Economía, Politica, Sociedad, Startups Marc Vidal Economía, Politica, Sociedad, Startups Marc Vidal

Mientras ellos pactan (o no), el mundo gira.

Mientras sus futuras señorías discuten acerca de cómo conformar gobiernos o coaliciones, tratan de sus cosas y se entretienen con el lenguaje típico de la política, el mundo real sigue girando. Siempre me ha parecido grotesco escuchar en la noche electoral a los líderes de cada partido agradecer a los militantes su trabajo a lo largo de los quince días previos y, aun más, cuando dicen aquello de ‘hemos hecho una gran campaña’. Es la expresión máxima de la endogamia y cuando más claro se ve lo lejos que están todos ellos de la realidad. La vida es aquello que transcurre en paralelo a todo eso.

Mientras sus futuras señorías discuten acerca de cómo conformar gobiernos o coaliciones, tratan de sus cosas y se entretienen con el lenguaje típico de la política, el mundo real sigue girando. Siempre me ha parecido algo grotesco escuchar durante la noche electoral los líderes de cada partido agradecer a los militantes su trabajo a lo largo de los quince días previos y, aun más, cuando dicen aquello de ‘hemos hecho una gran campaña’. Es la expresión máxima de la endogamia y cuando más claro se ve lo lejos que están todos ellos de la realidad. La vida es aquello que transcurre en paralelo a todo eso.

Cada persona es un planeta y cada planeta gira en su propio sistema solar. A unos les interesa unas cosas y a otros otras. A mi me preocupa mucho como se va a ir construyendo la sociedad del futuro, como va a ser y en que motores va a basar su crecimiento. Es cierto que no todo es la economía, por supuesto, y en gran medida una sociedad que no interpreta bien los cambios en materia social y cultural no es una sociedad preparada para afrontar los retos que nos ha tocado vivir. Liderar generacionalmente incluso.

Hay diferentes maneras de afrontar este cambio de época. Nos podemos aferrar a recuperar los engendros que permitieron basar una economía en la acumulación irracional de ladrillos o intentar crear una industria basada en la innovación y el conocimiento como hacen otros países. Y sobre esa variante se sujeta el cambio en el modelo productivo de un país. En una de mis conferencias lo explico detalladamente.

Para impulsar y aprovechar todo cuanto está pasando y pasará se deben activar políticas basadas en la tecnología como epicentro, en lo digital como escenario y en el estímulo emprendedor como valor. En el centro de este triángulo aparece un concepto empresarial que hace años se desarrolla de diferente modo según el barrio. Serían las llamadas startups. Empresas que son algo más que una moda, pueden considerarse un modelo de cambio.

De hecho no se puede poner en duda el valor añadido que a la economía aportan este tipo de compañías. El perfil innovador, tecnológico y que, a pesar de ser proyectos en desarrollo constante, crean empleo. Una cantidad de empleo no equiparable a industrias más tradicionales y con un modelo de crecimiento muy distinto, pero empleo al fin y al cabo. En una sociedad donde el empleo será un bien escaso, se deben crear negocios que creen nuevos tipos de trabajos. Ahi juegan un importante valor las startups.

Y hablando de startups, por mucho que se diga, las cifras no es que sean para tirar cohetes en España. Durante este año las startups nacionales crearon cerca de 4.000 empleos y en 2016 se calcula que superarán justito los 7.000. Está bien, pero si lo comparamos con otros lugares veremos que no es tanto.

En otros países el modelo startup está expresamente vinculado al esfuerzo que desde la administración se ejerce por modernizar la economía o, desde la propia gran empresa, para tener a mano modelos de innovación factibles de ser adquiridos. Digamos que apoyar esta tipología de empresas tecnológicas con alto potencial de crecimiento es una apuesta económica y de futuro. Una alianza con el progreso y la aceptación de un nuevo tiempo socioeconómico.

Mientras en los gobiernos en standby, el catalán sigue en éxtasis y el español entrará en bucle ya mismo, el mundo, como decía, sigue girando y en algunos lugares gira más deprisa que en otros o, por lo menos, se aprovecha más cada giro. A nivel comparativo, un país pequeño como Irlanda, con una décima parte de la población de España, crea 147 startups diarias. El pasado noviembre 3.978 nuevos proyectos se dieron de alta y se pusieron en marcha en este país. Solo durante un mes. A lo largo del año y exceptuando períodos vacacionales, la dinámica ha sido similar. Las facilidades para crear una empresa si eres residente y las ayudas para lograrlo estimulan este impresionante dato.

El estudio de Vision-Net argumenta que el modelo productivo que se asocia a este tipo de empresa está ya reflejándose en la economía del país. En un entorno repleto de grandes multinacionales atraídas por temas tributarios, se han ido desarrollando ecosistemas de empresas que facilitan servicios a esas y a la vez han ido creando empleo. Si creas empleo generas riqueza, es simple, aunque no siempre. Lo importante deriva en dónde lo creas y de que calidad.

La política fiscal es importante, destacarlo es justo, pero también especificar que la mayoría de las startups que empiezan no tienen beneficios. Son proyectos a largo plazo que requieren inversión y a su vez reinvierten todo cuanto ingresan. Por lo tanto, en el caso de una startup, mayoritariamente, el asunto no es tanto su fiscalidad sino otro. El único impuesto realmente destacable que en Irlanda es mejor que en otros lugares es el de Sociedades, el Corporate Tax, pero que sólo se aplica (y te beneficias) si tienes más ingresos que gastos. Ese no es el caso de la mayoría de las startups cuando empiezan.

De este hecho deriva que la creación masiva de startups no provenga de la fiscalidad irlandesa, sino de otros elementos que se pueden copiar en otros países. Digamos que las ayudas a poner en marcha tu proyecto, el soporte en todos los campos que hemos descrito alguna vez y el universo internacional que aquí se vive es clave. Más de 200.000 personas trabajan en tecnología o servicios derivados y ya se crean 1.000 nuevos empleos cada semana sólo en esto.

¿Que ha hecho Irlanda? Primero atrajo con tipos impositivos bajos a grandes empresas tecnológicas. Lo hizo cuando eso suponía un duro golpe a los ingresos públicos. Un vez logro su propio ‘breakeven’ impuso normativas que incentivaran la creación de empresas tecnológicas, vinculó a las universidades y escuelas de negocio y se abrió al mundo anglosajón. Además, por si fuera poco, las startups que se crean en Irlanda tienen buenas perspectivas de crecimiento en muchos campos como el Fintech, el e-commerce, big-data, la IoT o la AI debido a que los fondos de inversión tecnológicos norteamericanos tienen como base de referencia Dublín.

¿Porque deberíamos inspirarnos? Una economía que utiliza como buque insignia la tecnología y las empresas que hacen de ella su ADN es una economía moderna, abierta, innovadora y preparada para adaptarse rápidamente a los cambios y necesidades futuras. No es algo rápido, pero es necesario, urgente. Por ejemplo, ahora que otro sector ya está en la antesala de la catarsis como lo estuvo la industria musical, los viajes, el cine, el transporte o el hotelero, el bancario y su versión Fintech empieza a ser claramente un espacio de desarrollo en este país.

Mientras los ‘electos’ discuten sobre mayorías, aritmética de salón y, en definitiva, a quitarle a unos para ponérselos a otros, el mundo gira y cada vez lo hace a mayor velocidad. Una velocidad que, al parecer, no es la que son capaces de percibir los que deberían de poner en marcha el motor de cambio regeneracional de una economía que peligra a pesar de que las cifras de crecimiento insinúen lo contrario. No es lo mismo crecer para hacer lo mismo que nos llevó al túnel que hacerlo con vistas a un modelo económico basado en las tecnologías que nos rodean.

Todo pasa mientras sigue habiendo cada vez más pobres que nunca en España, más empleo deficiente o inseguro, menos proyección de la Pyme y más anécdota. Sus señorías deben ponerse de acuerdo para poner fin a los dramas de muchas familias, pero también para crear un futuro competitivo y evitar que el talento se vaya, huya y monte sus proyectos en otro lugar. Cada uno sabe porque se fue, pero lo más jodido es irte porque tu país es incapaz de construir algo que no sea de 'obra vista' y 'llave en mano'. 

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En breve, la estrategia será humana y la táctica pura Inteligencia Artificial.

Bob Dylan le preguntó a la computadora Watson si había leído todas sus letras. El software le respondió que podía leer más de ochocientos millones de páginas por segundo y le indicó que las temáticas más utilizadas por el artista solían ser el paso del tiempo y los problemas con el amor. El video de esta conversación está embebido aquí abajo. Es especialmente divertido escuchar a Watson decir que ‘nunca ha conocido el amor’ y la propuesta de Dylan de componer algo juntos. 

Bob Dylan le preguntó a la computadora Watson si había leído todas sus letras. El software le respondió que podía leer más de ochocientos millones de páginas por segundo y le indicó que las temáticas más utilizadas por el artista solían ser el paso del tiempo y los problemas con el amor. El video de esta conversación está embebido aquí abajo. Es especialmente divertido escuchar a Watson decir que ‘nunca ha conocido el amor’ y la propuesta de Dylan de componer algo juntos. 

Dejando de lado esta anécdota simpática que surge de una serie de ‘spots’ publicitarios en la que personas conocidas mantienen conversaciones con el cerebro artificial Watson, lo destacable sigue siendo el estado de evolución del proyecto. Y es que este computador no es uno en si mismo, es un software que empieza a tener diversas versiones y fórmulas de utilización. De hecho no se programa como una computadora tradicional sino que aprende del lenguaje natural de las personas y ya lo hace de modos diversos y en diferentes estadios y elementos que lo complementan de manera global.

Ya hemos hablado de él y de cómo se está desarrollando en ámbitos paralelos. Watson nació hace años con una inversión brutal de más de mil millones de dólares llegando a convertirse en una unidad específica de negocio para sus creadores, IBM Watson. Allí, centenares de desarrolladores trabajan para aportar soluciones en inteligencia artificial para el healthtech, fintech, IT y servicios.

Evoluciona rápido. Hasta hace muy poco Watson no podía generar imágenes. Sólo las podía ‘ver’ y procesar. Para evitarlo IBM compró por otros mil millones a Merge Healthcare, una empresa especializada en captación de imágenes médicas. Una compra que se suma a las que ya hizo con Phytel y Explorys este mismo año para reforzar las debilidades del super computador.

Estas cifras son un claro ejemplo de lo que se pretende con la Inteligencia Artificial. IBM no es una ONG, obviamente está desarrollando su factor nuclear de negocio para el futuro inmediato. La computación cognitiva es, claramente, una de las apuestas más importantes para el gigante azul. Las grandes corporaciones de este planeta siguen situando sus piezas en un puzzle complejo de innovación difícil de predecir. Coches automáticos, logística sin humanos, robotización de procesos o eliminación de intermediarios. Los nombres que hay detrás son empresas, sólo empresas. Google, Apple, Uber, Tesla, Amazon y otros.

Durante un almuerzo hace pocas semanas, el director para la zona mediterránea de IBM, pude conocer parte del plan de desarrollo corporativo de la empresa. Me explicó que éste pasaba por la computación cognitiva en gran medida. Tienen claro que la tecnología ya está preparada para dar un salto de gigante en los próximos cuatro o cinco años. De hecho los datos que manejan confirman que en 2020, en apenas cuatro años, el universo digital en su totalidad equivaldrá a casi 1.600 millones de años de video en alta definición.

La aventura de IBM no es distinta a la de otras grandes corporaciones que se han lanzado a la conquista de ese espacio que nuestra mente es incapaz de abarcar y por eso, algunas, están desarrollando tecnologías cognitivas para analizar esos volúmenes bíblicos de información sin estructura. Cuando lo logremos emergerá el mayor volumen de conocimiento jamás visto.

Sin dejar IBM y gracias a su conocido sistema Watson, está desarrollando una aplicación inteligente que permita en el futuro próximo funcionar como asesor tecnológico para pequeñas y medianas empresas e, incluso, pueda ser utilizado para su desarrollo por parte de incipientes startups.

La Universidad Politecnica de Madrid ha iniciado un proyecto para ‘entrenar’ a Watson dentro del programa internacional "Shared University Research" junto a otras 45 universidades de todo el mundo. Es un interesante método de innovación. Una empresa ofrece sus recursos e investigadores y los pone a servicio de los equipos de investigación de las principales universidades del planeta en esta materia. Todos ganan.

Lo más importante no es el punto final, en este caso lo determinante es el camino a recorrer. Mientras se llega o no a los más altos grados de inteligencia artificial, el plan es ir recorriendo etapas que vayan ofreciendo resultados tangibles y que puedan ser utilizados no sólo por grandes empresas, instituciones o centros de investigación. El objetivo es que este derivado de Watson “sea capaz de responder a preguntas complejas en materia de estrategia tecnológica, a modo de asesor que oriente a las pymes para sacar el máximo partido de las tecnologías de la información en el desarrollo de su negocio”.

Me interesa saber como la inteligencia artificial va a sustituir a los directores de marketing. Ya lo están haciendo en algunos comicios electorales. No nos lo dicen, pero algunos directores de campaña ya no son humanos. Otro día hablaremos de esto, de sistemas inteligentes ordenando acciones en plena campaña y pasando por encima de criterios 'tradicionalmente' humanos.

Llegará, sino lo ha hecho ya, el momento en el que un sistema inteligente artificial será capaz de poner en marcha sus propias recomendaciones sobre una campaña, promoción o acción en un mercado concreto. Por ahí va. En teoría esto debería servir para que los gestores de un negocio puedan focalizar en la estrategia y no en la acción táctica.

¿Vamos hacia un escenario donde un humano marque la estrategia y a un cerebro artificial aplique la táctica? Tengo claro que si y por eso desde Idodi Venture Capital apostamos hace unos meses por una de las startups más prometedoras en estrategia competitiva y análisis comercial predictivo, Kompyte.

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Conector, Inversion, Startups Marc Vidal Conector, Inversion, Startups Marc Vidal

Nueva convocatoria Conector Startup Accelerator para enero de 2016.

Ya han pasado más de dos años desde que Carlos Blanco, Elisabeth Martínez, Gerard Olivé, Marc Ros, Miguel Vicente, Risto Mejide, Xavier Verdaguer y yo mismo fundáramos Conector Startup Accelerator. En este tiempo han pasado por nuestros programas más de 50 startups. Actualmente son más de un centenar los mentores de primera línea comprometidos con el proyecto y mas del 80% de los proyectos han conseguido la financiación necesaria tras pasar por nuestros ‘demo day’. En total son ya más de 5,3 millones de euros en diferentes rondas en cada una de las ediciones.

Ya han pasado más de dos años desde que Carlos Blanco, Elisabeth Martínez, Gerard Olivé, Marc Ros, Miguel Vicente, Risto Mejide, Xavier Verdaguer y yo mismo fundáramos Conector Startup Accelerator. En este tiempo han pasado por nuestros programas más de 50 startups. Actualmente son más de un centenar los mentores de primera línea comprometidos con el proyecto y mas del 80% de los proyectos han conseguido la financiación necesaria tras pasar por nuestros ‘demo day’. En total son ya más de 5,3 millones de euros en diferentes rondas en cada una de las ediciones.

Ya tenemos varios casos de éxito. Destacan Kompyte, que ha cerrado una ronda de 400.000 euros, en la que ha sido parte destacada Idodi Venture Capital por cierto, y ya se ha instalado en sus flamantes nuevas oficinas en Estados Unidos, donde tiene la mayoría de sus clientes. Otro caso es la startup de economía colaborativa Glovo, que acaba de levantar 2 millones de euros en otra ronda con el principal objetivo de internacionalizar su startup.

Hay muchas más, Viuing que logró más de 700.000 euros en su primera ronda u otras que están ahora mismo en ese proceso pero con proyectos muy bien enfocados. Casos como Adictik que fue destacada en el uno de los principales medios mundiales sobre nuevas tecnologías, Techcrunch, o Chilikids que está ya de mudanzas a Silicon Valley, Conductr que no hace más que acumular premios internacionales, PopPlaces en plena estrategia de internacionalización, etc. Podéis ver la lista aquí.

Conector nació con la vocación de impulsar y ayudar el ecosistema emprendedor español apoyando a proyectos y emprendedores del sector digital (Internet, móvil y nuevas tecnologías) a desarrollarse, encontrar el modo de ser viables, crecer e internacionalizarse.

Ahora mismo abrimos una nueva convocatoria para startups del sector TIME (telecomunicaciones, internet, media y entretenimiento). Los emprendedores que quieran aplicar tendrán tiempo hasta el 11 de enero del 2016 y lo podrán hacerlo a través de esta web.

