo. Se dijo que si el plazo es relativamente cómodo, empezar a construir amortiguadores es urgente.

Podemos discutir de lo que queramos. A veces parece que vivimos en planetas distintos unos y otros. Que se convoquen elecciones y se hable de ‘lo de siempre’ preocupa. Pocos, ninguno, de los que dicen que nos gobernaran bien, nombra el futuro real que nos espera. Siguen con sus discursos manidos, de distintos colores, con la misma verborrea inútil de siempre, pero ninguno habla de que el empleo se va por la alcantarilla y de que el modelo social futuro exigirá de una nueva perspectiva.

Dan miedo. Terror. Los escuchas y siguen con lo de siempre. Recuperación, cambio, críticas al de enfrente, siempre igual. Ninguno de ellos, nadie, habla de que los empleos que se están planteando ‘crear’ en sus programas serán empleos muy mal pagados, en posiciones repetitivas y propensos a desaparecer. Las personas que ganen menos de 30.000 Euros al año tienen cinco veces más posibilidades de perder su empleo que los que ganen más de 100.000. Eso es de lo que deben preocuparse ‘sus señorías’ de las narices.

Los avances tecnológicos van a provocar un cambio importante en el mercado de trabajo en las próximas décadas. A menos que se hayan comprendido y anticipen estos cambios, habrá un riesgo de desempleo general y subempleo crónico que acrecentará las diferencias sociales de manera drástica. De eso no iba la modernidad, de eso no va ‘el futuro tecnológico’. En Reino Unido, y otros, están trabajando para sentar las bases políticas de esos cambios. Coches automáticos, debates sobre como se podrá sustentar energéticamente todo esto, etc.

A menos que se trabaje en base a estos cambios inminentes, hay un riesgo de brecha cada vez mayor entre los que tendrán tecnología y los que no y una gravísima derivada sobre la ocupación laboral que se tiene que prever. Es inadmisible que de esto no se hable, debata y legisle. La generación de políticos más egoístas, mediocres y mal informados de la historia se está cargando la historia.

Los autores del informe que os comentaba hablaba de sectores que consideran de mayor riesgo. Los que trabajan en la administración, las ventas, el transporte, la construcción, la minería en una década verán como un montón de autómatas se los llevarán por delante.

Fijaos. En Londres, nos informaron, algunos empleos han empezado a desaparecer de manera masiva y silenciosa. Desde el año 2001 el 65% de los bibliotecarios han desaparecido y la mitad de secretarias o asistentes de administración también. En los supermercados apenas trabajan ya el 30% de los que lo hacían hace una década. No es un tema de robots, ni de androides, eso ya vendrá más tarde, hablamos de ‘bits’ haciendo tareas hasta ahora humanas. Es menos evidente, menos ‘glamouroso’, pero tremendamente eficiente.

Ya lo hemos dicho, el 47% de empleos actuales ya son susceptibles de ser sustituidos. Es un tema de presupuesto y amortización. A medida que las empresas puedan ‘comprar’ ese mecanismo que le evita tener un número de empleados para obtener más beneficios, lo hará. No lo podemos evitar, es pura lógica empresarial. También pasará en la administración pública. Pasará y hay que prepararse legislativamente y socialmente. Esperar a que llegue sólo hará que nos explote en la cara otra burbuja más.

Durante la revolución industrial, se fue labrando la clase media a través de la disponibilidad de puestos de trabajo en el sector manufacturero como medio de distribución de la riqueza en nuestra sociedad. ¿Cómo vamos a manejar esto ahora con la última revolución tecnológica? Los robots no sólo están haciendo el trabajo que son arriesgados o difíciles, ahora hacen cualquier trabajo que suponga una reducción de costes. No es futuro, es presente.

Lo de Grecia es Disney comparado con lo que se le viene encima a una Europa embarrada, lenta y lejos de la realidad. Las declaraciones de quienes nos ‘gobiernan’ sobre como afrontar el futuro son de aurora boreal. No se enteran o no quieren enterarse. Mucha gente va a sufrir, ya lo están haciendo y la explicación de que estamos saliendo de una crisis no se aguanta. No se trata de las cosas de antes, no se trata de un modelo económico tradicional. Hablamos de la Cuarta Revolución y muchos, los que deberían trabajar en ello, lo ignoran.

Entre hoy, mañana y pasado, escucharemos mil troikas y mil discursos. Todos acojonados con lo que vendrá tras el ‘no’ de Grecia. Pero seguirán ocupados en su partida de damas particular. No abordarán la verdadera reestructuración que nos importa. La de cómo modelamos un nuevo modelo económico y social que está sembrando ya la semillas que se traducirá en trastornos sociales a gran escala. ¿Piensan proporcionar alguna solución antes de que el problema se nos derrame por todas partes?

Como decía antes, 'Europa corre al trote por una vía paralela por la que se acerca un tren de alta velocidad. En menos de un minuto el tren pasará de largo y nosotros seguiremos corriendo al trote pensando que el vientecillo tibio que ha quedado tras el adelantamiento no es más que una brisa veraniega. Nada grave. Sigamos trotando'.

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A Europa ya sólo le queda Eurovisión

Se comentaba hoy en Bloomberg que ‘the greek drama won’t end with vote as polls show a tight race’, algo así como que por mucho que se vote el calvario griego no terminará para nadie viendo lo que las encuestas muestran sobre el referéndum del próximo domingo.

Se comentaba hoy en Bloomberg que ‘the greek drama won’t end with vote as polls show a tight race’, algo así como que por mucho que se vote el calvario griego no terminará para nadie viendo lo que las encuestas muestran sobre el referéndum del próximo domingo. Básicamente por que cualquier programa de rescate que pudiera renovarse se enfrentará a obstáculos insalvables en el parlamento germano, el mayor acreedor de los griegos. Es incluso posible que cualquier gobierno griego, aun votando ‘sí’ el pueblo griego, lo tiene crudo pues las negociaciones con Alemania no está claro que puedan llevarse a cabo. No se fían y menos cuando ponen la calculadora en marcha y les salen otros 36.000 millones de euros a soltar en tres años.

Esto ya no va de si Alemania quiere o puede, de si Europa está o no se le espera. Esto va de que los paquetes de rescate que se deben ofrecer y que el parlamento alemán tiene que autorizar puedan ser aportados. El sistema utilizado hasta ahora, el European Stability Mechanism, está plagado de inconvenientes llegados a estas alturas. En Alemania se considera que un voto afirmativo de los helenos a seguir con el plan de austeridad que los lleve a la pobreza extrema a cambio de no presentar un ‘default’ integral llevará a Grecia a un punto muerto de varios meses. Tras la renuncia de Tsipras y Varoufakis vendrían elecciones que hasta septiembre no se podrían ejercer. En esos términos todo lo que la ley exige que se debe hacer para acceder a los fondos no se podría desarrollar. Punto y final.

Ni el sí ni el no tienen la solución. De hecho se ha llegado a tal punto que lo que tenemos ante nosotros no es más que el final con consecuencias que los mercado aun no han querido medir ni los que lo intuyen se atreven a comentar. Mientras tanto vamos escuchando en tertulias de bar televisadas y en artículos de opinión interesados doscientas teorías sobre todo ello la mayoría de los casos con escasos fundamentos.

Los ciudadanos alemanes, que no nos olvidemos también votan y lo hacen a sus políticos alemanes que dependen de ello para seguir mandando en su propio país, ya no quieren mayoritariamente que Grecia siga en el euro. Del 51% que lo querían en febrero ya sólo son un 44%. Incluso ya hay opiniones muy destacadas que aseguran que lo mejor es sacar a patadas de Europa a los griegos. Lo dice un tal Hans-Peter Friedrich, ex ministro de Interior y diputado en representación de la CSU de Merkel. Disfrazando de ‘lo mejor para Grecia’ venia a decir que en el euro ya no hay sitio para los griegos cueste lo que cueste y que los votos del próximo domingo deberían de importar poco. Deben irse.

Grecia está en ‘default’ técnico como decíamos ayer. El tiempo irá disipando algunas responsabilidades como la que no se puede abstraer el FMI. Como no logren pactar un acuerdo de financiación con los que quieren su pasta, a la institución que se saltó todas sus propias normas prestando 35.000 millones sin tener evidencia de que se lo iban a reembolsar se la van a llevar por delante. Y no sólo por gestionar con el culo, sino también por hacerlo en base a intereses que cada vez son de mayor incoherencia con el peso de las economías del mundo.

El FMI está al servicio de Europa. De una parte de Europa. Las economías más grandes y emergentes del planeta se oponen a esa dinámica interesada hacia salvaguardar una economía, la europea, que cada vez pinta menos en el concierto global. Si quitas Alemania, que eso es otra Europa, y descartas al Reino Unido, que eso ya no se sabe que es, nos queda cero coma cero. Los grandes, Francia, Italia y España son lo que son y están como están. El resto, son postales de Navidad, bonitas estampas que quedan bien pero ocupan espacios sin trascendencia y sólo por temporadas.

Si el FMI piensa que puede obviar el desastre europeo va muy equivocado. Estados Unidos ya amenaza con dejar de participar en el fondo para ajustar cuotas que son imprescindibles para apoyar nuevas economías que emergen. De facto eso sería una estocada mortal a la institución de la Sra. Lagarde. De hecho la administración de Obama exige que se anule la deuda griega.

¿Que hizo mal el FMI? Un montón de cosas. Pero la más evidente fue tratar el problema griego en 2011 como si fuera una partida del monopoly. El diseño del plan de recuperación del rescate contemplaba una caida del PIB del 5% y una recuperación a toda leche devaluando internamente. Pero eso no fue así. Grecia ya lleva acumulada una caída del 25% de su PIB y de momento no se ha detenido.

