El Futuro que nos Perdemos: Inteligencia Artificial, Miedo y Oportunidad.
¿Sabías que en los años 90 algunos países dificultaron el desarrollo de Internet? Uno de ellos fue Italia. Cuando la red comenzaba a mostrar su capacidad para erosionar los medios tradicionales, la clase política, fuertemente influenciada por el imperio de Berlusconi, vinculado a la televisión y los medios impresos, se mostró reticente ante este avance tecnológico. Durante mucho tiempo, algunos medios tradicionales intentaron que sus exclusivas no aparecieran de inmediato en sus versiones digitales para que el público comprara la edición impresa por la mañana. Sin embargo, este esfuerzo fue en vano y sólo retrasó el desarrollo digital de Italia, marcando el rumbo económico del país y llevando a la ruina a algunos medios. Hoy, enfrentamos una situación similar con otra tecnología: la Inteligencia Artificial (IA).
¿Sabías que en los años 90 algunos países dificultaron el desarrollo de Internet? Uno de ellos fue Italia. Cuando la red comenzaba a mostrar su capacidad para erosionar los medios tradicionales, la clase política, fuertemente influenciada por el imperio de Berlusconi, vinculado a la televisión y los medios impresos, se mostró reticente ante este avance tecnológico. Durante mucho tiempo, algunos medios tradicionales intentaron que sus exclusivas no aparecieran de inmediato en sus versiones digitales para que el público comprara la edición impresa por la mañana. Sin embargo, este esfuerzo fue en vano y sólo retrasó el desarrollo digital de Italia, marcando el rumbo económico del país y llevando a la ruina a algunos medios. Hoy, enfrentamos una situación similar con otra tecnología: la Inteligencia Artificial (IA).
En Singapur, por ejemplo, se acaba de poner en marcha la mayor operación de formación en IA para toda una población. Singapur ha decidido que todos los mayores de 40 años tendrán acceso a una beca para recibir formación universitaria en IA, adaptándose así a un futuro que ya ha comenzado. Hoy quiero hablarte de esto y estoy seguro de que te sorprenderá.
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Este hombre es Tan Wu Meng, miembro del Parlamento de Singapur. En una intervención memorable, explica que el gobierno ofrecerá una diplomatura en IA a todos los ciudadanos mayores de 40 años, subvencionada por el estado. Este incentivo responde a la comprensión de que la IA no es opcional ni puede tratarse únicamente desde la regulación, como intenta hacer Europa. En Singapur entienden que la IA no es el "fin del mundo", sino el "comienzo de un nuevo mundo".
Lo más interesante de esta iniciativa es el reconocimiento de que la llegada de la IA conlleva la obsolescencia de muchos conocimientos y empleos. La realidad para la que se prepararon los mayores de 40 años ya no existe. Singapur ha decidido abordar este problema promoviendo lo que llaman "mentorización inversa", en la que los más jóvenes ayudan a los mayores a adaptarse y a descubrir los beneficios de la IA. La idea es que estudiantes jóvenes trabajen junto a personas con experiencia, aprendiendo unos de otros.
La actitud de Europa es muy diferente. Nuestros dirigentes, encabezados durante la presidencia española de la Unión Europea, han erigido barreras a esta innovación mediante una ley de IA, que algunos consideran "inédita, inútil e innecesaria". En Europa sólo se habla de los peligros de la IA, mientras que en países como Singapur, Japón y, en parte, en Estados Unidos, se destacan las oportunidades.
La transición hacia una economía más automatizada no es algo que se pueda dejar a la inercia, especialmente en países como España, con una fuerte dependencia de sectores donde la IA no generará empleos de alto valor. Según un reciente estudio de Randstad Research, en la próxima década desaparecerán en España dos millones de empleos debido a la automatización y la adopción de la IA, aunque al mismo tiempo se generarán 1,61 millones de nuevos empleos, lo que resultará en una pérdida neta de casi 400,000 puestos.
Este análisis proyecta que la IA transformará el mercado laboral español entre 2023 y 2033. Se espera que sectores como el comercio y las actividades administrativas se vean negativamente afectados, mientras que áreas como la programación, consultoría, telecomunicaciones y medios, verán un incremento de empleo gracias a la IA.
Actualmente, en España, la mayoría de las empresas aún no emplea la IA. De los pocos que sí lo hacen, la mayoría la utiliza para análisis de datos y optimización de tareas administrativas, siendo la adopción más común en grandes empresas debido a su mayor capacidad de inversión.
La IA promete ser un motor de cambio en el mercado laboral, trayendo consigo tanto desafíos como oportunidades. Intentar regular o desincentivar esta tecnología enfocándose solo en sus aspectos negativos nos podría relegar a un segundo plano en la competitividad mundial. Adaptarse a esta nueva realidad es clave para aprovechar sus ventajas y mitigar sus efectos negativos.
La escasez de talento digital en España, especialmente en áreas críticas como la IA y la gestión de datos, está costando hasta 4.500 millones de euros anuales, según un informe de IndesIA, un consorcio que incluye empresas como Repsol, Ferrovial, Telefónica y Microsoft. Esta brecha de talento también afecta a otros países europeos, y en Hispanoamérica solo países como El Salvador, Costa Rica y Chile están abordando el problema.
En un futuro cercano, los países que apuesten por la IA liderarán el desarrollo económico, mientras que los que no, sufrirán un estancamiento. El empobrecimiento de un país no sucede de la noche a la mañana; ocurre gradualmente, hasta que un día se hace evidente.
La actitud de Europa y Canadá hacia la IA es mucho más cautelosa que la de Estados Unidos, donde la prioridad es implementar la IA en todo el tejido productivo en lugar de regularla exhaustivamente. Esta resistencia a adoptar la IA recuerda al escepticismo que hubo hacia Internet en sus inicios, cuando se veía como un espacio caótico y peligroso, y se reguló hasta dejarlo en manos de unos pocos.
El problema se hará evidente. Solo en España, más de 6,500 ofertas de empleo en IA y análisis de datos quedarán sin cubrir este año debido a la escasez de talento. La falta de especialistas limita la capacidad de las empresas para aprovechar las nuevas tecnologías y afecta directamente su eficiencia y competitividad.
A nivel global, el 79% de las compañías experimenta retrasos en sus iniciativas por la falta de personal cualificado en tecnología. La Comisión Europea ha enfatizado la importancia de desarrollar habilidades tecnológicas como parte de la transición hacia una economía más verde, aunque muchos de estos anuncios se traducen en pocos resultados tangibles.
La implementación de la IA en el modelo productivo español se enfrenta a desafíos. En los últimos 50 años, el sector servicios ha crecido significativamente, pasando del 45% del PIB al 75%, mientras que la industria se ha reducido a solo el 11%. Esta transición no se ha visto impulsada por servicios tecnológicos, sino por sectores como el turismo y el comercio. Implementar la IA requerirá un cambio en el modelo económico español.
Mientras Singapur ve la IA como una oportunidad, Europa y otros países parecen atrapados en el discurso de los peligros y los riesgos. La IA no es el fin del mundo, sino el principio de un nuevo mundo. La pregunta es si permitiremos que la IA se desarrolle de manera natural o si la limitaremos para proteger los intereses de los poderosos.
Quizás creas que la IA es el enemigo y que necesita ser detenida, pero ¿por qué los mismos que buscan controlarnos nos dicen que la IA es peligrosa? ¿Por qué los países que no piensan regularla, como Singapur y Estados Unidos, parecen más enfocados en su desarrollo y aplicación? Reflexiona sobre esto.
La IA es la nueva herramienta de un nuevo mundo. Un mundo que algunos temen porque desafía el statu quo.
La fuga de cerebros: Un desafío estructural para la economía y la sociedad
Hace unos meses a los que hicimos referencia a un fenómeno terrible que se produce en España nos llamaron terraplanistas económicos o de aportar datos sin consistencia. Como siempre, mi actitud fue la de no entrar en el barro. Ya sabemos que si no eres un cerdo, en las peleas de fango digital, tienes todas las de perder. Si hay que hostiarse mejor en un ring. Y si no es posible, pues paciencia.
Hace unos meses a los que hicimos referencia a un fenómeno terrible que se produce en España nos llamaron terraplanistas económicos o de aportar datos sin consistencia. Como siempre, mi actitud fue la de no entrar en el barro. Ya sabemos que si no eres un cerdo, en las peleas de fango digital, tienes todas las de perder. Si hay que hostiarse mejor en un ring. Y si no es posible, pues paciencia.
El dato que se negaba era la huida de jóvenes españoles al exterior en busca de una oportunidad. Pues resulta que la huida de jóvenes cualificados en España se ha convertido en un problema crítico que afecta tanto a la estructura demográfica como al crecimiento económico del país. Este fenómeno, conocido como "fuga de cerebros", refleja una desconexión entre los datos oficiales y la realidad laboral, económica y social.
Quédate porque vamos a analizar las múltiples dimensiones de este problemón y su impacto a largo plazo. Unos datos que han sido publicados, y que te enlazo abajo, por la Fundación BBVA sobre emigraciones y capital humano, y en el que se pone de manifiesto que el 89% de quienes hacen las maletas son personas en edad de trabajar.
No te vayas porque lo de hoy, tanto si eres joven, más mayor, sigues aquí, tienes pensado irte o te fuiste ya, también te interesa...
En los últimos años, las cifras de emigración de jóvenes españoles han sido alarmantes. Esto viene de lejos, no es sólo un tema actual. Todos los gobiernos, presente y anteriores, tienen mucho que ver porque el problema es de expectativas, no de algo puntual. Es estructural.
En 2018, aproximadamente 310.000 personas abandonaron el país, mientras que en 2022 el número aumentó a 426.000, lo que equivale a un promedio de 35.000 personas al mes. Estas cifras revelan una tendencia creciente que pone en peligro el futuro económico de España, dado que la mayoría de quienes se marchan son jóvenes altamente cualificados. Estos profesionales buscan mejores oportunidades laborales en países como Reino Unido, Alemania o los países nórdicos, y más recientemente, en economías emergentes como Polonia, Estonia o Chequia, donde el PIB per cápita ha superado o está cercano a superar al español.
Para entender este fenómeno hay que hablar del "capital humano". El capital humano se refiere al valor económico de las habilidades, conocimientos y experiencia que poseen las personas. En una economía desarrollada, el capital humano es uno de los pilares fundamentales para el crecimiento, ya que fomenta la innovación, incrementa la productividad y genera riqueza. Sin embargo, cuando un país experimenta una fuga de talentos, este capital humano disminuye significativamente, lo que repercute en la capacidad de generar crecimiento a largo plazo.
Según las estimaciones de 2022, la pérdida de capital humano en España alcanzó un valor aproximado de 155.000 millones de euros. Más allá de la cifra económica, la fuga de cerebros también genera un vacío de talento en sectores clave, como la ciencia, la ingeniería y la tecnología, dificultando la competitividad de España en el panorama internacional.
A pesar de que los datos oficiales muestran una mejora en las cifras de empleo en España, es necesario cuestionar la interpretación de estos datos. El desempleo sigue siendo el más alto de la Unión Europea, con tasas significativamente superiores a las de nuestros vecinos. Al mismo tiempo, la emigración masiva de jóvenes trabajadores distorsiona las cifras de desempleo, ya que muchas de estas personas no se contabilizan en las estadísticas oficiales. Esto crea una desconexión entre la percepción de mejora y la realidad de la falta de oportunidades laborales.
La salida masiva de jóvenes también tiene implicaciones demográficas profundas. España ya enfrenta un problema estructural con su baja tasa de natalidad y una población envejecida. La emigración agrava esta situación al reducir el número de jóvenes en edad de trabajar y aumentar la proporción de personas mayores dependientes del sistema de seguridad social. Esto implica una mayor presión sobre los sistemas de pensiones y de salud pública, que deben sostenerse con una base de contribuyentes cada vez más reducida. Los que se van deberían ser los cotizantes de rango superior. Los que vienen, si cotizan, lo harán en el bajo. No será suficiente.
Este desequilibrio demográfico genera un círculo vicioso: la falta de jóvenes trabajadores limita la capacidad de crecimiento económico y fiscal del país, lo que a su vez dificulta la financiación de los servicios públicos y las infraestructuras necesarias para mejorar las condiciones laborales y atraer nuevamente a los jóvenes emigrados.
Otra dimensión relevante es la competencia global por el talento. Los países que reciben a los jóvenes españoles están capitalizando esta fuga de cerebros, aprovechando las habilidades y la formación que España ha brindado a su población. El Reino Unido, Alemania y los países nórdicos, entre otros, han desarrollado políticas laborales atractivas y un entorno de innovación que atrae a profesionales cualificados de todo el mundo, incluidos los españoles. Estos países se benefician no solo de la mano de obra cualificada, sino también del dinamismo económico que generan los jóvenes trabajadores.
Por el contrario, España no ha sido capaz de crear un entorno laboral competitivo a nivel global. Factores como la alta temporalidad en los contratos, los salarios relativamente bajos en comparación con el coste de vida y la falta de apoyo a la investigación y el desarrollo tecnológico han desincentivado a los jóvenes a quedarse en el país. De hecho, muchos de ellos consideran que las oportunidades en España no son acordes con su nivel de preparación y las expectativas de vida que aspiran a alcanzar.
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RR Puertas - HUMAN REVIEW. International Humanities Review …, 2023 - academia.edu. La emigración de científicos españoles a Bochum: una difícil adaptación y un retorno desincronizado. academia.edu
R RODRÍGUEZ PUERTAS - Human Review, 2023 - search.ebscohost.com. LA EMIGRACIÓN DE CIENTÍFICOS ESPAÑOLES A BOCHUM: UNA DIFÍCIL ADAPTACIÓN Y UN RETORNO DESINCRONIZADO.. ual.es
LE Paz Enrique, J Núñez Jover - Academo (Asunción), 2021 - scielo.iics.una.py. Agentes productores y socializadores del campo de los estudios sobre desarrollo comunitario en Latinoamérica. una.py
Humanoides entre nosotros y la moralidad robótica
El evento "We, Robot" de Tesla del 11 de octubre de 2024 ha dejado una huella importante en el futuro de la tecnología autónoma y la robótica. Presentado por Elon Musk, el evento se centró en tres grandes anuncios: el Cybercab, el Robovan y el robot humanoide Optimus. Tesla dejó claro que está decidido a redefinir tanto el transporte como la vida cotidiana con sus innovaciones en autonomía. Aunque los mercados consideran que todo lo que se presentó es un futurible caro y de dudosa capacidad comercial, de ahí que las acciones de Tesla se desplomaran al día siguiente, la impresión de que se habla de un futuro posible, es más que evidente.
El evento "We, Robot" de Tesla del 11 de octubre de 2024 ha dejado una huella importante en el futuro de la tecnología autónoma y la robótica. Presentado por Elon Musk, el evento se centró en tres grandes anuncios: el Cybercab, el Robovan y el robot humanoide Optimus. Tesla dejó claro que está decidido a redefinir tanto el transporte como la vida cotidiana con sus innovaciones en autonomía. Aunque los mercados consideran que todo lo que se presentó es un futurible caro y de dudosa capacidad comercial, de ahí que las acciones de Tesla se desplomaran al día siguiente, la impresión de que se habla de un futuro posible, es más que evidente.
Musk comenzó su presentación haciendo una entrada en un Cybercab, un taxi completamente autónomo, sin conductor, volante ni pedales. Con esto, Tesla mostró cómo está evolucionando hacia el concepto de vehículos completamente autónomos, sin la necesidad de supervisión humana. Musk subrayó que este tipo de tecnología cambiará la vida de las personas, no solo por las mejoras en seguridad, sino por el tiempo que permitirá ahorrar a los usuarios. Con los costos operativos del automóvil tradicional, como el seguro, las cuotas y el mantenimiento, el Cybercab promete ser una opción económica, con un costo operativo tan bajo como 20 centavos por milla, mucho más asequible que el transporte tradicional.
Además, Musk reveló que el Cybercab estará disponible por menos de 30,000 dólares y que el sistema de conducción autónoma (FSD) completamente no supervisado debutará en Texas y California en 2025. La producción del Cybercab está prevista para 2026, y contará con carga inductiva, eliminando la necesidad de cargarlo manualmente, ya que se recargará simplemente estacionándose sobre una plataforma.
El segundo anuncio importante fue el Robovan, un vehículo autónomo capaz de transportar hasta 20 personas o grandes cantidades de mercancías. Musk bromeó con que los estacionamientos podrían convertirse en parques gracias a los vehículos autónomos, ya que estos no necesitarán los espacios tradicionales para aparcar. Este cambio permitiría liberar terrenos en las ciudades para crear más áreas verdes y mejorar la calidad de vida urbana.
El Robovan está diseñado para satisfacer necesidades de transporte de alta densidad, integrando la misma tecnología avanzada de autonomía que Tesla ha desarrollado para sus automóviles, lo que permitirá una mayor flexibilidad y adaptabilidad en el transporte tanto de personas como de bienes.
El evento culminó con la presentación de Optimus, un robot humanoide que utiliza la misma tecnología que los vehículos Tesla: motores avanzados, electrónica de potencia, inteligencia artificial y baterías. Musk describió a Optimus como el próximo gran avance en la automatización personal. Este robot está diseñado para realizar tareas que van desde pasear perros hasta cortar el césped o cuidar a los niños, y se espera que su precio sea inferior al de un automóvil, lo que lo haría accesible para la mayoría de las personas.
Musk proclamó que Optimus será el producto más grande jamás creado por Tesla y predijo un futuro de "abundancia" en el que estos robots no solo facilitarán la vida diaria, sino que también revolucionarán la producción de bienes y servicios.
Pero independientemente de que Musk es un gran 'vendedor', excéntrico en muchos planteamientos, odiado por muchos y que a veces promete cumplimientos que tardan mucho en aparecer o, sencillamente no se producen nunca, la verdad es que sus intentos por definir un mundo futuro son interesantes.
Nos hemos pasado más de un siglo hablando de robots cotidianos, con los que vamos a convivir. La literatura de ciencia ficción lleva imaginando esto mucho tiempo. Si Optimus es o no, el futuro de esa relación, lo veremos pronto, pero lo que sí está claro es que veremos el intento.
El robot Optimus de Tesla es un ejemplo claro de cómo la robótica y la inteligencia artificial están a punto de transformar nuestras vidas en una escala sin precedentes. Con su capacidad para imitar los movimientos humanos y realizar tareas cotidianas con una eficiencia asombrosa, Optimus podría convertirse en un catalizador de una nueva era de automatización industrial y doméstica. Pero, como ocurre con todas las innovaciones radicales, este avance plantea importantes preguntas sobre el futuro del trabajo, el bienestar humano y la economía global.
Desde su presentación en 2022, Optimus ha generado expectativas y controversias en igual medida. Con su altura de 1,73 metros y un peso de 57 kg, este robot humanoide incorpora 28 actuadores estructurales que le permiten realizar movimientos complejos, además de sensores y cámaras que le otorgan una capacidad de adaptación notable a su entorno. Estas características hacen que Optimus sea apto para una variedad de tareas, como regar plantas, mover objetos o desempeñar funciones repetitivas y tediosas en fábricas.
Si hay algo que queda claro, es que Optimus no es solo una máquina de alta tecnología; es un reflejo de las implicaciones económicas más amplias de la automatización avanzada. La promesa de Elon Musk de que Optimus reducirá costos operativos y aumentará la productividad en sectores industriales y comerciales es un arma de doble filo. Si bien muchas empresas se beneficiarán de una mayor eficiencia y la posibilidad de operar de manera continua sin descanso, el otro lado de la moneda es el desempleo masivo que podría generar en sectores donde las tareas son fácilmente automatizables.
Tesla ha respondido a esta preocupación con programas de capacitación para operadores que entrenarán a los robots en su comportamiento, lo que podría abrir nuevas oportunidades de empleo. Pero la realidad es que la robótica y la inteligencia artificial inevitablemente reemplazarán trabajos tradicionales. ¿Cómo adaptará la sociedad a estos cambios?. Tal como sucedió durante la Revolución Industrial, estamos ante una transición donde el trabajo humano deberá redefinirse, centrando el valor en habilidades creativas y de alto nivel cognitivo.