Como es habitual, la aceleradora busca startups con base tecnológica, en fase seed y que acaben de lanzar su app o producto al mercado o lo estén a punto de hacer. Los proyectos deben ser empresas ya constituidas; con alto potencial de crecimiento y escalables; con un equipo ya formado y un líder claro. Tras un exhaustivo proceso de preselección, los candidatos presentarán su proyecto en el Startup Day donde los socios y mentores de Conector decidirán, mediante sus votos, qué startups entran en la aceleradora.

Una vez seleccionados, las startups formarán su board de mentores teniendo en cuenta las necesidades del proyecto así como el doble matching entre ellos: los emprendedores eligen qué mentores quieren tener y viceversa. Además, tendrán un espacio asignado en las oficinas de la aceleradora; acceso a los servicios de las empresas que colaboran con Conector (Paypal Blueprint, Amazon Web Services, Microsoft BizSpark o Metricson); la oportunidad de formar parte de uno de los mayores ecosistemas de emprendimiento de España; sesiones de formación por parte de mentores y profesionales especializados; entre otros.

Conector iniciará aceleración en Barcelona y en Madrid y mantendrán la edición virtual, la cual permite a los emprendedores de toda España acelerar su startup, con los mismos beneficios que si estuvieran haciéndolo de forma presencial. Los proyectos que opten por esta opción solo tendrán que viajar a las oficinas de Conector para el board mensual con los mentores.

Tras la aceleración, los emprendedores presentarán su startup en el Demo Day, un evento privado con la presencia de los Business Angel y los fondos de capital riesgo más importantes del país; además de formar parte de Conector Alumni, la comunidad de emprendedores que han pasado por la aceleradora que tiene como objetivo fomentar sinergias y unir fuerzas para conseguir mejores condiciones ante agentes externos.

Aquí os dejo una infografía que resume nuestros primeros dos años acelerando startups y aprendiendo muchísimo todos.

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Idodi VC, Inversion, Ireland, Startups Marc Vidal Idodi VC, Inversion, Ireland, Startups Marc Vidal

Enterprise Ireland, tercer mayor inversor Seed Capital del mundo

Cuando recibimos visitas en Dublín una de las preguntas más recurrentes que nos cuentan a los que vivimos aquí es ¿por qué vives aquí con el mal tiempo que hace? La respuesta habitual es ‘no siempre llueve’. La verdad es que cada uno vive donde quiere o puede y el clima condiciona, cierto. En mi caso este clima húmedo me gusta y el frío también. Sin embargo ya he comentado que vivir en el denominado ‘Silicon Valley’ europeo debido a la gran cantidad de multinacionales tecnológicas que se dan cita, tiene que ver más por el ‘clima’ empresarial y tecnológico que por otros motivos.

Cuando recibimos visitas en Dublín una de las preguntas más recurrentes que nos cuentan a los que vivimos aquí es ¿por qué vives aquí con el mal tiempo que hace? La respuesta habitual es ‘no siempre llueve’. La verdad es que cada uno vive donde quiere o puede y el clima condiciona, cierto. En mi caso este clima húmedo me gusta y el frío también. Sin embargo ya he comentado que vivir en el denominado ‘Silicon Valley’ europeo debido a la gran cantidad de multinacionales tecnológicas que se dan cita, tiene que ver más por el ‘clima’ empresarial y tecnológico que por otros motivos.

Si hablamos de empresa y tecnología se debe sumar siempre el nivel de inversión que en ellas se deriva. En Irlanda, por cápita, el monto es tremendo. Es cierto que este país es el principal receptor de fondos de capital riesgo americanos, pero no es menos cierto que desde el capital irlandés también se invierte y mucho. Razón para que muchas startups europeas decidan pasarse una temporada por aquí y programar su crecimiento primero y su salto a Estados Unidos después.

La plataforma-publicación PitchBook, utilizada regularmente por más de 70.000 miembros de sociedades de Venture Capital, capital privado, Business Angels o profesionales de la inversión, ha publicado recientemente la clasificación de los principales inversores en capital riesgo en rondas semilla, la llamada ‘seed capital’, la de mayor dificultad, desde 2010.

Entre las cinco primeras figura la entidad irlandesa de inversión Enterprise Ireland, con la que Idodi Venture Capital está colaborando para impulsar que startups españolas decidan pasar por este ecosistema tan estimulante, no sólo por sus ventajas fiscales y ayudas, sino también por la gran cantidad de inversión que se puede conseguir en estados tempranos de muchas empresas tecnológicas.

La clasificación en cuanto a inversiones la lidera SV Angel, Kima Ventures, cómo decía Enterprise Ireland en tercer lugar, Andreessen Horowitz cuarto y Google Ventures en quinto lugar. PitchBook listó a 2387 inversores que desde 2010 han participado en al menos una ronda de semillas a nivel mundial.

La misma fuente cifra el crecimiento que cada año se ha ido produciendo en este campo. De los 484 que se produjeron en 2010 se ha pasado a 1.943 durante el año pasado. Esa tendencia parece que se ha detenido un poco en 2015 puesto que ya casi a finales de año sólo se ha llegado a 1.215 ofertas lanzadas. Sin embargo el capital bruto no cae. En 2014 fueron 1.950 millones de dólares, y con menos operaciones, en 2015 ya se han alcanzado los 1.970 millones.

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Así nos verá nuestro propio coche autónomo en breve

La semana pasada un coche sin conductor recorrió una distancia de 599 Km. Salió de Vigo y llegó a Madrid. Durante el recorrido el vehículo ajustó su circulación en base a límites de velocidad, movimientos de otros coches y características de la carretera. Se trataba de un PSA Peugeot Citroen y repetía una prueba ya realizada entre París y Burdeos hace unos meses.

La semana pasada un coche sin conductor recorrió una distancia de 599 Km. Salió de Vigo y llegó a Madrid. Durante el recorrido el vehículo ajustó su circulación en base a límites de velocidad, movimientos de otros coches y características de la carretera. Se trataba de un PSA Peugeot Citroen y repetía una prueba ya realizada entre París y Burdeos hace unos meses.

Lo interesante del asunto no es tanto que lo lograra sino los primeros pasos en el cambio de normativas que permitan este tipo de simulacros. De hecho esta primera prueba en España necesitaba de una autorización de la Dirección General de Tráfico que llegó a tiempo. Lo que abre un nuevo escenario a seguir probando e, incluso, a que cualquier marca o proyecto en marcha que quiera aplicarlo al campo real pueda hacerlo.

Cada vez está más cerca y seguramente es cuestión de mucho menos de lo que pensamos que este tipo de vehículos circulen tranquilamente por nuestras carreteras. Tengo la impresión, no obstante, que la puerta de entrada no será el vehículo particular sino el colectivo.

De hecho pronto se podrán ver, dicen que en la primavera próxima, autobuses autónomos por las calles de Suiza. Será uno de los primeros ensayos mundiales de un vehículo colectivo autoconducido en la vía pública.

Estos vehículos han sido creados por BestMile y empezarán en la ciudad de Sion, en el cantón de Valais, lo que ya ha despertado las primeras protestas en el colectivo de transportistas y taxistas por cierto.

Se ha decidido legalmente que el período de prueba de este tipo de transporte sin conductor sea de dos años. Sólo tendrá permiso para desplazar un máximo de nueve personas y sólo lo hará en zonas turísticas del casco antiguo de la ciudad.

BestMile es una empresa que apenas tiene un año de vida y ha sido creada por estudiantes de la EPFL de Laussana que han logrado desarrollar algoritmos que permitirán a estos autobuses a desplazarse identificando obstáculos sin intervención humana.

La novedad es que una hipotética flota de este tipo de autobuses autónomos funcionarían como lo hacen los aviones. Estarán controlados por una especie de ‘torre de control’ que permitirá la intervención humana ante cualquier necesidad.

Aseguran que la prueba no precisará de este elemento al principio al tratarse sólo de dos vehículos, pero que de cara al futuro esta puede ser una muy interesante transición hacia un mundo de coches y autobuses autónomos con la sola intervención del hombre en lo que sería la supervisión del tráfico. De esto también, algún día, se harían cargo algún tipo de sistemas inteligentes independientes de personas.

Como siempre, el negocio está detrás de todas las evoluciones. Uber ha comunicado su voluntad de adquirir medio millón de vehículos autónomos para uso individual. Google, Apple y Tesla siguen con sus programas de desarrollo de coches sin conductor. Es muy notable el salto y la velocidad que está tomando todo. Las autorizaciones a probar e suceden y la legislación va bajando el listón como hiciera ya en algunos casos con el tema de los ‘drones’.

Los conductores de autobuses suizos ya se han puesto en alerta aunque de momento siguen opinando que los huanos siempre serán necesarios.

Para saber como es lo que ve un coche autónomo, cual es el modo por el que se guía para identificar su modo de conducción, el proyecto ScanLab ha publicado lo que ‘los ojos’ de un coche autónomo ve. Se trata de identificar peatones, volúmenes, semáforos y dificultades imprevistas. No es tanto un geoposicionamiento, es una integración en el espacio e identificar que tienen y que no delante.

Como decía, el Proyecto Scanlab nos ha mostrado gracias a un escáner láser en un Honda CR-V circulando por las calles de Londres. Aunque el coche estaba conducido por un humano, el ‘Light Detection and Ranging’ informaba de todo cuanto veía del mismo modo que lo hace un coche autónomo. Es como un radar o un sónar, mide tiempos, espacios y localizas objetos. Todo ello es gestionado por un software que actúa en consecuencia a tiempo real.

Os dejo con el video del New York Times que combina este sistema LIDAR con la de la propia ciudad. Así nos verá nuestro coche en breve. 

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Nuevos modelos de negocio y nuevas relaciones entre empresas en la era digital.

Que la transformación digital es algo que pronto dejará de tener sentido definir es evidente. Vivimos el cambio constante de todo cuanto nos rodea. Las empresas y los clientes asumimos con naturalidad esa modificación sin pausa que, además, no para de acelerarse. La digitalización de procesos está dando lugar a la digitalización de las industrias y ésta, a su vez, a la transformación digital de todo por derivación. Cada vez es más difícil percibir la frontera entre lo que es, era o será.

Que la transformación digital es algo que pronto dejará de tener sentido definir es evidente. Vivimos el cambio constante de todo cuanto nos rodea. Las empresas y los clientes asumimos con naturalidad esa modificación sin pausa que, además, no para de acelerarse. La digitalización de procesos está dando lugar a la digitalización de las industrias y ésta, a su vez, a la transformación digital de todo por derivación. Cada vez es más difícil percibir la frontera entre lo que es, era o será.

Desde los objetos personales más pequeños hasta los más grandes, todo el mundo estará conectado digitalmente, y lo hará siempre muy pendiente de cada una de nuestras necesidades y gustos. El mundo digital tal y cómo lo conocemos hoy en día parecerá algo ridículamente rudimentario en apenas una década. Pensemos en como era la red hace una década. Busca imágenes de los artilugios con los que te conectabas, sus formas, su velocidad, lo que podías hacer con ellos. 

Gracias a la mejora de los semiconductores, los nanotubos de carbono, el grafeno, las redes celulares, la tecnología 5G, las comunicaciones inalámbricas dominando nuestro entorno, la inteligencia artificial difícilmente diferenciada de la natural, los robots, los datos a velocidades imposibles, la retirada de intermediarios y elementos en las cadenas de valor, la automatización de coches, barcos y aviones y la emergencia de un modelo empresarial basado en otro concepto menos conservador y mucho más arriesgado como las ‘startups’.

El mundo inmediato estará plagado de vehículos y viviendas que respondan a nuestros deseos, de aparatos que piensen por sí mismos o de geografías interconectadas cómo tierras de cultivo remotas enlazadas a ciudades superpobladas. Sabemos ya que habrá un día en que África estará completamente conectada digitalmente. Ese día tendrá lugar entre marzo y abril del año 2025 según este estudio.

Sin embargo lo importante no será cuantos estaremos conectados sino que objetos lo estarán. No será determinante ‘quien’, sino ‘que’. Desde cepillos de dientes a neveras pasando por coches o puertas de acceso. Todo emitiendo y recibiendo como en una orgía de datos dando tumbos de un lado a otro, ordenando la compleja convivencia entre humanos, la Internet de las Cosas y la Internet del Todo.

Y ¿que precio tendrá todo esto? El coste de la conectividad en sí está disminuyendo, y los dispositivos de apoyo, como teléfonos inteligentes y tablets, son cada vez menos costosos, más potentes y más omnipresentes. Lógicamente estos avances parecen una ventaja para la industria de las telecomunicaciones que empezaba a tener serías dificultades para entender su papel en un mundo donde facilitar la comunicación ya era ‘casi gratis’ y sus servicios de conectividad o venta de plataformas de comunicación dejaban de ser monopolios ‘técnicos’ de ellas. Tocaba reinventarse.

Transformarse no digitalmente, eso ya lo habían hecho, sino industrialmente, en su oferta, en la propuesta de valor. Estas empresas esperaban obtener mucho más beneficio ofreciendo la posibilidad de monetizar el tráfico adicional que se empezaba a trasladar pero no ha sido así. Por eso las grandes corporaciones de telecomunicaciones se han centrado en las experiencias del usuario en lugar de su consumo directo desarrollando una variedad de servicios.

Esos nuevos servicios normalmente han partido de acuerdos y colaboraciones con otras compañías. Por ejemplo AT&T está trabajando con IBM en un programa de ciudades inteligentes, Telefónica ofrece sus servicios IoT llamado Thinking Things que permite desarrollar programas para ajustar el clima y la iluminación en habitaciones, oficinas y edificios. En el futuro esperan poder controlar todo el equipo de una casa o de una oficina y gestionar todos los datos con los que interactúan todos ellos.

Hay más. Empresas como Nespresso, Coca-Cola u Orange han puesto en marcha un sistema combinado en M2M, comunicación entre objetos, por ejemplo. La alemana Deutsche Telekom está apoyando la digitalización en sus procesos de fabricación con una iniciativa llamada ‘Industrie 4.0’. La empresa india Bharti Airtel está investigando junto al State Bank of India aplicaciones de banca móvil para personas que no pueden acceder a una sucursal local. Proporcionar estos y otros servicios se está convirtiendo en el proceso de sustitución de modelos negocio anteriores y de adaptación al futuro.

Este proceso lo podemos extrapolar a todo tipo de empresas e industrias. Comunicación, medios, formación, servicios profesionales o lo que sea. Muchos están diseñando modelos de relación entre diferentes empresas de muy distintos campos para ofrecer servicios conjuntos en lugar de crear costosos departamentos o fundar nuevas líneas desde el interior que conlleven a un largo aprendizaje que, viendo la velocidad que toma todo, no suelen ser rentables finalmente.

Hay industrias que han diseñado ecosistemas digitales que vincularán modelos de trabajo complejos. Por ejemplo, imponer brazos tecnológicos a una estructura de servicios más tradicionales está siendo la tendencia. Ofrecer un ‘pool’ de servicios paquetizados que puedan venderse como una oferta innovadora reemplaza a los catálogos de siempre.

¿Como lo han hecho algunas compañías? Lo vemos claro en la industria de las telecomunicaciones de nuevo. Recientemente, los proveedores de este tipo de servicios han comenzado a buscar el crecimiento a través de los ecosistemas digitales innovadores diseñados alrededor de la articulación de empresas, adquisiciones o de, en ocasiones, investigación y desarrollo interno. La sueca TeliaSonera, por ejemplo, ha tomado una participación en Zound Industries, un proveedor de accesorios de moda, mientras que Telstra de Australia ha invertido en firmas digitales a través de DocuSign y en plataformas de vídeo a través de Ooyala.

Deutsche Telekom Capital Partners ha destinado US$ 620 millones para financiar nuevas empresas alemanas como fondo de entrada en ellas. Muchos de los principales operadores mundiales han establecido sus propias incubadoras independientes o fondos de riesgo centrados en la innovación digital, y ha creado oficinas satélites en la región de Silicon Valley o Dublín para tener acceso a las ideas de los servicios de próxima generación.

Las compañías de telecomunicaciones representan un buen ejemplo. Ellas han comenzado a buscar el crecimiento a través de los ecosistemas digitales innovadores. ¿Lo hacen otros sectores, otras industrias? ¿Por qué una agencia de servicios profesionales no llega a un acuerdo con una empresa tecnológica para conquistar un nuevo escenario? Al final esto va de vínculos y de ofrecer algo que necesiten tus clientes potenciales. Si tienes que cambiar completamente hazlo. Si tus compradores han cambiado, tú debes cambiar también. A veces no llegarás a tiempo, otros se adelantaron. Es cuestión de estar atento. La cuestión es que sino puedes ofrecerlo tu sólo, debes buscar a quien puede complementarte para venderlo. En gran medida la Nueva Economía, la digitalización de todo, nos avanza que esta es una práctica cada vez más fácil de abordar pero también más necesaria.