La pobreza apareció por todas partes. Si pasas por Atenas lo notas, pero como te vayas a Salonika lo flipas. Ahí está la ‘otra’ Europa, la que nadie quiere ver, una que se parece al desaparecido Chipre. Resulta que la austeridad se lleva por delante la economía de un país y se considera que más austeridad lo va a arreglar todo. Se van a ventilar lo poco que queda.

El camino se termina. El FMI no puede ayudar a Grecia. Europa no puede ayudar a Grecia. Hay otra parte de Europa que podría estar tan jodida como Grecia si empezamos a ponernos detallistas con lo que somos unos y otros y analizamos que es eso de ‘la recuperación’ o que significa realmente ‘estamos creando empleo veraniego’. A Grecia no le van a dejar un duro a menos que ‘reestructure’ su deuda. Pongo entre comillas lo de la reestructuración porque en realidad quiere decir que les van a hacer ‘un griego’ mucho más intenso.

Seamos justos. A Grecia no la quiere rescatar nadie. En realidad de lo que se trata toda esta función es de rescatar acreedores. El plan de ‘2020 salvemos Grecia’, el programa que se presentó como un rescate a Grecia no era más que un plan de recuperación de la pasta de los prestamistas privados. De hecho fue el método por el cual los bancos franceses y alemanes que estaban más pillados pudieran escapar de la refriega. Todo eso lo saben brasileños, americanos, rusos, chinos y esquimales. Por eso, los planes del FMI y de cualquiera que toque un duro de los paises emergentes lo tiene complicado de ahora en adelante.

De Grecia nos quedará la ‘Tragedia’, de Europa el ‘drama’. Que mal lo han hecho todos. Todo cuanto pasa estos días no es más que el reflejo de una Europa que pudo ser pero no será. No nos sentimos europeos aunque suene más ‘cool’ que decir otra cosa. Reino Unido se va, Grecia no está, Chipre ya no hay quien lo encuentre en el mapa, Italia parece una caricatura, Francia es una bomba de relojería, Alemania ya no tiene claro si quiere o no quiere. Bruselas es un barrizal, Estrasburgo un gasto.

Mientras tanto, el planeta sigue su curso. El mundo, ese otro, sigue modernizando sus sistemas, automatizándolo todo, gestionando datos y cambiando la cadena de valor de todo lo que se produce. Y todo sucede cada vez más lejos. En Europa hay gente brillante, proyectos increíbles. Pero no hay agilidad. El tiempo pasa como pasa todo. La generación de políticos más inútiles de la historia se está ventilando la oportunidad de todos, se están repartiendo un pastel que era de nuestros hijos. Lo hacen porque no tienen claro si podrán comerse otro. Solo nos queda Eurovisión. Cabrones.

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Grecia es la anécdota de una Europa estancada

Podemos darle mil vueltas al asunto griego. Vueltas y vueltas. Podemos poner encima de la mesa consideraciones políticas, de orgullo patrio o de imposición germánica. Podemos darle al ventilador. Podemos, incluso, creernos todo lo que nos cuentan. Podemos.

Podemos darle mil vueltas al asunto griego. Vueltas y vueltas. Podemos poner encima de la mesa consideraciones políticas, de orgullo patrio o de imposición germánica. Podemos darle al ventilador. Podemos, incluso, creernos todo lo que nos cuentan. Podemos. El asunto no obstante tiene una arista más técnica. Grecia debe mucho dinero. Debe pagar plazos y ya se ha saltado alguno de ellos. El BCE ya le ha dicho que eso está mal. Y lo está no tanto por lo que significa dejar de pagar una cuota sino por lo que se esperaba obtener de todo ello. Es más feo hablar de intereses que de cuotas.

Grecia necesita aportar unos mil millones de euros sólo en términos de intereses sobre el dinero prestado. Son la amortización e intereses que se hacen pagaderos el 18, 19 y 20 de este mismo mes. Son los bonos en tenencia del propio banco europeo. Ese es el punto de inflexión y del que poco se habla.

Una vez que Grecia no pague, que no pagará, como ya hizo con los 1600 que vencieron de cuota, todos van a mirar al resto de acreedores para saber si se mantienen las vías de urgencia. No está claro que tras el Referendum el grifo se cierre, pero puede ser. Si los griegos votan ajustarse un agujero más el cinturón el conflicto entre la política y la realidad se encarecerá para los ciudadanos de ese país y el riesgo de tener parte del tercer mundo a una hora y media de avión y en plena Europa será muy probable.

Un tercer mundo revestido de ‘rescate’ pero tercer mundo al fin y al cabo. Una economía basada en nada, un plan de crecimiento imposible de ejercer y una sociedad que considera que ya ha pagado suficiente sus pecados y no piensa redimirse de ninguno de ellos. La corrupción socializada es parte del problema pero se acusa a quienes la ampararon como responsables de su distribución. Ahora nadie quiere asumir sus culpas.

Si el pueblo heleno dice no al plan europeo el asunto entra en pura niebla. No es fácil divisar donde está el acantilado. No se ve. Probablemente en ese 18 de julio. Con un no, el gobierno griego debe sentarse de nuevo a negociar ‘imponiendo’ sus condiciones, las condiciones del pueblo. Con eso sobre la mesa el tiempo correrá en contra de Grecia pues los requerimientos de pago llegarán y las soluciones o acuerdos seguirán lejos, más lejos aún.

El famoso ‘Grexit’ es más que probable bajo un prisma ‘técnico’. Veamos. Si votan no, teniendo en cuenta que Bruselas ya ha calificado ese referéndum como una especie de ‘si o no’ a Europa, un ‘no’ será como admitir que se repetirán los impagos. De esa manera Grecia se verá sumida en una espiral complicada pues al no pagar no recibirá liquidez de urgencia para pagar pensiones, funcionarios o proveedores por lo que la única manera de no parar la maquinaria del Estado será hacerlo con unos pagarés ‘oficiales’ que de algún modo serán, técnicamente, una nueva moneda: el ‘dracmapagaré’.

De todo esto, que no ha hecho más que empezar, podemos aprender varias cosas. De hecho está bien, como antes ya hemos hecho, mirarlo con mayor cercanía de la que dirigentes iluminados nos advierten. Vivimos en una especie de inopia por desconocimiento forzado. Unas veces por incapacidad de los que lo explican y otras por mala fe de quienes saben lo que pasa realmente. La cuestión es que no se cuentan las cosas como son.

Ahora sabemos que, por mucho que Bruselas se esfuerce en pintar de esfuerzo todo lo que hacen, de llegar a acuerdos de madrugada para que parezca que se lo curran mucho y que la sangre nunca llega al río, resulta que estas cosas pueden pasar. La suspensión de pagos, las quitas desproporcionadas, los corralitos, la vuelta a monedas anteriores al euro y vete tú a saber.

El gobierno español, italiano y portugués se esfuerzan en decirnos que Grecia está muy lejos. Y no lo está. En 2011 quedó claro, estaba a tiro de piedra. La incertidumbre va a ir dando alas al precio de la deuda. Estos días la prima de riesgo se está portando bien, pero eso es simplemente porque la prima, a veces, descuenta las cosas en diferido. La deuda se va a encarecer, su pago y amortización también. ¿Saben cual es el país más endeudado con el exterior de todo el planeta? Si, has acertado. Estados Unidos el primero y España va segunda por cierto. La deuda externa española es la medalla de plata.

Seguir leyendo sólo prensa tradicional y sus análisis es suicida. Lo fue hace años cuando absolutamente nadie decía la que se nos venía encima. Que tiempos aquellos en los que era evidente que todo se derrumbaría y que si lo escribías o te demandaban o te llamaban catastrofista. Ahora sabemos que todo aquello aun no ha terminado por mucho que se esfuercen en envolverlo en papel celofán. Los datos comparativos son muy jodidos. Cuando estás muy abajo, comparar con lo inmediato siempre te da positivo, pero sigues estando en el culo del vaso.

Sabemos que lo de Grecia es financiero pero tiene una deriva genérica mayor. Modelos productivos, tecnología y desarrollo de una nueva sociedad que debe adaptarse al futuro sin empleo que se avecina. Si no nos preparamos poco a poco Europa se irá convirtiendo en una postal del pasado. Se lo están currando quienes ahora mandan. Encima, mientras todo pasa, se pasa por encima de la gente que, aun teniendo alguna culpa, la mayor de ellas es haber votado (o no) a quienes desordenan el puzzle de todo esto.

Lo preocupante es que, al igual que en 2011, todo este asunto afectará de manera importante a las empresas, motor de todo. Hace años que el problema es crear empleo. Por desgracia se está creando en los mismos sectores donde no se produce ningún cambio de modelo productivo que pueda hacernos pensar que vamos en el tren del futuro. Ahora se acumula un nuevo problema de dimensiones difíciles de analizar. Lo único que sabemos, es que nadie ha actuado estratégicamente.

El futuro llega. Su tono es absolutamente distinto al que tiene este presente. Para muchos llegará y ni lo notarán. Otros, los que ya trabajan en él, van a definir la sociedad del futuro. La diferencia entre países que conquistarán su propio destino y otros que vivirán el que les quede, radicará en lo que se haga en estos momentos. Europa, cada vez que intenta solucionar algo se enreda en un barrizal legalista, inservible y viejuno. Europa se está quedando mientras el mundo sigue girando. Lo de Grecia es una anécdota más.

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Nuevas convocatorias Conector Spain

La semana pasada tuvo lugar el primer comité de inversión de Idodi Venture Capital. A fecha de hoy ya se ha comunicado a una de la muchas startups que se presentaron que ha sido la elegida. Como teníamos previsto, serán dos las que recibirán inversión antes de finalizar el verano. Durante esta y la próxima semana se decidirá esa segunda. Una vez sepamos cual es comunicaremos ambas. 