Una de las promesas más atractivas de Optimus es su posible accesibilidad económica. Según Musk, se espera que el robot se produzca en masa por un precio entre los 10.000 y 20.000 dólares, lo que podría democratizar el acceso a esta tecnología avanzada. En lugar de ser una herramienta reservada solo para empresas, Optimus podría integrarse en los hogares de muchas familias, desempeñando roles como asistente doméstico.
Esta visión, aunque tentadora, viene acompañada de importantes desafíos. El coste inicial de desarrollo e implementación de tecnologías robóticas de este calibre es alto, lo que significa que muchas pequeñas empresas podrían no estar en condiciones de adoptar la automatización robótica en sus operaciones. Además, el temor a que los robots humanoides desplacen a los trabajadores humanos sigue siendo una preocupación importante. La democratización del acceso a los robots no es suficiente si no se abordan los impactos sociales y económicos a largo plazo.
La idea de tener robots humanoides como parte de nuestra vida cotidiana plantea preguntas difíciles. Si bien Optimus promete realizar tareas físicas con una precisión notable, su capacidad de comprender el contexto humano es limitada. En escenarios donde se requiere empatía y juicio, un robot podría no estar a la altura de un ser humano. Esta carencia es especialmente relevante en sectores de cuidado, como el trabajo con ancianos o niños, donde la interacción emocional es clave.
Además, el desplazamiento laboral es un tema que ha encendido un intenso debate social. La automatización masiva no solo afecta a los trabajos físicos, sino también a muchas tareas cognitivas que antes eran exclusivamente humanas. Aunque se están creando nuevas oportunidades en áreas como el entrenamiento de robots y la programación, es incierto si estas oportunidades serán suficientes para absorber a los trabajadores desplazados por la automatización. El futuro del trabajo está en juego, y depende de nosotros decidir cómo manejamos esta transición.
A pesar del entusiasmo en torno a Optimus, su tecnología aún tiene limitaciones. Con una autonomía que oscila entre 4 y 23 horas dependiendo de las tareas, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que estos robots puedan operar sin interrupciones en entornos complejos. Aunque Optimus puede realizar tareas repetitivas y físicas, su capacidad para adaptarse a situaciones imprevistas sigue siendo un desafío. La autonomía energética y la capacidad de adaptación son áreas críticas que determinarán si los robots humanoides pueden ser viables para el trabajo prolongado y la interacción constante con humanos.
Uno de los aspectos más impresionantes de Optimus es su capacidad de movimiento, con una velocidad máxima de 8 km/h y articulaciones diseñadas para imitar los movimientos humanos. Esto le permite realizar tareas que requieren precisión y flexibilidad, como transportar objetos o trabajar en entornos dinámicos. Sin embargo, la verdadera prueba de su éxito radica en su capacidad para navegar por entornos no estructurados, como hogares o lugares de trabajo complejos, sin supervisión constante.
Este tipo de movilidad plantea otra pregunta crucial: ¿cómo interactuarán los humanos con robots en su vida diaria?. Aunque el diseño de Optimus busca integrarse en entornos humanos, aún es necesario abordar cómo los robots gestionarán situaciones inesperadas o peligrosas, especialmente en espacios públicos.
Con el lanzamiento proyectado de Optimus para finales de 2025, estamos en la cúspide de una nueva era de automatización. El potencial de esta tecnología para transformar la industria y la vida cotidiana es incuestionable. Pero junto a esta promesa, surgen importantes interrogantes. ¿Cómo afectará Optimus al mercado laboral y a la economía global? ¿Podremos gestionar el desplazamiento de trabajadores y las tensiones sociales que acompañan a esta revolución?
La adopción de robots humanoides como Optimus tendrá consecuencias profundas y duraderas. Si bien su capacidad para mejorar la productividad y reducir costos es clara, el verdadero desafío será garantizar que su integración en la sociedad sea equitativa y no cause una mayor disparidad entre quienes se benefician de la automatización y aquellos que son reemplazados por ella.
El robot Optimus de Tesla simboliza tanto una promesa como un desafío. Su éxito dependerá no solo de sus capacidades tecnológicas, sino de cómo abordemos las complejas cuestiones éticas, económicas y sociales que plantea. Para asegurar que esta tecnología cumpla su promesa de mejorar la calidad de vida humana, debemos estar preparados para afrontar los desafíos que trae consigo. Como toda revolución tecnológica, la automatización robótica nos obliga a reimaginar el futuro del trabajo y la sociedad, con la esperanza de que el progreso no se produzca a costa del bienestar humano.
El futuro de la robótica no solo es emocionante, es inevitable. Los avances que hemos visto en la última década apenas arañan la superficie de lo que está por venir. La robótica, junto con la inteligencia artificial (IA), promete remodelar completamente la manera en que trabajamos, vivimos e interactuamos con nuestro entorno. Pero más allá de la tecnología en sí, el impacto de estos avances traerá consigo cambios sociales, económicos y éticos que debemos abordar de manera proactiva.
Uno de los puntos más importantes es cómo los robots están evolucionando para ser más que herramientas avanzadas; están destinados a convertirse en compañeros de la humanidad. Este cambio no solo afecta industrias específicas, como la manufactura o la medicina, sino que tiene implicaciones más amplias en la estructura laboral global y en nuestras vidas diarias.
La automatización ya está redefiniendo la manera en que las empresas operan, pero su impacto solo está empezando a sentirse. En el futuro, los robots no solo reemplazarán tareas repetitivas, sino que colaborarán con los humanos para mejorar la productividad y la seguridad. Los llamados cobots (robots colaborativos) ya están trabajando junto a personas en fábricas y almacenes, pero el alcance de esta colaboración se expandirá hacia sectores como la medicina, la agricultura y los servicios públicos.
La interacción cada vez más profunda entre humanos y robots podría dar lugar a una reconfiguración de las industrias globales. Con robots que son capaces de realizar tareas físicas y cognitivas con precisión, las empresas podrán centrarse en roles humanos más estratégicos y creativos. Sin embargo, esto también plantea preguntas sobre el empleo y la formación de la fuerza laboral. Las habilidades técnicas relacionadas con la IA y la robótica se convertirán en una necesidad, mientras que muchas funciones actuales quedarán obsoletas.
Uno de los desarrollos más prometedores en la robótica es la integración de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático. Estas tecnologías permitirán que los robots no solo ejecuten órdenes preprogramadas, sino que aprendan de su entorno y tomen decisiones en tiempo real. Este nivel de autonomía es crucial en sectores donde la personalización es clave, como la salud y la fabricación avanzada.
A medida que los robots se vuelvan más inteligentes, podrán adaptarse a entornos complejos, realizar diagnósticos médicos, gestionar cultivos en la agricultura de precisión o trabajar en líneas de producción flexibles. Sin embargo, esto también trae consigo desafíos éticos y de seguridad. La pregunta de quién es responsable si un robot comete un error o si sufre un fallo en situaciones críticas es algo que todavía no tiene una respuesta clara.
La IA en la robótica está abordando las preocupaciones que antes limitaban la adopción de estas tecnologías. A medida que los robots se vuelven más capaces, su uso se extenderá más allá de la manufactura tradicional y alcanzará sectores como el comercio electrónico, la medicina y la alimentación.
A diferencia de lo que se creía en el pasado, los robots no están diseñados para reemplazar completamente a los humanos, sino para colaborar con ellos. Los cobots están diseñados para compartir espacios de trabajo con las personas, ayudando a realizar tareas pesadas o peligrosas, mientras los humanos pueden enfocarse en decisiones estratégicas y creativas. Este tipo de colaboración no solo mejora la productividad, sino que también aumenta la seguridad en el lugar de trabajo.
En el ámbito de la salud, los robots están comenzando a jugar un papel crucial en la rehabilitación y el cuidado asistencial. Los robots asistenciales pueden ofrecer terapias físicas o apoyo emocional, lo que es particularmente útil en el cuidado de ancianos o personas con discapacidades. Aquí, la robótica no reemplaza al cuidador humano, sino que lo complementa, proporcionando una atención más personalizada y eficiente.
Con todos estos avances, la ética de la robótica se está convirtiendo en un área de preocupación cada vez mayor. La capacidad de los robots para aprender y tomar decisiones plantea preguntas importantes sobre la privacidad, la responsabilidad y el control. ¿Hasta qué punto deberíamos permitir que las máquinas autónomas operen sin supervisión humana? ¿Quién es responsable si un robot causa daño? Estas son solo algunas de las preguntas que deberán abordarse a medida que la tecnología avance.
Es probable que veamos un debate global sobre las regulaciones y normas que guiarán el desarrollo de robots autónomos. Estas discusiones no solo involucrarán a tecnólogos y científicos, sino también a sociólogos, legisladores y el público en general. El objetivo será asegurarse de que la robótica evolucione de manera que beneficie a la sociedad en su conjunto, sin crear nuevas desigualdades o peligros imprevistos.
A lo largo de la historia, los avances tecnológicos han impulsado cambios radicales en la economía y la sociedad. Desde la Revolución Industrial hasta la era digital, el progreso ha venido acompañado tanto de prosperidad como de incertidumbre. Hoy en día, estamos al borde de un cambio aún más monumental: la irrupción masiva de robots en la vida cotidiana. Estos robots no son solo máquinas que limpian casas o ensamblan piezas, sino dispositivos capaces de cuidar a nuestros ancianos, enseñar a nuestros hijos y, sí, incluso satisfacer nuestras necesidades sexuales. Pero, ¿estamos preparados para las profundas implicaciones económicas, sociales y éticas de esta revolución?
La robótica ya está transformando sectores enteros, desde la medicina hasta la seguridad, y todo apunta a que su impacto será aún mayor en las próximas décadas. ¿Qué sucede cuando no solo convivimos con robots, sino que dependemos de ellos para las tareas más fundamentales de la vida? ¿Qué será de las interacciones humanas cuando una máquina sustituya la labor de un cuidador, un profesor o incluso un compañero sexual? En este artículo exploraremos estas preguntas, basándonos en reflexiones de expertos en ética robótica, y evaluaremos las consecuencias económicas y culturales de un futuro dominado por la inteligencia artificial y la automatización.
En los primeros capítulos del libro "Moral Machines", Colin Allen y Wendell Wallach defienden la necesidad de robots con capacidad moral, capaces de responder a desafíos éticos en su entorno. Según ellos, no es solo posible, sino absolutamente necesario, que las máquinas adquieran una "moralidad funcional". Citando a Rosalind Picard, los autores afirman que "cuanto mayor sea la libertad de una máquina, más necesitará estándares morales". La relevancia de estas palabras es evidente: en un futuro donde los robots puedan operar con mayor autonomía, deberán tomar decisiones que afecten directamente a las personas. Pero, ¿qué tipo de impacto tendrá esto en los modelos económicos actuales?
La incorporación de robots a la economía plantea preguntas clave sobre la redistribución del empleo y la productividad. Desde los drones militares hasta los cuidadores de ancianos, los robots pueden hacer el trabajo de los humanos más rápido y de manera más eficiente, reduciendo costos y aumentando la producción. En términos económicos, esto se traduce en un aumento de la competitividad para aquellas empresas que adopten tecnologías robóticas. Sin embargo, el lado oscuro de este panorama es evidente: el desempleo masivo. La automatización no es solo una cuestión de productividad, es también una cuestión de supervivencia para muchos sectores.
Un estudio reciente predice que para 2030, el 45% de las tareas laborales podrán ser realizadas por robots. Eso incluye desde la fabricación de productos hasta el cuidado personal. ¿Qué significará esto para los millones de personas cuyo sustento depende de trabajos que pronto podrían ser realizados por máquinas? ¿Podrán los gobiernos implementar políticas eficaces para mitigar el desempleo masivo? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles.
Los avances en robótica no se limitan a tareas domésticas o industriales. Noel Sharkey, experto en robótica militar, advierte que los robots están cambiando la forma en que se libran las guerras. Desde sistemas armados avanzados como el MAARS hasta drones autónomos, los robots están tomando un papel central en los conflictos bélicos. Pero aquí surge una cuestión inquietante: ¿deberían los robots tener la capacidad de decidir sobre la vida y la muerte? La idea de un robot tomando decisiones autónomas sobre quién vive y quién muere genera una gran preocupación ética.
El uso de robots en el campo de batalla también tiene implicaciones económicas. La guerra es una industria multimillonaria, y la robótica está transformando la manera en que se fabrican y despliegan armas. Los países que lideren la carrera de los robots militares podrían obtener una ventaja geopolítica y económica significativa. Sin embargo, como advierten Sharkey y otros expertos, los riesgos de confiar en máquinas para realizar juicios morales complejos son enormes.
En un conflicto donde los enemigos no están claramente identificados, como en las guerras de contrainsurgencia actuales, la capacidad de un robot para distinguir entre combatientes y civiles es cuestionable. El fallo de un robot en una decisión de vida o muerte podría tener consecuencias catastróficas, no solo en términos de pérdida de vidas humanas, sino también de responsabilidad legal y política. Si un robot comete un error, ¿quién es el responsable? ¿El programador, el fabricante, el gobierno? Estas preguntas subrayan la necesidad urgente de marcos legales claros para la gobernanza de robots.
La gobernanza y la regulación de la robótica son temas críticos en la discusión sobre su futuro. En la cuarta sección del libro, varios autores analizan cómo extender los marcos legales actuales, como las Convenciones de Ginebra, a los robots. La pregunta clave es si las leyes diseñadas para seres humanos pueden aplicarse eficazmente a máquinas que operan con distintos grados de autonomía.
Richard O'Meara, por ejemplo, sugiere que los conceptos legales tradicionales, como la responsabilidad y la culpabilidad, deben ser reformulados para adaptarse a los casos que involucren robots. Por otro lado, Ryan Calo plantea preocupaciones sobre la privacidad en un mundo donde los robots podrían espiar nuestras vidas diarias sin que lo sepamos. La amenaza de hackeos y la creciente capacidad de vigilancia de los robots plantean serias dudas sobre nuestras libertades individuales.
Estas cuestiones son especialmente relevantes en una era en la que la tecnología avanza más rápido que la legislación. Mientras que la robótica promete beneficios incalculables en términos de eficiencia y productividad, los gobiernos y las instituciones deben actuar rápidamente para crear marcos regulatorios que protejan a los ciudadanos de posibles abusos.
Quizás una de las áreas más controvertidas en la evolución de la robótica sea la creciente interacción emocional entre humanos y máquinas. Matthias Scheutz advierte sobre el peligro de que los robots, diseñados específicamente para evocar respuestas emocionales, puedan causar dependencia emocional o incluso daño. Estudios recientes muestran que los humanos pueden ser afectados por la presencia de un robot de manera similar a como lo son por la de otro ser humano.
Esta relación emocional unidireccional podría ser explotada por empresas que buscan promover productos o servicios a través de sus robots, lo que plantea preguntas éticas sobre la manipulación emocional en un contexto comercial. En este sentido, el futuro del marketing podría estar marcado por la presencia de robots capaces de "conquistar" emocionalmente a los consumidores.
El impacto en las relaciones personales también es profundo. David Levy explora la posibilidad de que los robots se conviertan en compañeros sexuales, discutiendo las implicaciones éticas de esta nueva forma de interacción. Levy argumenta que, dado que los vibradores son ampliamente aceptados, la resistencia a los "sexbots" sería "anómala". Sin embargo, esta perspectiva pasa por alto las complejidades emocionales involucradas. Los robots diseñados para interactuar emocionalmente con los humanos podrían influir en nuestras sensibilidades sociales y vulnerabilidades de maneras que aún no comprendemos del todo.
La interacción amorosa con robots podría erosionar las conexiones humanas auténticas, exacerbando el aislamiento social en una era donde ya estamos cada vez más desconectados debido a la tecnología. El cuidado de los ancianos y los enfermos es otra área donde los robots están comenzando a desempeñar un papel crucial. Pero, ¿qué sucede cuando los robots sustituyen la atención humana? Jason Borenstein y Yvette Pearson argumentan que los robots podrían reducir el contacto humano en grupos vulnerables, lo que plantea cuestiones sobre la dignidad humana.
Aunque los robots pueden proporcionar atención física, las interacciones emocionales profundas que son esenciales para el bienestar de las personas mayores o enfermas podrían verse comprometidas. Noel y Amanda Sharkey también señalan que, si bien los robots pueden ser útiles en la supervisión de niños, confiamos demasiado en su capacidad para tomar decisiones sobre lo que es seguro o peligroso.
Estas preocupaciones se enmarcan en un debate más amplio sobre el futuro del trabajo en el sector de la salud. La demanda de cuidadores está en aumento debido al envejecimiento de la población mundial, y los robots ofrecen una solución potencial para la escasez de mano de obra. Sin embargo, es necesario equilibrar la eficiencia que ofrecen los robots con la necesidad de preservar la dignidad y la autonomía humanas.
Una de las cuestiones más futuristas, pero no menos relevantes, es la posibilidad de que los robots adquieran derechos legales. En la séptima sección del libro, Rob Sparrow plantea la pregunta de si un robot puede ser considerado una persona, lo que llevaría a su reconocimiento moral y legal. Sparrow desafía la noción antropomórfica de que solo los humanos pueden ser considerados personas, sugiriendo que los robots avanzados podrían merecer un estatus similar.
Kevin Warwick va más allá y plantea un experimento mental: ¿qué sucede si un robot tiene un cerebro humano? ¿Merecería entonces derechos como persona? Aunque estas cuestiones pueden parecer lejanas en el tiempo, el avance de la tecnología nos acerca cada vez más a una realidad en la que estas discusiones ya no serán solo especulativas, sino legales y morales.
Gianmarco Veruggio y Keith Abney realizan una excelente síntesis de los desafíos pendientes en el ámbito de la ética robótica, dejando claro que estamos entrando en un terreno inexplorado donde las preguntas éticas y morales que nos hacemos hoy serán fundamentales para el desarrollo del futuro. Una de las interrogantes más profundas que plantean es: ¿cuándo una máquina se convierte en un agente moral? La respuesta a esta pregunta será decisiva para resolver muchos de los dilemas éticos que surgen en torno a la robótica, como la responsabilidad legal, los derechos de los robots y la moralidad de sus acciones.
Si los robots logran ser considerados agentes morales, entonces la cuestión de si deberían tener derechos, o si podrían ser considerados personas, podría parecer más simple de lo que hoy imaginamos. Sin embargo, llegar a esta conclusión implica resolver un cúmulo de otros problemas éticos y legales que hasta ahora han sido exclusivos de los seres humanos. La robótica y la inteligencia artificial, si bien prometen una eficiencia y una capacidad de innovación sin precedentes, también nos colocan en la disyuntiva de reconfigurar nuestras normas sociales, económicas y legales para un mundo que parece cada vez más inevitable.
Con la creciente automatización impulsada por los robots, la estructura económica global está destinada a cambiar de manera irreversible. Estamos a las puertas de una revolución tecnológica que podría superar a la Revolución Industrial en impacto, y al igual que en aquel momento, los efectos serán desiguales. Los países que logren adaptarse rápidamente y capitalicen las oportunidades que ofrece la robótica podrán experimentar un crecimiento económico significativo. Sin embargo, aquellos que no se preparen adecuadamente se enfrentarán a un declive industrial y social considerable.
En términos de productividad, la robótica promete un salto cuántico. Los robots pueden trabajar 24/7 sin fatiga, lo que aumenta enormemente la eficiencia en sectores como la manufactura, la agricultura y los servicios. Según varios estudios, la adopción generalizada de robots en la industria podría aumentar el PIB mundial en un 14% para el año 2030, lo que equivale a unos 15 billones de dólares adicionales. Estos beneficios económicos serán palpables en todas las capas de la sociedad, pero no sin un costo social.
El lado oscuro de esta revolución es la dislocación masiva del empleo. La automatización podría eliminar millones de puestos de trabajo, particularmente aquellos que requieren habilidades repetitivas y predecibles. Sectores como el transporte, el comercio minorista y el cuidado personal, que tradicionalmente han sido grandes empleadores, serán los más afectados. Y aunque se crearán nuevos empleos en áreas como la programación, el mantenimiento de robots y el diseño de inteligencia artificial, es poco probable que estas oportunidades compensen la magnitud de las pérdidas laborales. En esencia, la automatización beneficiará a quienes posean las habilidades necesarias para interactuar con las nuevas tecnologías, mientras que muchos otros se enfrentarán al desempleo estructural.