 

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Apps, Economía, Inversion Marc Vidal Apps, Economía, Inversion Marc Vidal

La cuarta revolución Industrial, la oportunidad de Europa.

Hace pocos días se publicó el informe ‘The State of European Tech’ del que se desprende que las empresas europeas de alta tecnología están en mejor posición que las norteamericanas de cara a afrontar una previsible desaceleración del sector. De hecho el informe avanza que si estallara la burbuja tecnológica, las consecuencias serán mucho peores en Estados Unidos que en Europa.

Hace pocos días se publicó el informe ‘The State of European Tech’ del que se desprende que las empresas europeas de alta tecnología están en mejor posición que las norteamericanas de cara a afrontar una previsible desaceleración del sector. De hecho el informe avanza que si estallara la burbuja tecnológica, las consecuencias serán mucho peores en Estados Unidos que en Europa.

El informe habla de valoraciones, capital invertido e inversiones realizadas. Destaca que en Europa este año habrán sido diez las empresas europeas de software alcanzaron que habrán alcanzado una valoración de más de mil millones de dólares que se sumarían a las 25 que ya lo alcanzaron desde 2003.

Explica también que la cantidad de capital invertido por inversores de capital riesgo en Europa en el año 2015 alcanzará los diez mil millones de dólares y el número de Business Angels activos ya alcanza los cinco mil. Con más de un millón y medio de desarrolladores de software y 25.000 reuniones tecnológicas, Europa está recortando la distancia que le separa del mismo universo americano.

Fue durante el último WebSummit de Dublín dónde Zennström, co-autor del informe junto a Riku Mäkelä, quien dijo que parece claro que Europa está en condiciones de empezar a superar esa barrera de las startups mil millonarias para iniciar la creación de otras que alcancen las decenas o centenas de miles de millones. La semana pasada el el evento Slush de Helsinki lo pudimos volver a escuchar por cierto con algunos detalles añadidos sobre cuales son sus favoritas para ese Wall of Fame.

El problema, según este informe, es que no hay todavía manera de financiar esas etapas tan complejas por cantidad y conocimiento. En Estados Unidos están acostumbrados a níveles de inversión absolutamente galácticos pero en el viejo continente esa fase siempre se ha dejado de lado esperando, precisamente, que sean los grandes inversores de Silicon Valley o de Nueva York los que pongan el montante necesario.

Volvió a salir el manido discurso acerca de uno de los sectores que más dinero necesitan y menos resultados dan todavía: la Inteligencia Artificial. Al parecer es preciso tener muchísimo dinero para avanzar en esos campos, soportar pérdidas durante mucho tiempo y ser capaces de que ese capital aportado sujete la investigación hasta que se logre tener un modelo de negocio asociado y productos absolutamente rentables.

La dinámica inversora norteamericana, dispuesta a perder miles de millones anuales en startups durante años esperando que el producto esté concebido para iniciar beneficios no es algo que surta ningún paralelismo en Europa. Sólo en Israel tenemos algún ejemplo parecido pero tampoco es para nada habitual. Compañías que ni facturan valen miles de millones, otras, facturando mucho pierden ingentes cantidades de dinero. Todo en camino de conquistar espacios de mercado que para nada están completamente asegurados.

El informe se centra en una hipotética explosión en cuanto a las valoraciones de las empresas de rango tecnológico y las consecuencias en cada una de las zonas que comentamos: Europa y Estados Unidos. Aunque en Estados Unidos la inversión de capital de riesgo es de 5,4 veces la que se produce en toda Europa, Zennström asegura que ‘en Europa las empresas se están construyendo de una manera más sostenible.’

No todo el estudio se basa en el valor económico. Hay secciones que analizan la estructura laboral del sector tecnológico en nuestro continente. Aseguran que hay 237.000 desarrolladores móviles en Europa por los 187.000 en los EE.UU.

Os dejo aquí el resumen del informe. Destaco algunos puntos interesantes como que el miedo al fracaso ha variado notablemente con respecto a otros tiempos. Ahora el error se considera en mayor medida parte del aprendizaje cuando tan sólo hace cinco años esto era algo anecdótico.

Curiosamente uno de los valores diferenciales a favor de las startups europeas es su mentalidad internacional. Algo que en Estados Unidos no es tan claro. Su mercado es tán grande, tecnológico y consumista que tardan un tiempo en afrontar retos de internacionalización. La mentalidad exterior de los proyectos europeos es una ventaja competitiva evidente.

Cifras brutas sobre que hacen los emprendedores tecnológicos en Europa nos muestran que más de 630.000 personas han asistido a una de las más de 25.000 meetups relacionados con la tecnología que se habrán desarrollado en Europa durante 2015. La mayoría se produjeron en Londres (160.000), París (62.600) y Berlín (46.400). Doy fe de que estos eventos son motores dinámicos de cambio. Asisto a muchas de estas reuniones especialmente en Dublín, la cual se sitúa como una de las dos principales ciudades de Europa por densidad en cuanto a las personas que asisten a reuniones tecnológicas atendiendo a la totalidad de la población, y es realmente motivador escuchar y participar en ellas.

Las ciudades españolas que aparecen en este informe son Madrid y Barcelona. De hecho entre las primeras 15 com un crecimiento más rápido en cuanto a centros tecnológicos en Europa la clasificición incluye a la capital de España y obvia a Barcelona. Las que aparecen son Estambul, Lyon, Bucarest, Frankfurt, Praga, Stuttgart, Zagreb, Munich, Madrid, Moscú, Liubliana, Lisboa, Hamburgo y Copenhague. 

Si seguimos analizando los datos vemos cosas interesantes. Entre los hubs principales de Europa con masa crítica para avanzar en la creación de startups tecnológicas, Madrid aparece como una de las más bien estructuradas tras Londres (71,497 desarrolladores), París (40.538) y Moscú (38.194). Madrid cuenta con 27.333.

El informe destaca que no es tan importante tener muchos desarrolladores como el hecho de tenerlos en el sector adecuado. Hay ciudades con muchos menos ingenieros pero que al estar vinculados a tecnología móvil los situa en mejor posición que otras capitales. Si miramos datos del desarrollo para nuevos dispositivos móviles, Irlanda, Reino Unido y la región nórdica están emergiendo como un centro para el desarrollo móvil. Suecia tiene más de 7.000 desarrolladores de aplicaciones móviles, la mitad de los cuales viven en Estocolmo por cierto.

El informe no habla de Fintech, AI, IoT o economía colaborativa, no se centra en ello, pero durante las entrevistas que hubieron hace dos semanas con los creadores del mismo y con los periodistas que se mostraron interesados en más detalles, se trasladaron varias conclusiones: los avances sobre la nueva revolución financiera se está centrando en Londres, la innovación en Inteligencia Artificial en Irlanda y Alemania, la economía colaborativa en París, la Internet of Things en Francia, Irlanda y Alemania. Para Madrid se reservan espacios híbridos que todavía deben culminarse y focalizar, en Barcelona por otro lado parece que el futuro pasa por el comercio electrónico y las aplicaciones móviles.

En todo caso, la conclusión es que si Europa tuviera políticas activas claramente enfocadas a potenciar nuestro modelo, olvidando eso de crear un Silicon Valley propio y centrándose en crear un ecosistema de trabajo más cohesionado, con impulso económico, tributaciones de apoyo, enlace con centros de investigación y de estudios, con el mundo académico y el empresarial, si se dispusiera de una hoja de ruta en este sentido, el viejo continente podría conquistar su propio futuro tecnológico y no estar constantemente mirando un espejo californiano que distorsiona la realidad fundamentalmente porque aquello de allí es irrepetible. En todo caso, que no pueda replicarse, debería de ser una buena noticia, un estímulo para crear algo nuevo, nuestro, diferente y auténtico, que respondiera a la propia manera de ser y hacer, y que devuelva a Europa el papel regenerador, explorador y aspiracional que siempre tuvo. La cuarta revolución Industrial es la excusa, la oportunidad. 

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Inteligencia artificial: 'su desayuno señor'.

Está claro que 2015 habrá sido el año de los avances en Inteligencia Artificial. Mucho más de lo que podemos saber incluso. Se están haciendo cosas de pura ciencia ficción y que aun no tenemos constancia de ellas. Comentaban en ese acto que hoy en día ese aumento de inteligencia tecnológica se está produciendo a partir del aprendizaje automático, de la visión artificial y de la computación cognitiva, mezclándose entre si con nuestras vidas digitales.

La semana pasada asistí a varios encuentros durante el WebSummit de Dublín que permitían imaginar como sería el futuro inmediato. Directivos de las principales multinacionales tecnológicas del mundo se dieron cita para explicar que estaban haciendo en diferentes campos. Entre ellas destacó la reunión con Paul Daugherty, CTO de Accenture.

De hecho Accenture ha empezado a invertir una parte de los casi 25 millones de dólares que tiene presupuestados para la creación de un nuevo centro de Innovación en la capital irlandesa y que dará empleo a más de 200 personas. El espacio en el que piensan especializarse es en el de la Inteligencia Artificial.

Daugherty sabe mucho de esto y además teoriza sobre hacia donde va la llamada AI. Concretamente su discurso suele centrarse más en la convivencia entre robots, inteligencia artificial y avances tecnológicos que en el hecho de que esta tecnología pudiera eliminar irremediablemente puestos de trabajo.

Me quedé con alguna de sus reflexiones acerca de que ‘la inteligencia artificial servirá para capacitar a las personas del futuro a fin de que puedan realizar el trabajo más cualificado, pero para nada estaremos hablando de ‘súper humanos’. Según él ‘el verdadero poder de la inteligencia artificial está en aumentar lo que los humanos son capaces de hacer y en mejorar el modo en el que lo hacen y, en consecuencia, sus resultados.

Está claro que 2015 habrá sido el año de los avances en Inteligencia Artificial. Mucho más de lo que podemos saber incluso. Se están haciendo cosas de pura ciencia ficción y que aun no tenemos constancia de ellas. Comentaban en ese acto que hoy en día ese aumento de inteligencia tecnológica se está produciendo a partir del aprendizaje automático, de la visión artificial y de la computación cognitiva, mezclándose entre si con nuestras vidas digitales.

Empezamos a vivir con asistentes digitales con cierta naturalidad. Siri en tu iPhone o el anunciado respondedor de Gmail que en breve tendremos oportunidad de utilizar. En esa conviviencia, según Daugherty, no está la sustitución de empleos, o por lo menos no sólo, sino que también aparece el ‘empoderamiento’ de los seres humanos para ser más brillantes y eficaces.

En ocasiones la Inteligencia Artificial nos parece algo frío, robótico, alejado de nuestro modo de vida convencional y nos asusta. Sin embargo, a pesar de que tengo reparos acerca de cómo lo vamos a organizar, de cómo nuestros gobernantes van a estructurar legalmente y socialmente todo este desembarco inevitable, interpreto que la Inteligencia Artificial no será más que un nuevo modo de crear capacidades, comprender nuestros objetivos y tomar decisiones ayudados por sistemas expertos y, obviamente, más inteligentes.

Tengo claro que prometer empleo antes de unas elecciones para los próximos cuatro años es una quimera y un brindis al Sol. Nadie sabe a ciencia cierta que va a pasar en ese período y en todo caso el empleo como concepto irá tomando un nuevo cuerpo. O habrá menos empleo o éste será completamente distinto. Recordemos como era todo hace una legislatura, sea dónde sea. En poco menos de un lustro cambia todo a una velocidad que sorprende. Hace cuatro años no se hablaba con naturalidad de decenas de avances que ahora se han naturalizado y ni se nombraban otros que ya se interpretan inminentes.

El futuro pasa por regular las diferencias entre todos. La tecnología nos va a permitir trabajar menos y con ello a ser más productivos. Seguramente esto pasa por pagar más impuestos y aceptar un mundo ocioso. No sé, no lo tengo claro. Si hablas de repartir te tildarán de izquierdas, si hablas de libertad económica serás de derechas. La inteligencia artificial no entenderá de opciones políticas ni de ideologías, sólo volcará datos, los administrará y ofrecerá resultados, conclusiones.

Esas conclusiones podrían ser muy distintas a como ahora imaginamos un mundo automatizado, tal vez, un lugar dónde los límites se estrechen y dónde soportar una sociedad envejecida y de escaso valor productivo se deba sujetar en un reparto más justo y sostenible. No parece muy ‘inteligente’ que en 2016, según Intermon Oxfam, el 1% más rico tenga más que el resto de la población mundial sumada. Tal vez es justo, tal vez es aceptable, pero no parece muy sostenible.

El futuro estará cargado de cambios en como entendemos la AI. Durante 30 años hemos vivido avances interesantes pero es ahora que éstos son realmente determinantes. En breve vamos a ver los verdaderos avances y nos vamos a quedar como si viéramos una aparición. La AI actualmente ya trabaja en crear sistemas más rápido, resolver problemas incompatibles con el cerebro humano e incrementar los procesos de innovación absolutamente inéditas.

Sin embargo coincido con el directivo de Accenture cuando comenta que tenemos una visión de la AI muy cercana a la que la cinematografía nos ha ido dando y no es así. No vamos en camino de crear seres sobrenaturales, casi perfectos, sino que a lo que se está dirigiendo toda la investigación y logros es a aumentar habilidades para todos nosotros.

Puso un ejemplo. Se trataba de un robot inteligente que se comporta como una derivación humana, que permite utilizar la visión aumentada, la realidad virtual, el aprendizaje computacional predictivo y la gestión de datos masiva, logrando que trabajadores sin una cualificación extraordinaria puedan realizar tareas hasta ese momento imposibles para ellos.

En Inteligencia Artificial los avances más destacados, y que en breve vamos a tener conocimiento genérico, que me explicaron parten de la asistencia sanitaria donde los fabricantes de medicamentos, de los análisis clínicos, de las conclusiones médicas en segundos, de la fabricación de cualquier de estructuras, de la tecnología de aviones no tripulados, de la eliminación de errores en la cadena de valor, de oportunidades empresariales que deberían crear tiempo libre.

Le hice una pregunta sobre ese hipotético tiempo libre. Su respuesta fue que los humanos gastaremos mucho tiempo en ‘consumir’. Que lástima, con la de cosas que se puede hacer con el tiempo que nos regalará el hecho de que un cerebro artificial piense por nosotros en cosas que nosotros no somos tan eficientes o no queremos pensar. Igual todo esto al final resultará ser lo contrario de lo que define la palabra inteligencia. Dependerá de nosotros esencialmente.

Independientemente de esa respuesta imagino que lo que toca es experimentar y cometer errores. Acerca de nuestra relación como especie con un mundo de silicio y con un sistema inteligente global que se va instalando. Nos tocará adaptarnos y entenderlo, aceptar lo que pueda ser beneficioso y pelear contra lo que nos siga pareciendo incorrecto. No por moderno tiene que ser mejor. La tecnología debe estar a nuestro servicio y aportar valor real.

A veces dan ganas de buscarse una casa en Donegol y refugiarse allí, con el viento y el frío, con sus pescadores y sus vidas de wi-fi intermitente. El fuego en la chimenea y un montón de libros en papel. Dejar de lado tanta red social y volver a los orígenes, a las conversaciones de bar, a las cartas de papel, a esa espera de días hasta recibir la respuesta. Dan ganas ciertamente. Lo curioso es que cuando te imaginas esa vida analógica, lenta, creativa y de madera, aparece al final del sueño, tras la puerta, dando un golpecito metálico, un robot femenino (lo siento lo imagino así) que te trae las tostadas con mantequilla y la mermelada con un café caliente diciendo ‘su desayuno señor’.

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Big Data, Economía, Inversion Marc Vidal Big Data, Economía, Inversion Marc Vidal

Reinventarse. Ahora le toca al sistema financiero. Su nombre es 'fintech'.

Mañana empieza uno de los eventos de mayor trascendencia que se hacen en el mundo acerca de Internet y el mundo digital, el Web Summit Dublín. Decenas de miles de personas se darán cita para conocer de primera mano todo cuanto tiene que ver con nuevos proyectos, startups, inversiones y avances tecnológicos. Muchos emprendedores e inversores españoles estarán aquí estos días y con algunos de hecho, a través de, Idodi Venture Capital, tenemos reuniones y presentaciones previstas.

Mañana empieza uno de los eventos de mayor trascendencia que se hacen en el mundo acerca de Internet y el mundo digital, el Web Summit Dublín. Decenas de miles de personas se darán cita para conocer de primera mano todo cuanto tiene que ver con nuevos proyectos, startups, inversiones y avances tecnológicos. Muchos emprendedores e inversores españoles estarán aquí estos días y con algunos de hecho, a través de, Idodi Venture Capitaltenemos reuniones y presentaciones previstas.