La semana pasada tuvo lugar el primer comité de inversión de Idodi Venture Capital. A fecha de hoy ya se ha comunicado a una de la muchas startups que se presentaron que ha sido la elegida. Como teníamos previsto, serán dos las que recibirán inversión antes de finalizar el verano. Durante esta y la próxima semana se decidirá esa segunda. Una vez sepamos cual es comunicaremos ambas.

Un producto en el mercado, una perspectiva de internacionalización que pueda utilizar el estímulo que significa Irlanda y una búsqueda de financiación próxima a una serie A, eran los requisitos. Fue especialmente significativo que un buen número de las candidatas provinieran de aceleradoras. Concretamente más de la mitad habían pasado por una. Una vez que una startup pasa por una aceleración, unos meses más tarde puede estar en el punto exacto en el que nuestro fondo invierte. Me satisface especialmente que entre las más interesantes había varias que pasaron en su día por Conector.

Aprovecho para comunicar alguna novedad sobre nuestra aceleradora. En primer lugar recordaros que el próximo lunes 29 en IESE Business School Barcelona tenemos otro Demo Day, concretamente el de la tercera edición de Conector Barcelona, donde 9 startups presentarán su estado actual.

Ya tenemos abierta la convocatoria de nuevas startups para entrar en Conector Barcelona y Conector Madrid. En Barcelona, a parte de las instalaciones actuales en el edificio Startups Calabria, hemos abierto otra sede en la zona mStartup Barcelona (edificio MediaTIC) en Barcelona Activa.

Además de esto, tenemos un programa llamado Conector Growth caracterizado por una aceleración más rápida (3-4 meses). En Madrid dentro de pocos días haremos oficial el espacio Conector Madrid que empezará en Septiembre y para la cual estamos buscando las mejores startups de España.

Si tienes un proyecto tecnológico con alto valor de crecimiento y consideras que una aceleración como la nuestra es algo que necesitas, no dudes en solicitar información. Nuestro valor añadido son nuestros menores. Mentoring de verdad que se basa en un 'matching' previo de compromiso entre los emprendedores y éstos. Además Conector funciona como un ecosistema tecnológico y de talento gestionando redes de contactos en todo el panorama digital español e internacional. También el tema de la financiación. Más del 80% de las startups que acaban la aceleración obtienen financiación, y en casi la mitad de los casos con sobre demanda.

 

 

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¿Es imprescindible digitalizarse?

El reciente estudio realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU) y patrocinado por SAP sobre los efectos de la economía digital en las empresas y la opinión de éstas en cuanto a lo que significará en el futuro inmediato. El nombre de este estudio es 'Economía Hiperconectada', un programa de investigación con diferentes fases. En la primera fase se entrevistó a expertos y académicos sobre las consecuencias económicas de la hiperconectividad y el concepto en si.

El reciente estudio realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU) y patrocinado por SAP sobre los efectos de la economía digital en las empresas y la opinión de éstas en cuanto a lo que significará en el futuro inmediato. El nombre de este estudio es 'Economía Hiperconectada', un programa de investigación con diferentes fases. En la primera fase se entrevistó a expertos y académicos sobre las consecuencias económicas de la hiperconectividad y el concepto en si.

En esta segunda fase se ha examinado cómo se aplica a nivel organizacional. Se han encuestado a 561 líderes empresariales de todo el mundo, de distintos sectores, cargos en sus empresas y perfil de compañía. En las conclusiones de dicho estudio aparece una frase rotunda: 'The Digital Economy is not just a strategic move – it’s an imperative’, viniendo a decir que, tras el estudio y recogiendo las opiniones de todos los actores implicados, la sensación de que el comportamiento del mercado y de los negocios tienen sólo una vía.

Me parece interesante que el 39% de los encuestados ha introducido cursos de formación en ‘skills’ digitales para sus empleados con el objetivo de hacer frente a las necesidades existentes en el panorama actual. Por un lado me parece una cifra importante, pero por otro me da la sensación que es insuficiente. Si todavía estamos pendientes de que se formen el resto es que esas empresas no están atendiendo en tiempo real la realidad de sus tiempo. Actualmente en Idodi impartimos cursos de este tipo y es muy interesante comprobar como, desde un momento determinado, el avance en los elementos de digitalización en las empresas se convierte en un acelerador no sólo de las ventas sino también de la mejora de otros aspectos como la localización de proveedores o la comunicación interna.

De hecho la gran mayoría de las empresas consideran que la economía digital es una oportunidad de desarrollo de negocio, de abrirse internacionalmente, de relaciones internas y externas en las compañías. La mayoría de avances en conectividad de todo tipo, ya sean automatismos, ‘wearable’, datos masivos o conexión de objetos, han modificado todo en un tiempo muy rápido. El cliente potencial es muy distinto y se accede a él de manera muy diferente a tan sólo hace un puñado de años.

Hábitos, opiniones y tendencias es lo que analiza este estudio que por la dimensión me parece relevante. Es interesante destacar que casi un 60% de las empresas que han participado consideran imprescindible que para sobrevivir deben adaptarse a este escenario digitalizado y sólo un 14% siguen pensando que lo digital no significa ninguna oportunidad que mejore sus actuales negocios.

Según el informe, y esto si es destacable, casi la mitad de las empresas encuestadas aseguran que lo que les parece más impactante es la aceleración cada vez más rápida de cualquier proceso en sus negocios. Como que todo va muy rápido y que es difícil atender esa creciente velocidad sin automatizar la gestión de alguna parte de la cadena de valor. En principio la mayoría de esas empresas siguen pensando que todo ello llevará a una mayor agilidad y una innovación recurrente.

En el ámbito de la localización de mercados, las empresas que han participado en el estudio destacan principalmente que la fusión entre la red, la tecnología móvil y la gestión de datos masivos, están logrando que esos nuevos espacios comerciales aparezcan y sean más factibles de conquistar. Más de un tercio certifica que aplicar modelos digitales de exposición, captación y gestión de tipo internacional les ha ayudado a localizar y trabajar con proveedores de otros países.

Aunque el informe no detalle al respecto, para mi, sigue siendo fundamental como la prioridad ya no es sólo vender sino también generar un entorno de confianza entre los actores principales del hecho comercial: vendedor y comprador. Eso, desde la red, es inmensamente importante y uno de los puntos diferenciales entre pymes o pequeños comercios y grandes multinacionales es el como se afronta todo ello.

El estudio habla de tendencias y opiniones, transformarlo en algo eficiente y favorable es posible también para las pymes. Ser capaz de afrontar ese valor diferencial y engrandecerlo es ventajoso para tiendas virtuales o comercios en definitiva que saltan a la jungla comercial que supone Internet ahora mismo.

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Tecnoconsciencia y la adaptación al cambio de modelo económico y social.

Ayer participé en un debate organizado por la Direcció General de Telecomunicacions i Societat de la Informació de la Generalitat de Catalunya donde se analizaba, en mi mesa, el concepto de la ‘tecnoconsciencia’ social. Es algo de lo que discutimos aquí y del que mucho se está empezando a decir. Llevamos algún tiempo viviendo una aceleración tecnológica como nunca antes había vivido la especie humana y eso, con el incremento de la velocidad que va a adquirir, aun va a ser más radical, de un modo exponencial. 

Ayer participé en un debate organizado por la Direcció General de Telecomunicacions i Societat de la Informació de la Generalitat de Catalunya donde se analizaba, en mi mesa, el concepto de la ‘tecnoconsciencia’ social. Es algo de lo que discutimos aquí y del que mucho se está empezando a decir. Llevamos algún tiempo viviendo una aceleración tecnológica como nunca antes había vivido la especie humana y eso, con el incremento de la velocidad que va a adquirir, aun va a ser más radical, de un modo exponencial.

Desde la consultora en transformación digital para empresas e instituciones tratamos cada día el complejo tránsito en el que estas organizaciones derivan de una simple presencia digital a un espacio de conversión en ventas para las primeras o de implementación de modelos que utilicen toda la potencia de la digitalización en las segundas. No es fácil, pero hay método. Todo gira en torno a la manera de entender el momento, las claves que se persiguen y los objetivos convertidos en finalidad práctica. No todo es hablar de conceptos, que también, pero hay que darles forma real, aspecto de beneficio en todos los sentidos.

La Ley de Moore dice que la potencia de los chips de los ordenadores se dobla cada año, pero ahora entendemos que esta ley no sólo se restringe a los chips, es algo que pasó con los diodos, las válvulas, y todo lo que se desarrolló antes, y no sólo se restringe al campo de los ordenadores, está ocurriendo en la biología sintética o la biotecnología. Cada vez que convertimos la tecnología en una ciencia de la información se convierte en exponencial. Hay quien duda que esa capacidad de crecimiento sea infinita puesto que físicamente hay un límite. En ese momento, para seguir creciendo exponencialmente requeriremos de otra tecnología, pero mientras ese momento llega, ¿qué debemos hacer? ¿cómo vamos a vivir ese tránsito acelerado empresas, individuos e instituciones?

Hoy en día cualquiera de nosotros en su bolsillo lleva más capacidad tecnológica de la que llevaba cualquiera de las sondas espaciales que nos llevaron a la luna. Hace apenas una década muchos de los términos que ahora utilizamos, modos de transmitir el conocimiento y métodos de trabajo eran absolutamente desconocidos. Ahora mismo confluyen muchos cambios, de hecho casi es imposible listarlos todos por la emergencia en la que se van sucediendo. Por poner un ejemplo que no solemos hablar aquí. En breve las posibilidades que aportará la codificación de nuestro ADN y los avances biotecnológicos nos llevarán una nueva medicina de tipo preventivo y que dejará en un segundo plano la que ahora tenemos de tipo curativo.