El reto, por lo tanto, será cómo gestionar esta transición. Los gobiernos deberán implementar políticas que amortigüen el impacto económico y social de la automatización masiva. La idea de un ingreso básico universal (UBI, por sus siglas en inglés) ha ganado fuerza en este contexto, ofreciendo un potencial colchón para aquellos que pierdan sus empleos debido a la automatización. Pero, como siempre, la clave está en la ejecución: ¿Cómo financiar un sistema de una renta básica a gran escala cuando la base impositiva, dependiente del empleo humano, se erosiona cada vez más?
Estamos en el umbral de un cambio de paradigma en la economía global. Los robots y la inteligencia artificial no solo remodelarán nuestras industrias y mercados, sino también la forma en que entendemos las relaciones humanas, la moralidad y la justicia social. El progreso tecnológico no puede detenerse, pero debemos ser conscientes de sus riesgos y desafíos.
Los robots, con su innegable potencial para transformar la economía, nos obligan a repensar cómo valoramos el trabajo humano, cómo distribuimos la riqueza, si es que hay que distribuirla, y qué tipo de futuro queremos construir. Si actuamos con previsión y responsabilidad, la era de los robots podría marcar el comienzo de una nueva era de prosperidad. Pero si nos dejamos llevar solo por la fascinación tecnológica, podríamos terminar sacrificando lo más valioso que tenemos: nuestra humanidad.
A medida que la robótica avanza, las líneas entre lo humano y lo artificial se difuminan cada vez más. Las preguntas éticas que una vez fueron relegadas a la ciencia ficción hoy son problemas reales y urgentes que los legisladores, economistas y tecnólogos deben abordar. La pregunta ya no es si los robots cambiarán el mundo, sino cómo lo harán. Estamos ante una oportunidad única para dar forma al futuro de manera que los beneficios tecnológicos sean para todos. Si fallamos en este esfuerzo, podríamos estar construyendo un futuro que, lejos de ser próspero, será desigual.
La pregunta es si es posible compatibilizar un avance de la IA sin frenos con la seguridad. Y esto es complicado. Como el cambio es exponencial, no podemos saber qué va a ocurrir para poder avanzar. El humano moderno lleva unos apenas 200.000 o 300.000 años de existencia y nuestra evolución ha sido muy lenta desde que éramos unos seres que pensábamos de forma lineal y eso nos permitía aprender sobre lo conocido. Ahora eso no es así y todo sucede de un modo exponencial, pero no pensamos de un modo exponencial. La IA debe suplir ese defecto. Básicamente porque lo único que sabemos es que somos seres curiosos, conquistadores, innovadores. Nunca nos detendremos, la única constante en nuestra historia es, el avance. Hacia lo bueno y hacia lo malo. Un cambio constante que no podremos evitar, solo podemos aprender como afrontarlo mejor.
IA, una arma de doble filo.
Si Alan Turing hubiese paseado por las emisiones de Taobao a las 4 a.m., quizás habría sentido una mezcla de admiración y confusión. Turing, el padre de la computación moderna, habría sido testigo de un comercio en ebullición en plena madrugada. Pero no estaríamos hablando de comerciantes humanos al uso, sino de sus réplicas virtuales generadas por IA. Así como la máquina analítica de Ada Lovelace cambió para siempre nuestra relación con los cálculos, estos influencers de transmisión en vivo, un tanto andróides, están transformando el mundo del e-commerce. A primera vista, parecen humanos, pero sus sutiles gestos robóticos delatan su naturaleza sintética.
Si Alan Turing hubiese paseado por las emisiones de Taobao a las 4 a.m., quizás habría sentido una mezcla de admiración y confusión. Turing, el padre de la computación moderna, habría sido testigo de un comercio en ebullición en plena madrugada. Pero no estaríamos hablando de comerciantes humanos al uso, sino de sus réplicas virtuales generadas por IA. Así como la máquina analítica de Ada Lovelace cambió para siempre nuestra relación con los cálculos, estos influencers de transmisión en vivo, un tanto andróides, están transformando el mundo del e-commerce. A primera vista, parecen humanos, pero sus sutiles gestos robóticos delatan su naturaleza sintética.
'Horacio is good' by Clipdrop AI.
Hoy en China, el e-commerce en vivo se ha convertido en el epicentro del marketing. Taobao, Douyin y otras plataformas han catapultado a influencers al estrellato. Sin embargo, la inversión necesaria para gestionar a estos presentadores y mantener el espectáculo en marcha es significativa. La solución, en el estilo de la automatización de la línea de montaje, es sencilla: utilizar avatares deepfake para hacer el trabajo. Y así, en un giro de los acontecimientos al estilo Asimov, desde 2022, empresas tecnológicas chinas ofrecen estos avatares para transmisiones ininterrumpidas. Por el módico precio de $1,000, las marcas tienen a su disposición un presentador virtual las 24 horas del día, todos los días.
Aunque la sombra de los deepfakes siempre ha estado ligada a prácticas cuestionables, su comercialización y utilidad en el mercado ha emergido con fuerza en manos de titanes chinos de la inteligencia artificial. Como cuando Edison vio el potencial de la luz eléctrica en el oscuro siglo XIX, Silicon Intelligence, nacida en el corazón de Nanjing en 2017, descubrió la luminosa oportunidad que ofrecía la IA en las transmisiones en vivo. Lo que empezó con guiones escritos por la mano del hombre, ahora fluye a través de algoritmos complejos crean guiones que se sincronizan con el movimiento y la voz de los avatares. Una vez que se genera el avatar, su boca y cuerpo se mueven al ritmo del audio guionizado. Si bien los guiones solían ser preescritos por humanos, las compañías ahora están utilizando modelos de lenguaje para generarlos también.
Y lo que es aún más impresionante, las versiones avanzadas de estas creaciones digitales poseen la habilidad de interactuar en tiempo real, como un comerciante de la plaza del mercado que ajusta su tono según la reacción de su audiencia. Estos influenciadores digitales tienen la habilidad de modificar su estrategia según el interés de los espectadores. Estos clones se adiestran con precisión en las danzas más populares del comercio electrónico. Desde los gestos comunes, como señalar el botón de 'Seguir', hasta indicaciones más específicas para dirigir a los espectadores hacia los productos. Esta coreografía es perfecta y no genera discrepancia entre las palabras y los movimientos.
Resulta fascinante observar cómo empresas innovadoras están utilizando la IA para llenar esos espacios vacíos, especialmente en las horas menos populares de consumo. Al entrar en plataformas como Taobao o JD después de la medianoche, la presencia de estos clones es absoluta. En un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados, las marcas buscan optimizar sus recursos. Quantum Planet AI, lo tiene claro: no todos los presentadores en directo aportan de la misma manera al rendimiento de una empresa. "Imagina un equipo de diez presentadores; quizá sólo un par de ellos generen hasta el 80% de las ventas”. En este contexto, ¿qué sucede con aquellos que no aportan tanto? Las IA como la de Xiaoice podrían ser la solución, reduciendo costes y maximizando la rentabilidad. Por ejemplo, un avatar virtual de Xiaoice ha conseguido ingresos de más de 10,000 dólares en una hora.
La tendencia parece imparable. Grandes titanes de la tecnología en China, como Alibaba, Tencent, Baidu y JD, ya están sumergidos en la carrera de las transmisiones en vivo mediante IA, abriendo puertas a las marcas para crear sus propios avatares digitales. En este paisaje cambiante, las empresas deben equilibrar eficiencia con autenticidad. Es un baile delicado, pero el que acierte en los pasos, seguramente liderará el futuro del e-commerce. De momento es comercio de teletienda o de plataformas generales de venta, pero… ¿los veremos ‘trabajando’ en redes sociales sustituyendo a los influencers de siempre, en las propias webs de venta? Probablemente…
Foshan Yowant Technology, gigante del marketing de transmisiones en vivo, no se ha quedado atrás y ha firmado un prometedor acuerdo con Xiaoice. Paralelamente, Silicon Intelligence une fuerzas con la compañía Viya, la que fuera aclamada como la "reina de las transmisiones en vivo" en China. Pero analicemos esta tecnología y lo que supone. Silicon Intelligence habla de otorgar "inteligencia emocional" a estos presentadores digitales, reaccionando con alegría o tristeza según el contexto de la transmisión. La visión de la compañía es estremecedora: aspiran a desplegar "100,000,000 trabajadores de silicio" para 2025. Con 400,000 transmisores virtuales ya en circulación, el reto es enorme, y la revolución, aunque incipiente, ya está en marcha.
Aquí, seguimos con nuestros temas pequeños… mientras en el mundo se está definiendo un nuevo contrato social que llamaremos empleo y que será muy distinto en el futuro. El problema es que si no nos ponemos a atender esta revolución y seguimos con la tontería de las fotos fake, las aplicaciones peligrosas y todo eso, nos estamos perdiendo lo sustancial de este debate. ¿Cómo vamos a vivir con todo esto? No lo vamos a eliminar ni controlar, es imposible. La excusa de la regulación es eso, una excusa para controlar, pero la esencia sigue sin tratarse. Nos explotará en la cara mientras sus señorías solo hablan de regular, legislar, etc… en lugar de crear, desarrollar e innovar.
Volvamos, las innovaciones tecnológicas siempre han sido vistas con una mezcla de asombro y miedo. La imprenta, el telégrafo, la radio, la televisión y el Internet tuvieron sus detractores, temerosos de las implicaciones culturales, morales y económicas de su adopción masiva. Hoy, la inteligencia artificial generativa se enfrenta a un escrutinio similar. No es sorprendente que la IA generativa, dada su capacidad casi mágica para crear, genere controversias. Los deepfakes, por ejemplo, inicialmente fascinaron por su asombrosa calidad, pero pronto se convirtieron en herramientas de desinformación y manipulación. Las implicaciones en áreas como la pornografía no consensuada y la suplantación de identidad son realmente preocupantes.
Las estrellas de cine ya no son solo actores, sino también marcas en sí mismas. ¿Qué pasa cuando su esencia, su imagen y sus habilidades pueden ser replicadas y utilizadas ad infinitum, sin su consentimiento explícito? Estas cuestiones éticas y contractuales tienen profundas ramificaciones, no solo para los actores individuales, sino para la industria del entretenimiento en su conjunto. Estamos ante algo que va a "cambiar lo que significa ser humano". Pero antes de pensar que eso es el final del ser humano, detente. ¿Quienes suelen abogar por reducir la capacidad de decisión de los seres libres de este mundo? ¿Quienes están marcando constantemente lo que está bien y está mal? En Davos hay un montón de estos. Los que hablan de controlar la producción global y que tu decrezcas. Los mismos de las ciudades de 15 minutos, los mismos de que subirá el nivel de los oceános por tu culpa, todos ellos que quieren impedir que consumas carne, que quieren regresar a las cuevas, los mismos que quieren imponer un euro digital, esos mismos, son los que quieren regular esta herramienta. Son los mismos que ahora lanzan de una manera casi infantil que la IA generativa es el demonio. ¿No te parece extraño? Ese nuevo ser humano debería ser un ser humano más libre, con una mayor capacidad intelectual. La IA no limita tu capacidad de razonar, la estimula porque te entrega herramientas nuevas.
Más allá de la eficiencia, de las aplicaciones comerciales o del entretenimiento, la IA generativa nos empuja a enfrentar cuestiones filosóficas y existenciales. ¿Cuál es la esencia de la creatividad? ¿Qué es auténticamente humano? Igual los que se quejan de que esto nos lleva al transhumanismo lo que realmente temen es que ese salto evolutivo abrazando una nueva tecnología, como lo fue la imprenta que quiso prohibir la iglesia, o internet que quiso controlar el ejercito americano, igual, lo que temen es eso, que seamos más humanos, tecnológicamente más humanos. El recorrido de la IA generativa está todavía en sus primeras etapas, pero es evidente que se necesita un marco ético. No niego la regulación, niego la que ellos quieren imponer. Esto va de educar, no de asustar. Al igual que pasa con la ciencia económica o la educación financiera, educar es mejor, pero los que dirigen este mundo, procuran que no suceda. Es más fácil controlar un pueblo palurdo e inexperto.
Los debates en torno a esta tecnología no se limitarán a los laboratorios de investigación o a las salas de juntas, sino que se extenderán a los hogares, a las escuelas y a los parlamentos. La comunidad global tiene la responsabilidad de abordar y entender esta tecnología, garantizando que se utilice de manera que beneficie a la humanidad, en lugar de perjudicarla. Yo he sentido en carne propia los problemas de estas herramientas. Pero, tambien he comprendiendo su potencial trabajando junto a las empresas pioneras en el desarrollo de estas herramientas. Y sí, la desinformación y el uso perverso de la tecnología existen, pero no son toda la historia.
¿Imaginas lo que la Inteligencia Artificial generativa podría desbloquear? Desde el revolucionario descubrimiento de proteínas que prometen una nueva era en la medicina, hasta soluciones ecológicas, como enzimas capaces de erradicar el plástico de nuestros mares. Sin embargo, vivimos en una encrucijada. La velocidad y magnitud de estos avances exigen una coordinación sin precedentes. No podemos esperar que un solo actor gestione este desafío. Debe ser la industria y sociedad civil las que colaborando mano a mano lo estipulen. Aquí los gobiernos y los lobbys globales no deberían entrar. La tecnología puede ser una amenaza, sí, pero también puede ser nuestra salvación. Es una elección.
La pregunta es ¿qué pasa si ya no podemos discernir lo real de lo falso? La desinformación no es nueva, pero la tecnología ha cambiado drásticamente su alcance y velocidad. Ahora, imagine a esta ecuación sumándole la habilidad de clonar biometrías o sintetizar voces con solo tres segundos de audio. El potencial de manipulación es estremecedor. Más allá de crear falsedades, lo verdaderamente preocupante es que la IA nos empuja hacia un terreno donde todo puede ser cuestionado. Y eso es bueno. Eso debería estimular el pensamiento crítico. Así me gusta pensarlo. Cuando solo se veia la tele era todo plano. Ahora existe youtube, por ejemplo. Que consideras mejor para estimular el espiritu crítico? Es perfecto youtube? no, pero es mejor que exista. Es bueno aprender a diferenciar, razonar, interpretar. Eso es bueno.
Estamos en una encrucijada donde no solo lo falso se acepta como verdadero, sino que lo real corre el riesgo de ser desacreditado. Y repito, eso no es malo en sí mismo si no es delito. Y hay más, la irrupción de tecnologías como ChatGPT y DALL-E nos lleva a cuestionarnos: ¿Cómo definimos los derechos de autor en esta nueva era? ¿Es necesario redefinir los conceptos de arte y creatividad en el contexto de la inteligencia artificial generativa? Históricamente, toda innovación tecnológica ha generado debates similares. Tomemos, por ejemplo, la invención de la fotografía. Hubo un tiempo en que los pintores temían que la fotografía acabase con su oficio, pues ahora, cualquier paisaje podía capturarse con el simple clic de un botón. Pero la IA generativa no sustituye la creatividad humana; más bien, se presenta como una herramienta adicional. Lejos de robar nuestra inventiva, numerosos artistas ya la integran, potenciando su genio creativo.
En 2023, el mundo tecnológico ha reconocido algo que antes parecía ciencia ficción: una máquina puede crear. Si bien la inteligencia artificial tradicional se ha centrado en tareas de clasificación, su contraparte generativa ha traspasado esas fronteras y ha abrazado el ámbito de la creación. Inicialmente, se percibía la IA generativa como un mero creador de imágenes. Sin embargo, hoy, su capacidad va más allá. No se trata sólo de generar visuales, sino de potenciar áreas que tradicionalmente hemos considerado el dominio exclusivo de la mente humana, como la creatividad y el razonamiento avanzado.
Lo que nos ha llevado a este punto es una confluencia de factores:
Madurez tecnológica: la IA generativa ha alcanzado un nivel de madurez que permite su implementación a gran escala en sectores empresariales. No es sólo una herramienta de entretenimiento, sino también una aliada en campos que requieren habilidades especializadas, como el derecho, la medicina o la ingeniería.
Eliminación de mitos: durante mucho tiempo, la creatividad y la inteligencia se consideraron cualidades inherentemente humanas. Sin embargo, la IA generativa está demostrando que la tecnología puede actuar como una extensión y potenciador de estas capacidades.
Adopción por gigantes tecnológicos: la rápida adopción de la IA generativa se debe, en gran medida, al respaldo de las principales empresas tecnológicas. Con herramientas como ChatGPT convirtiéndose en una parte central de estrategias de empresas como Microsoft, la IA generativa ha encontrado un espacio en el uso diario de millones. Ahora quieren pararlo…
¿Yo porque pararlo? ¿Por que ha cambiado el discurso naif sobre todo esto hacia otro casi apocalíptico? Ahora toca asustar a la gente. Recuerda que lo más sorprendente de todo lo que está pasando, que no niego que sea relevante y que se tenga que analizar, lo mas curioso, incluso sospechoso, es que todos los defensores de la Agenda 2030, todos cuantos amparan los mensajes de la corrección, los del fin del mundo climático, y los de las posiciones Woke. Todos ellos consideren la IA un peligro que hay que erradicar.
Fíjate que los mismos medios que no muestran, los flujos migratorios, la violencia en tus calles, el desequilibrio social, la exclusión, el incremento de pobreza, los que te dicen que la inflación es culpa tuya no de los bancos centrales, que no cuentan que ha pasado con la post-crisis sanitaria, que solo hablan desde una perspectiva de todo, sean guerras o sea la paz. Esos que no te cuentan nada sobre la maquina de control que va a suponer las CBDC, los que te dicen que eres culpable de todo, y que te perdonan, esos, ahora te garantizan que van a regular una de las tecnologías más importantes que hemos tenido al alcance los seres humanos desde la creación de la imprenta. Estos, no quieren que la utilices libremente. No quieren controlarla, quieren el control.
Por eso los medios no paran de entretenernos con toda la mierda que conlleva el mal uso de la tecnología. Medios pagados por los intereses de quienes controlan el mundo, lanzando solo mensajes terribles sobre la IA. Ni pio sobre la bondad de esas tecnologías. De que sirven en medicina, en economía, en ciencia, en investigación e, incluso, en gestión pública, de verificación del poder. Todo eso en tus manos, no lo quieren. Por eso, mejor asustarte con ello, mostrar solo lo malo, lo terrible, lo peligroso que es. Mejor, ellos te cuidan, ellos te dicen que debes inocularte, que debes comer, como debes viajar, los mismos te dicen ahora, no toques esa tecnología que acabará con tu privacidad, con tu libertad. Esos que lo único que llevan haciendo y diseñando es quitarte tu libertad y eliminar tu privacidad.
No te parece sospechoso? A mi sí.
La UE pretende espiar todos tus mensajes privados
Ayer, mientras el mundo estaba pendiente de no sabemos qué, en Bruselas se reunía el Comité de Representantes Permanente del Consejo de Europa. El motivo, reabrir el asunto de controlar los mensajes privados de los europeos. Has oído bien. Ningún partido político ha dicho ni mú. Tengo constancia personal que un eurodiputado español está presionando para averiguar que leches se discutió allí.
Ayer, mientras el mundo estaba pendiente de no sabemos qué, en Bruselas se reunía el Comité de Representantes Permanente del Consejo de Europa. El motivo, reabrir el asunto de controlar los mensajes privados de los europeos. Has oído bien. Ningún partido político ha dicho ni mú. Tengo constancia personal que un eurodiputado español está presionando para averiguar que leches se discutió allí.
No obstante, te adelanto cual es el asunto. La Unión Europea reabrirá el debate sobre el llamado "chat control", una medida propuesta en 2022 para combatir el abuso sexual infantil en línea mediante la vigilancia automatizada de las comunicaciones privadas. El Consejo de la UE ha retomado esta discusión en septiembre de 2024, tras varios intentos fallidos, incluido el de julio de este mismo año.
Aunque la propuesta se presenta como una medida para proteger a los menores, las preocupaciones sobre la privacidad y la posible vigilancia masiva no han dejado de surgir. Una de las principales críticas es la posibilidad de que esta ley comprometa el cifrado de extremo a extremo en las plataformas de mensajería, lo que podría permitir el acceso a comunicaciones privadas sin consentimiento, violando así derechos fundamentales.
Las plataformas tecnológicas que no se adhieran a estas medidas podrían enfrentarse a restricciones. Mientras algunas, como Whatsapp, Instagram y Facebook, probablemente colaboren, otras, como Telegram o 𝕏 (anteriormente Twitter), podrían resistirse y, en consecuencia, ser bloqueadas en la región. Esta tendencia recuerda a lo ocurrido en Brasil, donde plataformas que no cumplieron con las regulaciones locales enfrentaron sanciones similares.