De todo cuanto cuanto se va a hablar este año destacan dos campos. El debate acerca de los nuevos medios, cómo están digiriendo los medios de comunicación, la publicidad y el marketing el cambio de era y, por otro lado, la digitalización de los sistemas financieros. Este año destacan las startups denominadas ‘fintech’. Y es que la mutación que vive el sistema bancario, o mejor dicho el sistema financiero en su conjunto, es absolutamente apasionante. El denominado ‘fintech’, neologismo que surte de unir dos conceptos, ‘financial’ y ‘technology’, está revolucionando todo cuanto se tenía como intocable hasta hace poco más de cinco minutos.

Todas las prácticas financieras que tienen dependencia de la tecnología se incluyen en este campo. Las Startups fintech prestan servicios financieros a través de tecnología y, en muchos casos, ésta va directamente contra los viejos sistemas de intermediación. Se dedican a pagos y transacciones, banca online, negociación de mercados, gestión de materias primas, financiación colectiva, desarrollo de sistemas de seguridad financiera, asesoramiento online, monederos digitales y decenas de opciones más.

Ya pasó con la música, el retail, los viajes, la televisión, la prensa, el transporte de pasajeros, la producción de contenidos y ahora le toca a las finanzas. El nuevo agente de cambio y reordenación se llama fintech. Un cúmulo de nuevas startups que están cambiando el modo en el que los usuarios entendemos los servicios financieros a través de la tecnología. Sin duda será uno de los campos de desarrollo tecnológico más interesante en los próximos años. Si miramos la estructura del sistema financiero veremos que las grandes compañías tienen problemas para dar respuesta a los nuevos tiempos y a las demandas de un público con nuevos usos móviles, inmediatos y que no requieren intermediarios complejos.

La banca está perdida. Más de lo que parece. Cómo lo estuvieron otros sectores antes ante la llegada de una revolución disruptiva a su jardín. Si la prensa sigue buscando su 'nuevo negocio', la banca tendrá que hacerlo en breve, o por lo menos en parte. Esta 'revolución fintech' no va sólo de que los usuarios elijan sobre modos de pago o usos sino que trata de datos, de ofrecer productos con un grado de acierto y en eso, ahí, es dónde la banca debería de ahondar, reduciendo además sus estructuras que, cómo demuestra el peso de lo inevitable, deberán hacer. Siempre que una aplicación es capaz de hacer lo mismo, sin intermediarios y reduciendo la cadena de valor sobre lo que antes se hacía de otro modo, la industria que antes lo dominaba acaba cediendo.

El éxito de las nuevas aplicaciones fintech se basará en el desarrollo de servicios que compitan contra las entidades financieras tradicionales a la vez que éstas puedan vender sus propias soluciones a las entidades de siempre. Es algo parecido a lo que pasó con los contenidos audiovisuales. Las plataformas que irrumpieron en los modelos de consumo han resultado ser ideales canales para las grandes productoras de siempre pero aceptando las nuevas reglas.

En esa línea, a través de Idodi VC acabamos de invertir en una de estas startups capaces de ofrecer servicios fintech. Se trata de The PayPro, instalada en Londres actualmente y que trabajará bajo licencia ‘Authorised Payment Institution’ del Reino Unido. Esta inversión la hicimos bajo una idea principal. Prevemos que todo negocio creado para un nuevo modelo de consumo y nuevos hábitos tecnológicos que reducen la fricción y los intermediarios, que simplifican la vida de las personas y que además tenga que ver con una normalización de la gestión financiera de las personas es puro futuro.

El ejemplo fintech que se pone como paradigma es Kantox. Una startup española focalizada en el intercambio de divisas en empresas, que recibió un apoyo determinante al cerrar una ronda de financiación de 6,4 millones de euros para afianzar su crecimiento y que fueron aportados por varios fondos de carácter internacional. Pero hay otras que conviene seguir sin duda entre las que destacan Spotcap, una plataforma de préstamos online para empresas apoyada por la incubadora alemana Rocket InternetPlanwise otra plataforma de asesoramiento financiero, que tiene como objetivo ayudar a los usuarios a planificar sus finanzas para alcanzar un reto económico como comprar una casa, ahorrar para un viaje o cualquier otro, Finanzarel también es un espacio tremendamente interesante como marketplace lending, una especie de evolución del crowdlending, que propone invertir en facturas, en pagarés de empresas y en efectos comerciales a corto plazo de grandes empresas. Otra que conviene tener en cuenta es BillGuard como aplicación enfocada en la lucha contra el fraude alertando a sus usuarios de los cargos ocultos que existen en determinados servicios financieros.

A parte de la eclosión de startups vinculadas al fintech que comentábamos en Dublín y la clara apuesta de startups alemanas, francesas y españolas, el crecimiento de muchos proyectos cada vez más maduros en Estados Unidos, la revolución, el verdadero epicentro está en Londres. La banca, el sistema financiero en general lo sabe.

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Inversion, Startups Marc Vidal Inversion, Startups Marc Vidal

¿Es compatible la economía socializada con otros modelos tradicionales?

Empezaba un artículo del The Next Web News hablando de España 'como el país que inventó las tapas'. Lo relacionaba con el concepto de compartir y la enfrentaba a la regulación que en materia de economía socializada se estaba implantando desde hacía un tiempo. Ejemplificaba con lo que están viviendo startups como Airbnb o Uber que crecen en el mundo como la espuma pero que se encuentran con barreras y resistencias regulatorias en España. 

Empezaba un artículo del The Next Web News hablando de España 'como el país que inventó las tapas'. Lo relacionaba con el concepto de compartir y la enfrentaba a la regulación que en materia de economía socializada se estaba implantando desde hacía un tiempo. Ejemplificaba con lo que están viviendo startups como Airbnb o Uber que crecen en el mundo como la espuma pero que se encuentran con barreras y resistencias regulatorias en España.

Gary Saphiro, el autor del artículo, asegura que esa regulación está actuando al contrario de lo que pretenden al impedir la creación de nuevos empleos vinculados a la economía derivada de la innovación tecnológica. Hemos debatido mucho sobre esto y de hecho hay versiones para todos los gustos. Lo que es seguro es que la batalla se está librando y que en muchos casos los tiempos que vivimos no son exactamente los que lo gobernantes interpretan.

El ejemplo de que los 38 millones de turistas que recibe el país pueden estar ya empezando a sondear destinos en base no al gusto del lugar a recibir sino a la facilidad y variedad de alojamientos enlazados en Airbnb debería de poner en alerta a los que promueven políticas turísticas por ejemplo. Parecido análisis se hace con la plataforma Uber. Saphiro asegura que en una ‘ciudad inteligente’ deben poder convivir todos los sistemas de transporte que los tiempos de redes y wareables nos permita, pues todo va en la línea de facilitar el turismo por ejemplo o en hacer más productivo el día a día.

Empresas de economía compartida hay muchas. En muchos campos. La diferencia entre las que están en el ojo del huracán y las que no tiene más que ver con los grupos de presión que con la rotura del modelo económico que suponen. La innovación. Otro ejemplo que proponen para entenderlo es que la población española ha crecido un 19% desde 1996 y los taxis disponibles son relativamente los mismos.  En todo caso el asunto está pendiente de los ámbitos legales y desde allí se nos dirá que ocurre en el futuro. Mientras tanto muchos son los proyectos que se abrazan a este modelo de gestión comercial que enlaza con la economía digital, que permite reducir intermediarios o retoca la cadena de valor.

Recientemente en Idodi Venture Capital hemos invertido en una de estas compañías. Se trata de Let Me Space, una plataforma que permite relacionar espacios vacíos con personas que necesitan donde guardar sus cosas. Ellos se denominan ‘el AirBnb de los trasteros’.  Crecen y lo hacen rápido amparados en este modelo colaborativo. De hecho, LetMeSpace acaba de cerrar su ronda de financiación que los llevará a abrir una nueva sede en Dublín además de la actual en Barcelona a fin de experimentar en el mercado anglosajón que tan buenos resultados está dando a startups parecidas. El salto a Estados Unidos es el siguiente paso.

Esta nueva iniciativa de economía colaborativa es el primer guardamuebles online del país entre particulares que nace con la misión de ofrecer proximidad y precios más accesibles al mercado del almacenaje y el parking en las grandes ciudades. La fundaron en junio de 2014 Etienne Darbousset y Christian Picard, y ya cerró una importante ronda seed en aquel momento. Ahora, como decía, ya disponen de la segunda y ha sido de carácter muy internacional debido al plan de expansión.

Si tienes un espacio que monetizar puedes probarlo. LetMeSpace es un marketplace online que pone en contacto a individuos que buscan un espacio de almacenaje y a particulares que quieren alquilar su  habitación, trastero o plaza de parking sin uso. El objetivo es ahorrar costes y tiempo de desplazamiento, ofreciendo los mejores espacios cerca de casa. Los  usuarios que opten por este sistema colaborativo puede ahorrarse hasta un 60% del coste de su guardamuebles habitual, mientras que los propietarios tendrán la opción de mejorar sus ingresos claramente dando uso a un espacio que hasta ahora lo tenían, probablemente descuidado.

El Mercado potencial de LetMeSpace está en crecimiento (17BL€/año en EEUU y 1BL€/año en Europa). Algo parecido a otras plataformas y a otros modelos similares de economía colaborativa como la de nuestra otra empresa participada PopPlaces que no ha hecho más que crecer desde su fundación tras pasar por Conector hace un tiempo. El caso de LMS es espectacular pues posee un crecimiento imparable desde que se fundó con un crecimiento mantenido del 200% en usuarios y del 500% en espacios disponibles, lo que demuestra que el modelo se entiende, tiene tracción y empieza a estar preparado para afrontar el mercado anglosajón.

Son una respuesta socializada más a modelos más tradicionales y efectivos como Trasteros OhMyBox en Barcelona por ejemplo, que se dirigen a otro público y a otro modelo de mayor intermediación y que, a lo mejor, si lo miramos con detalle veremos que son compatibles y que cada uno juega su espacio y su partida. Aunque en algunas ocasiones pueda producirse conjunción de potenciales clientes, lo normal es que cada uno tenga su público. Hoteles y Airbnb, taxis y Cabify o Uber, transportistas y automatismos, coches tradicionales y otros autodrive, restaurantes con trato humano y otros con servicio automático, etc. Todo es cuestión de mirarlo con la óptica adecuada y, no nos vayamos muy lejos, la visión del futuro pasa, como siempre por adecuarse, adaptarse y ofrecer valor añadido. En algunos casos será el precio, en otros la retirada de intermediarios y, en otras, el servicio de siempre. ¿Por qué no?

 

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Marc Vidal Marc Vidal

Las ventajas de internacionalizar tu empresa desde Irlanda.

En Irlanda hace generalmente mal tiempo. Por lo menos desde la óptica mediterránea. Sin embargo para el mundo de los negocios es un lugar ideal. Llevo algo más de tres años viviendo aquí y en este tiempo son dos campos en los que he estado trabajando mayoritariamente. Desde Ceithre, por ejemplo, ayudado a un buen número de empresas a instalarse aquí, ya sea con filiales que buscaban estar en este ecosistema o bien trasladando la matriz en algunos casos. A su vez, con el fondo Idodi Venture Capital apoyamos directamente al crecimiento de startups que quieren pasar por este altavoz internacional y darse a conocer a fondos norteamericanos que buscan aquí en que invertir. 

En Irlanda hace generalmente mal tiempo. Por lo menos desde la óptica mediterránea. Sin embargo para el mundo de los negocios es un lugar ideal. Llevo algo más de tres años viviendo aquí y en este tiempo son dos campos en los que he estado trabajando mayoritariamente. Desde Ceithre o la consultora Idodi Ireland, por ejemplo, ayudado a un buen número de empresas a instalarse aquí, ya sea con filiales que buscaban estar en este ecosistema o bien trasladando la matriz en algunos casos. A su vez, con el fondo Idodi Venture Capital apoyamos directamente al crecimiento de startups que quieren pasar por este altavoz internacional y darse a conocer a fondos norteamericanos que buscan aquí en que invertir. 

Ya hace varias décadas que se ha convertido en un espacio muy atractivo para la inversión extranjera. De hecho ahora mismo es sede de un listado enorme de grandes corporaciones del mundo. Irlanda es, además, el país de Europa donde la inversión extranjera genera más puestos de trabajo per cápita. Cuando se habla de cuales son las razones de esta atracción se suele simplificar en el asunto de los impuestos que, sin dejar de ser cierto, no es el único que provoca esta situación. Aunque hay mucho que comentar, muchos elementos que hacen atractivo instalarse aquí en temas de talento, ecosistema tecnológico y posicionamiento, hoy nos centraremos en temas fiscales, de inversión y de apoyo a la investigación.

Por un lado hay un acceso al mercado como país miembro de la Unión Europea, de la que se derivan casi 500 millones de consumidores a los que puede vender sin necesidad de atender tasas o derivados. Además, en Europa, Irlanda, junto a Malta, es el único país de habla inglesa que opera en euros. La conexión irlandesa con Estados Unidos y el resto del mundo anglosajón a través de sus puertos y, principalmente, su aeropuerto de Dublín es excepcionalmente privilegiada. El tamaño de la capital permite, en mi caso, que en apenas 20 minutos me plante de casa o el despacho a la flamante nueva terminal 2.

Por estas razones, cada día son más las Sociedades Mercantiles internacionales que establecen en Irlanda sus oficinas principales para expandirse desde aquí hacia el resto de Europa, haciendo uso, al mismo tiempo, de los beneficios fiscales y, sobre todo, la capacidad de recibir inversión extranjera directa. Esos motivos pasan en gran medida por un Impuesto de Sociedades al 12.5%, una de las tasas más bajas de Europa, valor que tras el último ‘budget’ publicado por el gobierno actual no sólo se mantendrá sino que además se convertirá en la piedra angular de una política fiscal a la que se le suman otros beneficios. El más destacado repercute en una especie de salvedad tributaria a las empresas de nueva constitución durante tres años.

Las Sociedades Mercantiles que gozan de residencia fiscal en Irlanda tienen el beneficio de una tasa de este impuesto y sobre la recibida de sus filiales comerciales en el extranjero. El número de actividades que se consideran como comerciales es bastante amplio pero no se puede considerar una sociedad irlandesa sino esa Sociedad Mercantil no tiene su domicilio fiscal en Irlanda o si no ha sido registrada en Irlanda. Además es obligatorio que su su centro del gestión y logística también esté aquí. Actualmente para que eso sea así los requisitos son más exigentes y en gran medida pasa por tener estructura en el país.

Para empresas digitales o vinculadas al conocimiento, la Ley Fiscal irlandesa contiene grandes exenciones para los gastos en propiedad intelectual y en investigación y desarrollo. Su punto fuerte, no obstante, no es el fiscal. Tiene que ver con el comercio extranjero. Importar y exportar desde aquí es notablemente mejor que en otros lugares europeos por ejemplo. De acuerdo al Índice de Libertad Económica, Irlanda es el país con mas libertad económica en Europa y el quinto en el mundo.

La política influye y aplicar medidas decididas en apoyo a la empresa suele dar resultados. Actualmente es el país que más crece en Europa, diga lo que diga don Mariano. Y lo hace sostenidamente. En gran medida uno de los motivos de modernización y crecimiento de este país es la ingente cantidad de dinero de origen norteamericano que ha ido llegando en los últimos años. La inversión USA es un multiplicador en la capacidad tecnológica, en la de exportación y en las oportunidades de empleo.

Actualmente, el valor de la inversión extrajera proveniente desde Estados Unidos es superior al invertido por ese país en China, India, Rusia y Brasil combinados. Aquí hay casi un millar de filiales USA que ocupan a más de 100.000 personas y dando cobertura a un cuarto de millón. Tengamos en cuenta que la población en edad de trabajar supera apenas los dos millones. Cerca del 20% del cuerpo laboral de este país tiene vinculación directa con la tecnología y con la inversión americana. Las áreas van desde la producción de alta tecnología, hardware, suministros médicos y farmacéuticos, venta al por menor, banca, finanzas y otros servicios derivados.

Vivir aquí es caro y, en ocasiones, complicado. La sanidad es carísima, los servicios mediocres y los impuestos personales están plagados de compuestos indirectos o tasas que masacran cualquier buena nómina. Pero se compensa con muchos elementos. Vivir en inglés, sólo en inglés, es un añadido. Es el único país de la UE cuyo idioma exclusivo (el Irish gaélico es básicamente algo cultural) es el inglés, lo cuál ayuda a que las empresas del mundo, cuando buscan directivos, investigadores, gestores con inmejorable dominio del inglés los busquen aquí.

No obstante, en el ámbito personal, aquí estás sujeto al pago de una tasa del 41% sobre tus ingresos a lo que se suman dos cargas sociales universales conocidas como CSU y PRSI del 7 y 4% respectivamente. Si resides más de 183 días al año aquí se te considera residente ordinario y a partir de ese momento estás obligado a pagar cualquier ingreso que obtengas en cualquier otro país del mundo en el Impuesto sobre la Renta irlandés.