Otro que hay que tratar. El asunto energético será clave también. A pesar del anunciado punto de no retorno de las energías fósiles, cada vez, el coste energético con fuentes alternativas son menores. La electricidad que se genera a partir de paneles solares provocará que todos los individuos puedan fabricarse su propia energía dicen. De hecho cada año y unos meses, se duplica la producción de energía de este tipo. Según algunos expertos en apenas quince años, la capacidad instalada podrá generar el completo de la electricidad que se consume en el mundo.

Mientras la medicina y las fuentes energéticas van evolucionando, nosotros, los individuos nos iremos hiperconectando. La consciencia de todo ello se hace cada vez más compleja pero al mismo tiempo más absoluta. La geografía como ahora la conocemos se va a ir desdibujando. Ya sucede. Tres mil millones de humanos están conectados los unos a los otros y en cinco años seremos el doble.

El comercio electrónico, la organización digital, la operativa de los datos y la interconexión con objetos lo transforma todo. Vivimos en una plataforma aterritorial, donde las cosas y los pensamientos se transmiten de un modo integral y donde el conocimiento no requiere ser adquirido con respecto a donde vives. Un estudiante de Lagos es capaz de acceder a los mismos datos sofisticados que uno de California. El MIT ha puesto online todas sus enseñanzas para que puedan verlas todo el mundo. La educación va a convertirse en un servicio libre y gratuito para todo el mundo. ¿Por qué no permitir a nuestra empresa o nuestra institución pueda adquirir ese espacio también?

Aquí aparece siempre el concepto del ‘posthumanismo’, el de la singularidad, el de que las máquinas nos quitarán el empleo. El hecho de que todo esté conectado y que esa conexión en muchas ocasiones represente un espacio en el lenguaje de los robots y de la inteligencia artificial asusta. Y es para asustarse. Siempre ha sido así. Cuando no entendemos como será el futuro nos acojonamos pues sólo vemos lo que no será y difícilmente podemos divisar lo que sí podría ser. De todo hay y ya explicamos las voces criticas que hay y que cada vez son más intensas.

Hay países dónde ese futuro se afronta de un modo optimista y otros que lo abordan desde el miedo. Estos últimos lo van a pasar muy mal. El mercado de trabajo no va a ampliarse, si tienes un 25% de paro no vas a reducirlo ya, nunca, al 4%. El pleno empleo es una quimera para los que no están enfrentándose al futuro como toca. En menos de un decenio el mercado laboral se fragmentará eliminando intermediarios dejando en dos espacios contrarios todo el sistema.

Hablamos de los empleos cualificados bien pagados por un lado y los de escasa cualificación y mal pagados por otro. El riesgo es la fractura social más que evidente. Lo mismo pasa con empresas y sistemas políticos. Donde podamos incluir un software o un robot capaz de hacer algo que un humano sea más lento o ineficiente, el cambio sucederá. Sin embargo, cada vez que un intermediario desaparezca, cada vez que un automatismo se encargue de un puesto de trabajo ‘humano’ la cadena de sucesos se irá agilizando. Millones de nuevos empleos aparecerán, menos que los que se destruirán por una lógica física. Nuevos modelos impondrán un reto para los gobiernos y por supuesto para las personas. La revolución tecnológica precisará de que cada uno de nosotros tengamos nuestra propia revolución íntima.

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El poder económico pivotará y lo hará rápido. En cinco años los países más poblados del planeta que ahora están considerados ‘emergentes’ pasarán a ser las mayores economías del planeta. Así lo estima la ONU. Casi la mitad del planeta se incorporarán en nada a la competición global. Serán productores, competidores, pero también compradores, consumidores. Es clave ver esa doble vía.

El problema que tenemos en algunos lugares es que todo este tremendo cambio de época que estamos viviendo precisa no solo de acción directa de los que definen las políticas. Es imprescindible que lo hagamos todos como sociedad. Que si vemos que la educación no está adecuada a lo que viene, pues debemos exigir esos cambios. Si la economía se embarca de nuevo en una locura inmobiliaria, de nosotros depende no alimentarla. Si el progreso y la tecnología se enreda con leyes que lo ralentizan todo, debemos exigir que los avances en todos los campos lleguen a directamente.

Hace un siglo la humanidad era campesina. El mundo entraba en colisión con una nueva amenaza llamada tecnología. La ciudad era su escenario. Sin embargo el tiempo pasó y fuimos capaces de entenderlo no sin problemas. Ahora menos del 3% de la población occidental trabaja o vive del campo. Aparecieron nuevos empleos y ahora pasará lo mismo. Al igual que entonces, aquellos empleos que iban naciendo y que nadie podía ni imaginarse décadas antes, ahora viviremos, más rápido el mismo punto disruptivo. Somos innovadores, nos adaptamos y aprendemos de nuestros propios retos. La única cosa que debe preocuparnos es si nuestro modelo actual, de negocio, de relaciones o intermediación, es válido como está o precisa de que alguien nos ayude a tramar una estrategia para no sufrir a muy corto plazo.

La tecnología reduce el costo de todo. Si algún día todo ello fuera ‘gratis’ el concepto trabajo estaría en riesgo. Lo mecánico, pesado, repetitivo pasaría a ser una obligación técnica y los humanos podremos dedicarnos a cosas más edificantes y creativas. Veremos cuando y como, pero de momento no estaría mal irse preparando. Las cosas suceden y luego las entendemos decía Borges. Pues eso, cuanto antes nos pongamos, antes las entenderemos y así podremos disfrutar de todos sus beneficios.

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¿Quien ganó la primera competición entre un periodista y un robot?

Hace unos días un reportero de la NPR accedió a competir contra una máquina denominada WordSmith perteneciente a lo que conocemos software de periodismo robótico. Hemos hablado ya de ello en diversas ocasiones y resulta fascinante. La idea era no tan solo establecer si era factible o no, eso ya se sabe que si lo es, era juzgar el nivel y velocidad de ambos contendientes.

Hace unos días un reportero de la NPR accedió a competir contra una máquina denominada WordSmith perteneciente a lo que conocemos software de periodismo robótico. Hemos hablado ya de ello en diversas ocasiones y resulta fascinante. La idea era no tan solo establecer si era factible o no, eso ya se sabe que si lo es, era juzgar el nivel y velocidad de ambos contendientes.

Es algo que ya sucede con normalidad aunque muchos sigan mirando hacia otra parte y está bien medir el nivel y sus resultados. Para ello se eligieron a los mejores. WordSmith, fabricado por la compañía Insights, ‘escribe’ sobre temas deportivos y financieros que ya se publican habitual y automáticamente en Yahoo a través de Associated Press y por otro lado a Scott Horsley, uno de los corresponsales de mayor experiencia en la Casa Blanca. Se sabe que es preciso ser rápido, sintético y especialmente claro en esa corresponsalía, por lo que la competición prometía.

La competición era sencillamente para saber ¿quién sería mejor? ¿todavía la redacción de una noticia sin opinión es mejor en términos de tiempo de ejecución y calidad descriptiva que la de una máquina? Para responder se impusieron unas reglas. Ambos debían esperar al flujo de información que llegaría en un momento concreto sobre un informe de ganancias. Una vez llegó el cronómetro empezó a contar y el foco era lograr una redacción en el menor tiempo posible y con un estilo aceptable. Ambos temas serían las que calificarían. Aquí está el resultado:

Cuando el informe de resultados llegó a la redacción, WordSmith terminó su trabajo en apenas dos minutos. Scott necesitó siete. Sin embargo, aquí arriba las he replicado, la historia de la izquierda, escrita por un robot no tiene el estilo del corresponsal de la Casa Blanca. Pero según los programadores de Insight eso es algo menor, es factible ‘enseñarle’ a aprender estilos ‘leyendo’ millones de textos que queramos que tome como referencia. Puede incluso ironizar o crear metáforas. Pero aquí puedes leer su trabajo en diferentes campos. Lee lo que ha escrito un robot. 

Al final se consideró que tal vez, estábamos ante un ‘empate técnico’. La velocidad contrarrestaba una falta de estilo. Pero eso parece que es algo absolutamente superable. WordSmith es programable y el que se utilizó para este caso partía de un precepto que Scott no respetó: la historia debía estar bajo un tono sencillo al estilo AP como establece la comunicación de resultados económicos. En apenas unas horas los ingenieros de Inshight lograron modificar ese estilo y ya han propuesto la ‘revancha’.

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En 2019 Internet creará más datos que en toda su historia sumada.

Las estimaciones son parte del Visual Networking Forecast de Cisco, que analiza cómo la tasa de creación de datos y el uso de Internet se expande año tras año. Resulta que según sus análisis privilegiados por tener acceso a datos por cuanto son autopistas de las mismas y a partir de las estimaciones de este año, el volumen y su crecimiento exponencial entre este año y 2019 no tendrá precedentes.

Cisco ha publicado su informe anual. En él predicen que dos zettabytes de datos que se generan durante todo el año 2019 marcarán un record absoluto en todos los sentidos. Advierten que la red debe estar lista para ese punto de inflexión. Hay riesgo de colapso. Las estimaciones son parte del Visual Networking Forecast de Cisco, que analiza cómo la tasa de creación de datos y el uso de Internet se expande año tras año. Resulta que según sus análisis privilegiados por tener acceso a datos por cuanto son autopistas de las mismas y a partir de las estimaciones de este año, el volumen y su crecimiento exponencial entre este año y 2019 no tendrá precedentes.