Mientras la Unión Europea debate cómo equilibrar la protección de los menores con los derechos de privacidad, California ha dado un paso más hacia la regulación de la información digital con la aprobación de la "Ley de Defensa de la Democracia contra el Engaño de Deepfakes de 2024". Esta legislación pretende limitar el uso de IA para crear contenido engañoso, particularmente en relación con las elecciones. Aunque, en teoría, parece una medida razonable para evitar la desinformación, la ley también genera dudas sobre los límites de la libertad de expresión.
El desafío principal radica en definir qué se considera "engañoso" o "probablemente engañoso". La ambigüedad en estos términos podría permitir la censura de contenido humorístico o satírico, como los memes políticos, que han jugado un papel crucial en la cultura digital. Este tipo de censura, aunque diferente en su enfoque, refleja las preocupaciones en torno al "chat control" de la UE, ya que ambas iniciativas buscan regular el contenido digital bajo la premisa de proteger a la sociedad.
La expansión de las medidas de vigilancia no es exclusiva de la UE o Estados Unidos. En el Reino Unido, el gobierno ha reintroducido el controvertido registro de "incidentes de odio no delictivos" (NCHI), una práctica que había sido reducida por el anterior gobierno conservador. Estos registros incluyen comportamientos que no son ilegales, pero que se consideran potencialmente ofensivos o perturbadores, lo que genera un debate sobre la posible invasión de la libertad de expresión.
Durante los primeros seis meses de 2024, se registraron 12.340 de estos incidentes, según la organización Big Brother Watch. Algunos casos documentados son tan triviales como niños dibujando con tiza en la acera, lo que plantea interrogantes sobre el alcance de la vigilancia en el país. Este aumento en el control del discurso también se refleja en la expansión del regulador de comunicaciones del 🇬🇧 Reino Unido, Ofcom. Con la nueva Ley de Seguridad en Línea, Ofcom ha incrementado su plantilla en un 20% para hacer cumplir regulaciones más estrictas en torno a la "desinformación dañina". Si bien el objetivo es combatir la propagación de información errónea, muchos temen que estas medidas puedan ser utilizadas para restringir el discurso legítimo bajo criterios subjetivos.
El control del discurso en línea no se limita a medidas legislativas. El arresto de Pavel Durov, fundador de Telegram, en agosto de 2024 en 🇫🇷 Francia es un recordatorio de que el control sobre la libertad de expresión en las redes sociales puede tomar formas más directas y coercitivas. Durov fue detenido por presuntas fallas en la moderación de contenido en su plataforma, lo que resalta cómo los gobiernos están incrementando la presión sobre las plataformas tecnológicas que no colaboran con sus políticas de control.
Telegram ha sido una de las pocas plataformas que ha resistido la presión gubernamental para implementar medidas de vigilancia masiva. Sin embargo, como muestra el caso de Durov, los gobiernos están dispuestos a utilizar todas las herramientas a su disposición, desde sanciones hasta arrestos, para obligar a las plataformas a cumplir con sus demandas.
La censura global: Un fenómeno interconectado
El caso de Durov no es único. Desde 🇧🇷 Brasil hasta 🇮🇪 Irlanda, pasando por 🇷🇺 Rusia y 🇻🇪 Venezuela, muchos gobiernos están implementando medidas para regular y censurar el contenido en línea. 🇧🇷 Brasil, por ejemplo, ha expulsado a plataformas como 𝕏 del país por no cumplir con sus regulaciones, mientras que en 🇮🇪 Irlanda se han propuesto leyes que podrían limitar el uso de memes malintencionados. En 🇷🇺 Rusia, las medidas de censura se han intensificado desde que se prohibieron Facebook, Instagram y Twitter en marzo de 2024, y se han expandido para incluir otras plataformas.
Este patrón se repite en países como 🇦🇺 Australia, donde el gobierno ha obligado a plataformas a eliminar contenido que considere peligroso o engañoso, y en 🇨🇦 Canadá, donde se están proponiendo leyes que podrían censurar el contenido humorístico en línea bajo la premisa de combatir la desinformación. La censura de memes, en particular, ha sido un foco de atención en muchos países. 🇩🇪 Alemania ha impuesto multas a personas por compartir memes políticos ofensivos, mientras que 🇯🇵 Japón ha comenzado a sancionar la creación de memes difamatorios. Este tipo de regulaciones, aunque diferentes en su alcance, comparten un objetivo común: controlar el discurso digital y limitar la libertad de expresión bajo la premisa de proteger a la sociedad.
Estamos ante un panorama global preocupante. El aumento del control social a través de la vigilancia y la censura digital es un fenómeno global. Aunque las justificaciones varían —desde la protección de los menores en 🇪🇺 la UE hasta la defensa de la democracia en 🇺🇸 California— el resultado es el mismo: una erosión gradual de la privacidad y la libertad de expresión.
La interconexión entre estas medidas, como el "chat control" en Europa, la ley de IA en California y la reintroducción de los NCHI en el Reino Unido, muestra cómo los gobiernos están adoptando un enfoque más agresivo hacia la regulación del discurso en línea. Esto es muy grave. No va de impuestos, ya los subirán. No va de dependencia, ya llegará. Va de libertad individual. Las excusas son razonables, el objetivo no.
¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra privacidad y libertad de expresión en nombre de una hipotética seguridad? ¿Estamos dispuestos a aceptar que los delitos ahora solo se pueden perseguir vigilando a todo el mundo? ¿Es razonable que por una minoría que comete delitos, todos seamos agredidos en nuestra intimidad? ¿Estás dispuesto a aceptar ese mundo? La respuestas a estas preguntas determinarán el futuro de nuestras libertades civiles en la era digital.
Alerta: la convención de la ONU Amenaza Libertades y Privacidad
La Electronic Frontier Foundation (EFF), junto con casi dos docenas de organizaciones de derechos digitales, ha pedido a la Comisión Europea (CE) que actúe urgentemente ante la inminente finalización de la Convención sobre Ciberdelincuencia de la ONU. La preocupación central es que el borrador actual del tratado representa una amenaza significativa para la libertad de expresión y la privacidad.
La Electronic Frontier Foundation (EFF), junto con casi dos docenas de organizaciones de derechos digitales, ha pedido a la Comisión Europea (CE) que actúe urgentemente ante la inminente finalización de la Convención sobre Ciberdelincuencia de la ONU. La preocupación central es que el borrador actual del tratado representa una amenaza significativa para la libertad de expresión y la privacidad.
En una carta dirigida a la CE, las organizaciones destacan que el alcance del tratado es excesivamente amplio y carece de provisiones adecuadas para la protección de los derechos humanos y los datos personales. Esto, advierten, podría otorgar poderes de vigilancia intrusivos a los gobiernos que implementen el documento, sin las debidas salvaguardias.
El tratado ha estado en desarrollo desde que la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en diciembre de 2019. Sin embargo, a pesar de las críticas repetidas de organizaciones como la EFF, muchas preocupaciones no han sido abordadas. Los firmantes de la carta temen que si estas cuestiones no se resuelven en la reunión final, prevista del 29 de julio al 9 de agosto, el tratado podría legitimar prácticas abusivas de vigilancia.
Las organizaciones, entre ellas Access Now y ARTICLE 19, argumentan que el borrador del tratado también presenta incertidumbres legales y no protege adecuadamente a los actores que actúan de buena fe. Instan a la CE y a los estados miembros de la UE a corregir estos problemas durante la última sesión de negociación o, en su defecto, bloquear el tratado para que no sea adoptado por la Asamblea General de la ONU.
En resumen, las organizaciones advierten que, tal como está, el tratado podría hacer que individuos e instituciones sean más vulnerables a la ciberdelincuencia, socavando su propósito original de protección.
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Tenemos una copia del documento aquí.
La Movilidad Eléctrica: Un Debate Más Allá de Posiciones Extremas
El debate sobre el coche eléctrico se ha convertido en uno de los temas más polarizantes de nuestra era, donde las posturas ideológicas a menudo eclipsan los datos objetivos y las necesidades reales de los usuarios. Como embajador de Mercedes-Benz España, he podido observar de primera mano cómo esta discusión frecuentemente se desvía de lo verdaderamente importante: la búsqueda de soluciones eficientes para la movilidad del futuro.
El debate sobre el coche eléctrico se ha convertido en uno de los temas más polarizantes de nuestra era, donde las posturas ideológicas a menudo eclipsan los datos objetivos y las necesidades reales de los usuarios. Como embajador de Mercedes-Benz España, he podido observar de primera mano cómo esta discusión frecuentemente se desvía de lo verdaderamente importante: la búsqueda de soluciones eficientes para la movilidad del futuro.
La electrificación del transporte representa uno de los cambios más significativos en la industria automotriz desde la invención del motor de combustión interna. Sin embargo, el diálogo público sobre este tema se ha visto distorsionado por dos extremos igualmente problemáticos: por un lado, los defensores incondicionales que presentan el vehículo eléctrico como la única solución viable, y por otro, los detractores que lo rechazan sin considerar sus beneficios demostrados.
Un estudio colaborativo entre Mercedes-Benz y DHL Express, realizado en Vitoria-Gasteiz, nos proporciona datos empíricos que ayudan a equilibrar este debate. La investigación, que comparó durante un mes el desempeño de un vehículo diésel con uno completamente eléctrico, reveló resultados significativos que merecen nuestra atención.
En términos de impacto ambiental, los números son contundentes. El ahorro anual de 10,57 toneladas de emisiones directas de CO2 por vehículo representa una reducción sustancial en la huella de carbono. Esta cifra cobra mayor relevancia cuando consideramos la escala potencial de implementación en flotas comerciales y uso particular. Además, la eliminación de 2,4 kg anuales de óxidos de nitrógeno (NOx) por vehículo tiene implicaciones directas para la salud pública, especialmente en entornos urbanos donde la concentración de estos contaminantes es más problemática.
El aspecto económico también merece consideración. El ahorro de 3.990 litros de diésel anuales no solo representa una ventaja financiera significativa, sino que también implica una reducción en la dependencia de combustibles fósiles. La eliminación de necesidades de mantenimiento tradicionales, como cambios de aceite y filtros, simplifica la operación y reduce la generación de residuos contaminantes.
Un aspecto frecuentemente pasado por alto en este debate es la contaminación acústica. La reducción del ruido en un 55%, que alcanza el 71% en zonas urbanas de baja velocidad, tiene implicaciones significativas para la calidad de vida en las ciudades. Este beneficio, aunque menos visible que las emisiones de CO2, contribuye sustancialmente al bienestar urbano.
Es cierto que existen preocupaciones legítimas sobre la fabricación de baterías y su impacto ambiental. Sin embargo, el análisis del ciclo de vida completo del vehículo demuestra que estas emisiones iniciales se compensan durante su uso, especialmente en países como España, donde la matriz energética incluye una proporción significativa de fuentes renovables.
La transición hacia la movilidad eléctrica no debe verse como una imposición ideológica, sino como una evolución natural impulsada por avances tecnológicos y necesidades ambientales. La decisión de adoptar un vehículo eléctrico debe basarse en consideraciones prácticas, incluyendo el uso previsto, la infraestructura disponible y las necesidades específicas del usuario.
Mi experiencia personal con la gama eléctrica de Mercedes-Benz bajo el acuerdo #EQ ha confirmado que la tecnología actual puede satisfacer las necesidades de movilidad sin comprometer el confort o el rendimiento. Sin embargo, esto no significa que sea la única solución válida para todos los usuarios o situaciones.
Es fundamental mantener una perspectiva equilibrada que reconozca tanto los beneficios como los desafíos de la movilidad eléctrica. La transformación del sector automotriz debe guiarse por datos objetivos y necesidades reales, no por agendas ideológicas. Aunque soy crítico con ciertas imposiciones como la agenda 2030, reconozco que la evolución hacia la movilidad eléctrica representa un paso significativo en la dirección correcta.
El futuro de la movilidad no debe ser un campo de batalla ideológico, sino un espacio de innovación y progreso donde las decisiones individuales sean respetadas y las soluciones tecnológicas se evalúen por sus méritos reales. La evidencia empírica demuestra que los vehículos eléctricos ofrecen beneficios tangibles en términos de sostenibilidad, eficiencia y calidad de vida urbana.
El verdadero desafío no es defender o atacar una tecnología específica, sino encontrar el equilibrio adecuado entre innovación, sostenibilidad y libertad de elección. Solo así podremos avanzar hacia un futuro de movilidad que sea verdaderamente sostenible y beneficioso para todos.
El Consejo Europeo Incluye la "Desinformación y el Discurso de Odio" en su Agenda Estratégica
El Consejo de la Unión Europea ha decidido incluir la lucha contra la "desinformación y el discurso de odio" como parte fundamental de su agenda estratégica 2024-2029, adoptada oficialmente el 27 de junio. Este documento, que representa un plan quinquenal para guiar las políticas y objetivos del bloque, ha logrado situar este tema entre otras cuestiones críticas como el Medio Oriente, Ucrania y la migración.
El Consejo de la Unión Europea ha decidido incluir la lucha contra la "desinformación y el discurso de odio" como parte fundamental de su agenda estratégica 2024-2029, adoptada oficialmente el 27 de junio. Este documento, que representa un plan quinquenal para guiar las políticas y objetivos del bloque, ha logrado situar este tema entre otras cuestiones críticas como el Medio Oriente, Ucrania y la migración.
Bajo el título "Una Europa libre y democrática", la agenda aborda diversas formas en las que los valores europeos serán defendidos en el futuro. En este contexto, el Consejo concluye que para fortalecer la "resiliencia democrática" de la UE, es imprescindible contrarrestar lo que se defina como desinformación y discurso de odio. Estas categorías de discurso, notoriamente difíciles de definir de manera objetiva, son habitualmente utilizadas como herramientas de censura. Sin embargo, el Consejo las considera esenciales para proteger la Unión de interferencias extranjeras y desestabilización.
El documento sugiere que las personas u organizaciones que se encuentren "culpables" de desinformación o discurso de odio podrían enfrentarse a la posibilidad de ser tratadas como amenazas a la seguridad de la UE. Esta postura subraya la importancia que el Consejo otorga a la lucha contra estos fenómenos como parte de su estrategia para mantener la estabilidad y seguridad en Europa.
Además, el documento promete que las grandes empresas tecnológicas deberán asumir la responsabilidad de salvaguardar el diálogo democrático en línea. Esto implica que plataformas como Facebook, Twitter y Google podrían enfrentar una mayor presión para controlar el contenido que se considera desinformación o discurso de odio. Aunque el alcance exacto de esta responsabilidad no está claramente definido, la implicación es que habrá una mayor regulación y posiblemente más censura en las redes sociales.
Interesantemente, aunque no se menciona explícitamente la inteligencia artificial (IA) como una amenaza, la UE planea aumentar sus capacidades en esta tecnología junto con otras áreas avanzadas como defensa, espacio, tecnologías cuánticas, semiconductores, salud y biotecnologías. Estas inversiones apuntan a fortalecer la competitividad de la UE y su capacidad para enfrentar desafíos futuros.
En conjunto, estas medidas indican una tendencia hacia un mayor control y regulación del contenido en línea en los próximos cinco años. Si bien los funcionarios de Bruselas son expertos en formular declaraciones vagas y abiertas a interpretación, el enfoque en la "desinformación" y el "discurso de odio" sugiere una dirección clara hacia una mayor supervisión y potencialmente menos libertad de expresión en el ámbito digital. La pregunta de si esto resultará en más o menos censura queda abierta, pero el curso que la UE pretende seguir parece bastante evidente.
El manual que ofrece consejos para Okupar ‘con garantías’.
El problema legal actual con la okupación radica en la complejidad y lentitud del proceso judicial necesario para desalojar a los okupas de una vivienda. Las leyes en muchos países ofrecen protecciones a los ocupantes, incluso aquellos que están ilegalmente en una propiedad, requiriendo que los propietarios inicien procedimientos legales formales para obtener una orden de desalojo. Este proceso puede ser prolongado debido a los derechos de defensa de los okupas, que pueden apelar y retrasar el desalojo, y la saturación de los sistemas judiciales que agrava los tiempos de resolución.
El problema de la okupación no solo refleja una falla sistémica en la distribución de recursos y accesibilidad a la vivienda, sino que también encapsula una postura ideológica contra el Estado y la propiedad privada. La existencia de millones de viviendas vacías frente a un número significativo de personas sin hogar pone en evidencia las ineficiencias del mercado inmobiliario, priorizando el valor de cambio sobre el valor de uso. La okupación, puede ser por tant una forma de resistencia contra un sistema al que acusan de especulativo, una declaración ideológica que desafía las nociones de propiedad privada, una actitud que cuestiona la legitimidad del Estado en regular la distribución de recursos y, especialmente cada vez más, un acto vandálico, reflejando una confrontación directa con las estructuras de poder y propiedad establecidas, y provocando debates sobre legalidad, moralidad y justicia social.
El problema legal actual con la okupación radica en la complejidad y lentitud del proceso judicial necesario para desalojar a los okupas de una vivienda. Las leyes en muchos países ofrecen protecciones a los ocupantes, incluso aquellos que están ilegalmente en una propiedad, requiriendo que los propietarios inicien procedimientos legales formales para obtener una orden de desalojo. Este proceso puede ser prolongado debido a los derechos de defensa de los okupas, que pueden apelar y retrasar el desalojo, y la saturación de los sistemas judiciales que agrava los tiempos de resolución. Además, las diferencias en la legislación entre propiedades privadas y públicas, así como las circunstancias de la ocupación (si es pacífica o violenta), añaden capas de complejidad a la ejecución de desalojos, generando frustración entre los propietarios y un sentimiento de impunidad entre los okupas. Aquí tienes un manual que uno de los colectivos Okupa han editado y difundido. No tiene pérdida.
Según los autores, este manual sobre okupación está dirigido a personas interesadas en abandonar el mercado inmobiliario y acceder a un espacio digno sin costo. El equipo de redacción enfatiza la solidaridad entre okupas y ofrece información basada en experiencias y testimonios reales, sin pretender ser un tratado exhaustivo. Citan como inspiración los manuales de Casas Viejas y Bulegoa Okupazioa.
El manual aborda inicialmente la situación actual de viviendas vacías y personas sin hogar en el Estado, destacando la existencia de más de tres millones de viviendas vacías, con Madrid a la cabeza. Estos datos se contrastan con las dificultades de acceso a la vivienda, la precariedad laboral y la distribución desigual de la riqueza, cuestionando la justicia de hipotecar la vida en trabajos indignos mientras unos pocos se enriquecen.
Las políticas públicas, como el Plan de Ayuda a la Emancipación y las Viviendas de Protección Oficial, se consideran ineficaces y excluyentes, beneficiando a una minoría. Los espacios sociales y políticos autogestionados también enfrentan precios prohibitivos.
Los autores del manual no buscan mejoras en el acceso a la vivienda ni la intervención del Estado, ya que ven estas acciones como reflejos de intereses empresariales y del poder político. En lugar de ello, promueven la okupación como una herramienta revolucionaria para obtener un lugar digno y desarrollar proyectos autogestionados. La okupación se legitima al cuestionar la propiedad basada en el valor de cambio en lugar del valor de uso, criticando la especulación inmobiliaria.
El manual no pretende ser la única referencia sobre okupación en Madrid, sino difundir y socializar el conocimiento acumulado y ofrecer asesoramiento técnico. Las oficinas de okupación, surgidas en Inglaterra y Holanda en los años 70, han proliferado en diversas ciudades, incluyendo Madrid, donde brindan apoyo a quienes desean okupar.
Primera Reunión Mundial sobre los Riesgos de la IA: ¿Un Nuevo Enemigo Social?
Durante una semana, líderes mundiales y representantes de grandes empresas tecnológicas como OpenAI, Anthropic, Google, Microsoft, Meta y xAI se reunieron en el Reino Unido para la Cumbre sobre Seguridad de la Inteligencia Artificial. El propósito declarado fue colaborar con los gobiernos para probar nuevos modelos de IA antes de su lanzamiento, con el objetivo de prevenir posibles riesgos asociados con esta tecnología. Sin embargo, esta colaboración genera dudas sobre sus verdaderos fines, despertando sospechas de que podría tratarse de un esfuerzo coordinado para controlar el acceso a las capacidades de la IA y crear un nuevo enemigo social.