Si aun sigues pensando que merece la pena, que lo merece, y lo tuyo es invertir en tu empresa en términos de investigación y desarrollo, en innovación y esperas ayudas en ese sentido, Irlanda tiene un buen número de programas de soporte y ayuda de tipo fiscal, directo o de subvenciones aplicables. En términos de I+D Irlanda es también un buen lugar para instalarse y desarrollar programas. Aunque impone un impuesto sobre la retención de dividendos y sobre la retención de pagos de interés (del 20%), la legislación nacional contempla importantes exenciones de esas obligaciones fiscales, particularmente para el pago de dividendos. Ofrece además un sistema de créditos fiscales para la inversión en I+D muy interesantes.

Más del 50% de la contribución que IDA Ireland hizo en apoyo a la inversión extranjera directa, fue para la financiación de proyectos de investigación y desarrollo, superando los 500 millones de euros. De acuerdo al Reporte Anual IBM Tendencias Globales, Irlanda ocupa el 9° lugar a nivel global en cuanto al total de empleos en las áreas de investigación y desarrollo.

El entorno empresarial con políticas enfocadas a la creación de empleo tecnológico, la mano de obra cualificada con más de 50.000 estudiantes IT que salen cada año de las universidades irlandesas, los costos competitivos que permiten se la décima potencia en modelos empresariales vinculados a la externalización y la estrategia del programa Horizon 2020 del IDA, hacen de este pequeño país un lugar ideal para poner en marcha negocios o para trasladarse si se tiene una estrategia internacional clara. Si te interesa no dudes en contactarnos.

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Big Data, Conector, Startups Marc Vidal Big Data, Conector, Startups Marc Vidal

La startup especializada en 'inteligencia competitiva', Kompyte, pone rumbo a Estados Unidos

Kompyte es una plataforma que ‘trackea’ a la competencia de cualquier negocio utilizando la inteligencia competitiva. En marzo fueron elegidos como una de las pocas Startups que podían abrir la boca durante un evento tecnológico del que se hacía eco TechCrunch. Antes había sido elegida finalista española de la competición mundial SmartCamp, en abril entró a formar parte de la lista Red Herrring Top 100 Europe como reconocimiento al desarrollo del proyecto. El pasado verano en el Collision Conference de Las Vegas se dieron cuenta de que había llegado el momento de dar el salto a Estados Unidos.

Kompyte es una de las tres primeras inversiones que hemos cerrado desde Idodi Venture Capital cumpliendo así con el objetivo de participar en proyectos disruptivos, con producto validado y enfoque anglosajón fundamentalmente. De hecho hemos entrado en el mismo instante que cerraban una importante ronda internacional.

Kompyte es una plataforma que ‘trackea’ a la competencia de cualquier negocio utilizando la inteligencia competitiva. En marzo fueron elegidos como una de las pocas Startups que podían abrir la boca durante un evento tecnológico del que se hacía eco TechCrunch. Antes había sido elegida finalista española de la competición mundial SmartCamp, en abril entró a formar parte de la lista Red Herrring Top 100 Europe como reconocimiento al desarrollo del proyecto. El pasado verano en el Collision Conference de Las Vegas se dieron cuenta de que había llegado el momento de dar el salto a Estados Unidos.

Después de varios meses desarrollando su tecnología, Kompyte, ha dado un gran paso en su expansión internacional con el lanzamiento oficial en los Estados Unidos. Respaldado por la sede en Nueva York VC Rose Tech Ventures, Kompyte pretende conquistar el mercado de tecnología más grande y más maduro del mundo. La mayoría de sus clientes actuales así lo exige pues vienen de ese mercado.

Kompyte responde a dos necesidades que muchas empresas tienen actualmente. Por un lado el seguimiento de competidores a tiempo real, y por otro el análisis de estrategias de marketing de la competencia desde un punto de vista analítico.

En el primer punto, Kompyte automatiza el seguimiento de la competencia y el cambio de cualquier detalle de precios o de campañas en AdWords. La tecnología puede incluso detectar nuevos competidores que entran en el mercado.

El segundo punto es aun más fascinante. Kompyte ayuda a los equipos de marketing a entender, medir y mejorar sus estrategias digitales para posicionar su marca de manera efectiva en el mercado y tener el mayor impacto con su público objetivo.

Su capacidad para analizar esas estrategias en los competidores de cualquier modelo de empresa permite, incluso, utilizar sus propios KPIs contra ellos tratando de predecir el impacto de sus campañas en redes. Es muy interesante saber si los contenidos que estás creando son adecuados por tendencia en esos momentos o bien debes modificarlos. Sería la piedra filosofal de directivos en medios sociales.

Los que saben mucho de esto ven en Kompyte una herramienta con un gran potencial. Así lo pensamos al entrar en dicha ronda. Capital norteamericano, irlandés y español de la mano de del fondo, con sede en Nueva York, Rose Tech Venture, el fondo español, por Alantis Capital y nuestro Idodi Venture Capital.

Además del traslado a Estados Unidos y la ronda de financiación, Kompyte ha anunciado un ‘deal’ comercial con Gust, la mayor red de business angels del mundo, y con Jahia, la plataforma de UX con código abierto líder en el planeta.

La coincidencia que tienen las tres startups de las que he hablado esta semana, lunes fue Adictik, ayer Dineyo y hoy Kompyte, es que todas pasaron por alguna de las ediciones de la aceleradora Conector, tienen equipos tremendamente buenos y son altamente disruptivas.

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Apps, Conector, E-commerce, Inversion, Startups Marc Vidal Apps, Conector, E-commerce, Inversion, Startups Marc Vidal

Dineyo, la App que estudia tus clientes mientras les paga por comprarte.

Actualmente hay un buen número de compañías y startups que están tratando modelos de negocio vinculados a reorganizar el proceso de compra o su cadena de sucesos. En esto está una de las startups que pasó por la tercera aceleración de Conector llamada Dineyo. Considerada 'la primera aplicación móvil que paga directamente a los usuarios por sus compras' o, incluso, por la de sus amigos.

Actualmente hay un buen número de compañías y startups que están tratando modelos de negocio vinculados a reorganizar el proceso de compra o su cadena de sucesos. En esto está una de las startups que pasó por la tercera aceleración de Conector llamada Dineyo. Considerada 'la primera aplicación móvil que paga directamente a los usuarios por sus compras' o, incluso, por la de sus amigos.

Su planteamiento es disruptivo y tal vez por eso, junto a Luis Florit, CEO de Dineyo, aparecen mentores como Marc Ros (CEO de Aftershare), Marc Vicente (CEO en Rakuten), Ruben Ferreiro (CEO de Viko) y Santi Sánchez (CEO en Openshopen).

Algunos medios se han fijado en ellos y aunque han evolucionado algunos aspectos del negocio como explicaré más adelante, inicialmente funcionó como una aplicación B2CB2B, es decir, permitía a los consumidores, a través de una app móvil, recuperar un % de todo lo que habían consumido.

Su funcionamiento es bastante sencillo y entra directamente en ese escenario de ‘cambiar los itinerarios económicos tradicionales’. Un consumidor descubre a través de Dineyo una tienda, incorporada al sistema, que asegura que le devuelve el 10% de todo lo que consuma. El cliente potencial decide a continuación entrar y comprar artículos. Seguidamente escanea el código QR que tiene el propio comercio y en ese momento recibirá el 10% de su gasto. Sencillo. Al cabo de unos días, este consumidor puede retirar el dinero en su cuenta corriente.

Desde hace unos meses, los fundadores entendieron que estaban desaprovechando el poder que tienen los datos para transformar los comercios offline, dicho de otro modo, en el mundo online se conoce todo de los consumidores gracias a la gestión de datos digitales y la percepción online de lo que hacen, pero no el mundo offline no es así.

A razón de este análisis y con la experiencia adquirida este último año,  decidieron trabajar en un prototipo que se instala entre el ordenador del comercio y la impresora del mismo, de manera que ahora se puede imprimir un nuevo código QR individualizado, capturar las ‘mac address’ de todos los  smartphones (potenciales compradores) que entran en un establecimiento y cuanto tiempo se quedan, permitiendo a los comercios establecer analíticas de conversión analógica. Es algo así como un 'small data' que estudia los clientes físicos que llegan por un reclamo digital. 

Además si tienen la aplicación de Dineyo bajada en su móvil automáticamente se sincronizarán los perfiles socio demográficos de los consumidores. Y finalmente, incorporan un módulo Beacon para saber con precisión por dónde pasan, que miran y otros aspectos relevantes de la experiencia de compra física que se suma a la digital que ya lograban hasta ahora. 

Aprovechando el uso masivo de teléfonos inteligentes, aplicaciones y derivados intentan ofertar un doble canal de beneficios, para el cliente y para el vendedor. El primero obtiene beneficios por descuento y el segundo conoce a sus clientes, que por otro lado, vienen por el reclamo del descuento interpreto.

Me interesa mucho como una startup que pasó por un proceso de definición de negocio concreto ha ido evolucionando hacia otro o, mejor dicho, como ha implementado nuevos criterios que mejoran el proyecto en su totalidad. Con este movimiento Dineyo pasa de ser una aplicación de cashback, a una herramienta que permitirá a los comercios conocer, fidelizar y comunicarse con sus propios consumidores. Un proyecto muy interesante que tiene un plan de expansión ambicioso y nítido.

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Más de 6 minutos viendo publicidad

En junio nació Adictik, ya hablé de ella. Una aplicación que buscaba aportar algo a ese universo de las fotografías, las marcas y las interacciones entre ambas. Ha sido denominada por algún medio como ‘la agencia de publicidad sin publicistas’. Adictik es la primera aplicación que permite al usuario crear anuncios de sus marcas preferidas sin intermediarios, sin necesidad de establecer contacto ni con las marcas ni con una agencia. Le llaman ‘la publicidad real’ y está disponible de momento sólo para usuarios iPhone y iPad en la App Store. La puedes descargar aquí.

En junio nació Adictik, ya hablé de ella. Una aplicación que buscaba aportar algo a ese universo de las fotografías, las marcas y las interacciones entre ambas. Ha sido denominada por algún medio como ‘la agencia de publicidad sin publicistas’. Adictik es la primera aplicación que permite al usuario crear anuncios de sus marcas preferidas sin intermediarios, sin necesidad de establecer contacto ni con las marcas ni con una agencia. Le llaman ‘la publicidad real’ y está disponible de momento sólo para usuarios iPhone y iPad en la App Store. La puedes descargar aquí.

La verdad es que cuando la usas ‘ves anuncios por todas partes’. Te permite añadir y componer un espacio publicitario con esa foto que acabas de hacer colocando la marca que te venga en ganas, ya sea de directa relación con lo que ves o de un modo más abstracto. En definitiva, te pasan la pelota. En menos de tres meses más de 14.000 usuarios se han descargado la aplicación y han creado su anuncio personalizado. Miles de anuncios e interacciones demuestran que Adictik es producto de dos aspectos: en primer lugar los usuarios generan mucho contenido relacionado con marcas, pero éstas no reconocen la importancia de sus fans y por otro lado las marcas buscan el modo de establecer vínculos con su target pero los volúmenes que maneja la red hoy en día lo dificulta.

Si hablamos del comportamiento digital y del modo en el que se usan las fotografías hoy en día, hace unos días leí el informe que Quintly. Este estudio analizaba el crecimiento de Instagram, del cual decía que mantenía su crecimiento imparable, si bien algo estaba cambiando. Al parecer crece de manera sostenidamente rápida y, por fin, monetizando su enorme comunidad. Sin embargo, según el estudio, la red social de las fotos pierde interacciones. Por primera vez en cinco años, desde su creación, los ‘instagramers’ hacen menos cosas que antes. Es decir que, a pesar de que su crecimiento en usuarios y publicaciones, las interacciones entre los mismos ya no aumentan al mismo ritmo. Hay diferentes teorías. Algunos hablan de su API y otros del hecho de que esta aplicación no les permite hacer todo lo que quieren. De ahí que estén creciendo aplicaciones que aportan algún elemento que Instagram no contempla.

Instagram es un espacio de expresión dónde la moda ha encontrado un filón. Es a través de los llamados ‘influencers’ personas anónimas han pasado a ser prescriptores de primera línea. Las marcas se pelean por ofrecer sus productos bajo el concepto ‘colaboración’ a partir del cual los instagramers ofrecen su visibilidad a la misma a cambio, a veces, de tan sólo un regalo de uno de sus productos. Depende del número de seguidores y repercusión.

Podría ser interesante comparar ese descenso de interacciones con lo que hacen los usuarios de Adictik. En las métricas que manejan desde Adictik hay una que me sorprende y me hace pensar especialmente. El tiempo medio que un usuario se pasa en la aplicación es de algo más de 6 minutos visionando las fotografías con logos y claims de marcas hechas por otros usuarios ¡6 minutos viendo anuncios!, el sueño de cualquier empresa de medios. Es como si cuando en la televisión te sale aquello de ‘volvemos en 6 minutos’ te quedaras quieto mirando y disfrutando de la publicidad. Casi impensable. Pues con esto pasa algo así guardando las diferencias. Todo cambia. Youtubers que tienen más audiencia diaria que los programas en 'prime time' de la televisión convencional o protagonistas de marcas que las marcas ni conocen.

Adictik rompe la jerarquía marca-consumidor de un plumazo pues, además, los contenidos son valorados por otros usuarios, ofrece datos a las marcas de lo que hacen sus seguidores durante el día y a que hecho vital las vinculan. Es tremendamente interesante la ingente cantidad de datos que se obtienen.


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Marc Vidal Marc Vidal

Gutemberg no buscaba cambiar el mundo, pero lo hizo.

El orfebre Joahnnes Gutemberg se pasó años experimentando el modo de hacer más eficiente el movimiento de los metales con los que finalmente lograría una prensa llamada ‘imprenta’. Eso sucedía alrededor del 1450. El avance que finalmente logró concretar significaba, de golpe, que se pudieran copiar 3.600 páginas en un solo día de cualquier texto o gráfico. Tengamos en cuenta que en una jornada apenas se lograban unas decenas por jornada.

El orfebre Joahnnes Gutemberg se pasó años experimentando el modo de hacer más eficiente el movimiento de los metales con los que finalmente lograría una prensa llamada ‘imprenta’. Eso sucedía alrededor del 1450. El avance que finalmente logró concretar significaba, de golpe, que se pudieran copiar 3.600 páginas en un solo día de cualquier texto o gráfico. Tengamos en cuenta que en una jornada apenas se lograban unas decenas por jornada.

Todo pasó muy rápido. En apenas unas décadas millones de personas estaban en disposición de acceder a ‘las escrituras’ y trabajos diversos en su propia lengua. Traducir textos a mano era algo inalcanzable económicamente en muchos caso si además debían replicarse.

Un suceso aparentemente de escasa trascendencia transformó la estructura de toda la sociedad. Una serie de intentos de un trabajador del metal acabarían convirtiéndose en uno de los hechos más revolucionarios que ha vivido la humanidad.

La gente accedió a la información. A partir de un momento determinado dejaron de aceptar como válido lo que otros leían. La autoridad, la iglesia, dejó de tener el monopolio de la transmisión del conocimiento.

Lo curioso es que Gutemberg no pretendía cambiar nada más que su pequeño negocio pero las consecuencias de su innovación acabaron por trastocarlo todo. Como dice Charles Handy, 'ese avance tecnológico supuso un salto cualitativo hacía la conquista de la libertad de las personas’.

Aquel instante brillante, explosivo, ese segundo mágico en un rincón de algún taller de Mainz que detonaron el cambio absoluto de nuestra sociedad aparentemente no fue mucho más que un cambio tecnológico que afectaba a la transmisión del conocimiento. Poco o nada se supo, al principio, de cual iba a ser la modificación de la vida económica que se iba a producir en todas sus capas.

La distribución del trabajo, las nuevas profesiones, la relación entre ellas y el horizonte perdido de todo ello, eran ideas todavía de difícil comprensión. El miedo a cuanto vendría no surgió de los que abrazaron ese avance, esos, al fin y al cabo, construyeron un futuro que indudablemente fue mejor.

Ahora seguimos igual. En algún rincón de cualquier lugar alguien está ideando y experimentando con lo que va a modificar nuestra manera de ver y entender el mundo. Unos lo abrazaran y otros no tanto, pero al final nos alcanzará.

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“En una década internet lo será Todo”, entrevista para AECOC

Hace unos meses ofrecí una conferencia en Madrid a cuatro manos junto al inventor Pep Torres en el evento que celebra cada año AECOC, asociación que cuenta con 26.000 empresas del sector de la fabricación y la distribución. Al finalizar Gustavo Núñez, Director General de Nielsen me entrevistó para la revista C84 que se publicó a finales de verano. Os dejo abajo la transcripción completa que también podéis descargarla en [.pdf]. 