En 2019, el tráfico IP mundial alcanzará las vertiginosas posición de 168 exabytes al mes, marcando el triple de los 59,9 exabytes al que se llegó el año pasado por ejemplo. Si esto se cumple, la cantidad de datos a finales de esta misma década será más grande que toda la información generada en Internet a lo largo de su historia desde su concepción a mediados de los años ochenta. Si no te entra en la cabeza que es un exabyte o un zetabyte, te aconsejo mirar esta infografía desarrollada por Cisco.

La razón es obvia. Hay más dispositivos y cada vez más inteligentes y capaces de hacer más cosas y de mayor envergadura y, también, hay más creadores de contenidos cada vez con mejores herramientas para superar en peso y sofisticación cuanto se crea. Además, medios vinculados al uso audiovisual finalmente se han lanzado al escenario digitalizado. Sin embargo, la razón fundamental será la irrupción de la IoT, cuando las máquinas empiecen a hablar entre ellas. Ahí el descontrol de datos tomará dimensiones bíblicas.

Van a aumentar dispositivos, pero también usuarios. La estimación es pasar de 2.800 millones actuales a los 3.900 en tres años lo que ya nos encaminaría a a mitad de la población mundial. ¿Si te extraña resulta pensar que medio mundo todavía no está conectado? Pues revisa los que aun no tienen ni luz. Los vas a flipar.

Recientemente, uno de los fundadores de la Internet, Vint Cerf, advirtió que la lenta adopción del IPv6, la versión más actualizada de direcciones IP, provocará un colapso irremediable si no se toman medidas. habla de una larga era oscura digitalmente hablando. Cisco, en su informe asegura que en 2019 el 41% del planeta lo tendrá listo no obstante.

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Entrevista para el Diario del Golfo Pérsico de Emirates.

La semana pasada Carles Enric López me entrevistó para el medio escrito en español editado desde Emiratos Arabes 'El Diario del Golfo Pérsico'. Aquí os dejo la transcripción del mismo y el enlace de este interesante medio que trata aspectos económicos que afectan a este lugar del planeta tremendamente activo.

La semana pasada Carles Enric López me entrevistó para el medio escrito en español editado desde Emiratos Arabes 'El Diario del Golfo Pérsico'. Aquí os dejo la transcripción del mismo y el enlace de este interesante medio que trata aspectos económicos que afectan a este lugar del planeta tremendamente activo.

PREGUNTA.- Por ir directo al grano: vive en Irlanda y quería plantearle si hablando desde una perspectiva europea, y teniendo en cuenta la competencia principalmente del mercado asiático, ¿la relación entre el Estado y el trabajador del futuro será muy diferente a la actual? ¿Sistemas relativamente poco sostenibles como el europeo son sostenibles?

RESPUESTA.- La Administración en Europa en general es un inconveniente para el progreso y en algunos países incluso es un muro infranqueable. Da igual el color. Ahora mismo las entidades públicas podrían impulsar algo la actividad emprendedora y como dices irse adaptando a algo que tiene poco que ver con lo actual. La relación entre empresa, Estado y trabajadores no es factible como lo tenemos a medio plazo. Si a eso sumamos la escasa apuesta por la innovación, la de verdad, no la de escaparate, la gestión pública no es más que un barco a la deriva. Seguir subsidiando sectores que no llevan a ningún lugar es la evidencia más clara. El problema es que cuando hablas de eliminar estado automáticamente, a los que manejan todo, sean de un color u otro, les entra el pánico.

P.- Algunos han hablado de éxodo por la “expulsión” de jóvenes a otros mercados. Otros hemos pensado que ya era hora de que los jóvenes españoles salieran a ver el mundo. Es muy usual en EEUU o Alemania que los jóvenes ya estudien o vivan fuera de casa, cuando en España sucede a partir de los 30 o más. ¿Qué mensaje daría a aquellos que aún ven el trabajar fuera como un fracaso por no estar trabajando en la puerta de al lado de su casa?

R.- La verdad es que cuando hablan de expulsión o éxodo lo hacen porque siguen con el patrón mental que señalas. Irse es una especie de acción desesperada. Sin embargo en mi opinión, en mi experiencia, que no he vivido en el mismo lugar más de tres años seguidos, eso de explorar, conquistar, conocer y conocerse, aprender idiomas, darse cuenta de lo poco que sabemos cuando creemos saber tanto, eso de afrontar un reto personal como es irse ‘de casa’ es lo mejor que se puede hacer. En la expresión ‘irse de casa’ ya lo dicen todo. Es como si al salir al exterior no pudieras nunca sentirte como en casa y abordar ese nuevo espacio como un lugar de crecimiento personal y profesional. Si miles de jóvenes se van no es grave, incluso si no regresan, el problema es por qué se van y por qué no regresan.

P.- Aunque formemos parte de la Unión Europea no existe realmente una unión fiscal y menos laboral. ¿Cree que es el principal escollo para que Europa sea realmente una potencia unificada? ¿Es lógica la diferencia de modelos impositivos tan grande entre países como por ejemplo Irlanda o España?

R.- Lo primero es que esa hipotética diferencia fiscal, que existe, hay que mirarla en términos de carga fiscal y a veces lo que supone algo muy evidente no lo es. Por ejemplo en el caso de Irlanda el impuesto de sociedades es del 12,5% pero la tributación asociada a las personas y las tasas son importantes cuando se suman todas. Por no hablar del coste de la vida asociado a un salario mínimo de 1.600 euros aproximadamente que ha encarecido todo bastante y con unos servicios públicos casi inexistentes y que debes pagarte tú mismo. Hay que revisar cómo y de qué manera se estructura todo. Sin embargo, cuando Irlanda inició una política impositiva a la baja avisó, sugirió hacerlo en el resto de Europa y ésta se negó. Irlanda las pasó putas durante unos años ingresando muy poco. Ahora incluso cambiando como pide Europa, ya han logrado mucho, convertir un país dependiente de la agricultura y ganadería en un centro mundial de talento e industria tecnológica. Eso no es un milagro, es una política dirigida a la libertad empresarial y al impulso concreto de un modelo.

P.- Muchos partidos políticos apuestan por un aumento del empleo público. Un empleo, en principio fijo y estable de por vida, que entronca con la realidad del empleo privado, podríamos decir la antítesis. Vemos curiosamente por ejemplo que en España genera más ofertas una empresa privada como Infojobs que todos los servicios públicos de empleo. Además, el portal es el primer lugar donde van muchos parados a informarse. Es un caso paradigmático que suceda en algo como la búsqueda de empleo. Está claro que el empleo público debe adaptarse a los nuevos escenarios. Pero, ¿debería desaparecer por completo en los próximos años?

R.- Hay empleo público necesario, imprescindible y que tiene que tratarse de un modo concreto. Fuerzas de seguridad, médicos y otros. Lo que no es lógico ni sostenible es que haya comunidades que tienen el 30% de su fuerza laboral, no parada, en el empleo público. Es algo estructural. Si hay algo que está mal visto en España no es ser funcionario, ni tan siquiera el ejercicio empresarial aunque a veces lo parezca, lo que no se soporta es el fracaso en sí mismo. En una sociedad de valores en crisis como la nuestra, el miedo al fracaso tiene su sentido, puesto que el nivel de tolerancia hacia este hecho es cero. No hay transigencia ninguna. Se fabrican ciudadanos narcotizados cuyo miedo al fracaso es supino. Por ejemplo, a los jóvenes les ayudamos a conseguirlo todo y a evitar que se enfrenten al error. Muchos de esos chicos y chicas que analizan su futuro inmediato lo hacen pensando que ser funcionario es lo más seguro y tranquilo. Y tal y como están las cosas es así. Luego no nos extrañemos.

P.- La tecnología ha hecho reducir las relaciones “personales” en la empresa privada. Las reuniones se reducen, las llamadas. Incluso las gestiones en los bancos que han pasado de casi diarias a prácticamente puntuales. Curiosamente esa supuesta simplificación en la empresa privada es duplicada en la administración pública. Más formularios, más controles, más papeles. ¿Tiene sentido en estos tiempos una administración poco simplificada como la española?

R.- Es lo que te comentaba antes. Parece como si fuera deliberado. Cuantos más procesos, más control, más cloroformo. Los países donde los trámites para abrir una empresa son menos, por ejemplo, suelen innovar más, ser más capaces de superar momentos de crisis. En Estados Unidos en 2009, cuando les explotó la crisis financiera en las narices, se crearon 200.000 empresas de tipo tecnológico. Fue como un ‘ante el acantilado yo salto’. No digo que eso sea lo que se deba hacer siempre, pero refleja dos cosas, una manera de ser y un modelo administrativo que pide muy poco para empezar un negocio. En Europa, con contadas excepciones, montar un negocio en crisis es condenarte al impago en breve debido a que tus obligaciones fiscales son altas incluso antes de poder tener ni tan siquiera tus primeras facturas listas.

P.- Para un emprendedor cualquier país con una mínima garantía jurídica puede ser la sede de su actividad. Los impuestos son las armas con la que compiten los Estados en estas guerras del siglo XXI. Algunos como Emiratos con una riqueza basada en el petróleo y en las ‘real states’ pueden forzar esa competencia hasta límites cercanos al cero en impuestos. ¿Cómo se puede competir en esas condiciones en el mercado global de países?

R.- Se puede. Mira, antes hablábamos de Irlanda. La revista ‘Forbes’ lo coloca como el mejor país del mundo para los negocios. Lo es en base a parámetros como el derecho a la propiedad, impuestos, tecnología, corrupción, libertad o burocracia. Puede que el tema del Impuesto de Sociedades funcione como reclamo, pero la verdad es que quien quiera instalarse en un país donde pagar menos impuestos puede ir a lugares mejores. Si no quieres impuestos deberías ir a Luxemburgo, Suiza, Holanda o Singapur. Digamos que los países pueden competir con otros temas. Se me ocurren decenas y tienen que ver con muchos aspectos aplicables hasta en las Islas Baleares por decir algo, pero depende de que haya una política clara de libertad de acción empresarial, de reducción del peso que ejerce la administración y de, si tiene que hacer algo, impulsar modelos asequibles a medio plazo. La tecnología, la automatización y otros temas irán dando las claves.