Durante una semana, líderes mundiales y representantes de grandes empresas tecnológicas como OpenAI, Anthropic, Google, Microsoft, Meta y xAI se reunieron en el Reino Unido para la Cumbre sobre Seguridad de la Inteligencia Artificial. El propósito declarado fue colaborar con los gobiernos para probar nuevos modelos de IA antes de su lanzamiento, con el objetivo de prevenir posibles riesgos asociados con esta tecnología. Sin embargo, esta colaboración genera dudas sobre sus verdaderos fines, despertando sospechas de que podría tratarse de un esfuerzo coordinado para controlar el acceso a las capacidades de la IA y crear un nuevo enemigo social.
La participación de Yoshua Bengio, uno de los científicos más destacados en el campo de la inteligencia artificial, fue notable. Se comprometió a realizar un informe detallado sobre el estado actual de la IA, proporcionando a los gobiernos una base para entender sus capacidades y peligros. Aunque esto parece un paso positivo, surgen interrogantes sobre si este informe será utilizado para limitar el acceso público a las tecnologías de IA, manteniéndolas bajo el control de las élites.
El gobierno británico, principal mediador de la cumbre, anunció la creación de un nuevo centro global de pruebas de inteligencia artificial. Este centro tendría como objetivo combatir los peligros para la seguridad nacional y la sociedad, pero podría también servir para centralizar y monopolizar el control sobre los desarrollos de IA. La ausencia de China en la cumbre, a pesar de su participación en la declaración de Bletchley, añade un matiz de controversia y sospecha sobre las verdaderas intenciones de estos acuerdos internacionales.
El impulso hacia la regulación de la IA se ha intensificado con la aparición de prototipos de inteligencia artificial generativa. Casos recientes de clonación de identidades, fallos en la conducción autónoma y plagio han generado preocupación pública. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, enfatizó la necesidad de una acción audaz para regular estas tecnologías, destacando ejemplos de personas afectadas por errores de IA. No obstante, esta narrativa puede estar siendo utilizada para justificar un mayor control sobre la información y limitar el acceso de los ciudadanos a las innovaciones tecnológicas.
La creciente adopción de herramientas de IA generativa en el ámbito laboral también ha sido objeto de escrutinio. Una encuesta reciente a 1,200 líderes de TI y seguridad reveló que aunque el 73% de los trabajadores utiliza estas herramientas con regularidad, menos de la mitad de las organizaciones tienen políticas o programas de capacitación para su uso seguro. Este dato podría ser interpretado como una señal de la falta de preparación y control sobre la IA, pero también puede ser visto como una estrategia para fomentar una percepción de amenaza que justifique una regulación más estricta.
Mientras la cumbre mundial sobre los riesgos de la IA se presenta como un esfuerzo para proteger a la sociedad, no podemos ignorar la posibilidad de que estos movimientos estén diseñados para centralizar el poder sobre la IA y crear un nuevo orden social. Este enfoque podría servir para mantener a los ciudadanos alejados del verdadero potencial de la inteligencia artificial, asegurando que solo las élites tengan acceso y control sobre esta tecnología revolucionaria.
Y ese es el tema en mi opinión. Piensa en la nueva ley regulatoria sobre la Inteligencia Artificial Europea y el riesgo de que esa limitación, en lugar de salvarnos de no sé qué, es un freno socioeconómico. Un mecanismo de control más. Fíjate. Eric Schmidt, ex CEO de Google, ha sido una voz prominente en el debate sobre el desarrollo y la regulación de la inteligencia artificial (IA). Según su opinión, mientras que Estados Unidos mantiene una ventaja de entre dos y tres años sobre China en el campo de la IA, Europa está demasiado centrada en la regulación, lo que la mantiene fuera de la competencia global en innovación tecnológica.
Schmidt ha observado, durante más de una década, cómo Europa ha priorizado la creación de marcos regulatorios estrictos en lugar de fomentar un ambiente de innovación y desarrollo tecnológico. Según él, este enfoque ha frenado el potencial de Europa para convertirse en un líder en la industria de la IA. Su argumentación se centra en la idea de que la verdadera innovación no surge de la regulación, sino de la inversión significativa en investigación y desarrollo. Schmidt sostiene que para que Europa pueda competir a nivel global, debe cambiar su enfoque. En lugar de poner la mayor parte de sus esfuerzos en establecer regulaciones estrictas, debería invertir en infraestructura tecnológica, apoyar a las startups y fomentar una cultura de innovación.
La Ley de IA de la Unión Europea, según Schmidt, es un claro ejemplo de esta tendencia reguladora que actúa más como un freno que como un impulsor del progreso. Es alguien que ya no dirige Google, será por algo, y que su idea sobre el mainstream de que la IA va a acabar con el mundo es una burrada cósmica o fruto de, o el desconocimiento o de la mala fe, una mala fe por controlar su desarrollo, limitarlo solo al uso de unos pocos y de alejarlo de todos nosotros. Un miedo que se fabrica como siempre, por nuestro bien. Los líderes mundiales advierten sobre los peligros potenciales de la IA y dicen que van a tomar cartas en el asunto. Para eso están fabricando un clima de creciente desconfianza, donde la sociedad acepte que regular la IA para evitar sus peligros potenciales sea incuestionable.
Pero esto no es más que otro pasito hacia nuestra prisión global. Está diseñada y se va implementando silenciosamente. No sólo hablo del euro digital o las CBDC, o del Identificador digital, o la tarjeta sanitaria o las cámaras de reconocimiento. Es el control social que poco a poco, no sólo se va instalando, sino aceptando. Ahora vivimos la ‘era de la desinformación’. Algunos se han dado cuenta que eso es una excusa para censurar. Detrás de por tu bien, para que no te informes mal, o que te engañen, nosotros te diremos lo que es verdad y lo que no. De ahí que desde Davos, este año, ya se dijera que el mayor riesgo de la humanidad, por encima ya del Cambio Climático, un meteorito o la llegada de una civilización extraterrestre especialmente sádica, estaba la desinformación. No me lo invento, lo dijo el tio Klaus, Von der Leyen y el Sun sun corda.
Te voy a relatar cinco ejemplos. Tengo cientos. Los iré presentando en más videos para que los podamos utilizar y trasladar a todo el mundo que esto no es tanto un hecho colectivo, sino una actitud individual. La de decir que no. En mi Telegram puedes estar actualizado en este sentido, allí publico estas informaciones. Allá van:
1. Aprobadas las Leyes de Identificación Digital en el Parlamento Australiano. El Parlamento Australiano ha aprobado la Ley de Identificación Digital (Digital ID Bill 2024), que ya había pasado por el Senado, con una votación de 87 a 56 en la Cámara de Representantes. Australia se une así a la UE y a otros países que buscan reemplazar las identificaciones físicas por esquemas digitales que concentran información personal sensible en grandes bases de datos centralizadas.
2. Irlanda insta a los gigantes tecnológicos a censurar contenidos para evitar la "desinformación" electoral. El jefe ejecutivo de la Comisión Electoral de Irlanda, Art O'Leary, ha solicitado a las principales plataformas de redes sociales que cumplan con sus responsabilidades en el próximo proceso electoral. O'Leary ha señalado que podrían enfrentarse a "consecuencias" no especificadas si no cooperan en la eliminación de contenidos que considera dañinos para la democracia.
3. YouTube elimina 35,000 videos en la UE por "desinformación", e intensifica la selección de contenido antes de las elecciones de 2024. Con las elecciones del Parlamento Europeo a la vuelta de la esquina, YouTube ha detallado sus esfuerzos para ayudar a las personas a encontrar noticias e información sobre las elecciones. La plataforma de videos de Google afirma haber eliminado 35,000 videos en la UE en 2023, alegando que violaban las políticas de la plataforma, incluyendo "ciertos tipos de desinformación electoral".
4. La Unidad de Contra Desinformación del Reino Unido monitorizó y censuró contenidos durante la pandemia aunque se desconoce hasta que nivel. Las actas recién publicadas de la Junta de Gobernanza de la Unidad de Contra Desinformación (CDU) del gobierno del Reino Unido revelan la participación directa de las autoridades en la monitorización y censura del discurso en línea durante la pandemia. A pesar de las críticas, en 2023, la CDU se reestructuró como el Equipo de Información en Línea de Seguridad Nacional (NSOIT).
5. La Administración Biden asegura que 'va a combatir la influencia extranjera maligna y las campañas cibernéticas de desinformación'. Traducido: 'nos estamos preparando para censurar el discurso político que no nos guste'. La idea es considerar 'colaboración por la desinformación' cualquier RT que se haga a una campaña considerada 'relato de desinformación'.
6. Von der Leyen Aboga por Mayor Mayor Control de la Desinformación con un "Escudo de Democracia Europeo". La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, está en plena campaña para ser reelegida por el próximo Parlamento Europeo (PE). Su mensaje, previo a las elecciones del PE el próximo mes, refuerza la política de "combatir la desinformación" con el riesgo de censura que eso supone.
En su discurso, Von der Leyen hace acusaciones contra algunos políticos europeos y promete que bajo su liderazgo, la Comisión Europea priorizará el "Escudo de Democracia Europeo", una nueva entidad que coordinará las agencias nacionales de los países miembros de la UE para buscar "información y manipulación". Este organismo se modelará según la Agencia de Defensa Psicológica de Suecia.
7. La UE promueve de cara a las elecciones EU24 contra la 'desinformación' en una 'Gira por la Democracia'. La vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourova está promoviendo una acción conjunta en la UE para luchar contra la 'desinformación', la inteligencia artificial y la influencia de Rusia. Tres factores que considera van a ser de 'alto riesgo social' en las próximas tres semanas.
¿Hasta dónde estamos dispuestos a ceder nuestras libertades en nombre de la seguridad? La respuesta a esta pregunta definirá el futuro de la relación entre los ciudadanos, sus gobernantes y la tecnología que cada vez más rige sus vidas. Lo bueno es que depende de ti, no de un grupo o de una organización. Empieza por no abandonar el efectivo, por leer todas las opiniones disponibles y en defender tu privacidad hasta donde te sea posible. Recuerda que la privacidad no es el anonimato, la privacidad supone que tú eliges cuando quieres ser anónimo y cuando no.
Cosmopolitismo o Globalismo
El cosmopolitismo nació en el siglo IV a. C. como un acto de desafío, cuando Diógenes el cínico, que provenía de Sinope, una ciudad de habla griega en el Mar Negro, afirmó por primera vez que era un kosmopolitês. La palabra, que parece ser un neologismo propio, se traduce más o menos como “ciudadano del mundo”. A Diógenes le gustaba desafiar el sentido común de su época, y esta palabra pretendía ser una paradoja pues un politês era un ciudadano varón adulto libre de una polis, una de las ciudades griegas autónomas en el sureste de Europa y Asia. Pero Minor, y el kosmos, eran la totalidad del universo. Habría sido obvio, para cualquiera de los contemporáneos de Diógenes, que no se podía pertenecer al universo de la misma manera que se pertenecía a una ciudad como Atenas.
El cosmopolitismo nació en el siglo IV a. C. como un acto de desafío, cuando Diógenes el cínico, que provenía de Sinope, una ciudad de habla griega en el Mar Negro, afirmó por primera vez que era un kosmopolitês. La palabra, que parece ser un neologismo propio, se traduce más o menos como “ciudadano del mundo”. A Diógenes le gustaba desafiar el sentido común de su época, y esta palabra pretendía ser una paradoja pues un politês era un ciudadano varón adulto libre de una polis, una de las ciudades griegas autónomas en el sureste de Europa y Asia. Pero Minor, y el kosmos, eran la totalidad del universo. Habría sido obvio, para cualquiera de los contemporáneos de Diógenes, que no se podía pertenecer al universo de la misma manera que se pertenecía a una ciudad como Atenas.
Era una contradicción en términos de “aldea global”, concepto acuñado por el teórico de los medios Marshall McLuhan hace poco más de medio siglo. Básicamente porque ‘pueblo es igual a pequeño’ y ‘globo’ es igual a enorme. El cosmopolitismo toma algo pequeño y familiar y lo proyecta en todo un mundo de extraños. No obstante, esta formulación paradójica ha llegado a gozar de un atractivo extraordinario en todo el planeta. Casi las tres cuartas partes de los chinos y nigerianos que encuestó hace unos meses la BBC, junto con más de la mitad de los brasileños, canadienses y sudafricanos encuestados, dijeron que se veían más como un ciudadano global que como un ciudadano de su propio país. Ser cosmopolita se relaciona con globalización y no es lo mismo. Muchos insisten, desde el FMI, Davos u otros, que debemos abrazar la globalización sin miramientos ni crítica, que lo que viene no es una desglobalización sino una re-localización.
Vienen tiempos en los que estos términos serán claves para entender la diferencia entre ciudadanos libres y ciudadanos dependientes. Hay herramientas disponibles para evitar que seamos lo primero. Aquí lo hemos comentado y seguiremos comentando. Pero el vídeo de hoy es una carta informativa repleta de armas para pelear en el futuro conceptual que nos espera. Al final te las describiré. Recuerda que la guerra no sólo será con misiles. La gran batalla volverá a ser de deudas. Lo digo en plural porque no sólo será económica, que también, sino de todas las derivadas que la dependencia económica genere. Dependerán países, dependerán sectores, dependerán las monedas y dependerás tú.
Por esta y otras razones te voy a contar que lo cosmopolita y la globalización han dejado de ir parejas. Ya no casan. En las últimas décadas Estados Unidos y Europa han dejado de ser los talleres del mundo y dependemos cada vez más de la importación de productos del exterior. Desde 1998, el creciente déficit comercial de Estados Unidos, por ejemplo, ha costado al país cinco millones de empleos manufactureros bien remunerados y ha llevado al cierre de casi 70.000 fábricas. Los pueblos pequeños han quedado vacíos y las comunidades destruidas. La sociedad ha crecido más desigual a medida que la riqueza se ha concentrado en las principales ciudades costeras y las regiones industriales abandonadas. Esto ha sucedido en Europa también y, cada vez más, en los países denominados como desarrollados.
La globalización ha tenido un impacto enorme en la economía mundial desde la década de 1980. Ha habido un aumento significativo en el comercio internacional y la inversión extranjera, lo que ha llevado a una mayor interconexión entre los mercados de todo el mundo. Esto ha permitido a las empresas producir en el lugar donde pueden obtener los costos más bajos, lo que a su vez ha llevado a la deslocalización de la producción. Aunque esto ha tenido algunos beneficios, también ha planteado algunos problemas, como el aumento del desempleo en algunos países y la pérdida de empleos en otros debido a la competencia con países de bajos costos laborales.
Las multinacionales han sido una de las principales fuerzas detrás de la globalización y han utilizado su poder y recursos para expandir sus operaciones a nivel internacional. Esto ha permitido a las empresas producir y distribuir sus productos a nivel global, lo que ha llevado a una mayor disponibilidad de bienes y servicios en diferentes partes del mundo. Además, la globalización ha llevado a una mayor interconexión entre los mercados, lo que ha permitido a las empresas acceder a materias primas y mano de obra más baratas en diferentes partes del mundo. Como resultado, los consumidores hoy en día tienen acceso a una mayor variedad de productos a precios más bajos.
De hecho, que hoy podamos cambiar de móvil cada año o disponer de frutas exóticas fuera de temporada, tiene que ver con esto. Para bien y para mal. Pero algo ha cambiado. Ya no sale tan rentable irse a fabricar a miles de kilómetros. Aunque es cierto que en algunos casos la deslocalización de la producción ya no puede ser tan rentable debido a factores como los costos de transporte y el aumento de los salarios en algunos países, en otros casos todavía es rentable para las empresas producir en el extranjero debido a la disponibilidad de mano de obra más barata y otros costos más bajos. La deslocalización de la producción a menudo se ha relacionado con el aumento de la desigualdad económica y la pérdida de empleos bien remunerados en algunos países. También ha habido preocupaciones sobre el impacto ambiental de la producción en el extranjero, incluyendo la contaminación y la degradación del medio ambiente. Pero si hay un defecto de forma, que se ha visto claramente durante la crisis sanitaria, es la dependencia y la organización radical en base a los intereses de unos pocos.
La crisis financiera de 2008 y la crisis sanitaria han tenido un impacto en la economía mundial y han acelerado de algún modo la deslocalización de la producción. Aún así, la globalización es un fenómeno complejo que se ha desarrollado a lo largo del tiempo debido al avance tecnológico, los acuerdos comerciales internacionales y la reducción de las barreras arancelarias. Una de las consecuencias de la globalización y la deslocalización de la producción ha sido la creación de cadenas de suministro muy largas y complejas, que a menudo involucran a muchas empresas y países diferentes. Esto ha permitido a las empresas obtener costos más bajos, pero también ha aumentado la vulnerabilidad de las empresas a los choques económicos y a otros riesgos.
En respuesta a esto, ahora vemos como muchas empresas han comenzado a tratar de acortar sus cadenas de suministro y aumentar la resiliencia de sus operaciones, pero este proceso puede ser lento y costoso debido a la complejidad y la escala de las operaciones globales. Vuelve a aparecer el concepto de dependencia y la vulnerabilidad de la economía global. Es muy probable que se vayan a establecer en el mundo dos grandes áreas comerciales óptimas, que compartan rasgos económicos y culturales. El mundo probablemente va a reconfigurarse en grandes áreas económicas y grandes áreas comerciales porque ahora estamos descubriendo que lo único importante no es tener productos baratos, sino simplemente tener productos.
Es posible que en el futuro se establezcan áreas comerciales más grandes y más integradas en todo el mundo. En cualquier caso, es probable que la economía mundial siga siendo una combinación de integración y fragmentación, con algunas áreas que se integran más y otras que se fragmentan más. Pero volvamos. La desglobalización se refiere a una tendencia o proceso en el cual la economía global se vuelve menos interconectada y menos dependiente de la libre circulación de bienes, servicios, personas y capital a nivel internacional.
Ahora sabemos que la globalización sin límites daña a las democracias. A medida que Estados Unidos y Europa intentan poner en marcha industrias tradicionales que puedan afrontar la desglobalización, se necesita enfocar en adquirir los materiales y componentes para las industrias del futuro. China actualmente tiene el 76% de la capacidad de producción de baterías de litio del mundo y el 60% de los metales raros necesarios para la construcción de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y energía solar. Europa cuenta con recursos mínimos en cualquier tipo de material de este tipo. Por eso, es muy relevante saber donde ubicamos la desglobalización, la recolocación y el cosmopolitismo.
Ahora la desglobalización puede ser una ventaja con con algunos riesgos. Pero como es muy probable que sea imposible revertirla, los países con un plan estratégico adecuado deberían centrarse en las oportunidades que ofrece este nuevo escenario. Todo ello sin abandonar un carácter cosmopolita que puede convivir sin una dependencia global que debilita. Algunos de los factores que contribuyen ahora a este fenómeno incluyen la creciente protección comercial y las barreras al comercio internacional, el creciente papel de los gobiernos en la regulación de la economía global y el aumento de la inestabilidad política y los conflictos internacionales. No hay vuelta atrás. No sabemos la intensidad de esa desglobalización, sólo sabemos que se ha iniciado relativamente. Por eso quiero hablarte de herramientas socioeconómicas que te permitan seguir sintiéndote cosmopolita sin que nadie pueda tacharte de lo contrario porque pongas en duda el futuro de la globalización como hasta ahora se ha entendido e impuesto.
Te dirán que ambos conceptos no pueden defenderse a la vez, o que ser cosmopolita no encaja con la libertad individual o, peor aún, que esa visión más global no puede encajar con la defensa absoluta de la descentralización. He llegado a oír que bitcoin no es cosmopolita porque no defiende el bien común igualitario cuando probablemente sea quien mejor lo defienda. Solo que no habla de igualar, sino de ofrecer libertad entre iguales. El cosmopolitismo se refiere a la idea de que los individuos pertenecen a una comunidad global y tienen responsabilidades y obligaciones hacia otros seres humanos en todo el mundo. Esta filosofía promueve la cooperación y la solidaridad entre las personas de diferentes países y culturas y se opone a la idea de que los intereses de un solo país o grupo deben prevalecer sobre los intereses globales.