Hace unos meses ofrecí una conferencia en Madrid a cuatro manos junto al inventor Pep Torres en el evento que celebra cada año AECOC, asociación que cuenta con 26.000 empresas del sector de la fabricación y la distribución. Al finalizar Gustavo Núñez, Director General de Nielsen me entrevistó para la revista C84 que se publicó a finales de verano. Os dejo abajo la transcripción completa que también podéis descargarla en [.pdf]. 

GN: Dice Marc Vidal que la nueva sociedad digital está permitiendo algo muy estimulante: el acceso universal a la información y la conectividad global. Que la tecnología nos permitirá vivir en un mundo mejor y que el futuro cada vez es menos ficción y más ciencia. Por eso, en su opinión, “ahora toca transformarse digitalmente”. En este entorno este emprendedor tecnológico se mueve como pez en el agua. De su paso por Silicon Valley aprendió que la tecnología es la punta de lanza del futuro. Por eso hoy vive en Dublín, el Silicon Valley europeo. Vidal pertenece al “club de los soñadores”: “Imagino un futuro lleno de tecnología, pero más humano”.

Con 17 años te vas  a  París.  Tus aprendizajes los has  desgranado en un libro: ‘Una hormiga  en París’.  ¿Cómo fue tu juventud en la Ciudad de la Luz? ¿Qué aprendiste allí?

Mi primer viaje tan sólo duró  unos  meses. Digamos  que no fue un segmento de mi vida pero  sí una parte determinante para ella. Me fui por un anhelo, un sueño, un deseo de conocer, sencillamente descubrir lo que yo consideraba por aquel  entonces el centro del mundo. Había leído tanto sobre lo que allí había  sucedido y sucedía en el mundo del arte, la cultura, la sociedad, la política, etc. que tenía la sensación que perdérselo era  un pecado. Y decidí ir sin permiso de nadie.  A mis padres les dediqué mi libro por el mal rato (largo)  que les hice pasar. Al llegar  a París,  sin dinero y sin saber ni hablar francés, me di cuenta rápidamente que pintaba que lo iba a pasar mal. Tuve que buscarme la vida porque no pretendía volver pronto. Así organicé poco a poco un grupo de músicos orientales que ya actuaban por las calles y les convencí para que tocaran pero  de otro modo,  pues  detecté que podían  ganar másy más rápido. Durante unos meses algo que hice simplemente para sobrevivir se fue convirtiendo en un negocio. De eso habla  el libro y de cómo  todo aquello derivó  en modelos de gestión, negocio, comunicación. Tengo  la sensación de que algunas cosas todavía las aplico de un modo  muy similar. 

¿Cómo surge en ti el interés por la tecnología, por la Nueva  Economía? ¿Cuáles fueron  tus primeros proyectos?

La tecnología nos acompaña siempre. En cada  momento en el que el hombre ha variado sustancialmente su manera de vivir, comunicarse o trabajar una tecnología ha sido determinante y se ha asociado inmediatamente a cambios culturales, económicos y políticos. El hombre antiguo tuvo sus revoluciones tecnológicas ya en la Edad de Piedra. En la Revolución Industrial lo mismo.  Cada avance vinculado a la escritura, el sonido o la imagen ha sido otra tecnología que ha marcado un hecho disruptivo. La tecnología significa  cambios en la distribución del trabajo y en la transmisión del conocimiento. Para mí eso es lo interesante de la revolución tecnológica que vivimos. Supongo que ahora la entiendo como  tal. Hace 20 años  en mis inicios en esto de internet no sabía  hasta qué punto sería determinante, pero  estoy seguro que la pasión por lo nuevo, disruptivo y transformador me atrajo irremediablemente. Mi primer proyecto digital fue en 1994 cuando pretendía diseñar páginas web en un escenario en el que todavía no había  prácticamente webs y que se basó  en un solo y enorme cliente que creyó en el potencial de la red en ese  momento. La empresa, mi único cliente, quebró y yo con ella. Aprendí  que el B2B es duro  cuando es sólo B2oneB.

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por Sillicon Valley,  foco  tecnológico de referencia en el mundo?

Estuve de paso  por un proyecto que, una vez planteado tecnológicamente, precisaba de entrar en el escaparate más grande que existe en el mundo.  Vender allí es muy complicado, pero  si vendes has vendido de verdad. Lo  primero que aprendí es que hay un espíritu emprendedor que se vincula a otro de tipo explorador. Allí lo ejercitan. Se desarrolla tecnología porque es la punta de lanza  del futuro, y se hace con un valor por la empresa y el reto personal tremendo. Como te digo, entre idas y venidas a Europa, técnicamente no fui un ‘habitante’ de Silicon Valley pues, incluso, yo estaba más vinculado a Santa Bárbara —cerca de Los Ángeles— que a San Francisco o San Diego. Pero estuvimos meses conociendo gente, grupos, empresas, gurús, familias. Todo muy grande. Aprendí  sobre todo que Silicon Valley es irrepetible. Nadie que hable  de hacer un ‘nosedonde de arriba’ Valley lo va a lograr. Tiene que ver con estrategia política,  dinero, riesgo, espíritu y educación. La vinculación entre el talento derivado de las mejores universidades del mundo y el capital riesgo capaz de invertir por encima de la lógica de mercado muchas veces lo hacen único.

Antes las empresas se transmitían de generación en generación. Hoy tú creas y vendes empresas de forma continuada. ¿Es este un símbolo  de los tiempos? ¿El futuro está en los “monopolios temporales” de los que habla el economista sueco Kjell Nordstrom?

Bueno, yo combino esas dos cosas. Por un lado, mantengo mi consultora en transformación digital, Idodi Only Different Ideas, que al ser una empresa de servicios no tiene porque ser vendida. Por otro, fundo o ayudo a fundar empresas tecnológicas invierto o dirijo algún fondo, como  Idodi Venture Capital, que invierte en startups. Bajo mi perspectiva estas son las que tienen una vida muy concreta para el que participa. Son empresas de producto, de algo que tiene que ver con trayectos de desarrollo y evolución. Cuando mi parte, mi fase,  lo que yo sepa hacer mejor  o el tiempo de inversión es suficiente para obtener beneficios me aparto, vendo  o fusiono. El futuro es algo más que monopolios, de hecho creo  que a pesar de que aparentemente tres o cuatro grandes compañías tienen el control de mucho,  el tiempo generará lo que yo denomino el monopolio del transhumanismo, algo así como  un espacio de control donde la singularidad tecnológica nos permitirá elegir  en un mercado muy atomizado y donde el monopolio tradicional dependerá de datos y no de empresas. ¿Quién gestionará esos datos? Esa es la preocupación de los filósofos tecnológicos  en la actualidad.

¿Se  puede  enseñar a emprender o esa es una inquietud y una actitud ante la vida que se tiene o no se tiene?

Se pueden enseñar habilidades, skills. En las escuelas de negocio difícilmente diferencian entre directivo de empresa por cuenta ajena y ‘jefe’ emprendedor. Debe haber una formación para esto, debe haber estudios que sepan aportar conocimiento a cómo  se emprende, pero también debe ser  capaz de diferenciar entre lo que es ser  emprendedor y lo que es dirigir. Emprender es muy complicado. Cuesta mucho. Las cosas no salen bien desde el principio,  eso es una excepción. Lo normal es que te pases domingos y noches frente a una pantalla que no indica lo que esperas, que no da las cifras  que necesitas para empezar a tener vida. Eso es emprender también. ¿Quién te ha enseñado para qué sirve el teórico aprendizaje de si te sale mal? Tengo  la sensación de que el discurso sobre el error o el fracaso lo hace  gente que no fracasó porque la verdad es que cuando lo vives es una auténtica porquería vital. Hundirte en el fango  no tiene nada de instructivo y menos en un país como  España donde no sólo debes vivir la estigmatización social y económica, es que encima no puedes aprender nada de ello porque no te van a dejar  ni respirar. Eso es emprender. La actitud cuando emprendes es la de que tus sueños van por delante de eso, pero  debes analizar antes si tus sueños valen tanto como  para, si sale mal, afrontar la losa que vas a llevar encima durante años.  De todo se sale, yo lo he vivido, pero  de los fracasos he aprendido menos que de los éxitos, aunque reconozco que, si me hubieran enseñado cómo  aprovechar el error, tal vez todo sería distinto. No obstante, hay cosas que a veces hago  relativamente rápido para localizar donde está ese  error. Eso lo aprendí en África. El error forzado a veces no es un fracaso, es un paso hacia  el acierto.

¿Cuáles son los rasgos comunes a todos los emprendedores del mundo?

Conozco tantos tipos distintos de emprendedores que no soy capaz de enumerar nada que los defina. Puede que todos tengan un origen distinto pero  un objetivo parecido. De un inicio que puede venir por necesidad, proacción, sueños o locura, desemboca siempre en espíritu de sacrificio, preparación y, siempre, fortaleza. Poco a poco. Emprendedores sobre venidos a los que les llega el primer cliente, la primera factura, el primer empleado y el primer cobro.  Esos momentos son gloriosos. Encajar la emoción que supone tocar la superficie de los sueños que hace unos  meses desconocías tener es maravilloso. Los que hemos puesto en marcha nuestros sueños, sin saber si era posible  tan siquiera, sabemos qué es eso de pasar noches en vela, redactando, corrigiendo, trabajando en la soledad de las noches y los días que se amontonan unos  encima de los otros. Vivir ese  domingo por la tarde, exhausto pero  ilusionado, viendo  desde la ventana del despacho como  las familias  pasean, las parejas hacen cola para el cine y el mundo no se detiene en su curso sinuoso de fin de semana. Obsesiones y retos, momentos duros que a veces no producen más que disgustos pero  que cuando se reproducen con todo su brillo y belleza son la entrada perfecta a un club diferente, el “club de los soñadores” que me gusta nombrarlo.

¿Es posible para una empresa subirse al tren de los cambios tecnológicos en un momento en que estos  empiezan a coger  una velocidad de vértigo?

Por supuesto. Lo único realmente determinante es que se suba. Aconsejo dejarse asesorar. Igual que un conductor novel necesita un tiempo para llevar el coche junto a un instructor, este nuevo modelo económico precisa de que te ayuden inicialmente, te acompañen. En mi empresa lo hacemos a diario y aprendemos todos, los que conducen y los que ayudamos a conducir. Es lo maravilloso del momento. Y, en apenas una década, lo que ahora llamamos internet, sencillamente será ‘Todo’. Cada evolución, cada  cambio  que simplifica un proceso, cada  vez que una línea de código  es eliminada de un programa para simplificar el proceso o cuando se sustituye ese comando por otro que es capaz de hacer algo por sí solo, y lo hace en coordinación con un objeto para completarlo en la globalidad del conjunto de nuestra existencia inmediata, nos acercamos a un nuevo y radical cambio.  No es sólo ya que las discográficas, las agencias de viajes o un nuevo negocio afectado por la modificación en la cadena de valor esté en riesgo cada vez que hay un nuevo ‘avance’ en la morfología de internet. No, es algo más complejo. Tiene que ver con la adaptación al medio de algo vivo, con la propia evolución de algo nuevo que interpretábamos que era un ‘sistema’ y ha resultado ser  un ‘ecosistema’ que muta, mejora y se adapta. En apenas dos décadas internet ha cambiado tanto que no lo reconocemos quienes lo vimos nacer. Somos una generación que vivía sin él, sin teléfonos móviles,  sin Google. Cuando querías saber algo debías ir a un lugar  llamado ‘Biblioteca’ y no era para estar tranquilo o en silencio, era  para consultar la sabiduría universal, algo que hoy cabe  en un USB. Mientras todo transcurre, internet crece y se convierte en “Todo”. Los que ya participan de la Nueva Economía, ¿no corren también el riesgo de ser superados por la ola de cambios que se están produciendo? Nadie está a salvo.  De hecho es parte del juego.  Pero  no por ello debemos parar ni temerlo. Como especie tenemos la obligación de progresar. Lo hicieron nuestros antepasados y tenemos el mundo que  tenemos, mucho mejor  que ninguno anterior. Todavía  falta mucho y por eso  debemos abrazar los avances y manejarlos inteligentemente. El terror a lo nuevo es humano, el alejarse de la novedad no. La Ley de Moore dice que  la potencia de los chips  de los ordenadores se dobla  cada  año,  pero ahora entendemos que  esta ley no sólo se restringe a los chips,  es algo que  pasó  con los diodos,  las válvulas,  y todo lo que  se desarrolló antes, y no sólo se restringe al campo de los ordenadores, está ocurriendo en la biología  sintética o la biotecnología. Cada  vez que convertimos la tecnología en una ciencia de la información se convierte en exponencial.

Hay quien  duda  que esa  capacidad de crecimiento sea  infinita puesto que físicamente hay un límite. En ese  momento, para seguir creciendo exponencialmente requeriremos de otra tecnología, pero  mientras ese  momento llega, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo vamos a vivir ese  tránsito acelerado empresas, individuos e instituciones?

Hay países dónde ese  futuro se afronta de un modo  optimista y otros que lo abordan desde el miedo.  Estos últimos lo van a pasar muy mal. El mercado de trabajo no va a ampliarse. Si tienes un 25%  de paro  no vas a reducirlo ya nunca al 4%.  El pleno empleo es una quimera para los que no están enfrentándose al futuro como  toca. En menos de un decenio el mercado laboral se fragmentará eliminando intermediarios dejando en dos espacios contrarios todo el sistema. Hablamos de los empleos cualificados bien pagados por un lado y los de escasa cualificación y mal pagados por otro. El riesgo es la fractura social más que evidente. Lo mismo  pasa con empresas y sistemas políticos. Donde podamos incluir un software o un robot capaz de hacer algo que un humano sea más lento o ineficiente, el cambio sucederá. Sin embargo, cada  vez que un intermediario desaparezca, cada  vez que un automatismo se encargue de un puesto de trabajo ‘humano’ la cadena de sucesos se irá agilizando. Millones de nuevos empleos aparecerán, menos que los que se destruirán por una lógica física. Nuevos  modelos impondrán un reto para los gobiernos y, por supuesto, para las personas. La revolución tecnológica precisará de que cada  uno de nosotros tengamos nuestra propia revolución íntima.

Te he oído decir que en el 2022 todas las ventas se realizarán por internet. ¿Desaparecerán las tiendas tal como  las conocemos? ¿Qué habrá en su lugar?

Vamos  hacia  un mundo sin empleo, donde todo  lo que  no sea  necesario  o eficiente que  lo haga el hombre no lo hará. Lo realizará un robot o un software y muchas de las cosas que  ahora compramos ya no son  lo que  eran o están hechas de lo que  estaban hechas. Ya no compras ‘minutos telefónicos’, compras contenidos audiovisuales a la misma  empresa. Ya no compras  discos,  te abonas a un servicio de contenidos. Todo cambia. Tampoco podrán cobrarnos en el futuro inmediato por cosas que  no valen  nada.  Vamos  a un mundo sin empleo pero  también sin compras, por lo menos no de cosas que ahora consideramos ‘vendibles’ que  pronto serán integrables en un sistema de commodities. La tecnología  reduce el costo de todo. Si algún  día todo ello fuera ‘gratis’ el concepto trabajo estaría en riesgo. Lo mecánico, pesado, repetitivo pasaría a ser  una  obligación técnica y los humanos podremos dedicarnos a cosas más  edificantes y creativas. Veremos cuándo y cómo, pero  de momento no estaría mal irse preparando. Las cosas suceden  y luego  las entendemos, decía Borges. Pues  eso,  cuanto antes nos pongamos, antes las entenderemos y así podremos disfrutar de todos sus  beneficios.

¿Cómo cambiarán las tiendas y las ciudades debido al e-commerce?

Vivimos tiempos de automatización inclusive  en las ventas. Tiendas digitales que sustituyen las físicas, tiendas físicas  que van incorporando automatizaciones y tiendas digitales que se integran de algún  modo en las físicas.  Para mí, lo importante es cómo  se van cayendo los muros que dividen todo y se conforma un mundo cada  vez más interconectado incluso  cuando hablamos de hechos tan ‘físicos’, analógicos y tradicionales como  ‘ir de shopping’.  Si eres un comerciante debes convertirte en un vendedor ‘omnicanal’. No tienes másremedio. Las tiendas en internet o las aplicaciones móviles no son sólo vehículos que ofrecen acciones electrónicas, ahora son mucho  más, son las puertas de entrada a tu tienda. Y esa  tienda ya no es sólo un escaparate, un salón exhibidor. Ahora tu tienda digital es un espacio de inspiración, un lugar  donde tu cliente pasa a ser un usuario que experimenta, se informa, gira y revisa hasta el detalle sin tu participación. El resto, lo que pase, es posible  que suceda en tu tienda física. La tendencia dice que eso cada  vez pasará menos, pero pasa. Ser vendedor y emprendedor requiere, en todos los casos, de innovar. Nadie dijo que eso de vender, de comerciar, fuera algo que no requería de adaptación. Ha llegado el momento más complejo y difícil para todos. Ahora  toca transformarse digitalmente. No hay otra.