P.- Es usted un incansable viajero. No preguntaré cuántos países ha visitado o cualquier cuestión típica. En estos años de internacionalización global de la economía en los que se ve por ejemplo un Zara en cualquier ciudad China, de Emiratos o Irlanda, ¿dónde cree que está el valor añadido de la producción?

R.- Las grandes corporaciones se encargan de que ese valor añadido sea casi imperceptible. Buscan producir bien, rápido y adelantarse a los gustos de sus compradores. El futuro precisará de un modelo predictivo para el comerciante y de un modelo de cercanía que la mediana empresa puede ofrecer. Sin embargo, tengo la sensación y lo llevo comentando hace años con expertos y pensadores económicos con los que coincido a veces en foros internacionales, que esto no va tanto del ‘valor añadido’ sino de cómo afrontamos como sociedad un mundo en el que la mayoría de lo que consumimos vendrá fabricado, transportado y vendido por un sistema no humano. Nos dirigimos hacia un mundo sin empleo, no como ahora lo conocemos, y será rápido, a eso debemos ir enfocando el asunto, las empresas, esas que comentas tan globales, lo están haciendo y sin hacer ruido.

P.- Siguiendo esa misma línea, a cualquier emprendedor que desee tener una base teórica, qué cree que le sería más práctico ¿pensar en escalar un producto o en crear un producto rompedor? ¿Acaso ambos términos son necesarios?

R.- Es una pregunta complicada, Carles Enric. Tú de eso sabes tanto como yo. Sabes que es difícil generalizar y más en un sistema económico que premia a veces muy poco la innovación y, sin embargo en otras, la premia incluso sin que haya sido validada. Tengo la impresión, no obstante, que ambos términos pueden combinarse. Crear algo disruptivo y que en su naturaleza tenga un valor escalable me parece lo ideal. La cadena de valor, tú lo has escrito en alguna ocasión, ya nada tiene que ver con la de hace apenas cinco años. ¿Quién soy yo para definir cómo puede ser esa cadena en apenas tres? Mi sexto sentido me dice que hay que innovar al ritmo adecuado. Incluso a veces, copiar es innovar, si lo que haces es recomponer el puzzle que ese otro no supo montar.

P.- Emiratos es muchas veces presentado como un lugar excéntrico. Las obras más grandes, los proyectos más extravagantes, los ‘malls’ más extensos, pero al final han conseguido colocar un pequeño país en el mapa cuando hace apenas 20 años la mayoría no sabían ni dónde estaba. ¿Deberíamos pensar que en el siglo XXI cualquier lugar puede convertirse en centro del mundo?

R.- Esto me recuerda lo de “ponga Silicon Valley en su programa electoral que queda muy bien” y luego le llamaremos ‘Nosédónde del Camino Valley’ a una especie de ‘coworking’ o parque industrial semivacío. El plan de Emiratos no nació ni hace unos meses ni para ejecutarse en unos pocos años, hablamos de algo de mayor calado. Hubo políticas activas y dinero focalizado en algo concreto. Para los que estén estos días pensando en esas políticas activas deberían de saber que hoy en día un país ya no puede sobresalir en todas las etapas de desarrollo de la producción, que hay que repensar lo que significa el crecimiento basado en la innovación y cuáles son las mejores estrategias para la inversión pública y cuáles los estímulos privados que se deberían de tener en cuenta. En mi opinión esto va de no ser esclavos de un modelo económico que en el extranjero funcione. Esto va de trabajar en adaptar lo que tienes poco a poco para convertirse en un modelo innovador basado en la realidad.

P.- El área del Golfo dispone de tres grandes ‘hubs’ aéreos en la zona, Doha (Qatar Airways), Etihad (Abu Dhabi) y Emirates (Dubai). Todos con vuelos directos a España. La inversión publicitaria de estas empresas es cada vez mayor. Copan principalmente el sector deportivo con patrocinios. En algún caso como el FC Barcelona se provocan confusiones por temas culturales. ¿La internacionalización de la economía puede provocar la anulación de las culturas más débiles?

R.- No debería ser así pero se corre el riesgo. ¿Qué impresión tienes Carles Enric de países como Eslovenia, el norte de Italia, Nigeria, Costa Rica, Chile u otros, incluso comunidades como Catalunya, Escocia o California? Quiero decir que en una economía global, internacionalizada y donde todo es factible de estar comunicada en apenas en milésimas de segundo, lo que hay que trabajar es el modelo de exposición y hacerlo a partir del valor que aporta el conocimiento. Ese conocimiento, mientras no me demuestren lo contrario, lo generan (puede que por intereses) las empresas. Démosle a ellas el papel en esta obra, lo representan bien, y generemos un espacio para que la sociedad pueda definir sus beneficios a partir de ese núcleo creativo. Creo en la empresa como motor y eso, de momento, no tiene por qué ir en dirección contraria al tamaño, capacidad o sociedad que las posea. Lo único que las detiene muchas veces es una legislación de esas ‘culturas débiles’ que lo son por la poca capacidad de entender el futuro que viene que por el tamaño real de las mismas.

P.- Y no me gustaría acabar sin una pregunta básica en esta entrevista. Nuestros nietos, ¿cómo será su mundo? ¿El modelo español de los años 80-90 existirá en el futuro? ¿Estudiar, tener una carrera, casarse, hipotecarse, divorciarse, trabajar 8 horas cada día?

R.- No. Nada de lo que ahora conocemos existirá. No estudiarán como ahora. La enseñanza será otra cosa, menos técnica y más adaptativa, focalizada en el individuo y menos en lo colectivo, eso lo permitirá la tecnología predictiva. Casarse o no, ni idea, pero supongo que en nuestra familia tradicional deberemos ser capaces de adaptar un nuevo componente basado en la inteligencia artificial que dejará de ser artificial para convertirse en natural. La única hipoteca que les quedará por pagar a nuestros nietos será la de sus abuelos. El futuro no es de la propiedad privada como la conocemos. Los coches dejarán de ser un objeto para ser un servicio prestado según necesidades y la vivienda un bien común aplicado a una racionalización del espacio y los mal llamados derechos que yo quiero considerar que tomarán el nombre de ‘servicios’. ¿Trabajar 8 horas? Supongo que estás de broma (risas). Nadie trabajará en 30 o 40 años. El trabajo se estudiará en las facultades de Historia. El modelo de trabajo que ahora conocemos se extinguirá y ese es el gran reto, el gran problema que podemos convertir en oportunidad única de construir un mundo inteligente y bello. Cuando no haya nada que hacer, cuando todo lo hagan software y robots, ¿qué podremos hacer los humanos? Aprender, disfrutar del arte, de la cultura, vivir. Siempre habrá algo que hacer, pero el concepto es muy distinto. ¿Divorciarse? Vaya, eso no sé si desaparecerá, pero seguro que a los padres divorciados algún abogado robot nos joderá vivos.

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Inversion, Ireland, Negocio, Personal, Startups Marc Vidal Inversion, Ireland, Negocio, Personal, Startups Marc Vidal

Primer comité de inversión en Startups de Idodi Venture Capital

El próximo 17 de junio el comité que decidirá las dos primeras inversiones de nuestro vehículo de inversión Idodi Venture Capital. Las noticias sobre nuestro ‘pledge fund’ se van a ir produciendo en los próximos días, con nuevas incorporaciones en el accionariado y con extraordinarios acuerdos que hemos ido cerrando con importantes actores de la economía digital en toda Europa. Especialmente entre Irlanda y España, espacios naturales de nuestro trabajo como ya definimos en su presentación. Si tienes una empresa tecnológica con alto potencial de crecimiento en el campo del Big Data, Cloud computing, Internet of Things, Mobile, SAAS, Sharing economy o Inteligencia artificial, con un producto en el mercado, un ruta definida de internacionalización en el mercado anglosajón (Estados Unidos y Reino Unido) y estás buscando financiación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para aplicar antes de mediados de este mes. Si tu proyecto nos encaja nos pondremos en contacto. Si no llegas a tiempo tendremos otro comité a mediados de julio dónde tendrías otra oportunidad.

Si por otro lado quieres participar de nuestro fondo, bien porque ya eres miembro de otros o eres inversor particular, y consideras que ser parte de Idodi Venture Capital te aporta diversificación por su modelo y por su espacio destinado, también ponte en contacto con nosotros.

La voluntad de invertir en startups cuyo 'roadmap' contenga un destino claro en el mercado anglosajón, especialmente Estados Unidos, hace a nuestro fondo en su inicio algo diferente. Es cierto que vemos muchos proyectos que incluyen en sus documentos ejecutivos una fase de internacionalización pero muchas veces es más una voluntad que una opción asequible. En IVC este tema se tratará con especial cuidado y no se entrará en ninguna participada que no tenga ese punto bien resuelto.

Para resolver ese punto, IVC nace con un socio estratégico irlandés que nos ayudará en el estudio de este patrón y sus posibilidades reales y, en segundo término, a ayudarles a que se cumpla. Como sabes Irlanda se ha convertido en el canal directo de inversión de los grandes fondos norteamericanos en startups europeas. En España hay muchas startups interesantes que no llegan a un estado de primer orden por ese eslabón que vamos a intentar ayudar a poner en la medida de lo posible. Por un lado localizándolas con un desarrollo de negocio demostrable, por otro estudiando desde dentro un control y apoyo de su expansión y finalmente intermediando en la localización y presentación de éstas en los foros de los grandes fondos que en Dublín sobretodo se dan cita periódicamente. No es necesario que estas startups se ubiquen en Irlanda, simplemente deben tener claro que ahí hay un altavoz preparado para su lanzamiento a Estados Unidos principalmente.