Si en algún momento te encuentras en un debate que separe ambos términos, recuerda que la libertad individual es el derecho de las personas a vivir sus vidas de acuerdo con sus propios valores y preferencias, sin interferencia excesiva o coacción por parte del gobierno o de otras entidades. La libertad individual incluye derechos como la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de movimiento, y es considerada una condición esencial para el desarrollo personal y la plena participación en la sociedad. El cosmopolitismo promueve la libertad individual al garantizar el respeto por los derechos universales de todas las personas. Una red descentralizada sin un control superior es lo más cosmopolita que hay.
Y llegados a este punto del análisis veamos que pasa con la economía. Las empresas van a tener que valorar adecuadamente la envergadura de esta tragedia sin olvidarse que superarla dependerá de la capacidad de adaptación. Esta fase de tránsito entre lo global por los beneficios netos y lo cosmopolita y desglobalizado por la libertad, no será gratis, ni saldremos indemnes. Pero el ser humano ha vivido momentos mucho peores y siempre ha descubierto como sobrellevarla. Nuestros ancestros, en periodos de glaciación, cazaban y en las épocas templadas, se volvían agricultores. Tras esta crisis vendrán cambios profundos, en el comportamiento social y, especialmente, en el comportamiento económico.
Esos cambios llegarán, no hay otra. Pero nos tocará reflexionar y analizar que tipo de modelo social y económico queremos tener tras ellos. La globalización, la recolocación, la desglobalización o lo que sea, va a definirse en los próximos meses y definirá el mundo para los próximos veinte años. Deberemos estar atentos porque está en juego la libertad de nuevo… mi obsesión. Al igual que nos obligarán a elegir entre seguridad o privacidad, nos irán induciendo a elegir entre cosmopolitismo y desglobalización. En ambos casos será una trampa. Se puede estar a favor de la seguridad sin perder privacidad y se puede apostar por un mundo menos frágil en sus cadenas económicas y seguir creyendo en la globalidad de la humanidad. Ambos debates solo buscan eliminar nuestra libertad y generar dependencia social.
Y aquí llegaremos a una elección individual sobre conceptos como el éxito o la realización personal. Se querrá modificar significados. A finales de enero, en Davos, se reunirán quienes dicen definir nuestro porvenir. Lo harán en base al claim ‘Cooperation in a Fragmented World’, La cooperación en un mundo fragmentado. Que mejor idea para defender la nueva semántica de lo que nos querrán trasladar como éxito colectivo y personal. Ser cosmopolita es amar el mundo y su desarrollo a partir de las personas de un modo individual que suman sus éxitos y sus fracasos en el conocimiento colectivo. Eso si es global, no la basura pseudotrascendente de la que nos hablarán esta gente.
A base de éxitos y fracasos, yo he llegado a la conclusión que existen innumerables formas de llegar al destino que uno desea, en cualquier ámbito. Todos tenemos nuestro propio camino, que es diferente al de los demás. Lo que tú consideres ‘éxito’ tal vez no sea lo mismo que para mí, pero en todo caso siempre exigirá pasión, conocer tu propósito y un importante espíritu de sacrificio. Por eso, para mí, la palabra ‘desafío’ es más bonita que ‘riesgo’.
La ONU lo tiene todo listo
El último borrador del Tratado de Cibercrimen de la ONU ha sido criticado por el grupo estadounidense de derechos digitales, EFF, describiéndolo como un retroceso significativo y una peligrosa expansión de su alcance más allá de los ciberdelitos. Esta crítica se suma a las existentes en el prolongado proceso de negociación del tratado, no solo por parte de ONGs defensoras de derechos, sino también por países miembros de la ONU.
El último borrador del Tratado de Cibercrimen de la ONU ha sido criticado por el grupo estadounidense de derechos digitales, EFF, describiéndolo como un retroceso significativo y una peligrosa expansión de su alcance más allá de los ciberdelitos. Esta crítica se suma a las existentes en el prolongado proceso de negociación del tratado, no solo por parte de ONGs defensoras de derechos, sino también por países miembros de la ONU.
El EFF argumenta que estos recientes avances no son casuales, sino movimientos intencionados que limitan la posibilidad de que el tratado, en caso de ser adoptado, refleje un consenso adecuado. Inicialmente, el Tratado fue concebido como un estándar global para combatir el cibercrimen. Sin embargo, según el EFF, se ha transformado en un tratado de vigilancia expansivo, debido a continuas adiciones y expansiones de sus poderes iniciales.
Una de las principales preocupaciones es lo que el EFF llama un posible exceso de alcance en las investigaciones, tanto nacionales como internacionales. En lugar de mitigar estas inquietudes, el nuevo borrador parece perpetuar las reglas controvertidas anteriores, añadiendo aún más disposiciones. Entre estas, se incluye la posibilidad de que los estados obliguen a ingenieros o empleados a socavar las medidas de seguridad, poniendo en peligro la integridad del cifrado.
Además, la versión más reciente de la propuesta de la ONU, de ser adoptada, permitiría el acceso a datos ubicados en el extranjero incluso si esto violase las protecciones de privacidad de la nación anfitriona. Este borrador se basa en disposiciones anteriores controvertidas, ampliando el alcance de las investigaciones transfronterizas a cualquier delito considerado grave, incluyendo aquellos que violan flagrantemente los derechos humanos.
Ahora, los poderes se han extendido para investigar y procesar delitos no cubiertos en versiones anteriores del tratado, lo que lleva a acusaciones de exceso de alcance. Según el EFF, esto representa un gran paso atrás debido a desacuerdos fundamentales sobre el alcance futuro del tratado y la relevancia de los derechos humanos en su implementación.
Deborah Brown, directora asociada de Human Rights Watch, ha comentado que el último borrador está preparado para facilitar abusos a escala global, extendiendo poderes transfronterizos para investigar cualquier 'delito' imaginable, incluyendo actos de disidencia pacífica o expresiones de orientación sexual, mientras socava el objetivo del tratado de combatir el cibercrimen genuino. Concluye enfatizando que los gobiernos no deberían apresurarse a concluir este tratado sin asegurarse de que refuerce, en lugar de sacrificar, nuestros derechos fundamentales.
Pero el plan para acabar con nuestra privacidad, y por consiguiente con nuestra libertad, se está llevando a cabo en múltiples escenarios. No solo la ONU, el Parlamento Europeo, Davos o el Consejo Mundial, sino que incluso en la cuna de las libertades, EE.UU., se está abordando la mayor erosión de la libertad individual a la que la humanidad se haya enfrentado jamás.
El Fiscal General de EE.UU., Merrick Garland, ha sido instado por el Senador Ron Wyden a divulgar más detalles sobre el polémico programa de Servicios de Análisis de Datos (DAS), anteriormente conocido como Proyecto Hemisferio. Este programa, que data de 1987 y fue revelado por el New York Times en 2013, permite a las autoridades acceder a registros telefónicos masivos sin orden judicial. Se estima que cada día se añaden 4 mil millones de registros a su ya extensa base de datos.
Wyden expresa preocupación sobre la vigilancia por arrastre que el programa conlleva, señalando que numerosas agencias de ley a varios niveles acceden a esta información, a menudo sin una orden judicial. Este programa ha sido un secreto bien guardado, a pesar de su extenso alcance, y se hizo público no
Autorizado el reconocimiento facial a gran escala
Este proyecto establece un marco regulatorio para el manejo de datos biométricos, incluyendo ADN, huellas dactilares e imágenes faciales, facilitando el intercambio de esta información entre cuerpos policiales de los estados miembros de la UE. La implicación de Prum II es profunda, extendiendo la capacidad de vigilancia a más de 600 millones de personas, sin requerir su consentimiento explícito para la recopilación y el análisis de sus datos biométricos. Este desarrollo suscita preocupaciones significativas sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales, ya que implica que la información biométrica de los ciudadanos puede ser compartida y accedida a través de una vasta base de datos central, potencialmente sin las salvaguardas adecuadas para proteger contra el abuso o la filtración de datos.
Este proyecto establece un marco regulatorio para el manejo de datos biométricos, incluyendo ADN, huellas dactilares e imágenes faciales, facilitando el intercambio de esta información entre cuerpos policiales de los estados miembros de la UE. La implicación de Prum II es profunda, extendiendo la capacidad de vigilancia a más de 600 millones de personas, sin requerir su consentimiento explícito para la recopilación y el análisis de sus datos biométricos. Este desarrollo suscita preocupaciones significativas sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales, ya que implica que la información biométrica de los ciudadanos puede ser compartida y accedida a través de una vasta base de datos central, potencialmente sin las salvaguardas adecuadas para proteger contra el abuso o la filtración de datos.
La facilidad con la que una persona puede ser etiquetada como "sospechosa" y, por lo tanto, sujeta a vigilancia, plantea preguntas sobre los criterios y controles utilizados para acceder a los datos dentro del sistema. La preocupación no es solo la posibilidad de un "Gran Hermano" omnipresente, sino también la seguridad de los datos personales en un entorno donde las brechas de seguridad son una realidad constante. Este escenario resalta un debate más amplio sobre la necesidad de equilibrar la seguridad con los derechos individuales a la privacidad. Mientras que algunos argumentan que tales medidas son esenciales para combatir el crimen y el terrorismo, otros ven una pendiente resbaladiza hacia la erosión de las libertades civiles.
La cuestión del consentimiento es central en este debate. La implementación de una infraestructura de vigilancia de esta magnitud, sin una votación pública o un diálogo abierto sobre sus implicaciones, sugiere un déficit democrático en la toma de decisiones sobre asuntos que afectan profundamente la vida cotidiana de los ciudadanos. Además, la preocupación de que "un reducido grupo de personas" esté tomando decisiones en nombre de millones subraya la necesidad de una mayor transparencia y participación pública en las decisiones que afectan a la privacidad y la seguridad de los datos. La pregunta sobre qué es lo que "necesitan" realmente los ciudadanos debe ser respondida no solo por los legisladores y las fuerzas del orden, sino también por la sociedad en su conjunto, a través de un debate informado y una consideración cuidadosa de las compensaciones entre seguridad y privacidad.
En última instancia, la implementación de Prum II desafía a la Unión Europea a encontrar un equilibrio entre la utilización de la tecnología para fines de seguridad y la protección de los derechos fundamentales de sus ciudadanos. La manera en que la UE maneje este desafío no solo afectará la percepción de su compromiso con los derechos de privacidad, sino también su posición como líder global en la regulación de la tecnología y la protección de datos.
Generación Kleenex: jovenes ‘de usar y tirar’.
El número de personas que han decidido abandonar España en busca de oportunidades laborales en otros países llegó a casi el medio millón en 2022. En el primer semestre del año pasado, esta cifra superó en un 11.7% a la de emigrantes del mismo periodo del año anterior. Según estimaciones proyectadas a finales de año, se calcula que el valor del capital humano perdido en 2022 alcanza los 154.800 millones de euros.
El número de personas que han decidido abandonar España en busca de oportunidades laborales en otros países llegó a casi el medio millón en 2022. En el primer semestre del año pasado, esta cifra superó en un 11.7% a la de emigrantes del mismo periodo del año anterior. Según estimaciones proyectadas a finales de año, se calcula que el valor del capital humano perdido en 2022 alcanza los 154.800 millones de euros. Este fenómeno muestra una tendencia creciente de pérdida de capital humano desde el fin de la pandemia, impulsada por la intensificación de la emigración de la población en edad de trabajar, especialmente aquellos con un alto nivel de formación. Jóvenes que huyen. No es cuestión de ser héroes me decía un profesor de ética en bachillerato. Decía que un héroe es alguien que no pudo escapar.
Pues a esta generación se les ha llamado, generación perdida, ausente o sandwich por estar entre dos crisis. Pero en realidad son la generación Kleenex, porque el discurso oficial habla de ellos en términos de usar y tirar. En realidad es una generación estafada por un discurso que define un mundo que no existe. Voy a hablarte del motivo por el que los jóvenes se van de España como se fueron de muchos países de Hispanoamérica antes. Por eso, si te interesa este tema, dale al like, subscríbete al canal, comparte este vídeo. Por cierto, si lo estás viendo como emigrante, dime desde donde y desde cuando. Si estás pensando emigrar coméntalo también. Con esto yo sabré que valoras mi trabajo porque no tengo patreon ni cosas de esas.
El capital humano, que representa el 64% de la riqueza total a nivel mundial según el Banco Mundial, es el recurso más valioso de los países. Este capital está incorporado en las personas y su localización cambia cuando se desplazan de un territorio a otro. Por lo tanto, el capital humano de una economía depende del esfuerzo inversor de sus familias, empresas y administraciones públicas (como el gasto en formación) y de la eficiencia de su sistema educativo. Sin embargo, también está influenciado por los movimientos migratorios y el capital humano de los migrantes. La emigración al exterior reduce el capital humano de un país, y este efecto es más pronunciado cuanto mayor sea el nivel de formación de los emigrantes.
En España, el saldo migratorio ha sido positivo durante las últimas décadas, aunque su intensidad e incluso su dirección han sido afectadas por el ciclo económico. Después de la Gran Recesión de 2008-2014, muchas personas emigraron en busca de mejores oportunidades laborales. Yo fui uno de ellos. Aunque es cierto que mi caso es especial porque desde 1989 he ido yendo y viniendo en temporadas de 5 o 6 años por varios países, incluida España un par de veces. Pues este proceso ha ganado intensidad nuevamente tras la pandemia, con más de 380,000 emigrantes en 2021 y 220,000 en el primer semestre de 2022, según los datos de la Estadística de Migraciones del INE. Aunque esta estadística se ha mantenido para el periodo anterior a 2021, a partir del 20 de diciembre de 2023 ha sido reemplazada por la nueva Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia del INE, elaborada con otros criterios metodológicos. Esta nueva estadística no proporciona información sobre niveles educativos, aunque se intuye que estamos hablando de mayoritariamente gente con estudios medios o superiores. Los datos de esta nueva estadística indican un total de 531,889 emigrantes en 2022. Los datos parciales de 2023 aun parecen ser peores. Aquí no va a quedar ni Dios y no me extraña.
La magnitud de estas cifras es atípica y se asemeja a los números observados en periodos previos de crisis profundas y al aumento inminente del desempleo en la economía española. Y como es obvio, de esto no hace referencia nadie, no lo atiende ningún partido político, pues probablemente no estén entendiendo la magnitud del fenómeno. Si la emigración al exterior reduce significativamente el capital humano de un país, especialmente de aquellos emigrantes con un alto nivel de formación, puede haber consecuencias de largo alcance:
1. Una disminución en la cantidad de trabajadores calificados puede llevar a una reducción en la capacidad innovadora y competitiva de la economía. Las industrias que dependen de habilidades especializadas pueden enfrentar desafíos para mantener su nivel de producción y calidad.
2. El capital humano es un motor clave del crecimiento económico. La emigración de individuos altamente calificados puede ralentizar el crecimiento económico, ya que el país pierde parte de su fuerza laboral más productiva.
3. Específicamente, sectores como la tecnología, la salud y la educación, que dependen en gran medida de profesionales altamente calificados, pueden sufrir escasez de mano de obra, lo que afectaría la calidad y la disponibilidad de estos servicios esenciales.
4. Los trabajadores altamente calificados suelen contribuir significativamente a la base impositiva. Su emigración puede llevar a una disminución de los ingresos fiscales, lo que afectaría la capacidad del gobierno para financiar servicios públicos y programas sociales.
5. Si los trabajadores calificados emigran en grandes números, puede crear o ampliar una brecha de habilidades en el país de origen, dificultando la innovación y la adaptación a nuevas tecnologías o métodos de trabajo.
6. Para compensar la pérdida de trabajadores calificados, el país puede volverse más dependiente de la mano de obra extranjera curiosamente.
7. A largo plazo, la emigración sostenida de jóvenes y profesionales puede alterar la demografía de un país, resultando en una población envejecida con menos trabajadores para sostener el sistema de bienestar y pensiones.
8. Si los graduados tienden a emigrar, puede haber menos incentivos para invertir en educación de alto nivel, lo que podría afectar la calidad y la cantidad de la educación superior disponible.
9. La escasez de trabajadores calificados puede llevar a un aumento en los salarios en ciertos sectores, lo que podría tener efectos mixtos en la economía, incluyendo la posibilidad de inflación en ciertos servicios.
10. Aunque negativo para el país de origen, la emigración de personas altamente calificadas puede facilitar la transferencia de conocimientos y habilidades a nivel global, contribuyendo potencialmente al desarrollo en otros países.
Pues de acuerdo con el análisis realizado, el valor estimado del capital humano de los emigrantes mayores de 25 años en 2022 alcanzó los 154.800 millones de euros. Esta cantidad representa el valor máximo para el periodo 2019-2022 y equivale al 0.93% del valor total del capital humano en España. Además, se observa un significativo aumento del 40.3% en este valor en comparación con el nivel previo a la pandemia. Estas cifras reflejan no solo la magnitud de la emigración, sino también la calidad y el potencial económico de los emigrantes en términos de su formación y habilidades.
Un 30% de esta gente que se va no sólo tiene estudios superiores sino que muchos de ellos son investigadores. Gente que pasa media vida acumulando méritos, másteres, doctorados, congresos, publicaciones sin lograr ninguna estabilidad antes de los 40 años. Contratos temporales, salarios ínfimos y una inversión pública por debajo de la media europea.
Conozco varios investigadores Uno de ellos es alguien que participaba en un proyecto que logró que una rata de laboratorio, a la que se le secciona la médula espinal, lograra volver a andar. Pues este amigo, que llevaba 10 años cobrando menos de 1000 euros al mes tuvo que cuestionarse si dejar la investigación y entrar en el sistema sanitario tradicional o irse. Ahora está en Boston cobrando cuatro veces más y con muchos medios a su disposición. También es cierto que no son medios públicos completamente, porque allí hay un modelo mixto muy interesantes. Las empresas patrocinan a estos investigadores a cambio de beneficios fiscales.
Y es que, cuando el capital humano de los emigrantes se compone de formación adquirida y financiada en España, el beneficio de este esfuerzo educativo, en lugar de contribuir a la economía nacional, termina impulsando la capacidad productiva y la riqueza de otros países. Por tanto, la emigración al exterior, especialmente en su reciente intensificación, contribuye a reducir el capital humano de la economía española. Algo que lleva pasando también en países de Hispanoamérica desde hace décadas.
Como te listaba antes, esto limita no solo la capacidad actual sino también la futura de generar riqueza, afectando la sostenibilidad de las finanzas públicas debido a la reducción de los ingresos públicos. Este fenómeno podría incrementar las dificultades para mantener y desarrollar el estado del bienestar, particularmente en un contexto de envejecimiento progresivo de la población. Este envejecimiento pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones y demanda más recursos para el sistema sanitario y la atención a la dependencia. Pero no te lo dirán…
Este problemón, que no está en el mainstream informativo ni político, está cimentando un desastre monumental. ¿Como vamos a atraer talento si ni siquiera retenemos el nuestro? La gente se va. Y para solucionarlo no va a servir la política de subsidios, ayudas y subvenciones que tanto le gusta al actual modelo ideológico predominante en medio mundo. Algo que desde la óptica de la izquierda es su ADN, subsidiar a coste de deuda, consideran que es infinita, pero que lo establezca el resto del espectro que se dice llamar liberal, es de aurora boreal. Pero el problema es muy complejo. Requiere un análisis del modelo productivo que no es capaz de generar empleos con un alto rendimiento que pueda responder con mejores sueldos y condiciones. Sin eso, ya podemos darle vueltas que no cambiará la tendencia.
Cada vez más países que basan sus políticas en la subvención y no en la creación, tienen un problema grave con la productividad. El caso de España es flagrante. La productividad del trabajo en España registró un crecimiento promedio en términos reales una década del 0,3%, tres veces menos que el conjunto de la Unión Europea. Algo que se suma a otro dato relevante; la economía española tenía en 2008 una diferencia del 8% respecto a la zona euro en renta per cápita, pero esa brecha ha ido creciendo hasta los 15 puntos porcentuales por debajo de la media de la zona euro.
Hay datos que explican la falta de convergencia con el resto de la Unión Europea por culpa de una baja productividad y una tasa de paro que ya supera a la de Grecia con las cifras oficiales. Si sumamos fijos discontinuos y trabajadores no disponibles, ni os cuento. De ahí que aunque se venda un modelo productivo eficiente y unos datos de empleo inéditos, hay un factor que explica claramente que nuestro sistema laboral es un decorado.