Inteligencia artificial, robots, impresión 3D, internet de las cosas, revolución móvil… ¿Cuáles son las tecnologías o los inventos que van a cambiar  más nuestro mundo en los próximos años?

Las has enumerado tú. La inteligencia artificial  nos ayudará a pensar y vivir mejor; ya lo hace  todos los días. Las ciudades están gestionadas por cerebros que ordenan el tráfico por ejemplo y se basan en el aprendizaje. Los robots, drones, automatismos, coches auto conducidos… ayudan a reducir los costes que tiene su uso para la humanidad y el planeta. La impresión 3D reducirá la cadena de valor y los costes de producción hasta el punto que mucho de lo que ahora es inalcanzable será universal. La duda  aparece en temas de carácter ético cuando entramos en algo llamado ‘singularidad tecnológica’ o ‘posthumanismo’. Ahí tocará pararse un momento, si nos dejan,  y reflexionar acerca del diálogo  entre humanos y máquinas. De todo ello, la primera que has dicho, la inteligencia artificial debe ganar nuestra atención. Ahora mismo  de la inteligencia artificial ya podemos esperar muchas cosas, de su conciencia o no, veremos. Mi impresión es que su uso se encaminará a la detección de errores en múltiples campos y a aportar solución, al diagnóstico médico,  a la gestión pública,  a la asistencia personal, a la navegación sofisticada y al descubrimiento de clientes y productos para el comercio electrónico como  elemento de interacción comercial o sencillamente como interpretador de necesidades en una tienda. Tal vez todavía es un buen guión cinematográfico, una buena novela de ciencia ficción, pero  está claro  que uno de los campos más interesantes del desarrollo económico que nos espera en apenas dos o tres años  es ver como  traspasamos la próxima frontera que supone  todo ello, entre la innovación y su aplicación. Recordemos que ‘innovación existe si el mercado la acepta’. ¿Tú crees que la aceptará? Yo sí.

¿El futuro definitivamente está en el auto empleo? Si es así,  ¿cómo formar a nuestros jóvenes para ese futuro?

Más que auto empleo será el empleo creativo, adaptado a un espacio cada  vez más humano. El trabajo de los seres humanos será de humanos. El resto, aquel  que puede hacer una máquina lo hará una máquina, más barato y más rápido,  incluso llegará a no costar un céntimo. El futuro de nuestros jóvenes no pasa por el auto empleo, pasa por la auto formación segmentada. Hay que empezar a formar a las generaciones del futuro con los conceptos que conformarán su vida real y no la que ahora nos ocupa a nosotros. Es como  si a los que estudiamos en los años ochenta nos hubieran formado en eso de internet. Habríamos ganado tiempo. Ahora no se puede formar de manera unitaria a decenas de jóvenes cuando sabemos que cada  uno es un elemento activo

¿Qué profesiones desaparecerán en un futuro y cuáles pueden  ser resilientes a esta digitalización de la economía?  ¿Hay algún sector que pueda quedar al margen  de la revolución digital?

Al igual que Jurvetson pienso que 'el ritmo del progreso tecnológico está desacoplado de la economía y la brecha entre los ricos y los pobres no puede ya ir cambiando de dimensión estrechándose y encogiéndose como hizo en otros momentos de la historia’. Las clases medias menguan sin descanso y en algunos puntos del planeta incluso tienden a desaparecer para dar paso  a otros modelos denominados ‘microburguesia low cost’. Suponiendo —como dice Jurvetson— que ‘todas las industrias vivirán el momento en el que los robots y software se llevarán por delante el trabajo no deseado, no habrá empleo suficiente para todos los seres humanos’, entonces una pequeña porción de la humanidad controlará la tecnología de la información que permitirá esa  ‘automatización global’.Eso, atendiendo a que la economía actual no funciona a ritmo de esos avances y podría generar un escenario aterrador donde casi el 80% de la población en disposición de tener empleo no logre tenerlo. Imaginar un mundo donde no fuera necesario apenas trabajar, pues  todo estaría automatizado, parece ciencia  ficción pero  cada  vez es menos ficción y más ciencia.  Coches, transporte, operadores, mecánicos, manufactura, extracción, enseñanza, medicina y cualquier cosa  que imagines  ya tiene componentes automáticos o derivados que nos hacen ver como será el futuro inmediato.

¿En qué medida internet —la sociedad digital— y la globalización contribuyen a la uniformidad  de la sociedad o por el contrario a su fragmentación?

En algún momento la sociedad digital podría estar ayudando a uniformizar, pero  no es cierto, está permitiendo otra cosa  mucho más estimulante: el acceso universal a la información y al acercamiento global. El riesgo de fragmentación, de brecha, existe pero como te decía antes en África están pasando cosas gracias a la telefonía móvil e internet impensables hace 10 años. Otra cosa es que cuando hablamos de un mundo determinado y tecnológicamente inmenso hay espacios a conquistar de emergencia. No es factible que mientras hablamos de todo lo que hablamos, en India todavía haya 300 millones  de personas no sin internet, sino sin electricidad. Esos son los retos como especie, llevar internet del Todo a ‘todos’.

¿Qué cambios crees que se deberían realizarse en el modelo productivo de España,  e incluso de Europa, teniendo en cuenta el

Hay países que hace  unas pocas décadas estaban desolados. Ahora son potencias tecnológicas. Muchos otros ya se han  subido  al tren del futuro. Era relativamente fácil. En muchos casos era no hacer nada. Dejar hacer a quienes se juegan su patrimonio, gastan sus energías, sueñan despiertos y persiguen retos con el fin de satisfacer sus deseos y sus bolsillos.  Al final, todo ese ejército de innovadores, emprendedores, desarrolladores y muchos más  construyen el futuro y lo hacen bajo el patrón de la tecnología  que nos permitirá vivir en un mundo mejor  y de un modo más competitivo. Pero  no dejar  hacer, poner trampas, regulaciones excesivas,  muros, zanjas, tributaciones cerradas y anticuadas sólo aleja  a una  sociedad de esa  meta. Pensarán que así las empresas no se irán, que se quedarán siempre en España. Probablemente lo que van a lograr es que ni se creen. Reducir el paro  en España no es tarea fácil. No sólo porque hay algo estructural que depende de que volvamos a construir pisos  de manera ridícula y casi pornográfica. No, también depende de que muchos de los empleos que busca la gente cada vez existen en menor medida. Ya no hace  falta la gente para hacer cosas que ya no las hacen las personas, lo hacen máquinas, software o robots. El modelo productivo español, europeo, debe  ensamblarse lo antes posible con todo eso que va a componer el futuro, no el pasado. El tiempo va mucho más  rápido ahora.

AECOC tiene 26.000 empresas asociadas. Pensando en la Nueva Economía, ¿qué consejo daría a las empresas que no quieren perderse el tren de la tecnología? ¿Por dónde empezar? ¿Cómo mantenerse al día sobre los cambios que se avecinan?

Lo decía antes. Es bueno estar en esto con alguien que vive en esto. La transformación digital, el estar al día de los cambios y vivirlos con ventaja a tiempo real, depende de que te asesoren adecuadamente. En Idodi lo hacemos, y es muy gratificante. El momento más intenso se vivirá cuando el ‘internet de las cosas’ entre en colisión o contacto con el concepto big data y lo que supone de exponencial su uso compartido. Entre 2018 y 2020 habrá más de 50.000 millones de dispositivos conectados entre sí, lo que supondrá una digestión inteligente de datos como nunca antes ha vivido la humanidad. Todo ello combinará inteligencia artificial, natural y conversaciones comerciales a partir de lo que el marketing matemático solicite y lo que el comercio de información entregue. Ahora hablamos de tomar las riendas tecnológicas sociales y económicas. No nos queda otra si queremos liderar, nosotros mismos, este tránsito a un nuevo modelo que se automatiza y que se llevará por delante todo cuanto conocemos. Si para ello seguimos esperando los dictados de gobiernos, estructuras y todo lo que supone intervención y control, el retraso nos dañará irreversiblemente.

¿Qué es lo que más te motiva del futuro que entrevés? ¿Y qué es lo que más te preocupa?

Me motiva que interpreto un mundo mejor, más humano. Me preocupa que está en manos de pocos humanos todavía. 

Para terminar, frases cortas sobre... 

GOOGLE. Nunca dice no, todo es factible. Sólo debes proponer.
APPLE. El amor por el detalle y la visualización del futuro.
TESLA. La puerta por donde entenderemos que la energía no depende de unos pocos.
FACEBOOK. El sistema operativo de internet.
TWITTER. No era una red social.
FEEDLY. La manera en que accedemos a los 39GB diarios de información que cada humano consume de media ordenadamente.
UBER. No tenía que ver con sustituir taxis, la cosa iba (irá) de sustituir coches conducidos por humanos.

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Big Data, E-commerce, Management Marc Vidal Big Data, E-commerce, Management Marc Vidal

La transformación constante de la publicidad, móvil y predictiva.

Los temas que ocupan la agenda económica ya no son los que llenan las páginas, todavía, de la prensa salmón. Empiezan a vislumbrarse sin timidez los que van, o ya son, aspectos que anticipan un nuevo escenario que nos llegará casi sin avisar. O si. Tal vez el aviso es constante pero, como paso con la telefonía móvil, el propio Internet, las redes sociales o el ‘háztelo tú mismo’ que impera hoy en día, lo vivimos a tiempo real y lo naturalizamos antes los usuarios que los que describen la realidad económica más tradicional. Esto va de Internet de las Cosas (IoT), Industria 4.0, Ciudades o Comunidades Inteligentes (Smart Cities & Smart Regions), Big Data, FinTech y, en general, la transformación o revolución digital de la Economía y la Sociedad.

Los temas que ocupan la agenda económica ya no son los que llenan las páginas, todavía, de la prensa salmón. Empiezan a vislumbrarse sin timidez los que van, o ya son, aspectos que anticipan un nuevo escenario que nos llegará casi sin avisar. O si. Tal vez el aviso es constante pero, como paso con la telefonía móvil, el propio Internet, las redes sociales o el ‘háztelo tú mismo’ que impera hoy en día, lo vivimos a tiempo real y lo naturalizamos antes los usuarios que los que describen la realidad económica más tradicional. Esto va de Internet de las Cosas (IoT), Industria 4.0, Ciudades o Comunidades Inteligentes (Smart Cities & Smart Regions), Big Data, FinTech y, en general, la transformación o revolución digital de la Economía y la Sociedad.

En el campo de la publicidad se van a producir tres revoluciones inminentes. La primera tiene que ver con la predicción, ese modelo basado en el big data, small data y la analítica. La segunda en su capacidad, innata, de relacionarse con objetos inteligentes. ¿Que mejor para traducir nuestras necesidades de consumo que nuestro propio teléfono móvil que lo sabe todo de nosotros y conoce todos los idiomas del resto de sensores?. Y la tercera, la más compleja, tiene que ver con el hecho de que el mal llamado 'teléfono' pase a ser 'el lugar'. El consumo digital será móvil o no será. Ya no se trata sólo de que los publicistas del futuro deberán convencer a una nevera, se trata de asumir que no hay fronteras entre las diferentes disciplinas que la componen.

En eso estamos cuando aparecen informes que exigen velocidad, capacidad de reacción y dejarse asesorar lo antes posible. Veamos sino lo que se avecina en el campo de la publicidad. Así lo asegura el informe periódico de ZenithOptimedia, el cual estima que la inversión publicitaria, que aumentará un 4% impulsado por eventos mundiales como los Juegos Olímpicos, elecciones presidenciales en Estados Unidos y derivados, seguirá su trasvase inevitable a los modelos de difusión digital.

Lo más interesante para mí es que en nada, dentro de unos meses, la publicidad en Internet a través de dispositivos móviles ya superará a la de prensa escrita y representará algo más del 12% del total. Será esta plataforma el tercer mayor escenario sólo superado por la publicidad digital de escritorio y la televisión. Lo fascinante es que la publicidad, en un par de años, si sigue esta tendencia, será mayoritariamente digital y en 2018 superará definitivamente a la que se emite a través de ‘la caja tonta’.

Si quieres vender algo, prepara tu campaña en medios. Si quieres vender bastante prepárala para que se pueda consumir digitalmente y si quieres prepararte para la eclosión de los próximos años ves calculando como, cuanto y con quien vas a anunciarte en dispositivos móviles.

En términos numéricos, la publicidad en Internet representará el 34% del total inversión en 2017, la televisión 35,9%, pero en 2018 ese estrecho margen se volcará a favor del primero. La caída libre de la inversión en otros medios como la prensa escrita será cada vez más radical.

El asunto es de tal calibre que esta migración del consumo publicitario tiene a las agencias persiguiendo ‘targets’, público y tráfico a veces casi sin saber como. Es muy complicado. Nuevos modelos de crecimiento de comunidades compradoras, de llegada a un público cada vez menos determinado y, como diría un estratega político, las bolsas de votos cada vez son menos estables y cada vez sabemos menos donde ubicarlas. Eso pasa con la publicidad en estos momentos.

Dice el responsable del estudio, Steve King, que ‘vivimos el mayor trasvase de presupuestos publicitarios de la historia del marketing y todas las agencias buscan el modo para seguir el paso de los consumidores, los cuales casi sin avisar están adoptando un nuevo estilo de vida de absoluta movilidad.' Estos días en la Predict Conference que se celebra en Dublín hemos podido ver hacía donde va todo esto especialmente en la detección de tendencias y predicción de modelos de comportamiento en el consumo.

Totalmente de acuerdo. Sólo añadir que publicidad, marketing, sales Hacking u otros mecanismos ya no son departamentos estancos, son espacios líquidos que precisan trabajar en común, compartiendo objetivos y mecanismos, para, al final, descubrir que de cómo comunicamos se deriva algo mucho más importante, la transformación digital de quien se anuncia. ¿Estás transformando tu empresa? ¿tu institución?. 

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Economía, Tecnologia Marc Vidal Economía, Tecnologia Marc Vidal

'Un mundo automático', participación en el Estudio 'Generación 2020' del Ministerio de Servicios Sociales de España

Hace unos meses, desde el Instituto de la Juventud del Ministerio de Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España, me propusieron participar en el el estudio 'Jóvenes y Generación 2020'. El trabajo era apasionante ya que en mi caso tenía que investigar y concluir acerca de la Nueva Economía y los aspectos derivados que se vinculan a emprendimiento, nuevas profesiones, futuro económico y políticas que deben ejecutarse. El título de mi capítulo fue, como no, 'Un mundo Automático'.

Hace unos meses, desde el Instituto de la Juventud del Ministerio de Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España, me propusieron participar en el el estudio 'Jóvenes y Generación 2020'. El trabajo era apasionante ya que en mi caso tenía que investigar y concluir acerca de la Nueva Economía y los aspectos derivados que se vinculan a emprendimiento, nuevas profesiones, futuro económico y políticas que deben ejecutarse. El título de mi capítulo fue, como no, 'Un mundo Automático'.

Dice el preámbulo de dicho estudio en el que han participado también expertos como Adolfo Álvaro Martín, presidente Nodo España Red Iberoamericana de Informática Educativa, Dolors Reig i Hernández, psicóloga social, Howard Rheingold, crítico y ensayista estadounidense, Tiscar Lara, directora de Comunicación de la Escuela de Organización Industrial, David de Ugarte, economista y tecnólogo, Javier Ramos del Instituto Complutense de Estudios Internacionales, Rafael Rubio Doctor en Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid y, entre otros,  Antonio Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político. 

Parece ser que el año 2020 ha comenzado a ser visto como una referencia con relación a los retos y expectativas que encontrará una generación de jóvenes que están creciendo y educándose en medio de las rápidas y profundas transformaciones producidas por la revolución tecnológica de carácter digital, lo que está influyendo de forma decisiva en la forma en la que están construyendo su identidad, formas de relación y de participación. 