En este punto también es clave destacar que modelo de startups vamos a seleccionar. No invertimos en ‘seed’ capital, en ese campo, personalmente, ya trabajo y soy socio de otro interesantísimo fondo, Sitka Capital, más encaminado a una apuesta temprana. IVC busca el segundo relevo. Ese relevo que se toma cuando ya has salido al mercado, obtuviste una ronda seed y necesitas ahora tu primera inyección para llegar a la ronda A. El rango de éxito aumenta en este rango aunque obviamente es más difícil localizar esas empresas.

Estos días en Irlanda están siendo intensos, aparte de fríos. Desde que el país fuera incluido junto a Israel y Singapur como uno de los países más destacados por la Harvard Business Review como una de las estructuras en las que la economía digital se está moviendo más rápidamente, la activación de eventos y llegada de nuevos actores ha ido en aumento.

HBR-digital-economies

Singapur encabeza la lista destacado por su sofisticada infraestructura digital y ha seguido para afianzar su posición de liderazgo mediante la inversión en infraestructura. Otros países citados como destacándose incluyen Suiza, Hong Kong, Corea del Sur, Nueva Zelanda y los Emiratos Árabes Unidos. Los llamados países 'Stall-out' que han demostrado liderazgo en el pasado pero ahora están perdiendo impulso incluyen Noruega, Francia, Dinamarca, Bélgica, Finlandia, República Checa y los Países Bajos. Hay otros del tipo 'Break-out’ que son los países que tienen el potencial para desarrollar economías fuertes y digitales que se están moviendo rápido incluyen Malasia, Chile, China, Sudáfrica, México, India, Colombia y Vietnam. Los ‘Watch-Out’ son los países que carecen de impulso como Portugal, Polonia, Italia, Grecia y Hungría.

España se encuentra, según la Harvard Business Review, en un punto intermedio entre Stall-Out y Watch-Out. Mucho hay que trabajar como hemos señalado en innumerables ocasiones. El futuro no se construye sólo, tomar el tren de la modernidad depende de afrontar los retos de la economía digital en serio. Es obvio que estamos en un planeta digital que ha iniciado un viaje apasionante, pero no todos vamos a la misma velocidad. Desde Idodi Venture Capital intentaremos construir un humilde puente que ayude a eliminar algunos de los puntos de fricción que detectamos a diario.

Los próximos mil millones de consumidores están online y estarán tomando sus decisiones digitales en un dispositivo móvil, muy diferente a las prácticas de los primeros mil millones que ayudaron a construir muchos de los cimientos de la industria del comercio electrónico actual. Nos toca identificar los actores de ese cambio y hacerlo desde dentro, no vale señalar y no hacer nada. Como te decía, si tienes una empresa digital en disposición de crecer o eres un inversor o gestor de inversores y crees que nuestro proyecto es interesante, dímelo.

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Derecho al olvido, reputación digital e ingeniería de datos

Ayer hablábamos de una realidad al respecto de los datos personales y su almacenamiento. ‘Más de 200.000 personas han pedido a Google la retirada de sus datos desde que se dictó la sentencia acerca de la petición de un usuario de borrar su memoria digital. Google controla el 90 por ciento de las búsquedas de Internet en Europa’. 

Ayer hablábamos de una realidad al respecto de los datos personales y su almacenamiento. ‘Más de 200.000 personas han pedido a Google la retirada de sus datos desde que se dictó la sentencia acerca de la petición de un usuario de borrar su memoria digital. Google controla el 90 por ciento de las búsquedas de Internet en Europa’. Cuando en mayo de 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaba sentencia estimando que los buscadores debían ejercer el derecho al olvido, es decir, retirar los enlaces de sus resultados de búsqueda si el protagonista en cuestión de los mismos lo solicitaba y siempre que se cumplieran ciertas condiciones, supuso que poco después de la decisión, casi 100.000 internautas solicitaran acogerse a dicha decisión, pero ¿qué ha ocurrido desde entonces? Para saberlo he hablado con una buena amiga y con la que he compartido mesa en algún consejo de administración. Laura Urquizu ahora es la jefa en Redpoints, una de las agencias con mayor proyección y eficiencia en el ámbito de la gestión de reputación digital y protección de contenidos que conozco. Es una empresa española con sede ya en varios países y considerada como una de las de mayor proyección en el mundo dentro de este complejo campo. Entre sus clientes se encuentran algunos de los principales grupos editoriales y audiovisuales nacionales e internacionales, así como reconocidas entidades deportivas y deportistas de primer nivel, y profesionales del cine y de la música y fue galardonada en 2014 por la Generalitat como mejor 'startup' catalana.

Hoy en día el valor que tu imagen o la de tu empresa tiene en la red es consustancial al que se le puede otorgar de manera genérica. Algo está cambiando de manera transversal y pruebas hay por todos lados. Personajes digitales que se han hecho tremendamente conocidos, famosos, a través de canales de youtube con millones de subscriptores que rechazan ir a televisión pues ‘no es el medio natural en el que puedan sentirse cómodos’, no hace más que demostrar el sentido que ha tomado todo. La revolución digital es innegable y es bueno tomar algunas medidas que nos permita no perdernos dentro de ella. Manejar con cuidado los datos y sus derivadas es una buena práctica.

La reputación digital se refiere a cómo son percibidas las acciones de una empresa, producto, servicio e incluso una persona en entornos digitales. Incide directamente sobre el valor de cualquier marca y va más allá de las acciones de marketing que se puedan hacer para estructurarla. Hemos dicho que vivimos en un entorno de datos y estos ya no se gestionan sólo a partir de campañas de marketing, precisan de ingenieros y matemáticos que tracen y monitoricen esos datos.

La primera campaña de Obama para las presidenciales norteamericanas fue descrita como la ‘social media campaign’ y la segunda como la ‘big data campaign’. Entre ambas sólo habia una notable diferencia. Quien creaba, gestionaba, analizaba y conducía el contenido. En la primera eran estrategas de comunicación digital y en la segunda un grupo de ingenieros en datos. Los primeros dialogaban con comunidades, los segundos rastreaban datos y los corregían según su análisis a tiempo real.

Sea en política o en empresa, la reputación se hereda afectándola o beneficiándola de forma directa. Es una de las variables más importantes que afectan a la decisión de compra en Internet ya que la opinión de otros pesa mucho en la toma de decisiones a la hora de comprar tal y como sabemos.

El uso indebido de marcas y nombres en Internet afecta a la reputación de una marca y a los ingresos de la empresa por eso tener presente su importancia es clave. De hecho el usuario ha adquirido un enorme poder en la gestión de la reputación digital. Es quien toma el control de la reputación de una organización cuando conversa y da sus opiniones sobre ésta. Tener monitorizado este campo de minas con un ‘control temprano de la Visibilidad (información generada por la empresa y por la gente), es la base para forjar una reputación online óptima.

La Agencia Española de Protección de datos dijo que la Audiencia Nacional ha dictado casi un centenar de sentencias sobre derecho al olvido. En más de la mitad de ellas el resultado ha sido obligar a los buscadores a retirar los enlaces. ¿Es información obsoleta? ¿No existe un interés público? Si la respuesta a estas y otras preguntas es sí, entonces Google u otras plataformas o buscadores actúan. A veces agencias como Redpoints son clave para ese trabajo sea más rápido y eficiente gracias a las homologaciones que tienen con estas compañías.

En España, y según cifras actualizadas, Google ha recibido 22.586 solicitudes de retirada de información que afectan a un total de 73.512 de URLs. En total, y a nivel europeo, las solicitudes han ascendido a 242.782 con 880.296 URLs, de las cuales 41,4% han sido eliminadas. Obviamente es un ‘mercado al alza’ que no hace más que regular un océano donde nadie sabía con anterioridad como y por dónde navegar.

Permitidme un apunte que me viene a la memoria. En 2012, el autor Philip Roth descubrió que la entrada en la web que su libro ‘The Human Stain’ se decía por error que estaba basado en la vida del escritor Anatole Broyard. Roth explicó a un editor de dicha web que no era el caso, y él mismo trató de actualizar la página con la información correcta. Los editores del sitio se negaron a hacer los cambios, alegando que Roth no era una autoridad competente en la materia.

El hecho tomó importancia pues resultaba que el autor del libro no podía corregir un error sobre su libro que además podía comprometer la captación de potenciales lectores. Finalmente Roth terminó escribiendo una monografía acerca de esa locura en The New Yorker. De ese modo creó un contenido que era más potente que el otro. De hecho, ahora, en la Web hay más material sobre la controversia que sobre el libro. El trabajo de una empresa especializada logró estabilizar ese punto de fricción entre la información, la reputación y la repercusión.

Vamos a un futuro en el que todos estaremos ‘catalogados’, fijados y digitalizados. Es una buena idea tener conciencia de ello y rodearse de los que saben, por lo menos para consultarles. Si necesitas información no dudes en preguntar.