Y hay un factor que debería de tenerse más en cuenta para entender lo que está pasando. Se trata del PIB nominal por hora trabajada. Un indicador que mide cuánto valor económico se produce por cada hora de trabajo en una economía. Pues bien, el PIB nominal por hora trabajada revisada a septiembre de 2023 en España era un 76% del valor medio de la eurozona y un preocupante 63% del de Alemania. El PIB nominal por hora trabajada es un indicador económico que mide la productividad. Te lo detallo, vamos por partes:
1. El Producto Interno Bruto (PIB) nominal es el valor total de todos los bienes y servicios producidos dentro de un país en un período determinado (usualmente un año), valorado a precios corrientes. Esto significa que el PIB nominal no ajusta por la inflación y refleja los precios en el momento en que los bienes y servicios fueron producidos.
2. El concepto ‘Por Hora Trabajada’ es la parte del indicador que ajusta el PIB nominal en función de las horas de trabajo invertidas para producir esos bienes y servicios. Al dividir el PIB nominal por el total de horas trabajadas en la economía, se obtiene una medida de cuánto valor se genera, en promedio, por cada hora de trabajo.
Pues el PIB nominal por hora trabajada es, por lo tanto, una medida de productividad laboral. Indica cuánto valor económico se produce por cada hora de trabajo en una economía. Y este indicador es útil para: Comparar la Productividad entre Países o Regiones, Evaluar Cambios en la Eficiencia Económica o Analizar el Impacto de Políticas Económicas.
Una de las claves de la productividad radica en la calidad del capital humano de una economía. Los trabajadores con un nivel educativo más alto y técnicamente más cualificados son más productivos. Según constata un estudio del Banco de España, existe un déficit significativo en el nivel de formación de los trabajadores y de los empresarios españoles con respecto al promedio de la UE. Por otro lado, un aspecto clave para la productividad es el tamaño de las empresas. En España, el nivel de productividad de las grandes empresas es más del doble que el de las microempresas. Sin embargo, el peso de las empresas de tamaño mediano o grandes en la economía es menor que en otros países. En España, alrededor del 35% de la ocupación está en empresas de más de 50 empleados, una proporción que se sitúa en el 66% en Alemania.
Ahora mismo sólo disponemos de algo menos de 6.000 empresas que emplean a más de 250 trabajadores, lo que apenas representa el 0,16% del total. Y este dato es crucial, ya que existe una correlación demostrada entre el tamaño empresarial y el desarrollo económico global de una nación. O lo que es lo mismo, el 99,8% del tejido empresarial español lo conforman pymes que generan el 66% del empleo. Sin embargo, los sueldos más altos se concentran en ese 0,2% de las grandes empresas. En concreto, la diferencia entre trabajar en una empresa grande y una pequeña es de 578 euros al mes. El tamaño medio de las empresas españolas es aproximadamente un 30% menor que el promedio de la Unión Europea. El 94% tienen menos de 9 empleados. Un 4,9% tienen entre 10 y 49. Un 0,8% entre 50 y 249. Y más de 250 sólo el 0,15%. Un dato clave es que en España se requieren “1.600 empresas de menos de 10 empleados para igualar el negocio de una sola empresa con más de 250 empleados”
Esto explica que la dependencia de un sector expansivo que genera mucho empleo pero con salarios bajos, por falta de productividad real, no ayudará a que los jóvenes no se vayan. Del total de 3,4 millones de empresas registradas el año pasado, el 94% emplea en promedio a 1,7 personas, y solo el 5% cuenta con plantillas de 10 o más trabajadores. Por eso, seguramente estamos cometiendo un error importante al insistir en la creación de empresas en lugar de generar un escenario que promueva el crecimiento de las mismas de un modo sostenible.
La presencia de empresas grandes en un país es un factor clave para mejorar el salario medio de la población. Esto se debe a una serie de razones interconectadas que impactan tanto en la economía como en el mercado laboral; puedes generar economías de escala y eficiencia, la inversión en tecnología es superior, moderniza el modelo de crecimiento, las empresas grandes suelen invertir más en investigación y desarrollo, en formación continua de los empleados, diversifica la oferta laboral, permite también generar salarios competitivos debido a un poder negociador mayor por parte de los trabajadores y, en general, impacta positivamente en el mercado laboral a la vez que contribuyen más al PIB y la estabilidad económica de un país.
Como ves no es tan difícil. Un modelo productivo que tiene técnicamente una baja productividad en comparación con otros modelos más industriales y tecnológicos, impide mejorar salarios. Esos salarios bajos radica en ingresos tributarios bajos también. De ahí que se incrementen cotizaciones sociales, no se deflactara la cuota del IRPF a pesar de la inflación de doble dígito que hemos vivido o que se insista sólo en el número de empleados y no en el tipo de empleados. Esos salarios bajos provocan una dependencia laboral enorme de ayudas, subsidios y subvenciones y la rueda gira siempre en ese sentido. Cambiar eso es difícil pero se puede. El problema es se están perdiendo las oportunidades que teníamos. En España se está desaprovechando el caudal que suponían los fondos next generation por ejemplo.
Y fíjate si es grave el asunto que en un reciente estudio de la Fundación BBVA se revela una preocupante previsión para el sistema de pensiones de la Seguridad Social española. Según el informe, para el año 2050, la Seguridad Social necesitaría casi 6.4 millones de afiliados adicionales para equilibrar su saldo contributivo y evitar un déficit.
La situación actual ya es preocupante, con un déficit contributivo anual reportado en diciembre de 2022 del 1.98% del PIB, equivalente a 26.300 millones de euros. Para alcanzar un déficit cero en 2022, hubiera sido necesario incluir aproximadamente 3.78 millones de afiliados adicionales. Incluso si se considera la totalidad de la población desempleada en diciembre de 2022, que era de 3.024.000 personas, se requerirían aún 750.000 personas adicionales del grupo inactivo en edad de trabajar para cubrir esta brecha.
Ese estudio también indicaba que la tasa de dependencia demográfica, que mide la relación entre mayores de 64 años y la población entre 16 y 64 años, aumentará significativamente. Se espera que esta tasa pase del 31% en 2022 al 53.7% en 2050. Si los jóvenes se van lógicamente, casi es una irresponsabilidad no hacerlo, como vamos a soportar este tinglado: solo hay una solución.
Iniciar el desmontaje del andamio público. Empezar a modular un sistema que se deje de crear individuos dependientes y los cambie por otros que se busquen la vida. Aún respetando las necesidades sociales, que siempre las habrá y deberán siempre ser cubiertas en los casos más extremos, el objetivo debería ser que, los que se van no se vayan porque aquí no se les expolia, no se les culpa por fracasar, no se les intimida desde la administración o se les ofrece un modelo productivo que busca la competencia real que pueda proponer salarios mejores. Está demostrado que en los países donde el subsidio por desempleo es más largo, hay más desempleados.
Si estás pensando en irte de tu país te voy a dar un par de consejos. Primero que sepas el motivo. No es lo mismo irse porque quieres conocerte a ti mismo que irse estratégicamente para iniciar un proceso profesional. Y segundo, prepárate antes. Cada vez que fui a algún lugar sin prepararme sufrí mucho más. El idioma, la cultura, algún contacto siempre ayuda. No te vayas enamorado de un lugar porque estuviste de vacaciones o porque en un programa de televisión todos los españoles que entrevistan son triunfadores y felices. No lo hagas así.
Cuando yo me he ido a vivir a otros países, siempre me olvidé de donde era. Es algo extraño. Ahora soy un catalán de Madrid. Por eso siempre me ha costado entender demasiado el asunto patriótico ese de que irse de tu país es como una especie de traición. Pero yo me pregunto si no es una traición efectiva quedarse cuando quienes, desde hace décadas, esto va con todos, nadie ha hecho nada por generar un espacio donde realizarse trabajando duro.
¿Qué pensaban aquellos que estimularon un país-burbuja donde un yesero, muy respetables todos, cobraban el doble que un físico nuclear? ¿Pensaban que los jóvenes inquietos, (no los del subsidio y consumo), (sino los de trabajar, ahorrar e invertir) iban a quedarse en un país-burbuja donde un comercial inmobiliario, muy respetables todos, cobraban 10 veces más que un científico medio? ¿En que estaban pensando los del país-terrazas cuando no han hecho nada para cambiar un modelo económico que establece que un salario de 1000 euros le supone al empresario 1600? ¿Que país es este en el que quieren que te quedes? ¿En uno donde la presión fiscal aumenta como en ningún otro lugar? ¿En un país donde ejercer de ‘español de bien’ es ceder toda tu capacidad de elección a un factor de dependencia?
La solución existe, la he relatado en otros vídeos anteriores, y tiene que ver con dejar de perseguir a los que se juegan su patrimonio en proyectos empresariales de futuro. La solución existe y tiene que ver con un pacto de Estado en el que de verdad se establezca el mecanismo que cambie el modelo de crecimiento. Nuestro país tiene un ‘don’. Es el mejor país para ser visitado. Eso no debe cambiar. Debe complementarse con industria y tecnología porque sino será imposible ampliar la productividad que permita subir salarios y ofrecer oportunidades. De lo contrario, por pura supervivencia moral, se irán, nos iremos.
El discurso de Javier Milei en Davos 2024
Buenas tardes, muchas gracias: hoy estoy acá para decirles que occidente está en peligro, está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente, se encuentran cooptados por una visión del mundo que – inexorablemente – conduce al socialismo, en consecuencia a la pobreza.
Buenas tardes, muchas gracias: hoy estoy acá para decirles que occidente está en peligro, está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente, se encuentran cooptados por una visión del mundo que – inexorablemente – conduce al socialismo, en consecuencia a la pobreza.
Lamentablemente en las últimas décadas, motivados por algunos deseos bienpensantes de querer ayudar al prójimo y otros por el deseo de querer pertenecer a una casta privilegiada, los principales líderes del mundo occidental han abandonado el modelo de la libertad, por distintas versiones, de lo que llamamos colectivismo.
Nosotros estamos, acá, para decirles que los experimentos colectivistas nunca son la solución a los problemas, que aquejan a los ciudadanos del mundo, sino que – por el contrario – son su causa. Créanme, nadie mejor que nosotros los argentinos para dar testimonios de estas dos cuestiones.
Cuando adoptamos el modelo de la libertad – allá por el año 1860 – en 35 años nos convertimos en la primera potencia mundial, mientras que cuando abrazamos el colectivismo, a lo largo de los últimos 100 años, vimos como nuestros ciudadanos comenzaron a empobrecerse sistemáticamente, hasta caer en el puesto número 140 del mundo. Pero antes de poder dar esta discusión será importante, que – primero – viéramos los datos que sustentan por qué no sólo el capitalismo de libre empresa no sólo es un sistema posible para terminar con la pobreza, del mundo, sino que es el único sistema – moralmente deseable – para lograrlo.
Si consideramos la historia del progreso económico podemos ver cómo desde el año cero hasta el año 1800, aproximadamente, el pbi per cápita del mundo, prácticamente, se mantuvo constante durante todo el período de referencia.
Si uno mira un gráfico de la evolución del crecimiento económico, a lo largo de la historia de la humanidad, uno estaría viendo un gráfico con la forma de un palo de hocker, una función exponencial, que se mantuvo constante, durante el 90 por ciento del tiempo, y se dispara exponencialmente a partir del siglo xix. La única excepción a esta historia de estancamiento se dio a finales del siglo xv, con el descubrimiento de américa.
Pero salvando esta excepción, a lo largo de todo el período, entre el año cero y el año 1800, el pbi per cápita, a nivel global, se mantuvo estancado.
Ahora bien, no sólo que el capitalismo generó una explosión de riqueza, desde el momento que se adoptó como sistema económico, sino que si uno analiza los datos lo que se observa es que el crecimiento se viene acelerando, a lo largo de todo el período.
Durante todo el período – comprendido entre el año cero y el 1800 – la tasa de crecimiento del pbi per cápita se mantuvo estable en torno al 0,02 por ciento, anual. Es decir, prácticamente sin crecimiento; a partir del siglo xix con la revolución industrial la tasa de crecimiento pasa al 0,66 por ciento. A ese ritmo para duplicar el pbi per cápita se necesitaría crecer, durante 107 años.
Ahora bien, si observamos el período entre 1900 y 1950, la tasa de crecimiento se acelera al 1,66 por ciento, anual. Ya no necesitamos 107 años para duplicar el pbi per cápita, sino 66. Y si tomamos el período – comprendido entre 1950 y el año 2000 – vemos que la tasa de crecimiento fue de 2,1 por ciento, anual, lo que derivaría en que sólo 33 años podríamos duplicar el pbi per cápita del mundo. Esta tendencia lejos de detenerse se mantiene viva, aún hoy. Si tomamos el período, entre el año 2000 y el 2023, la tasa de crecimiento volvió a acelerar el 3 por ciento, anual, lo que implica que podríamos duplicar nuestro pbi per cápita, en el mundo en tan sólo 23 años.
Ahora bien, cuando se estudia el pbi per cápita, desde el año 1800 al día de hoy, lo que se observa es que, luego de la revolución industrial, el pbi per cápita mundial, se multiplicó por más de 15 veces, generando una explosión de riqueza que sacó de la pobreza al 90 por ciento de la población mundial.
No debemos olvidar nunca, que – para el año 1800 – cerca del 95 por ciento, de la población mundial, vivía en la pobreza más extrema; mientras que ese número cayó al 5 por ciento para el año 2020, previo a la pandemia.
La conclusión es obvia: lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre empresa, como sistema económico, es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia, a lo largo y a lo ancho de todo el planeta. La evidencia empírica es incuestionable. Por eso, como no cabe duda de que el capitalismo de libre mercado es superior – en términos productivos – la doxa de izquierda ha atacado al capitalismo por sus cuestiones de moralidad, por ser – según ellos - dicen sus detractores, que es injusto.
Dicen que el capitalismo es malo porque es individualista y que el colectivismo es bueno porque es altruista, y en consecuencia bregan por la "justicia social". Pero este concepto que en el primer mundo se ha puesto de moda en la última década, en mi país es una constante del discurso político desde hace más de 80 años.
El problema es que la justicia social no sólo no es justa sino que tampoco aporta al bienestar general. Muy por el contrario, es una idea intrínsecamente injusta, porque es violenta. Es injusta porque el estado se financia a través de impuestos y los impuestos se cobran de manera coactiva ¿o acaso alguno de nosotros puede elegir no pagar impuestos? Lo cual significa que el estado se financia a través de la coacción, y que a mayor carga impositiva, mayor es la coacción, menor es la libertad
Quienes promueven la justicia social parten de la idea de que el conjunto de la economía es una torta que se puede repartir de manera distinta pero esa torta no está dada, es riqueza que se va generando en lo que Kirzner llama un proceso de descubrimiento.
Si genera un producto de buena calidad a un precio atractivo le va a ir bien y va a producir más. De modo que el mercado es un proceso de descubrimiento en el cual el capitalista encuentra sobre la marcha el rumbo correcto.
Pero si el estado castiga al capitalista por tener éxito y lo bloquea en este proceso de descubrimiento, destruye sus incentivos, y la consecuencia de ello es que va a producir menos y la "torta" será más chica, generando un perjuicio para el conjunto de la sociedad.
El colectivismo, al inhibir estos procesos de descubrimiento y al dificultar la apropiación de lo descubierto, ata al emprendedor de las manos y le imposibilita producir mejores bienes y ofrecer mejores servicios a un mejor precio.
¿Cómo puede ser entonces que desde la academia, los organismos internacionales, la política y la teoría económica se demonice un sistema económico que no sólo ha sacado de la pobreza más extrema al 90% de la población mundial, y lo hace cada vez más rápido, sino que además es justo y moralmente superior?
Gracias al capitalismo de libre empresa hoy el mundo se encuentra en su mejor momento. No hubo nunca, en toda la historia de la humanidad, un momento de mayor prosperidad que el que vivimos hoy.
El mundo de hoy es más libre, más rico, más pacífico y más próspero que en cualquier otro momento de nuestra historia. Esto es cierto para todos pero es particularmente cierto para aquellos países que son más libres, donde respetan la libertad económica y los derechos de propiedad de los individuos. Porque aquellos países que son más libres son 8 veces más ricos que los reprimidos, el decil más bajo de la distribución de los países libres vive mejor que el 90% de la población de los países reprimidos, tienen 25 veces menos cantidad de pobres en el formato estándar, y 50 veces menos en el formato extremo, y por si eso fuera poco, los ciudadanos de los países libres viven un 25% más que los ciudadanos de los países reprimidos.
Ahora bien, para entender qué venimos a defender, es importante definir de qué hablamos nosotros cuando hablamos de libertarismo. Para definirlo retomo las palabras del máximo prócer de la libertad de nuestro país, Alberto Benegas Lynch (h) que dice que: "el libertarismo es el respeto irrestrico del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa de la vida, la libertad y la propiedad de los individuos. Cuyas instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social. Donde solo se puede ser exitoso sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad o mejor precio”.
Dicho de otro modo, el capitalista es un benefactor social que, lejos de apropiarse de la riqueza ajena, contribuye al bienestar general. En definitiva, un empresario exitoso es un héroe. Este es el modelo que nosotros estamos proponiendo para la Argentina del futuro. Un modelo basado en los principios fundamentales del libertarismo: la defensa de la vida, de la libertad y de la propiedad.
Ahora bien, si el capitalismo de libre empresa y la libertad económica han sido herramientas extraordinarias para terminar con la pobreza en el mundo; y nos encontramos hoy en el mejor momento de la historia de la humanidad, ¿por qué digo entonces que occidente está en peligro? Digo que occidente está en peligro justamente porque en aquellos países que deberíamos defender los valores del libre mercado, la propiedad privada, y las demás instituciones del libertarismo, sectores del establishment político y económico, algunos por errores en su marco teórico y otros por ambición de poder, están socavando los fundamentos del libertarismo, abriéndole las puertas al socialismo y condenándonos potencialmente a la pobreza, a la miseria y al estancamiento.
Porque nunca debe olvidarse que el socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor que fracasó en todos los países que se intentó. Fue un fracaso en lo económico. Fue un fracaso en lo social. Fue un fracaso en lo cultural. Y además asesinó a más de 100 millones de seres humanos. El problema esencial de occidente hoy es que no sólo debemos enfrentarnos a quienes, aun luego de la caída del muro y la evidencia empírica abrumadora, siguen bregando por el socialismo empobrecedor; sino también a nuestros propios líderes, pensadores y académicos que, amparados en un marco teórico equivocado, socavan los fundamentos del sistema que nos ha dado la mayor expansión de riqueza y prosperidad de nuestra historia.
El marco teórico al que me refiero es el de la teoría económica neoclásica, que diseña un instrumental que, sin quererlo, termina siendo funcional a la intromisión del estado, el socialismo, y la degradación de la sociedad. El problema de los neoclásicos es que como el modelo del que se enamoraron no mapea contra la realidad, atribuyen el error a supuestos fallos del mercado en vez de revisar las premisas de su modelo. So pretexto de un supuesto fallo de mercado se introducen regulaciones que lo único que generan es distorsiones en el sistema de precios, que impiden el cálculo económico, y en consecuencia el ahorro, la inversión y el crecimiento.
Este problema radica esencialmente en que ni siquiera los economistas supuestamente libertarios comprenden qué es el mercado, ya que si se comprendiera se vería rápidamente que es imposible que exista algo así como fallos del mercado. El mercado no es una curva de oferta y demanda en un gráfico. El mercado es un mecanismo de cooperación social donde se intercambian voluntariamente. Por lo tanto, dada esa definición, el fallo del mercado es un oxímoron. No existe fallo de mercado. Si las transacciones son voluntarias, el único contexto en el que puede haber un fallo de mercado es si hay coacción. Y el único con la capacidad de coaccionar de manera generalizada es el estado que tiene el monopolio de la violencia. En consecuencia, si alguien considera que hay un fallo de mercado, les recomendaría que revisen si hay intervención estatal en el medio. Y si encuentran que no hay intervención estatal en el medio, les sugiero que hagan de nuevo el análisis porque definitivamente está mal. Los fallos de mercado no existen.