Mi capítulo empieza con este preámbulo:

Imaginar un mundo donde no sea necesario apenas trabajar pues todo estará automatizado parece ciencia ficción pero cada vez es menos ficción y más ciencia. Coches, transporte, operadores, mecánicos, manufactura, extracción, enseñanza, medicina y cualquier cosa que imaginemos ya tiene componentes automáticos o derivados que nos hacen ver cómo será el futuro inmediato. El reto de la generación que se encontrará ese complejo ecosistema de máquinas inteligentes, redes y personas sin ocupación necesaria, será encontrar el modo que permita obtener de esa ‘maravillosa’ opción del ‘automatismo’ la consecuencia de acceso a los derechos fundamentales a toda la población mundial. Salud, conocimiento, cultura, alimentos. Un mundo robotizado para hacer más humana la vida. Para ello se precisa una ‘transición tranquila hacia el mundo de la abundancia’ Sabemos que una máquina puede suplir la carencia de “inteligencia humana” y aplastarla si es preciso, simplemente al utilizar en tiempo infinitesimal una cantidad masiva de datos en red: extraer patrones de información y en base a esto, realizar predicciones. Le llamamos bid data y transcurre sin piedad. La juventud la conoce pero no la respeta. Este artículo procurará dar esa señal de esperanza pero también de alarma sobre las generaciones que vienen. Si no entienden dónde vamos y con qué herramientas estaremos perdiendo una grandiosa oportunidad. Se abre justo ahora la puerta del futuro, la podemos atravesar o sencillamente asustarnos como hicieron en otros momentos de la historia nuestros semejantes. Esperemos que la juventud venidera nos agradezca el riesgo que vamos a tomar como sociedad al automatizar nuestro universo más cotidiano. 

Puedes descargarte el trabajo completo en aquí en [.pdf] o el capítulo con el que participé en este otro enlace. [.pdf]

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Big Data, E-commerce, Negocio Marc Vidal Big Data, E-commerce, Negocio Marc Vidal

Comercio electrónico, ¿en manos de matemáticos y/o publicitarios?

Recientemente hemos sabido que Uber, el demonio, comenzará a transportar entre particulares todo tipo de productos que tengan que ver con el comercio electrónico de la moda. Esto lo van a empezar a hacer en Nueva York y a continuación parece que lo extenderán en el resto de grandes ciudades norteamericanas a partir de San Francisco.

Recientemente hemos sabido que Uber, el demonio, comenzará a transportar entre particulares todo tipo de productos que tengan que ver con el comercio electrónico de la moda. Esto lo van a empezar a hacer en Nueva York y a continuación parece que lo extenderán en el resto de grandes ciudades norteamericanas a partir de San Francisco.

Está claro que algo está fraguándose en el mundo del ecommerce. La guerra de la logística de proximidad está servida. De hecho las alianzas en este sentido se están llevando a cabo entre operadores y plataformas. Uber ya ha comunicado su inminente acuerdo con los retailers del mundo ‘fashion’ que utilicen las más grandes plataformas cloud que existen a través de aplicaciones especialmente desarrolladas para ello. 

Y es que el comercio electrónico sigue creciendo. Es un océano de posibilidades para quienes tienen algo que ofrecer y ahora, también, para los que quieren complementarlo como es el caso de ‘los taxis entre particulares’. El número de compradores y ofertantes no para de crecer. En España, sin ir más lejos, los consumidores de ‘e-retail’ superará los 20 millones en dos años. Algo que era impensable hace muy poco tiempo. En la logística, la comparación y la gestión de usuarios a clientes, hay mucho de matemática, cada vez más.

Este verano, visto de primera mano, una de las empresas en las que he ayudado a fundar, RadikalVip, dedicada a la venta de gafas de sol hechas en madera, situada en uno de los sectores más competitivos que hay en cuanto a venta ‘impulsiva’ y de tendencia, ha vivido en apenas seis meses un crecimiento mensual constante de más del 40% mensual vendiendo más de diez mil unidades basando toda la estrategia en análisis de datos y captación de usuarios que convirtieran en ventas.

Atendiendo a este ejemplo próximo. Lo primero que hemos aprendido es que hay un asunto clave en el ‘como’ que estimula y empuja el ‘que’. Puedes tener un gran motor pero si no le pones gasolina tecnológica, por muy bonito que lo expongas no lo logras. La matemática, el método y el small-data trabajan juntos y en paralelo a la publicidad tradicional o el marketing digital. La buena noticia es que todo ello, si trabaja en común, tiene mayor rango de éxito. Matemática, publicidad, servicio y atención al cliente. Un mundo físico abrazando a otro virtual y un modelo de venta racionalizado jugando en el mismo equipo que otro mucho más emocional. Fascinante.

Volviendo a lo general, a finales de año se habrá llegado a casi los 18 millones de consumidores digitales comprando, algo más del 60% de la población con acceso a Internet. A pesar de lo destacable de la cifra esta no dejará de crecer. Buenas noticias para los que ya están en la red ofreciendo sus productos y llamada de atención a los que aun no lo hacen. España es, con excepción de Italia, quien más crecerá en los próximos cinco años por lo que es estratégico incorporarse o modificar aquello que necesitas para mejorar tu oferta. Se trata de estar, pero también de estar bien. Imagina que sabes donde van a estar todos tus clientes potenciales los próximos años. Tu acción debería estar clara. Debes estar. No hacerlo es incomprensible. Pues resulta que ya sabes donde van a estar: en la red.

Además, resulta que el comprador online español cada vez compra más veces y en mayor cantidad. Cabe recordar el reciente estudio presentado por IAB Spain y Viko que decía que el 75% de los compradores digitales realizan alguna adquisición online al menos una vez al mes y un 20% lo hizo cuatro o más veces al mes. 

Se sabe que al menos el 50% de las compras programadas se buscan primero digitalmente y luego se compran físicamente. El consumidor hace una búsqueda previa, conoce la oferta, entra en comparadores de productos online y decide entre las mejores opciones.

El crecimiento espectacular de la venta online puede estar también ayudando, al revés de lo que en ocasiones defendemos, un revulsivo para la venta analógica. Las ventas de tipo impulsivo acaban siendo mucho más intensas en una tienda física que una virtual, pero ésta segunda precisa de una estrategia global y digital que permita distribuir sus productos en espacios físicos por ejemplo.

Cada vez más negocios online estructuran una estrategia basada en incorporar el mundo offline para impulsar su crecimiento a través de iniciativas como espacios pop-ups, click and collect, sistemas de recogida de compras online o la combinación de canales. Y es que, como decía, hay una batalla en la entrega y la permeabilidad de canal que no deja de ser apasionante.

Si la mitad de las ventas retail en apenas cinco años tendrán una influencia determinante en los canales digitales ese es otro de los aspectos a cuidar obligadamente. No sólo debes estar donde estarán tus clientes, incluso no tan sólo para vender, sino también para estimular la venta final en tu comercio tradicional. Esa es la clave y, como decía antes, incorporar el click-and-collect (compra online y recogida en tienda) en tu comercio puede ser muy interesante. En UK o en Irlanda por ejemplo este modelo está revolucionando la relación comercio electrónico, captación y conversión.

Cuando asesoro a empresas retail lo primero que les explico para poder trabajar en la búsqueda de puntos de inflexión es que se olviden por un momento de que la estrategia online pueda ser una meta en exclusiva, ésta debe ser, y funcionar también, como de si un ‘influencer’ se tratara. Tu tienda, tu comercio, es un mecanismo. Conectarlo es tarea compleja, son muchos los elementos que entran en juego, generar tráfico y ana

lizarlo no es tan sencillo, y convertirlo en ventas es una ciencia. Revísalo, al fin y al cabo de lo que se trata es de vender, ¿no?

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Marc Vidal Marc Vidal

¿Cómo será Internet?

¿Recuerdan cuando no había Internet? No hace tanto. Era el mundo de mi generación. Internet llegó a mi vida con 22 años. He pasado el mismo tiempo desconectado que conectado y sin embargo, hoy en día, me cuesta interpretar todo cuanto nos rodea sin tener algún tipo de relación con la red y la comunicación digital. Profesiones, datos, manera de vivir, relacionarse, vender, comprar, amar, sentir, aprender, enseñar, todo, absolutamente todo ha cambiado sin pedir explicaciones y obligando a la adaptación.

¿Recuerdan cuando no había Internet? No hace tanto. Era el mundo de mi generación. Internet llegó a mi vida con 22 años. He pasado el mismo tiempo desconectado que conectado y sin embargo, hoy en día, me cuesta interpretar todo cuanto nos rodea sin tener algún tipo de relación con la red y la comunicación digital. Profesiones, datos, manera de vivir, relacionarse, vender, comprar, amar, sentir, aprender, enseñar, todo, absolutamente todo ha cambiado sin pedir explicaciones y obligando a la adaptación.

Han pasado algo menos de cinco siglos que la tripulación de Magallanes diera la vuelta al mundo por primera vez. Tardaron más de 3 años. Con el tiempo el globo terráqueo se ha ido empequeñeciendo. En 1764 John Byron tardó 2 años, en 1924 el Servicio Aéreo americano lo hizo en 175 Días, cinco años después Hugo Eckener lo logró en apenas 21 días, Wiley Post en 8 en el 31, y en 7 en 1933. Lucky Lady II en 94 horas acabada la segunda guerra mundial y Yuri Gagarin desde su nave espacial dio la vuelta al planeta en algo menos de 2 horas. El Apolo X lo rebajó en el 69 a una hora. 

La especie humana es una cosa extraordinaria. De tres años hemos pasado a una hora en recorrer el mismo trayecto. Algo así viene pasando con la red, con Internet. En 1989 Tim Berners lanzó el primer texto digitalizado en una World Wide Web sin espacio por el que circular de manera adecuada. Todo empezó basándose en un terreno que no era el ideal para correr. Al igual que Magallanes lo intentara por mar cuando dar la vuelta al mundo de manera rápida debía hacerse por el espacio, Internet precisa de su propio universo y así pronto se fue reflejando. De utilizar teléfonos conmutados se fue pasando a redes de fibra óptica o sistemas inalámbricos. Poco a poco se ha ido centrando su campo de juego y las variables del futuro inmediato. Ese Internet del futuro ya está aquí y se puede identificar más o menos cual es el escenario inminente.

Hablamos de objetos conectados a personas conectadas, personas conectadas a personas conectadas y objetos conectados entre si. Todo conectado, la Internet del Todo. De todo ello surgen retos, miedos y sobretodo oportunidades profesionales, sociales, culturales y económicas.  De hecho, en gran medida, la red ya piensa, utiliza datos y automatiza procesos hasta el punto que cuesta identificar cuando una decisión dejó de ser humana para empezar a ser mecánica, derivada de una conclusión de datos y algoritmos. De hecho, en base a eso, expertos como Thomas Frey, intentan explicar cuales serán los elementos que definirán la red de redes en los próximos años, tal vez simplemente meses.

Thomas Frey teoriza sobre las dimensiones donde va a cambiar Internet. La velocidad, la capacidad de penetración, la capacidad en transmitir datos y su almacenamiento, los interfaces humanos, su dimensionalidad, la privacidad y la inteligencia artificial. Os resumo muy rápido a que responden cada uno de estos aspectos. Intentaré replicar algunas de las cosas que comenta en uno de sus artículos más renombrados últimamente.

Uno de esos puntos será la velocidad. Nielsen dice que el ancho de banda de los usuarios crecerá en un 50% por año, algo menos que lo que dice la Ley de Moore sobre la velocidad de las computadoras. Otro, las tasas de penetración alcanzarán la totalidad disponible. Aunque ahora más de la mitad de los habitantes de la Tierra no tienen acceso a la red eso cambiará. De los 16 millones de conectados de 1995 hemos pasado a 3.000 millones ahora. Larry Page y Mark Zuckerberg están impulsando un Internet que llegue a las regiones más remotas de la tierra. Eric Schmidt asegura que prácticamente todo el mundo estará conectado de alguna manera en 2020.

La capacidad de la red, la transmisión de datos, su procesamiento y almacenamiento se nos va a ir de las manos. Un exabyte es el equivalente de mil millones de gigabytes y un zettabytes son mil exabytes. Cifras que suenan a aquello de ‘Andrómeda está a miles de años luz’ que te suena comprensible pero que si lo traduces a tus ‘años de no luz’ te quedas muerto.

Pues he intentado entender la dimensión del asunto. En tamaño. Hay mucha contradicción entre expertos pero todos auguran un gigantesco montón de datos acumulados en algún lugar, con cifras que ningún cerebro humano es capaz de dimensionar. Cisco dice que los datos que se crearán a través de la Internet de las Cosas llegará a 403 zettabytes en 2018, frente a los 113 ZB que parimos en 2013.

Si a esto sumamos que más del 90% del tráfico de Internet ahora es en vídeo y pensamos que Internet no fue pensado para eso, el asunto se complica. El Big Data tiene trabajo seguro, o mejor dicho, las supercomputadoras tendrán mucho que hacer. Obama, hace poco, ha decretado la financiación de la primera computadora ‘Exascale’ (un billón de cálculos por segundo) del planeta para que entre en funcionamiento en una década. Si te suena increible, ya sabemos que el día que la terminen, ya estará anticuada.

Si la Ley de Moore no lo evita, en 2030 una tarjeta micro-SD almacenará 20.000 cerebros humanos, en 2043 podrá almacenar 500.000 gigabytes (el contenido que tenía Internet en 2009) y en el 2050 en esa tarjeta o similar cabrá tres veces la capacidad del cerebro de la especie humana. Obviamente, si eso pasa con una tarjetita, que no pasará con la red. Pues eso.

Otro aspecto que va a cambiar indudablemente tiene que ver con el acceso a la propia red. Hemos pasado de teclados a ratones, de pantallas táctiles a realidad virtual, de textos planos a hipervínculos, a relaciones complejas, a lectores que seleccionan que nos interesa o videos interactivos. Hemos pasado de escuchar a decir. Los dispositivos ahora entienden nuestra habla, en un tiempo, talvez no tan lejano, la lectura de un interfaz interno, biotecnológico sea una realidad.

Ya tenemos algunos en uso. Google Glass, Microsoft HoloLens, Facebook Oculus VR, y el Samsung Game VR, son parte de un grupo cada vez mayor de dispositivos destinados a la reescritura de la forma sobre el como vivimos el mundo digital.

Muchos interfaces nos evitarán pensar en decisiones sin valor. Conducir, ordenar la casa, seleccionar música o lo que sea. Eso ya lo hará un sistema y ese tiempo perdido en toma de decisiones técnicas podremos usarlo en cosas más ‘humanas’.

Pero si algo va a cambiar en Internet es su dimensión. La tecnología de sensores llegará a un billón en 2024 de manera que tendremos una creación de flujos de datos desde prácticamente cualquier superficie que nos rodee. Veremos, en breve, sensores por todas partes. En las paredes de casa, en coches, en marquesinas, en la ropa, en los zapatos, en las gafas, en la mesa, en la cocina, en la oficina, en el estadio de futbol, en el campo, en el hotel, en todas partes. Tal vez en la piel combinados para controlar la salud a tiempo real o el estado de algún enfermo.

Todos esos sensores son datos. Esos datos inteligencia. De los emisores de datos llegaremos a la gestión de los mismos. El salto es inminente. Apenas en diez años no vamos a ser capaces de recordar como era eso de Internet en estos días.

La privacidad y la ética en la red deberán también vivir un cambio. Eso es evidente. Sabemos de agujeros de seguridad, de datos compartidos, de propietarios de nuestra vida digital, de cuanto hacemos. Vamos a exigir más seguridad pero deberemos saber que a cuanto más seguro es un sistema menos privado es por lo menos hasta el momento. Por ahora son vasos comunicantes. Si subes la seguridad bajas la privacidad y viceversa. En los siguientes años viviremos una ‘guerra’ entre ambos bandos. Los defensores de la transparencia absoluta contra los protectores de la seguridad.

Thomas Frey asegura que en el futuro vamos a necesitar algo así como ‘una Convención de Ginebra sobre Privacidad para establecer estándares globales, junto con directrices prácticas, definiciones legales, límites defendibles, herramientas de supervisión para señalar cuando hay una violación de la privacidad, y las disposiciones de aplicación para la manipulación de abuso’

Y finalmente el último punto que tiene que ver con ese Internet inminente gira en torno a la Inteligencia Artificial que algunos aseguran es mejor que la actual ‘Inteligencia distribuida’ que tiene la red de redes.

La historia nos ha demostrado que cuando una especie es social, si trabaja colectivamente, resuelve mejor los problemas. Internet ayuda actualmente a eso. Nunca hubo tanto poder colectivo para resolver dudas e incógnitas. Pero como lo vamos a aplicar cuando aparezca un nuevo ‘ser inteligente’, la propia red en si misma es un cerebro y cuando este actúa de forma casi ‘independiente’ es parte del colectivo. El Internet futuro, inminente, es un espacio de pensamiento entre humanos y máquinas sin demasiados problemas. De momento el problema es como aplicarla.

Estos son los puntos que maneja Frey en sus estudios, hay algunos más que iremos mirando en otros posts. Las startups que trabajan bajo el patrón que marca este Internet que viene están en el escenario correcto. Todo va a pasar muy rápido y va a influir en todo cuanto conocemos aun de un modo superior a como nos ha afectado hasta ahora. 

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