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Voces críticas ante el futuro digital y automático

A pesar de que en este espacio suelo aportar una visión positiva y de defensa del uso tecnológico que como especie tendremos que asumir en el futuro inminente, es cierto que es bueno reflejar otros puntos de vista. Aquí mostramos a menudo una visión crítica hacia los que deben liderar o estimular los cambios sociales y laborales que

A pesar de que en este espacio suelo aportar una visión positiva y de defensa del uso tecnológico que como especie tendremos que asumir en el futuro inminente, es cierto que es bueno reflejar otros puntos de vista. Aquí mostramos a menudo una visión crítica hacia los que deben liderar o estimular los cambios sociales y laborales que irremediablemente todos tendremos que abrazar debido a que estamos ante una revolución en todos los sentidos de la vida y, potencialmente, la revolverá definitivamente. Espero siempre, así lo demuestra la historia, que los avances tecnológicos nos llevan a un mundo mejor. Vamos a escuchar voces contrarias a ello y vamos a ver como relacionan directamente a las grandes empresas que ahora mismo son los protagonistas de esa mutación con una especie de esclavitud digital forjada en los datos masivos y que, según nos contarán, relaciona tecnología con tiranía. Publicaba el pasado domingo Finanzas.com un interesante artículo que replico en algunos fragmentos más abajo. El tema del mismo era el punto en el que se encuentra la dependencia de nuestra sociedad y sistemas relacionados con respecto a las grandes compañías que tras un aparente servicio gratuito nos conceden diferentes modelos de conexión digital a cambio de saber cosas sobre nosotros. La dependencia de un algoritmo analizada por tres expertos muy críticos con el momento actual. Ya hemos escrito de 'los algoritmos que dirigen nuestra vida' y casi ni nos damos cuenta, hemos opinado sobre como debemos ir asumiendo una especie de posthumanidad que se plantea a medida que la inteligencia artificial toma cada vez mayor complejidad y hemos analizado como Internet se convierte en todo y hemos escuchado de que hablan las máquinasDe todo eso hemos debatido pero siempre desde un punto de vista concreto. Hoy me apetece escuchar la voz de quienes dudan de la bondad de todo ello.

En el artículo que comentaba hay diversas apreciaciones al respecto de que eso de la Internet del Todo, la Internet total, la interconexión absoluta, vayan a conducir a más riqueza y oportunidades. A través de la óptica de Margrethe Vestager, una política que desde el parlamento europeo se ha enfrentado a Google, Jaron Lanier, uno de los pioneros expatriados de Silicon Valley y Dave Eggers autor de 'El Círculo', la polémica novela sobre el circuito cerrado que suponen empresas como Google, Twitter o Facebook y el control que ejercen sobre nosotros.

Aquí hemos comentado como estas empresas son como una especie de 'todo es posible'. Lo vimos en muchas ocasiones. Recuerden todo lo que suponía tan solo imaginar muchas de las cosas que ya han logrado. Fotografiar al mundo, conectar millones de personas aun evento, darle el poder del contenido a la sociedad y otros. Ahora 'Google proyecta una red de globos de helio para crear una burbuja de Wi-Fi mundial. Facebook, que está a punto de alcanzar los 1500 millones de usuarios aspirando a que su aplicación esté operativa en los 7000 millones de teléfonos inteligentes que hay en el mundo. Amazon va camino de dominar el almacenamiento de datos en la nube y cambiar el concepto de lectura (y del propio libro) pasando de producto a servicio, o incluso con los supermercados a través de los drones. Soy de los que opinan que todo eso es inevitable, pero lo interesante será saber hasta que punto, todos esos avances suponen un coste en la libertad de los individuos. El debate está servido. En mi opinión si superamos esa intermediación que suponen todo esta amalgama de intereses creados y modelos de escucha social, lo abremos logrado, sino, habremos cambiado de manos la llave que nos controla y dirige actualmente. El nuevo establishment no será más que el viejo pero digitalizado y mucho más poderoso.

Mañana hablaremos de una realidad al respecto de los datos personales y su almacenamiento. 'Más de 200.000 personas han pedido a Google la retirada de sus datos desde que se dictó la sentencia acerca de la petición de un usuario de borrar su memoria digital. Google controla el 90 por ciento de las búsquedas de Internet en Europa. Pero el buscador con su algoritmo solo es la punta de lanza de un negocio de más de 300.000 millones de euros. Es la agencia de publicidad más grande del planeta'. Es la punta del iceberg según estos tres analistas.

Margrethe Vestager, considerada la política más poderosa de la Unión Europea. En su país, Dinamarca, fue ministra de Educación y de Asuntos Eclesiásticos. Es liberal y feminista y comenta con respecto a Google que 'hemos tenido que trabajar meticulosamente. Ahora nos hemos centrado en su comparador de precios [Google Shopping, que el gigante estadounidense estaría favoreciendo frente a sus rivales], pero hay otras investigaciones en curso relacionadas con el buscador de viajes, con los mapas, con la publicidad y las restricciones a los anunciantes [el algoritmo privilegia a los que pagan (enlaces patrocinados), manipulando así el resultado de las búsquedas], con el uso indebido de contenidos de terceros...'

Jaron Lanier, el científico computacional pionero de Silicon Valley se dedica a denunciar que el sistema de grandes servidores 'gratis' lleva al hiperdesempleo y al fin de la clase media. Al respecto de todo esto destaco lo que dice sobre que 'la información es poder y creíamos que hacer esa información libre y gratuita daría poder a la gente. Nos equivocamos. Las cosas cambiaron hace unos diez años. Se produjo lo contrario, una concentración de ese poder en unas pocas manos, en los propietarios de los grandes servidores o lo que yo llamo 'servidores-sirena'. Se creó así un nuevo tipo de plutocracia, en detrimento de la clase media. La gente debe entender que no existe lo 'gratis'. Cuando los usuarios aceptan un sistema en el que suben vídeos a YouTube y contribuyen con información a las redes sociales sin esperar nada a cambio, lo que están haciendo es trabajar para que otro, con unos servidores muy grandes, haga fortuna. Nos ofrecen cosas gratis a cambio de que permitamos que se nos espíe. Hemos sido hipnotizados con la idea de que no debemos esperar dinero a cambio de lo que hacemos on-line. Lo único que sacamos a cambio son abstractos beneficios de reputación o subidones ego. Sin embargo, si pagas por esos datos, logras un equilibrio. Si algo de lo que una persona dice o hace contribuye, aunque sea en una mínima medida, a una base de datos necesaria para que un algoritmo de traducción o de predicción del comportamiento, por ejemplo, realice su función, la persona debería recibir un 'nanopago' proporcional al valor resultante.'

Lanier llega a decir que Internet es una tecnología fallida porque al contrario de lo que en los años sesenta, Ted Nelson propuso 'para que fuese un mercado universal en el que la gente pudiera comprar y vender bits de uno a otro, donde se pagaría por la información y los ordenadores personales daban poder a la gente, pero al cambiar de siglo, algo se torció. Ahora la gente puede esperar cosas gratis de Internet, pero no puede esperar riqueza de Internet, lo que lo convierte en una tecnología fallida'. Lanier dice no tener cuentas en redes sociales. 'Eso es una decisión personal porque yo encuentro muy inquietante que conserven copia de todo lo que hago o digo. Pero no creo que el boicot sea una solución. No tendría sentido porque demasiada gente ha nacido ya con estas cosas.' y habla de los nativos digitales diciendo que 'por primera vez vemos una generación que tiene menos ingresos que sus padres; chicos que no pueden irse de casa de sus padres y que están todo el día consumiendo cosas 'gratis' en Internet. Pero es muy difícil hacerles entender que hay una relación entre esas dos cosas. Que la razón por la que no se pueden ir de casa es porque tienen todas esas cosas 'gratis'. Que eso es lo que ha destrozado sus opciones de tener trabajo.'

Finalmente Dave Eggers considerado un intelectual contra 'la secta', así es como llaman a los grandes de Silicon Valley, se despacha sobre lo que considera el 'mix' de las grandes redes que se irá conformando en el futuro inminente. Dice que 'buena parte de las cosas que narra el libro ya están sucediendo. Muchas de las tecnologías que pensé que estaban a cinco o diez años vista ya se están comercializando. Aplicaciones reales como Meerkat o Periscope se parecen mucho a la cámara que lleva Mae, la protagonista de la novela, que lleva 24 horas encendida una webcam. Cuando empecé a escribir, algunas tecnologías me parecían demasiado descabelladas. Recuerdo que escribí una escena en la que la televisión de uno de los personajes está espiándolo, grabando su voz sin su conocimiento. Pero pensé que era demasiado inverosímil. Y ahora resulta que los nuevos televisores de Samsung hacen exactamente eso. Es una locura. Creo que una gran amenaza es la recolección indiscriminada de datos de ciudadanos privados. Francia, por ejemplo, acaba de abrir la vía para que su Gobierno recopile metadatos de todos sus ciudadanos, supuestamente para mantenerlos a salvo del terrorismo. Pero esa es una clara violación de la privacidad. Un ciudadano debe ser capaz de hacer llamadas telefónicas y enviar mensajes de correo electrónico sin que el Ejecutivo tenga acceso a esa información. Si aceptamos esto, ¿qué más vamos a aceptar? El verdadero peligro es con qué pasividad aceptamos la intromisión en nuestra privacidad, como si esta no fuese importante. Sin privacidad no se puede ser disidente. Y sin disidencia no es que la tiranía sea posible, es que está garantizada.'

Esto es un poco de lo que se dice en el punto contrario a lo que en general aquí comentamos. Es bueno saber que se opina desde todos los puntos. Genera un espacio de reflexión más interesante y completo. Ni unos tienen toda la razón ni otros podemos pensar que la tecnología es todo bondad. Me gusta pensar que Internet ha dado calidad a la democracia que ha obligado a muchos espacios opacos a ser más transparentes, a empoderar a la sociedad. No tengo claro que sea mejor hablar con un hombre que con una máquina, de hecho me entusiasma cuando logro hacer eso, pero también es cierto que si somos 'humanistas' no debemos olvidarnos que tras un mundo automatizado descansa una sociedad menos crítica y eso, sí, me preocupa.

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