Un ejemplo de los supuestos fallos del mercado que describen los neoclásicos son las estructuras concentradas de la economía. Sin embargo, sin funciones que presenten rendimiento crecientes a escala, cuya contrapartida son las estructuras concentradas de la economía no podríamos explicar el crecimiento económico desde el año 1800 hasta hoy. Fíjense que interesante. Desde el año 1800 en adelante con la población multiplicándose más de 8 o 9 veces, el producto per cápita creció más de 15 veces. Existen rendimientos crecientes, eso llevó la pobreza extrema del 95% al 5%. Sin embargo, esa presencia de rendimientos crecientes implican estructuras concentradas, lo que se llamaría un monopolio. ¿Cómo puede ser que algo que haya generado tanto bienestar para la teoría neoclásica eso es un fallo de mercado? Economistas neoclásicos salgan de la caja. Cuando el modelo falla, no hay que enojarse con la realidad hay que enojarse con el modelo y cambiarlo.
El dilema que enfrenta el modelo neo-clásico es que dicen querer perfeccionar el funcionamiento del mercado atacando lo que ellos consideran fallos, pero al hacerlo no sólo le abren las puertas al socialismo, sino que atentan contra el crecimiento económico. Ejemplo, regular monopolios, destruirle las ganancias, y destrozar los rendimientos crecientes automáticamente destruiría el crecimiento económico.
Dicho de otro modo, cada vez que ustedes quieran hacer una corrección de un supuesto fallo de mercado, inexorablemente, por desconocer lo que es el mercado o por haberse enamorado de un modelo fallido, le están abriendo las puertas al socialismo y están condenando a la gente a la pobreza.
Sin embargo, frente a la demostración teórica de que la intervención del estado es perjudicial, y la evidencia empírica de que fracasó - porque no podía ser de otra manera- la solución que propondrán los colectivistas no es mayor libertad sino que es mayor regulación, generando una espiral descendiente de regulaciones hasta que todos seamos más pobres, y la vida de todos nosotros dependa de un burócrata sentado en una oficina de lujo.
Dado el estrepitoso fracaso de los modelos colectivistas y los innegables avances del mundo libre, los socialistas se vieron forzados a cambiar su agenda. Dejaron atrás la lucha de clases basada en el sistema económico para reemplazarla por otros supuestos conflictos sociales igual de nocivos para la vida en comunidad y para el crecimiento económico. La primera de estas nuevas batallas fue la pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer.
El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos. La piedra fundacional de nuestro credo dice que todos los hombres somos creados iguales, que todos tenemos los mismos derechos inalienables otorgados por el creador, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la propiedad.
En lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del estado para entorpecer el proceso económico, darle trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales dedicados a promover esta agenda.
Otro de los conflictos que los socialistas plantean es el del hombre contra la naturaleza. Sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o en la agenda sangrienta del aborto.
Lamentablemente, estas ideas nocivas han impregnado fuertemente en nuestra sociedad. Los neomarxistas han sabido coptar el sentido común de occidente. Lograron esto gracias a la apropiación de los medios de comunicación, de la cultura, de las universidades, y sí, también de los organismos internacionales.
Por suerte, somos cada vez más los que nos atrevemos a levantar la voz. Porque vemos que, si no combatimos frontalmente estas ideas, el único destino posible es que cada vez vamos a tener más estado, más regulación, más socialismo, más pobreza, menos libertad, y, en consecuencia, peor nivel de vida.
Occidente, lamentablemente, ya comenzó a transitar este camino. Sé que a muchos les puede sonar ridículo plantear que occidente se ha volcado al socialismo. Pero sólo es ridículo en la medida que uno se restringe a la definición económica tradicional del socialismo, que establece que es un sistema económico donde el estado es el dueño de los medios de producción.
Esta definición debiera ser, para nosotros, actualizada a las circunstancias presentes. Hoy los estados no necesitan controlar directamente los medios de producción para controlar cada aspecto de la vida de los individuos.
Con herramientas como la emisión monetaria, el endeudamiento, los subsidios, el control de la tasa de interés, los controles de precios y las regulaciones para corregir los supuestos “fallos de mercado”, pueden controlar los destinos de millones de seres humanos.
Así es como llegamos al punto en el que con distintos nombres o formas, buena parte de las ofertas políticas generalmente aceptadas en la mayoría de los países de occidente son variantes colectivistas.
Ya sea que se declamen abiertamente comunistas, o socialistas, socialdemócratas, demócratas cristianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo no hay diferencias sustantivas: todas sostienen que el estado debe dirigir todos los aspectos de la vida de los individuos. Todas defienden un modelo contrario al que llevó a la humanidad al progreso más espectacular de su historia.
Nosotros venimos hoy aquí a invitar a los demás países de occidente a que retomemos el camino de la prosperidad. La libertad económica, el gobierno limitado y el respeto irrestricto de la propiedad privada son elementos esenciales para el crecimiento económico.
Este fenómeno de empobrecimiento que produce el colectivismo no es una fantasía. Ni tampoco fatalismo. Es una realidad que los argentinos conocemos muy bien.
Porque ya lo vivimos. Ya pasamos por esto. Porque como dije antes, desde que decidimos abandonar el modelo de la libertad que nos había hecho ricos, estamos atrapados en una espiral descendiente en donde cada día somos más pobres.
Ya lo vivimos nosotros. Y estamos acá para alertarlos acerca de lo que puede pasar si los países de occidente que se hicieron ricos con el modelo de la libertad, continúan por este camino de servidumbre.
El caso argentino es la demostración empírica de que no importa cuán rico seas, cuántos recursos naturales tengas, no importa cuán capacitada esté la población, ni cuán educada sea, ni cuántos lingotes de oro haya en las arcas del banco central.
Si se adoptan medidas que entorpecen el libre funcionamiento de los mercados, la libre competencia, los sistemas de precios libres, si se entorpece el comercio, si se atenta contra la propiedad privada, el único destino posible es la pobreza. Para finalizar, quiero dejarle un mensaje a todos los empresarios aquí presentes y a los que nos están mirando desde todos los rincones del planeta.
No se dejen amedrentar ni por la casta política ni por los parásitos que viven del estado. No se entreguen a una clase política que lo único que quiere es perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios.
Ustedes son benefactores sociales. Ustedes son héroes. Ustedes son los creadores del periodo de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido. Que nadie les diga que su ambición es inmoral. Si ustedes ganan dinero es porque ofrecen un mejor producto a un mejor precio, contribuyendo de esa manera al bienestar general.
No cedan al avance del estado. El estado no es la solución. El estado es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia, y sepan que a partir de hoy, cuentan con un aliado inclaudicable en la República Argentina.
Muchas gracias y Viva la libertad carajo.
Davos 2024: oficializar la censura.
Hoy ha empezado en Davos la edición de 2024 del Foro Económico Mundial. Y como cada año, allí se reúnen la flor y nata de la economía y política mundial. Un tinglado, fundado en 1971 por el peculiar Klaus Schwab, que comenzó como el Foro Europeo de Gestión, y que tras el colapso sistémico de Bretton Woods y la guerra árabe-israelí de 1973, se modificó para siempre su enfoque hasta que en 1987, adoptó su nombre actual.
Hoy ha empezado en Davos la edición de 2024 del Foro Económico Mundial. Y como cada año, allí se reúnen la flor y nata de la economía y política mundial. Un tinglado, fundado en 1971 por el peculiar Klaus Schwab, que comenzó como el Foro Europeo de Gestión, y que tras el colapso sistémico de Bretton Woods y la guerra árabe-israelí de 1973, se modificó para siempre su enfoque hasta que en 1987, adoptó su nombre actual.
A mi me han invitado a ir tres veces en mi vida y si os soy sincero siempre me sorprendieron dos cosas; por un lado que en las sesiones, una vez inaugurado el circo, nunca se llenan las salas y, por otro, que uno de los hilos conductores del evento sea ‘como reducir la huella de carbono’, a la vez que la cantidad de aviones privados que había en el pequeño aeropuerto de St. Gallen Altenrheim, fuera impresionante.
De hecho, una de las actividades que se programaban de manera alternativa por parte de algunos participantes menos ‘seguidistas’ como yo mismo, era ir a ese aeropuerto que está a 79 kms y echarle un vistazo a los impresionantes modelos de mini-aviones que allí descansan.
Y, si bien la trascendencia de lo que allí se habla es muy relativa hacía fuera, pues lo que se decide o se determina se establece en las meriendas y fiestas paralelas entre gente que no da conferencias ni se les ve en todo el evento, siempre es interesante atender a los temas que se tratan, básicamente porque nos indican por donde van a ir las políticas económicas en el futuro inmediato.
Por eso, te voy a explicar de que va el Davos de este año y cuales son las claves que hay que tener en cuenta. Mucho de lo que se va a decir allí, serán las instrucciones para muchos y, por derivación, serán nuestros castigos a medio plazo. Recuerda que fue aquí donde el Sr. Klaus Schwab dijo aquello de ‘en el futuro, no tendrás nada, pero serás feliz’. Y fíjate, cada vez tenemos menos, y cada vez hay más gente a la que le da igual.
El Foro de Davos de 2024, que se desarrolla durante esta semana de enero, se centra en el lema "Reconstruir la confianza" y reunirá a más de 2.800 líderes mundiales, incluyendo jefes de estado y empresarios, de más de 100 países. Este año, el foro se desarrolla en un contexto geopolítico y económico especialmente complejo, abordando temas críticos como la seguridad global, el crecimiento económico, la inteligencia artificial, y el cambio climático.
Entre los líderes políticos presentes destacan el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; el presidente de Argentina, Javier Milei; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; y el primer ministro del Consejo de Estado chino, Li Qiang y Sam Altman de OpenAI, además de los habituales como Bill Gates, Al Gore, Volodímir Zelenski, Ursula von der Leyen, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN; Christine Lagarde, o Kristalina Georgieva, presidenta del Fondo Monetario Internacional.
Aunque el foro sirve como un importante punto de encuentro para el diálogo y la toma de contacto entre líderes mundiales, es menos probable que resulte en acuerdos significativos como los de paz. Esto se debe, en parte, a que el Foro de Davos abarca una amplia gama de temas y puede carecer del enfoque específico y la profundidad que caracterizan a otras cumbres más especializadas, como las relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente. Además que una cosa son los acuerdos que pudieran ser públicos, otros los que son realmente acuerdos y que se formalizan en privado y finalmente, lo que busca este foro; ‘crear una idea de pensamiento global que facilite cualquiera de los planes de algunas empresas y dirigentes mundiales’. Aquí se habló por primera vez de las ecotasas, de la soga verde, de las políticas de desaparición de la propiedad, etc.
¿Y como lo hacen? Pues con una cosa llamada “Informe de Riesgos Globales”. En la edición de 2024 del Foro Económico Mundial destacan los principales riesgos que el mundo enfrentará en los próximos años según ellos. Si bien el año pasado hablaron del concepto ‘’policrisis’, el nuevo ‘claim’ es "reconstruir la confianza” y para ello se han organizado cuatro puntos de análisis; lograr la cooperación en un mundo fracturado, crear crecimiento y empleo en esta nueva era, alcanzar un mundo neutro en carbono y, lo que me preocupa más, la inteligencia artificial como motor de la economía y la sociedad.
Este último es la clave. Es la novedad. Los otros son más o menos lo mismo de siempre. Según este elenco de lumbreras para el corto plazo, es decir, los próximos dos años, el informe identifica la desinformación y la información falsa como el riesgo más grave. Esto se debe a su potencial para amplificar las divisiones sociales y políticas, especialmente en un año con numerosas elecciones en todo el mundo. La tecnología avanzada, como la inteligencia artificial generativa, ha aumentado la cantidad y la eficacia de la información falsa, lo que podría socavar la legitimidad percibida y real de los gobiernos recién elegidos.
Y aquí está la clave. Van a procurar que se vea ‘la desinformación’ como un riesgo, una amenaza a la tranquilidad y seguridad de la humanidad. Para remediarlo estará el control de la información. Estamos a las puertas del mayor ejercicio de censura oficial y legal que jamás hayamos visto desde la Edad Media. Una censura que se teñirá de control por nuestro bien.
En el informe previo que se entrega a los asistentes, denominado ‘Riesgos Globales 2024’, aparece la desinformación como el mayor peligro para la humanidad. Por encima de las guerras, la polarización social, las crisis o el cambio climático. Aseguran que, si no se limita la Inteligencia Artificial, los malos podrían apoderarse del mundo desinformando. Da la sensación que entre ellos se ha colado un guionista de Marvel.
Quieren influir en la creación de organismos de control de la información como ya hay en California, Reino Unido, Irlanda y el que se prepara en Europa. Luego nos dicen que si China, o donde sea… Curioso. Allí por lo menos está claro quien decide lo que es cierto o no, y queda claro como lo decide. En el caso del Occidente de la libertad de expresión, donde ya hay leyes que penalizan la calumnia o el acoso, no queda claro quien decidirá que será cierto y que no. Supongo que quienes ellos quieran, esa es la idea.
Pero volvamos a los temas que les preocupa a esta gente. Luego volveré a la Era de la censura que oficialmente quedará inaugurada por este Davos 2024. En una perspectiva a más largo plazo, es decir, para la próxima década, los riesgos ambientales son los más destacados. El informe señala que los cuatro riesgos más severos son los eventos climáticos extremos, el cambio crítico en los sistemas de la Tierra, la pérdida de biodiversidad y el colapso del ecosistema, y la escasez de recursos naturales. La contaminación también figura entre los diez riesgos más graves. Estos riesgos ambientales pueden agotar los recursos económicos disponibles para mitigar y adaptarse al cambio climático, aumentando las vulnerabilidades y exponiendo a las sociedades y economías completas a diversos peligros.
De ahí que el foro se estructurará en torno a cuatro temas principales:
1. Seguridad y cooperación en un mundo fracturado: enfocado en abordar la creciente polarización y los conflictos geopolíticos, buscando formas de mejorar la cooperación internacional y la confianza entre las naciones.
2. Crear crecimiento y trabajos en la nueva era: este tema se centra en cómo fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo en un contexto de cambios tecnológicos rápidos y desafíos económicos globales.
3. Inteligencia artificial como fuerza que dirigirá a la economía y a la sociedad: aquí se analizarán las oportunidades y desafíos que presenta la IA, considerando su impacto en diversas industrias y aspectos de la vida cotidiana.
4. Estrategia a largo plazo para el clima, la naturaleza y la energía: este tema se enfoca en el desarrollo de estrategias sostenibles y de largo plazo para abordar el cambio climático y la conservación de la naturaleza, incluyendo la transición hacia fuentes de energía renovables.
Además, los participantes del foro discutirán las tendencias en política monetaria. En esto habrá que estar atentos porque en los documentos que han repartido las tasas de interés ocupan el 90% del texto y las CBDC sólo un 5%. Está claro que de lo que van a tratar realmente es de esto último pero no quieren que lo sepas. El diseño está hecho. Identificación monetaria, personal y sanitaria. Con eso y un control de la IA y del mensaje que ellos llaman desinformación, tu vida y la mía serán un cuento de Disney para ellos.
Y como os decía, el Foro de Davos 2024 está poniendo de relieve un tema central, la inteligencia artificial (IA) y sus rápidos avances en los últimos años están generando aún más discusión. Como sabéis llevo tiempo denunciando que esta pasión por controlarla, por regularla no es por nuestro bien, es porque han perdido el control de esta tecnología y no quieren que esté en manos de todos. Pasó con Internet, cuando se dieron cuenta que era una herramienta de libertad, empezaron a acotarla. Se pasó de la web1 a las 2, siendo la 2 lo que tenemos ahora. Un espacio de control absoluto donde regalamos nuestra privacidad a cambio de una hipotética seguridad. La web3, de la que te he hablado en algún texto eo anterior debería reparar esto. La IA, de la que te ha hablado en el sentido contrario de lo que dice esta gente, y lo he hecho varias veces, es parte de nuestra opción de libertad, no de lo que ellos dicen. Pues veamos. La IA, con su capacidad para transformar tanto la economía como la sociedad, se ha convertido en un tema de especial interés y preocupación debido a su impacto potencial en el futuro del trabajo, la privacidad, la seguridad y la ética.
Vamos un momento hacía atrás para entender que es lo que pretenden ahora. Cuando asistí la primera vez me dijeron que la asistencia al Foro no solo representa una oportunidad para participar en conversaciones significativas sobre temas críticos, sino que también confiere un cierto estatus a sus asistentes, especialmente a los que estábamos en cargos de responsabilidad en alguna empresa. Ten en cuenta que los socios organizadores del evento privado pueden pagar hasta medio millón de euros por su membresía, mientras que la asistencia como miembro puede costar entre 20.000 y 50.000 euros. Ir invitado por alguna entidad no es fácil a menos que estés en algún panel menor.
El Foro de Davos tiene sus raíces en la Guerra Fría, fundado en 1971 por Klaus Schwab. Schwab concibió el foro como un medio para promover una versión del capitalismo que fuera responsable y atenta a las cuestiones sociales. La elección de Davos, una localidad alpina en Suiza, no fue casual; se buscaba un lugar que ofreciera un retiro de lo cotidiano y que estuviera imbuido de significado cultural, como se refleja en la novela "La montaña mágica".
El Foro de Davos ha jugado un papel importante en momentos históricos clave, como contribuir a la prevención de un conflicto entre Grecia y Turquía, y facilitar un encuentro significativo que marcó el fin del apartheid. Estos ejemplos destacan cómo el Foro ha trascendido su rol como un simple evento de networking, involucrándose en la alta política y teniendo un impacto tangible en algunos asuntos globales. O lo que es lo mismo, un punto desde el que se influye a gobiernos y empresas sobre lo que hay que hacer y como.
La relevancia del Foro en la actualidad es relativa en lo público y determinante en lo secreto. Por ejemplo, en lo público, se invitó en 2020 a los directores ejecutivos de Coca-Cola y PepsiCo para que discutieran sobre la reducción de residuos plásticos en los océanos, pero posteriormente ambas compañías aumentaron significativamente su uso de envases de plástico. Sin embargo, se pactaron modos de reparto global y logístico que sí atendieron especialmente cuando se produjo el encierro mundial a partir de marzo de aquel año.
Sin embargo, algunos ven el Foro como un escenario de "postureo" o de diplomacia simbólica, esos no ven o no entienden lo que pasa por detrás. La actividad en Davos no se limita a los recintos oficiales de la conferencia. Más allá de estos espacios, en hoteles y locales transformados a lo largo del sinuoso Paseo de la ciudad, hay siempre una efervescente programación paralela. Los visitantes se encuentran en una insólita tienda gigante llamada Carpa ODS, con eventos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. También es habitual que Bill Gates se de una vuelta por el Microsoft Café o, si lo quieres aún más exótico y si eres mujer puedes asistir a los tres días de paneles en el Equality Lounge® (Salón de Igualdad) que es como un Davos paralelo donde solo hay mujeres hablando a mujeres.
Allí pasan cosas tremendas que demuestran como esta gente se ríe de todo. En una edición anterior, la cúpula de una empresa multinacional muy importante montó una fiesta tremenda. Allí se comunicó que la empresa despediría a 10.000 trabajadores. Desde allí se dio la orden de enviar un email a cada uno de ellos. Esa noche lo recibieron todos. Mientras todo eso pasaba, en esa fiesta actuaba Sting, el cual cantó ‘a message in the bottle’, un mensaje en la botella.
Pero permíteme para terminar que te reitere lo que considero que es la clave este año. Como te decía el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial ha identificado la desinformación y la difusión de contenidos falsos como el mayor riesgo global en el corto plazo. Según el informe, la creciente preocupación por la desinformación está en gran parte relacionada con el potencial de la inteligencia artificial para ser utilizada por agentes malintencionados, quienes podrían inundar los sistemas de información mundiales con falsas narrativas. Se prevé que en los próximos años, tanto actores extranjeros como nacionales explotarán la desinformación para intensificar las divisiones sociales y políticas, especialmente en el contexto de un gran número de elecciones próximas.
La preocupación de que el enfoque en la inteligencia artificial y la lucha contra la desinformación pueda conducir a la censura y un mayor control es un tema a tener en cuenta y que nos debe poner en alerta. Hace tiempo que no se esconden. Es más, Davos ejemplifica que lo que buscan ahora es extender la idea de que sin control de la información el mundo está en peligro. Siempre se llamó censura, ahora le llamarán, ‘lucha contra la desinformación’. El antídoto, sin embargo, siempre será el mismo: informarse más y mejor.